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Circe de clásicos y modernos

versión On-line ISSN 1851-1724

Circe clás. mod. vol.18 no.1 Santa Rosa jun. 2014

 

ARTÍCULOS

“Estaré siempre en boca de todos los helenos (62. 6)”: Troya en libro 9 de Antología Palatina

Elbia Haydée Difabio
[Universidad Nacional de Cuyo]
[ehdifabio@gmail.com]

Resumen: En los poemas declamatorios y descriptivos que reúne AP 9, un motivo de inspiración es la destrucción de Troya, la cantada por Homero, y se relaciona el enclave minorasiático con Micenas o con Roma y con situaciones críticas como la animadversión de los dioses, el colapso de la ciudad y los avatares de sus protagonistas. Esta investigación exploratorio-analítica pretende comprobar en trece textos escogidos qué causas, consecuencias y episodios vinculados con dicho conflicto bélico son centrales y coincidentes –entre otras razones, por la interacción entre repertorios– y qué detalles aporta cada poeta, en consonancia con la permanencia de tales componentes en el imaginario colectivo griego.

Palabras clave: Antología Palatina; Género epigramático; Troya; Imaginario colectivo

“I shall be on the lips of all Greece (62. 6)”: Troy in book 9 of Greek Anthology

Abstract: In the declamatory and descriptive poems which GA 9 gathers, a source of inspiration is the destruction of Troy, sung by Homer, and the enclave of Minor Asia is linked with Mycenae or Rome and with critical situations like enmity of the gods, the collapse of the city and their protagonists’ ups and downs. This exploratory-analytical research aims to verify in thirteen selected texts which reasons, consequences and episodes related to the above mentioned warlike conflict are central and coincident –among other causes, because of the interaction between repertoires– and what details each poet contributes with, in agreement with the permanence of such components in Greek collective imaginary.

Keywords: Greek Anthology; Epigrammatic genre; Troy; Collective imaginary

El libro 9 de la Antología Palatina está constituido por epigramas declamatorios y descriptivos oἐπιδεικτικά. En dicho libro, un motivo de inspiración es la destrucción de Troya, la cantada por Homero, y se relaciona el enclave minorasiático con Micenas, Argos, o su sucesora natural por designio divino, Roma; en ocasiones con los principales referentes heroicos de los bandos en disputa. Epigramatistas de diferente procedencia temporal y geográfica, de distintas escuelas literarias, estilos e intenciones, recuerdan la otrora poderosa ciudad; entre ellos, Eveno1 y Mundo (datación incierta), Alfeo de Mitilene (época augustea), Antípatro de Tesalónica (nacido ca. 40 a.C.), Baso Lolio (nacido ca. 30-20 a.C.), Antífilo de Bizancio (nacido ca. 1 a.C.- 10 d.C), Pompeyo Marco el Joven (primera mitad del I), el emperador Adriano2 (76-138, o quizá Germánico, 15 a.C.-19 d.C.) y Agatias el Escolástico (VI d.C.), este último también historiador. Cada uno agrega algún detalle que puede sumarse para la reconstrucción poética de este hito significativo en una fase medular del devenir histórico griego.
Mediante la traducción personal y directa de las fuentes primarias griegas y su imprescindible análisis filológico de base, esta investigación intenta comprobar en trece epigramas escogidos qué causas, consecuencias y episodios vinculados con dicho conflicto bélico son centrales y coincidentes –entre otras razones, por el fenómeno de interacción entre repertorios poéticos– y verificar así la permanencia de tales componentes en el imaginario colectivo grecoromano. Abreviadas acotaciones lingüísticas y retóricas pretenden esclarecer el contenido, propósito y alcance artístico de los poemas.
Canta Eveno en epigrama 62:

Ξεῖνοι, τὴν περίβωτον ἐμὲ πτόλιν,
Ἴλιον ἱρήν,
τὴν πάρος εὐπύργοις τείχεσι
κλῃζομένην,
αἰῶνος τέφρη κατεδήδοκεν· ἀλλʹ ἐν
Ὁμήρῳ
κεῖμαι χαλκείων ἕρκος ἔχουσα
πυλῶν.
οὐκέτι με σκάψει Τρωοφθόρα
δούρατʹ Ἀχαιῶν, 5
πάντων δʹ Ἑλλήνων κείσομαι ἐν
στόμασιν.

Extranjeros, a mí, la célebre ciudad, a
Ilión sagrada,
proclamada en otrora época por sus
bien fortificados muros,
las cenizas del tiempo me han derrumbado;
pero en Homero
existo, con mi defensa de broncíneas
puertas.
Ya no me removerán las lanzas de los
aqueos destructoras de troyanos; 5
en cambio, existiré en las bocas de
todos los helenos.

Convergen en este breve texto componentes poéticos significativos tales como la apelación inicial, la mención del Maestro de la Hélade (con el refuerzo musical de la diéresis bucólica previa), adjetivación augusta, insistencia en sonidos aspirados, rima consonante –poco frecuente en la poesía griega– en vv. 1-2 y 4-5, pinceladas descriptivas respecto de la ciudad, oposición troyana-aquea y las referencias temporales (πάρος, v. 2; αἰῶνος y οὐκέτι, v. 3 más efectiva combinación de tiempos perfecto, presente y futuro) y el juego cercodefensa con que se alude simultáneamente a la edificación y a la palabra que pervive.
En v. 3,
τέφρη, jónico y épico por τέφρα, ceniza, capa de ceniza, está acompañada del verbo en tiempo resultativo κατεδήδοκεν, cuyo componente inicial le confiere un matiz de total resolución. Por razones métricas se prefiere en v. 1 la forma poética jónica περίβωτον en vez de περιβόητον, much talked of, renombrada, y πτόλιν en lugar de πόλιν, rasgo arcado-chipriota, y en el 5º δούρατʹ(α), paralela de δόρατʹ(α), leños y lanzas. En v. 4 las puertas son χαλκείων; a propósito de este empleo: “Ni en Grecia ni en Roma hubo nombre específico para el bronce. Entre los griegos se designaba con el nombre de χάλκος y entre los romanos con el de aes a las distintas aleaciones del cobre con el estaño, cinc, plomo, etc.” (ERRANDONEA 1954, vol. 1: 278). La misma Ilíada 9. 137-138 consigna un cargamento de oro y bronce.
Ex profeso ubica al final del primer verso
Ἴλιον ἱρήν, en idéntica posición en Ilíada (18 veces, sin contar versos repetidos), y en cuya construcción ἱρήν es jonismo, acorde con el dialecto homérico que ingeniosamente se filtra entre las líneas (cfr. πτόλιν, v. 1). El ἅπαξ Τρωοφθόρα es elocuente: su segundo componente deriva de φθείρω, arruinar, aniquilar, devastar; de hecho, después de la matanza de troyanos, las prepotentes y feroces huestes de Agamemnon3 saquearon e incendiaron todo con saña, distribuyeron el botín, arrasaron las murallas y ofrecieron, finalmente, holocaustos a sus dioses.
El epigrama concluye en una afirmación esperanzada: es posible la inmortalidad gracias al poder mediador de la literatura.

9. 103. ΜΟΥΝΔΟΥ ΜΟΥΝΑΤΙΟΥ -
De Mundo Munacio
Ἡ πολύχρυσος ἐγὼ τὸ πάλαι πόλις,
ἡ τὸν Ἀτρειδῶν
οἶκον ἀπʹ οὐρανίου δεξαμένη
γενεῆς,
ἡ Τροίην πέρσασα θεόκτιτον, ἡ
βασίλειον
ἀσφαλὲς Ἑλλήνων οὖσά ποθʹ
ἡμιθέων,
μηλόβοτος κεῖμαι καὶ βούνομος
ἔνθα Μυκήνη, 5
τῶν ἐπʹ ἐμοὶ μεγάλων οὔνομʹ
ἔχουσα μόνον.
Ἴλιον ἆ Νεμέσει μεμελημένον, εἴ γε
Μυκήνης

μηκέθʹ ὁρωομένης ἐσσὶ καὶ ἐσσὶ
πόλις.

Yo, una ciudad en otro tiempo rica en
oro, la que
acogió la casa de los Atridas de linaje
uranio,
la que saqueó Troya, construida por
la divinidad; la que asiento real
firme fue alguna vez de los helenos
semidioses,
[yo], Micenas, yazgo aquí, dejada como
lugar de pastoreo de ovejas y
bueyes 5
manteniendo de mi grandeza el
nombre solamente.
¡Ah!, Sí que Némesis a Ilión ha cuidado;
si, cuando Micenas
ya no está a la vista, existes y eres
una ciudad.

El último verso afirma la continuidad en la memoria de Troya como lugar augusto, con su identidad y renombre intactos, a pesar del estrago mayúsculo por parte del enemigo. Micenas, antitéticamente, es solo pasto y abandono4. Como estaba ubicada en una colina escarpada, debía verse con nitidez su estado de desolación. Se atribuye la suerte a Némesis, potente fuerza divina vengadora y reparadora, encarnación de la justicia distributiva (raíz νεμ, la misma de νόμος), quien ha procedido según su incumbencia: ha tomado represalias contra los transgresores para extirpar sin titubeos el exceso. Ella restaura el equilibrio violado mediante el mecanismo culpa-castigo-expiación. Los panaqueos son tildados de ἡμιθέων (v. 4):

Nada indica que Micenas tuviera una autoridad suprema. Esta idea tiene su único fundamento en los poemas homéricos en los que Agamenón aparece como comandante en jefe de un ejército de coalición en una expedición contra Troya (pero debemos notar que en ella su autoridad es fácilmente burlada (FINLEY 1981: 89).

El siguiente texto registra una versión casi olvidada del origen de la guerra. Elucubrado por Hera, el principal motivo había sido el castigo perpetrado por la celosa y resentida diosa ante el rapto, por parte de su esposo, de un héroe apenas adolescente perteneciente a la estirpe real de Troya, Ganimedes, con quien comenzó la pederastia y la homosexualidad en el mito griego. El jovencito fue llevado al Olimpo, donde servía de escanciador. Después intervendría Paris y las diosas lo sobornarían. Seguramente Antípatro tendría en mente los versos de Homero: “Y, a su vez, de Tros nacieron tres intachables hijos, / Ilo, Asáraco y Ganimedes, comparado a un dios, / que fue el más bello de los hombres mortales” (Ilíada 20. 231-33). Se ha considerado que este relato se identifica con el nivel más antiguo de la mitología egea prehelénica, ya que Ganimedes era de origen troyano, no griego. El tema de la homosexualidad está subrayado por la elección para la ubicación de los términos en v. 4, con Ἄρσεν πῦρ a la cabeza. Un juego léxico reúne dos πῦρ en la misma línea, equilibrados, uno en cada hemistiquio: el ardor de la pasión y el incendio posterior de la ciudad.
La alusión al águila en v. 5 remite a la historia del rapto: según una variante, el dios había adoptado la figura de águila; en otras encarga la misión a su ave favorita quien, más tarde, será transformada en constelación como agradecimiento por el favor recibido. Lo mismo sucederá con Ganimedes, premiado con su ascenso al cielo como la constelación Acuario. Acentuada su posición por la pausa, los buitres, por su parte, serán presencia previsible, carroñera y acechante ante la devastación.

9. 77. ΑΝΤΙΠΑΤΡΟΥ
ΘΕΣΣΑΛΟΝΙΚΕΩΣ –

De Antípatro de Tesalónica
Πριομένα κάλλει Γανυμήδεος εἶπέ
ποθʹ Ἥρα
θυμοβόρον ζάλου κέντρον ἔχουσα
νόῳ·
“Ἄρσεν πῦρ ἔτεκεν Τροία Διί· τοιγὰρ
ἐγὼ πῦρ
πέμψω ἐπὶ Τροίᾳ, πῆμα φέροντα
Πάριν·
ἥξει δʹ Ἰλιάδαις οὐκ ἀετός, ἀλλʹ ἐπὶ
θοίναν 5
γῦπες, ὅταν Δαναοὶ σκῦλα φέρωσι
πόνων.”

Atormentada por la belleza de Ganimedes,
dijo una vez Hera,
con el aguijón del celo que roe el
corazón en su ánimo:
“Un fuego masculino engendró Troya
para Zeus; por eso yo un fuego
enviaré sobre Troya, a Paris que lleve
pesadumbre.
Y un águila no llegará ante los troyanos,
sino para el banquete 5
buitres, cuando los dánaos reúnan
los despojos de sus infortunios”.

El epigrama se vertebra sobre la situación de adulterio y la reacción de Hera y en una segunda instancia, su monólogo. La diosa está calificada con dos vocablos muy decidores. Es tal su disgusto que resulta Πριομένα y θυμοβόρον, en posición privilegiada inicial ambos (vv. 1 y 2). El participio pertenece al verbo πρίω, aserrar, fijar fuertemente, y en voz media sentirse despechado, desconsolarse; el otro adjetivo, “devoradora de ánimo, que engulle el alma” es término iliádico (a propósito de la disputa, la porfía, Ilíada 7. 301) y está compuesto por θυμός más βορά, alimento. “Se relaciona [la primera parte] con una raíz dhu-, que implica un movimiento rápido (...). En la raíz θυ está la idea de ebullición” (GIL 1984: 246).
Se suceden los dorismos (Πριομένα, v. 1; ζάλου, v. 2; θοίναν, v. 5), los sonidos aspirados y en los tres hexámetros aparece la diéresis bucólica, marcando intencionadamente la cadencia. Σκῦλα denomina a los despojos de un enemigo muerto.

9. 236. ΒΑΣΣΟΥ ΛΟΛΛΙΟΥ –
De Baso Lolio
Ἄρρηκτοι Μοιρῶν πυμάτην
ἐσφράγισαν ὅρκοι
τῷ Φρυγὶ πὰρ βωμῷ τὴν Πριάμου
θυσίην·
ἀλλὰ σοί, Αἰνεία, στόλος ἱερὸς
Ἰταλὸν ἤδη
ὅρμον ἔχεν, πάτρης φροίμιον
οὐρανίης.
ἐς καλὸν ὤλετο πύργος ὁ Τρώιος· ἦ
γὰρ ἐν ὅπλοις 5
ἠγέρθη κόσμου παντὸς ἄνασσα
πόλις.

Inquebrantables juramentos de las
Moiras sellaron
junto al frigio altar el sacrificio postrero
de Príamo,
pero a ti, Eneas, tu flota sagrada ya a
un ítalo
puerto conduce, proemio de tu patria
celestial.
Para bien sucumbió la torre, la troyana:
sin duda, en efecto, en armas 5
se alzó una polis, soberana del cosmos
todo.

Eneas es presentado como el fundador de Roma, en consonancia con otros autores como Dionisio de Halicarnaso (ca. 60 - 7 a.C.) en sus Ῥωμαικὴ ἀρχαιολογία o Antigüedades romanas 1. 42 y 1. 72. Se debe el primer testimonio sobre la conexión del hijo de Afrodita y el mortal Anquises con Italia al logógrafo griego del V a.C., Helánico de Lesbos.
El destino histórico quiso que de las cenizas troyanas naciera Roma, cuya aposición final habla por sí sola. El acentuado tono religioso manifiesta el activo desempeño de los dioses reguladores en el conflicto:
Ἄρρηκτοι Μοιρῶν ὅρκοι (v. 1); βωμῷ (v. 2), altar elevado para sacrificios a dioses olímpicos; ἱερóς (v. 3), calificativo que conlleva valor de perfección; πάτρης... οὐρανίης (v. 4). El adjetivo inicial llega desde el dialecto homérico, compuesto de alfa privativa más el verbo ῥήγνυμι, romper, quebrar, forzar.
῞Ορκοι son los juramentos acompañados del poder vengador en caso de perjurio y el verbo σφραγίζω, sellar, en lenguaje cristiano significa hacer la señal de la cruz; su sustantivo σφραγίς, sello, marca, indica el nombre del autor en una fórmula inicial o final.
Desde el punto de vista estético-literario, el poeta se ha valido de jonismos (θυσίην, v. 2; πάτρης... οὐρανίης, v. 4), de un contracto (v. 4, φροίμιον < πρόοιμιον < οἶμος), de adjetivación bien resuelta, vocativo, encabalgamientos métrico-sintáctico y léxico-semánticos, posición anastrófica de παρ en v. 2; preferencia por la preposición ἐς, forma jónica y poética, al comienzo de la quinta línea voluntariamente escogida ya que el longum admitía εἰς; empleo de aoristos puntuales y decisivos, ἐσφράγισαν, ὤλετο y ἠγέρθη (vv. 1, 5 y 6 respectivamente). Los dos espondeos iniciales aportan su dosis de solemnidad y el segundo dístico, marcado por el adversativo ἀλλά incorpora a Eneas. El último par devela, en términos categóricos, la consecuencia favorable de la anterior destrucción y marca el cambio de situación mediante el giro ἐς καλόν. A su vez, la diéresis bucólica en el quinto pie refrenda la fundación de una ciudad nueva y más fuerte, llamada ἄνασσα, femenino de ἄναξ, este último de tan fuerte repercusión en la épica.

9. 97. ΑΛΦΕΙΟΥ ΜΙΤΥΛΗΝΑΙΟΥ –
De Alfeo de Mitilene
Ἀνδρομάχης ἔτι θρῆνον ἀκούομεν,
εἰσέτι Τροίην
δερκόμεθʹ ἐκ βάθρων πᾶσαν
ἐρειπομένην
καὶ μόθον Αἰάντειον ὑπὸ στεφάνῃ τε
πόληος
ἔκδετον ἐξ ἵππων Ἕκτορα
συρόμενον,
Μαιονίδεω διὰ μοῦσαν, ὃν οὐ μία
πατρὶς ἀοιδὸν 5
κοσμεῖται, γαίης δʹ ἀμφοτέρης
κλίματα.

De Andrómaca todavía su lamento
estamos escuchando, todavía a
Troya
observamos toda en ruinas desde
sus cimientos
y el ardor del combate de Áyax y, bajo
los muros de la ciudad,
Héctor atado a los caballos, arrastrado,
según la musa del Meónida, poeta a
quien no una patria 5
honra sino las regiones de ambos
continentes.

Muy bien elegidos, tres personajes –dos troyanos y uno del bando contrario– aparecen explícitos en escena: la angustiada Andrómaca, cuyo padre y siete hermanos habían muerto a manos de Aquiles, esposa de Héctor y nuera de Príamo; Áyax y el mismo Héctor, de tan notable participación en la contienda. Es la hora del espanto, seguramente cuando asiste impotente a tantas desgracias, entre ellas la última lucha de su esposo contra Aquiles, presente asimismo en el acto de arrastrar el cadáver de su acérrimo enemigo. Había traspasado la garganta de Héctor e intentaba afrentar su cuerpo.
El texto apunta igualmente a Áyax Telamonio, el “antemural de los aqueos”, el héroe más valiente después de Aquiles –ambos, de madres inmortales–, quien había defendido denodadamente las naves en Ilíada 13. Áyax había combatido contra Héctor en dos ocasiones. Una, durante una incursión troyana en el campamento enemigo, junto a los barcos griegos (Ilíada 14. 402-418). La otra, que el vate debe haber tenido en mente acá, es un episodio anterior en la epopeya (Ilíada 7. 181-305), cuando el salaminio se enfrenta con Héctor en una ἀριστεία o combate singular y deciden suspender la lucha porque las fuerzas están parejas y se avecina la noche. (En la Antigüedad el canto 7 tenía un doble título: “El duelo de Ayante y Héctor y el levantamiento de los cadáveres”). Este enfrentamiento entre los dos grandes guerreros fue popular en el arte a partir del VII a.C. En los versos épicos intercambian regalos al abandonar la lid: el troyano entrega una espada y el aqueo, un cinturón. Estos obsequios resultarían desdichados para los dos, pues Aquiles sujetó el cadáver de Héctor con el cinto para arrastrarlo alrededor de la ciudad y Áyax se suicidó arrojándose sobre el arma. La alusión a Héctor empujado por los caballos aparece en Ilíada 23. 21 y 187.
El último dístico es un homenaje a Homero, quien inmortalizó la historia y cuyo prestigio se extendió merecidamente a los territorios de ambos lados del Egeo.
Las imágenes auditivas y visuales plasman la magnitud de las hostilidades. La joven gime mediante un
θρῆνος (v. 1); esto es, un canto de lamentaciones y de alabanza a un difunto o circunstancia de duelo. El tono quejumbroso está reforzado por las aliteraciones de sonidos aspirados a lo largo del poema y la vigencia del dolor, universal en su esencia, está expresado en la insistencia en el “todavía”: ἔτι... εἰσέτι... (v. 1). Los verbos en primera persona plural ἀκούομεν... δερκόμεθʹ(α), en vv. 1 y 2 respectivamente, nos involucran y exigen nuestra adhesión.

9.104. ΑΛΦΕΙΟΥ ΜΙΤΥΛΗΝΑΙΟΥ -
De Alfeo de Mitilene
Ἄργος, Ὁμηρικὲ μῦθε, καὶ Ἑλλάδος
ἱερὸν οὖδας,
καὶ χρυσέη τὸ πάλαι Περσέος
ἀκρόπολι,
ἐσβέσαθʹ ἡρώων κείνων κλέος, οἵ
ποτε Τροίης
ἤρειψαν κατὰ γῆς θειόδομον
στέφανον.
ἀλλʹ ἡ μὲν κρείσσων ἐστὶν πόλις· αἱ
δὲ πεσοῦσαι 5
δείκνυσθʹ εὐμύκων αὔλια
βουκολίων.

Argos, [oh] mito homérico, y sagrado
suelo de la Hélade,
y [oh] acrópolis de Perseo alguna
vez dorada,
[ustedes] extinguieron la gloria de
aquellos héroes, quienes alguna
vez
derribaron el recinto construido
por los dioses en tierra troyana.
Pero ella, por un lado, es ciudad más
fuerte; por otro, [ustedes], las que
cayeron 5
son señaladas como los establos de
bueyes que mugen con fuerza.

De nuevo se insiste en el contraste entre ciudad vencida gloriosa y recordada- ciudad vencedora irrelevante y olvidada: “In Homer’s Iliad Argos was the kingdom of Diomedes, who acknowledged Agamemnon’s leadership; Argos was also, in a wider sense, Agamemnon’s empire” (HORNBLOWER y SPAWFORTH 1996: 155). Así, por ejemplo, en Ilíada 2. 108 Argos nombra a todo el reino de Agamemnon. En realidad, Micenas y Argos distan menos de 20 km. Hera, tan odiosa a los troyanos, también es llamada “argiva” porque uno de sus santuarios más frecuentados estaba próximo a esa ciudad. Se explica la alusión a Perseo porque es héroe de origen argivo.
El ocaso definitivo de Troya ha magnificado su condición y la ha elevado a un recuerdo imborrable.

9. 156. ΑΝΤΙΦΙΛΟΥ ΒΥΖΑΝΤΙΟΥ -
De Antífilo de Bizancio
Δέρκεο τὸν Τροίας δεκέτη λόχον,
εἴσιδε πῶλον
εὐόπλου Δαναῶν ἔγκυον ἡσυχίης.
τεκταίνει μὲν Ἐπειός, Ἀθηναίη δὲ
κελεύει
ἔργον, ὑπὲκ νώτου δʹ Ἑλλὰς ὅλα
δύεται.
ἦ ῥα μάταν ἀπόλοντο τόσος
στρατός, εἰ πρὸς Ἄρηα 5
ἦν δόλος Ἀτρείδαις ἐσθλότερος
πολέμου
.

Mira el asedio de Troya desde hace
diez años; mira el caballo
preñado de silencio provisto de armas
de los dánaos.
Por un lado, lo construye Epeo; por
otro, Atenea ordena
la obra y toda la Hélade se oculta en
el fondo de su lomo.
Sí, por cierto, tan gran ejército vanamente
pereció, si a causa de
Ares 5
fue el dolo más ventajoso para los
Atridas que el combate.

Como Dánao reinó sobre Argos y luego tuvo el trono Agamemnon, este con el mando superior en la guerra, Homero dio el nombre de dánaos a los helenos en general. Los griegos eran también llamados aqueos y argivos. Son designaciones colectivas de los helenos que compartieron la expedición de Troya, aprovechadas en los versos según conveniencias métricas. Al respecto, ya Tucídides (1. 3) había advertido que el Poeta carece de un nombre común y único para el pueblo griego.
En v. 3, Epeo, hijo de Panopeo, dirige treinta naves en la expedición. En leyenda posterior, es el constructor del caballo de madera (Odisea 7. 492-483 y 9. 523, Eneida 2. 15 ss.). Aunque muy animoso, es mal soldado –como castigo de los dioses a su padre–; por eso Calímaco (Yambos 3) lo llama
φυγαίχμης, “que rehúye las lanzas”. En los juegos fúnebres en homenaje a Patroclo (Ilíada 23), se distingue en el pugilato –vence a Euríalo en la segunda competencia– pero antes ha perdido en el lanzamiento del disco. La leyenda cuenta que la flota aquea se apostó detrás de la isla de Ténedo y mediante la patraña de Sinón, a pesar de las advertencias del sacerdote Laocoonte, el animal fue ingresado en la desprevenida ciudadela. ¿Habrá sido el caballo metáfora de un movimiento sísmico que destruyó el lugar? Entre sus incumbencias, Posidón es dueño del mar y estremecedor de la tierra, como lo reflejan varios de sus epítetos, y uno de sus atributos es precisamente el caballo.
Ἀθηναίη (v. 3) es forma homérica que alterna con Ἀθήνη, más frecuente en Homero (en total en ambos poemas, 88 veces Ἀθηναίη; 233, Ἀθήνη). Vale la pena detenerse en el matiz de los verbos de la primera línea, los cuales conciernen al sentido
de la vista:
Δέρκεο y εἴσιδε. Muy intensos, el primero, del deponente δέρκομαι, imperativo con desinencia sin contraer propia del dialecto homérico, es sobre todo poético, aunque más tarde también lo emplea la prosa, y significa mirar aguda, claramente, con vista perspicaz, tueri; el segundo es aoristo de εἰσοράω (el componente inicial connota dirección y penetración), contemplar, fijar la vista, no poder quitar los ojos, verbo común entre poetas, raro en prosa. Por su parte, aunque en plural, ἀπόλοντο coordina con el sujeto en singular, τόσος στρατός, considerado como un colectivo. Se trata de una silepsis o constructio ad sensum. Acentuada por la diéresis bucólica siguiente, λόχον (v. 1) significa emboscada, modalidad considerada de más valor (por ej. Ilíada 13. 277) que la guerra en batalla campal o πόλεμος.

9. 28. ΠΟΜΠΗΙΟΥ, οἱ δὲ ΜΑΡΚΟΥ
ΝΕΩΤΕΡΟΥ
- De Pompeyo o
Marco el más Joven
Εἰ καὶ ἐρημαίη κέχυμαι κόνις ἔνθα
Μυκήνη,
εἰ καὶ ἀμαυροτέρη παντὸς ἰδεῖν
σκοπέλου,
Ἴλου τις καθορῶν κλεινὴν πόλιν, ἧς
ἐπάτησα
τείχεα καὶ Πριάμου πάντʹ ἐκένωσα
δόμον,
γνώσεται ἔνθεν, ὅσον πάρος
ἔσθενον. εἰ δέ με γῆρας 5
ὕβρισεν, ἀρκοῦμαι μάρτυρι
Μαιονίδῃ.

Si [yo], Micenas, polvo solitario, estoy
caída aquí,
si también soy más borrosa para ver
que toda cumbre,
alguien, contemplando la famosa ciudad
de Ilión, cuyos muros pisoteé
y vacié toda la casa de Príamo,
deberá saber por eso cuán poderosa
fui antes. Si la vejez 5
me ultrajó, me contento con el testigo
Meónida.

Impregna el poema la nostalgia de un tiempo irreversiblemente terminado y queda resonando la última palabra: Meónida, antiguo apelativo derivado del topónimo Meonio, el cual designa a Lidia, una posible cuna de Homero. En la consideración favorable a través de los siglos ha ganado la rendida Ilión, referencia en lugar central y al comienzo de verso. Las condicionales –en posición anafórica las dos primeras– son decisivas porque delimitan el ayer y el hoy de Micenas mediante una sinestesia lograda (v. 1), adjetivación oportuna para ambas ciudades y la referencia a Príamo y a su familia devastada (δόμον, derivado de δέμω, latín domus).
En vv. 2 y 3, un juego lingüístico alude al sentido de la vista: ἰδεῖνσκοπέλου y en el siguiente, καθορῶν. El sustantivo σκόπελος, proveniente de σκοπέω, designa el sitio desde donde se puede observar. Por su parte, el participio καθορῶν da idea de contemplar de arriba abajo, en su totalidad, gracias a su componente preposicional. En v. 4 Πριάμου es nombre asiático, acabado en ‐μος, final que se encuentra en préstamos como βάλσαμος y Τεύταμος, los cuales cuentan con antecedentes micénicos. Esta vez, el paso inexorable del tiempo ha causado el ocaso micénico.

9. 387. [ΑΔΡΙΑΝΟΥ ΚΑΙΣΑΡΟΣ, οἱ
δὲ] ΓΕΡΜΑΝΙΚΟΥ -
De Adriano
César o de Germánico
Ἕκτορ, Ἀρήιον αἷμα, κατὰ χθονὸς εἴ
που ἀκούεις,
χαῖρε καὶ ἄμπνευσον βαιὸν ὑπὲρ
πατρίδος.
Ἴλιον οἰκεῖται κλεινὴ πόλις ἄνδρας
ἔχουσα
σοῦ μὲν ἀφαυροτέρους, ἀλλʹ ἔτʹ
ἀρηιφίλους·
Μυρμιδόνες δʹ ἀπόλοντο. παρίστασο
καὶ λέγʹ Ἀχιλλεῖ 5
Θεσσαλίην κεῖσθαι πᾶσαν ὑπʹ
Αἰνεάδαις.

¡Héctor, sangre de Ares, si acaso me
escuchas bajo tierra,
salve!, y descansa un poco respecto
de tu patria.
Una famosa ciudad habita Ilión, con
varones
por cierto más débiles que tú pero
todavía amantes de la guerra.
Los mirmídones perecieron. Párate a
su lado y di a Aquiles 5
que toda Tesalia yace bajo el imperio
de los hijos de Eneas.

No es casual que comience y termine mencionando, respectivamente, al principal y firme guerrero troyano y a los descendientes de Eneas ni que los soldados de la Tesalia meridional y su jefe abran y cierren el verso 5. El belicismo encarnado en el dios sinónimo de la guerra misma asoma en dos calificativos: Ἀρήιον (v. 2), epíteto en este caso de Héctor, y ἀρηιφίλους (v. 2), tratamiento para los habitantes de Ilión. Toda repetición, cualquiera sea la modalidad, implica un retorno rítmico de ciertos sonidos y despierta expectativa. La invocación al primogénito de Príamo y de Hécuba remite a su importancia vital en el desenvolvimiento de la gesta. Es el auténtico héroe de Ilión, antagonista de Aquiles, en cuyas manos muere, engañado por Atenea y abandonado por Apolo. Aunque Príamo sea el rey, Héctor es en realidad el máximo responsable de la lucha contra los aqueos, genuino ἄναξ o guardián de Ilión. Su fuerza, caballerosidad y nobleza han hecho de él un paradigma. Cuando falleciera, caería la κλεινὴ πόλις (v. 3). El balance final supone, otra vez, preferencia por la ciudad invadida y su paladín.
Eneas, por su parte, es el representante de la rama más joven de los descendientes de Tros, mientras Héctor lo es de la más antigua. En cantos 13 y 20 de Ilíada Homero habla de la oposición a la línea reinante de Príamo (Eneas y su linaje reflejarían ciertas rivalidades entre los pueblos de Asia Menor). Es el más valeroso de los troyanos después de Héctor, por ello no extraña que dirija las acciones guerreras cuando se ausenta Héctor. Combate contra Diomedes, Idomeneo y el mismo Aquiles. Goza de la protección de los dioses, en especial de su madre y de Apolo, tanto por su origen como por su naturaleza piadosa.

9. 152. ΑΓΑΘΙΟΥ ΣΧΟΛΑΣΤΙΚΟΥ -
De Agatias el Escolástico
Ἅδε ποθʹ ἁ κλεινὰ Πριάμου πόλις,
ἃν ἀλαπάξαι
Ἑλλάνων δεκέτης οὐκ ἐτάλασσεν
ἄρης
ἀμφαδόν, ἀλλʹ ἵπποιο κακὸν ξύλον.
αἴθε δʹ Ἐπειὸς
κάτθανε πρὶν τεῦξαι δουρατέαν
παγίδα·
οὐ γὰρ ἂν Ἀτρειδᾶν ὀροφηφάγον
ἁψαμένων πῦρ 5
οὕτω ἐφʹ ἁμετέροις λάεσιν
ἠριπόμαν
.

Soy esta, la alguna vez célebre ciudad
de Príamo, la cual
la guerra de diez años de los helenos
no arrasó
abiertamente sino el madero malvado
del caballo. ¡Ojalá Epeo
muriera antes de haber fabricado la
trampa de madera!
Pero, si los Atridas no hubieran
encendido el fuego que roe el techo,
5
no me habría desplomado así sobre
nuestra gente.

Último rey de Troya, Príamo es descendiente de Dárdano en la sexta generación, tiene cincuenta hijos según Homero, diecinueve con Hécuba y los restantes con sus concubinas. Casi todos fueron muriendo en la saga troyana. Figura más bien de tipo oriental, aparece amable y comprensivo. Es el hombre que probó toda clase de fortuna: desde la dicha más alta al mayor infortunio. Se impone por su majestad.
En v. 5 el poeta recurre a οὐ γὰρ ἂν, en consonancia con el frecuente empleo homérico de partículas oracionales para concentrar en tres o más monosílabos información importante. Abundan los dorismos (Ἅδε... ἁ... ἃν, en v. 1; Ἀτρειδᾶν, en v. 5 y ἁμετέροις... ἠριπόμαν en el último), incluido el epíteto de la ciudad, κλεινά, procedente de κλέος. El calificativo para trampa (παγίδα, de πήγνυμι) es un ἅπαξ. Muy oportunas las figuras de estilo elegidas, entre ellas la metonimia (ἄρης por guerra en v. 2) y la personificación de la madera en v. 3.

9. 153. ΤΟΥ ΑΥΤΟΥ - Del mismo
Ὦ πτόλι, πῇ σέο κεῖνα τὰ τείχεα, πῇ
πολύολβοι
νηοί; πῇ δὲ βοῶν κράατα
τεμνομένων;
πῇ Παφίης ἀλάβαστρα καὶ ἡ
πάγχρυσος ἐφεστρίς;
πῇ δὲ Τριτογενοῦς δείκελον
ἐνδαπίης;
πάντα μόθος χρονίη τε χύσις καὶ
Μοῖρα κραταιὴ 5
ἥρπασεν ἀλλοίην ἀμφιβαλοῦσα
τύχην·
καί σε τόσον νίκησε βαρὺς φθόνος.
ἀλλʹ ἄρα μοῦνον
οὔνομα σὸν κρύψαι καὶ κλέος οὐ
δύναται.

Oh ciudad, ¿dónde están aquellas
murallas tuyas?, ¿dónde, tus muy
ricos
templos?, ¿dónde, las cabezas de
bueyes abatidos?
¿Dónde, las vasijas de alabastro de la
Pafia y su manto todo de oro?
¿Dónde, la imagen de la Tritogenia
vernácula?
El ardor del combate, el decaimiento
de los tiempos y la Moira poderosa
5
todo robó, la cual revirtió la fortuna.
Y tanto te venció la temible envidia,
pero solamente
tu nombre y tu gloria no pueden esconderse.

Magnífico poema, muy logrado, construido sobre la base de resonantes interrogaciones retóricas, vocativo inicial, anáforas, enumeración acumulativa (v. 5), cuidadosa adjetivación, tropos que, en conjunto, arman gradualmente un cuadro de Troya en su momento de esplendor. En este caso, ha sido destruida por el poder de la envidia y de la Moira, severa obrera del Destino. Nacida de la espuma del mar, Afrodita había desembarcado en la isla de Citera según unos mitógrafos; según otros, en la de Chipre, en cuya ciudad Pafo era muy venerada. El Paladión (v. 4), una pequeña representación en madera de Atenea armada, se había conservado en Troya desde su fundación y de ella dependía la seguridad del lugar. Un oráculo había anunciado a los griegos que la suerte de la ciudad iba unida a la de esta estatua: mientras la poseyeran, ningún enemigo podría conquistar la plaza. Sobre la imagen, dice el gramático Servio (Maurus o Marius Servius Honoratus, IV d.C.) en sus comentarios a Eneida 2. 162-1795:

El Paladión, la imagen más sagrada de la diosa Atenea, descendió de los cielos y el rey Laomedonte lo colocó sobre la roca de Troya. De allí lo retiró Ulises para regalárselo a Circe, la maga. Más tarde, Telégono, hijo del héroe y de Circe, se lo dejó a Latino, que le construyó un templo en la ciudad de Lavinium. Otros, en cambio, afirman que Eneas se lo arrebató a los griegos y, al huir de Troya, lo llevó consigo a Italia. La imagen tiene el poder de cerrar los ojos y de agitar la lanza y por eso se la reconoce, ya que muchas ciudades se jactan de poseer el verdadero simulacro.

En el sexto verso los aoristos (ἥρπασεν... ἀμφιβαλοῦσα) dan cuenta de una acción terminada. Del primero deriva ‘zarpazo’ y la τύχη con que remata la línea significa, en definitiva, lo que se alcanza por decisión de los dioses.

9. 154. ΤΟΥ ΑΥΤΟΥ - Del mismo
Ἱλήκοις, πολιοῦχε· σὲ μὲν χρυσαυγέϊ
νηῷ,
ὡς θέμις, ἁ τλάμων Ἴλιος
ἠγασάμην·
ἀλλὰ σύ με προλέλοιπας ἑλώριον,
ἀντὶ δὲ μήλου
πᾶσαν ἀπεδρέψω τείχεος ἀγλαΐην.
ἄρκιον ἦν θνᾴσκειν τὸν βουκόλον· εἰ
γὰρ ἄθεσμος 5
ἔπλετο, τᾶς πάτρας οὐκ ἀλίτημα
τόδε.

¡Sé propicia, protectora de la ciudad!
Ciertamente en tu templo esplendente
en oro
según costumbre, [yo], la desventurada
Ilión te ensalcé.
Pero tú me has abandonado como botín:
y por una manzana
despojaste toda la gloria de mis muros.
Mejor fuera que el boyero muriera: en
efecto, si [él] injusto 5
fue, este delito no fue de su patria.

Inaugura el poema el pedido de favor y clemencia a Atenea mediante el optativo Ἱλήκοις y el epíteto aplicado en especial a la divinidad guardiana de la ciudad, πολιοῦχε. Se añade el detalle muy difundido en la Antigüedad: la manzana de la discordia (esta fruta era sagrada para Hera, por lo que la diosa cree ser más merecedora de la elección que sus contrincantes). Aunque hay imprecación contra Paris, se reconoce finalmente que no es delito troyano y el alegato se expresa por ende en un período hipotético real. Después de todo, el joven cuidaba, ajeno a enojos y ambiciones, los rebaños de su padre Príamo en la ladera del monte Ida, en la Dardania, y fue obligado a servir de juez porque era experto en belleza femenina. A propósito de la ofensa, se aplica en v. 6 el término iliádico ἀλίτημα (empleado por Agamemnon solamente en dos ocasiones). El oficio poético se refleja en la integración perspicaz de recursos de estilo, entre otros: adjetivación, imágenes en especial cromáticas, paronomasia –esto es, presencia de palabras con una misma raíz– θέμις / ἄθεσμος (vv. 2 y 5 respectivamente), formas poéticas como ἔπλετο, reforzada por cesura, empleo de una palabra muy querida en el dialecto épico, ἑλώριον (v. 3), de nuevo subrayada por la diéresis bucólica siguiente; jonismos (v. 4, τείχεος ἀγλαΐην) y dorismos (vv. 2 y 6, ἁ τλάμων y τᾶς πάτρας).

9. 155. ΤΟΥ ΑΥΤΟΥ - Del mismo
Εἰ μὲν ἀπὸ Σπάρτης τις ἔφυς, ξένε,
μή με γελάσσῃς·
οὐ γὰρ ἐμοὶ μούνῃ ταῦτα τέλεσσε
Τύχη·
εἰ δέ τις ἐξ Ἀσίης, μὴ πένθεε·
Δαρδανικοῖς γὰρ
σκήπτροις Αἰνεαδῶν πᾶσα
νένευκε πόλις·
εἰ δὲ θεῶν τεμένη καὶ τείχεα καὶ
ναετῆρας 5
ζηλήμων δηΐων ἐξεκένωσεν ἄρης,
εἰμὶ πάλιν βασίλεια. σὺ δʹ, ὦ τέκος,
ἄτρομε Ῥώμη,
βάλλε καθʹ Ἑλλήνων σῆς
ζυγόδεσμα δίκης.

Si eres nativo de Esparta, extranjero,
no te burles de mí,
pues la Fortuna no consumó esto en
mí sola.
Pero si eres de Asia, no te aflijas, pues
a los dardanios
cetros de los descendientes de Eneas
toda ciudad se ha sometido.
Si de dioses mis templos y mis muros
y mis habitantes 5
vaciaron las envidiosas espadas de
la guerra,
soy de nuevo reina. Pero tú, hija, intrépida
Roma,
arroja contra los helenos el yugo de
tu justicia.

Tres períodos hipotéticos de condición real se unen a vocativos con los que convoca a todos, en efectivo diálogo ficcional: al adversario, al amigo y a Roma, su retoño. La enumeración acumulativa del v. 5 es ‘omniabarcante’: Troya –concentrada en sus templos, murallas y moradores– ha sido arrasada. Sin embargo, ha recuperado su índole regia gracias a su descendiente, que es calificada y personificada de ἄτρομε, ‘intrépida, paladina, invencible...’. En v. 3, Ἀσίης, jonismo por Ἀσίας, designó en un primer momento a la región del río Caístro, al sur de Esmirna, y más tarde se extendió al continente. En conformidad con el devenir histórico, la demanda final del verso exige de la augusta Roma la reparación de las ofensas padecidas. Aunque hay otras palabras para nombrar a hijo (υἱός, παῖς, βρέφος –esta última tiene el mismo patrón métrico que τέκος–), el epigramatista ha preferido la forma poética, porque además es el término cariñoso con que los mayores se dirigen a los más jóvenes.

Conclusiones

Los trece textos se han presentado, cuando se ha podido, según la línea cronológica de sus creadores. Así es más fácil también advertir cómo la historia se abre paso y persisten escenas culminantes de la guerra, sus orígenes poéticos y sus consecuencias: es el triunfo de la amenazada y humillada Troya, personificada en 154, sobre la encarnizada invasión.
En consonancia con los mismos hipotextos homéricos, los epigramas tratan de una época heroica perdida y perpetúan su memoria desde otro género literario. Y aplauden la represalia con que el tiempo castigó a los panaqueos en general y a Micenas en particular por la opresión y el daño infligido, en clara adhesión a la casa de Príamo y a la defensa del pueblo que había sido invadido. Por eso, en los epigramas Ilión es célebre y sagrada (
περίβωτον... ἱρήν, 62. 1), aclamada (κλῃζομένην, 62. 2), famosa (κλεινήν, 28. 3 con variantes morfológicas en 387. 3 y 152. 1), más fuerte [que Micenas] (κρείσσων, 104. 5), desdichada (τλάμων, 154. 2) y reina (βασίλεια, 155. 7).
Para reforzar el contenido, la perspectiva literaria y la intención, los poetas –oriundos de diferentes puntos geográficos– se valen de múltiples y complementarios recursos formales, a tono con la temática específica de cada composición. Así, por ejemplo, los muros están presentes en los poemas 62, 97, 104, 153, 154, 155; los templos en 153 y 155; la torre en 236; el bronce en 62; el oro en 153, 103; el caballo de madera en 152 y 156; los diez años de asedio en 156 y 152; Roma, natural sucesora, en 236, 387, 155; el anciano Príamo en 28, 236, 152; Homero, primigenia y principal fuente poética en 62, 97, 28, 104... La destrucción de Troya se debe a motivos germinales diversos: las cenizas del tiempo en 62; el envejecimiento en 28; el combate, el tiempo, la Moira y la envidia en 153; la artimaña de los Atridas en 152 en conjunción con la labor de Epeo instigado por Atenea en 156; la cólera de Hera en 77; las Moiras en 236; la manzana de la discordia en 154; la acción de Paris en 154. Desfilan los dioses o se alude a sus templos: Zeus, Hera, Afrodita, Atenea, Moiras, Némesis, Ares, Perseo... El recuerdo de los héroes tiene dos vertientes: los Atridas son censurados porque han robado la victoria mediante el engaño; el resto está impregnado de honor: Áyax, Aquiles y sus mirmídones en un grupo; en el otro, Héctor, Príamo, Paris, Eneas y la única presencia femenina, en este grupo, Andrómaca. Los personajes están finamente diferenciados, con rasgos mínimos, indicio de que eran muy conocidos en el mundo grecoromano: en 387 solo Aquiles puede acabar con Héctor en tanto cada uno es primus inter pares y es viable el diálogo entre ellos desde otro lugar, desde la muerte igualadora y límite humano ante el odio y la venganza.
Explica FERNÁNDEZ GALIANO (1984: 234): “La guerra de Troya, expedición realizada ya en plena crisis y decadencia del mundo micénico (...) fue el canto de cisne de aquella civilización”. Si la armada aquea contó con 1.186 naves y si las fuerzas no tuvieron relevo, si la caída ocurrió entre 1193 y 1184 conforme a Eratóstenes y otros o en 1209-1208 según el Marmor Parium o hacia 1250 acorde con los cálculos de Heródoto de Halicarnaso (2. 145)6, si los pueblos de Asia habían cometido previamente actos de piratería, si convenía su exterminio por cuestiones estratégicas y comerciales, poco importa en la imaginación de los epigramatistas. Para la información histórica, siempre es posible recurrir a otras fuentes, por ejemplo a las páginas iniciales del libro I de Heródoto.

Notas

1 Según PATON (1956: 421) hubo más de un epigramatista con ese nombre, por lo que resulta difícil de determinar cuál es. De acuerdo con ORTEGA VILLARO (2006: 248),“Hay varios epigramas en AP bajo este nombre, que quizá cubra a dos autores, un poeta de la Guirnalda de Filipo, un gramático nacido en Ascalón (Siria), de los ss. III a.C., o más probablemente Eveno de Paros, un poeta elegíaco de los ss. V-IV a.C.” (2006: 248). Por su parte, Antípatro, excelente en el género, se vincula con el círculo de Calpurnio Pisón. “Antífilo es un autor preciosista, que habrá de ser muy leído incluso entre los bizantinos” (LÓPEZ FÉREZ 1988: 993). Agatias es poeta de la corte de Justiniano.

2 Adriano o Hadriano, Áyax o Ayante, son dobletes igualmente admitidos.

3 Seguimos la transcripción de los nombres propios aconsejados por VICUÑA y SANZ DE ALMARZA (cfr. Bibliografía).

4 Indirectamente muestra las prácticas rurales, como sencillas formas económicas básicas en la explotación agrícolo-ganadera (había cabras, ovejas, cerdos; en menor cantidad, ganado bovino).

5 Epígrafe de Paladión (1984) del italiano Valerio Massimo Manfredi, autor de célebres novelas históricas como la trilogía sobre Alejandro Magno. En español Paladión fue publicada por Grijalbo Mondadori en 2000.

6 Los restos arqueológicos de Troya VIIa cuadran con la leyenda homérica.

Ediciones y traducciones

1. PATON, W. R. (ed.) (1927-1958). The Greek Anthology. 5 Vols. Edición bilingüe griego-inglés. Harvard: Harvard University Press.         [ Links ]

2. WALTZ, P.; GUILLON, J. et alii (eds.) (1928-1980). Anthologie Grecque. T.7. Paris: Les Belles Lettres.         [ Links ]

Bibliografía citada

3. ERRANDONEA, I. (1954). Diccionario del mundo clásico. 2 vols. Barcelona: Labor.         [ Links ]

4. FINLEY, M. I. (1981 [11970]). Grecia primitiva. La Edad de Bronce y la Era arcaica. Trad. de Delia Maunás. Buenos Aires: Eudeba.         [ Links ]

5. GIL, L., RODRÍGUEZ ADRADOS, F., FERNÁNDEZ GALIANO, M. y LASSO DE LA VEGA, J. S. (1984 [11963]). Introducción a Homero. Barcelona: Labor.         [ Links ]

6. HORNBLOWER, S. y SPAWFORTH, A. (eds.) (31996 [11949]). The Oxford Classical Dictionary. New York-Oxford: Oxford University Press.         [ Links ]

7. LÓPEZ FÉREZ, J. A. (ed.) (1988). Historia de la Literatura Griega. Madrid: Cátedra.         [ Links ]

8. ORTEGA VILLARO, B. (ed.) (2006). Poemas griegos de vino y burla. Antología Palatina, libro XI. Madrid: Akal.         [ Links ]

9. VICUÑA, J. y SANZ DE ALMARZA, L. (1998). Diccionario de los nombres propios griegos debidamente acentuados en español. Madrid: Clásicas.         [ Links ]

Recibido: 08-04-2014
Evaluado: 18-04-2014
Aceptado: 21-04-2014

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