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Ciencia, docencia y tecnología

versión On-line ISSN 1851-1716

Cienc. docencia tecnol.  no.32 Concepción del Uruguay mayo 2006

 

DOCUMENTOS CIENCIA, TECNOLOGÍA Y SOCIEDAD

La extensión universitaria en tiempos de crisis económico-social La experiencia de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires en el lapso 2004-2006

Social Welfare Help During Socio- Economic Crisis in Argentina. School of Economics Experience at the University of Buenos Aires From 2004 to 2006

Alejandro Rofman* Juan Manuel Vázquez Blanco**

*) Profesor Honorario de la Facultad de Ciencias Económicas, Universidad de Buenos Aires (UBA); Director de la Carrera de Posgrado de Especialización en Economía Social y Desarrollo Local. E-mail: srofman@fibertel.com.ar
**) Profesor Adjunto de Estructura Social Argentina y Coordinador Académico de la Carrera de Posgrado de Especialización en Economía Social y Desarrollo Local, Facultad de Ciencias Económicas, UBA. E-mail: jmvb.ar@gmail.com

Resumen

El presente trabajo aborda la crítica realidad económico-social de la Argentina reciente. Tiene como objetivo central discutir el rol que asume la Universidad Pública en sus vínculos con el castigado tejido productivo y social- como herencia de la política económica y social del neoliberalismo. Nos centramos, asimismo, en el papel desempeñado por los programas de Extensión Universitaria, ofreciendo un análisis crítico de los mismos y proponiendo una estrategia que ponga en acción uno de los postulados esenciales de la Reforma Universitaria. Para ello, nos referimos a una experiencia concreta, la de la Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, en su propósito de brindar apoyo técnico a las iniciativas recientes relacionadas con la rehabilitación de empresas de muy diverso tipo por parte de sus trabajadores, a partir de la experiencia conocida como de "Empresas Recuperadas".

Palabras clave: Extensión universitaria; Autogestión; Trabajadores; Empresas recuperadas; Argentina.

Abstract

This paper is focused on the current socio-economical crisis in Argentina. We will dicuss the Public University role in being involved on the support of empoverished sectors of the Federal District population as a way to help that people to cope with the deep negative impact of the Neo-liberalistic program adopted by the National government during the 90´s. Our objective is to describe one of the Social Welfare programs launched by the School of Economics in order to back the current cooperative enterprises organized by those who have been their employees when the firms collapsed. The new cooperative enterprises replaced the old capitalistic functional system of the firms which had to be closed by their owners due to the crisis. Most of the former workers occupied the establishments and put them back into productive activity. The School of Economics designed an integral program, based in voluntary work, to give the new owners tools to strenghten the development of the firm and to assure democracy and solidarity in its management.

Key words: Universitary Social Welfare; Self-organized management; Labor force; "Recuperated" enterprises; Argentina.

Introducción

El presente trabajo pretende dar cuenta de una realidad económico-social que desde hace más de una década ha acentuado su perfil de regresividad social, ruptura de los vínculos de solidaridad social y degradación del mundo de trabajo como nunca antes en la Argentina, y, a la par de este proceso, que muestra signos de esperanzada reversión desde hace un par de años. Asimismo, discutir el rol que debería asumir la tarea de la Universidad Pública en sus vínculos con el castigado tejido productivo y social -como herencia de la nefasta política económica y social del neoliberalismo. Entre tales roles, pretendemos destacar el asumido por los programas de Extensión Universitaria ofreciendo un análisis crítico de los mismos y proponiendo una estrategia que asuma, en forma activa, uno de los postulados esenciales de la Reforma Universitaria.
Para ilustrar este nuevo perfil que postulamos, haremos mención a una experiencia concreta, la llevada a cabo por la Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (U.B.A.), en el propósito de brindar apoyo técnico a las iniciativas recientes relacionadas con la rehabilitación de empresas de muy diverso tipo por sus trabajadores, a partir del movimiento conocido como de "Empresas Recuperadas".
El documento tendrá tres apartados. El primero presentará una síntesis de recientes trabajos orientados a identificar, analizar y evaluar el potencial presente y futuro de las Empresas Recuperadas en la Argentina y, más precisamente, en la ciudad de Buenos Aires. El segundo apartado abordará nuestra visión de la Extensión universitaria en un contexto de crisis económica y social y, finalmente, cerraremos el texto con una reflexión -que ocupará el tercer apartado- referida a la tarea desplegada, en consonancia con los argumentos expuestos previamente, en el marco de la Secretaria de Extensión de la Facultad de Ciencias Económicas de la U.B.A., el último bienio, en relación a las múltiples
modalidades de apoyo brindadas a varias empresas recuperadas localizadas en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires.

I. Origen, desarrollo y evaluación actual del proceso social de recuperación de empresas productivas por sus trabajadores

El fantasma de la desocupación -ya no eventual, sino permanente e irremediable en muchos casos- hizo que durante más de una década fuesen desapareciendo o deformándose los tan preciados -y logrados tras largos años de lucha- derechos del trabajador. Estos cambios estructurales -experimentados aceleradamente a partir de los '90- crearon importantes transformaciones en las pautas culturales de la sociedad. Junto a la alteración del carácter de la magnitud de la pobreza, se modifican las percepciones y los modos de vivirla.
Antes de caer en la ecuación: desocupación = miseria = exclusión, la alternativa fue jugarse a resistir y recrear una economía diferente o, al menos, con reglas de juego alternativas al desenlace tristemente legitimado por el capitalismo. No se trata de cambiar el mundo, sino de resistir en este mundo, dirían muchos de nuestros entrevistados.
Una evaluación de la problemática y dificultades por la que transitan las empresas autogestionadas por los trabajadores sería un ejercicio indispensable para acceder a comprender las posibilidades que tienen las mismas para superarlos, ya sea a través de su propia acción o mediante algún proceso de reorientación y búsquedas de nuevas perspectivas.
Con relación al funcionamiento y accionar de las organizaciones, hemos tratado de identificar y analizar las dificultades que deben enfrentar y las formas con que han intentado superarlas, distinguiendo, al respecto, los problemas internos de la organización, así como también los que se presentan en sus relaciones con otras instancias sociales,
sean ellas económicas, jurídicas, políticas o culturales, y las transformaciones experimentadas en el período.
Por último, desde el punto de vista teórico, cabe señalar que consideramos que las empresas llamadas "recuperadas"(1), en realidad, están "en recuperación", es decir, tomar la decisión de organizarse y autogestionar la producción o el servicio es un paso, luego hay una serie de instancias que se deben resolver en el transcurso mismo de la puesta en marcha. Uno de nuestros propósitos es, por consiguiente, alertar que la recuperación de una empresa es un proceso al que hay que acompañar y sostener más allá de las paredes de la empresa, que sólo encontrará el éxito si se transforma en un proyecto global de la sociedad, en una estrategia legitimada de resolver las necesidades sociales y el retorno al pleno empleo.
Las experiencias económicas populares son un desafío que individuos, grupos y comunidades están desarrollando para enfrentar la exclusión social; por lo tanto, nos resulta necesario darles la trascendencia que la temática requiere. Con ella renacen viejos conceptos teóricos tales como "solidaridad", "autogestión", "autonomía" que, absolutamente opuestos al neoliberalismo padecido, ayudan a dar una respuesta creativa a las necesidades sociales y anhelar mejores condiciones de vida.
En dicho contexto, la primera respuesta de los trabaja- dores ha sido la defensa de las fuentes de ocupación -tratando de mantener activa la producción. Por lo tanto, las empresas recuperadas son un fenómeno emergente de estos cambios estructurales de la década de los '90 y de los procesos de convocatoria de acreedores que conducían inexorablemente a la quiebra de esas unidades productivas o prestadoras de servicios, y a su desaparición como fuente de empleo. Los obreros asalariados, en el mejor de los casos, tendrían un cobro parcial -y muy a largo plazo- de sa
larios adeudados y una mínima indemnización que se esfumaría enseguida, lo que en criollo se dice: "pan para hoy y hambre para mañana". Frente a esa realidad, muchos trabajadores optaron por la recuperación autogestionada de la empresa, adoptando mayoritariamente la forma jurídica de cooperativa de trabajo, reconocida por la Ley 20.337 de 1973.

"En realidad, éstas son nuevas formas de lucha, de creatividad que han encontrado los trabajadores, ante un proceso de crisis profunda que superó los métodos tradicionales, los métodos históricos de lucha... porque cuando una fábrica quiebra ¿a quién se le va a hacer paro?, a nadie. En una sociedad con tasas de desocupación moderadas del 2% o 4%, cuando una empresa quiebra, uno hace un juicio, trata de cobrar y busca otro empleo, pero con estos índices de desocupación es imposible pensar en regresar al mundo del trabajo. Entonces, lo que nos queda es la desocupación, la marginalidad social, perder la cultura del trabajo, pero además la cultura de la obra social, del salario y con todo lo que eso implica... en la medida que se empezó a instalar el modelo neoliberal en Argentina tomó al desempleo como la variable de disciplinamiento y, paralelamente, con el aumento del desempleo creció el nivel de mortalidad de empresas"
José Abelli,
Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas

Hacia fines de la última década se contabilizaban alrededor de 1200 empresas en vías de recuperación, aunque este dato en sí mismo no es muy representativo -debido a que incluye un numero no determinado de empresas inactivas. Marca, sin embargo, que no se trata de un fenómeno aislado o circunstancial. Pero lo que sí es certero es que asistimos al crecimiento significativo del número de cooperativas de trabajo: una primera oleada se da en 1990-94; una segunda transcurre entre 1995-99 y la presente, a partir del año 2000 a la actualidad, objeto especial de nuestro estudio.
En los inicios de la década del '90 se comprueba un aceleramiento de la crisis del modelo y el aumento del conflicto social con el cierre de empresas y fábricas con fuerte presencia sindical. El sindicalismo, ligado a los intereses del poder dominante, comienza a resquebrajarse y empiezan a tomar fuerza corrientes con objetivos de renovación y replanteo de la lucha sindical. Dichas corrientes, que con el tiempo han ido incrementando su capacidad de representación, fueron fundamentales en el desarrollo de las primeras experiencias de empresas autogestionadas puesto que trazaron una estrategia combativa y el asesoramiento, básicamente legal, fue el caballo de batalla para que el proyecto se sostuviese en el tiempo.
Los años iniciales de la década (1990/94) se caracterizan por la privatización de empresas públicas y la drástica reducción del empleo previo a su traspaso. Esto da origen a un numero importante de cooperativas de trabajo que se hacen cargo de manera autogestionada de una parte marginal de las actividades de la empresa pública y, excepcionalmente, del conjunto de la empresa. Ejemplo de estasúltimas son los Talleres Ferroviarios de Pérez y Laguna Paiva, alrededor de poblaciones como las nombradas, que vivían exclusivamente de estos talleres en los cuales se reparaban grandes locomotoras diesel; en la época de la política oficial de "ramal que para, ramal que cierra" y ante la desaparición de sus fuentes de trabajo, los trabajadores recuperan la actividad de la empresa.
Otro ejemplo frecuente que originó procesos de autogestión en manos de ex-trabajadores son los constituidos a partir de las empresas contratistas de YPF (en la destilería de La Plata y en Gral. Mosconi, Salta), organizados
como cooperativas de transporte de combustible, mantenimiento de instalaciones, etc. De todas maneras, estos casos son numéricamente reducidos, tanto en el número de cooperativas como en la cantidad de asociados.
Una cantidad más significativa de cooperativas autogestionadas se origina por la terciarización de actividades realizadas, hasta ese momento, por el sector público con trabajadores en relación de dependencia. Dentro de un esquema de reducción del gasto público y achicamiento del Estado, estos trabajadores, ante la situación de cesantes, conforman cooperativas en actividades como mantenimiento y limpieza de instalaciones públicas -principalmente edificios municipales, hospitales, etc.-, servicios de limpieza de calles y paseos, plazas y jardines públicos.
El periodo 1995-99 está marcado por la "crisis del tequila". Estudios recientes muestran que "...más que por las privatizaciones y reforma del sector público, la reducción de empleos urbanos parece haber sido principalmente consecuencia de la reestructuración y concentración de las actividades de producción y distribución que tuvieron lugar en los años noventa, particularmente en el sector industrial. Las conclusiones de este análisis destacan la importancia que ha tenido la contracción del empleo del sector industrial en la evolución de la tasa de empleo global de la economía"(2).
En este período se constituye un conjunto importante de cooperativas autogestionadas ante el cierre de empresas privadas -generalmente como producto de la quiebra- de las cuales, la mayor parte continúan en funcionamiento. Se constituye la Cooperativa Industrial Argentina Metalúrgica Julián Moreno (CIAM), heredera del histórico complejo industrial SIAM Di Tella (1997), el Frigorífico Yaguané, entre un grupo de alrededor de más de medio centenar de cooperativas de trabajo constituidas en esos años. También se conforman cooperativas de trabajo por la quiebra/cierre de
empresas privadas, particularmente de empresas industriales que, en el caso de las cooperativas autogestionadas de la Provincia de Buenos Aires, contaron con el apoyo del Instituto Provincial de Acción Cooperativa(3).
Ya a mediados de 1999, la recuperación por parte de los trabajadores de empresas en proceso de quiebra o cerradas aparece, progresivamente, como el último recurso de protección o, incluso, de creación de empleo. Entre 1999 y 2003 la desocupación, la subocupación, el empleo precario, aumentaron exponencialmente. El aumento de estosíndices, así como sus correlatos de pobreza e indigencia, adquieren tal magnitud que constituyen un componente presente diariamente en el imaginario colectivo. Las posibilidades de salidas individuales como el cuentapropismo formal e informal (quioscos, remiserías, pequeños comercios) -que constituyeron opciones posibles a los desocupados del primer lustro de la década a partir de las indemnizaciones y"despidos voluntarios" de las empresas públicas privatizadas- ya no constituyen posibilidades reales. El cierre de empresas privadas supuso, en el mejor de los casos, cobro de indemnizaciones mínimas. Un tendal de microemprendimientos fracasados iniciados a partir de aquellas indemnizaciones señalaron su inviabilidad.
Lo apuntado hasta aquí en el ámbito del mercado de trabajo, unido a la crisis macroeconómica y, a partir de diciembre 2001, de la fenomenal crisis financiera y de gobernabilidad que conllevan al cuestionamiento generalizado por parte de la sociedad de las instituciones del régimen neoliberal existente, son elementos que deben ser
considerados para precisar el conjunto de factores que dieron origen al movimiento de empresas recuperadas o autogestionadas por trabajadores.
Si bien muchos casos pueden registrarse previos al inicio del nuevo siglo, la realidad es que este proceso -de toma y autogestión- se acelera a un ritmo exponencial a partir del 2000. La mayor visibilidad de la experiencia autogestionaria genera un efecto demostrativo para el surgimiento de nuevas experiencias. En este marco juega un papel importante el reposicionamiento de los actores políticos frente al tema; los sectores políticos, ante una situación insostenible, comienzan a manifestar actos de apoyo hacia las clases más afectadas por el sistema neoliberal que terminó estallando en las trágicas jornadas de diciembre de 2001.
El proceso descripto implicó, sin duda, la conformación de un nuevo movimiento que se fue construyendo a partir de un proceso simultáneo de organización y cambio en la conciencia colectiva. Entre otros eventos, los acontecimientos más significativos que fueron multiplicando las experiencias de empresas recuperadas fueron los siguientes: los conflictos previos al cierre de la empresa, que frecuentemente desembocaron en despidos de personal y que fueron fortaleciendo la unidad de los trabajadores; el estado de alerta ante todo movimiento patronal que apuntara a despidos, desmantelamiento o desfinanciamiento de la empresa -lo cual frecuentemente consolidó la cohesión de los trabajadores y un liderazgo entre los mismos-; la existencia previa y el conocimiento de situaciones similares de empresas en proceso de recuperación por los trabajadores y, principalmente -a partir de casos concretos-, se mostraba que era posible la continuidad de la producción, asegurar el empleo mediante formas más solidarias de trabajo y de equidad, en definitiva, que era posible poner en producción la unidad bajo administración y gestión de los trabajadores.
Los ejemplos exitosos fueron teniendo un efecto demostrativo fundamental en la recreación de nuevas experiencias
y, debemos agregar, el efecto catalizador de organizaciones muy activas en el apoyo a los movimientos populares que, en el último decenio, reivindicaban tierras, viviendas, alimentos, empleo, derechos humanos y justicia; éstas organizaciones tenían la posibilidad de aportar equipos formados por abogados, contadores y demás profesionales identificados con la lucha social y constituyeron -y siguen brindando- un aporte fundamental en las discusiones por las formas organizativas y su potencialidad.
La Base de Datos que se ha confeccionado en el Centro de Estudios Urbanos y Regionales, actualizada a principios del año 2005, incluye 159 empresas recuperadas en funcionamiento. Fue construida con información brindada por la Central de Trabajadores Argentinos, el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas, el Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas por los Trabajadores, artículos y noticias publicadas en diferentes medios de comunicación gráficos, consultas directas a las cooperativas y, fue de mucho valor, la base de Datos que constantemente actualiza el Instituto del Conurbano dependiente de la Universidad Nacional de General Sarmiento que nos permitió cotejar y ajustar nuestros datos.
Dado que se trata de mantener y desarrollar fuentes de trabajo que se gestaron en un modelo anterior, no debe sorprendernos que la mayor cantidad de casos estén emplazados en las provincias que concentran la actividad económica industrial. Un rasgo distintivo del proceso actual de creación de cooperativas de trabajo es que, en su casi totalidad, se trata de ex empresas privadas del sector manufacturero que han estado paradas por procesos de convocatoria de acreedores/quiebra, aún no resueltos judicialmente o con sentencia judicial firme. Si bien utilizamos la palabra Empresas para equiparar todos los casos de emprendimientos económico-laborales, el 79% de los mismos pertenecen al sector secundario de la economía, es decir, elaboración de productos manufacturados. Sin embargo, han crecido en el bienio 2004-05 las empresas recuperadas desti
nadas a brindar servicios, tales como las vinculadas al transporte, la salud o el área de la gastronomía; el sector terciario está representado, según nuestros registros, por el 14.5% de los casos. Sólo un 4.5% corresponden a actividades vinculadas con el sector primario de la economía (ver Gráfico 1).


Grafico 1

Dentro del sector industrial, la rama más frecuente es la "metalmecánica" incluyendo fundición, fabricación de estructuras y caños, autopartes, etc. Es uno de los sectores productivos que ha experimentado fuertemente la crisis del decenio, lo que ha conducido a la desaparición de una buena parte de estas unidades productivas. El 46% de las fábricas recuperadas refieren a dicho rubro. Las cooperativas destinadas a la elaboración y procesamiento de alimentos concentran un 30% dentro de dicho sector, siendo grandes concentradores de puestos de trabajo los frigoríficos y, al mismo tiempo -en la industria de alimentos- también encontramos muchos casos de cooperativas pequeñas en cuanto a la cantidad de asociados que la componen. Por otro lado, la industria textil y la gráfica-imprenta concentran, cada una, un 10% de las cooperativas industriales conformadas.
En cuanto a la localización del total de las empresas recuperadas, hay una fuerte relación en la distribución según el tipo de actividad y, como es obvio, con la composición y radicación del modelo económico precedente. La mayor cantidad de casos están en la Provincia de Buenos Aires, un 57.2%; al analizarlos según localidad, observamos que el 78% de los mismos pertenecen a Partidos del Gran Buenos Aires y el resto se distribuye en diferentes localidades del interior provincial. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires están asentadas el 15.1% de las empresas recopiladas, básicamente en los barrios de la zonas sur y central que históricamente se fueron conformando -como eje de su desarrollo- a partir de una actividad económica más que la mera necesidad de residencia (Gráfico 2).


Grafico 2

Las provincias de Neuquén, Río Negro y Tierra del Fuego aportan cada una apenas un 0.6% sobre el total de casos. Cabe destacar, sin embargo, que si bien en éstas últimas provincias se registra un solo caso de Empresa Recuperada, son sustantivos y simbólicamente representativos, ya que mantienen un número importante de puestos de trabajo, tal es el caso de Zanón en Neuquén (310) o la Cooperativa Renacer Aurora Ushuaia en Tierra del Fuego, que es la Empresa Recuperada con mayor cantidad de trabajadores, 500 según la última información obtenida.
Del total de 159 empresas registradas, se tienen datos de 113. Y, como decíamos, dado que las empresas van "haciendo camino al andar", el número por unidad puede cambiar de continuo, algunas pueden incorporar otros socios, otras pierden a algunos de sus miembros en las gestiones por resurgir.
Si nos ceñimos a los datos reconstruidos en forma estricta, podemos decir que para el 71% (113) de empresas se contabilizan 6421 puestos de trabajos aproximadamente y un promedio de 57 trabajadores por unidad (Gráfico 3).


Grafico 3

La proyección a todo el universo (159) arroja un total aproximado de 9000 trabajadores, cifra que se halla, sin embargo, por debajo de las estimadas por las organizaciones representativas del sector.

I.1.Un largo camino para volver a trabajar: la "recuperación" como desafío para los trabajadores

El proceso que va desde la entrada y custodia de la infraestructura productiva por parte de los trabajadores, hasta la resolución jurídico-política, la inscripción de la cooperativa autogestionada, la resolución de la problemática financiera y el inicio de la producción, es largo y colmado de dificultades. Es en estos pasos sucesivos, que incluyen el proceso de gestión productiva en sí mismo, donde este universo de experiencias autogestionarias requiere apoyo y asistencia técnica integral.
Las empresas privadas -cuyos trabajadores inician un proceso de cooperativización- se hallan en crisis, funcionando mal o paradas desde varios meses (inclusive, años),con abultadas deudas salariales, con reducción del personal contratado y despidos de trabajadores de planta sin el pago de indemnizaciones. En el mejor -y más frecuente- de los casos se trata de empresas abandonadas por sus antiguos dueños en las que los trabajadores se encuentran de la noche a la mañana con telegramas de despido y las instalaciones cerradas, o se enteran que la empresa se ha presentado a convocatoria de acreedores, lo que, con toda probabilidad, desembocará en el cierre definitivo de la fuente de trabajo.

"La Cooperativa se formó a través de toda la política económica que fue cambiando en los últimos tiempos en el país, vimos que cabía la oportunidad de fabricar nuevamente productos textiles en el país, porque [antes] estaba entrando mucho del lado de Brasil, del lado de China, Indonesia y no se podía competir contra esos precios; de hecho ese fue uno de los motivos que provocó el cierre de la empresa. Y bueno, con el cambio de moneda y todo eso, vimos la posibilidad de que se iban a abrir otros horizontes y toda la gente que estaba desocupada, que perteneció a esta empresa, empezamos a juntarnos para ver de qué manera podíamos llevar esto a la práctica. (...) hicimos gestiones a través del Municipio de Lanús, hicimos las inscripciones que había que hacer y nos presentamos en el Juzgado. Nos pidieron una serie de requisitos para que nos den una tenencia del lugar, nosotros estamos acá con una tenencia provisoria [por seis meses] en comodato, y todo eso se logró por no bajar los brazos nunca porque realmente hubo muchas trabas en el camino, pero las fuimos superando de a poquito."

Asociado de Nueva San Remo,
Cooperativa de Trabajo
ex Textil San Remo Ltda.

En otros casos, los trabajadores advierten que hay un proceso de vaciamiento de la empresa que consiste, por ejemplo, en el traslado de maquinarias de la unidad productiva a otra empresa que están constituyendo los mismos propietarios o en la facturación por una nueva empresa (constituida por los mismos dueños) de la producción que sale de la empresa en cuestión. Ante esa situación, los trabajadores, o por lo menos una buena parte de los mismos, deciden permanecer dentro de la empresa a fin de impedir su cierre y la sustracción de los medios de producción, mantener su fuente de empleo y continuar con la producción.

"Los compañeros permaneciendo en sus fábricas, primero peticionan que les paguen lo que les deben, y al no cobrar, solicitan el uso y goce de las instalaciones, maquinarias y herramientas para emprender una nueva etapa; la de ser artífices de su propio destino".

Luis Caro, Presidente del MNFRT

En todos los casos se inicia un largo y sacrificado proceso para los trabajadores. Toman contacto, en forma directa, con todo el proceso productivo y comienzan a participar en decisiones colectivas, transformándose en actores directos que plantean objetivos y estrategias posibles para su logro. "Acá prácticamente nadie había tenido experiencia previa en autogestión o algo por el estilo" frase, con estas o similares palabras, que fue repetida en todas las entrevistas realizadas.
Es por ello que, en síntesis, se está ante un proceso embrionario de una nueva institucionalidad productiva, en la que priman la solidaridad, el esfuerzo conjunto y la democratización de las decisiones frente a la visión egoísta, individualista y sólo orientada al lucro maximizado de la empresa capitalista jerarquizada.
Sobre este panorama, la tarea de Extensión adquiere una dimensión diferente a la histórica. A ello pretendemos referirnos en el apartado siguiente, antes de describir el accionar de una experiencia concreta: la de la Facultad de Ciencias Económicas de la U.B.A. en el ámbito de la ciudad capital de la República.

II. Sobre el rol de la Universidad. El papel de la extensión universitaria

La Universidad es una institución compleja cuyas funciones, objetivos y actividades se orientan a fortalecer y transmitir la cultura, desarrollar, generar y transferir el conocimiento a través de la Investigación científica, formar hombres y mujeres capaces de accionar positivamente en la sociedad aportando al abordaje de los más diversos problemas y desarrollar fuertes lazos y comprometer su acción en forma directa con la sociedad. Son funciones sociales de la Universidad:
La permanente actualización y transmisión crítica del conocimiento, la cultura y los valores sociales a las nuevas generaciones.
La revelación de las capacidades individuales.
El enriquecimiento de los saberes colectivos de la sociedad.
La búsqueda del mejoramiento económico y social de la sociedad contribuyendo a incrementar su desarrollo humano sostenible.

En la historia moderna y contemporánea, los sistemas universitarios en el mundo se han desarrollado sobre dos pilares fundamentales que concentran la esencia de la idea de universidad. Ellos son la Docencia y la Investigación Científica.
Sin embargo, existe una parte imprescindible que es indisoluble de la idea de universidad, que consiste en la difusión y transferencia a la sociedad de los conocimientos y habilidades profesionales e investigativas que se desarrollan en su seno. De esto trata la Extensión Universitaria.
En la Argentina, esta tarea imprescindible del espacio que ocupa la instancia superior de la educación suele ser percibida y desarrollada como una actividad extracurricular, externa, ajena a los diseños pedagógicos y excluido de los contenidos curriculares. Así, en muchos casos, la extensión universitaria se ha circunscripto -casi exclusivamente- a la prestación de servicios bajo la forma de consultoría o investigaciones sobre las necesidades de sectores vinculados a las actividades de empresas privadas, a través de la presentación de posibles soluciones y participación en la ejecución de soluciones adoptadas, entre otras. Como contra-

partida de esta concepción, otras Casas de Estudio visualizan a la Extensión como una función social, orientándose a la satisfacción de necesidades colectivas que afrontan los sectores menos protegidos de la Sociedad.
En otras palabras, en la Argentina contemporánea, las Universidades sustentan o desarrollan en su acción cotidiana diferentes conceptos de Extensión. En algunos casos se prioriza una vinculación con organizaciones públicas y privadas brindando servicios y asistencia técnica, en otros solo se circunscribe a la difusión cultural y deportiva entre los miembros de la institución y en menor medida hacia la comunidad, mientras que en muchas instituciones se combinan en diferentes grados las anteriores junto a la vinculación, el trabajo y la acción directa junto a grupos, movimientos y organizaciones sociales interactuando en las problemáticas y procesos sociales que afrontan numerosas comunidades con diversas carencias.
Además, algunas concepciones consideran a la Extensión indisolublemente ligada a las funciones de Investigación y Formación, mientras que otras la descalifican pues le atribuyen factores distorsivos a la función central de la Universidad, ubicándola como un elemento de dispersión y una amenaza para las responsabilidades más fundamentales que deben asumir las Altas Casas de Estudio en materia de Formación Profesional e Investigación.
Deseamos terciar en este debate inconcluso y aportar nuestras propias ideas al respecto. Para ello haremos, primero, una descripción histórica, de carácter crítico, sobre el rol de la Extensión Universitaria.

II.1. La Extensión Universitaria en la Universidad Pública Argentina
La Extensión universitaria ha sido configurada y desarrollada a través de múltiples y variadas experiencias a lo largo del mundo. Como antecedentes relevantes en ese sentido pueden citarse la Universidad de Berlín con la concepción de investigación como una forma de extensión con impacto decisivo en la relación Universidad-Industria(4), o la llamada Land-Grant Philosophy(5) durante la primera presidencia de Abraham Lincoln (1860 -1864), entre otros.
En Argentina, en el año 1905, el entonces Ministro de Justicia e Instrucción Pública de la Nación, Dr. Joaquín V. González, bajo el lema "Por la Ciencia y por la Patria" crea la Universidad Nacional de La Plata, institución moderna, con base científica y poniendo especial énfasis en la Investigación, la Extensión Universitaria y el intercambio permanente con los centros de excelencia del extranjero. En el año 1908, durante el Congreso Internacional de Estudiantes Latinoamericanos realizado en Montevideo (Uruguay), en una de las ponencias presentadas por la delegación argentina hay una referencia explícita a la Extensión Universitaria cuando plantea "Promover y difundir la educación del pueblo buscando el engrandecimiento nacional por medio de la educación de todas las clases sociales".
Sin embargo, el hito más importante en las Universidades Latinoamericanas hacia un nuevo modelo universitario lo constituye la Reforma Universitaria de Córdoba de 1918. Uno de los postulados que se inscribió en los documentos iniciales de dicho movimiento, con especial énfasis, fue el
fortalecimiento de la función social de la Universidad incorporando la Extensión Universitaria y la difusión cultural entre las tareas normales de la Universidad, para hacer de ella un centro por excelencia para el estudio científico y objetivo de los grandes problemas nacionales. "Vincular la Universidad al Pueblo" fue uno de los principios de la Reforma que debía inspirar la tarea llamada de extramuros o de Extensión Universitaria. Tal fue el impacto de la Reforma como fenómeno pedagógico, social y cultural iniciado por los estudiantes que incluso fue destacado por el escritor y político peruano José Carlos Mariategui como "el hecho cultural más importante del siglo en América Latina".
Se pensaba que mediante este tipo de tareas el estudiante tendría la oportunidad, no solo de familiarizarse con los problemas de su medio y de entrar en contacto con su pueblo, sino también la ocasión de devolver a éste, en servicios, parte del beneficio que significaba tener acceso a la educación superior, dando origen a una nueva función para la Universidad Latinoamericana, la Función Social, es decir, el propósito de poner al saber universitario al servicio de la Sociedad y de hacer de sus problemas tema fundamental de sus preocupaciones. De las tareas de Extensión llevadas a cabo por estudiantes y profesores surgieron programas que tenían lugar en las fábricas, talleres y sedes sindicales, entre muchas otras.
El impacto de la Reforma trasciende a la Argentina y tendrá un impacto vital para el impulso de una nueva universidad en todo el continente.
No obstante, el desarrollo de la historia política y cultural argentina durante el siglo pasado sufrió permanentes tensiones y convulsiones. Los sucesivos procesos militares fueron hechos decisivos junto a la presión de muchos otros intereses asociados al desarrollo del sistema capitalista para explicar las dificultades en la consolidación de un modelo de Universidad que expresara en forma activa los postulados que surgieron en la Reforma Universitaria de 1918. El desarrollo histórico de la Universidad Pública Argentina es
tuvo seriamente afectada por los permanentes ataques de los procesos militares y en especial de la nefasta dictadura que azotó a nuestro país a partir de l976.
Cuando se reinstaura la democracia en 1983 se inicia un nuevo período que, sin embargo, no estuvo exento de ciclos de avance y retroceso. Las políticas económicas de orientación neoliberal que se desarrollaron, en mayor profundidad, durante los '90 afectaron la capacidad de financiamiento del sistema educativo y, en especial, de la educación superior. Flexibilización, privatización y restricción presupuestaria pueden ser las palabras más adecuadas que representaron el fuerte ataque que sufrió la universidad pública desde el inicio de la democracia, a pesar del intento realizado por alguno de los gobiernos constitucionales del período, que resultaron insuficientes.
En medio de las dificultades, el debate abierto sobre cómo desarrollar, dentro del ámbito universitario, la cuestión de la Extensión nos debe remitir, otra vez, a las definiciones fundacionales de la Reforma
Ya desde los inicios del Movimiento Reformista la idea de Extensión Universitaria fue una de las más polémicas. De un lado, estaban quienes afirmaban que la concepción de la Extensión estaba cargada de una orientación de "caridad", una precaria "concesión" desde arriba, desde una universidad de élite hacia los sectores populares. Sin embargo, desde otra perspectiva, el aporte más importante fue el de pensar a la universidad como un lugar desde donde educar para la transformación social. Ese fue el espíritu real que animó a los reformistas. Decía Deodoro Roca(6) en el Manifiesto Liminar que: "sin reforma social no puede haber reforma universitaria. En la memorable lucha, la Universidad fue para la juventud, una especie de microcosmos social. Descubrió el problema social. Y ligado a su dramático destino. Bien pronto advirtió que Estado, Sociedad, Universidad,
se alimentaban de la misma amarga raíz y los mismos comandos. Las mismas manos manejando los mismos compases. Lo que empezó como defensa contra la toxicidad de los malos maestros, y afán oscuro y torpe de 'reformar' el 'sistema educacional' que los 'hacía posibles', se convirtió al cabo en proceso al sistema social, que es donde arranca la dogmática, la represión y la penuria de entonces, y -más visiblemente aún-, la de ahora".
Es en este pensamiento originario donde se encuentran las raíces del modelo de universidad transformadora y comprometida en la que la Extensión Universitaria expresa esa vocación por la acción concreta, no sólo como actividad para la transferencia a la Sociedad sino fundamentalmente como un proceso de motorización del cambio social sin el cual difícilmente se sostenga por mucho tiempo una modificación de raíz del contenido y la evolución de la Universidad Pública argentina.

II.2.¿Qué entendemos hoy por Extensión Universitaria?
A partir de la experiencia que existía en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires como en otras unidades académicas de nuestra Alta Casa de Estudios, se intentó desarrollar, a partir del año 2004, un enfoque que pudiese expresar, en forma viva, la voluntad transformadora de la Universidad a través de una decidida interacción social.
Ello supuso poner en discusión la estrategia predominante en muchos de los programas de las Universidades Públicas en nuestro país que limitan la Extensión a la prestación de servicios, bajo una óptica que privilegia el ingreso de fondos genuinos, dada la ya comentada limitación presupuestaria. Además, el enfoque era unidireccional y reduccionista pues se orientaba, prioritariamente, a la realización de tareas de acercamiento, difusión y transferencia de acciones aisladas y desconectadas de las necesidades más urgentes de la Sociedad.
En esta experiencia, por el contrario, desde su inicio
se abordó la tarea pensando que el vínculo Universidad- Sociedad debía ser el resultado de un proceso bidireccional, dinámico y dialéctico de interacción social, en el que la Universidad propaga los resultados de la Docencia, la investigación y la cultura, recibiendo de aquélla aportes para su incorporación, sistematización científica y retroalimentación. Se proponía, entonces, como innovación más destacada, un proceso de Extensión Universitaria integrado a la Docencia e Investigación donde cada uno de los componentes tiene rasgos propios y distintivos pero cada uno de ellos es portador de la totalidad del proceso y no el resultado de la suma de funciones y actividades. Se aspiraba, entonces, a poner en marcha una tarea que conformara una totalidad sistémica, a fin de garantizar el cumplimiento de la misión social de la Universidad como permanente reproducción del pensamiento Reformista, contribuyendo a la solución de problemas candentes y a la consolidación de una visión del Desarrollo Sostenible de la Sociedad a la que servíamos.
Esta visión se pretendió impulsar por medio de un esfuerzo de Planificación integral y de diseño de programas orientados a consolidarse como un enfoque alternativo al hasta entonces dominante.
Durante los últimos 4 años, en un esfuerzo por profundizar la vinculación de la Universidad y -en nuestro caso específico- de la Facultad de Ciencias Económicas con la sociedad, se desarrollaron diferentes proyectos que intentaron potenciar el citado Plan Integral. A tal efecto, se puso especial énfasis en experiencias incipientes de ese entonces destinadas a enfrentar los agudos problemas económico-sociales vigentes en nuestro entorno, que a la vez permitieran profundizar el perfil participativo de los actores sociales que integran la comunidad académica y el entorno de esa Casa de Altos Estudios.
No sólo se buscó una interrelación con la sociedad a través de la difusión de la cultura y la acción social sino que se intentó avanzar mucho más para colaborar con el objetivo primordial de la Reforma del 18: el desarrollo de una
sociedad más justa y solidaria.
Detallamos a continuación los programas y proyectos más destacados que se iniciaron, junto a otras iniciativas de la Facultad, que contaron con el apoyo, colaboración y participación activa de Extensión Universitaria y de otros actores de la comunidad universitaria, dado que su perfil coincidía con la visión que tenían quienes lideraban el área acerca del rol de la Universidad en su intervinculación con la Sociedad. El Proyecto Estratégico de la Universidad de Buenos Aires en la Facultad de Ciencias Económicas, conocido como Plan Fénix, contó como coparticipe al área de Extensión de la Facultad.
En el bienio pasado, se destacó la diversidad de actividades -seminarios, encuentros y publicaciones- realizadas por el Grupo Fénix, donde investigadores y docentes analizaron y discutieron, en el ámbito de nuestra Casa de Estudios, los problemas centrales de la economía argentina, formulando propuestas de corto, mediano y largo plazo. La amplia repercusión que su tarea alcanzó en la sociedad ha sido el reflejo de su intensa y destacada actividad, en donde la difusión pública y la convocatoria a los estamentos de la Facultad tuvo al área de Extensión como protagonista central.
En segundo lugar, se tomó parte protagónica en el respaldo y la promoción del medio oficial de difusión -La Gaceta de Económicas- que la institución mensualmente ha elegido para cumplir mejor con su responsabilidad: volcar hacia la comunidad, directamente y sin intermediarios, el saber científico y tecnológico que se produce en el interior de la Casa de Estudios. Se publica el último domingo de cada mes como suplemento del diario Página 12 y como medio masivo de vinculación, con un tiraje de 100.000 ejemplares.
Se creó la Cátedra de Gerencia Social para el Desarrollo Humano en forma conjunta con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con el objetivo de tener un rol activo en la generación y aplicación de po
líticas para combatir la grave situación social en que quedó sumergido nuestro país luego de las políticas aplicadas en los años 90. Esta cátedra organizó Seminarios tanto en Buenos Aires como en el interior del país, logrando en todos los casos importantes audiencias. Asimismo, la cátedra participó de congresos y encuentros sobre temas afines organizados con otras instituciones.
A través de un grupo de docentes y de alumnos del Centro de Estudios de la Estructura Económica se desarrolló un Programa de Microcréditos para habitantes de villas de emergencia mediante el cual se buscó romper totalmente con la lógica de la subvención estatal sin contrapartida, vinculando la financiación a las ideas y esfuerzos de los habitantes
Hace 2 años se creó la Red de Voluntarios de Económicas con el fin de agrupar y organizar el trabajo de estudiantes, graduados y docentes que comenzaron a participar activamente en nuevas experiencias sociales en marcha en la comunidad. Fue así que más de 400 voluntarios participaron de 20 áreas de trabajo, entre las que se destacaron los trabajos realizados en Empresas Recuperadas, Microemprendimientos y Microcréditos.
En la experiencia particular de Empresas Recuperadas, es de destacar la labor realizada, que no sólo se orientó a establecer prioridades y sistemas en conjunto con los trabajadores, sino que incluso fue el punto de partida para que se constituyeran equipos de trabajo que consolidarán su experiencia a través de la participación en la gestión de políticas públicas del gobierno local.
En la próxima sección analizaremos la experiencia de la Facultad de Ciencias Económicas de la U.B.A. en el trabajo sistemático y en el análisis sobre la experiencia de las empresas recuperadas de la Ciudad de Buenos Aires, comenzando por la constitución de los equipos de trabajo y las primeras prácticas, para continuar con el estudio de la experiencia en el programa creado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (cuya formalización fue aprobada
por el Consejo Directivo de nuestra Facultad, Res. C.D. Nro.3113/05) (Resolución Nro. 186/SSPRODU/2005 de la Subsecretaría de Producción del GCBA) de Régimen de Apoyo a Empresas Autogestionadas Continuadoras de Unidades Productivas (E.A.C.U.P.).

III. La experiencia desarrollada en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires en el área de Empresas Recuperadas

Las mutaciones económicas y sociales producto de la crisis fueron generando diferentes respuestas, alternativas y modalidades de organización y producción inéditas de parte de los sujetos. Las empresas recuperadas fueron una de ellas.
La Universidad en general, y en particular la Facultad de Ciencias Económicas, no dio cuenta de manera sistemática y permanente de muchos fenómenos que en la sociedad ocurren, que deberían ser sujeto de estudio, análisis e intervención desde el campo académico. Como excepción de ello pueden citarse los casos del Plan Fénix -aunque se limita al plano de las ideas y de algunas vinculaciones con proyectos específicos que se sitúan en el plano de estudios sectoriales ajenos al desarrollo y seguimiento de la intervención- y del Programa Avanzar, mediante el cual una Investigadora y Profesora Titular de la casa, junto a un equipo de trabajo, desarrolla la gestión y el otorgamiento de microcréditos en sectores populares de la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires.
Los contenidos curriculares no tienen presentes estas experiencias ni su análisis teórico en forma consolidada, y si bien en los perfiles de las carreras de grado dictadas se supone que predomina un enfoque heterodoxo, no son abordadas en ninguna de las carreras de la casa -salvo marginalmente- los tópicos de administración, contabilidad, gestión y procesos económicos vinculados a experiencias alternativas, cooperativas, de subsistencia e incluso las del
sector público(7).
Por consiguiente se desarrolla, en los alumnos primero y en los profesionales después, una formación que supone el ensayo de soluciones en formas de organización y gestión estándares con conflictos, problemas y discontinuidades típicas, quedando fuera de su práctica y análisis, y por consiguiente de su formación, una importante cantidad de procesos y experiencias que suceden en la comunidad y que proveen soluciones alternativas a crecientes sectores sociales de la Argentina en la problemática del empleo y del ingreso para sobrevivir. Las Empresas Recuperadas pertenecen a estas prácticas.
Durante el año 2003, un grupo de estudiantes que desarrollaba diferentes tareas vinculadas al terreno legislativo como campo de inserción laboral, junto a otros que se acercaron en forma voluntaria a alguna de las experiencias de recuperación de empresas por sus trabajadores y comenzaron a aportar de manera asistemática y dispersa, con su capacidad técnica, a las unidades mencionadas, sin llegar a constituir grupos de trabajo permanentes.
Durante el 2004 se inicia en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA -dentro de la Red de Voluntarios que comienza a funcionar en el área de Extensión Universitaria de esa unidad académica- un programa de trabajo sobre Empresas Recuperadas. Desde el inicio, se trató de una convocatoria abierta a la comunidad académica en particular (estudiantes, graduados, docentes, investigadores y tra
bajadores no docentes) y a la sociedad en general. Para el área específica de Empresas Recuperadas respondieron a la convocatoria 62 personas, la mayoría de ellos estudiantes y sólo unos pocos profesionales. La incorporación de interesados externos a la institución fue escasa pues sólo se sumó un profesional del área de las Ciencias Económicas de una universidad de gestión privada.
La iniciativa de la Red de Voluntarios tuvo como objetivo sensibilizar a la comunidad universitaria sobre la necesidad de formar y estudiar estas experiencias que, en un mundo signado por la falta de trabajo, debido a causas estructurales no pueden ser descartadas como tendientes a conformar alternativas de organización, producción y supervivencia de vastos sectores de la población.
Por ello, la primera tarea desarrollada por el grupo de trabajo de Empresas Recuperadas fue el acercamiento de los grupos a la experiencia, que incluyó diferentes reuniones con trabajadores y líderes de las empresas que transmitieron las problemáticas más relevantes y recientes en la Ciudad de Buenos Aires, su visión sobre los éxitos y fracasos afrontados por dichas unidades productivas y una proyección de las perspectivas que debían afrontar en el futuro. Esto fue desarrollado durante los primeros dos meses del ciclo lectivo del 2004. Posteriormente, fueron realizándose visitas para conocer las empresas e iniciar un proceso de aproximación a las tareas desarrolladas junto a los trabajadores, a fin de determinar las prioridades a atender de modo de consolidar los procesos productivos de las unidades seleccionadas. En el período siguiente (el segundo cuatrimestre de 2004), se abrió la inscripción de nuevos voluntarios a los equipos de trabajo, que se sumaron a la lógica y al desarrollo de tareas de quienes venían conformando los primeros grupos de apoyo.
Durante el primer año se desarrollaron diferentes tareas que pueden ser agrupadas en etapas de la siguiente manera: 1) Relevamiento, 2) Análisis y evaluación, 3) Informe y propuesta de mejoras (inmediatas y de mayor alcance).
En la mayoría de los casos los relevamientos se realizaron de forma tal que permitieron a los trabajadores tomar nota de las modalidades globales de funcionamiento de la empresa, debido a que las prácticas cotidianas en que estaban empeñados no les permitían una observación en conjunto, ni las prácticas nuevas, ya organizados en cooperativas formales o en asociaciones solidarias autogestionadas, se plasmaban en informes, métodos o manuales de procedimiento. La gestión habitual se desarrollaba de forma tal que existía -en muchos casos- una separación entre la administración (con el grado de desarrollo que ésta hubiera alcanzado) y la actividad específica de los trabajadores en la planta productiva. Ello devenía en una generalizada falta de comprensión en los protagonistas de la mayoría de los procesos, tareas y movimientos generales de la unidad económica. Por consiguiente, en las primeras etapas se intentó establecer mecanismos de seguimiento y familiarización de los trabajadores con el proceso productivo en toda su magnitud.
Uno de los factores explicativos de la inexistencia de registros, información y métodos puede encontrarse en la falta de cuadros administrativos y/o gerenciales que, en la mayoría de las experiencias, no formaron parte ni fueron reincorporándose en el proceso de recuperación. Tal como es analizado en la presentación del Diagnóstico del BAUEN(8), la situación descripta allí puede tomarse adecuadamente como la situación general de muchas unidades productivas en las experiencias relevadas:

"No existe un documento descriptivo de las funciones que detalle los puestos de trabajo desde los aspectos: técnico (objetivos del puesto y funciones), situacional (conocimientos, actitudes y destrezas que requiere cada puesto de trabajo) y de competencias (aspectos singulares que afectan al desarrollo del puesto).
La necesidad de contar con un documento como el referido precedentemente resulta extensivo a los distintos niveles claves de la organización; tales como: Consejo Directivo de la Cooperativa, Responsable Económico-Financiero, Responsable de la Recepción, Responsable de Piso, Responsable de Alimentos y Bebidas, Maître.
Es necesario tener en cuenta que todas estas carencias señaladas son perfectamente comprensibles si se las ubica en el marco de la crisis sociopolítica mas general y en las condiciones en que esta EACUP fue recuperada. A dos años de su recuperación y puesta en funcionamiento hay un estado de ánimo y un nivel de comprensión por parte de los asociados que favorecen la aplicación de criterios correctivos de las objeciones descriptas.
"

Sin embargo, hay que destacar que existen otras experiencias que, si bien poseen serias dificultades, tal vez por el tipo de actividad que desarrollan -en el caso, educativas- exhibieron otras características que fueron relevadas en el momento del diagnóstico del programa oportunamente mencionado (9)
.

"Podemos dividir la organización de la E.A.C.U.P en dos grandes áreas: la administrativa y la educativa, esta última organizada conforme lo dispone el Dto. 371/64.
Ambas áreas dependen funcionalmente del presidente del Consejo de Administración con facultades suficientes para ejercer la administración y representación de la institución.
El área administrativa, tiene a su cargo las funciones que hacen al gerenciamiento de la institución y al mantenimiento edilicio. La inexperiencia y la necesidad de realizar tareas para la cual no han sido formados, estamos refiriéndonos a las tareas administrativas, hace que sea ésta un área crítica a ser reforzada en su gestión de manera de permitir un mayor, mejor y más eficiente resultado y un mejor control interno.
El área educativa, organizada conforme lo previsto en las normas que rigen la actividad, se encuentra a su vez dividida en dos: el área de nivel inicial, EGB y Primaria y el área de enseñanza media. Ambas cuentan con sus propias autoridades y con personal docente suficiente para garantizar el cumplimiento de los planes de estudio adoptados.
Además, el Instituto cuenta con el asesoramiento externo de un contador y un abogado.
En términos generales, el funcionamiento efectivo de la organización coincide con la organización formal de la misma, repartiéndose la responsabilidades que hacen a la conducción y dirección de la E.A.C.U.P. entre los distintos responsables conforme las incumbencias asignadas.
Asimismo, hemos notado que no existe un reglamento interno de la organización, por lo que se recomienda la elaboración del mismo a los efectos de asentar las responsabilidades y atribuciones de cada uno de los integrantes de la E.A.CU.P. de manera de fortalecer el funcionamiento democrático y de pertenencia, característicos de este tipo de organizaciones (cooperativas de trabajo).
"

En síntesis, durante el año 2004 se intentó evaluar en conjunto con los integrantes de las organizaciones, las pautas, circuitos y procesos productivos de las experiencias que echaron a andar los trabajadores cuando se hicieron cargo de las empresas y cambiaron el perfil de las mismas, de entes signados por el paradigma capitalista de la maximización de la tasa de ganancia por un objetivo asentado en la solidaridad y la cooperación mutua.
Para nuestro análisis sólo nos referiremos a observaciones y conclusiones alcanzadas luego de la evaluación crítica de tres unidades productivas en las cuales operaron sendos equipos de trabajo. Nos concentraremos en las siguientes, a saber:
- Cooperativa de Trabajo Cooperpel Envases Industriales Ltda., formada por los ex trabajadores de la fallida empresa Induspel S.A.
- Cooperativa de Trabajo Gráfica Patricios Ltda., formada por los ex trabajadores de la empresa Talleres Gráficos Conforti S.A.
- Cooperativa de Trabajo Buenos Aires Una Empresa Nacional Ltda., conformada por los ex trabajadores del tradicional Hotel BAUEN.
En primer lugar, se efectuó un análisis del modelo de gestión de las organizaciones, luego se trató de indagar acerca de los objetivos explicitos e implícitos de la unidad socioproductiva, las metas propuestas y los logros alcanzados para, más adelante, abordar los enfoques y las visiones empresariales y organizativos, el sistema de decisiones internas: condiciones y políticas de gastos e inversiones, la capacidad y potencialidad de los recursos humanos y materiales como así también su nivel de utilización.
En segundo término, se realizó un relevamiento de las capacidades operativas y de costeo de los diversos produc
tos que se ofrecen, las política de precios y bonificaciones, la capacidad financiera y acceso a fuentes de financiamiento, la competitividad y análisis comparativo con la competencia, la identificación de aspectos que favorecen su participación en determinadas franjas del mercado y los aspectos negativos o que debilitan esa participación.
Una de las características distintivas que se obtuvo como conclusión de este diagnóstico del fenómeno se refiere al hecho de que se trataba de intervenir en unidades productivas cuyos actores principales, los trabajadores, estaban obligados a debatir y repensar roles que no habían asumido antes. No sólo debían formar parte como componentes de un proceso productivo, sino que ahora tenian que comprometerse en disponer de una visión global de la empresa y ser dueños ellos mismos asumiendo en su nueva responsabilidad la doble función de patrón y obrero.
A esto último, se agregaban dos factores novedosos para un manejo eficiente y eficaz de la empresa. El cierre y la reapertura de la misma no se dio en forma simultánea, en los casos vistos, sino que operaron discontinuidades temporales que obligaron a replantear la inserción de la unidad productiva en el mercado. Los antecedentes previos fueron insuficientes para el retome de la actividad en tanto proveedores, clientes y productos sufrieron cambios y transformaciones fruto de la citada discontinuidad. Además, en todas las empresas, los colectivos de trabajadores se vuelven a reconstruir con partes incompletas, no se rearma la fábrica o unidad productiva con todos los que estaban en el momento en que se paró el proceso productivo. Sólo había unos pocos. Hubo que reconstruir puestos y tareas, prácticas y sistemas, procesos y tareas.
En este sentido, una característica distintiva fue la ausencia casi total de quienes dirigían la gestión y administración del negocio anterior al cierre, lo que debilitó las funciones reservadas a ese segmento de empleo especializado y coadyuvó a poner en evidencia una clara brecha entre quienes van consolidando su rol de "gestión" con acceso a la
información y quienes sólo se dedican al trabajo.
Si bien una de las características más destacadas que asumen estas experiencias es la democracia interna y la horizontalidad, se producen tensiones entre quienes conducen y tienen acceso a la información y quienes sólo se dedican a las tareas del proceso productivo exclusivamente.
En este escenario, tanto los estudiantes como profesionales y docentes realizaron una práctica inédita. En los textos y en los casos que habitualmente son modelo de estudio incluso en la Universidad Pública, se abordan temáticas de organizaciones que predominantemente forman parte de la economía formal o altamente integrada al mercado capitalista. En este sentido, quedan fuera de análisis generalmente las instituciones de la economía informal e incluso muchas de tipo asociativo de gran desarrollo y consolidación. Por consiguiente, no sólo se desconocen sus particularidades, sino que no se comprenden sus métodos y normas formales y reales. El profesional de economía o de la actividad contable y de administración de empresas, que se gradúa en la Facultad, ignora la complejidad e integralidad del funcionamiento de unidades socioproductivas autogestionadas y en múltiples ocasiones, de carácter informal, que en la Argentina de hoy comprende a gran parte de la producción y el sustento cotidiano de un segmento importante de la población.
Por ello, una primera observación que puede extraerse de la experiencia de los equipos de trabajo que se conformaron fue la tarea de aprendizaje mutuo entre los que provenían de la universidad, y de análisis de procesos productivos más formalizados con quienes llevaban adelante las experiencias de recuperación de unidades productivas con características completamente diferentes.
Esta fractura impidió lograr rápidos avances en cuanto al desarrollo de sistemas de información y gestión adecuada y sumamente necesaria, pero, sin embargo, permitió avanzar en la consolidación y formalización de procesos y prácticas que contribuyeron decisivamente a la consolida
ción de las experiencias socioproductivas solidarias.
Por el lado de la universidad, se formó en la gestión concreta de organizaciones atípicas a una cantidad de estudiantes y profesionales que desarrollaron habilidades laborales, analíticas y cognitivas que habitualmente no desarrollan en las curricula estándar.
Además, y no por ello de menor importancia, se desarrolló un canal de mayor vinculación de la práctica de la universidad pública y parte de los actores de la comunidad en el desarrollo y consolidación de alternativas socioproductivas que no responden a modalidades típicas de la economía de competencia despiadada sino que obedecen a prácticas de cooperación y mayor igualdad.
En medio del transcurso de la experiencia de los proyectos desarrollados por la Red de Voluntarios, fue realizada la convocatoria al Régimen de Apoyo para Empresas Autogestionadas Continuadoras de Unidades Productivas 2005", que tuvo como objetivo brindar asistencia técnica y financiera a las empresas. Para el ejercicio 2005 se contó con un programa presupuestario de $2.000.000 (incluido en la Ley Presupuestaria 2005 oportunamente aprobada por la Legislatura de la Ciudad).
A través del mencionado programa, la Facultad realizó la asistencia técnica en el Programa denominado Régimen de Apoyo a Empresas Autogestionadas Continuadoras de Unidades Productivas 2005, con Elaboración de Diagnóstico y Plan de Mejoras de las empresas recuperadas más importantes la Ciudad de Buenos Aires (Hotel BAUEN, Metalúrgica IMPA, Cooperativas Gráficas Patricios, Cooperativa de Trabajo Maderera Córdoba y Cooperativa Instituto Comunicaciones).
Actualmente se están ejecutando los fondos de la Ciudad para las prioridades propuestas y en los próximos días estarán comenzando las actividades de tutoría previstas para desarrollarse, a lo largo de doce meses, a cargo de los profesionales previamente designados en la Propuestas Técnicas presentadas.
A partir de ese llamado debió priorizarse la conformación de equipos que estuviesen integrados por Profesores y profesionales de la Facultad, a los cuales se sumaron especialistas provenientes de otras disciplinas.
En estos equipos, participaron profesionales formados en el programa de Empresas Recuperadas de la experiencia de la Red de Voluntarios. Los mismos participaron opinando y generando bases para la conformación de los programas que creo el gobierno local. Otros integrantes de la experiencia se integraron a los equipos que fueron elegidos en una convocatoria abierta a entidades entre las que la Facultad de Ciencias Económicas fue seleccionada junto al INTI, la Universidad Tecnológica Nacional, la Universidad Nacional de Quilmas, el Programa UBACYT y la Universidad CAECE.

IV. Balance y conclusiones

La Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires ha desarrollado importantes experiencias que van en el sentido de aportar soluciones e intervenir activamente en la priorización de temas y cuestiones que forman parte de las necesidades más urgentes de nuestro pueblo.
Si retomamos el eje de la función social de nuestra universidad, se vuelve ineludible el hecho de que la alta Casa de Estudios, pública, gratuita, abierta a todos y con una necesaria interrelación con los agudos problemas sociales contemporáneos, debe sumergirse en la realidad de la sociedad para analizar y comprender procesos innovativos y participativos y ensayar soluciones, ideas o propuestas que contribuyan a reconstruir una sociedad más justa y humana.
Así cobra sentido la experiencia que hemos abordado. No sólo es necesario generar los desarrollos teóricos o "de laboratorio" sino que es indispensable formar e institucionalizar prácticas que sensibilicen, formen parte de las
metodologías de aprendizaje y lentamente se constituyan en características distintivas de la formación de nuestros graduados, las habilidades que les permitan intervenir y desarrollar nuevas experiencias socioproductivas, que en forma cooperativa y no destructiva intenten reconstruir el tejido social, que valoricen el trabajo y nuevas formas asociativas que tiendan a construir una nueva ciudadanía, inclusiva, solidaria y con activos protagonistas.
La experiencia desarrollada por quienes participaron de la Red de Voluntarios en Empresas recuperadas resultó preliminar e inicial. Constituyó uno de los primeros pasos. Es indispensable avanzar, extender y consolidar aún más este tipo de experiencias.
No sólo es necesario hacer un esfuerzo en el plano de las ideas, sino que es necesario tratar de incorporar en los contenidos curriculares y en la agenda de formación de docentes y en la generación de dispositivos formativos complementarios como experiencias de campo, pasantías e investigación que incluyan este tipo de prácticas.
Como ejemplo de consolidación de este tipo de experiencia puede ser mirada la política pública desarrollada con el Régimen de apoyo a E.A.C.U.P., creada hace un año por el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En una reciente reunión de trabajo de los coordinadores de los programas de la experiencia local en marcha(10) se realizaron un conjunto de apreciaciones que destacaban el papel y la pertinencia del programa desarrollado. Asimismo, evaluaron como positiva la experiencia aunque señalando que debería ser consolidada, evaluada y superada con una fase superior en el plano de la intervención pública. Dentro de los atributos más distinguidos se ubicó a la fructífera acción asociada entre organismos técnicos (INTI), Universidades y estado local en el abordaje de una cues
tión que requiere de intervención multidimensional y compleja que debe ser mejorada y perfeccionada en el tiempo.
Asimismo, es indispensable mirar a nuestras instituciones públicas y fundamentalmente a nuestras universidades como usinas donde formar nuevos saberes y nuevas capacidades que estén a la altura de la hora, para abordar y actuar en la construcción de una sociedad diferente que requiere no sólo de ideas e intenciones sino fundamentalmente de actores que puedan realizarla.

Notas

(1) R.Frenkel y M. Rozada: "Productividad y empleo en la apertura económica", OIT, 1999.

(2) R.Frenkel y M. Rozada: "Productividad y empleo en la apertura económica", OIT, 1999.

(3) El Programa de Promoción a las Cooperativas y Otras Formas Asociativas del IPAC tendía a fortalecer este tipo de cooperativas mediante la capacitación, el diagnóstico asistido y la evaluación de proyectos para lograr emprendimientos más eficaces, autosustentables y planificados. Este programa comenzó a operar en 1995 y otorgó una línea crediticia a 39 proyectos de cooperativas de trabajo; lamentablemente en 1999 dicho programa llega a su término y el IPAC ha sido desmantelado, reducido actualmente a una Dirección de Cooperativas cuya exclusiva función es la del registro de cooperativas.

(4) De esta interacción Universidad-Industria, surgieron importantes industrias químicas como la BASF y la MERCK.

(5) Las Universidades Norteamericanas plantean toda una concepción sobre la Extensión Universitaria a través de la llamada Land-Grant Philosophy, que se plasma en varios documentos que resaltan la misión de servicio de las universidades a la agricultura y a la industria en sus territorios de influencia; entre los que podemos mencionar los siguientes:
Merril Act de 1862.- Establece la provisión de recursos destinados a financiar actividades de las universidades estatales, fundamentalmente dirigidas a la investigación y la formación de técnicos mecánicos y agrícolas.
Hatch Act de 1867. Disponía del aporte de fondos adicionales para la investigación y servicios en agricultura.
Adams Act de 1906. Disponía de la creación de estaciones experimentales y de servicios.

(6) MANIFIESTO LIMINAR. Reforma universitaria de 1918. Córdoba, Argentina.

(7) En las carreras de grado se desarrollan, en el mejor de los casos, planteos de tipo general en la suposición que ellos conllevan la generalidad necesaria para la aplicabilidad en una empresa multinacional, pyme, cooperativa o estado. Sin embargo, al no desarrollarse experiencias, materias específicas de carácter obligatorio o análisis de casos en ese sentido, la mayoría de las veces se termina enseñando, formando y evaluando sobre el estudio de unidades empresariales, grandes, chicas o medianas, de tipo capitalista, por lo cual quedan fuera de ello muchas de las alternativas existentes. Entre las materias que pueden o no abordar estos temas se encuentran Estructura Social Argentina, Historia del Pensamiento Económico, Economía y Administración de Cooperativas y otras entidades de la Economía Social, Economía Marxista y Administración Pública.

(8) Régimen de Apoyo a Empresas Autogestionadas Continuadoras de Unidades Productivas (E.A.C.U.P.) (Resolución Nro. 186/SSPRODU/2005 de la Subsecretaría de Producción del GCBA), FORMULARIO DE PRESENTACIÓN DE DIAGNÓSTICO DE E.A.C.U.P. del Hotel BAUEN, punto 2.5.3.2. Recursos Humanos.

(9) Régimen de Apoyo a Empresas Autogestionadas Continuadoras de Unidades Productivas (E.A.C.U.P.) (Resolución Nro. 186/SSPRODU/2005 de la Subsecretaría de Produc- ción del GCBA), FORMULARIO DE PRESENTACIÓN DE DIAGNÓSTICO DE E.A.C.U.P. Instituto Comunicaciones, punto 2.1.3. a) ESTRUCTURA ORGANIZATIVA.

(10) Op. Cit. La reunión fue realizada en la Subsecretaría de Producción de la Cdad. A. de Bs. As. con los coordinadores de los programas de E.A.C.U.P. por parte de las instituciones participantes. Abril de 2006

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10. RÉGIMEN DE APOYO A EMPRESAS AUTOGESTIONADAS CONTINUADORAS DE UNIDADES PRODUCTIVAS (E.A.C.U.P.) (Resolución Nro. 186/ SSPRODU/ 2005 de la Subsecretaría de Producción del GCBA), FORMULARIO DE PRESENTACIÓN DE DIAGNOSTICO DE E.A.C.U.P. Instituto Comunicaciones, punto 2.1.3. a) ESTRUCTURA ORGANIZATIVA.         [ Links ]

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