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Ciencia, docencia y tecnología

versión On-line ISSN 1851-1716

Cienc. docencia tecnol.  no.45 Concepción del Uruguay jul./dic. 2012

 

HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES: COMUNICACIÓNES

El "marxismo" y la universidad en la revista Mikael (1973-1984)

 

Rodríguez, Laura Graciela

Autora: Investigadora adjunta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas -Conicet-, con sede en el Instituto de Desarrollo Humano de la Universidad Nacional de General Sarmiento. Contacto: lau.g.rodrig@gmail.com

Artículo producido en el marco del proyecto Funcionarios y política educativa. Católicos, nacionalistas y conservadores en el Ministerio de Educación (1955-1993), Instituto de Desarrollo Humano de la Universidad Nacional de General Sarmiento, Los Polvorines (Buenos Aires, Argentina);
Recibido en abril 2012;
Admitido en setiembre 2012.


Resumen

La revista Mikael de Argentina formaba parte de una red más amplia de publicaciones del nacionalismo católico preconciliar, cuyos redactores apoyaron decididamente el último golpe de estado en Argentina. Fue creada en 1973 por el monseñor Adolfo S. Tortolo, rector del Seminario de Paraná, en la Provincia de Entre Ríos. En este trabajo analizaremos los artículos que se escribían sobre la universidad en Mikael, las trayectorias públicas de sus autores y las redes de relaciones que establecieron entre sí y con otras publicaciones de la época.

Palabras clave: Historia de la educación; Dictadura militar argentina; Nacionalismo católico.

Marxism and university in the journal Mikael (1973-1984)

Abstract

The journal Mikael was part of a wider network of publications of the preconciliar Catholic nationalism, whose editors supported strongly the last military coup in Argentina. It was created in 1973 by Monsignor Adolfo S. Tortolo, rector of the theological seminary of Paraná, Entre Ríos Province. In this paper we will analyze the articles about the university published in Mikael, the public careers of their authors and the networks of relationships established among themselves and with other publications at that time.

Keywords: History of education; Argentine military dictatorship; Catholic nationalism.

O "marxismo" e a universidade na revista Mikael (1973-1984)

Resumo

A revista Mikael da Argentina fazia parte de uma rede mais ampla de publicações do nacionalismo católico pré-conciliar, cujos editores apoiaram fortemente o último golpe de estado na Argentina. Ela foi criada em 1973 pelo bispo Adolfo S. Tortolo, reitor do seminário de Paraná, na província de Entre Ríos. Neste artigo vamos discutir os artigos que foram escritos sobre a Universidade na revista Mikael, as carreiras públicas de seus autores e as redes de relações estabelecidas entre si e com outras publicações da época.

Palavras chave: História da educação; Ditadura militar argentina; Nacionalismo católico.


 

I. Introducción

En este artículo nos proponemos, por un lado, analizar qué se decía sobre la universidad en la revista Mikael y, por el otro, identificar los perfiles profesionales de quienes escribían en ese espacio y las redes de relaciones en las que estaban insertos. Hemos señalado en otras investigaciones que la revista formaba parte de una red más amplia de publicaciones del nacionalismo católico preconciliar y anti semita, cuyos redactores apoyaron decididamente el último golpe de estado (1976-1983), el uso de la tortura y la desaparición forzada de personas (Rodríguez, 2011a).
La revista fue creada en 1973 por el monseñor Adolfo S. Tortolo, rector del Seminario de Paraná, en la Provincia de Entre Ríos (Doval, 2001). Tortolo se había formado en el Seminario San José de La Plata y posteriormente fue derivado al Obispado de Mercedes, adonde mantuvo una relación de amistad con la familia del teniente general Jorge Rafael Videla, así como también con el brigadier Orlando Agosti. Dados sus antecedentes, resultó un personaje clave durante la última dictadura: desde 1975 pertenecía al Vicariato General Castrense de las Fuerzas Armadas y fue uno de los más acérrimos defensores de la represión ilegal (Cersósimo, 2010; Mignone, 2006; Obregón, 2005). En virtud de sus relaciones con altos funcionarios de la cartera educativa, en 1975 la revista comenzó a ser subsidiada por el Ministerio de Cultura y Educación a través del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas -conicet-.
En este trabajo haremos foco en los autodenominados "especialistas" en educación: Alberto Caturelli, Abelardo Pithod, Enrique Díaz Araujo y los religiosos Carlos Miguel Buela, Juan R. Laise y Alberto García Vieyra. Veremos que la mayoría de sus notas estaban dirigidas al "problema" de la "penetración marxista" en las universidades públicas.
Estos nacionalistas eran seguidores de figuras como el sacerdote Julio Meinvielle, Jordán Bruno Genta y Carlos A. Sacheri. En 1961, el cura Meinvielle había escrito en su libro El comunismo en la revolución anticristiana, que: "Las universidades públicas argentinas, que naturalmente representan la matriz en la cual nacen nuestras clases dirigentes, están pura y simplemente libradas al comunismo soviético. La sociedad argentina dedica montos fabulosos de dinero público a la perversión sistemática de las inteligencias de quienes deben ser su mejor juventud y las clases dirigentes de mañana"1 . Por su parte, Genta había sido rector de la Universidad Nacional del Litoral en 1943, nombrado por otro conocido antisemita, el ministro de Justicia e Instrucción Pública de la nación, Gustavo Martínez Zuviría o Hugo Wast2 . En materia educativa, Genta proponía eliminar la enseñanza laica, reconocer la herencia hispana y católica y suprimir el gobierno tripartito de la universidad (Senkman, 2001). Sacheri era abogado de la Universidad de Buenos Aires -uba-, discípulo de Meinvielle, integrante de la Sociedad Tomista; se desempeñó en el Consejo Nacional de Investigaciones en Ciencia y Técnica -conicet- y en la Fundación para la Educación, la Ciencia y la Cultura -fecic-. En 1969 escribió La iglesia clandestina, texto en el cual acusó a los curas tercermundistas de "marxistas". Escribía asiduamente en Verbo, donde promovía el "principio de subsidiariedad" en la educación (Scirica, 2007). Este principio, planteado en las encíclicas papales de Pío XI, fue propuesto también por el tercer ministro del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983), Juan R. Llerena Amadeo, quien buscó transformarlo en política de Estado (Rodríguez, 2011a).
Esta inquietud sobre la universidad también era compartida por los ministros de educación del período. Mientras el Arzobispo de La Plata, Antonio José Plaza advertía que los "enemigos de la Patria" desplegaban sus "satánicos planes" y su "accionar apátrida" en la Universidad, "cuna y foco de la guerrilla organizada", el mandatario Juan José Catalán hizo circular en 1977 un dcumento denominado Subversión en el ámbito educativo. Conozcamos a nuestro enemigo. En él se afirmaba que el problema "más grave" de la educación argentina se encontraba en la universidad, ya que "por las características particulares de ese nivel, la edad del estudiantado y la trascendencia política de la actividad, la subversión accionó y acciona en él con sentido prioritario y con tácticas adaptadas al medio". A los universitarios "subversivos" se los identificaba porque utilizaban variados argumentos para lograr adeptos, tales como: "Por una mayor capacidad estudiantil/ Que no haya limitación para el ingreso/ Que todos puedan estudiar/ Que exista autonomía universitaria/ Que tal o cual profesor eliminó en un examen al 50 % del curso/ Que no hay libertad de expresión ni diálogo/ Que no se atienden las necesidades estudiantiles/ S uspensión examen de ingreso/ A umento de presupuesto universitario/ Gobierno tripartito", entre otros. A causa de estas concepciones, cientos de profesores y alumnos fueron cesanteados y echados de la Universidad. Desde el Ministerio se produjo un importante conjunto de leyes y resoluciones que pretendían modificar estructuralmente su funcionamiento (Rodríguez y Soprano, 2009).
En este artículo, estructurado en tres apartados, brindaremos en primer lugar un panorama general de la revista Mikael y de los autores que allí publicaban. En el segundo, mostraremos que los "expertos" en educación de Mikael escribían también en otras publicaciones como Verbo, Cabildo y Universitas o eran responsables de las mismas. En el tercer apartado haremos foco, no tanto en el contenido de los artículos sino en las trayectorias de los autores y las redes de relaciones universitarias en las que estaban insertos.

II. La revista Mikael

Como ha indicado Delfina Doval (2001), desde los inicios, en el consejo de redacción de la revista había solo clérigos, como el padre nacionalista Alfredo Sáenz y el entonces sacerdote Alberto Ignacio Ezcurra, fundador de la organización antisemita "Tacuara" en los años sesenta. El director era Paúl C. Silvestre, rector del Seminario Arquidiocesano. El consejo se completaba con José María Mestres, Emilio Senger, Marcos R. González, Benedicto Hancko y Alfonso Frank. La Secretaría de Redacción estaba a cargo de un grupo de seminaristas de los cursos de Teología y Filosofía.
En Mikael se tocaban distintos temas, clasificados en: "Temas de teología", que eran los más numerosos, y comprendían los subtemas: "Cristo", "María", "Ángeles", "Espiritualidad, Pastoral", "Moral", "Varios" y "Santo Tomás de Aquino". Dentro de los subtemas se habían publicado artículos de los religiosos José L. Torres Pardo, Julio Meinvielle, Leonardo Castellani, Antonio Caggiano, Vicente Zazpe, Pío Laghi, Juan R. Laise, Héctor Aguer y Alfredo Saenz. Además, había notas de los laicos Carlos A. Sacheri sobre Santo Tomás de Aquino y Mario Amadeo en relación al perfil del sacerdote José Canoval. Sobre "Moral" escribían Abelardo Pithod, Federico Mihura Seeber, Alberto Ezcurra, Guillermo Yacobucci, Juan Carlos Ballesteros y Alberto Caturelli, entre otros. Entre las dos o tres mujeres que intervenían estaba María E. Lépori de Pithod, esposa de Abelardo Pithod.
El segundo gran tema era "El sacerdocio"; allí estaban comprendidos: "Formación y espiritualidad sacerdotal" y "Perfiles sacerdotales". Luego seguían los "Temas de Filosofía", "Temas de Literatura", "Temas Históricos" e "Historia Argentina". Allí publicaban Vicente Massot, Jorge N. Ferro, Rafael Breide Obeid, Calderón Bouchet y Bernardino Montejano.
Finalmente, el "Índice" terminaba con "Poesía", "Textos de Padres, doctores y autores eclesiásticos" y "Documentos". Respecto a los "Comentarios bibliográficos", los más reseñados fueron los textos de Leonardo Castellani, Alberto Caturelli, Josef Pieper y Julio Meivielle. La revista también publicaba "Separatas" que se vendían aparte, con escritos de Tortolo, Santo Tomás de Aquino, Héctor Llambías, Alberto Caturelli, Alfredo Sáenz, José Pieper y Carlos M. Buela.
Prácticamente todos estos clérigos y laicos buscaban, entre otras cuestiones, reinstaurar la educación católica en el sistema educativo, desde la primaria hasta la universidad. En un editorial del año 1978, Tortolo sostenía:

"Solamente quisiéramos subrayar la necesidad imprescindible de la educación religiosa, si realmente queremos crear una nueva conciencia nacional, formar un argentino que responda a esto que se ha dado en llamar proceso de reconstrucción nacional y que apunta precisamente a gestar una concepción del hombre argentino que no se debata en un agnosticismo religioso, en un puro liberalismo económico y termine en un inmanentismo materialista-marxista."3

III. Los intelectuales de derecha y las revistas

En la sección "Temas educativos" se publicaron 17 artículos. Sobre esos asuntos publicaron, en orden de aparición: Alberto Caturelli, Abelardo Pithod, monseñor Juan Rodolfo Laise, Juan Carlos Ballesteros, Lila Blanca Archideo, Carlos M. Buela, Patricio H. Randle, Enrique Díaz Araujo, Alberto García Vieyra, Héctor Padrón, Ricardo Straface y Teodoro Scrosati. Como ya mencionamos, la mayoría de ellos participaba activamente en otro grupo de revistas del nacionalismo católico, ya sea como columnistas o responsables directos. Las más conocidas eran Cabildo, Verbo y Universitas.
En Cabildo, creada en 1973, solían publicar Patricio H. Randle, Alberto García Vieyra, Juan Carlos Goyeneche, Federico Mihura Seeber, Antonio y Mario Caponnetto4. En otro artículo (Rodríguez, 2011b) expusimos que esos autores elogiaron ciertas medidas educativas que se llevaron a cabo durante los dos primeros años de gobierno, especialmente la intervención a los colegios católicos "marxistas", la censura de libros como Dios es fiel y la creación de la materia Formación Moral y Cívica. Ponderaron enfáticamente el texto que hizo circular el ministro Juan José Catalán, titulado: Subversión en el ámbito educativo, al que calificaron como el "mejor documento oficial jamás redactado por el Estado Argentino y relativo a la subversión marxista"5. En cuanto al tema universitario, estuvieron de acuerdo con el cierre de la Universidad Nacional de Luján y la sanción de la Ley Universitaria. Creían que había que eliminar las carreras de Sociología, Psicología y Antropología, que demolían "las bases más firmes de nuestra auténtica nacionalidad". En un artículo titulado "Antropología y Subversión", expresaron que "era sabido" que los antropólogos aprovechaban los viajes de investigación pagados por el Estado para "vender piezas arqueológicas" y "comprar armas"6.
La revista Verbo era el órgano de difusión del grupo "Ciudad Católica", al que pertenecían varios miembros de Cabildo. En 1946, Jean Ousset, un católico integrista que militó en la "Acción Francesa" del nacionalista Charles Maurras, fundó en ese país la "Cité Catholique" cuyo medio de difusión fue la revista Verbe¸ que posteriormente se extendió por distintos países (Robin, 2005; Scirica, 2006; Ranalletti, 2009). En mayo de 1959 se constituyó "Ciudad Católica" en Argentina, promovida por el sacerdote Georges Grasset, y la revista comenzó a publicarse ese año, bajo la dirección de Mateo Roberto Gorostiaga. Actuaron junto a él, Juan Carlos Goyeneche, Roberto Pincemin y el coronel Juan Francisco Guevara (Scirica, 2006). En los años de la última dictadura, estaban en el consejo de redacción: Juan Carlos Goyeneche, Juan Carlos Montiel, Alberto Fariña Videla y Jorge N. Ferro. Escribían sobre distintos temas los autores Antonio Caponnetto, Patricio H. Randle, Enrique Díaz Araujo y Witold R. Kopytynski. Muy ligado a Verbo estaba el Instituto de Promoción Social Argentina -ipsa-, a cargo de Sacheri, espacio donde los nacionalistas dictaban "cursos de capacitación" destinados a los docentes y que eran promocionados en Cabildo (Rodríguez, 2011b).
La revista Universitas era de la Universidad Católica Argentina -uca- y fue fundada por el referente del tomismo en la Argentina, monseñor Octavio Derisi, en 1967. El director en los años de la última dictadura fue Santiago de Estrada. Allí volvemos a ver a Alberto Caturelli, Carlos Miguel Buela, Adolfo S. Tortolo, Rafael Breide Obeid, Federico Mihura Seeber, Mario Amadeo, Matías Sánchez Sorondo, Máximo Etchecopar y Bernardino Montejano. Cabe señalar que estos nacionalistas solían escribir artículos parecidos en una y otra revista, e inclusive algunas notas eran directamente las mismas.

IV. Autores y artículos en Mikael

En orden cronológico, publicaron en el primer y segundo número del año 1973, Alberto Caturelli, Juan C. P. Ballesteros y Abelardo Pithod. El trabajo de Caturelli se tituló: "La penetración marxista en las universidades argentinas"7. Allí sostuvo que la "acción del clero tercermundista" había afectado seriamente a la universidad argentina. Los tercermundistas escribían ciertas "consignas" que los identificaban, como el "rechazo del sistema capitalista vigente/ repudio del imperialismo económico/la revolución debe ser claramente orientada hacia el socialismo de extrema izquierda/ etc. Lo peor, de todos modos, eran los "católicos traidores" quienes eran "los más eficientes agentes de la penetración marxista en la Universidad". Existía, pues, "una estrategia universitaria marxista" que, en cada Universidad, Facultad, escuela, instituto, adaptaba "tácticas" adecuadas a la conquista de cada sector. Con la llegada del golpe, en 1976, Caturelli escribió el libro El marxismo en la pedagogía de Paulo Freyre por "Ediciones Mikael". En 1980 continuaba sus reflexiones en la revista Verbo sobre la "Permanencia de la subversión"8. Ciertamente, estos textos se parecían bastante al ya mencionado que hizo circular el ministro Catalán.
Caturelli había nacido en Córdoba y egresó de la universidad nacional como Licenciado en Filosofía. Era profesor de Historia de Filosofía Medieval y en esos años estuvo vinculado al conicet. Organizó junto a Derisi el Primer Congreso Mundial de Filosofía Cristiana (1979) y los Congresos Católicos Argentinos de Filosofía que comenzaron en 1981. Se dice de él que tuvo una "participación activa en la denuncia de profesores colegas y estudiantes en la época de la dictadura, favoreciendo la conformación de listas"9.
Juan C. P. Ballesteros publicó sobre "El pensamiento nacional de Saúl Taborda"10. Taborda era un abogado que llegó a ser uno de los más importantes referentes del reformismo universitario de 1918 en Córdoba. Su trayectoria estuvo vinculada al pensamiento de la izquierda, pero en los años treinta fue el principal redactor de un "Manifiesto" que firmó junto a otros intelectuales como José Luis Romero, Juan Mantovani y Jordán Bruno Genta. A partir de ese texto, ciertos reformistas lo acusaron de "fascista", aunque Taborda lo negase públicamente. Previsiblemente, la nota de Ballesteros recuperaba este costado del pensador. Ballesteros era en ese momento director del Centro de Investigaciones de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Entre Ríos -uner- e integrante de las "comisiones asesoras" que decidían la cesantía o permanencia de cada profesor (Doval, 2001). En 1977, fue el organizador de las Primeras Jornadas Nacionales Universitarias de Filosofía de la Educación.
En el segundo número de 1973, Abelardo Pithod escribió un artículo titulado "Educación o Liberación"11. Seguidor de Carlos A. Sacheri, afirmaba que la educación estaba en crisis porque se había derrumbado el marco "cristiano-clásico (greco-latino e hispánico)"12. En 1976 volvió a participar en la publicación con: "Experiencia, afectividad y realidad o del corazón como centro de la persona". Se declaraba tomista y admirador del profesor de Filosofía del Derecho, el nacionalista Guido Soaje Ramos13. Pithod se presentaba como licenciado y profesor en Filosofía por la Universidad Nacional de Cuyo -uncu-, doctor en Psicología y doctor en Sociología. Daba clases en la Universidad Católica de Cuyo y era el director del Centro de Investigaciones Cuyo -cic- que dependía del conicet. Había escrito el Curso de doctrina social (1979) editado por Cruz y Fierro, y otra obra titulada La revolución cultural en la Argentina (1977). Pithod hacía conocer sus investigaciones a través de los Cuadernos del cic-conicet. Allí presentaba temas como: "¿Un mecanismo determinista?", "La dinámica psicosocial del desarrollo en la teoría de las tensiones estructurales", "El futuro del desarrollo según P. Heintz", "Determinación, probabilidad y realidad en ciencias sociales", "Proyecto Nacional y orden social".
Entre 1974 y 1976 hubo un solo artículo en la sección "Temas educativos" de Mikael y fue el de Patricio Horacio Randle, titulado: "Universidad con signo positivo"14. Este trabajo era parte de su libro La universidad en ruinas, publicado en 1974 por Editorial Almena de Buenos Aires. Ese mismo año también escribió en el diario La Nación una nota titulada: "Tendencias de una pseudo-cultura universitaria"15. Haciendo una crítica a la universidad reformista, con una prosa incomprensible en ciertos pasajes y llena de metáforas católicas, sostenía que la universidad debía volver "por sus fueros", "alcanzar los últimos fines", volver a ser "una comunidad de costumbres dentro de la cual tiene que iniciarse la individualidad". Ese trabajo era de lectura obligatoria en la cátedra del profesor Carlos Antonio Uzín, que desde 1976 era el decano normalizador de la Facultad de Ciencias de la Educación de la uner, y quien también escribía en Mikael en la sección "Historia argentina" (Doval, 2001).
Recibido de arquitecto en la uba en 1950, desde 1958 Randle era profesor titular de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de esa MISMA universidad pública (Cicalese, 2007). Había sido director de la Fundación Argentina en la Ciudad Internacional de la Universidad de París (1966-1969) y asesor técnico en la delegación argentina ante la UNESCO (1966-1969). Fue fundador de la Asociación para la Promoción de Estudios Territoriales y Ambientales -oikos- y, entre 1976 y 1985, director de la Unidad de Investigación para el Urbanismo y la Regionalización -uniur-, asociada al conicet (Cicalese, 2009). Al igual que varios funcionarios de la dictadura, era miembro de número de la Academia del Plata y, como muchos nacionalistas, recibió una beca del Instituto de Cultura Hispánica de Madrid, bastión del franquismo español y difusor de ideologías de derecha, cuyo director durante algunos años fue Juan Carlos Goyeneche, vinculado a la revista Verbo (Scirica, 2006).
En los años de la última dictadura, Randle se destacó por su abundante obra. Escribió numerosos libros financiados con subsidios que el conicet giraba a oikos, que funcionó como una editorial. También publicó con Enrique Díaz Araujo y Abelardo Pithod. En 1981 organizó, junto con Alberto Caturelli, el filósofo e integrante del directorio del conicet Roberto José Brie, el psicólogo Alberto Juan Fariña Videla y el especialista en literatura medieval Jorge Norberto Ferro, el Simposio sobre la Salud en el hombre, que luego se transformó en un libro. Gracias a sus vínculos con Pithod, Randle publicó Universidad, investigación y humanidades por el Consejo de Investigaciones de la uncu. Volviendo a Mikael, en 1977 apareció en la sección "Temas educativos" Enrique Díaz Araujo, con el trabajo: "Herbert Marcuse, o el profeta de la subversión"16. Sostenía que la doctrina del filósofo se basaba "en el odio y la difamación". En esos años, Díaz Araujo era colega de Abelardo Pithod y profesor de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNCu.
Solía publicar con Pithod y en artículos titulados: "Imperialismo y Capitalismo (crítica de las teorías economicistas"), "Imperialismo y capitalismo", "Las multinacionales. Sus principales tópicos a través de una crítica bibliográfica". Díaz Araujo era "especialista" en impugnar las teorías evolucionistas de Darwin y su obra más conocida, El evolucionismo, fue publicada en 1981 por Ediciones Mikael. En 1977 publicaron también en Mikael el obispo de San Luis Juan Rodolfo Laise y el sacerdote Carlos Miguel Buela. Laise dio a conocer el texto: "Misión de la Universidad Católica", que fue una conferencia pronunciada en una sede de la Universidad Católica de Cuyo17. El investigador Emilio Mignone (1986) decía que Laise era "una de las mentalidades más cavernícolas de todo el Episcopado". Por ejemplo, en 1976, Laise le pidió al militar responsable de la Provincia de San Luis que secuestrara a un sacerdote porque había dejado los hábitos. Por otra parte, las palabras del monseñor se solían reproducir en Cabildo, cuando se pronunciaba contra "el laicismo masónico" y reivindicaba la enseñanza de la religión en las escuelas públicas18.
El presbítero Carlos Miguel Buela dio a conocer: "Modernos ataques contra la familia", que era el texto de una conferencia pronunciada en la Casa de Cultura de Salta el 4 mayo 1977, por "invitación de un grupo de generosas familias salteñas"19. Citando otro artículo ubicado en los "Temas educativos" -el de Ricardo Straface titulado "El fenómeno de la drogadicción"-, Buela afirmaba que la droga había entrado a la familia porque se habían descuidado los roles "naturales" de la mujer y el hombre20. Buela pertenecía al Seminario de Paraná, era colaborador directo de Tortolo, capellán auxiliar del Liceo Militar General San Martín y profesor de la uca. Cumplía funciones de asesor del Nuncio Apostólico en la Argentina, monseñor Pío Laghi21.
En 1978 se publicó un trabajo de una de las escasas mujeres que escribían en las revistas nacionalistas, Lila Blanca Archideo; el artículo se titulaba: "La normativa del valor en la educación"22. Archideo era la directora del Centro de Investigación en Antropología Filosófica y Cultural (ciafic), creado en 1976 y asociado al conicet. Militante activa del catolicismo preconciliar, era miembro de la Sociedad Tomista Argentina y presidenta de "Las Servidoras", una asociación de "Vírgenes Consagradas" fundada por el padre Luis María Etcheverry Boneo.
Por último, quisiéramos mencionar al padre García Vieyra, que era docente en el Seminario de Paraná. Hombre admirado por Caponnetto, escribió en Mikael "Educación Cristiana", adonde se pronunciaba a favor de la re-cristianización de la universidad y la escuela pública23. Había escrito tres obras: Ensayos sobre Pedagogía, según la mente de Santo Tomás de Aquino (Buenos Aires, Desclée de Brouwer, 1949), Política Educativa (Buenos Aires, Huemul, 1967) y Los fines de la educación. Esta última fue una ponencia presentada en las Primeras Jornadas de Filosofía de la Educación, organizadas por el mencionado Ballesteros en la uner. En 1981, junto a Antonio Caponnetto y Carlos Miguel Buela, dio a conocer el libro La quimera del progresismo, editado por Cruz y Fierro24.

V. Reflexiones finales

En otro trabajo (Rodríguez, 2011a), mostramos cómo éstos y otros nacionalistas intervinieron en el debate por las asignaturas de la escuela secundaria, proponiendo orientaciones antimodernas y anticientíficas para la enseñanza de la Matemática, la Lengua, las Ciencias Biológicas, la Historia y la Geografía. En esta oportunidad, relevamos sus argumentos referidos principalmente a la universidad, otra temática educativa que ellos consideraban muy relevante.
Estaban convencidos de que el modelo de universidad debía ser el católico, entendido como jerárquico, sin participación estudiantil y elitista. Hemos visto que sus actuaciones no se limitaban a escribir en las revistas. Los nacionalistas daban clases en las universidades públicas de la uba, La Plata, Cuyo, Córdoba y Entre Ríos y en las privadas como la uca; en varios casos, tenían proyectos de investigación y/o dirigían institutos o fundaciones del conicet; estaban vinculados a las corporaciones de profesionales católicos, a sociedades tomistas y jesuitas y a organizaciones de extrema derecha de origen francés. Como han señalado otras investigadoras, ejercieron su influencia en la elaboración de los programas de ciertas carreras de las universidades de Rosario, Entre Ríos, San Juan y La Plata (Doval, 2003; Fillipa, 1997; Silber, Paso y Garatte, 2002; Paso, 2008).
Estos lugares coincidían también con los sitios adonde se vendía la revista Mikael. De acuerdo a la propaganda, Mikael se podía comprar en ciertas librerías ubicadas en Capital Federal, (Huemul, del Templo, Club del Libro Cívico, San Luis, San Pablo, Guadalupe y Libro de la Acción Católica) y en las ciudades de Paraná, Santa Fe, Rafaela, Mendoza, Córdoba, San Luis y Villa Ballester, en la Provincia de Buenos Aires. En base a estas constataciones, sería interesante poder realizar en futuros trabajos, investigaciones más detalladas en cada una de las jurisdicciones, identificando cuáles eran las otras redes locales de nacionalistas, sus vínculos con los funcionarios de las carteras educativas y de las universidades nacionales. Como hemos ido señalando en algunas de las notas, muchas de estas redes continúan activas en la actualidad.

Notas

1. Citado en Robin (2005:300).

2. Sobre la biografía de Genta, ver Ferrari (2009).

3. Mikael, (1978); 17: 3-8.

4. Sobre el nacionalismo católico de la revista Cabildo, ver Orbe (2008 y 2009); Saborido (2004 y 2005).

5. Cabildo, (sep.1978); 18: 31-2.

6. Cabildo, (mayo-junio1978); 16: 30-1.

7. Mikael, (1973); 1: 54-68.

8. Verbo, (octubre 1980); 207: 24-29.

9. http://es.wikipedia.org/wiki/Alberto_Caturelli [2 de abril de 2011]

10. Mikael, (1973); 1: 94-104.

11. Mikael, (1973); 2: 55-65.

12. En agosto de 2008 escribió en un foro: "El amigo asesinado". Era un homenaje a Carlos Alberto Sacheri, en el cual recordaba que fue asesinado delante de toda su familia, y que "en el ámbito político se enfrentó a los terroristas peronistas, los actualmente redivivos Montoneros [...] combatió todas las formas de marxismo, el de obediencia cubana [...] tercermundista, guevarista, troskista y soviético". Citando a Alberto Caturelli, dijo que: "Dios concedió a Sacheri la gracia del martirio". Disponible en http://www.forodecuyo.com/ Sobre Sacheri, ver Scirica (2010).

13. Mikael, (1976); 11: 58-78.

14. Mikael, (1974); 6: 84-90. También escribió "La significación de las artes liberales en la educación cristiana", Mikael, (1983); 33: 123-140.

15. La Nación, 10 abril 1974.

16. Mikael, (1977); 13:125-132.

17. Mikael; 14: 125-132

18. Para conocer otras intervenciones de Laise, ver Obregón, 2006: 131-153.

19. Mikael, (1977); 15: 31-64.

20. Ricardo Straface: "El fenómeno de la drogadicción. Contribución para un planteo teológico del problema", (1977); 13: 65-82 .

21. Buela fundó en 1984 el Instituto del Verbo Encantado -ive-, con sede en San Rafael, Mendoza. Desde su creación, el ive fue denunciado ante el Vaticano de actuar como una secta. El 8 de mayo de 2010, Buela debió renunciar a pedido del Papa Benedicto XVI. Al parecer, se han detectado casos de pedofilia y de abuso de autoridad, entre otras cosas.

22. Mikael, (1978), 17: 83-95.

23. Mikael, (1981); 26: 93-107.

24. Los otros artículos que entraban en la sección "Temas educativos" eran los de Teodoro Scrosati: "Para una educación humanista" (1978, 16:11-24), y Héctor J. Padrón: "La urgencia de las Humanidades" (1981, 27: 3-34).

Referencias bibliográficas

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