SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 número15Informe sobre el Proyecto Alfa Biblioteca de Babel: ¿Un atajo para la administración de bibliotecas universitarias?Outsourcing en unidades de información jurídica corporativas índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Información, cultura y sociedad

versión impresa ISSN 1514-8327versión On-line ISSN 1851-1740

Inf. cult. soc.  n.15 Ciudad Autónoma de Buenos Aires jul/dic. 2006

 

Políticas editoriales e impacto cultural en la Argentina (1880-2000)

Publishing policies and their cultural impact in Argentina (1880-2000)

Amelia Aguado

Departamento de Bibliotecología, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad Nacional de La Plata. Calle 48 entre 6 y 7, 5º piso, (1900) La Plata, Argentina. Correo electrónico: dhubi@huma.fahce.unlp.edu.ar

Resumen: En el proyecto de investigación reseñado, se estudia la evolución de la industria editorial en Argentina, desde 1880 a 2000, y se analiza su impacto cultural, con particular énfasis en la literatura argentina. 

Palabras clave: Industria editorial;  Argentina; 1880-2000;  Literatura  Argentina.

Abstract: In the research project reviewed, the evolution of the edition industry in Argentine, from 1880 to 2000, is studied and its cultural impact is analyzed, with particular enphasis in Argentine literature.

Keywords: Edition industry; Argentina; 1880-2000; Argentine Literature.

Artículo recibido: 20-06-06.
Aceptado:15-11-06

El proyecto de investigación del epígrafe, acreditado en el Programa de Incentivos a la Docencia y la Investigación del Ministerio de Cultura y Educación de la Nación por el período 2004-2006, se desarrolla bajo la dirección del Dr. José Luis de Diego, codirigido por la Prof. Amelia Aguado. Lo integran los profesores Sergio Pastormerlo, Margarita Merbilháa, Verónica Delgado, Fabio Espósito, Malena Botto, Silvia Naciff y Cecilia Corda, y la Bib. Doc. Claudia M. González, que desarrollan su actividad docente en los Departamentos de Letras, Lenguas y Literaturas Modernas, y Bibliotecología, de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata.
El lapso considerado se dividió en siete períodos, para estudiar en cada uno de ellos las características generales, las estadísticas de producción, las editoriales representativas y su particular influencia en la cultura de nuestro país.

t1

El estudio procura describir los avatares de la industria editorial argentina, en un proceso que abarca 120 años, desde su constitución hasta el presente, y hace hincapié en su autonomía, amenazada a veces por la política y, a veces, por el mercado. Ante la disyuntiva de privilegiar el aspecto de "industria" y analizar variables cuantitativas en su desarrollo, o bien privilegiar la "cultura" y evaluar el impacto producido por determinadas políticas editoriales mediante variables cualitativas, se impuso el criterio de combinar ambos aspectos. Sin embargo, se hizo necesario acotar el campo del "impacto cultural" al campo restringido de la literatura de autor argentino.
La periodización establecida permitió constatar que los ciclos de declinación y expansión de la industria editorial no coinciden necesariamente con ciclos que pudieran señalarse de acuerdo con el impacto cultural de las políticas editoriales.

1880-1899: El surgimiento de un mercado editorial

El surgimiento de un campo editorial durante la década de 1880 debe considerarse  un proceso incipiente. No obstante, son tan numerosas como cruciales las transformaciones que, basadas en la ampliación del público lector y la correlativa expansión de la cultura letrada, señalan en ese período el nacimiento de un mercado editorial en Buenos Aires: incremento del número de editoriales y, especialmente, del volumen de publicaciones, aparición de la figura del editor sin librería ni imprenta, best-sellers en la producción de libros de enseñanza y textos criollistas, primeras colecciones populares, fundaciones de empresas que perdurarán como importantes casas editoriales durante el siglo XX (Peuser, Kraft, Estrada), declive del mecenazgo estatal y de la participación de las imprentas de diarios, etc. En la confrontación de las figuras de Carlos Casavalle y Pedro Irume cabe analizar esta modernización fundacional de la industria editorial argentina. Los dos recibieron y usaron el título de "editor nacional". En el caso de Casavalle se trató de un título de naturaleza honorífica, que reconocía los principios antieconómicos de sus contribuciones patrióticas y desinteresadas a las letras nacionales. En el de Irume, el mercado aparecía ocupando el lugar del honor, según un desplazamiento típico de lo simbólico por lo económico, y la palabra "nacional" ya se dejaba reemplazar por "comercial" -tal como sucedió contemporáneamente con el llamado "teatro nacional" a partir de la representación de Juan Moreira.

1900-1919: La época de organización del espacio editorial

Entre 1900 y 1919, se organiza el espacio editorial. Se consolida la expansión del mercado de los libros de bajo costo (folletines, tanto de autores extranjeros como argentinos, y literatura gauchesca) y se da, hacia 1910, una virtual sustitución de la importación de libros impresos en el extranjero. Se advierte la existencia de un público lector ampliado y aparecen por primera vez ediciones de literatura culta con alto tiraje (en algunos casos se llega a 5.000 ejemplares; un caso excepcional, Amalia, de José Mármol, llegó a los 15.000) ofrecida a bajo precio: se destaca la "Biblioteca de La Nación", dirigida desde 1901 por Roberto J. Payró; Incluyó, junto a autores argentinos, las obras más importantes de la literatura universal, en una actividad que se prolongó a lo largo de casi veinte años. Esta colección, distribuida por suscripción junto con el diario, no fue la única. Merecen especial mención la "Biblioteca Argentina", dirigida por Ricardo Rojas, y "La Cultura Argentina", dirigida por José Ingenieros, que se proponen ofrecer libros baratos y de buena calidad de impresión, pero representan una respuesta a la demanda de nacionalismo que provenía del Estado y de sectores dominantes de la sociedad. Una vertiente diferente de la literatura popular aparece representada en la producción de la Cooperativa Editorial "Buenos Aires", dirigida por Manuel Gálvez, así como en las colecciones de "Ediciones Mínimas", "Ediciones Selectas América" y "Joyas Literarias"  (dirigida y editada por el tipógrafo Luis Bernard).

1920-1937: La emergencia del editor moderno

Este período se caracteriza por el surgimiento de una serie de proyectos editoriales que apuntan a abastecer la demanda de un público lector que se va ampliando y diversificando a un ritmo sostenido. Asimismo, el signo mercantil que la cultura ostenta desde fines de 1910 se consolida entre 1920 y 1940, se actualiza en la existencia de numerosas revistas, diarios, publicaciones periódicas y proyectos editoriales. De este modo, ese público ampliado es ahora capaz de asimilar proyectos editoriales destinados a un público selecto, pero también colecciones de libros baratos cuya factibilidad se sostiene en las grandes tiradas, como por ejemplo, las "Joyas literarias", colección dirigida y editada por el tipógrafo Luis Bernard o las colecciones de las editoriales Tor, Sopena y Claridad, los folletines sentimentales y de temas criollistas. Se analizan, en primer término, los factores que impulsan el desarrollo de estas empresas culturales, para elaborar un registro del mundo editorial de la época que atienda sobre todo a los diversos lectores interpelados y así dar cuenta de las estratificaciones del público que se van produciendo. En segundo lugar, se analizan los catálogos de las principales colecciones, con el propósito de indagar las múltiples conexiones entre la formación de un público popular, la modernización del campo editorial y la constitución de corpus literarios de obras nacionales y universales en los casos específicos de Claridad, Tor, o algunos de los folletines sentimentales.

1938-1955: La "época de oro" de la industria editorial

Este período abarca el período más próspero de la industria editorial argentina. Dicha prosperidad se origina en condiciones favorables tanto en el contexto nacional como internacional: la debacle de la industria en España como consecuencia de la Guerra Civil sitúa a Argentina en un lugar privilegiado en la producción de libros hacia el mercado de lengua española. En pocos meses, entre 1938 y1939 se fundan en el país editoriales de larga y reconocida trayectoria: Emecé, Losada, Sudamericana. Espasa-Calpe se radica en el país; Sur consolida su actividad editorial que había iniciado en 1933. En primer término, se analizan tanto las políticas editoriales llevadas a cabo por esas empresas como sus consecuencias en la ampliación del público lector, la consolidación de ciertas tendencias, la canonización de autores. En segundo lugar, se hace referencia a su impacto en la literatura de autor argentino: la "época de oro" no parece tener un correlato visible en la expansión de esa literatura, que continúa siendo, salvo muy raras excepciones, una literatura de minorías: la aparición y/o consolidación de ciertos autores, como Borges, Sabato, Marechal y Cortázar, tendrá un impacto diferido en el mercado, ya entrados los años sesenta.

1956-1975: La consolidación del mercado interno

En 1955, en correspondencia con el advenimiento de la llamada "Revolución Libertadora", la producción editorial registra una caída importante, equiparable a las cifras de 1940. La censura o la autocensura de los materiales de orientación peronista, abundantes en el periodo precedente, explican el decrecimiento en la cantidad de títulos publicados, compensado en parte por un elevado tiraje promedio. Entre 1960 y 1969 se da el segundo y ultimo periodo favorable para la edición. Sin embargo el índice de producción presenta grandes oscilaciones, tanto en número de títulos como en cantidad de ejemplares o en tiraje promedio (sólo en 1974 este último supera los 10000 ejemplares, para descender bruscamente en los años posteriores). La editorial Sudamericana publica, entre 1963 y 1972, con gran éxito de venta, las creaciones del boom de la literatura latinoamericana. Eudeba, creada en 1958 sobre los lineamientos propuestos por Arnaldo Orfila Reynal, constituye un fenómeno sin precedente por su orientación como editorial universitaria, acorde con la concepción de una universidad que, sin dejar de lado sus funciones tradicionales, entiende que es imperativo volcar la cultura al resto de la sociedad. Hasta 1966, la dirige José Boris Spivakow, fiel intérprete de esa tendencia: ediciones masivas, como el Martín Fierro con ilustraciones de Castagnino o la "Serie del Siglo y Medio", contribuyen al financiamiento de obras de salida más lenta; trabajos de divulgación de nivel universitario (los "Cuadernos de Eudeba" o "Temas") dan cuenta de las nuevas tendencias, fundamentalmente europeas y norteamericanas. Eudeba instala sus puntos de venta en las universidades (argentinas y extranjeras), las estaciones del subterráneo e incluso en la calle: se cumple el lema "Libros para todos". En 1966, Spivakow se ve obligado a dejar Eudeba y funda Centro Editor de América Latina, acompañado de muchos de sus antiguos colaboradores. De hecho, es una editorial universitaria que aprovecha la estructura de la Cooperativa de Diarios, Revistas y Afines para distribuir masivamente su producción, en fascículos semanales.

1976-1989: Dictadura y democracia: la crisis de la industria editorial

La brusca devaluación de la moneda en 1975 y la inestable y violenta situación política desemboca en el golpe militar de marzo de 1976. Un buen punto de partida resulta la segunda edición de la Feria del Libro de abril de ese año, la que será considerada, años después, como la peor de la historia. Los hechos posteriores son tristemente célebres: la clausura de Siglo XXI en abril de 1976, las presiones y clausuras que soportó el Centro Editor, el allanamiento de Eudeba el 26 de febrero de 1977, entre otros. Quemas de libros, secuestros de ediciones, censura y autocensura, persecución, detención y desaparición de autores y editores. Mucho tiempo y conflictos varios llevará recomponer el campo intelectual fracturado entre los autores que se quedaron en el país y los que sufrieron exilio. Las editoriales, en tanto, sólo procuraban sobrevivir. Si la recuperación de la democracia en 1983 representó un auspicioso encuentro entre los autores dispersos y silenciados con su público, ese encuentro no significó, sin embargo, una recuperación del mercado ni de la industria editorial; los testimonios de editores publicados en esos años multiplican las quejas: la inflación, el costo del papel, la ausencia de crédito, un parque gráfico obsoleto, la falta de reglamentación de la Ley del Libro sancionada en 1973. Por otra parte, ya se percibe el comienzo de la inversión de la relación Argentina-España de acuerdo con lo dicho sobre la "época de oro"; entonces, los libros iban de aquí para allá, ahora el "desembarco" es en estas playas.

1990-2000: La concentración y la polarización de la industria editorial

En la década de 1990, la implantación de una política económica neoliberal afecta notablemente, entre otras cosas, la producción y la circulación de bienes culturales. En lo que respecta a la industria editorial, se agudiza lo que se ha dado en llamar su proceso de decadencia, iniciado en las décadas anteriores. La venta de editoriales, su fusión o incorporación a grupos empresariales dan cuenta de este fenómeno de "inversión" respecto de la "época de oro". Se caracteriza este giro político-económico para determinar sus impactos desde un punto de vista cuantitativo, sobre todo en lo que hace a la relación entre importación y exportación de insumos y productos. No obstante, estos indicadores conllevan transformaciones significativas en lo referente al posicionamiento de los agentes culturales. De la globalización de la economía resulta una creciente polarización de la industria editorial. Por un lado, se hallan las grandes empresas mencionadas, de capitales internacionales, que establecen "sucursales" en el país y cuyos responsables no se asumen como agentes de la cultura (esto, en tanto no manifiestan políticas culturales que excedan la lógica del mercado). Paralelamente, surgen emprendimientos menores que pretenden plantearse como minorías resistentes a esta transformación. Sin embargo, en muchos casos, quienes los llevan a cabo provienen de ámbitos especializados (académicos) y requieren del escritor la previa acumulación de capitales simbólicos específicos; en este sentido, no pueden leerse como efectivas resistencias, sino más bien como canales alternativos para una circulación restringida. Al mismo tiempo, se advierte que los propios agentes del campo literario desarrollan programas y políticas que las más de las veces  -aunque no sea éste el objetivo- resultan igualmente funcionales a la hegemonía neoliberal. En segundo término, se analizan las dimensiones cualitativas del fenómeno, con centro en los modos de relación que con esa hegemonía establecen los diferentes actores.

Anexo: Aspectos jurídicos de la industria editorial

En el año 1874, en la Argentina, Amancio Alcorta presenta el primer proyecto de ley sobre propiedad intelectual. Sucesivos proyectos anteceden a la ley vigente 11.723, que fue publicada en el Boletín Oficial en el año 1933. A partir de la misma ley, el autor de toda obra intelectual sea ésta artística, literaria, musical, puede disponer de ella, publicarla, ejecutarla, representarla, exponerla en público, venderla, traducirla o hacerla traducir y reproducirla de cualquier manera. Esta ley reglamenta lo concerniente a las obras extranjeras, los contratos de traducción y los derechos que del mismo emanan, la función del Registro Nacional de Propiedad Intelectual, las penas que caben a quienes reproduzcan o editen obras sin autorización de su autor o de sus herederos. Además establece que la propiedad intelectual corresponde a los autores durante toda su vida y a sus herederos o derechohabientes, durante sesenta años a partir del 1 de enero del año posterior a la  muerte (según la ley modificatoria, 24.870 del año 1997). La ley 11.723 sufrió modificaciones en varias oportunidades: 1957, 1993, 1998, 2004. Las nuevas tecnologías obligaron a dictar nuevas leyes y decretos -entre otros el Nº 165 del año 1994- que protegen la propiedad de los softwares.
Finalmente, el plan de trabajo se concretó en un estudio abarcador, publicado en 2006 por Fondo de Cultura Económica, con el título de Editores y políticas editoriales en Argentina, 1880-2000.

Bibliografía consultada

1. Auza, Néstor T. y José Luis Trenti Rocamora. 1997. Estudio e índice de la colección "La cultura argentina" (1915-1925).Buenos Aires: Sociedad de Estudios Bibliográficos. (Serie "Estudios"; 3).        [ Links ]

2. Avellaneda, Andrés. 1986. Censura, autoritarismo y cultura: Argentina 1960-1983/ 1 y 2. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina. (Biblioteca Política Argentina; 156 y 158).        [ Links ]

3. Barcia, José, et al. 1981. Claridad, editorial del pensamiento de izquierda. En Todo es historia. No. 177.        [ Links ]

4. Bibliografía argentina de artes y letras. 1959-1971. Buenos Aires: Fondo Nacional de las Artes. No. 1-52.          [ Links ]

5. Bibliografía argentina universitaria (1970-1976). La Plata: Universidad Nacional de La Plata, Biblioteca Pública. No. 1-34.        [ Links ]

6. Boletín bibliográfico argentino: boletín bibliográfico de obras inscriptas. 1973-1983.  Buenos Aires: Dirección Nacional de Derechos de Autor.        [ Links ]

7. Bottaro, Raúl H. 1964. La edición de libros en Argentina. Buenos Aires: Troquel.        [ Links ]

8. Buonocore, Domingo. 1974. Libreros, editores e impresores de Buenos Aires: esbozo para una historia del libro argentino. Buenos Aires: Bowker editores.        [ Links ]

9. Carilla, Emilio. 1976. Autores, libros y lectores en la literatura argentina. Tucumán: Universidad Nacional de Tucumán. (Cuadernos de Humanitas;  51).        [ Links ]

10. Degiovanni, Fernando. 2001. Los textos de la patria: nacionalismo y políticas culturales en la formación de las colecciones populares de autores clásicos argentinos (1915 - 1928).Universidad de Maryland. Tesis de doctorado.        [ Links ]

11. Diego, José Luis de. 2001. ¿Quién de nosotros escribirá el Facundo? Intelectuales y escritores en Argentina (1976-1986). La Plata: Al Margen.        [ Links ]

12. Drucaroff, Elsa, dir. 2000. La narración gana la partida. En Jitrik, Noé, dir. Historia crítica de la literatura argentina. Buenos Aires: Emecé. Tomo 11.        [ Links ]

13. Ferreira, Fernando. 2000. Una historia de la censura: violencia y proscripción en la Argentina del siglo XX. Buenos Aires: Norma.        [ Links ]

14. García, Eustasio Antonio.  2004. El Ateneo: vida y obra de Pedro García. Buenos Aires: Dunken. (El aporte de los editores españoles en el Río de la Plata).        [ Links ]

15. García, Eustasio Antonio. 1965. Desarrollo de la industria editorial argentina. Buenos Aires: Fundación Interamericana de Bibliotecología Franklin.        [ Links ]

16. Getino, Octavio. 1995. Las industria culturales en la Argentina: dimensión económica y políticas públicas.Buenos Aires: Colihue.        [ Links ]

17. Gudiño Kieffer, Eduardo. 2004. Losada: Gonzalo Losada, el editor que difundió el libro argentino en el mundo.  Buenos Aires: Dunken. (El aporte de los editores españoles en el Río de la Plata).        [ Links ]

18. Invernizzi, Hernán y Judith Gociol. 2002. Un golpe a los libros: represión a la cultura durante la última dictadura militar. Buenos Aires: Eudeba. (Derechos Humanos).        [ Links ]

19. Jitrik, Noé. 1984. Las armas y las razones: ensayos sobre el peronismo, el exilio, la literatura. Buenos Aires: Sudamericana.        [ Links ]

20. Lafleur, Héctor René; Sergio Provenzano y Fernando Alonso. 1962. Las revistas literarias argentinas, 1893-1967. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina.        [ Links ]

21. Lagarde, Pierre. 1981. La politique de l'édition du livre en Argentine.Toulouse: Service de Publications de l'Université de Toulouse-Le Mirail. (Travaux de l'Université de Toulouse-Le Mirail ;  Série A, 15).        [ Links ]

22. López Llovet, Gloria. 2004. Sudamericana: Antonio López Llausás, un editor con los pies en la tierra. Buenos Aires: Dunken. (El aporte de los editores españoles en el Río de la Plata).        [ Links ]

23. Maunás, Delia. 1995. Boris Spivacow: memoria de un sueño argentino. Buenos Aires: Colihue. (Signos y Cultura. Serie Mayor).        [ Links ]

24. Navarro Viola, Alberto y Enrique Navarro Viola. 1880-1888. Anuario Bibliográfico de la República Argentina.Buenos Aires: Impr. del Mercurio. 9 vol.        [ Links ]

25. Olarra Jiménez, Rafael. 2003. Espasa-Calpe: Manuel Olarra, un editor con vocación hispanoamericana. Buenos Aires: Dunken. (El aporte de los editores españoles en el Río de la Plata).        [ Links ]

26. Parcero, Daniel, et. al. 1985. La Argentina exiliada. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina. (Biblioteca Política Argentina; 109).        [ Links ]

27. Piccirilli, Ricardo. 1942. Carlos Casavalle: impresor y bibliófilo. Buenos Aires: Julio Juárez.        [ Links ]

28. Prieto, Adolfo. 1956. Sociología del público argentino. Buenos Aires: Leviatán.        [ Links ]

29. Prieto, Adolfo. 1988. El discurso criollista en la formación de la Argentina moderna. Buenos Aires: Sudamericana.        [ Links ]

30. Rama Vitale, Claudio Antonio. 2003. Economía de las industrias culturales en la globalización digital.  Buenos Aires: Eudeba. (Lectores).        [ Links ]

31. Rivera, Jorge B. 1980. El escritor y la industria cultural: antología. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina.        [ Links ]

32. Rivera, Jorge B. 1980-1986. Apogeo y crisis de la industria del libro: 1955-1970. En: Zanetti, Susana, dir. Capítulo. Historia de la literatura argentina. Vol. 4: Los proyectos de la vanguardia. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina. p. 625-648.        [ Links ]

33. Sagastizábal, Leandro de. 1995. La edición de libros en la Argentina: una empresa de cultura.Buenos Aires:  Eudeba.        [ Links ]

34. Sagastizábal, Leandro de. 2002. Diseñar una nación: un estudio sobre la edición en la Argentina en el siglo XIX. Buenos Aires: Norma.        [ Links ]

35. Saítta, Sylvia, dir. 2004. El oficio se afirma. En Jitrik, Noé, dir. Historia crítica de la literatura argentina. Buenos Aires: Emecé. Tomo 9.        [ Links ]

36. Sarlo, Beatriz. 2001. La batalla de las ideas (1943-1973); con la colaboración de Carlos Altamirano.  Buenos Aires: Ariel. (Biblioteca del pensamiento argentino).        [ Links ]

37. Sarlo, Beatriz. 2004. El imperio de los sentimientos. Buenos Aires: Norma. [1° ed. Buenos Aires: Catálogos, 1985].        [ Links ]

38. Sempere, Antonio. 2002. Manuel Aguilar, mítico editor: síntesis de su biografía. Buenos Aires: Dunken. (El aporte de los editores españoles en el Río de la Plata).        [ Links ]

39. Severino, Jorge E. 1996. Biblioteca de La Nación (1901-1920). (Los anaqueles del pueblo).  En Boletín de la Sociedad de Estudios Bibliográficos Argentinos.No. 1.        [ Links ]

40. Swiderski, Graciela. 1996. Colección Carlos Casavalle (1544-1904). Buenos Aires: Archivo General de la Nación.        [ Links ]

41. Tarcus, Horacio. 2001.  Mariátegui en la Argentina o las políticas culturales de Samuel Glusberg. Buenos Aires: El Cielo por Asalto.        [ Links ]

42. Willson, Patricia. 2004. La constelación del Sur: traductores y traducciones en la literatura argentina del siglo XX.Buenos Aires: Siglo XXI. (Metamorfosis).        [ Links ]

43. Zanetti, Susana, dir. 1982. Encuesta a la literatura argentina contemporánea. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina. (La encuesta fue realizada y presentada por Carlos Altamirano y Beatriz Sarlo).        [ Links ]

44. Zorraquín Becú, Horacio. 1978. En el cincuentenario de la Sociedad de Bibliófilos Argentinos: 1928 -20 de agosto- 1978.Buenos Aires: Taller Escuela Francisco A. Colombo.        [ Links ]

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons