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Estudios y perspectivas en turismo

versão On-line ISSN 1851-1732

Estud. perspect. tur. v.14 n.3 Ciudad Autónoma de Buenos Aires jul./set. 2005

 

Construcción de tipologías para el turismo en áreas rurales

Luiz Carlos Leonardi Bricalli*

Universidad Federal de Santa María - Brasil

* Ingeniero Agrónomo y Master en Extensión Rural. Actualmente se desempeña como profesor del Centro Universitario Franciscano -UNIFRA – y es miembro del Grupo de Investigación en Turismo y Desarrollo de la Universidad Federal de Santa Maria, Brasil. E-mail: lbricalli@hotmail.com.

Resumen: Durante los últimos años han surgido en Brasil diversos emprendimientos en áreas rurales como contraoferta del turismo tradicional basado en el modelo sol y playa. Este nuevo tipo de turismo ha recibido diversas denominaciones en función de las distintas realidades de cada región geográfica en la cual se ubican y de los productos ofrecidos. Intentando profundizar el conocimiento de las tipologías, se consideró oportuno comprender mejor esta temática a partir de un caso concreto.

PALABRAS CLAVE: Turismo rural; Tipologías; Gestión.

Abstract: Development of Categories for Tourism in Rural Areas. Over the last few years a number of initiatives in Brazil have been developed in rural areas as a counterweight to traditional tourism based on the sun and beach paradigm. This new form of tourism has been variously designated, reflecting the different realities of distinct geographical locations and the products on offer. In an effort to achieve a more thorough understanding of categories, this subject is presented as a case study.

KEY WORDS: Rural tourism; Categories; Management.

INTRODUCCIÓN

Las funciones del medio rural han cambiado. En muchas áreas, en especial aquellas más próximas a los centros urbanos, la producción de alimentos comienza a compartir su lugar con otras actividades como el turismo, la hospitalidad, la práctica de deportes, el descanso, etc. Esas nuevas funciones representan frutos contrarios al proceso de globalización que, por un lado promueve el consumo de productos homogéneos e industrializados y, por otro, alienta la valoración de productos autóctonos. Asimismo, incentivó avances en los servicios de transporte y comunicaciones acortando las distancias entre el campo y la ciudad. El mundo rural comenzó a abrirse a la población urbana.

Las transformaciones que se produjeron en el medio rural se reflejaron en su territorio y en la interrelación con el medio natural y social al modificar el paisaje y establecer nuevos significados en el ámbito social. En este sentido, Silva sugiere una revisión teórico-metodológica sobre el espacio social, afirmando que:

[…] es preciso ampliar la vieja noción del sector agropecuario con el objeto de incorporar la producción de servicios tale como recreación, turismo, conservación del medio ambiente, etc. en las actividades productivas tradicionales (Silva, citado en Froehlich 2000:86).

En este nuevo escenario de interpretación del espacio rural el turismo aparece como una de las actividades más destacadas, tanto por razones de tipo cualitativo -al posibilitar la recuperación y valoración de muchas zonas rurales- como por el aumento en el número de emprendimientos turísticos. Por ello se están realizando muchos estudios con la intención de comprender mejor este fenómeno y confirmar su vocación para desarrollar áreas rurales.

Gran parte de estas investigaciones intentan develar el misterio de la imprecisión de los conceptos turismo en espacio rural, turismo rural, agroturismo, etc. Una vez clarificados podrían facilitar su operacionalización en materia de legislación y políticas públicas en beneficio de la actividad.

Este estudio fue en esta dirección intentando develar el enigma. Asimismo se interesó por las características sociales, económicas y ecológicas que cada lugar presenta que permiten diferenciar las tipologías. También se analizaron otros factores específicos de cada emprendimiento turístico con el fin de clasificar las distintas tipologías para lo cual se seleccionaron cinco variables relacionadas con la gestión:

- Mano de obra utilizada
- Arquitectura de los emprendimientos
- Relación entre turismo y actividades agrícolas
- Tipo de atractivos ofrecidos
- Residencia de los empresarios

Para el trabajo de campo fue seleccionado el municipio de Alfredo Chaves, localizado en el Estado de Espirito Santo, que presenta un gran potencial turístico y posee siete emprendimientos turísticos en espacio rural. Los resultados de la investigación buscaron mostrar que en función del contexto que la rodea, dentro de una misma categoría pueden presentarse diferentes formas de apropiación de la actividad por parte de la familia emprendedora.

CONSTRUCCIÓN DE TIPOLOGÍAS EN EL MEDIO RURAL

La elección de un criterio particular de diferenciación del espacio o de una actividad no es casual o arbitraria. Para hacerlo se observan las diferencias espaciales significativas, se intenta reconocer las similitudes y se busca reconocer las tendencias de producción o pérdida de significado. También es necesario tener en cuenta que no existe sólo un único modo de leer las diferenciaciones espaciales.

La construcción de categorías para interpretar la realidad puede ser considerada como un recurso metodológico importante. En el caso de la agricultura, el intento de establecer tipologías para comprender su dinámica socioeconómica y su relación con el medio ambiente avanzó a lo largo de los años. A partir del surgimiento en el siglo XIX de cambios técnico - productivos en Europa y Estados Unidos de América sumado a los avances que se observaron a mediados del siglo siguiente en los demás países occidentales, se intentó clasificar a los agricultores en función del contexto histórico de cada época.

Al analizar las características de las grandes explotaciones agrícolas hacia fines del siglo XIX tales como el aumento de la productividad, la división del trabajo, las facilidades para comercializar los productos, etc. Kautsky (1980) ya proponía en cierta manera una diferenciación entre los agricultores. Por mucho tiempo fue común referirse a ellos tomando en cuenta el tamaño de la propiedad, denominándolos pequeños, medianos y grandes; aunque en muchos casos la producción de los pequeños superaba a la de los grandes.

Esta clasificación perduró hasta mediados de la década de 1980 cuando la caracterización de los agricultores comenzó a ser repensada y, además del tamaño de la propiedad, fueron tenidos en cuenta otros factores. Lugar de residencia de la familia, diversificación de las actividades productivas, tecnologías utilizadas, destino de la producción, etc. son ejemplos de importantes características que fueron dejadas de lado por mucho tiempo al establecer categorías. A partir de entonces se comenzó a hacer referencia a agricultores patronales, agricultores familiares y a sus características intermedias.

Dentro de una caracterización bastante innovadora, Lamarche (1998) estudió la lógica productiva y el grado de dependencia de los agricultores y encontró que en la teoría se pueden diferenciar cuatro modelos ideales a los que denominó modelo empresa, modelo empresa familiar, modelo agricultura campesina de subsistencia y modelo agricultura familiar moderna. No obstante, en la práctica sólo hay una aproximación de los agricultores hacia estos modelos.

Soares (2001) también sostiene que los intereses de cada sector son bastante diversos y acentúa con mayor fuerza las desigualdades existentes entre cada tipología. Mientras que a la agricultura patronal se le atribuye un carácter predominantemente comercial dirigido fundamentalmente hacia el mercado externo, la agricultura familiar generalmente se caracteriza por el abastecimiento del mercado interno y por la subsistencia de la propia familia.

Por otra parte, como lo demuestran los trabajos del proyecto Rurbano, dirgido por José Graziano da Silva en la Universidad de Campinas (SP), entre otros, muchos de estos agricultores se dedican también a otras actividades no necesariamente agrícolas con el objeto de incrementar el ingreso familiar. Actualmente no es extraño encontrar en muchas zonas rurales servicios que hasta hace poco tiempo eran denominados urbanos como transporte, comercio, construcción civil, servicios sociales, turismo y otros (Mattei 2001).

PRINCIPALES TIPOLOGÍAS DEL TURISMO EN ZONAS RURALES

Las tipologías a las que se hará referencia son aquellas que están íntimamente interrelacionadas con las áreas rurales, es decir aquellas conocidas como turismo en espacio rural, turismo rural y agroturismo. Otras formas de turismo que también se desarrollan en el medio rural como el ecoturismo, turismo de aventura, turismo de interior, turismo cultural, etc. no serán objeto de análisis porque no son necesariamente dependientes del espacio rural.

Para diferentes autores la categoría de turismo en espacio rural es tan amplia que englobaría a las demás modalidades del turismo.

El turismo en áreas rurales consiste en todas las actividades realizadas en el medio rural y abarca varias modalidades, definidas con base en sus elementos de oferta y la motivación para el desplazamiento (Campanhola y Graziano da Silva 2002:3).

De esta forma, todos los emprendimientos dedicados al ocio, recreación, descanso o cualquier otra actividad relacionada con el turismo, mientras estén situados en un área rural, pueden ser considerados como turismo en espacio rural.

Asimismo, estos autores destacan la importancia de diferenciar las actividades turísticas que se desarrollan en áreas rurales fuera de las propiedades de aquellas que se desarrollan dentro de los establecimientos. Entre las últimas se encuadran los job makers, que representan nuevas fuentes de empleo e ingreso en áreas rurales, en contraposición a los job takers, quienes compiten por los mismos puestos de trabajo generados en áreas urbanas. De acuerdo con esta visión, las actividades turísticas dentro de la propiedad estarían relacionadas con la categoría agroturismo, definido como:

[…] las actividades dentro de la propiedad, que generan ocupaciones complementarias a las agrícolas cotidianas, las que continúan formando parte de lo cotidiano de la propiedad aunque con mayor o menor intensidad. Deben ser entendidas como parte de un proceso de agregación de servicios agrícolas y bienes no materiales existentes en las propiedades rurales, como son el paisaje, el aire puro, o el tiempo libre de las familias residentes más allá de que eventualmente se contrate mano de obra externa (Graziano da Silva, Vilarinho y Dale 2000: 20-21).

En este contexto, los autores mencionados destacan la importancia de las actividades agropecuarias para las empresas familiares, siendo el turismo una actividad complementaria que genera un ingreso adicional.

Para Barrera (2000), el agroturismo se caracteriza por la interacción entre el turista, la naturaleza y las actividades agrícolas. La participación del visitante en la apreciación y puesta en práctica de las actividades del campo sería la idea fundamental del concepto.

Por su parte, el turismo rural requiere otras condiciones. De acuerdo con la Comisión de las Comunidades Europeas (citada por Zarga 2001:9) estas condiciones presuponen:

- que la actividad se realice en el mundo rural;
- que exista una oferta integrada de recursos y actividades turísticas rurales;
- que exista relación entre los participantes y su entorno autóctono;
- que se produzca una interrelación con la sociedad local.

El concepto turismo rural en Brasil también se basa en la combinación naturaleza, contacto humano y cultura buscando la satisfacción del turista y, al mismo tiempo, un beneficio para la empresa familiar y la comunidad local.

Según la perspectiva de análisis de cada autor, puede afirmarse que los intentos por construir tipologías para el turismo practicado en el medio rural aun tienen diferencias en algunos puntos. En función de los criterios utilizados, y aunque haya puntos de contacto, las definiciones para una misma tipología acaban tomando caminos diferentes. No obstante, sabiendo que el proceso todavía está en discusión es posible delimitar características específicas en relación con cada tipología. Si bien la realidad es mucho más compleja, esta segmentación del turismo no es tan simple debido a que existe una serie de interfaces entre cada una de las categorías.

UN CASO CONCRETO DE CONSTRUCCIÓN DE TIPOLOGÍAS DE TURISMO RURAL

El estudio fue realizado en el municipio de Alfredo Chaves que se encuentra en la región Centro- Sur del Estado de Espíritu Santo. Su superficie es de 616,5 kilómetros cuadrados e integra la cuenca del río Benavente. Lo componen los distritos de Crubixá, Ibitirui, Matilde, Ribeirao do Cristo, Sagrada Familia y Ucrania conectados entre sí por caminos municipales y estatales sin pavimentar. El relieve es predominantemente accidentado y cuenta con muchos valles que ofrecen pintorescos paisajes en varios puntos del municipio junto a cascadas a lo largo del trayecto del río Benavente que lo atraviesa. El suelo de color rojo es el más común de la región. El clima es subtropical con una distribución pluviométrica regular. Las lluvias de mayor intensidad se producen de octubre a noviembre, pudiendo variar de distrito en distrito debido a las diferencias de altitud.

El interés de la región para que se aprecien sus recursos naturales precede a la oferta turística organizada que existe hoy en el municipio. La presencia de paisajes con valles y cascada atrae desde hace mucho tiempo a los visitantes que buscan contemplar y disfrutar de los atractivos naturales.

Encantados con la belleza del lugar, muchos visitantes regresaban con familiares y amigos. Como no había alojamiento acampaban en terrenos privados e, incluso, en los matorrales. Sin embargo, el flujo de personas durante ese período no puede ser caracterizado como turismo, ya que no había una oferta de alojamiento y ningún otro tipo de servicio turístico organizado.

A partir de mediados de la década de 1990 algunos propietarios de la región observaron que esta afluencia de visitantes podría ser aprovechada para generar un nuevo negocio. Fue así como abrieron sus puertas a los turistas ofreciendo inicialmente servicios de alojamiento y alimentación. A partir de ese momento se inicia el turismo rural como una actividad organizada en Alfredo Chaves.

Actualmente la oferta de turismo rural en el municipio está compuesta por siete emprendimientos. Todos brindan alojamiento a los turistas en la modalidad de hotel, posada o chalet; dos también ofrecen la opción de camping para sus visitantes. Con relación al servicio de alimentación, cuatro establecimientos tienen un restaurante que funciona regularmente. En los otros tres el restaurante abre sus puertas cuando la demanda es grande. La oferta recreativa de cada establecimiento es diversa y puede ser natural o artificial. Las principales opciones son piscina, sauna, cancha de bocha, espacios verdes para el ocio de los niños, pesque-pague, gastronomía, senderos ecológicos por los bosques y por los cultivos, rampas para salto de vuelo libre y las cataratas que permiten la contemplación o simplemente tomar un baño.

El origen del turismo en el municipio debe a las iniciativas de cada empresario mostrando que las áreas rurales están abiertas a innovaciones y cambios, así como a la intervención de políticas públicas. Estos empresarios apelaron a diferentes instancias hasta  encontrar en el turismo una nueva rama de la actividad económica. La mayoría tiene sus raíces en la misma región y su historia está atada a actividades agrícolas como el cultivo de café, bananas u hortalizas. No obstante, también existen empresarios que provienen de otras regiones -más precisamente de Grande Vitória- que están más relacionados con el medio urbano y que también encontraron en el turismo la posibilidad de aumentar el ingreso familiar.

Las particularidades del turismo rural en el municipio son dos. Por un lado, la presencia de los turistas se relaciona directamente con su paisaje, tanto natural como rural. Las actracción se debe al legado de la humanización de la naturaleza mediante las actividades agropastoriles y de otros aspectos de la ocupación del espacio impregnado por la herencia cultural de sus protagonistas. Los paisajes naturales ya están determinados por la unidad, fuerza, armonía y, sobretodo, por la belleza de los elementos naturales que los integran (Pires 2001). Entre los elementos que componen el paisaje están las cataratas, los valles y las vistas panorámicas. La agricultura contribuye a hacer viable la producción en un escenario característico del medio rural, de belleza singular, donde la integración de las actividades agropecuarias con las construcciones humanas se complementa en forma armónica. La estética del paisaje se compone de formas y colores, de zonas bajas cultivadas y zonas altas ocupadas por pastizales y flores.

Otro factor que caracteriza al turismo rural de la región es la relación entre los turistas y la población local. Durante el día los turistas pasean por los alrededores de las localidades a fin de conocer mejor el lugar e interactúan con las personas del lugar intercambiando diversas experiencias. Algunos residentes aprovechan el paso de los turistas para comercializar su   producción, ya sean alimentos in natura como las hortalizas, o productos manufacturados como quesos, dulces, panes, artesanías, etc. La comercialización de productos y servicios, basados en la originalidad, autenticidad y calidad en muchos casos brinda la oportunidad de crear nuevos mercados para los productos agrícolas que pueden ser comercializados directamente por el productor.

El paisaje y la relación de los turistas con la comunidad local aparecen como los elementos generales del turismo rural. Individualmente cada emprendimiento turístico presenta sus especificidades, diferenciándose de los demás. Partiendo del tipo de gestión se elaboraron dentro de la categoría de turismo rural otras sub-modalidades. El objetivo de esa división fue profundizar aun más en cuestiones relacionadas al modo de apropiación de la actividad y su relación con el medio natural y social rural, lo que llevó a nuevas posibilidades de clasificación.

El análisis de las variables permitió constatar que existe una oferta turística diferenciada en cada empresa en función de su gestión, es decir, dependiendo de la combinación entre las variables el turismo rural puede responder a una estrategia familiar o a una estrategia más empresarial.

La estrategia familiar ideal ocurre cuando la residencia del empresario se encuentra en el propio establecimiento, la mano de obra utilizada es familiar, el estilo de la edificación presenta características rurales, los atractivos turísticos son locales y están presentes las actividades agrícolas. En cambio, en la estrategia empresarial ideal el dueño reside fuera del emprendimiento, la mano de obra utilizada es contratada, el estilo de la edificación presenta características urbanas, los atractivos turísticos son artificiales y la actividad agrícola inexistente.

Como estas situaciones son ideales y se encuentran en los extremos de una escala, en la práctica las estrategias pueden presentarse en situaciones intermedias, mostrando algunas características del modelo familiar y otras del modelo empresarial, como si el empresario y su familia no quisieran o no pudieran encajar en su modelo ideal respectivo. Este es el modelo al que se denomina mixto (Bricalli 2003).

En el estudio realizado se registraron cuatro emprendimientos con estilo predominantemente familiar; uno mixto y dos establecimientos administrados bajo un estilo claramente empresarial.

Gestión familiar
En la gestión familiar del turismo rural la familia es responsable de conducir la actividad turística y reside en el establecimiento. Esto permite un mayor contacto entre los turistas y los miembros de la familia generando beneficios para ambas partes. Según uno de los entrevistados, algunos huéspedes que visitaron la propiedad más de una vez llaman por teléfono antes de viajar por si los anfitriones precisan alguna cosa de la ciudad, como ropa o algún otro artículo.

La mano de obra que se utiliza es predominantemente femenina y de la propia familia. Se encargan de recibir a los turistas, cocinar, arreglar y limpiar los cuartos y realizar cualquier otro tipo de tareas.

Es importante destacar que estos emprendimientos limitan el tiempo dedicado por la familia a sus intereses personales. Debido a que la mayor afluencia turística se produce los fines de semana tienen que resignarse a no concurrir a algunos eventos sociales como casamientos, fiestas comunitarias y bailes.

Al ser la propia familia la que trabaja en las actividades relacionadas con el turismo, éste contribuye levemente a la generación de empleo para la comunidad local, ya que toda la familia participa de las tareas. En este caso el turismo rural genera sólo empleo familiar, excepto durante el fin de semana cuando el flujo de turistas aumenta y son invitados a trabajar algunas personas cercanas como son familiares o vecinos.

Por otra parte, la participación de la familia en la conducción de la actividad turística contribuye a su valoración y al mantenimiento de los trazos culturales de las localidades rurales. Según Lima y Matias (1999) la base que sustenta al turismo en espacio rural está ligada a la cultura y a las raíces tanto locales como regionales. Cuando ese patrimonio se convierte en un producto turístico rural y es contemplado por los visitantes se crea la posibilidad de incentivar la realización de proyectos de conservación y restauración de las construcciones históricas y las actividades rurales tradicionales.

El desarrollo del turismo en espacio rural impulsa a que las comunidades rescaten, preserven y valoren todas las formas culturales locales y regionales como la gastronomía, utensilios domésticos, artesanías, arquitectura y otras que posteriormente serán utilizadas como atractivos turísticos para motivar a las personas a practicar el turismo en espacio rural (Lima y Matias 1999:111).

Según Fronza da Silva (2002) la valoración de la cultura local garantiza la autenticidad del producto turístico. El Proyecto Cultural Caminhos de Pedra es un circuito turístico compuesto por seis emprendimientos de turismo rural en el Municipio de Bento Gonçalves (RS), en el sur de Brasil. Allí la propia comunidad se moviliza y exige que los propietarios vendan productos representativos de la cultura local, caso contrario los turistas se llevarían una imagen estereotipada del distrito.

La arquitectura de las construcciones turísticas, en especial hospedajes y restaurantes, sigue un patrón predominantemente rural que le dada autenticidad y rusticidad a los emprendimientos. Los hospedajes para los visitantes son antiguos caserones, chalets y campings rurales, que transmiten una imagen acorde con el ambiente rural. Los restaurantes de los emprendimientos también se caracterizan por la rusticidad presente en las construcciones y los elementos típicos del medio rural como el fogón a leña para preparar la comida.

Los atractivos turísticos son los propios recursos naturales adaptados para un mejor aprovechamiento por parte de los turistas. Los principales son las cataratas, ríos, senderos de acceso a las cataratas, pesque-pague (un espacio recreativo en donde el turista puede pescar en un lago y luego paga por las piezas que se lleva) y cultivos agrícolas.

La contemplación y el goce de estos recursos llevan a que los turistas se cuestionen su relación con la naturaleza, despertando una consciencia ambiental de protección del patrimonio natural. Inclusive, en el río Benevente se está trabajando en un proyecto para su protección del cual participan los empresarios, la comunidad y los turistas.

El turismo rural contribuye a la conservación del paisaje y los recursos naturales en el establecimiento rural, cambiando la actitud del propietario o responsable sobre las acciones de manejo de la propiedad, incluso las relacionadas con la calidad de los recursos hídricos, la recuperación de las áreas degradadas, y la protección de la flora natural (Campanhola y Graziano da Silva 2002:10).

Los empresarios, además de atender a los turistas practican la agricultura. Sin embargo, en este estilo de gestión la conciliación de ambas actividades es diferente. En algunos establecimientos se realiza de forma integrada, es decir, existe una superposición del espacio, hay división del trabajo y los turistas participan de las tareas de campo. Los cultivos son diversificados, se destaca la cultura del café, de la banana y el cultivo de hortalizas que además de ser comercializados son también utilizados en el restaurante.

En otros, la agricultura está presente pero no se inserta en la actividad turística. En este caso, el turista sólo se hospeda en el establecimiento y goza de sus servicios pero no participa en las actividades agrícolas, las que ni siquiera aprecia. Aparece en forma de monocultivo, siendo el café y el pastoreo los principales ejemplos. Independientemente de su relación con la agricultura,

[…] el turismo puede ser considerado como una estrategia de diversificación productiva de las propiedades rurales que intentan generar ingresos no agrícolas para compensar la baja rentabilidad de sus negocios tradicionales (Graziano da Silva, Vilarinho y Dale 2000:20).

Así, en la gestión familiar de los emprendimientos turísticos se observa una vez más la ley de complementariedad que siempre existió y funcionó en el campo. Antiguamente –incluso en la actualidad- el agricultor tenía una producción destinada a la comercialización y otra complementaria para el autoconsumo de la familia o al trueque. Lo que se observa hoy en día es la continuación de esta costumbre, solamente que a través de los servicios (turismo) y de la industrialización del agro. Cuando éstas funcionan como actividades complementarias posibilitan más de una fuente de ingresos para la familia propietaria.

Gestión Empresarial
En la gestión empresarial los dueños residen fuera del establecimiento turístico. Uno de los empresarios entrevistado vive en la sede del municipio situado a 4 kilómetros del establecimiento y se desplaza hacia el lugar cuando hay huéspedes. Otro reside en Vitória, a 80 kilómetros de la propiedad y sólo se dirige al campo los fines de semana de mayor movimiento de turistas.

La mano de obra utilizada es contratada en su totalidad y todas las tareas están en manos de los empleados, quedando para los propietarios solamente el papel de fiscalizadores. Las personas contratadas residen en las localidades donde están situados los emprendimientos, lo que ha favorecido la generación de puestos de trabajo a pesar de que los empleos no son aun muy numerosos. Según Campanhola y Graziano da Silva (2002), una de las mayores ventajas del turismo es la capacidad de generar un gran número de empleos tanto formales como informales en el campo.

El turismo no sólo crea empleos y oportunidades de negocios por medio del hospedaje, los atractivos y los servicios, sino que también ayuda a diversificar y estabilizar la economía local creando empleos en actividades indirectamente ligadas al turismo, como el comercio de mercaderías, servicios auxiliares, construcción civil, y otros (Campanhola y Graziano da Silva 2002:9).

Los mismos autores hacen referencia a un estudio realizado en 1996 por la OECD en países europeos, Estados Unidos y Canadá que mostró que el turismo representaban entre el 5,2% (Alemania) y el 18,7% (Suiza) del total de empleos de las áreas rurales.

La edificación y los atractivos turísticos presentan aspectos visiblemente urbanos. La arquitectura de uno de los establecimientos es similar a los hoteles de las ciudades y del litoral. En otro, a pesar de ser más modesta la construcción también presenta semejanzas con las posadas que se encuentran en el litoral. Los atractivos no presentan características de elevada ruralidad. El turista dispone de piscina, áreas recreativas y cancha de bochas, es decir, de elementos que pueden encontrar fuera del medio rural dándole a la oferta un aspecto escasamente relacionado con el entorno.

En estos establecimientos no existe conexión entre la actividad turística y la agrícola aunque uno de los empresarios posee otra propiedad dedicada a la agricultura en la que cultiva bananas.

Es notorio que ambos establecimientos presentan aspectos de escasa ruralidad. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los huéspedes siempre tienen la posibilidad de interactuar con la población y de estar en contacto con el entorno local, que hace que participen de los criterios necesarios para ser encuadrados dentro del turismo rural.

CONSIDERACIONES FINALES

La primera constatación es que por lo general cada uno de los modelos se origina en la trayectoria que cada emprendedor experimenta hasta encontrar en el turismo una nueva opción de trabajo e ingreso. De esta manera, en el modelo de gestión familiar se ubican los emprendedores que ya tenían vínculos con el medio rural. En este caso, la combinación de las variables analizadas: residencia del emprendedor, mano de obra utilizada en las tareas, estilo de la edificación, atractivos turísticos y actividades agrícolas convergen siempre hacia un estilo rural más próximo a lo auténtico. En cambio, en el modelo empresarial la convergencia de las mismas variables va en dirección de lo urbano y estilizado. Pero ambos estilos confluyen en un mismo aspecto: la atracción sobre la población urbana a la que seducen en forma  permanente.

También es oportuno señalar que los resultados de esta investigación permiten observar que el turismo rural puede adquirir diferentes formas según el contexto que lo rodea. La expresión todos los emprendedores son iguales es inadecuada para conocer su realidad, su modo de apropiación del espacio y su interrelación con la naturaleza y la sociedad.

En este sentido, se hace necesario desarrollar programas de apoyo al turismo rural junto a las familias involucradas a través de los agentes responsables del desarrollo del turismo. Entre ellas cabe mencionar al poder público municipal, los servicios de extensión rural y los expertos en turismo. Asimismo es importante establecer criterios y definir la forma de actuar en los diferentes segmentos que requieren asistencia diferenciada.

Asimismo, el esfuerzo por sistematizar las tipologías del turismo en áreas rurales necesita ser enriquecido con estudios de otras realidades que contribuirán al debate abriendo nuevas experiencias, interrogantes y teorías.

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Recibido el 20 de junio de 2004
Correcciones recibidas el 21 de agosto de 2004
Aceptado el 28 de agosto de 2004
Arbitrado anónimamente
Traducido del portugués

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