SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 issue10The Information and Technology transfer in the context of Extensive Communication: the Babel.comGuidelines for reference transactions in the Library of the Instituto Nacional de Tecnología Industrial author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

  • Have no cited articlesCited by SciELO

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Información, cultura y sociedad

Print version ISSN 1514-8327On-line version ISSN 1851-1740

Inf. cult. soc.  no.10 Ciudad Autónoma de Buenos Aires Jan./June 2004

 

El acceso temático en las Bibliotecas Públicas de la Ciudad de Buenos Aires 1

Subject access in public libraries of the city of Buenos Aires

Estela Chahbenderian

Biblioteca Max von Buch, Universidad de San Andrés. Vito Dumas 284. (1644) - Victoria, Buenos Aires, Argentina.   Correo electrónico: estela@udesa.edu.ar

Resumen: Se presentan los resultados de un trabajo de campo realizado en 2003, con el objetivo de conocer las herramientas de recuperación por materia ofrecidas por las bibliotecas públicas de la Ciudad de Buenos Aires.  Se describen  el vocabulario y el sistema de clasificación utilizados; como así  también, las posibilidades de acceso temático a través de estanterías abiertas, con un orden físico de la colección por materia, y catálogos en línea de acceso público. Se sugieren, al final, algunas recomendaciones  para  mejorar la eficiencia en la búsqueda por materia en las bibliotecas públicas.

Palabras clave: Acceso temático; Vocabularios; Sistemas de clasificación; Bibliotecas públicas; Buenos Aires (Argentina).

Abstract: The article presents the results of a field work carried out in 2003  to verify the tools of subject retrieval offered by public libraries in the city of Buenos Aires.  It describes the vocabulary and the classification system used and also the possibilities of subject access by open stacks with a physical arrangement of the collection by subject, and online public access catalogs. It concludes with some recommendations to improve the efficiency of  subject searching  in public libraries.

Keywords: Subject access; Vocabularies; Classification systems; Public libraries; Buenos Aires (Argentina)

Artículo recibido: 06-02-04.
Aceptado: 14-04-04.

Introducción

Las bibliotecas públicas basan sus servicios en garantizar la igualdad de acceso para todos, y una parte sustancial de ese acceso lo constituye la búsqueda por tema. Este tipo de búsqueda es la más compleja de todas porque se busca lo desconocido. Rara vez el usuario expresa el tema que necesita en términos precisos, rara vez estas expresiones de búsqueda coinciden con los lenguajes de indización utilizados por las bibliotecas, los cuales intentan, a su vez, controlar las diferentes expresiones utilizadas en los documentos para un mismo concepto. Ante estas dificultades, las bibliotecas se han preocupado, desde sus comienzos, en brindar diferentes herramientas de acceso temático como si fueran distintas puertas. Cada una de ellas, con sus fortalezas y debilidades, se complementa y se suma posibilitando la recuperación efectiva. Estas puertas las constituyen los vocabularios controlados, las palabras claves del lenguaje natural y los sistemas de clasificación.
 Las nuevas tecnologías, el entorno digital, el aumento de recursos de información en cantidad y variedad de soportes hizo más complejo el panorama del acceso temático en todo tipo de bibliotecas. Desde la década del ochenta la introducción de los catálogos en línea de acceso al público, Online Public Access Catalog (OPAC), potenció la búsqueda temática por la posibilidad de recuperación por palabra clave. Sin embargo, esta facilidad no reemplazó la necesidad de contar con vocabularios controlados que ofrezcan relaciones jerárquicas, asociativas y de sinonimia cada vez más ricas. En la actualidad, existen estudios de comportamiento de búsqueda del usuario para facilitar el diseño de sistemas de recuperación  efectiva.
En la Argentina se suman otras dificultades a las relacionadas con la efectividad de la recuperación. La ausencia de un sistema nacional de control bibliográfico y de una agencia bibliográfica nacional origina la falta de política y de estandarización en el acceso temático. Barber, Tripaldi y Pisano (1999) destacan la diversidad  del panorama bibliográfico con respecto al análisis temático en distintos tipos de bibliotecas: se utilizan listas de encabezamientos de materia, tesauros, vocabularios controlados propios o en combinación.
El sistema de bibliotecas públicas de la Ciudad de Buenos Aires  está coordinado por la Dirección General del Libro y Promoción de la Lectura, dependiente de la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad. La clasificación del material se realiza en forma centralizada en la misma Dirección, allí se elabora un Catálogo Centralizado en línea y se confeccionan las fichas para el catálogo manual de la biblioteca destinataria del material.
El presente trabajo de campo tiene como finalidad conocer el acceso temático actual ofrecido por las bibliotecas públicas de Buenos Aires, ya que se lo considera un aspecto esencial en la función democrática que cumplen estas instituciones como garantía de igual posibilidad de acceso para todos los miembros de la comunidad. Se basa en relevar las actuales herramientas utilizadas para determinar las facilidades o dificultades que se presentan desde el mismo sistema de control bibliográfico. No se investigará el punto de vista del usuario o sus modalidades de búsqueda por tema. Sería recomendable cubrir este aspecto tan esencial  en  otro estudio que permita relevar una muestra significativa del extenso y variado conjunto de población conformado por los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires que concurren a las bibliotecas.
La presente investigación permitirá  evaluar las posibilidades de desarrollo de una política de acción para que la recuperación temática sea más eficiente. A su vez, brindará un panorama que permita la futura planificación de proyectos de automatización y la adopción de estándares internacionales.

Marco teórico

1. Las bibliotecas públicas

En la Argentina existen dos tipos de bibliotecas de lectura pública, destaca Fernández (1998): las bibliotecas populares (establecidas por la Ley 419, promulgada por Sarmiento,  y actualmente regidas por la Ley 23.351) y las bibliotecas  públicas. Las primeras son creadas por un grupo de ciudadanos de una determinada comunidad que en una asamblea pública establecen sus estatutos y cuentan con personería jurídica. Su financiamiento depende de las cuotas de sus afiliados y del subsidio de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP). Totalizan 2.007 bibliotecas en todo el país y atraviesan, en líneas generales, severas dificultades de infraestructura, personal y presupuesto.
En similares condiciones, el segundo tipo, las bibliotecas públicas, dependen de un ente oficial que es el que designa su personal, financiación, organización y administración. Totalizan 43 en todo el país, de las cuales 26 pertenecen a la Ciudad de Buenos Aires dependiendo de la Dirección General del Libro y Promoción de la Lectura.

2. La recuperación temática

Las actuales tecnologías, el aumento exponencial de la información en una variedad de soportes y la demanda cada vez más exigente de los usuarios modificó significativamente el complejo mundo de la recuperación temática.
Chan y Hodges (1998)  destacan la dificultad de la búsqueda temática ya que se trata de una búsqueda por lo desconocido. Tradicionalmente las bibliotecas desarrollaron, según las autoras, dos herramientas para tal fin: los vocabularios controlados y los sistemas de clasificación. Actualmente, los catálogos en línea agregarían una tercera: el acceso temático por palabra clave. Chan (1994)  puntualiza los dos medios posibles de búsqueda temática en la actualidad:

a) Acceso por lenguaje natural o búsqueda de texto libre:

A través de palabras tomadas de los títulos, notas, resumen o contenido de los registros bibliográficos. En el caso de los catálogos manuales esta posibilidad se reduce a sólo la primera palabra del título.
Las ventajas son, según Chan (1994), que se recupera la terminología usada por el autor, como así también los términos más actuales. Taylor (1995) agrega bajo costo, simplicidad en las búsquedas y ausencia de errores humanos de indización. Como desventajas, ambos autores  señalan el hecho de que las palabras pueden tener más de un significado en distintos contextos, y que los autores pueden referirse a un mismo concepto con distintos términos.

b) Acceso por vocabulario controlado:

Se asigna a cada registro palabras o frases tomadas de una lista de términos de indización temáticos,  donde cada término representa un sólo concepto y cada concepto es representado por un solo término.  Lancaster (1996) define un vocabulario controlado como una lista de términos autorizados que incluye alguna forma de estructura semántica destinada a controlar sinónimos (optando por una única forma normalizada, con remisión a todas las otras); diferenciar homógrafos y reunir términos con relaciones jerárquicas o asociativas.

La mayor parte de los catálogos de bibliotecas, sean manuales u OPACs, utilizan, según Chan (1994), encabezamientos de materia como vocabulario controlado mientras que los servicios de indización y resúmenes usan descriptores. Los términos elegidos son mantenidos en la Lista de encabezamientos de materia en el primer caso y en Tesauros en el segundo. En el caso de los sinónimos se establecen referencias de véase que conducen del término no autorizado al autorizado. Las relaciones jerárquicas y asociativas se indican con referencias de véase además, pudiéndose diferenciar el tipo de relación entre términos cuando se establecen remisiones a términos más generales, más específicos o relacionados.
Taylor cita diferentes estudios que demuestran que la mayor parte de las búsquedas en línea son temáticas, y que el uso de la palabra clave y el lenguaje libre no eliminó la necesidad de contar con un vocabulario controlado.  Ambos sistemas, búsqueda por palabra clave y vocabulario controlado, son complementarios y no deben verse como antagonistas (Taylor 1995; 1999).
En cuanto a los sistemas de clasificación, Lancaster (1996) los incluye como un tipo de vocabulario controlado que presenta los términos sistemáticamente. Chan (1994) destaca la doble función que cumplen en las bibliotecas: para ordenar físicamente los materiales en las estanterías siguiendo un orden lógico y para brindar un acceso temático sistemático en el catálogo.

  Principios en el proceso de análisis temático
Chan (1994) destaca que los principios se basan en lograr los dos objetivos planteados por Charles Ammi Cutter en su «Reglas para un catálogo diccionario», con respecto al acceso temático: a) permitir encontrar a una persona un libro sobre un tema conocido y b) mostrar todo lo que la biblioteca tiene sobre un determinado tema. Para ello, Chan (1994)  puntualiza lo que se debe tener en cuenta al indizar:

  • Conveniencia del usuario: los clasificadores deben tener en cuenta y respetar la manera en que los usuarios acostumbran a expresar los temas, aunque a veces esto demande sacrificar cierta lógica o simplicidad.
  • Encabezamientos uniformes y únicos:  todos los materiales que traten el mismo concepto deben clasificarse con igual término de indización (uniformes) y a su vez el mismo término no debe usarse para más de un concepto (únicos).
  • Entrada específica y directa: el principio de especificidad se aplica tanto a la construcción del vocabulario controlado como a la práctica de la clasificación: a un documento se le debe asignar el término de indización más específico que represente su contenido. Las entradas en el  índice temático del catálogo deben ser además de específicas, directas (y no bajo una categoría más general)
  • Consistencia y terminología actualizada: los dos elementos que se deben considerar para lograr este principio son los sinónimos y los cambios de uso. Entre los sinónimos, se debe preferir el de uso más común y no el término científico. Una vez elegido un término puede volverse obsoleto con el tiempo. El equilibrio entre mantener un vocabulario actualizado y evitar costos de reclasificación no es sencillo, es por eso que la nueva terminología requiere tiempo para decantar.

Taylor (1999) coincide con Chan (1994) y agrega el principio de:

  • Garantía bibliográfica: la terminología que se agrega a una lista de encabezamientos de materia o tesauro al aparecer un nuevo concepto debe basarse en documentos existentes y que necesitan ser clasificados,  y no por una decisión teórica y artificiosa del clasificador.

En cuanto  a la práctica de la indización Taylor (1999) y Lancaster (1996) destacan el principio de:

  • Exhaustividad: es el número de términos asignados a cada documento y depende de la política de indización de cada unidad de información. Cuantos más términos sean asignados para indizar un documento más accesible se volverá y, en consecuencia, será más recuperable.

Identificación de conceptos

Taylor (1999) diferencia los tipos de conceptos que pueden ser utilizados como temas:

  • Tópicos: sobre qué trata el ítem o para qué es útil
  • Nombres: personas, entidades, áreas geográficas, edificios, sitios arqueológicos, etc.
  • Períodos cronológicos
  • Forma:  física (mapas, fotografías, etc.); tipo de dato que contienen (bibliografías, estadísticas, etc.); estilo, técnica, audiencia a la que se dirige, etc. (novelas, historietas, obras juveniles, populares, etc.)

Herramientas de acceso temático en las bibliotecas

a. Vocabularios controlados

Taylor (1999) menciona tres tipos de vocabularios controlados: listas de  encabezamientos de materia, tesauros y ontologías. Entre éstos, el más utilizado en la comunidad bibliotecaria es la lista de encabezamientos de materia, sobre todo en bibliotecas de temática general, ya que los tesauros cubren áreas del conocimiento más específicas.     
Las dos listas más usadas son la Library of Congress Subject Headings (LCSH) y Sears List of Subject Headings (Sears), ambas cuentan con traducciones al español y se actualizan periódicamente. La primera fue desarrollada para clasificar la colección de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y la segunda es una versión más acorde con bibliotecas de menor tamaño con necesidades más generales, como en el caso de las bibliotecas públicas y escolares.
Taylor (1999), y Chan y Hodges (1998) coinciden en que las listas de encabezamientos de materia fueron creadas pensando en el formato ficha de los catálogos manuales y que en la actualidad  se potenció su capacidad de recuperación con el acceso por palabra clave y el uso de operadores booleanos que brindan los OPACs.

b. Sistemas de clasificación

Los tres esquemas de clasificación de tipo general más importantes son:

  • Clasificación Decimal Dewey (CDD)
  • Clasificación de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos (Library of Congress Classification, LCC)
  • Clasificación Decimal Universal (CDU)

Chan y Hodges (1998) destacan sus méritos y dónde se utilizan generalmente:
• CDD:  tiene una notación numérica muy simple, su uso trascendió fronteras de lenguaje y escritura. Es jerárquica, facetada, se actualiza regularmente, su tendencia al punto de vista estadounidense fue corregida en las últimas ediciones, se tradujo a muchos idiomas y se encuentran gran cantidad de registros en los catálogos colectivos internacionales con este sistema. Cubre todo el universo del conocimiento en forma coherente. Se usa en bibliotecas generales tanto escolares como públicas y académicas, y también para clasificar bibliografías nacionales.
• LCC: se utiliza más como un dispositivo para el orden físico en los estantes; fue diseñada para una biblioteca específica y, sin embargo, es la más difundida en los registros de los catálogos colectivos internacionales (sobre todo entre bibliotecas académicas), se actualiza con asiduidad. Chan (1994) agrega que es un sistema extenso y enumerativo, cada clase fue desarrollada por especialistas, su tendencia al punto de vista estadounidense es muy marcada y es costosa. Foskett (1997) agrega que la notación es mixta (alfanumérica)  y no jerárquica. La falta de un índice general demuestra que cada clase se elaboró en forma aislada con respecto al esquema general.
• CDU: se basa en la CDD y su notación es numérica, jerárquica y facetada, usa caracteres especiales para indicar relaciones temáticas. Esto la hace un sistema complejo como dispositivo para el orden físico en los estantes pero le da ventajas como sistema de recuperación de información (fue creado para el catálogo sistemático de la bibliografía universal, propuesta en 1895 por P. Otlet y H. La Fontaine). Con los años se fue diferenciando cada vez más de la CDD. En algunas áreas científicas y técnicas se llegó a desarrollar con más profundidad, se trata de un sistema adecuado para bibliotecas especializadas. Se publica en varios idiomas.  Foskett (1997) destaca que su uso se generalizó en las bibliotecas especializadas de Europa, Australia, Sudamérica y Norte de África, como así también en las bibliotecas de Ciencia y Tecnología de Rusia. El sistema brinda ventajas en las búsquedas en línea debido a su notación  jerárquica.

Desafíos actuales en la recuperación temática
La búsqueda temática, según Fernández Molina y Moya Anegón (1998) ha estado relegada tradicionalmente en las bibliotecas, pero la irrupción de los OPAC provocó el resurgimiento del interés de  los bibliotecarios en todos los aspectos del acceso por materias. La mayor parte de las búsquedas de los usuarios de los OPAC son temáticas y, además, son las que presentan mayores problemas.  Estos problemas son de dos tipos: fallo en la búsqueda (no recuperar nada o casi nada porque los usuarios utilizan un lenguaje distinto a los encabezamientos de materia, desconocen el vocabulario controlado, etc.) y sobrecarga de información (recuperar demasiado por el tamaño de la base, la búsqueda por palabra clave, mal uso de la lógica booleana, etc.). Las soluciones deben centrarse en tres factores que determinan el éxito del OPAC:

  • Base de datos; mejorar la escasez y poca calidad de la información temática contenida en los registros: encabezamientos de materia, palabras clave y sistema de clasificación.
  • Métodos de búsqueda y recuperación; el sistema debe facilitar equiparación parcial, reducción de términos a la raíz, corrección de errores ortográficos y tipográficos, mecanismos de relevance feedback, etc.
  • Interfaz del usuario: el sistema debería ser capaz de decir al usuario qué hacer, cómo hacerlo y por qué puede mejorar los resultados.

El futuro del acceso temático dependerá significativamente de estos desarrollos.

Objetivos e hipótesis de trabajo

Objetivo general:
La investigación tiene como objetivo conocer el estado actual del acceso temático en las bibliotecas públicas de la Ciudad de Buenos Aires.

Objetivos específicos:
• Conocer las herramientas utilizadas para el acceso temático en la Dirección General del Libro y Promoción de la Lectura como organización centralizadora de este proceso.
• Relevar las facilidades de búsqueda temática ofrecidas por las bibliotecas públicas de la Ciudad de Buenos Aires.
• Entrevistar al personal de una muestra de las bibliotecas relevadas sobre su experiencia en la búsqueda temática y las estrategias que utilizan con las actuales herramientas de acceso por materia.

Hipótesis de trabajo:
El acceso temático en las bibliotecas públicas de la Ciudad de Buenos Aires está limitado por el uso de un vocabulario controlado poco desarrollado, por la falta de automatización de los catálogos, por la ausencia de un catálogo alfabético de materias disponible al público y por la carencia o falta de estanterías abiertas ordenadas temáticamente.

Metodología

La investigación fue de tipo descriptiva para conocer el grado de desarrollo del acceso temático en las bibliotecas públicas de la Ciudad de Buenos Aires. La metodología utilizada fue cuali-cuantitativa y las técnicas usadas fueron la encuesta y la entrevista.

Unidades de análisis

  • La   Dirección General del Libro y Promoción de la  Lectura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que coordina el sistema de bibliotecas públicas de la ciudad. Es la encargada de adquirir el material, procesarlo y distribuirlo a cada institución. La catalogación y la clasificación se centralizan en el Departamento Técnico de la misma Dirección. Cada ítem bibliográfico que ingresa se procesa y se confecciona tanto el registro en el Catálogo Centralizado en línea como las fichas del catálogo manual de la biblioteca destinataria del material.
  • Bibliotecas públicas dependientes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Se encuestaron 24 instituciones distribuidas en distintos barrios (ver listado en Anexos). El total de bibliotecas públicas es de 26 pero se exceptuaron para este estudio las dos bibliotecas exclusivamente infantiles (B. Enrique Banchs y B. Alvaro Yunque) ya que el acceso temático en este tipo de bibliotecas debería encararse de diferente manera (tanto para el vocabulario controlado como para la clasificación en la estantería). Las bibliotecas relevadas son todas generales, salvo tres que son especializadas: B. Alfonsina Storni (en el tema de la mujer); B. Julio Cortázar (en narrativa moderna) y B. Evaristo Carriego (en poesía).
  • Muestra de las bibliotecas públicas más concurridas. Según los datos arrojados por el Gobierno municipal en un estudio realizado en 1999 2 las bibliotecas más concurridas son:

    B. Manuel Gálvez
    B. Carlos Guido y Spano
    B. Javier Villafañe
    B. Antonio Devoto
    B. Martín del Barco Centenera
    B. Leopoldo Lugones.

Instrumentos

Se elaboraron dos guías de entrevistas y un modelo de encuesta (ver  Anexo I):

  • Entrevista al personal a cargo del análisis temático en el Departamento Técnico de la Dirección General del Libro y Promoción de la Lectura.
  • Encuesta telefónica con preguntas cerradas a todas las bibliotecas públicas pertenecientes a la población relevada.    
  • Entrevista al personal  de una muestra de las bibliotecas más concurridas dentro de las relevadas.    

Procedimientos

Se siguieron los siguientes pasos:

  1. Diseño de las guías de las entrevistas y del modelo de la encuesta siguiendo la bibliografía identificada en el marco teórico.    
  2. Confección del listado de bibliotecas a relevar.              
  3. Confección de la muestra de las bibliotecas donde se entrevistó al personal: se eligieron las seis bibliotecas con mayor afluencia de lectores.
  4. Contacto telefónico con la Dirección General del Libro y Promoción de la Lectura y concertación y realización de la entrevista.  
  5. Realización de las encuestas telefónicas.         
  6. Visitas a las bibliotecas de la muestra y realización de las entrevistas al personal. 
  7. Obtención  y registro de los datos y preparación para el análisis.
  8. Análisis e interpretación de los datos.             
  9. Elaboración de las conclusiones y de las recomendaciones finales.          

Análisis de los resultados

1. Entrevista en la Dirección General del Libro y Promoción de la Lectura

La entrevista se realizó en el Departamento Técnico de la Dirección, en abril de 2003, en forma personal a los dos bibliotecarios que están a cargo del análisis temático de los materiales que ingresan a las bibliotecas públicas. El personal bibliotecario fue incorporado a este Departamento hace solo siete años, coincidiendo con el comienzo de la automatización del catálogo centralizado. Anteriormente, el procesamiento técnico era realizado por personal administrativo. Se obtuvieron los datos que se detallan a continuación.
El control bibliográfico de todos los materiales que ingresan a las bibliotecas públicas municipales se realiza en el Departamento Técnico. Allí se confecciona el catálogo centralizado de los fondos bibliográficos de todas las unidades de información.
Los documentos se incorporan por compra o donación.  Existe una política de selección previa del material donado, solo se ingresan los ítem cuya donación es aprobada, previo control de cantidad y calidad. En el Departamento Técnico  se procesan los materiales seleccionados: se llena una hoja de trabajo o de entrada de datos en forma manual con la descripción de cada obra y su clasificación y luego se ingresan los registros en la computadora. Se utiliza el software CDS/ISIS, versión 3.07, y un formato propio, Biblos.
Se imprimen juegos de fichas completos para cada obra. Como último paso se procede a la distribución: se decide a qué biblioteca irá cada ítem de acuerdo con el tamaño o la especialización de cada biblioteca destinataria (infantiles, generales, especializadas). De este modo, las bibliotecas destinatarias reciben los materiales con su juego de fichas completo, tanto para el catálogo manual como para el sobre de préstamos adjuntado al ítem.  El tejuelo es lo único que no se realiza en forma centralizada, cada biblioteca pública lo confecciona de acuerdo con su sistema de ordenamiento en el estante.
De las bibliotecas públicas, siete tienen computadora y reciben periódicamente una actualización del catálogo centralizado en disquete.
Con respecto al sistema de clasificación, se utiliza la Clasificación Decimal Universal (CDU), recientemente se ha adquirido la edición más actualizada (Ed. 2000, en 3 volúmenes). Se utiliza tanto para el ordenamiento en los estantes (no en todas las bibliotecas) como para el catálogo sistemático de materias (en todas).
La lista de términos temáticos fue confeccionada por el Departamento Técnico, no existe una versión impresa de la misma. Los términos se adjudican a cada documento consultándolos del mismo índice de materias del catálogo. No se optó por un tesauro ya que no se encontró ninguno que se adecue a las expresiones y formas de hablar argentinas. Por lo tanto, se utilizan algunos términos extraídos de la CDU y se agregan otros confeccionados por los bibliotecarios.  Su estructura responde más a encabezamientos de materia que a descriptores.
La actualización es muy esporádica, cuando surge la necesidad de un término nuevo o de modificar alguno ya existente se busca un consenso entre los bibliotecarios.  Pero estos manifiestan que los términos ya existentes y cargados en la base les son suficientes y no es frecuente la incorporación de otros nuevos términos.  En la elección de nuevos términos se basan en los principios de garantía bibliográfica, conveniencia del usuario y especificidad.
No existen relaciones de sinonimia, o del tipo jerárquicas o asociativas entre los términos. A algunos términos de indización se les agrega un calificador, entre paréntesis,  con un término más general. Otros tienen subencabezamientos de lugar y/o forma (ejemplo: Geografía económica - Argentina - Texto de secundario). Al término asignado en primer lugar se lo considera principal y en caso de que se agregue un segundo término es secundario. Ante la pregunta si no existen dificultades de conceptos iguales indizados con sinónimos, admitieron que sí existen muchos sinónimos en la base, lo que dificulta el acierto en la recuperación temática.
No hay una política explícita de exhaustividad, en general, se asignan dos o más términos de indización. En el caso de los encabezamientos compuestos se ingresan en cada registro las formas autorizadas junto a las invertidas (ejemplo: Internet - Política; Política e Internet). Eso hace que a simple vista el número de términos de indización parezca mayor de lo que es en realidad. Los conceptos que se identifican son: tópicos, nombres personales, de entidades, geográficos, períodos cronológicos y formas.
En cuanto al catálogo centralizado, es en línea y no es de acceso al público, sólo accede el personal y los usuarios que llaman por teléfono. Las búsquedas que se realizan son en su mayor parte por ítem conocido (determinado autor y/o determinado título).  Las búsquedas temáticas son muy poco frecuentes. Los puntos de acceso son: autor, título, reunión, clasificación, palabras de título, palabras de resumen, tema principal, tema secundario y no. de inventario.

2.     Encuesta a las bibliotecas públicas

La encuesta se realizó en forma telefónica a 22 de las 24 bibliotecas especificadas en el punto Unidades de análisis de la Metodología, durante la segunda quincena de abril de 2003. Las dos bibliotecas restantes (B. Hilario Ascasubi y  B. Julio Cortázar) debieron ser relevadas personalmente porque no aceptaron la modalidad  telefónica.
En la primera parte de la encuesta se reunió información general sobre las unidades de información (cómo está conformada la colección, el personal, si llevan estadísticas de uso y si ofrecen servicio de referencia). Si bien estas preguntas no tienen una relación directa con el acceso temático  aportan un contexto significativo para su comprensión.
Los datos obtenidos fueron los siguientes: las colecciones de las bibliotecas relevadas están formadas casi exclusivamente por monografías impresas. Su tamaño varía entre 2.583 volúmenes (B. Javier Villafañe) y 46.725 volúmenes (B. Miguel Cané), con un promedio de 15.430 volúmenes.

El número de publicaciones en serie y materiales especiales es muy poco significativo. Solo cuatro bibliotecas tienen publicaciones en serie y con muy pocos títulos.
De los materiales especiales las videograbaciones son los más frecuentes, quince bibliotecas las poseen aunque el número es escaso (varía entre 30 y 150 ítem por biblioteca). En segundo lugar, los recursos electrónicos, catorce bibliotecas los poseen en forma de CD-ROMs (sólo una respondió tener disquetes además de CD-ROMs), su número varía de 10 a 100 ítem por unidad de información. Y por último, las grabaciones sonoras son prácticamente inexistentes (sólo dos bibliotecas las tienen y su número no supera los 50 ítem).
En cuanto al personal, sólo cuatro de las bibliotecas relevadas no cuentan con bibliotecarios en su plantel, y la dotación de personal (bibliotecario y administrativo) totaliza un promedio de cinco personas por biblioteca.
Todas las bibliotecas elaboran las mismas estadísticas de uso para elevar mensualmente a la Dirección General del Libro y Promoción de la Lectura.  Se registra concurrencia, préstamos (cantidad por edad, sexo y nacionalidad de los usuarios) e ítem requeridos (cantidad por tema). Estos datos facilitarían, en el futuro, la identificación de una muestra de usuarios para poder investigar su punto de vista con respecto a la búsqueda temática.
La mitad de las bibliotecas estudiadas (doce) declaran ofrecer servicio de referencia a los usuarios.

En la segunda parte de la encuesta se relevaron los datos relacionados directamente con el acceso temático:
Con respecto a la estantería, nueve bibliotecas (37,5%) ofrecen estanterías abiertas, otras nueve (37,5 %) mixtas (una parte de la colección se ofrece en estantería abierta, en un caso se trataba de la colección de referencia, en otros dos, la colección de literatura de ficción) y las seis restantes (25%), cerradas.

El orden de la estantería es predominantemente temático.  El 87,5% de las bibliotecas (21 unidades) ordena sus libros temáticamente, de la siguiente manera: 16 utilizan CDU, de las cuales 9 ofrecen estantería abierta, 4 cerrada y 3 mixta.  Dos utilizan sistema de clasificación temática propio, una en estantería cerrada y la otra mixta; una utiliza CDU y Clasificación Decimal de Dewey (CDD), parte de la colección está en estantería abierta y parte en estantería cerrada, lo cual no depende del sistema de clasificación sino de la ubicación y del tipo de mueble; una utiliza CDU y sistema de clasificación temática propio, parte de la colección está en estantería abierta y parte en estantería cerrada, lo cual no depende del sistema de clasificación sino de la ubicación y tipo de mueble; una utiliza CDU y sistema de clasificación propio no temático, parte de la colección está en estantería abierta y parte en estantería cerrada, lo cual no depende del sistema de clasificación sino de la ubicación y tipo de mueble. Las 3 bibliotecas restantes (12,5%) utilizan un orden no temático: dos usan un código propio (una en estantería cerrada y la otra, mixta) y la tercera ordena la colección por orden de llegada, en estantería mixta.

El catálogo de acceso al público es, en todos los casos, manual; solo una biblioteca ofrece un catálogo en línea al público pero se trata del catálogo centralizado de la Dirección General del Libro y Promoción de la Lectura y no el de la propia colección.
Con respecto a los puntos de acceso que ofrecen los catálogos manuales, todos tienen índices de autor y de título.  21 bibliotecas ofrecen además índice de materias, dentro de éstas, en 18 se trata de un  catálogo sistemático por CDU, dos por CDU y CDD y una sola ofrece alfabético por materia y sistemático por CDU (B. Gálvez). La única biblioteca que ofrece catálogo alfabético por materias, lo confecciona localmente siguiendo la Lista de Encabezamientos de las Bibliotecas Públicas de Madrid, y lo hacen porque declaran que ningún usuario entiende el catálogo sistemático por CDU, y que la única forma en que se puede buscar por tema es la alfabética. Muchos de los catálogos sistemáticos no cuentan con índices alfabéticos actualizados.
Cuatro bibliotecas de las 24 relevadas están en proceso de automatizar sus catálogos. Siete cuentan con una computadora para el personal (que no es de acceso al público) por la cual se puede acceder al catálogo centralizado (el mismo se actualiza irregularmente, a medida que se reciben los disquetes de la Dirección General del Libro y Promoción de la Lectura).

3. Entrevistas al personal de una muestra de las bibliotecas

 Las entrevistas se realizaron en forma personal en las bibliotecas de la muestra los días 25 de abril (B. Barco Centenera; B. Gálvez; B. Guido y Spano; B. Lugones) y 2 de mayo de 2003 (B. Villafañe y B. Devoto).
Respecto del personal entrevistado en las seis bibliotecas, cuatro son bibliotecarios y dos administrativos. Todos, en líneas generales, tienen amplia experiencia en atención al público y ocupan sus cargos desde hace varios años.
Las búsquedas temáticas son muy frecuentes para tres de ellos y son las más frecuentes para los otros tres. En algunos casos, el predominio de la búsqueda temática en relación con la búsqueda por ítem conocido (determinado autor y/o determinado título) se vincula con el tipo de lector: tres de los entrevistados declaran que los alumnos de escuela primaria y secundaria buscan siempre por tema; uno en cambio relacionó la búsqueda temática con el público adulto.
Los seis entrevistados aceptan que ante una búsqueda temática el lector acude siempre al mostrador y delega la búsqueda en el personal. En cinco casos el personal realiza todo el proceso de búsqueda, mientras que en una biblioteca (la única con catálogo alfabético de materias) deriva al lector al catálogo para que busque él mismo. Los entrevistados observan que cuando el usuario busca por ítem conocido (determinado autor y/o determinado título) acude directamente al catálogo.
Con respecto a las estrategias de búsqueda utilizadas por el personal cuando necesita buscar un tema determinado (se les planteó que intentaran buscar material sobre Internet; globalización; postcomunismo),  todos recurren a la memoria y conocen el lugar de la estantería donde suponen que pueden encontrar algo sobre el tema.  En caso de no saber dónde buscar, cada uno recurre a distintas opciones. Tres de los entrevistados acudieron al catálogo sistemático (B. Guido y Spano, B. Lugones y B. del Barco Centenera). Sin embargo, esta opción se dificulta cuando el tema es desconocido ya que, de las bibliotecas visitadas, ninguna contaba con un índice alfabético actualizado del catálogo sistemático; solo se tiene un esquema muy general de la CDU  apoyado sobre el fichero. Dos de los entrevistados (B. Devoto y B. Guido y Spano) llevan un cuaderno o un catálogo en fichas con las búsquedas temáticas difíciles que han realizado alguna vez y sus correspondientes respuestas (la ubicación de los libros). Dos de los entrevistados acuden al Catálogo Centralizado, uno utiliza el que está en línea (B. Guido y Spano) ya que le permite buscar alfabéticamente por tema; y el otro (B. Villafañe) utiliza la línea telefónica gratuita.  El bibliotecario de la B. Gálvez aclaró también que en caso de no conocer los términos de búsqueda que plantea el usuario, utiliza los repertorios de referencia para comprender el área temática que debe buscar (nombró varios léxicos y vocabularios que lo ayudan en sus búsquedas).
De los entrevistados, los dos administrativos no expresaron dificultad ante la búsqueda temática. Los pedidos de material sobre temas previsibles, como son los correspondientes a las materias de la escuela, se resuelven, para ellos,  con un grado aceptable de acierto. Por su parte, los bibliotecarios se muestran más preocupados ante el grado de eficiencia en la recuperación; conscientes de que existe más material pertinente, al que no se accede por un sistema inadecuado, se preocupan por desarrollar herramientas propias (como los cuadernos o fichas con búsquedas complejas ya resueltas)  o acudir a repertorios de referencia que les brinden un contexto ante lo desconocido. El  bibliotecario advierte el silencio, o sea, todo aquello que no se recupera, lo cual constituye una baja tasa de acierto.

Conclusión y recomendaciones

La biblioteca pública, considerada como elemento clave facilitador del desarrollo y la cohesión social, debe asumir en Argentina un rol activo en la vida cotidiana de la comunidad a la que sirve, garantizando iguales oportunidades de acceso a la información.
El acceso temático es una parte sustancial de la búsqueda de información. Las entrevistas realizadas para este trabajo confirman que en las bibliotecas públicas de la Ciudad de Buenos Aires la búsqueda temática es muy frecuente o,  incluso, la más frecuente.
La complejidad de este tipo de búsqueda no se ha resuelto con las nuevas tecnologías, el lector necesita varios instrumentos, con un abanico de posibilidades, cuando busca un determinado tema. De esta forma,  el lenguaje libre no reemplaza al vocabulario controlado sino que lo complementa, y la búsqueda temática en un OPAC puede complementarse con la posibilidad de serendipia que ofrece la estantería abierta ordenada por tema.
Para elaborar las conclusiones se presentan estas herramientas, tomadas del marco teórico, como las distintas puertas de acceso temático, todas necesarias y complementarias.

  • Una puerta importante la constituye el lenguaje natural. Las palabras de los títulos, notas o resúmenes  aportan la terminología actualizada y la empleada por los mismos autores. El uso de la computadora permite recuperar por palabra clave en cualquiera de estos campos. Las bibliotecas relevadas no tienen automatizados sus catálogos, por lo tanto, esta vía permanece cerrada, salvo en el caso de la primera palabra del título que se puede recuperar en el catálogo manual de títulos.
  • El vocabulario controlado es otra puerta muy importante. Resuelve los problemas que causa la recuperación por palabra clave. Controla los sinónimos permitiendo al catálogo cumplir con su segundo objetivo, expresado por Cutter en 1876, de reunir todas las variantes de cada punto de acceso, y ofrece una red de relaciones jerárquicas y asociativas entre términos, permitiendo al catálogo cumplir con otro objetivo, expresado por Svenonius (2000), el de la navegación; en la búsqueda por materia este aspecto es esencial. La lista de términos temáticos utilizada por la Dirección General del Libro y Promoción de la Lectura no se puede considerar como un vocabulario controlado: carece de la estructura de relaciones de sinonimia, asociativas y jerárquicas, y su actualización es esporádica. A esto se suma la imposibilidad de acceso a este vocabulario por parte de los usuarios de las bibliotecas públicas (en aquellas que tienen computadora, sólo el personal puede acceder al catálogo centralizado en línea) a menos que lo consulten telefónicamente. Ninguna de las bibliotecas relevadas ofrece un catálogo alfabético por materias, la única excepción la constituye la B. Gálvez, que ha confeccionado su propio catálogo utilizando un vocabulario controlado (la Lista de encabezamientos de materia de las bibliotecas públicas de España).
    Por lo tanto, la entrada del vocabulario controlado también permanece cerrada.
  • Otra puerta al acceso temático lo constituyen los sistemas de clasificación,desde dos puntos de vista, como dispositivos para el orden físico y para la recuperación temática en el catálogo.

•  Para el orden físico:

Diecinueve de las veinticuatro bibliotecas relevadas (79%) utilizan CDU  (dieciséis en forma exclusiva y  tres en combinación con  otro sistema).  Si bien es una proporción significativa existen dos limitaciones. La primera es que para que el orden temático ayude al usuario en la búsqueda, la estantería debe ser abierta, y solo nueve de estas bibliotecas (37,5%) la ofrecen. Y como segunda limitación, siguiendo el marco teórico, la CDU es un sistema complejo para el orden físico en los estantes, más aún para una biblioteca pública, por eso se ha  generalizado en bibliotecas especializadas.

• Para la recuperación temática en el catálogo:

Veintiuna bibliotecas de las veinticuatro relevadas (87,5%) ofrecen esta posibilidad a través de sus catálogos manuales sistemáticos. Existe una gran dificultad y es que en varios de estos catálogos no hay un índice alfabético, y en los que sí lo hay, generalmente, está desactualizado. Esto impide la búsqueda ya que el usuario debe adivinar en qué clase estará el tema específico que necesita.
En conclusión, la puerta del acceso temático por sistemas de clasificación está abierta con graves limitaciones, como dispositivo de orden físico sólo para un 37,5 % de las bibliotecas y como dispositivo de recuperación temática, si bien se ofrece la posibilidad en la mayoría de las bibliotecas, su uso es muy bajo por parte de los usuarios (lo utiliza más el personal, quien realiza las búsquedas temáticas para los usuarios) por la dificultad que significa la ausencia de un índice alfabético.
 Los OPAC constituyen también una puerta al acceso temático, no solo por la poderosa posibilidad de la búsqueda por palabra clave sino también por las ayudas en línea, la posibilidad de búsquedas booleanas, truncamiento, etc. En las bibliotecas relevadas esta vía permanece cerrada.
Estas dificultades explican, probablemente, lo expresado por los entrevistados: el lector pierde toda autonomía cuando se trata de buscar información por materia. Cuando busca por ítem conocido puede consultar los catálogos manuales por autor y título sin mucha dificultad, pero cuando busca por tema necesita delegar la búsqueda en el personal, el cual, a su vez, tiene dificultades para buscar por tema; los bibliotecarios son quienes evidencian más la preocupación por la falta de herramientas adecuadas (algunos desarrollan instrumentos propios ante la ausencia de un buen catálogo).

Las recomendaciones que surgen de este trabajo y que favorecerían significativamente el acceso temático son:

  • Seguir los estándares internacionales para las bibliotecas públicas,  tanto para el formato de entrada de datos como para la descripción y clasificación de las obras. La Dirección General del Libro y Promoción de la Lectura, que cumple un importante rol como organismo centralizador de los servicios técnicos de las bibliotecas públicas y asegura cierta uniformidad y estandarización entre las distintas unidades, sería la encargada de asumir este cambio.
  • Desarrollar una Lista de encabezamientos de materia para las bibliotecas públicas de Argentina (modificando alguna ya existente en otro país),  con todas las relaciones de sinonimia, jerárquicas y asociativas, y debidamente actualizada. Esta tarea, si bien excede a la función de la Dirección General del Libro y Promoción de la Lectura, tampoco le es ajena, sobre todo ante la ausencia de un sistema nacional planificado de control bibliográfico.
  • Crear un catálogo alfabético por materias para cada biblioteca.
  • Evaluar el costo y el uso del catálogo sistemático para decidir, en caso de que se implementara un catálogo alfabético de materias, si vale la pena continuar con su confección.
  • Automatizar el catálogo de cada biblioteca y ofrecer una computadora para la consulta del público (OPAC).
  • Disponer de estanterías abiertas ordenadas temáticamente en todas las bibliotecas. Si bien existen limitaciones edilicias, falta de espacio y presupuesto para más estanterías que dificultaría la aplicación de esta recomendación, no puede dejar de hacerse en aquellas bibliotecas donde es posible.
  • Destinar personal bibliotecario para asistir a los usuarios en sus búsquedas,  aunque la actitud del personal administrativo sea muy servicial y sus años de experiencia puedan darle un amplio conocimiento de la colección,  la complejidad de la búsqueda temática hace necesarias estrategias y recursos  de carácter profesional.

Este trabajo debería complementarse en un futuro con un estudio de usuarios, ya que su punto de vista es muy importante para instrumentar cualquiera de estas recomendaciones.
En caso de existir problemas presupuestarios, la recomendación prioritaria sería la existencia, en cada biblioteca, de una herramienta alfabética para la búsqueda temática. Con eso ya se abriría una puerta importante para el acceso temático. Y eso tratan de hacer las bibliotecas públicas, abrir puertas para todos, lograr que exista una manera eficiente para que se produzca el encuentro del lector con el material sobre el tema que necesita. Es lo que garantiza, entre otras cosas, una sociedad democrática.

Anexos

Notas

1 Este artículo es una versión adaptada del informe final del trabajo de campo que presenté como requisito para la Licenciatura, ante el Departamento de Bibliotecología y Ciencia de la Información, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, 2003.  Agradezco profundamente a mi tutora en esa ocasión, Graciela Spedalieri, y a Susana Romanos de Tiratel cuyos valiosos aportes hicieron posible la presente versión.
2 Datos tomados de la página web del Gobierno de Buenos Aires: <http://www.buenosaires2010.org.ar/biblioteca/indicadores2/cultura/CUL003.html> [Consulta: 8 de noviembre 2002].

Referencias bibliográficas

1. Barber, Elsa; Nicolás Tripaldi y Silvia Pisano. 1999. El control bibliográfico nacional en Argentina. En Garduño Vera, Roberto, comp. Control Bibliográfico Universal: el control bibliográfico  en América Latina y el Caribe hacia el tercer milenio. México: UNAM. p. 41-49.        [ Links ]

2. Chan, Lois Mai. 1994. Cataloging and classification: an introduction. 2nd ed. New York: McGraw-Hill. 519 p.        [ Links ]

3. Chan, Lois Mai y Th. Hodges. 1998. Subject cataloguing and classification. En Gorman, Michael, ed. Technical services today and tomorrow. 2nd  ed. Englewood, CO: Libraries Unlimited. p. 95-109.        [ Links ]

4. Fernández , Stella Maris. 1998. Situación del sistema bibliotecario argentino. Parada, Alejandro E. Hacia una teoría de la creación del Sistema Federal de Bibliotecas e Información (SIFEBI). Buenos Aires: Sociedad de Investigaciones Bibliotecológicas. 236 p.        [ Links ]

5. Fernández Molina, Juan Carlos y  Félix de Moya Anegón. 1998. Los catálogos de acceso público en línea: el futuro de la recuperación de información bibliográfica. [Málaga]: Asociación Andaluza de Bibliotecarios. 197 p.        [ Links ]

6. Foskett, A.  C. 1997. The subject approach to information. 5th. ed. London: Library Association. 456 p.        [ Links ]

7. Lancaster, F.W. 1996. Indización y resúmenes : teoría y práctica. Buenos Aires: EB Publicaciones. 337 p.        [ Links ]

8. Svenonius, Elaine. 2000. Bibliographic objectives. En The intellectual foundation of information organization. Cambridge, MA: MIT Press. p. 15-30.        [ Links ]

9. Taylor, Arlene G. 1995. On the subject of subjects. En Journal of Academic Librarianship. Vol. 21, no. 6,  484-491.        [ Links ]

10. Taylor, Arlene G.  1999. The organization of information. Englewood, CO: Libraries Unlimited. 280 p.        [ Links ]

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License