Editorial

Esta revista de la Universidad Nacional de Entre Ríos reúne, en su nombre, tres ejes que delimitan, dentro de un campo mayor, un espacio nodal en la institución universitaria. Me refiero al que se entreteje una y otra vez desde cada una de estas tres perspectivas (Ciencia, Docencia y Tecnología) y de los procesos que nacen en los cruces, los nudos y las aberturas que, en el transcurrir de la vida universitaria, van construyendo.
Afirmar la pertinencia de estas tareas y sentidos como rasgos de identidad de la universidad no excluye el reconocimiento del carácter complejo de cada una de ellas y de las particularidades que pueden adoptar sus diferentes modos de relación. En este sentido, son innumerables los interrogantes que se nos presentan:¿Qué es hoy el conocimiento científico? ¿Cuáles son los diálogos que, dentro de nuestras instituciones, se construyen entre el saber científico y el humanístico? ¿Cuáles son o pueden ser los que se entablan y se promueven entre los saberes universitarios y los que circulan en la sociedad? ¿Desde qué perspectivas pensar la dimensión técnica con relación a un proyecto de país y desde la universidad pública? ¿Cuál es el espacio de la docencia, en relación con las otras dimensiones y en tensión con las identidades juveniles?
Y es aquí donde, justamente, es necesario abrir el debate. Debate demorado, enredado, opacado por lo que algunos autores llaman la crisis de las universidades públicas. Boaventura de Sousa Santos, en una obra reciente1, trabaja aspectos históricos -especialmente ligados a la década anterior- y características actuales que marcan, desde su perspectiva, la singularidad de nuestras instituciones en América Latina: La crisis de hegemonía, la crisis de legitimidad y la crisis institucional. Y es en esta crisis -y quizá debido a ella- que el debate se vuelve imperioso e indelegable.
Los universitarios, como sujeto social colectivo, debemos ser los primeros -aunque indudablemente no los únicos- en identificar, como espacio de reflexión, investigación y acción, el sentido y las formas que adopta su protagonismo en el contexto de lo cotidiano, lo posible, lo demandado y lo deseado, y las múltiples encrucijadas que todo esto desata.
Escribir y publicar es mostrar, hacer público, aportar a lo público. Arriesgarse a decir, afirmar, discutir, acordar, confrontar es tarea que implica, al menos, dos dimensiones: la que encierra la valoración positiva inherente al trabajo intelectual y la que refiere al compromiso con la difusión social del conocimiento como acción democratizadora.
Es en este marco de significaciones que creemos importante seguir apoyando la publicación de una revista como la que hoy nos ocupa, con la esperanza de aportar a la circulación de ideas y experiencias que, gestadas en el interior de la Universidad Nacional de Entre Ríos por el esfuerzo de docentes, investigadores, alumnos y egresados, contribuya a la construcción permanente del escenario y del debate sobre el mundo, la sociedad y los hombres y mujeres que en ellos viven. La palabra escrita y en circulación se constituye, de este modo, en una de las formas más potentes de habitar el espacio universitario.

Susana Celman

Secretaria Académica
Codirectora de CDyT