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Estudios y perspectivas en turismo

versão On-line ISSN 1851-1732

Estud. perspect. tur. vol.25 no.2 Ciudad Autónoma de Buenos Aires mar. 2016

 

DOCUMENTOS ESPECIALES

De destino religioso a espacio de ocio

Putuo - China

 

Miguel Seguí Llinás*

Universitat de les Illes Balears Palma de Mallorca - España

Shen Shiwei**

Qian Shuang***

Ren Xiaoli****

Universidad de Ningbo - China

* Doctor en Geografía por la Universidad de Barcelona, España. Coordinador Doctorado en Turismo, Universidad de las Islas Baleares, Palma de Mallorca, España. E-mail: msegui@uib.es

** Doctor en Geografía por la Universidad de Angers (Francia), Decano de la Facultad de Turismo de la Universidad de Ningbo, China.

*** Máster en Turismo por la Universidad de Angers (Francia), Profesor de Lengua Francesa en la Universidad de Ningbo, China

**** Máster en Turismo por la Universidad de Angers (Francia), Profesora de Turismo en la Universidad de Ningbo, China.


Resumen:

La isla del Monte Putuo es una de las montañas sagradas budistas en China. Situada en el archipiélago de Zhoushan, al sudeste de Shanghái, ha recibido peregrinos desde hace siglos y ningún acontecimiento político ha frenado nunca su peso en el imaginario religioso budista. Su frecuentación ha ido variando según los tiempos y medios de transporte, pero, a pesar de los intentos de la Revolución Cultural por hacer desaparecer cualquier signo religioso, la vuelta a una cierta libertad religiosa ha reiniciado con fuerza las peregrinaciones al lugar. Actualmente, su situación es de una fuerte atracción religiosa (la montaña sagrada budista más visitada de China), pero con el peligro de transformarse en un parque temático.

PALABRAS CLAVE: Putuo; Peregrinación; Turismo religioso; Budismo.

Abstract:

From religious destination to a leisure place. Putuo. China.

Mount Putuo Island is one of the sacred Buddhist mountains in China. Located in the Zhoushan archipelago, southeast of Shanghai, he received pilgrims for centuries and any political event has never stopped its weight in the Buddhist religious imagery. His attendance has varied according to time and means of transportation, but, despite the attempts of the Cultural Revolution to dispel any religious sign, turn to some religious freedom has resumed strongly pilgrimages to the site. Currently, the situation is a strong religious attraction (the most visited Buddhist sacred mountain of China), but with a risk to became a theme park.

KEY WORDS: Putuo; Pilgrimage; Religious tourism; Buddhism.


INTRODUCCIÓN

Este trabajo se inserta en la actualidad que va tomando el turismo religioso en distintas partes del mundo. Frente a la globalización moderna del sistema económico y la pérdida de identidades locales, del florecimiento del individualismo como resultado de los medios recientes de comunicación social (WhatsApp, Facebook, Twitter,…); el ser humano se siente perdido, aislado, solo. Frente a esta ansiedad, busca un retorno a la vivencia espiritual, al desarrollo interior, a esta búsqueda de un equilibrio del alma que le permita vivir dentro de sí, con esta paz y sosiego con los que hacer frente a las embestidas del mundo en el que vive. Este renacimiento del mundo espiritual se está produciendo en las sociedades más desarrolladas económica y tecnológicamente del mundo como necesidad para su equilibrio.

Además de esta necesidad individual de encuentro consigo mismo, también se une al turismo religioso una dimensión social que justificará el auge de las peregrinaciones ya que cuando uno pierde la memoria, pierde su identidad y olvida lo aprendido. Tal vez, por eso, los pueblos se aferran fuertemente a sus tradiciones; para continuar existiendo y evitar el riesgo de padecer un olvido cultural (Cánoves & Blanco 2011).

Ahora bien, estas formas de turismo religioso se viven de diferentes modos en el mundo occidental, con base cristiana, y en el oriental, con base más bien budista y filosofías cercanas. Esta distinta evolución ha hecho que en el mundo occidental sean más frecuentes los estudios y análisis de este fenómeno que en China, donde el país se está enfrentando a un rápido crecimiento económico donde las costumbres van cambiando al mismo ritmo de rapidez que la economía, y por salir de un período del comunismo, que ahogó todas las expresiones religiosas. Es un encuentro, por tanto, con las viejas tradiciones religiosas perseguidas durante un cierto tiempo pero incluyendo las nuevas formas turísticas que modifican y varían las tradicionales peregrinaciones a los lugares santos propios de todas estas religiones.

El turismo religioso ha originado un híbrido entre los rituales religiosos, la actividad lúdica y el componente comercial de fuerte impacto social, especialmente en los santuarios o lugares de final de peregrinación. Esta mezcla no ha estado exenta de controversias ocasionadas por las posiciones radicales religiosas y los residentes frente a este turista-excursionista-peregrino, que nos obliga a preguntarnos cuáles son las motivaciones, necesidades y deseos de cada uno de los actores involucrados en este acontecimiento (Tobo Penilla, 2013).

El turismo religioso va tomando diversas formas, y la más antigua de ellas son las peregrinaciones, (peregrinar es, según el Diccionario de la R.A.E., ir en romería a un santuario por devoción o por voto) tan conocidas en Europa (Roma, Santiago de Compostela, Lourdes o Fátima), pero también en China, como sucede en el caso de la isla de Putuo, espacio que se analiza en el presente trabajo.

En general, se incluirá al turismo religioso como una variedad del turismo cultural, tanto material (legado histórico monumental, de contrastado valor artístico), como inmaterial (desde valores a ritos) (Cebrián & García, 2014). No se debe olvidar que desde la antigüedad pueden encontrarse testimonios de peregrinaciones en todas las religiones o credos sin importar sexo, edad o estrato social. Constituyen, por tanto, un fenómeno universal en el espacio y en el tiempo (Porcal, 2006).

En todas las creencias, la peregrinación va unida a valores importantes como la solidaridad, la amistad, la sociabilidad (Amirou, 1995) y un deseo de conocimiento cultural (patrimonial, histórico) (Cebrián & García, 2014). Es lo mismo que hemos detectado en el caso de Putuo, como lo constatan todos los investigadores del Camino de Santiago (España) o cualquier otra peregrinación perenne.

La peregrinación a Santiago de Compostela se ha transformado en la más importante a nivel europeo y acogía unos cuatro millones de peregrinos al año en 2002 (Gigirey, 2003), pudiendo alcanzar en el penúltimo año jacobeo la cifra de nueve millones (Millán et al., 2010), con lo que se ha transformado en un turismo que desborda las fronteras como veremos que está ocurriendo con el de Putuo.

Al mismo tiempo se observa que las peregrinaciones añaden un elemento distinto sobre el concepto del turismo religioso en general, que es el del esfuerzo. Por esto, quizás, el éxito de las peregrinaciones a Putuo, como el del Camino de Santiago, al añadir este elemento que lo impregna todo, la fe, como motor que exige este esfuerzo para acercarse a Dios o a algún centro religioso que nos acerque a Él teniendo en cuenta la dificultad de acceso a Putuo al tratarse de una pequeña isla.

En la actualidad las peregrinaciones se van confundiendo con el turismo, y en algunos casos se hace difícil separarlos. Un ejemplo lo constituye el Camino de Santiago, donde se mezclan el espíritu deportivo (a pie, en bicicleta o a caballo), el descubrimiento de una ruta del arte o el senderismo, con los peregrinos que lo hacen movidos por la fe. No se llega a saber, al final, la motivación básica que lo ha originado, si ha sido la fe o el deporte o el turismo simple.

En Putuo sucede lo mismo y se observa cómo tras unos inicios de recuperación del sentido primitivo de la peregrinación, hoy en día se le suma un importante elemento vacacional y turístico. Por esto hay autores que no hallan diferencias entre ambos al ser similar el comportamiento de turistas y peregrinos, al realizar indistintamente actividades religiosas y de carácter turístico en los lugares de destino (Vukonic, 1997).

En la actualidad el turismo religioso -de todas las creencias- alcanza cerca de doscientos cincuenta millones de personas, más de la mitad cristianos, y treinta millones de europeos, de los que un 15% realiza peregrinaciones a los grandes centros (Roma, Lourdes, Fátima) (Cebrián & García, 2014).

DESCRIPCIÓN DEL ÁREA DE ESTUDIO

La isla de Putuo, o más correctamente, la isla del Monte Putuo, se encuentra situada al este de China, en el Mar de la China Oriental, al sudeste de Shanghái. Forma parte de la prefectura (y del archipiélago) de Zhoushan, en la provincia de Zhejiang.

Es muy conocida en China y en el mundo budista por ser una de las cuatro montañas sagradas de esta religión en el país; su altura es de 284 metros. Se considera que es la residencia de Avalokitesvara (la versión femenina de Guan Yin, única mujer de los cuatro grandes seguidores de Buda), la diosa de la misericordia, y es el centro chino para prestarle culto. Las otras montañas sagradas son los montes: Wutai (monte de las cinco terrazas, de 3.058 m.), en la provincia de Shanxi, consagrada al budhisattva, término budista que hace referencia a alguien que está en el camino de la iluminación. Es un ideal de vida al que todo budista aspira  Manjushri-Wenshu, dios de la sabiduría; el monte Emei (monte de las bonitas cejas, o montaña luminosa, de 3.099 m.), en la provincia de Sichuan, consagrado al budhisattva Samantabhadra-Puxian, dios de la práctica, y el monte  Jiuhua (monte de las siete maravillas, de 1.341 m.), en la provincia de Anhui y consagrado al budhisattva  Ksitigarbha-Dizangwang, dios del deseo.

Todas estas montañas vienen de siglos de tradición, ya que tanto el budismo, con estos cuatro montes sagrados, como las cinco montañas sagradas del taoísmo, forman parte de una larga tradición oriental de asimilación de la montaña con la elevación del espíritu y la cercanía con Dios, que también encontramos en otras religiones. Estas montañas se han ido cubriendo de multitud de templos que se han transformado en lugares de peregrinación, que ya fueron muy frecuentadas bajo las dinastías Ming y Qing, incluso antes. En la actualidad se han clasificado como parques nacionales y se han ido transformando en destinos turísticos, al mismo tiempo que religiosos, por sus características naturales y paisajísticas, respondiendo a una fuerte demanda de espacios verdes y aire puro de las sociedades modernas chinas.

Según M. FANG (2004), la isla de Putuo tiene solamente una superficie de 12'5Km2, pero es la montaña más conocida y más visitada de las cuatro. BAOHUA JIANG (2005), (director de la Oficina de Administración de Putuo) lo confirmó en una entrevista, donde informó que en 2003, Putuo había recibido 1.860.000 visitantes, que ascendieron a más de dos millones en 2004. Wong, McIntosh & Ryan (2012), confirman que en 2008 la isla había recibido 5.255.800 visitantes, mientras que ninguno de los otros tres montes sagrados había superado los tres millones de visitantes.

Según la entrevista realizada a la señora Liu (Directora de la Oficina de Administración de Putuo), en 2014, la isla tenía unos 5 mil habitantes locales, contabilizando solamente a los nacidos y que viven actualmente en la isla. Todos éstos tienen un Boletín de Estado Civil mediante el cual tienen todos los derechos, como el seguro de enfermedad, la distribución de vivienda, etc. Por otra parte, también viven en la isla aproximadamente 10.000 inmigrantes,  que residen temporalmente en ella por cuestiones de trabajo, todos controlados estrictamente por la administración isleña.

Según la Oficina de Estadísticas de Zhoushan (distrito al que pertenece Putuo), en 2013, había 4.935 habitantes en Putuo (2014).

LARGA TRADICIÓN COMO DESTINO

Será a partir del siglo XIV que Putuo empezará a ser visitada. Al principio por escritores, hombres de letras en general, oficiales del ejército y también por fieles budistas. Rastros de esta presencia podemos encontrarlos en las inscripciones paralelas de los dos lados de la puerta del monasterio de la montaña (SHEN, 2012), los grabados sobre las rocas de la isla de Putuo (CHEN, 2012), los poemas (XIE, 2003) y algunos libros de viajes (HUANG & ZHAI, 2011).

Según los Anales de la isla del Monte Putuo (FANG, 2009), bajo la dinastía de los Tang (618-907), los barcos que navegaban entre China y Japón, anclaban siempre en los mares de Putuo. Embajadores y comerciantes de estos dos países se paraban en ella y subían al monte para visitarlo y para la contemplación.

A través de las dinastías de los Song (960-1279), los Yuan (1271-1361), de los Ming (1368-1644) y de los Qing (1644-1912) se tienen muestras de las visitas realizadas a Putuo por gentes de letras y altos oficiales a través de poemas, estelas, grabados, etc.

También se cuenta con documentación de la visita realizada a la isla por monjes provenientes de la India, Birmania, Tailandia, Sri Lanka, Camboya y Filipinas, acompañados a veces por creyentes de estos países. Durante estos tiempos, los visitantes eran acogidos en los templos, ya que no había ninguna forma de alojamiento fuera de éstos.

Se cree que se podría situar el inicio de las visitas turísticas a Putuo en los alrededores de 1875, ya que en este año los barcos que hacían la travesía entre Shanghái y Ningbo comienzan a hacer escala en esta isla. El 23 de Julio de dicho año (fecha de una de las tres grandes fiestas budistas del año, que siempre coinciden con el día 19 del calendario lunar, por esto cambian de día anualmente respecto al calendario actual), el barco Hubei, de la compañía de Qichang, en Shanghái, y el barco Dayou, de la sociedad Zhaoshangju, transportaron 130 visitantes chinos y más de 30 visitantes extranjeros desde Shanghái a la isla. A partir de este momento hubo cada vez más grupos escolares y grupos de personas de Ningbo y de Shanghái que visitaron esta isla.

En 1924 ya se construyó en Putuo un kiosco desde el cual poder contemplar el mar. También este mismo año el gobierno de la provincia de Zhejiang, a la que pertenece la isla, clasificó el Monte Putuo como uno de los 17 lugares de interés paisajístico e histórico de la provincia. Desde esta declaración, la isla ha atraído de cada vez más un mayor número de visitantes y se han organizado grupos para hacer investigaciones o trabajos.

En 1925, llegaron 140 docentes y alumnos del Primer Instituto Femenino de la Provincia de Zhejiang, así como del Instituto Xiaoshi de Ningbo, para realizar una visita a la isla. Al año siguiente un grupo de unos 50 estudiantes y docentes de la Escuela Superior de Comercio de Ningbo fueron a la isla para realizar una visita y algunos trabajos de investigación. Todo este trabajo dio como resultado la publicación de la "Guía de los lugares de interés paisajístico e histórico del Monte Putuo" (1930) que se puede considerar una de las primeras guías escritas sobre la isla. En el año 1930, la isla acogió unos 35.000 visitantes.

En 1931 ya se abre una agencia de viajes para Putuo en el corazón comercial de Shanghai, la calle Nanjinlu. La gente se inscribía con antelación en la agencia para poder fletar un barco e ir colectivamente a Putuo. La alimentación y la acogida era la misma para todos, pero las tarifas de las cabinas eran diferentes según su categoría (5, 7 o 17 yuanes). Para asegurar el confort y la comodidad de los pasajeros se limitaba su número a 400 por viaje.

En 1934 se crea el primer centro balneario, en la playa de Baibusha, al este de la isla. En esta época se desarrollaron las estaciones balnearias y había un número cada vez mayor de veraneantes que iban a ellas para pasar el verano.

Las tropas japonesas ocuparon la isla en julio de 1939. Cerraron los puertos y cortaron todos los medios de transporte por lo que no se observa ningún visitante a la isla durante el período de ocupación. Después de la capitulación de Japón, en 1945, el número de visitantes aumentó rápidamente, pero fue siempre inferior al anterior a la guerra chino-japonesa.

El turismo en Putuo volvió a desarrollarse al terminar la guerra civil, cuando Mao expulsa de la isla en mayo de 1950 a las tropas de Tchang Kaï-chek. En 1956 se construyeron carreteras en la isla y el Vicepresidente del país propuso, en 1958,  planificar la isla para hacer de ella un paraíso insular. Este desarrollo viene confirmado porque en 1962 la isla acogió ya unos 6.000 visitantes en el día más visitado del año, la mayoría creyentes budistas. Pero, después, las actividades religiosas prácticamente desaparecieron durante la revolución cultural (1966-76) y se producían muy pocas llegadas a la isla. Durante este período de la revolución se luchaba contra "las cuatro antiguallas", que eran el viejo pensamiento, la vieja cultura, las viejas costumbres y los viejos hábitos. Como consecuencia, la mayor parte de las esculturas, de las estatuas de Buda, de los templos,… fueron destruidas y los bonzos (varones y mujeres) de la isla fueron expulsados.

Después de la reforma económica china el turismo ha conocido un renacer en Putuo. En 1979, la Oficina Administrativa de Turismo planificó viajes de seis días a la isla y ya se organizaron varios grupos. Durante la fiesta de Buda, de Julio de aquel año, se produjeron ya 8.000 llegadas a la isla. En 1980 regresó el jefe de los monjes expulsados y se hizo una llamada para el regreso de los otros monjes, con el fin de atraer de nuevo a los peregrinos.

La isla de Putuo fue seleccionada por el estado en 1982 como uno de los cuarenta y cuatro sitios de importancia nacional de paisaje y de historia de China. Durante este año se volvió a abrir la estación balnearia de Baibusha, así como el primer cine de la isla. En total llegaron durante este año alrededor de 400.000 visitantes a Putuo.

De 1979 a 1993 el estado y la administración local invirtieron alrededor de 186 millones de yuanes (Gobierno de la isla del Monte Putuo, 2015) a restaurar los monasterios y habilitar el lugar. De este modo fueron apareciendo nuevos restaurantes, aparcamientos y hoteles en la isla, alcanzando un fuerte desarrollo.

EL DESARROLLO TURÍSTICO DE PUTUO

Para observar el desarrollo turístico de Putuo en la actualidad se puede utilizar como dato la oferta de alojamiento que existe. A pesar de la enorme dificultad que hay para conocer estos detalles con exactitud debido al difícil acceso a las estadísticas oficiales chinas se piensa que es el mejor indicador.

Los primeros alojamientos turísticos y restaurantes de la isla fueron construidos junto al monasterio de Pujisi, ya que éste era el más visitado de la isla en 1980. Como en las otras partes del país, el número de hoteles y de oferta turística crecieron enormemente después de la reforma económica china.

En 1951 un edificio situado junto a este monasterio fue destinado a albergue para las tropas estacionadas en la isla. En 1956 se adapta como albergue otro edificio situado en las proximidades del monasterio y puesto al servicio del gobierno. Con las habitaciones disponibles para los creyentes budistas en el monasterio de Pujisi, en 1979 se ofrecían 220 camas en total sobre la isla. Pero en 1983 se habían abierto ya nuevos hoteles y casas de reposo, lo que daba en total 2.632 camas sobre la isla, todas dedicadas a los "forasteros".

Será a partir de 1983 que crecerán con fuerza los albergues y hoteles privados, además de los existentes en el monasterio y los del Estado. Ya había 221 en dicho año, con un total de 649 camas. Como la demanda iba aumentando rápidamente, al año siguiente la asociación budista de la isla de Putuo instaló habitaciones para los peregrinos en otros monasterios como se había hecho en el monasterio de Pujisi, con lo que se instalaron 441 camas más en dichos monasterios.

A finales de 1984 existían ya un total de 383 hoteles y albergues, (de los cuales 362 eran privados), ofreciendo en total 3.979 camas, (de las cuales 1.087 eran ofrecidas por la oferta privada, la mayoría en alquiler de habitaciones).

A partir de 1985 se va a producir un gran cambio con la apertura de albergues o casas de reposo por parte de la mayoría de entidades públicas, (entre éstas cabe destacar las de oficinas de víveres, materiales de construcción, albañilería, electricidad, finanzas e impuestos, policía, correos,…) en la isla de Putuo, con lo que van a aportar 4.015 camas más a la oferta de alojamiento. El problema será que estas nuevas camas irán destinadas en exclusividad a los empleados de estas instituciones y no a disposición de todos los turistas. Este mismo año, la oferta del sector privado fue ya de 1.933 camas.

El aumento de camas privadas y la gran diferencia con el número de camas en los hoteles y albergues colectivos hace expresar a Boulet (2006): "con la ligera apertura del régimen a principios de los años 80, la estación y su playa fueron abiertas a todos los chinos. Es preciso aclarar que, en esta época, las unidades de trabajo solamente enviaban a sus mejores empleados para pasar unos días junto al mar, los que venían con sus propios recursos eran muy pocos, principalmente por el coste de las vacaciones: la semana en pensión completa cuesta cien yuanes, más que un mes de salario". Por tanto se puede concluir que en estos tiempos los visitantes de la isla de Putuo son chinos que trabajan para el Estado o para instituciones públicas, ya que disponen de más medios para visitar la isla en relación con los otros chinos que no trabajan en una institución pública.

A finales de 1992 hay 57 albergues u hoteles colectivos en total sobre la isla, de los cuales, 28 pertenecen al estado (3.335 camas), 15 a instituciones públicas (1.307 camas), 7 al ejército (1.418 camas) y 7 a la asociación budista (981 camas), que ofrecen 7.041 camas en total. Hay que señalar que en 1992 el número de hoteles o albergues privados es de 255, poseyendo en total 9.193 camas, por lo que hay que resaltar que el número de camas en la oferta privada supera ya a la oferta de los establecimientos públicos. Todo ello hace suponer que los chinos "normales", que no son enviados por sus unidades de trabajo, tienen en estos momentos los medios necesarios para visitar o pasar unos días en Putuo.

Es curioso que ya en esta época se haya desarrollado enormemente la oferta de camas en las casas particulares en un proceso progresivo, aunque con algunos altibajos, así, según la Oficina de Turismo del archipiélago de Zhoushan su distribución era como se muestra en la Tabla 1.

Tabla 1: Número de alojamientos y de plazas
Fuente: Elaboración propia

Actualmente las cosas han cambiado radicalmente en cuanto al alojamiento. La primacía la ostentan los hoteles de cadena y las habitaciones particulares. Precisamente, las habitaciones particulares se encuentran en todas partes de la isla, han crecido por doquier, salvo en el gran núcleo de población que se ha creado al oeste de la isla, reservado en exclusiva a la población local. Se trata de un barrio nuevo, que se ha construido para albergar a los antiguos habitantes de la isla que vivían en los monasterios o en cabañas alrededor de los monasterios.

En 2014 no existía ningún hotel de 5 estrellas, pero sí dos de 4 estrellas. La Oficina de la Administración de Putuo decía no conocer exactamente el número de camas existentes sobre la isla, pero las calculaba alrededor de las 10.000, incluyendo las habitaciones alquiladas en las casas de la población local. Esta cifra es suficiente para albergar los turistas que vienen en períodos normales, incluso en los fines de semana, ya que bastantes peregrinos regresan en el día con el barco, o visitan las otras islas donde que el alojamiento es más barato. El problema se presenta durante las grandes fiestas religiosas, especialmente durante la fiesta de la primavera, en que pueden llegar en un solo día 70.000 visitantes. En estos casos, todo se pone en función de los peregrinos, se habilitan espacios en las casas particulares y en los templos, pero es difícil albergar unas cifras tan dispares de visitantes entre los días más frecuentados y los días de los meses de invierno. La estacionalidad es muy marcada.

Todo esto ha favorecido la explosión de oferta de habitaciones en alquiler en las casas particulares. Teóricamente, estas habitaciones están controladas y reglamentadas. El propietario debe presentar su solicitud a la Oficina, que dispone de un servicio especial en donde son analizadas las demandas y se examina si reúnen los requisitos necesarios en los aspectos sanitarios y prevención de incendios, principalmente, aunque la realidad sea difícil de precisar.

Es de suponer que con el gran cambio en la oferta y el predominio de lo privado (hoteles de cadena y habitaciones particulares) sobre los hoteles y albergues colectivos, también se ha producido un gran cambio en las prácticas y la tipología de los visitantes, entrando actualmente Putuo como un destino turístico completo, con oferta de turismo religioso y de ocio (naturaleza, mar, paseos), al mismo tiempo, y muchos turistas que compaginan las dos actividades.

CAMBIOS EN LAS MOTIVACIONES

Con base en los Anales del Monte Putuo (FANG, 2009), fuente oficial de información de la isla, entre los años 1980 y los 1990 ésta se transforma en un lugar de vacaciones. Como ejemplos, señala que entre el 24 y el 28 de Abril de 1983 la agencia del Diario de Liberación de Shanghái, la agencia del Diario de la Juventud, y el Palacio Municipal de la Juventud organizaron conjuntamente un grupo de 36 jóvenes para pasar las vacaciones en la isla. Del 2 al 6 de Julio de 1992 el Ministerio de Recursos Humanos del Estado envió también un grupo de 53 expertos e investigadores que habían realizado trabajos importantes, a pasar las vacaciones en la isla. En Julio de 1993 la Conferencia Política del Pueblo Chino, cuyos miembros son investigadores importantes, expertos y personas reconocidas en diferentes campos, organizó un grupo de 93 personas para pasar diez días en la isla. Al mismo tiempo, las casas oficiales de cura y reposo establecidas en la isla, acogieron a miles de jefes y buenos empleados cada año. De este modo, durante los años 1970, 1980 y principios de los 1990, la isla de Putuo no fue solamente un lugar sagrado para los peregrinos, sino también una estación estival, un lugar de vacaciones y de reposo importante para los chinos pertenecientes a unidades de trabajo públicas.

Si se compara el turismo del inicio de la reforma económica de China y el turismo actual en Putuo, se oserva que la estancia media de los turistas se ha reducido enormemente. El Vice-presidente del distrito de Putuo dijo en 2010 (YAN, 2011): "… la duración de la estancia media de los visitantes solamente es de un día y medio, esto implica que solamente se pasa una noche y se toman entre dos y tres comidas en la isla".

También se puede observar que durante los meses en que hay festividades de Buda, la isla recibe muchos más visitantes, lo que nos indica que prevalece la motivación religiosa sobre la vacacional (Figura 1).


Figura 1: Turistas nacionales por meses
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la Oficina de Administración Turística de Putuo

Si se analizan los períodos de visitas a Putuo de los turistas nacionales, se observa el gran peso que representan las tres grandes festividades budistas anuales como fechas de visita, y que corresponden a los meses de marzo, julio y octubre (aunque en julio sea algo menor por el exceso de calor). Se confirma que la isla es un destino religioso por excelencia.

El fuerte incremento que se produce en febrero (frente a enero y que tiene temperaturas igual de frías) es debido a la coincidencia con las celebraciones del Año Nuevo chino, que permite durante esta semana de vacaciones ir a visitar Putuo.

Los meses de abril y mayo se corresponden con los meses de temperaturas y clima más benignos y favorables, lo que explica el interés por visitarla en estos meses. Además, en marzo, durante 15 días, coincidiendo con el inicio de la primavera, desde 1990, se celebra el Festival de Turismo de Putuo, lo que explica el aumento de visitas durante este mes, y en Abril se celebra la fiesta de los muertos que también origina una "semana de oro" que permite el viaje de más gente.

Entre los otros factores que también tendrán influencia en las visitas a Putuo habrá que resaltar que en los meses de marzo y octubre se celebran las salidas escolares a lugares próximos, y de unos 3 días de duración, además de que en la provincia de Fujian durante los meses de marzo y abril se organizan los viajes para la tercera edad. Todos ellos harán de marzo, abril y mayo la temporada alta de visitas turísticas.

La alta frecuentación relativa de agosto obedece a la coincidencia de las vacaciones estivales, pero las altas temperaturas son un freno a las visitas masivas.

Junio y septiembre tienen baja frecuentación por coincidir con el inicio de las vacaciones escolares o del curso, por lo que las familias aprovechan para acoger a los estudiantes, de regreso o partida hacia sus lugares de estudio, lo que frena el viajar a otros destinos en estos momentos. Los meses de noviembre, diciembre y enero son la temporada baja, debido, especialmente, a las inclemencias del tiempo (Figura 2).


Figura 2: Turistas internacionales por meses
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la Oficina de Administración Turística de Putuo

La frecuentación de los turistas internacionales está mucho más ligada a las condiciones climatológicas, que en el caso de los nacionales, pero también está influenciada por las fiestas religiosas budistas. Así, podemos observar que la mayor frecuentación se da en los meses de temperaturas más suaves: primavera y otoño, con una fuerte disminución en los meses de fuertes calores (julio y agosto), y que la primavera, momento de las grandes celebraciones religiosas y del Festival del Turismo de Putuo, además del buen tiempo, es el momento en que la isla ofrece un mayor atractivo para los extranjeros.

NUEVO PLAN DE ORDENACIÓN TERRITORIAL

Según la entrevista realizada a la señora Liu (Directora de la Oficina de Administración de Putuo) el 5 de Mayo 2014, existe en 2014 un nuevo Plan de Ordenación Territorial para toda la isla. Es un plan que se originó en 2012 y que se está implantando en la actualidad. Su idea básica se resume en "aumentar la zona turística asegurando, al mismo tiempo, la calidad del servicio y la conservación del medio ambiente".

Este nuevo Plan se redactó desde la administración insular y se presentó el proyecto al Consejo de Asuntos del Estado, que tomó la decisión definitiva y que ha enviado el personal correspondiente para supervisar y controlar la realización del proyecto.

Este Plan ha provocado la desaparición de muchas viviendas y cultivos a lo largo de la isla, y su población se ha visto obligada a concentrarse en un nuevo núcleo urbano, al oeste de la isla, lejos de todo atractivo turístico y a abandonar sus residencias habituales. Todo este proceso de puesta en uso turístico de la mayor parte de Putuo, eliminando la presencia de la población local, se ha podido hacer teniendo en cuenta que el suelo es propiedad del estado en China y que los habitantes sólo tienen permiso de residencia en un espacio previamente convenido. Esto no les concede ningún derecho definitivo y por esto pueden ser desplazados de su residencia y deben instalarse dónde les asigne su nuevo alojamiento el Estado, abandonando sus cultivos si es preciso.

El nuevo Plan impulsa la transformación de tierras cultivadas en bosques, y en él está previsto que los responsables del desarrollo del Plan deben avisar con antelación a los campesinos del abandono de sus explotaciones, para la recuperación de la tierra por parte de las autoridades. En estos casos, se les asigna una suma de dinero para compensar los daños y se les concede un nuevo alojamiento en las construcciones realizadas para el realojamiento de dicha población. Hay otros casos en que los campesinos continúan cultivando las tierras, aunque esté previsto sobre el Plan que se abandonen y se transformen en bosque, en este caso, se les considera ilegales y no se les da ninguna recompensa.

A lo largo de la isla, especialmente en la costa oriental, se pueden observar durante 2014 y 2015 que casi todas las viviendas han sido arrasadas y muy pocas quedan ya en pie. Consultados los pocos habitantes que quedan ya, sobre la justificación de la demolición de las viviendas, éstos afirman que si estas viviendas habían sido construidas fuera de reglamento, eran demolidas obligatoriamente sin ninguna compensación, en cambio, si eran viviendas legales, los habitantes eran realojados en el nuevo núcleo poblacional del oeste.

Este Plan de Ordenación Territorial no afecta del mismo modo a los monasterios (que proliferan en abundancia). La construcción de nuevos templos y la conservación de los existentes corre a cargo de la Asociación Budista de China (ABC) y todos los asuntos que hacen referencia a ellos siguen otros trámites.

Así, si se trata de pequeños proyectos con un presupuesto limitado, por ejemplo la conservación del templo, la ABC toma la decisión después de haberlo hablado con la administración insular. Por el contrario, cuando se trata de grandes proyectos como la construcción de un nuevo templo, es necesario tener la autorización del Consejo de Asuntos del Estado. Así, preguntada la Sra. Liu por la construcción del enorme nuevo templo en el norte de la isla, su respuesta ha sido: "se ha autorizado el nuevo templo para desviar el flujo de los turistas y diversificar las funciones que cada templo cumple en la isla".

Lo curioso de las relaciones entre la ABC y la administración insular es la libertad económica de que disfrutan los templos. En la isla parece prevalecer el poder religioso budista sobre la administración comunista. Así, los templos tienen total independencia económica y son ellos los que reciben el dinero de los derechos de visita a la isla (que se paga a la llegada al puerto) y todas las donaciones que se les hacen. Al mismo tiempo, todos los gastos de mantenimiento o renovación, son por su cuenta. Existe un organismo completo, dentro de la ABC que se responsabiliza del funcionamiento de los templos, así como de su contabilidad, los recursos humanos (no olvidemos que muchos monjes reciben una asignación económica), la oficina de asuntos internos y la de asuntos externos, etc.

Ya que los templos reciben muchas donaciones, éstas son utilizadas también para mejorar la vida de los habitantes y así se está construyendo el puente que une las dos islas vecinas, así como el nuevo edificio de la escuela. Como se observa hay una relación total entre la administración budista y la política, pareciendo que la religiosa disfruta de una gran autonomía y libertad de acción administrando además grandes sumas de dinero.

CAMBIOS GENERACIONALES

Para analizar la evolución que se produce entre los visitantes actuales a la isla de Putuo se realizaron 500 encuestas en el primer fin de semana de mayo de 2015, aunque hay que matizar que es muy difícil realizar encuestas a la población china, ya que no están acostumbrados y desconfían de ellas, por lo que los resultados están algo distorsionados debido a que los jóvenes fueron más proclives a responder que las personas más adultas. A pesar de las dificultades en realizar las encuestas y a que la muestra no ha podido ser del todo representativa, comentamos los datos a modo orientativo y sin querer darles el valor científico que se pretendía a la hora de realizarlas.

Así se tiene que las encuestas fueron contestadas en un 67'2% por el grupo de edad entre los 20 y los 40 años, un 26'2% entre los de 40 y 60 años, un 4'5% entre los de menos de 20 años y solamente un 2'1% por los mayores de 60 años.

La reagrupación de las profesiones declaradas por los entrevistados se observan en la Tabla 2.

Tabla 2: Turistas encuestados según profesión
Fuente: Elaboración propia

Se puede observar a primera vista una presencia abundante de la clase media, incluso media-baja, y una ausencia de políticos (muy numerosos en China). Esto se corresponde mayoritariamente con la motivación religiosa de la visita, como se observa en la Tabla 3. (respuesta múltiple).

Tabla 3: Motivación para visitar Putuo
Fuente: Elaboración propia

En cuanto a la duración de la estancia, se observa que se corresponde con las estimaciones oficiales (Tabla 4).

Tabla 4: Duración de la estancia en Putuo
Fuente: Elaboración propia

Por esto la mayor parte de los visitantes pasan una sola noche, o van y regresan en el día. Las encuestas también confirmaron las declaraciones hechas por los responsables políticos sobre la procedencia de los visitantes, ya que el factor cercanía y la gran masa poblacional formada por las ciudades de sus alrededores son la base del origen de la mayor parte de ellos (Tabla 5).

Tabla 5: Origen de los encuestados
Fuente: Elaboración propia

CONCLUSIONES

Como se observa, la isla de Putuo ha tenido una gran importancia histórica para el budismo chino que ha sabido conservar a través de los siglos, a pesar de los vaivenes de las guerras y de las políticas culturales del gobierno. Su fuerza trasciende todos los impedimentos y prohibiciones impuestas, y vuelve a resurgir con fuerza cuando se la deja en libertad de nuevo.

Como montaña sagrada budista, se le añade una característica única frente a todas las otras montañas sagradas y es el hecho de su insularidad. Ésta no ha sido óbice en ningún momento para frenar su frecuentación o pérdida de popularidad, sino más bien al contrario, haciendo de Putuo la más frecuentada de las cuatro montañas sagradas, aunque también hay que matizar que la isla se encuentra situada en la provincia más creyente y más rica de China, cosa que favorece las visitas. Quizás el hecho insular, esta insularidad, le haya dado aún más fuerza. Todos sabemos del gran poder atractivo que tienen las islas para todo viajero y este halo de misterio que las envuelve aumentando su atractividad.

Un elemento más a tener en cuenta a la hora de analizar su altísima frecuentación frente a las otras dos montañas sagradas, son dos factores especiales: se trata de la única divinidad femenina, lo que la hace más sensible y compasiva para el creyente, y, por otra parte, el hecho de estar situada en una zona altamente poblada, con la presencia de grandes ciudades (como Shanghái, Hangzhou o Ningbo), que facilitan las visitas, frente a las otras montañas, mucho más alejadas de las grandes concentraciones urbanas.

En China, como en todo país que ha sufrido persecución religiosa y en donde la religión ha sido suprimida y/o atacada oficialmente, cuando esta fuerza opresora desaparece vuelve la religiosidad con fuerza y así ha ocurrido en todos los países con regímenes comunistas sea cual sea la religión; católicos (Polonia), ortodoxos (Rusia) o budistas (China).

Sin embargo, tras esta revitalización inicial las peregrinaciones y visitas religiosas se van mezclando con las prácticas de ocio a las que el bienestar económico y social las empuja. Hasta tal punto que es difícil precisar el peso que tiene en la práctica cada una de las motivaciones: religiosa o tiempo libre.

De todos modos, el predominio de la función religiosa es claro en la isla, como lo demuestra la poca duración de la estancia media, ya que el interés está en visitar los templos y después irse (favorecido por los altos precios), y el ocio se desarrolla en otras islas, más alejadas y con el mar menos contaminado, como sí ocurre en toda la costa de Putuo. Incluso la función gastronómica que tenía en tiempos pasados de ir a comer marisco y pescado a Putuo se está perdiendo. Los pescadores han desaparecido prácticamente de la isla y el pescado y marisco es importado, con lo que también está perdiendo este atractivo turístico.

En la gestión del espacio, se puede ver también la complementariedad de las dos motivaciones y el deseo de alargar en todo lo posible la duración de la estancia durante la visita. Así, mientras se ha desarrollado sobre la isla una densa red de transporte público que permite ir a los distintos templos con suma comodidad y rapidez para satisfacer las necesidades religiosas, incluso al pie de la gran escalera que permite ascender al templo de Huijisi, situado sobre el Monte Putuo; también se ha construido un teleférico que permite bajar de dicho templo (evitando la larga y penosa escalera), pero que dirige a los peregrinos-turistas hacia el norte, al nuevo templo de Baotuo Jiangsi, de manera que le alarga la visita y le ocupa una gran parte de la jornada. Desde allí, la mayoría también regresa en el autobús público, pero otros lo hacen a pie, obligando así a recorrer toda la costa este insular.

Además, y descendiendo del norte, enseguida que se llega a la primera playa, se ha construido una pasarela elevada de madera, transformada en paseo hasta llegar al puerto, que permite la contemplación del mar, de las playas y de las islas vecinas, transformando en un agradable deambular toda esta zona, en la que ya estaba situada la antigua estación balnearia de Baibusha y el kiosko de 1924. Rodeando todo este paseo de una vegetación exuberante y de flores que hacen el camino muy agradable.

Por tanto, se observa claramente este interés de la administración en hacer del destino religioso un espacio de ocio, de paseo, de contemplación de paisajes y unir al objetivo religioso este interés renovado y de cada vez más fuerte de la sociedad china por un paisaje natural y unos espacios menos contaminados que los que frecuenta cotidianamente.

La realidad es que actualmente los visitantes ocupan la mayor parte de su tiempo en pasear por las veredas, jugar en la playa, contemplar el paisaje y disfrutar de la gastronomía, además de visitar los templos. De este modo se pretende que la motivación principal para visitar la isla (religioso), pase a ocupar una parte de cada vez menor en la ocupación del tiempo de la visita y aparezcan ya los primeros turistas para los que la parte religiosa se limita al valor arquitectónico y cultural de los templos, mientras que el Parque Nacional pasa a ser el verdadero destino de su tiempo libre, y así alargar la estancia media.

¿Hasta qué punto va a predominar la motivación religiosa sobre la lúdica? ¿Se transformarán ambas en una actividad complementaria una de la otra? ¿Se trata de una iniciativa local para alargar la estancia del turista sobre la isla y evitar así que sólo la visite por unas horas, para ir a los templos, y regrese el mismo día sobre las otras islas? También hay que tener en cuenta una disminución de la religiosidad entre la población en estos últimos años, que favorece el desarrollo de los aspectos lúdicos.

Debe recordarse que el problema principal reside en que los alojamientos y restaurantes sobre las otras islas son más económicos que en Putuo, y que la isla de Zhujiajian, desde la que se toma el barco para desplazarse a Putuo, está unida por carretera mediante largos puentes a las otras islas y de allí al continente, dejando, por tanto, de ser verdaderas islas, ya que es posible desplazarse en coche de unas a otras y de allí a tierra firme. Todo esto obliga a la Administración de Putuo a poner en marcha programas, atracciones y publicidad para retener al turista en la isla, frente a las facilidades de transporte para poder visitar la isla durante sólo unas horas.

Se debe tener en cuenta que la Oficina de Administración de Putuo insiste siempre en la corta estancia media del peregrino sobre la isla y su gran interés en alargar su estancia, para que la riqueza se quede en el lugar. El objetivo real de dicha Oficina es transformar la totalidad de la isla en un espacio turístico y reducir la población local a un reducto aislado, lejos de la visión de los turistas y en la parte de la isla con un menor encanto (la nueva población se ha construido sobre tierra de relleno de una zona de marismas y junto a la presa que sirve de reserva de agua potable), un lugar nada turístico por cierto.

Todo esto nos hace pensar que el verdadero objetivo de la administración isleña es convertir la isla en un gran parque temático de tipo religioso. China está viviendo un momento de esplendor en las visitas a parques temáticos y éstos florecen por doquier, con cualquier excusa y tema. Eliminando de la vista del turista a la población local (necesaria para el funcionamiento de todo el sistema turístico), organizando las visitas con paseos agradables, jardines y lugares de contemplación del paisaje y los templos como centros de atracción (haciendo que haya que visitarlos a todos para tener una visita completa), se tiene a Putuo transformado en un gran parque de atracciones, que ha eliminado (escondido) su vida propia (la agricultura ha desaparecido prácticamente y no se ven casas de población local durante los paseos). Parece que Putuo ha entrado en los nuevos tiempos de los "Disneyworld"… o al menos éste parece ser el interés de las autoridades locales.

Agradecimiento: Este artículo es el resultado del proyecto de investigación subvencionado por el Centro de Investigación en Cultura y Economía Marítima de la provincia Shejiang, China, con el número de proyecto 13HYJDYY01.

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Recibido el 05 de enero de 2016
Reenviado el 26 de enero de 2016
Aceptado el 30 de enero de 2016

Arbitrado anónimamente

 

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