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Estudios y perspectivas en turismo

versão On-line ISSN 1851-1732

Estud. perspect. tur. vol.19 no.5 Ciudad Autónoma de Buenos Aires set./out. 2010

 

DOCUMENTOS ESPECIALES

Turismo en Playa del Carmen – México
Impactos socioculturales en la Colonia Colosio

Martha Marivel Mendoza Ontiveros*
Silvia Esther Leal Torres**
Universidad Autónoma del Estado de México - Texcoco

* Doctora en Ciencias Antropológicas por la Universidad Autónoma Metropolitana, Profesora-investigadora de la Licenciatura en Turismo del Centro Universitario Texcoco de la Universidad Autónoma del Estado de México. E-mail: marivelmo@hotmail.com
** Licenciada en Turismo egresada del Centro Universitario Texcoco de la Universidad Autónoma del Estado de México. E-mail: silesthe@hotmail.com

Resumen: El presente trabajo muestra los resultados de un estudio exploratorio de tipo cualitativo realizado en una colonia del destino turístico mundialmente conocido como Playa del Carmen, en el Caribe mexicano. La colonia Colosio fue fundada por una invasión en terrenos ejidales. Se trataba de personas en busca de un lugar para vivir cerca de los empleos que el destino turístico estaba ofreciendo. Esta situación fue particularmente interesante, pues las investigaciones realizadas sobre los impactos del turismo se han efectuado mayoritariamente en comunidades a las que el turismo les llegó. Sin embargo en este caso, el turismo le antecedió. Así pues se describen los impactos socioculturales que se han generado en la gente a partir del análisis de factores tales como tipo de destino, tipo de producto turístico ofertado, tipo de turistas, tipos de encuentros y la percepción que tienen los habitantes de la colonia Colosio del turismo y del turista.

PALABRAS CLAVE: Impactos socioculturales; Turismo; Percepción; Playa del Carmen.

Abstract: Tourism in Playa del Carmen-México. Sociocultural impacts in Colosio colony. The present paper shows the results of a qualitative exploratory study conducted in a suburb of a tourist destination which is known worldwide as Playa del Carmen in the Mexican Caribbean. Colonia Colosio was founded when an area of common land was invaded. The invasion was carried out by people who were in search of a place to live not far from the jobs offered by the tourist destination. This situation was particularly interesting since studies about tourism impacts have been done mainly in communities to where the tourism arrived. However, in this case, tourism came before them. So, the sociocultural impacts created on people are described considering such factors as type of destination, type of the tourist product offered, type of tourists, types of encounters and the perception that the inhabitants of Colonia Colosio have about the tourists and tourism.

KEY WORDS: Sociocultural impacts; Tourism; Perception; Playa del Carmen.

INTRODUCCIÓN

Estudiar los impactos que ocasiona el turismo se ha convertido en una necesidad por la demanda de no pocas comunidades de retomar el control de los procesos políticos que afectan su vida diaria. De ahí que cada vez sea más frecuente saber de acciones de resistencia ante la irresponsabilidad de unos pocos que, motivados por las ganancias que puedan obtener gracias al turismo, no dudan en imponer modelos de desarrollo que acarrean importantes efectos sociales y ambientales. Lo anterior no es otra cosa que la demanda por parte de la población, de políticas públicas basadas en el consenso comunitario para el desarrollo del turismo, ya que como se ha subrayado, para que las "industrias turísticas" sobrevivan se requiere de una disposición favorable hacia los turistas.

Asimismo, el turismo se sigue concibiendo como una estrategia de desarrollo para reactivar las economías de regiones deprimidas. No obstante, cada vez se cuestiona más el optimismo en torno a los efectos económicos de éste y si los beneficios económicos justifican los impactos sociales y culturales asociados a la expansión turística. En este sentido, el presente trabajo es un estudio de caso en el que se intenta mostrar los impactos socioculturales que la práctica turística ha generado en la colonia Colosio de Playa del Carmen, México, así como la percepción sobre el turismo y los turistas que tiene la comunidad objeto de estudio.

Para tal efecto, el artículo inicia con la revisión teórica sobre aquellos trabajos que han abonado al estudio de los impactos socioculturales del turismo. Posteriormente, se presenta historia de la colonia Colosio como contexto de estudio. A continuación, se presenta el procedimiento metodológico adoptado en la investigación. Finalmente, se presentan los resultados obtenidos.

PERSPECTIVA TEÓRICA

El interés en el cambio sociocultural tiene una larga tradición en los estudios antropológicos del siglo XX. Es así como se puede concluir que todos los pueblos experimentan cambios o variaciones en sus ideas, valores, costumbres y creencias; que tales modificaciones se pueden deber a una variedad de factores tales como la difusión o el préstamo cultural, las adaptaciones a nuevas condiciones medioambientales, la innovación o a fallas en la transmisión cultural de una generación a otra. Sin embargo, cuando dichos cambios se realizan paulatinamente puede crearse la ilusión de que la cultura de un pueblo permanece estática en el tiempo. Asimismo, cuando tales modificaciones son producto de factores intraculturales no generan mayor escándalo o preocupación en la población.

Un tipo específico de cambio cultural que suele causar preocupación es la aculturación que es el resultado de un proceso de intercambio de rasgos culturales producto de un contacto directo y continuo entre dos o más grupos. En este proceso las culturas en contacto pueden verse afectadas, cada una cambia partes de ella, combina y mezcla rasgos pero cada una se mantiene distinta. Pero cuando la aculturación se realiza a ritmos acelerados como pasa con los cambios impulsados por el turismo pueden observarse consecuencias disfuncionales y desintegradoras (Santana, 1997), y más si la relación entre las culturas se encuentra en situación se asimetría, es decir, la cultura local se percibe como inferior frente a la cultura visitante.

Los efectos generados por el turismo se convirtieron en objeto de interés académico a partir de que los desplazamientos se masificaron poco después de la Segunda Guerra Mundial. Si bien fueron los impactos económicos los que primero captaron la atención, pronto los cambios sociales y culturales que se verificaban en las comunidades receptoras fueron explorados y analizados por la comunidad científica.

Actualmente las fuerzas económicas y políticas, junto con los modernos sistemas de transporte y comunicación impulsan la interconexión y la interdependencia de las personas y los países a través del comercio internacional, el turismo, las migraciones, los medios de comunicación masivas y los flujos de información de alta tecnología, lo que ha tenido como consecuencia que los cambios socioculturales en el mundo se den hoy de manera vertiginosa y muchos de ellos son atribuidos al turismo.

Cuando se hace referencia a los impactos socioculturales se hace alusión a los cambios o modificaciones en los residentes habituales y fijos de una comunidad receptora producto del contacto directo e indirecto con los visitantes, así como los efectos de la actividad turística. Si bien es cierto que en la realidad es difícil delimitar los impactos sociales de los culturales, para avanzar en el análisis se puede identificar como impacto social a los cambios más inmediatos en la calidad de vida y el ajuste a la actividad turística por parte de las comunidades de un destino, mientras que el impacto cultural alude a los cambios a largo plazo que incluyen a las normas sociales, la cultura material y los estándares, los cuales se van haciendo visibles de forma paulatina (Santana, 1997).

Si bien en un inicio, los estudios realizados sobre los impactos socioculturales generados por el turismo dieron una visión negativa, -la tendencia a la comercialización y el envilecimiento de las artes, artesanías y las ceremonias/rituales de la comunidad receptora-, pronto se manifestaron aspectos positivos como cuando el turismo contribuye a resucitar o a preservar habilidades artesanas, rituales y ceremonias en peligro de desaparecer o fomenta el orgullo sobre el patrimonio del destino. En cualquier situación, se puede aceptar como punto de inicio que el tipo y la magnitud de los cambios socioculturales tiene que ver con el tipo de destino turístico y su velocidad de desarrollo, el tipo de turistas y su comportamiento; grado de diferenciación entre las características socioculturales de los visitantes y los residentes; y el tipo de interacción que se da entre visitantes y habitantes locales.

Sobre esta última condición, De Kadt (1991) señala tres contextos básicos de encuentros que deben ser considerados en el análisis:

a) Cuando los turistas compran bienes y servicios a los residentes.
b) Cuando el turista y el residente comparten instalaciones como una playa, un parque, un festival o un autobús.
c) Cuando turistas y residentes se reúnen para intercambiar información e ideas que faciliten su entendimiento.

Los dos primeros tipos de relación se pueden asociar de forma simplista con la mayoría de aspectos negativos del contacto social, mientras que el tercero suele considerarse como positivo. Sin embargo, el análisis debe considerar, además, dimensiones como la percepción y la motivación (Cohen, 1984), así la UNESCO (1976) y Sutton (1967) plantean que los encuentros entre turistas y locales se caracterizan por la búsqueda de gratificación inmediata pues no es pretensión iniciar y mantener una relación. En este sentido resalta con mayor frecuencia la relación comercial y transitoria de los dos primeros tipos planteados por De Kadt, lo que puede dar pauta al engaño, la explotación y la desconfianza. Por otra parte, una característica de los encuentros entre turistas y residentes es la percepción diferencial de su temporalidad. Para los residentes la relación puede percibirse como superficial, una experiencia repetitiva, estereotipada y sin contemplar la singularidad de los participantes.

Sin embargo, Cohen (1982) y Butler (1997) han puntualizado que la relación turista-residente está continuamente cambiando de grado. Al inicio los turistas son tratados dentro de su sistema de relaciones tradicionales anfitrión-huésped, pero al incrementarse su número comienzan a ser menos bienvenidos alejándose de dicha relación tradicional. Posteriormente, del trato familiar pasan a otro en donde ya no está presente la búsqueda de reciprocidad, en la que impera el dominio económico.

Si a los tipos de encuentros se le añade el tipo de turista, su motivación y comportamiento se tendrá que un turista explorador, por ejemplo, estará suficientemente motivado para mezclarse con la población local, hará un esfuerzo por adaptarse a las condiciones del sitio (Cohen, 1972), por lo que no es dado a solicitar instalaciones especiales para su visita. En cambio, el turismo de masas tiene controlados directamente sus movimientos por los touroperadores o, indirectamente, por la propensión a formar ghettos o burbujas para mantenerse en una condición de confort y seguridad.

No obstante, los efectos socioculturales del turismo no requieren para verificarse de la relación directa entre turistas y residentes. El comportamiento de los visitantes puede influir en la población que los recibe ya que se convierten en un ejemplo para esta, a este fenómeno se le conoce en la literatura como efecto demostración (Cooper, et.al., 2007). La presencia física de los turistas, su aparente superioridad material y su ocupación en puestos destacados trae consigo el surgimiento de nuevas aspiraciones que llevan a los residentes a copiar tanto su comportamiento como su modelo de consumo. Si a lo anterior se le añade nuevas oportunidades de empleo, la introducción de nuevas y mejores formas de comunicación, así como por los transportes e infraestructuras creadas para el desarrollo turístico aparecen modificaciones en la estructura social de la comunidad receptora tales como nuevas estratificaciones sociales, cambio en el rol de las mujeres, en la cohesión comunitaria o en las instituciones formales e informales que se reflejan en la conducta moral, religiosa o sanitaria (Santana, 1997).

La velocidad y la concentración del destino turístico influyen también en la magnitud y el sentido de los impactos sociales. Así, cuando el turismo se expande rápidamente hay un cambio aparejado en la economía, lo que crea una nueva estructura de poder. Por el contrario, un ritmo lento tiende a asociarse con proyectos pequeños, de propiedad local, con tendencia a una menor capacidad de producir cambios en la estructura de poder. De esta forma, Peck y Lepie (1989) proponen una tipología en la que relacionan el tipo de desarrollo, según su magnitud y velocidad; los impulsores del desarrollo –bases del poder-, incluyen propiedad de la tierra, fuentes de financiamiento, ingresos locales y la relación entre tradiciones locales y proyectos de desarrollo; y los impactos sobre las comunidades receptoras expresados en términos de rentabilidad e impactos sociales primarios.

Siguiendo a Peck y Lepie (1989), el crecimiento rápido se produce cuando las corporaciones adquieren grandes terrenos y a continuación los subdividen para iniciar la construcción. En esta situación tanto los compradores como la mano de obra empleada en la construcción y la propiedad de los servicios son externos a la población local, misma que se mantiene ajena a los beneficios del desarrollo turístico. Dentro de este tipo se verán cambios rápidos en las normas locales, la aparición de nuevas estructuras de poder y una nueva base económica. De consecuencias radicalmente diferentes, el crecimiento lento se caracteriza porque la promoción de los terrenos es controlada por los terratenientes locales; el desarrollo, ajeno a toda planificación, integra a la población local y a los recién llegados, éstos últimos se integran a las estructuras de poder tradicional y las normas sociales permanecen estables. Finalmente, entre los dos anteriores, se halla el desarrollo transitorio referido al turismo comercial de fin de semana o de eventos concretos, que proporciona ingresos por temporadas: este tipo de desarrollo no necesita grandes inversiones y, ocasionalmente, permite y promueve la movilidad socioeconómica en la comunidad.

Aunque cada destino ofrece particularidades, un destino turístico se puede forjar con un guión típico según avanza de la siguiente manera:

  • Unos pocos turistas "descubren" una zona o destino.
  • Como reacción ante este "hallazgo", los empresarios locales ofrecen instalaciones nuevas o especiales para dar acomodo al número creciente de visitantes y satisfacer sus necesidades. Al mismo tiempo, ponen en práctica estrategias para atraer a más turistas en el futuro.
  • El sector público dota a la zona de infraestructuras nuevas o mejoradas para estar en condición de gestionar adecuadamente la afluencia de los visitantes.

Finalmente, se desarrolla el turismo de masas o institucionalizado, estructurado en torno a complejos turísticos, que se vende como un paquete de viaje. Este producto se genera a gran escala en los ámbitos de marketing, alojamiento y transporte (Cooper, et. al., 2007).

En este sentido, una dirección tomada por los estudiosos del tema ha sido enfocarse sobre los factores de presión para buscar el umbral entre la aceptación y el rechazo al turismo. Esta aproximación se acerca al concepto de capacidad de carga o de sustentación biológica, pero en este caso las medidas son difíciles de cuantificar por tratarse de cuestiones intangibles. Los límites de tolerancia local hacia el turismo se hacen notar en una serie de efectos que van en detrimento de la actividad cuando se crea un ambiente no amigable para los turistas, lo que reduce el atractivo del sitio. Tal capacidad de sustentación social estará determinada por factores como:

  • La distancia cultural y económica entre turistas y residentes.

  • La capacidad del destino y su población para absorber física y psicológicamente a los turistas sin que los residentes se perciban marginados del desarrollo y de las actividades (Santana, 1997).

Atendiendo a lo anterior, se podrá inferir que las aportaciones de este tipo de estudios tienen funciones prácticas para la planificación y la gestión del turismo. Si no se pierde de vista que cada destino tiene recursos sociales finitos, no se estará añadiendo presiones que conduzcan a los residentes a actitudes de oposición agresiva a la actividad turística.

EL CONTEXTO: LA COLONIA COLOSIO

En 1970, el gobierno mexicano instala el turismo en el Caribe como una alternativa ante la agonizante economía de plantaciones y lo consolida en dos décadas de tal manera que logra desplazar a las demás actividades económicas con el Centro Integralmente Planeado Cancún. Este caso ha sido denominado por Arnaiz y César (1995) como un modelo de desarrollo compartido debido a que el Estado Mexicano ha sido gestor, promotor e inversionista pionero de esta actividad en una estrategia asociativa en la que el gobierno ha terminado subvencionando a la inversión privada. En esta estrategia, el gobierno asumió los riesgos del proyecto debido a que en 1960 esta zona fronteriza estaba despoblada y, por lo tanto, el proyecto implicaba a la seguridad nacional, se trataba de una gran inversión por lo que era necesario mantener un control estatal a través de que el Estado fungiera como factor de equilibrio entre los factores de la producción y al mismo tiempo, éste se convirtió en el garante de generar condiciones de certidumbre controlando a los sindicatos. No obstante, este modelo que aparentaba ser nacionalista, ha dado pauta a un control mayoritario de grandes empresas norteamericanas cuyo principal mercado es también el norteamericano.

Como resultado del auge de Cancún, años más tarde Playa del Carmen emerge como destino turístico y alcanza su desarrollo gracias a su cercanía con el Centro Integralmente Planeado.

En tiempos prehispánicos, en lo que hoy se conoce como Playa del Carmen había una comunidad maya llamada Xaman-Ha. Esta era el punto de partida de una peregrinación que iba a la isla de Cozumel para la ceremonia de la deidad Ixchel (Pérez Suárez, 2007).

El primer asentamiento moderno data de principios del siglo XX, cuando se instaló ahí una villa de pescadores, productores de cocoteros y del árbol del chicle. El centro de la comunidad se ubicaba en la zona federal marítima terrestre y en la actual Quinta Avenida. Playa Morentes (como se le conocía entonces) estaba habitada por 7 familias albergadas en palapas de huano (Susano Aguilar, 95 años, entrevista concedida en 2005). Los datos muestran que los turistas ya estaban presentes en Playa del Carmen en 1970, aunque éstos eran aquellos denominados "mochileros", un tanto hippies. No obstante, en dos décadas el turismo en este destino del Caribe Mexicano se masificó, pues Playa (como la llaman la comunidad local) dejó de ser lugar de paso hacia Cozumel. Los turistas que se dirigían a Tulúm o iban a tomar el ferry, pronto deciden quedarse en sitios que ofrecían un precio más accesible que Cancún y con playas de su misma calidad.

Actualmente, Playa de Carmen se perfila como un destino turístico con el crecimiento más acelerado en el mundo. Su fama internacional hizo que en 10 años se convirtiera en el segundo lugar como destino turístico en el Caribe Mexicano, como consecuencia se ha desarrollado un complejo hotelero de primer nivel con los servicios que todo destino cosmopolita ofrece (www.solidaridad.gob.mx,12/01/10). No obstante, el crecimiento de Playa sigue el ascenso, ya que existen proyectos en marcha que permiten establecer que la estructura turística irá en ascenso durante los siguientes 10 años.

Playa del Carmen es un destino que no tuvo la planeación de Cancún y su modelo se ha caracterizado por ser de crecimiento rápido, según la tipología de Peck y Lepie (1989). Por esta vertiginosa expansión pronto requirió de abundante mano de obra que, al no cubrir con población local, empezó a llegar de diversas áreas, principalmente de los estados vecinos aunque también emigraron trabajadores de toda la República Mexicana. Por tal motivo, la población se incrementó raudamente en el año 2003 Playa tenía una población de 49,000 habitantes, aunque cifras de las autoridades municipales apuntaban a que en 2004 la ciudad tenía 100,000 habitantes. Con estos datos se deduce que tiene una de las tasas de crecimiento poblacional más altas del continente, lo anterior en un destino que recibe al año 2 millones de turistas (Campos Cámara, 2007).

El explosivo crecimiento demográfico de Playa del Carmen rebasó la capacidad del gobierno del estado de Quintana Roo para atender la demanda de vivienda, por ello un grupo de colonos optaron por ocupar un extenso terreno baldío de 180 hectáreas, del fundo legal de Playa del Carmen en abril de 1994. De esta forma en cuestión de horas cientos de familias se instalaron en una zona selvática con endebles viviendas carentes de los servicios elementales. Así se conformó la Colonia Colosio en terrenos ejidales, con personas que migraron a Playa del Carmen en busca de mejores oportunidades. De hecho, la gente recuerda que las primeras calles (la avenida 15 y 30) fueron abiertas con machetes, picos y rastrillos por los invasores. A 15 años de su creación, la colonia Luis Donaldo Colosio es el asentamiento humano más grande del Municipio de Solidaridad con 5 mil familias que cuentan con la totalidad de servicios públicos (www.solidaridad.gob.mx,12/01/10).

Este hecho puede ser significativo debido a que en los trabajos de investigación en los que se describen los impactos socioculturales generados por el desarrollo turístico se refieren en su mayor parte a sitios en los que el turismo llega a una comunidad establecida, Seychelles (Wilson, 1991), San Pedro Ambergris (César, Arnaiz y Navarro, 1991), Villa La Angostura (Pérez, 1999) por mencionar algunas, pero en el caso de la Colonia Colosio, el turismo llegó al mismo tiempo que sus habitantes o después. Por lo tanto, se suscitan fenómenos asociados por la inmersión en una nueva cultura, es decir, son personas que tuvieron que trasladarse a otro lugar, abandonaron su casa, sus amigos, sus compañeros, en resumen, todo lo que les era familiar, sin mucha consciencia de los cambios que esto conllevaría, por lo que se vieron requeridos de hacer nuevos amigos, encontrar una nueva casa, familiarizarse con un nuevo ambiente, buscar un nuevo trabajo y, aunado a esto, con escasos medios económicos.

METODOLOGÍA

Para desarrollar este trabajo se recurrió a métodos de investigación cualitativa. Esta fue una investigación de tipo exploratoria en una primera aproximación al objeto de estudio. El método utilizado fue deductivo a partir del planteamiento general, en este caso los impactos socioculturales descritos en otros destinos turísticos, aceptados como verdaderos obteniendo conocimiento de algo en particular. Es decir, a partir de lo encontrado en otros estudios se buscó establecer que eso mismo está pasando en la colonia Colosio de Playa del Carmen. Por el tiempo en que se efectuó la investigación fue de tipo transversal. Se realizó trabajo documental y de campo.

Se realizaron tres periodos de trabajo de campo. En los dos primeros, se hizo observación participante y entrevistas a trabajadores y a sus familias en junio y diciembre del 2005. Se hizo observación participante o directa al interrelacionarse con los habitantes de la colonia Colosio y con las familiar originarias de Playa del Carmen. Asimismo, se realizó observación indirecta o no participante al tomar nota de lo que pasaba en los espacios en los que se encuentran turistas y residentes locales.

Posteriormente, se efectúo un tercer periodo de trabajo de campo en el que se aplicaron 52 cuestionarios, durante el mes de agosto 2007 en un muestreo a algunos habitantes de la colonia Colosio. Las personas que participaron en la encuesta fueron seleccionadas por conveniencia, muestreo cualitativo en el que se elige siguiendo la comodidad del investigador, por ejemplo, los transeúntes, las muestras por conveniencia simplemente son casos disponibles a los cuales se tenía acceso, y los sitios en los que se les preguntó fueron: los hogares de la Colonia Colosio, en la calle 30 (principal de la Colonia) y en el lugar donde los trabajadores esperan el transporte que los lleva a su centro laboral. Con un muestro no probabilístico o cualitativo se conocen pocos casos pero en profundidad, por lo tanto, los datos que se extraen no se puede extrapolar al total de la población

Por otro lado, se hicieron siete entrevistas a profundidad a habitantes originarios de Playa del Carmen (informantes clave) siguiendo el procedimiento de bola de nieve que se refiere a la acumulación de datos que resulta de cada sujeto localizado y que a su vez proponga a otros. Cabe mencionar, que el muestreo bola de nieve según Babbie Earl (1999), es un procedimiento no probabilístico o accidental que se emplea en investigaciones cualitativas por lo que sus resultados carecen de representatividad.

RESULTADOS

Los datos del muestreo realizado arroja los siguientes resultados: la mayoría de los encuestados no nació en Playa del Carmen, únicamente el 12% reporta haber nacido en este destino turístico (Gráfico 1).


Gráfico 1: Lugar de nacimiento

Por su parte, el 54% alude tener viviendo en este sitio entre 1 y 15 años. Si a este porcentaje se le suma un 15% que tiene residiendo menos de un año, un 69% de los habitantes de la colonia Colosio han llegado luego de que se inició el proceso turístico, tal como se había postulado originalmente (Gráfico 2).


Gráfico 2: Tiempo viviendo en Playa del Carmen

De esta población, el 35% tiene entre 21 y 30 años, es gente joven; 13% y 21% corresponde a personas en edades de 31 a 40 años y 41 a 50 respectivamente, es decir, población en edad productiva. En contraste, los adultos con más de 61 años sólo alcanzan el 2% de la población.

Estas personas jóvenes y adultas que recientemente migraron a Playa del Carmen poseen una escolaridad menor al promedio nacional, pues 31% tiene la primaria incompleta; 13% la primaria completa; 15% secundaria incompleta; y 13% secundaria incompleta. El resto de los niveles escolares no alcanzan un dígito.

El 25 % de personas encuestadas respondió ser empleado de algún establecimiento de servicios turísticos (guías, meseros, camaristas, maleteros); otro 25% son amas de casa; el 13% son empleados de negocios no turísticos establecidos en la colonia Colosio (tiendas de abarrotes, panaderías, ferreterías, farmacias): un 9% son comerciantes, 8% obreros, 6% jubilados, 4% estudiantes. De este modo se puede observar que el nivel de escolaridad corresponde a la ocupación desempeñada (Gráfico 3).


Gráfico 3: Principal ocupación

Con este tipo de empleos, los ingresos que mayoritariamente reciben son de $1,001 a $3,000 (un 40%); después, el 23% percibe entre $3,001 y $6,000. El 27% percibe más de $6,001; mientras que un 10% gana menos de $1,000 (Gráfico 4). (1 USD=11.50 MXN aproximadamente).


Gráfico 4: Ingreso mensual neto (aproximado) de la familia

A partir de estos datos se concluye que los habitantes de la colonia Colosio son personas en edad productiva con un nivel de escolaridad bajo que ocupa puestos de trabajo que no requieren de mucha cualificación y que, por lo tanto, reciben bajos salarios. Estos datos coinciden con los planteados por Campos Cámara (2007) cuando caracteriza a la comunidad local de Playa del Carmen como pequeños comerciantes, empleados de servicios profesionales, una amplia gama de trabajadores informales y subempleados. Estos tienen como común denominador la falta de seguridad social y económica lo que a pesar de pertenecer a una población urbana los coloca en una posición de desventaja económica, social y cultural. A continuación se muestra la manera en que la población local percibe al turismo y sus impactos (Gráfico 5).


Gráfico 5: Espacio en donde tiene o no contacto con los turistas

Como se mencionó anteriormente, los encuentros entre turistas y residentes pueden darse en tres situaciones. En el caso específico de los habitantes de la colonia Colosio, el 50% no tiene contacto con los turistas; el 17.31% tiene contacto porque se desempeñan en los servicios turísticos de Playa del Carmen; el 15.38% comparte la playa con los turistas, sobre todo cuando algún turista llega por casualidad a las playas que utiliza la población local; un 9.62% entra en contacto con los turistas al acudir a realizar compras a centros comerciales y/o tiendas; y un 7.69% por otros motivos.

Cuando se les preguntó a los residentes qué opinaban de los turistas que llegan a Playa del Carmen, el 13% respondió que son desagradables, mientras que opiniones positivas como son amigables y traen beneficios se ubicó con un 12 y 35% respectivamente. Un 40% no tuvo opinión que corresponde casi en su totalidad a aquellos que no tienen contacto con los turistas. Si se considera una opinión favorable del 47%; la opinión negativa de un 13%; y una opinión neutral del 40% se observa que estas dos últimas superan a la posición favorable (Gráfico 6).


Gráfico 6: Opinión sobre los turistas que llegan a Playa del Carmen

A los encuestados se les preguntó si consideraban que había algún comportamiento de los turistas que debía imitarse. El 71% dijo que no; y el 29% respondió afirmativamente. Ello implicaría la ausencia del efecto demostración, aunque la observación puede poner en duda lo anterior (Gráfico 7).


Gráfico 7: ¿Considera que algún comportamiento de los turistas deba imitarse?

Sin embargo, como los vínculos entre turistas y anfitriones se caracterizan por ser impersonales, los residentes de la Colonia Colosio adoptan una actitud de indiferencia hacia los turistas. Además, los turistas suelen formar ghettos en los que siguen manteniendo los hábitos y las costumbres de sus países de origen y conviven únicamente con individuos de su misma cultura, lo que trae como consecuencias confusiones en la percepción de los habitantes pues al adoptar un comportamiento hermético la población local los percibe como arrogantes o déspotas.

Como se pudo apreciar, Playa del Carmen se ha ubicado como un destino de desarrollo rápido de acuerdo con la categorización de Peck y Lepie (1977), pues su transformación se ha efectuado en un lapso de diez años siguiendo el guión típico de desarrollo turístico. Inicialmente, recuerdan los pobladores más antiguos, Playa era frecuentada por amantes de la naturaleza que buscaban lugares fuera de los destinos turísticos tradicionales con precios accesibles, incluso se pensó en convertirla en una playa nudista (situación que no prosperó) (Campos Cámara, 2007). Estos establecían el contacto necesario con la comunidad local para satisfacer sus necesidades de alimento y esparcimiento pero no se integraban en su vida diaria. No obstante, éstos constituyeron la avanzada del turismo de masas institucionalizado (Cohen, 1979) o psicocéntricos (Plog,1977) y han generado los impactos que corresponden a tal tipo. Poco a poco, la población local pasó de ser un buen anfitrión a un mero observador ya que actualmente se mantiene ajena a los beneficios del destino turístico, manteniéndose relegada a fuerza de trabajo ocasional para la construcción o algunos servicios menores como lo mostraron las encuestas. Al entrevistar a las familias originarias se supo que lentamente éstas fueron vendiendo a foráneos los terrenos de sus casa ubicados en la calle principal de Playa del Carmen. Con el dinero obtenido con la venta compraron terrenos alejados del centro, o bien, en la colonia Colosio como se expuso con anterioridad. Sólo una familia ha conseguido ser empresaria con un restaurante pero sin constituirse como una competencia para las franquicias extranjeras avecindadas en este destino.

Finalmente, se ha desarrollado un turismo institucionalizado o de masas, estructurado en torno a la creación de complejos turísticos y cadenas hoteleras de capital extranjero.

Se pudo observar que otra variable que influye en los impactos generados por el turismo es el tipo de turistas que llega a un destino y su forma de comportamiento, pues no impacta de la misma forma un turista explorador que el turismo masificado. De esta forma se tiene un modelo enmarcado en el turismo organizado por agencias y tour operadores basado en un elevado número de visitante (2 millones al año) durante prácticamente todo el año con un fuerte índice de impacto sobre el destino y su población.

La aculturación turística es un fenómeno que se logró identificar y que ha repercutido en los habitantes de la colonia Colosio debido a la influencia que se genera por el prolongado y constante tiempo que se exponen a culturas provenientes de distintas regiones del país y del mundo. Entre los efectos considerados se percibe la pérdida de las lenguas nativas -el maya principalmente- por la adaptación a nuevas formas de comunicación. La razón de la disuasión de la práctica de idiomas nativos se debe a que quienes los hablaban fueron objeto de burla y, en ocasiones, de discriminación laboral motivo por el cual se vieron forzados al desuso de su lengua materna y como consecuencia no transmitieron su conocimiento a los hijos. El idioma como vehículo de comunicación social es un elemento vital de la supervivencia cultural; así, al examinar los patrones lingüísticos se puede conocer el grado de asimilación social de una comunidad (Murphy, 1984, citado por Santana 1997. Este declive en el uso del maya tiene una base económica, ya que el uso del español o del inglés se hace necesario para facilitar los encuentros comerciales o laborales, pero además se puede identificar el efecto demostración: cuando los residentes aspiran a tener el estatus de los visitantes empiezan por imitar en primer lugar su idioma.

A propósito del efecto demostración, aunque la colonia Colosio está conformada en su mayoría por habitantes de la cultura maya, ya no visten el traje tradicional. Éste ha sido sustituido por la vestimenta utilizada por el turista aunque difiera en calidad; los sombreros se sustituyen por gorras y las guayaberas por playeras.

Los habitantes de Playa del Carmen celebraban todos los años durante el mes de julio la fiesta de Las Cruces que consistía en ir en procesión a todos los domicilios para intercambiar alimentos con los vecinos. Hoy esto es imposible, debido a que las personas ya no se conocen pues la comunidad ha crecido mucho. Además, la fiesta de Las Cruces se ha transformado en la Expo Feria de la Riviera Maya que, si bien no se puede adjudicar al turismo, todo parece indicar que así es. Actualmente, en lugar de procesión hay un desfile por las calles principales y los playenses "han dejado" su organización en manos de patrocinadores, casi siempre extranjeros.

En los inicios los recién llegados no se interesaron en colaborar con las tradiciones y festividades de Playa de Carmen (Campos Cámara, 2007). En la colonia Colosio no hay un lugar de culto religioso visible y no hay una fiesta que aglutine a la gente para generar un sentimiento de pertenencia e identidad. En este caso, no se puede hablar de "pérdida de identidad" porque la identidad como habitante de Playa del Carmen o la colonia Colosio, se está constituyendo en medio de este escenario.

CONCLUSIONES

Se considera que este trabajo es importante por explorar los impactos socioculturales generados por el turismo en una comunidad que se funda precisamente por el proceso turístico. Los habitantes de la colonia Colosio se ven expuestos a cambios drásticos: casa, vecinos, trabajo, entorno- en un destino turístico internacional. De esta suerte, se presencian cambios en valores, hábitos y costumbres semejantes a los reportados en comunidades receptoras que anteceden al proceso turístico. Por el contacto de una cultura que se percibe como superior se detecta la presencia de la denominada aculturación turística y del efecto demostración.

Los datos muestran que los habitantes de la colonia Colosio tienen una posición de neutral a indiferente hacia los turistas. Si bien consideran que el principal beneficio que se puede obtener es la mejora en sus ingresos económicos, no se manifiestan mayormente interesadas en establecer relaciones más allá de las necesarias para la compra-venta de servicios y productos. Po ello, la relación huésped-anfitrión ya no es una novedad ni produce emoción, sino que se trata solo de un negocio (Butler, 1997). Asimismo, el hecho de que sólo el 50% de la población de la colonia Colosio se dedique a trabajar en los servicios turísticos, se debe a que se ha iniciado la profesionalización de este sector y, por lo tanto, se irá avanzando en la división entre los que trabajan en las industrias turísticas y los que no. Es probable que a partir de ello se incremente la inequidad social.

No obstante, se trata de una investigación exploratoria que deberá continuarse para obtener información más rica por medio de técnicas de investigación cualitativa o cuantitativa.

Por ejemplo, si los habitantes de la colonia Colosio llegaron a Playa del Carmen en busca de mejores oportunidades que les permitieran mejorar su calidad de vida, ¿se estará cumpliendo este objetivo? ¿Cómo se han adaptado a nuevas condiciones de vivienda y trabajo? ¿Se está perdiendo, reformulando o reforzando su identidad social?

A partir de este primer acercamiento se puede profundizar en el conocimiento del cambio cultural en tópicos como la estructura familiar y en los roles de género debido a que se ha reportado en otros casos que el turismo al proporcionar nuevas oportunidades para las mujeres y la gente joven ocasiona tensiones entre géneros y entre generaciones. Asimismo, sería interesante indagar qué está pasando con la moral, los valores y las actitudes de los habitantes de la colonia Colosio.

Por tratarse de una comunidad de migrantes un tema fundamental sería sin duda conocer las representaciones sociales que tienen sobre el turismo y los turistas, que es finalmente lo que les hizo migrar. Describir y reconocer la génesis de tales representaciones sociales brindaría pauta para entender el comportamiento individual y grupal.

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"Noticias sobre el juicio de los ejidos en la colonia Colosio" (www.poresto.net/content (visitado el 24/04/2008)
"         [ Links ]Colonia Colosio". www.larevista.com.mx/ed423 (visitado el 24/04/08)
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Recibido el 20 de enero de 2010
Correcciones recibidas el 01 de junio de 2010
Aceptado el 11 de junio de 2010
Arbitrado anónimamente

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