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Estudios y perspectivas en turismo

versión On-line ISSN 1851-1732

Estud. perspect. tur. vol.22 no.3 Ciudad Autónoma de Buenos Aires jun. 2013

 

Elementos críticos para la evaluación del potencial de las regiones para la formación de clusters turísticos

Critical Elements to Evaluate the Potential of the Regions for the Formation of Tourist Clusters

 

Carlos Alberto Castellanos Machado* y José Ramón Castellanos Castillo**

Universidad Central M. Abreu de Las Villas Santa Clara - Cuba

* Licenciado en Economía por la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Central "Marta Abreu de Las Villas (UCLV), Santa Clara, Cuba. Profesor Asistente del Centro de Estudios de Dirección Empresarial (CEDE) de la propia universidad. Aspirante a Doctor en Ciencias Económicas. E-mail: carlosc@uclv.edu.cu
** Ingeniero Industrial. Doctor en Ciencias Técnicas, en la especialidad de organización y gestión de empresas. Diplomado en Gestión Universitaria. Profesor Titular colaborador del Centro de Estudio de Dirección Empresarial de la Universidad Central "Marta Abreu de Las Villas, Santa Clara, Cuba. Coordinador del grupo de Gestión Universitaria. Miembro del claustro de las maestrías en Ingeniería Industrial, Administración de Negocios, Contabilidad Gerencial, Dirección y Desarrollo Comunitario y del Programa Doctoral en Ingeniería industrial de la propia universidad. E-mail: jrcastellanos@uclv.edu.cu

 


Resumen: La concentración geográfica de empresas, se presenta actualmente como un elemento clave de la competencia entre los actores en el sector turístico, por lo que el estudio y fomento de las formas de organización de la producción sustentadas en ella, en particular los clusters, resultan de interés al constituir una alternativa estratégica que contribuye significativamente a la competitividad y el desarrollo económico de las regiones, en que estos se desarrollan, a partir del mejoramiento del desempeño de las empresas e instituciones que los integran, como consecuencia de los procesos de integración entre estas y el efecto sinérgico de los mismos. Los impactos económicos y sociales del clusters, están a su vez asociados a la coherencia de su formación con las condiciones existentes, expresadas estas en un conjunto de factores que tienen que ser valorados desde una perspectiva sistémica. Es en este sentido, que el presente trabajo aborda la determinación de los elementos críticos a evaluar para la formación y desarrollo de clusters turísticos en una región, aportando en función de ello una forma de proceder en el plano metodológico.

Palabras clave: Concepto de clusters; Clusters turístico; Formación de clusters.

Abstract: Critical Elements to Evaluate the Potential of the Regions for the Formation of Tourist Clusters. The geographic concentration of companie, is currently presented as a key element of competition between actors in the tourism sector. So the study and promotion of forms of production organization supported it, particularly the clusters, resulting in a strategic alternative that contributes significantly to the competitiveness and economic development of regions, as these are developed, from improving the performance of companies and institutions that comprise them, as a result of the integration process between these and the synergistic effect thereof. The economic and social impacts of the clusters are in turn associated with the coherence of his training with existing conditions, expressed these in a set of factors that have to be evaluated from a systems perspective. It is in this context that this paper addresses the determination of the critical elements to assess the formation and development of tourism clusters in a region, based on it providing a way forward in terms of methodology.

Key words: Clusters concept; Tourism clusters; Clusters formation.


 

INTRODUCCIÓN

El aumento de la presión competitiva generada por la globalización e inestabilidad de los mercados, la crisis económica, el descenso del empleo ante el detrimento de la demanda agregada, las nuevas tecnologías de la información y la creciente incertidumbre, han transformado gradualmente la base de la competitividad en la cual operan las empresas. (Kantis, 2005)

En este contexto, la concentración geográfica y sus implicaciones económicas han emergido como un elemento clave de la competencia, por lo que se ha convertido en un área de conocimiento muy desarrollada en los últimos años por los investigadores, quienes han mostrado una creciente atención por las empresas ubicadas en áreas geográficas limitadas que se localizan en regiones y países de diferentes niveles de desarrollo. (Krugman, 1992; Piore & Sabel, 1984; Porter, 1990, 1998; Enright, 1996; Altenburg & Meyer-Stamer, 1999)

Como resultado del estudio de este fenómeno, según Capó, Expósito & Tomás (2007: 5) se pueden encontrar una gran variedad de conceptos explicativos: los Milieux Innovateurs (Aydalot, 1986), la Especialización Flexible (Piore & Sabel, 1984), el Sistema de Producción (Storper & Harrison, 1991), el Clusters Industrial (Porter, 1990; Enright, 1996), el Sistema Nacional de Innovación (Lundvall, 1992), el Hot Spot (Pouder & St. John, 1996) o el Distrito Industrial, propuesto inicialmente por Marshall (1925) y desarrollado más tarde por Becattini (1979, 1989) y un importante número de economistas y sociólogos (Sforzi, 1990; Brusco, 1990; Bellandi, 1992).

La integración de la economía a través de clusters en diversas organizaciones representa una amplia oportunidad para el desarrollo, crecimiento de la eficiencia competitiva e innovación tecnológica. Diversos especialistas han coincidido en señalar que, entre estos beneficios, se encuentran la transferencia tecnológica entre las empresas, la concentración de mano de obra especializada, el derrame tecnológico y la presencia de proveedores (Marshall, 1890; Krugman, 1991; Porter, 1990).

Uno de los sectores que ha tenido mayor crecimiento en los últimos años a nivel global es el turismo, y de acuerdo a las previsiones de la Organización Mundial del Turismo (OMT), mantendrá un crecimiento sostenido en los próximos años. Situación ésta que debe resultar de interés al sector empresarial en los destinos con potencialidades para el desarrollo de formas de organización sustentadas en la integración, al permitir las mismas aprovechar los recursos endógenos para el desarrollo económico y social de sus localidades, así como incentivar la competitividad de las empresas relacionadas de forma progresiva (D'Annunzio & Rábago, 2007).

Al respecto, Silva (2005) citado en D'Annunzio & Rábago, (2007: 1) sostiene que la creación de ventajas competitivas tiene un carácter marcadamente local, ya que la estructura económica nacional se puede expresar en torno a cadenas productivas locales que propician el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas y que tienden a buscar formas asociativas y articuladas para conseguir ventajas competitivas, siendo las economías de escala externas a las empresas pero internas a los territorios.

La necesidad de estimular la competitividad en el grupo de empresas dedicadas al turismo a los efectos de crear ventajas de conjunto, sobre la base del clusters como alternativa de organización viable en las condiciones de los territorios, constituye una oportunidad para el desarrollo de estos, dado el carácter múltiple de prestaciones de servicios complementarios que genera esta actividad.

Dada la importancia que tiene el sector turístico, y la necesidad de potenciar su desarrollo mediante el aprovechamiento de las reservas en cuanto a su organización y gestión, es que se define como objetivo general del estudio que de forma sintetizada se presenta, determinar los elementos críticos para evaluar el potencial de una región para la formación de clusters turísticos.

Para dar cumplimiento al objetivo, resultó necesaria la sistematización del conocimiento a partir del estudio de la literatura especializada, lo que permitió elaborar un marco conceptual sobre el clusters como forma de organización que sustentó en lo teórico la propuesta metodológica que se presenta, de la cual se exponen además los resultados obtenidos al ser aplicada a un territorio en particular.

LOS CLUSTERS COMO FORMA PARTICULAR DE ORGANIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN Y/O SERVICIOS

El desarrollo económico basado en los clusters como forma de organización se ha convertido en un tema cada vez más tratado por investigadores, académicos y empresarios en los marcos de los procesos decisorios vinculados a la búsqueda y aplicación de estrategias de desarrollo económico. Tal es así, que numerosas regiones y naciones han puesto en marcha iniciativas para desarrollar o fortalecer este tipo de agrupaciones (Ketels, 2003).

En cuanto a la definición conceptual de clusters, Altenburg (2001: 7) plantea que no existe una definición única y aceptada, ya que algunos autores utilizan el término para caracterizar cualquier aglomeración espacial de una determinada actividad económica, presentándose en la práctica diversidad de criterios y posiciones al respecto, como puede apreciarse en las definiciones que fueron consultadas en los marcos de la investigación realizada y que se exponen, a fin de extraer de las mismas las ideas centrales en que se basan y que contribuyen a la conceptualización necesaria para la implementación del instrumento metodológico desarrollado.

Particularmente en América Latina, Buitelaar (2000: 2) plantea que el término clusters ha sido objeto de diferentes denominaciones, lo que se evidencia en criterios como el de Ramos (1998) quien propuso denominarlo como complejos productivos. Mientras que el Gobierno de México utiliza el término agrupamientos industriales, el IPEA, en Brasil, emplea el de agrupaciones locales y en Argentina se usa el término trama productiva.

Los trabajos desarrollados por la CEPAL en este campo definen a un agrupamiento, clusters o sistema productivo local (SPL) como una concentración de empresas en una misma región que operan en líneas similares de negocios y cuyas relaciones fomentan el desarrollo de múltiples interdependencias entre ellas, fortaleciendo su competitividad en una amplia variedad de áreas como: capacitación, recursos financieros, desarrollo tecnológico, diseño de productos, mercadotecnia y distribución. Asimismo, las empresas participan y contribuyen en el desarrollo de los mercados laborales, creación de instituciones e infraestructura especializada y en el incremento de los flujos de información, lo que, genera el marco propicio para la innovación, la movilidad laboral y enlace entre proveedores, productores y consumidores.

A pesar de que, como se observa, las denominaciones se utilizan indistintamente, a los efectos del trabajo investigativo desarrollado, el autor utilizará la denominación de clusters por considerarla adecuada al contexto del territorio en que se realiza la investigación.

Artavia (2000) citado por García (s/f: 4), considera por su parte que un clusters es una concentración geográfica de empresas que tienen relaciones entre sí y, al hacerlo, crean un proceso dinámico donde todas ellas pueden mejorar su desempeño, competitividad y sostenibilidad a largo plazo.

Un clusters, según Ramos (1999: 5) es una concentración sectorial y/o geográfica de empresas que se desempeñan en las mismas actividades o en actividades estrechamente relacionadas, tanto hacia atrás, hacia los proveedores de insumos y equipos, como hacia adelante y hacia los lados, hacia industrias procesadoras y usuarias así como hacia servicios y actividades estrechamente relacionado con importantes economías externas, de aglomeración y especialización (por la presencia de productores, proveedores y mano de obra especializada y de servicios anexos específicos al sector) y con la posibilidad de llevar a cabo una acción conjunta en la búsqueda de eficiencia colectiva.

Para Vera (2006: 21), la definición de clusters está constituida por tres elementos, al concebirlos, primero, como una forma de organización en un espacio geográfico; segundo, entenderlos como un punto intermedio entre los mercados aleatorios y, tercero, como la representación de una forma alternativa de organizar la cadena de valor.

Alburquerque (2006: 4), aporta dos consideraciones sumamente importantes en relación con los clusters; primero, al identificarlos como un modelo organizativo de redes de empresas e instituciones contextualizadas en un determinado ámbito geográfico y, segundo, al definir el ámbito local como un recurso que adquiere una connotación estratégica para las empresas.

Según Rosenfeld (1997: 10), un clusters es "un conjunto de actividades similares delimitadas geográficamente, con canales de transacciones comerciales, de comunicación y diálogo activos, que comparten infraestructura especializada, mercado de trabajos y de servicios, y que enfrentan oportunidades y amenazas comunes". Enfatiza también la importancia del rol de la interacción social y la cooperación entre las firmas, en la determinación de la naturaleza dinámica de un clusters.

Para Porter (1998: 197) los clusters son concentraciones geográficas de empresas interconectadas, suministradores especializados, proveedores de servicios, empresas de sectores afines e instituciones conexas (por ejemplo, universidades, institutos de normalización, asociaciones comerciales) que compiten pero que también cooperan.

Con respecto a la definición conceptual propuesta por Porter (1998: 197), López (2006: 13) plantea que se pueden aislar dos elementos fundamentales:

. Las empresas del clusters están relacionadas bien formalmente a través de relaciones verticales u horizontales, o bien de forma más difusa mediante el papel cohesionante ejercido por algún tipo de institución, dando lugar a un entramado o red empresarial.

. El clusters está constituido por empresas relacionadas que además están próximas en el espacio, es decir hay co-localización empresarial dado que la decisión de localización espacial de una empresa depende en gran medida de las decisiones de localización que hayan tenido otras empresas con las que potencialmente puede establecer vínculos como los descritos anteriormente.

En cuanto al estímulo y desarrollo del clusters Porter (1998:197), refiere además, que este se ve favorecido por la interrelación de los diversos agentes localizados en un espacio concreto. Un análisis de la esencia de las definiciones conceptuales expuestas anteriormente conduce a identificar que el patrón común está referido al conjunto de empresas afines y relacionadas por su cadena de valor, que comparten un espacio geográfico con potencial de eficiencia colectiva por su articulación empresarial. En su accionar se relacionan activamente no sólo con la finalidad de competir, sino también de cooperar para añadir valor y generar ventaja competitiva al conglomerado de empresas.

Varias investigaciones se han dirigido a precisar las particularidades de la aplicación de clusters en diferentes sectores de la economía, entre ellos el del turismo (Varisco, 2009; Sáez, 2009; Villarreal & van der Horst, 2008; Pacheco, Henríquez & Fuentes, 2012; Benavides, 2009; Rodríguez, 2001; Martin & Gaspar, 2008; Luciano, Álvarez & Castroman, 2003; Jaramillo, 2003), centradas esencialmente en su conceptualización y énfasis en las ventajas como forma de organización para el sector. El concepto de clusters en el turismo, básicamente derivado del trabajo de Porter (1990), ha sido usado para aprehender la diversidad del sector por los ámbitos académicos para el diseño de estrategias y coordinación entre los actores públicos y privados del turismo, tanto nacional como regional, en especial en Centroamérica. También se ha extendido esta concepción al ámbito de los organismos internacionales como la Organización Mundial de Comercio (OMC), influido por la participación de algunos de los países de la zona de Centroamérica y del Caribe que han presentado propuestas de un anexo específico en el GATS que reflejan sus relaciones multisectoriales (CEPAL, 2001).

Los modelos de clusters productivos locales de turismo son entendidos como una forma de organizar la actividad turística de una región articulando los diversos actores locales (población, empresarios, gobierno, ONGs) logrando que interactúen, cooperen, aprendan y generen conocimiento. Surgen como alternativa para proporcionar desarrollo socioeconómico a nivel local.

En este sentido Varisco (2009: 2) define el clusters turístico como la aglomeración de empresas características del turismo, más las empresas relacionadas por efectos indirectos e inducidos, y las instituciones que integran la superestructura, conjunto que interrelaciona sobre la base de los recursos turísticos para formar el producto global que identifica un territorio. Desde un enfoque económico, el concepto de clusters turístico constituye un recurso metodológico para analizar la diversidad de empresas e instituciones que operan en un determinado territorio, procesos de innovación, articulación, asociatividad y endogeneidad, entre otras variables.

Por otra parte, Jaramillo (2003: 36) tras su análisis, concluye que un clusters turístico es la suma de: Un espacio geográfico determinado por unas ventajas comparativas concretas, lo bastante homogéneas, territorialmente enmarcadas en una relativa unidad y con unas condiciones de conectividad promisorias, donde se dan los atractivos naturales o culturales necesarios para perfilar un buen producto turístico o una familia de productos, más los componentes empresariales y tecnológicos que forman una cadena de producción y mercadeo armónica y relativamente autárquica, la cual debe operar en condiciones adecuadas de productividad, para ofrecer el producto o productos en condiciones de excelencia, a menor precio que los competidores de calidad comparable, y en la oportunidad y cantidad buscadas por la demanda; es decir, donde las ventajas comparativas se puedan maximizar como ventajas competitivas.

Si bien es cierto que los elementos expuestos anteriormente permiten caracterizar un clusters, en particular en el turismo, este sólo empieza a serlo realmente, cuando se logra un nivel básico de concertación entre los diversos actores con miras a desarrollar estrategias comunes de calidad, operatividad y mercadeo, de manera que el producto goce de diferenciación y de prestigio sobresalientes.

Elementos claves en el surgimiento y formación de los clusters

La revisión de los estudios teóricos y empíricos evidenció que no existe sistematicidad en los mismos en cuanto al análisis de las posibles condiciones iniciales que originan la formación de los clusters geográficos (Tello, 2008).

Según García & Marquetti (2005: 12), entre los temas más controversiales que se vinculan con la formación de los clusters se destacan dos en particular, uno de ellos referido a la pertinencia o no de su formación planificada y el otro sobre el papel que debe desempeñar el estado en este proceso. En relación con el primer aspecto, cabe destacar que existe un consenso bastante generalizado de que el surgimiento de esta modalidad de agrupamiento empresarial puede responder o no a un proyecto planificado a priori. Para Hurtienne & Messner (1999) citado por García & Marquetti (2005: 13) los clusters se pueden formar sin planificación; aunque también se pueden planificar configurando conscientemente el entorno empresarial mediante la cooperación de empresas y/o instituciones. No obstante, según su criterio los clusters planificados tienen limitaciones en estimular el despliegue de las ventajas competitivas, en ese sentido se pueden clasificar en modelos de organización "paternalistas" y/o "participativos".

Por su parte, Dahl (2001) citado por Morales, Luna & Ayala (2010: 7) considera que si bien los clusters difícilmente puedan ser completamente planificables, tampoco hay experiencias positivas sin el estado, o con el estado en contra. Al respecto Sólvell, Lindquist & Ketels (2003) expresan que existe suficiente evidencia disponible que sugiere que los gobiernos, con respecto a las iniciativas de clusters, en realidad son mejores reconstruyéndolos que construyéndolos. Esto también fue señalado por Porter (1990), cuando observó que "los gobiernos, a todos los niveles, pueden jugar un rol de reforzamiento" del clusters. Por consiguiente, se requiere lograr un complejo proceso de equilibrio entre las iniciativas espontáneas y las acciones que resulta necesario planificar.

Según Krugman (1992: 69) en el origen de los clusters encontramos frecuentemente un accidente: "El desarrollo de los acontecimientos suele ser el siguiente: un accidente conduce a la instalación de una empresa en un lugar determinado y, a continuación, acontece un proceso acumulativo"; mientras que Scott (1986) considera que, los clusters son la consecuencia espacial de la desintegración vertical de las grandes empresas; en el caso de Harrison (1992), señala que el clusters surge a partir de empresas especializadas en una o más fases de los procesos de producción, lo que conduce a la cooperación y a intercambiar instrumentos e información para mejorar los procesos colectivos de la industria regional, mientras que Storper (1992; 1997), basado en los hallazgos de Piore & Sabel (1984) asocia el surgimiento del clusters a los resultados de la especialización flexible.

Otro autor Espinoza (2003) citado por Vera (2009: 346), menciona que la generación de los clusters se debe principalmente a tres tipos de condiciones. La primera la denomina creación espontánea y se genera de forma natural en torno a algún núcleo natural con ventajas comparativas o competitivas; la segunda forma en que se pueden generar la identifica como creación artificial por privados, donde, a partir del esfuerzo de alguna empresa o conjunto de ellas, se han identificado los beneficios potenciales de crear un sistema de relaciones comerciales. En tanto la creación artificial de gobierno se constituye en una iniciativa auspiciada, financiada y generalmente coordinada por parte del gobierno (local o nacional), en la cual se ha descubierto una nueva área de crecimiento y desarrollo económico no reconocida por los privados, y que por lo tanto no están dispuestos a financiar. Generalmente, en este caso los beneficios son más bien sociales (generación de empleo, reducción de la pobreza, etc.).

Mientras Callejón (2003: 16) plantea que las economías externas explican la existencia de un clusters, pero no su creación, dado que las mismas juegan un papel pequeño en su fase inicial. En este sentido, Bresnahan et al. (2001), sostienen que los procesos de nacimiento de un clusters y de sostenimiento del mismo obedecen a lógicas económicas distintas, pues iniciar un clusters implica primero construir los fundamentos de una industria o una tecnología, y segundo añadirle la energía del entrepreneurship que lo sostenga (Callejón, 2003: 16).

Por otra parte, un informe de la Comisión Europea (2002) citado por Callejón (2003: 17) afirma que es erróneo creer que los clusters pueden ser creados; pero que la política regional sí puede ayudar a activar y desarrollar los recursos locales existentes.

Finalmente, Dahl (2001) citado por Morales, Luna & Ayala (2010: 10) enfatiza en la identificación de siete elementos claves en la formación los clusters:

1. La concentración geográfica. Este elemento se considera esencial en el surgimiento de los clusters debido a beneficios tales como, la disminución del costo de transacción, economías de escala, oferta especializada de factores, medios para acceder y compartir información, la interacción con consumidores locales que vuelve más sofisticada la demanda y el capital social derivado de las propias interacciones diarias, tan importantes que pueden llegar a influir en los costos de transacción y monitoreo.

2. Especialización o denominador común. Es la relación alrededor de una actividad central, si bien la formación del clusters puede ir más allá de las relaciones al interior de un sector o de las que se establecen a lo largo de una cadena individual de valor agregado, aunque en la actualidad, estos límites tienden a eliminarse gracias al enfoque multidisciplinario de las tecnologías.

3. Actores. Se refiere a la agrupación de cuatro categorías: empresas, gobiernos, comunidad científica (universidades, centros de investigación) instituciones financieras, así como las instituciones de colaboración, entre ellas, las cámaras de comercio, asociaciones industriales, sindicatos, instituciones de transferencia de tecnología.

4. Dinámica y encadenamientos. Referido a la interacción entre los integrantes del clusters caracterizada por la competencia y la colaboración.

5. Masa crítica. Este concepto se encuentra vinculado con las economías de escala y de alcance, así como con el patrón de dependencia, considerando que una cierta masa crítica es necesaria para poder aprovechar estas economías, logrando con esto un clusters resistente a choques exógenos, lo cual dependerá del tipo de especialización del clusters.

6. Ciclo de vida. Se vincula con la transformación del clusters producto del tiempo y de la madurez de su organización, las etapas que lo pueden comprender son: aglomeración (varias empresas y otros actores en una región); clusters emergente (varios actores de la aglomeración regional comienzan a cooperar en torno a una actividad central y se benefician de ello); clusters en desarrollo (nuevos actores surgen o son atraídos por la región, aparecen vínculos comunes como el branding, o licenciamiento); madurez (alcanza la masa crítica, se relaciona con otras actividades, clusters o regiones); transformación del clusters (los clusters cambian según los mercados, tecnología y procesos, en donde ese clusters puede incluso dividirse y enfocarse en otras actividades o formas de proveer bienes y servicios).

7. Innovación. Se refiere al conocimiento que se genera por la interacción social. Es el proceso mediante el cual la empresa domina y pone en práctica diseños de productos y procesos de manufactura que son nuevos para ella, así como la capacidad de ejecutar cambios técnicos, comerciales y organizacionales.

En la creación y desarrollo de los clusters, resulta necesario el estudio de los procesos de desarrollo económico local, entre los cuales resultan de interés los formulados por la CEPAL, que han destacado la importancia de los aspectos cualitativos, territoriales y ambientales del desarrollo, induciendo un cambio de actitud en favor de un enfoque que procura mostrar las posibilidades e iniciativas de desarrollo económico endógeno donde la identidad propia de cada localidad se convierte en sustento de su desarrollo. Por lo tanto, el desarrollo a este nivel es resultado del compromiso de una parte significativa de los actores locales y de cambios básicos en sus actitudes y comportamientos, lo que permite formar un contexto social de cooperación activa.

Es decir que, más allá de la fortaleza que brinda el territorio en sí mismo en cuanto a contar con recursos naturales, desde una óptica funcional también se requiere de un conjunto de condiciones o cualidades dinámicas: la presencia y las acciones de diferentes actores que se ponen de acuerdo para desarrollar estrategias de calidad, para brindar servicios complementarios ligados a dichos recursos, así como su operatividad y su comercialización (difusión e impulso); generando redes entre actividades y productos. Precisamente, los factores básicos de la oferta (alojamiento, los alimentos y bebidas, las atracciones o el entretenimiento, y el transporte), son los que tradicionalmente se relacionan con el concepto de clusters en el lugar de destino que conjuga estos elementos con el de territorialidad (CEPAL, 2001).

METODOLOGÍA

Para definir los elementos críticos a evaluar para la formación y desarrollo del clusters turístico, fue necesario integrar los resultados del análisis conceptual realizado, los criterios acerca de su surgimiento y evolución, expuestos por varios autores, y especialmente la experiencia acumulada en el conjunto de investigaciones desarrolladas, fundamentalmente por Porter (1990, 1998); Navarro (2003); Osorio et al. (2006); Vera & Ganga (2007); Tello (2008); Jung & Garbarino (2006); Serret (2011) y Mora (2011). A partir de estos resultados así como los rasgos generales del sector turístico, se proponen los pasos para evaluar los elementos críticos que se relacionan en la Tabla 1, a fin de determinar las potencialidades para el desarrollo de los clusters, los cuales tienen además como sustento metodológico la concepción de Porter, desarrollada en el denominado diamante de la competitividad, dado su carácter integrador como herramienta de análisis y la viabilidad demostrada en estudios de este tipo, según la consulta bibliográfica realizada.

Tabla 1: Pasos para la determinación de los elementos críticos a evaluar para la formación y desarrollo de clusters turísticos.

Fuente: Elaboración propia

A continuación se exponen los aspectos principales a considerar en el desarrollo de los pasos que integran la metodología expuesta en la tabla1:

Paso 1. Conceptualización de las dimensiones por factores del diamante

El desarrollo de este paso, se inicia con la identificación y conceptualización de las dimensiones por factores del diamante de Porter (1990). A fin de identificar las dimensiones por factores del diamante se procedió a realizar estudios de casos sobre la formación de clusters, esencialmente en el sector turístico y la revisión de investigaciones realizadas por otros autores, en particular, las metodologías desarrolladas por Osorio et al. (2006) y Mora (2011). Este análisis concluye con la elaboración de una relación de dimensiones, las cuales posteriormente son sometidas a una valoración por los investigadores, con el objetivo de reducir la lista de las mismas, al ser consideradas estas indistintamente por más de un autor.

Corresponde entonces conceptualizar cada una de las dimensiones por cada factor, la conceptualización presupone, entre otros aspectos, destacar los principales elementos a considerar en la valoración de estas, a saber:

Condiciones de los factores:

a) Especialización geográfica

Esta dimensión tiene como objetivo establecer si el sector estudiado presenta una especialización en la región objeto de estudio. Para ello se recomienda apoyarse en elementos que muestren una concentración geográfica del valor generado por la actividad turística y del empleo, tales como el Índice de Gini, indicadores estadísticos que en los últimos años han venido apareciendo y permiten tener en cuenta el tamaño de los establecimientos y que además son capaces de cuantificar los niveles de aglomeración en una región, como el índice de Ellison-Glaeser.

Por otra parte, hay que precisar si la especialización de esta actividad en la provincia obedece a la existencia de ventajas comparativas; así como si el lado de la oferta se relaciona con la existencia de materias primas e insumos críticos. También es importante considerar la existencia de masa crítica de empresas con capacidades competitivas, esto permite conocer las capacidades empresariales de las que se dispone para el aprovechamiento de las ventajas comparativas, además de que la existencia de esta masa de empresas es la que permitiría su agrupación para la formación del clusters.

b) La cadena productiva

Esta dimensión engloba las empresas que intervienen en la actividad turística, con el fin de generar valor agregado a la producción de un producto o servicio, es decir la manera en que estas participan y crean eslabones integrados. Para ello se tiene en cuenta el completamiento de la cadena en la región, y en caso de que no esté completa determinar las capacidades de empresas locales con las que se cuenta para su completamiento, tanto de empresas especializadas como proveedores específicos e intermediarios, aquí es factible la identificación de los eslabones de la cadena atendidos por empresas extranjeras.

c) Desarrollo tecnológico e innovación

En esta dimensión el análisis se centra en las condiciones existentes para un desarrollo tecnológico e innovador que impulse la competitividad del sector turístico en la región, para ello se tiene en cuenta la medida en que el desarrollo en materia de eficiencia está vinculado a la modernización de las instalaciones o a las capacidades de innovación, el elemento del desarrollo tecnológico es fundamental para evaluar las condiciones y potencialidades existentes para la formación y el desarrollo del clusters, por lo que se debe considerar la capacidad de innovación e I+D en la industria turística de la región para crear un mayor desarrollo tecnológico, así como la existencia de estrategias de innovación e I+D definidas por el gobierno y la existencia de centros de investigación, como ejes fundamentales para la generación de innovaciones.

d) Competencias laborales

En las competencias laborales como dimensión se analizan los elementos relacionados con los niveles de desarrollo del capital humano existente en la región, bien sea corno producto de las trayectorias de aprendizaje resultantes de la especialización productiva de la región, de la existencia de una oferta de capacitación especializada y, lo que de ahí se deriva, o de la existencia de un mercado laboral especializado en las actividades del sector en cuestión.

e) Cultura empresarial

En la cultura empresarial se abordan como elementos fundamentales, la existencia en la región de una cultura que estimule la cooperación empresarial, así como de un entorno que genere confianza mutua a las empresas para el intercambio de información y/o tecnología. En esto, desempeña un papel fundamental la existencia de una empresa líder que promueva esta cooperación, esta función la puede asumir el gobierno, teniendo en cuenta que el mismo constituye un agente económico importante. Este elemento es fundamental ya que si se presentan rasgos de informalidad, o de desconfianza frente a la cooperación, constituye un claro obstáculo para la formación y desarrollo del clusters.

f) Acceso al financiamiento

La posibilidad de acceder a financiamiento es claramente una dimensión determinante, en la medida en que este permite sustentar el crecimiento y la expansión de actividades vinculadas al tejido productivo. Esto incluye elementos tales como acceso a capital, recursos y financiamiento especializado. En el caso del gobierno, su papel puede ser como mediador para el otorgamiento de créditos o por créditos otorgados por el mismo, dada la incidencia de la formación y desarrollo de clusters en el desarrollo económico local.

g) Liderazgo

La existencia de un liderazgo participativo fuerte, con un perfil adecuado, sea de individuos o de instituciones, es importante para impulsar el desarrollo de una iniciativa compleja como es un clusters. Cuanto menos fluidos son los contextos institucionales, más relevante puede ser el rol de los líderes en la construcción de entornos adecuados.

h) Infraestructura

Uno de los principales elementos a considerar dentro de esta dimensión para el desarrollo de la actividad turística, propiamente dentro de un clusters, son los vínculos de comunicación, la infraestructura física y de transporte, y los lugares físicos e instalaciones disponibles para la ubicación de las instalaciones, dada su influencia en los costos de transporte y la mejora del acceso a insumos y mano de obra, así como a clientes y proveedores. Se incluyen además, como parte de la infraestructura y su ordenamiento las políticas de uso del suelo, así como el necesario soporte administrativo, institucional y de información.

Condiciones de la demanda:

a) Acceso a mercados (y demanda sofisticada)

El acceso a mercados constituye una dimensión fundamental, partiendo de elementos tales como el análisis del mercado local, la situación de la demanda actual y futura, así como considerar mercados objetivos cercanos, hecho que se puede traducir en menores costos asociados a su distribución y comercialización, también al volumen mismo de dicho mercado, en la medida en que esto contribuiría a generar economías de escala que le otorguen ventajas a las empresas del tejido productivo frente a sus competidores directos.

Existencia de industrias relacionadas y de apoyo (Conglomerados, redes o Clusters):

a) Fortaleza en clusters relacionados

En esta dimensión se analiza la disponibilidad de eficientes proveedores de insumos, la tecnología, los servicios de asistencia técnica, los compradores, las vías de comunicación y eficientes servicios de transporte y comercialización, entre otros. Se considera que la existencia de estos elementos estimularía la formación y desarrollo del clusters.

Estrategia, estructura y rivalidad de las empresas:

a) Economías de escala y especialización

El objetivo de esta dimensión está dirigido a identificar las posibilidades de alcanzar economías de escala, como alternativa para la optimización de recursos o insumos del sector, a partir de un alto volumen de producción o compra, generando así ventajas competitivas. En ello influyen, entre los elementos fundamentales la desintegración vertical, en el que debe analizarse:

. Existencia de integración/cooperación entre las empresas.

. Grado de desarrollo de una cultura de subcontratación en la cadena de valor (outsourcing) a nivel local.

b) Grado de cooperación

Esta dimensión se orienta a indagar por los grados de cooperación existentes entre las empresas del sector; entre estas y otras empresas que ofrecen servicios de apoyo y conexos. Se analiza además la existencia de iniciativas interempresariales que promuevan el contacto y cooperación entre empresas, los proyectos de cooperación interempresarial (largo, mediano y corto plazo), la presencia de instituciones que lideren o promuevan el desarrollo de esta cooperación empresarial, así como la participación activa de las instituciones educativas por involucrarse y promover la cooperación interempresarial.

c) Regulación y política pública

Contempla como dimensión a elementos relacionados con el papel jugado por las políticas públicas y la regulación en favor de la formación y desarrollo del clusters en la medida en que, en la mayoría de los estudios de estos núcleos empresariales se ha encontrado que constituyen mecanismos de estímulo fundamentales para su desarrollo. Por lo que se tiene en cuenta la existencia de un entorno macroeconómico que promueve un ambiente competitivo favorable, la promoción de políticas gubernamentales o incentivos que fomenten y promuevan la cooperación entre las empresas de la provincia y el interés por parte del gobierno en la formación de clusters como política de desarrollo.

d) Desarrollo institucional

En esta dimensión, el análisis tiene como objetivo establecer el nivel de desarrollo alcanzado por las instituciones existentes las cuales, según las experiencias internacionales, generan sinergias y extern al ¡dad es de vital importancia para la formación y desarrollo de clusters. Por lo que se considera la existencia en la región de la institucionalidad específica, una participación activa de las instituciones educativas en el desarrollo del turismo, así como la cohesión social y calidad de vida del territorio.

Una vez conceptualizadas las dimensiones que, según estudios de casos y revisión de documentos, constituyen los fundamentales en la formación de clusters, se hace necesario profundizar en el estudio de los elementos de cada dimensión, sobre todo en cuanto a cuáles constituyen elementos críticos para seleccionar la alternativa de decisión relacionada con la formación del clusters y para lo que resulta insuficiente el análisis realizado por el autor de la bibliografía al respecto, por lo que se consideró útil la utilización del criterio de expertos, para lo cual se elaboró un cuestionario a partir de los elementos previamente identificados por dimensión.

Paso 2. Determinación y selección de la comunidad de expertos a emplear en el análisis

La selección efectiva de los expertos es fundamental para garantizar juicios precisos y acertados en función de la problemática tratada. Para ello, se establecen los requerimientos que es necesario satisfacer por el conjunto de expertos para garantizar, por una parte, pertinencia en las evaluaciones y, por otra, conseguir imparcialidad en sus juicios. El número posible de expertos puede determinarse utilizando un método probabilístico y asumiendo una distribución binomial de probabilidad o mediante un muestreo intencionado.

Para la selección de la comunidad de expertos a utilizar se establecen los requisitos generales siguientes:

. Competencia profesional: deben estar relacionados, en alguna medida, con las teorías y conceptos sobre los que se fundamenta el problema abordado.

. Interés en participar en el estudio: el personal experto debe estar de antemano motivado a participar y a ofrecer sus criterios sin prejuicios de ninguna índole.

Paso 3. Aplicación de la lista de elementos

Las evaluaciones correspondientes al nivel de significación o de impacto que pueda representar cada elemento para la formación y desarrollo de clusters, se obtienen a través de la aplicación de las listas de elementos, que constan de 43 ítems que pueden operacionalizarse mediante escala de likert, a las cuales se les asignaron valores numéricos para un mejor análisis de los resultados, empleando para ello una escala de 1-5 puntos, donde el límite superior (5 puntos) representará el mayor impacto o contribución posible a la dimensión y viceversa.

Paso 4. Análisis de la concordancia y consistencia del juicio de los expertos

Una vez aplicadas las listas de elementos, donde los expertos expresaron sus juicios sobre los elementos, se procedió a evaluar el grado de concordancia o de acuerdo existente entre ellos. Para lo que se recomienda utilizar el coeficiente de concordancia (W) de Kendall.

Una vez determinado este coeficiente, será necesario realizar una prueba de hipótesis para analizar la consistencia o grado de significación del juicio de los expertos; se intenta contrastar la hipótesis fundamental Ho: el juicio de los expertos no es consistente; contra la hipótesis alternativa H1: el juicio de los expertos es consistente. En este propósito, siempre que la cantidad de atributos evaluados supere la cifra de siete (N>7), se deberá analizar la consistencia del juicio de los expertos a través del test de contraste Chi-cuadrado, de lo contario se utiliza el test F-Fisher.

Paso 5. Depuración de la lista de elementos

Comprobada la concordancia y consistencia del juicio de los expertos, a partir de las evaluaciones de estos últimos sobre el grado de incidencia o repercusión de los elementos, se procederá a la depuración de estos, se les halla la media (valor medio de la votación de los expertos), la desviación (grado de discordancia de los expertos), el coeficiente de variación (representatividad de la desviación con respecto a la media) y el nivel de factibilidad (peso o importancia total de los indicadores). A criterio de los autores se toman los elementos con el nivel de factibilidad ^ 80, los cuales son considerados críticos por su impacto e importancia en la formación y desarrollo de clusters turísticos.

PRESENTACIÓN DE LOS RESULTADOS

Tomando en consideración la conceptualización de los factores del diamante de Porter (1990) y a partir los estudios de casos y la revisión de la bibliografía especializada, se procedió a identificar y relacionar los principales elementos sobre la formación y desarrollo de clusters turísticos, los que se relacionan en la Tabla 2.

Para la selección de los expertos a utilizar, se efectuó un muestreo intencionado, y como fuente de identificación de candidatos según sus competencias profesionales, se utilizó las publicaciones relevantes realizadas por investigadores, académicos o empresarios en esta área del conocimiento, lo que permitió identificar 48 autores con potencialidades para participar en el estudio. La selección de los que se considerarían como posibles expertos se realizó mediante un análisis de los currículos obtenidos a través de la web, siendo seleccionados 22 de ellos. A los que se les consultó su disposición a participar como expertos en el estudio, finalmente se seleccionaron y participaron 19 de ellos, de ocho países, distribuidos de la forma siguiente: cuatro de España, tres de México, cuatro de Argentina, uno de Chile, dos de Colombia, uno de Uruguay, dos de Venezuela y dos de Brasil.

A continuación se realiza la selección de los elementos críticos mediante el criterio de expertos. Para lo cual se les aplica a los mismos la lista de elementos de la tabla 2, que fueron identificados previamente.

Tabla 2: Lista de elementos aplicada a los expertos

Fuente: Elaboración propia a partir de Osorio et al. (2006) y Mora (2011 )

Posterior a la aplicación de la lista de los elementos se procesó mediante el software Mathcad 15.0, obteniéndose:

Región Crítica W > 0.6
0.6566 > 0.6 Se cumple
X2calculada > X2 tabulada
262.6623 S 63.691 (0.01; 43-1) Se cumple, se rechaza la hipótesis nula.

Posteriormente, se procesó en SPSS V.11.0 para Windows obteniéndose un Alpha de Cronbach's de 0,842 para un número de ítems de 43.

Comprobada la concordancia y consistencia del juicio de los expertos, se procedió a la depuración de los elementos, atendiendo al criterio de selección de los autores, en que se toman como elementos críticos aquellos con el nivel de factibilidad S 80, los cuales se representan en la tabla 3.

Tabla 3: Elementos críticos a evaluar

Fuente: Elaboración propia

CONSIDERACIONES FINALES

Existe una amplia base teórico conceptual y empírica sobre el clusters como forma de organización de la producción y sus ventajas, sin embargo se evidencian limitaciones en cuanto a la unidad de posiciones en las definiciones; así como en la no existencia de un modo único de abordarlo tanto en lo referido a su creación como a su desarrollo y consolidación en el marco de los territorios. A pesar de que se han desarrollado algunas formas de proceder, métodos y técnicas para ello, las mismas poseen limitaciones en cuanto a la integración de las concepciones, la profundización en el estudio de las condiciones para su progreso, la comprensión y la contextualización de los mismos.

La conformación de los clusters constituye un fenómeno multifactorial, que requiere ser gestionado desde una perspectiva sistémica, considerando entre otros elementos el contexto geográfico, la tecnología, los recursos, las capacidades y el sistema de interrelaciones que lo complementa y a su vez lo distingue, en función de lograr la sinergia para el éxito.

Una condición importante para la conformación de los clusters y en particular en el turismo, lo constituye la coherencia con las condiciones existentes no sólo para su surgimiento, sino también para su desarrollo, lo que requiere de la evaluación del potencial a partir de factores críticos, para lo que resulta viable la metodología desarrollada en el presente trabajo.

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Recibido el 14 de agosto de 2012
Reenviado el 16 de septiembre de 2012
Aceptado el 25 de septiembre de 2012
Arbitrado anónimamente

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