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Estudios y perspectivas en turismo

versão On-line ISSN 1851-1732

Estud. perspect. tur. v.16 n.1 Ciudad Autónoma de Buenos Aires jan./mar. 2007

 

Patrimonio del horror. Gestión turístico de los sitios donde hubo tragedias humanas

Juana A. Norrild

Horror and Human Tragedy Revisited. The management of sites of atrocities for tourism. Gregory Ashworth & Rudi Hartmann (co-editores). Cognizant Communication Corporation (3 Hartsdale Road, Elmsford, New York 10523-3701 - www.cognizantcommunication.com) ISBN 1-882345-35-5; 2005:266 pp. (Figuras, tablas).

El turismo de patrimonio adquiere cada día mayor importancia y son también cada vez más novedosos los temas que se exponen a la visión de los visitantes. En este caso se hace referencia al valor patrimonial de los sitios en donde se han llevado a cabo atrocidades, sus características, se especula acerca de las causas que llevan a los turistas a sentirse atraídos por estos lugares y se fundamentan las estrategias de interpretación de estos sitios y sus impactos. El libro se divide en tres secciones con un promedio de cinco capítulos cada una, a cargo de diferentes autores:

- Parte 1: Manejo turístico de los sitios del horror
- Parte 2: Recuerdo y memoria del holocausto
- Parte 3: Los turistas se sienten atraídos por los escenarios en donde han sucedido atrocidades y guerras ¿o no?

En la introducción los editores señalan que si bien para algunos el uso turístico de los sitios donde se han llevado a cabo atrocidades y tragedias humanas a lo largo de la historia puede parecer bizarro para algunos o detestable para otros, hay quienes se sienten atraídos. Creen que el interés de las personas por estos sitios se debe a simple curiosidad, actuando como meros voyeur; a la empatía que se genera por la necesidad de identificación, sea con la víctima o el victimario; y a que el horror siempre resulta atractivo ya que históricamente ha existido una relación entre la violencia y el entretenimiento. Sin embargo, para que un hecho acontecido sea calificado como atrocidad debe cumplir con tres condiciones:

1. Debe existir un victimario o perpetrador humano y una víctima también humana. Quedan excluidos los desastres naturales y la crueldad en donde cualquiera de los dos actores sean animales.

2. El perpetrador tiene que haber actuado de manera deliberada y conciente; y la víctima debe ser inocente y no haber contribuido a su propio sufrimiento.

3. Debe revestir un inusual grado de seriedad, imposible de medir.

Entre los impactos negativos que mencionan los editores se destaca el efecto anestésico que el manejo turístico de estos sitios produce sobre los espectadores ya que el contacto con el horror y el sufrimiento los torna aceptables y empiezan a resultar normales.

Manejo turístico del horror

El primer capítulo de esta sección (Capítulo 2) está a cargo de John E. Tunbridge y se refiere a las colonias penales, especialmente a la de Robben Island (República de Sudáfrica). En principio se refiere a las colonias penales como islas y a las islas como colonias penales. Robben Island es considerada por la UNESCO desde 1999 Sitio de Patrimonio Mundial y el autor hace una breve síntesis histórica del uso que se le ha dado mencionando los errores en el manejo del uso turístico que ha llevado a la depredación de algunos recursos. También deja en claro que el mensaje de este lugar es la conmemoración de los héroes de la resistencia a la opresión interna y externa en Sudáfrica. Finalmente se refiere a otras islas como Bermuda, Andaman Islands y Devil's Islands.

Gregory Ashworth aborda en el Capítulo 3, la interpretación que se realiza actualmente en los sitios patrimoniales de Nueva Escocia (Canadá) que datan del siglo XVIII. Uno de sus planteos se centra en la lejanía de los episodios y se pregunta si esa distancia temporal no resta efectividad al interés turístico. Luego de hacer una breve referencia a los usos del patrimonio ilustra con tres casos concretos canadiense: el patrimonio de los "Acadios", el de los Agricultores de Nueva Escocia y el patrimonio de los "Leales a la Corono" o Loyalists.

En el Capítulo 4, Christine Whitacre y Jerome A. Greene se refieren a los esfuerzos para designar al sitio de la masacre de Sand Creek como Sitio Histórico Nacional. Luego de ubicar en tiempo y espacio y brindar algunas características del hecho histórico, los autores relatan el proceso que llevó a declarar finalmente el lugar de la masacre como sitio histórico, aunque al momento de la publicación del libro aún no se había abierto al público. Tom Noel, en el capítulo siguiente, también hace una breve referencia al sitio de Sand Creek, especialmente a las acciones políticamente correctas que ha emprendido Estados Unidos respecto a los monumentos públicos.

Fred Boyles analiza en el Capítulo 6 las controversias del Sitio Histórico Nacional de Andersonville donde funcionó un campamento de prisioneros de guerra durante la Guerra Civil de EUA. En principio detalla las inhumanas condiciones de vida en el campamento, luego expone los primeros esfuerzos por preservar el lugar, la inclusión en el Servicio Nacional de Parques (National Park Service), la apertura del Museo Nacional de los Prisioneros de Guerra y, finalmente, se detiene en las atracciones para los visitantes y sus experiencias en el lugar. Concluye que más allá de que es un sitio que ha generado grandes controversias, el visitante abandona el lugar con la sensación del triunfo del espíritu humano sobre la adversidad.

Memoria del Holocausto

Rudi Hartman, en el Capítulo 7, hace referencia al manejo turístico de museos y sitios conmemorativos de las víctimas del nazismo alemán en el siglo XXI. Se centra en los cambios ocurridos en los museos y sitios conmemorativos durante la década de 1990 y menciona tres aspectos fundamentales que se tuvieron en cuenta a la hora de planificar los cambios:

-La intención de crear mayor autenticidad en los sitios conmemorativos, que en los años que siguieron inmediatamente a la guerra fueron utilizados con diversos fines.

-Los esfuerzos para actualizar la educación y la tecnología de los museos, ya que los sobrevivientes del holocausto no estarán presentes por muchas décadas más.

-La necesidad de integrar los resultados de nuevos estudios y sumar nuevos aspectos temáticos.

El autor compara los sitios que se mantuvieron inalterados con aquellos expuestos a cambios, haciendo la salvedad de que cada lugar responde, en parte, a las características propias de cada país.

El Capítulo 8, a cargo de Shaul Krakover, analiza las actitudes de los visitantes israelíes en el sitio de Yad Vashem. Se exponen los resultados de un cuestionario aplicado a los visitantes. La muestra abarca un 11% de sobrevivientes del Holocausto, un 24% que es segunda generación de sobrevivientes, un 20% que es tercera generación de sobrevivientes y el 44% restante no tienen asociación directa con el holocausto. De 18 preguntas realizadas sólo se obtuvieron 3 diferencias significativas entre los dos grandes grupos: relacionados al holocausto y sin relación. Asimismo el autor extrae de la muestra una diferenciación por edad.

Harold Marcuse, en el capítulo 9, se refiere a la remodelación del museo - campo de concentración Duchau (Alemania) para los visitantes. Se exponen abundantes datos históricos acerca de los acontecimientos ocurridos en el lugar durante el período nazi y la suerte que corrió el sitio después de la guerra. Finalmente se tratan los cambios ocurridos en el lugar entre 1996 y 2003.

En el capítulo 10 Ries Roowaan hace referencia al monumento en el Neue Wache de Berlín (Alemania) que conmemora a las víctimas de la guerra y que fue adoptado en 1993. Uno de los temas de análisis es su tardía aparición; asimismo el autor hace una crítica a las políticas alemanas relacionadas con la conmemoración de las víctimas de la guerra. En el capítulo siguiente, Odile Jansen también analiza la memoria del holocausto en Berlín. Su trabajo se centra en el homenaje a los judíos europeos asesinados en Alemania, que conforman el 98% del total de judíos muertos en los campos de concentración nazis. El 2% restante eran judíos alemanes. El planteo apunta al debate abierto en Alemania a raíz de que la conmemoración de las víctimas del holocausto produjo un quiebre traumático en la identidad nacional del país. También se detiene en el diseño artístico y la arquitectura empleada y propone el debate sobre la forma en que se elaboró el mensaje; y su función al contacto con el turismo.

¿Interés o rechazo turístico?

En esta última sección se plantea si la atrocidad desanima a los turistas a visitar las áreas en donde se han producido hechos relacionados con el horror o si los impulsa al viaje. El Capítulo 12, a cargo de Shaul Krakover, propone una estimación de los efectos que produjeron los eventos atroces en el flujo turístico hacia Israel. En el siguiente capítulo, Antón Gosar analiza el turismo en el sudeste europeo (Estonia, Latvia, Lituania, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Croacia, Bosnia y Herzegovina, FRY Macedonia, Serbia y Montenegro). Plantea la manera en que zonas afectadas por conflictos políticos, económicos y religiosos (como la costa del Mar Adriático que permaneció por varios años fuera del mapa turístico) tuvieron una intensa recuperación en su flujo turístico en el nuevo milenio.

Richard Butler y Rime Hajar presentan en el Capítulo 14 un estudio de caso en el Líbano y plantean que después de la guerra mantiene su atractivo para el turismo étnico y de VFR (visita a familiares y amigos). Describen el turismo en el Líbano en tiempos de paz, de guerra y de posguerra y también exponen los resultados de un estudio en base a 1.) una muestra tomada entre libaneses exiliados en Gran Bretaña por estudio, trabajo o la guerra en su país que vuelven al Líbano de visita; 2.) otra muestra con hijos de emigrantes libaneses que viven en otras partes del mundo. El análisis finaliza con una comparación entre ambas.

En el Capítulo 15, Sandra L. Richards también hace referencia al turismo VFR pero desde otra dimensión, más distante en el tiempo y trágica. El estudio de caso se focaliza en los turistas afro-americanos que viajan a los castillos de Ghana donde fueron sometidos a extremas crueldades los africanos esclavizados. En el capítulo siguiente, Graham Dann aborda el lado oscuro de la existencia humana y provee algunos ejemplos de la influencia que ejercen los medios de comunicación en las áreas destinadas a este tipo de turismo: el turismo oscuro. El autor enumera los variados nombres que los diferentes autores han dado a este tipo de fenómeno: turismo negro, el lado oscuro del turismo, tanaturismo, turismo trágico o turismo de mea culpa, turismo basado en los lugares oscuros, sitios sensacionalistas y mamando lo macabro. También agrega que la televisión, los videos, las presentaciones de realidad virtual, los avisos publicitarios y la prensa gráfica transforman el rechazo frente a los hechos atroces en curiosidad y atracción.

En el último capítulo, a cargo de los editores, se exponen algunos lineamientos sobre el manejo del horror y la tragedia humana, basándose fundamentalmente en el carácter inestable del patrimonio y de los grupos de personas que se identifican con él. Ambos van sufriendo cambios a través del tiempo y el espacio. También hacen hincapié en la inestabilidad de la comunicación, donde los mensajes que se reciben no suelen tener una interpretación estrictamente igual al mensaje emitido.

En términos generales se puede señalar que si bien el tema no es novedoso su tratamiento sí lo es. Los trabajos están planteados con gran altura y realizan un muy importante aporte a una forma de turismo poco (o casi nada) tratada en la literatura turística. La mayoría de los países tienen sitios que les recuerda un pasado trágico que también forma parte de su historia y como tal debería ser mostrada. Para muchos, hacerlo es como abrir heridas que no han cicatrizado del todo y sienten un gran resquemor por mostrarlo a las presentes y futuras generaciones. No obstante,  las sociedades maduran mirando de frente a su pasado y conocer lo que realmente sucedió en tiempos infaustos ayudan a este fin. Para quienes deseen embarcarse en esa aventura de mostrar lo que pasó sin cargar culpas y con una mirada objetiva, este libro será de gran ayuda para encarar ese objetivo ayudando a encontrar los modelos de presentación adecuados.

Solicitado el 4 de abril de 2006.
Recibido el 15 de mayo de 2006

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