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Boletín de la Sociedad Argentina de Botánica

versión On-line ISSN 1851-2372

Bol. Soc. Argent. Bot. vol.57 no.3 Córdoba set. 2022

http://dx.doi.org/doi.org/10.31055/1851.2372.v57.n3.37633 

doi.org/10.31055/1851.2372.v57.n3.37633

Articulos

Saberes, prácticas de recolección y manejo de plantas en comunidades rurales y urbanas de la costa patagónica sur (Argentina)

Knowledges, gathering practices and managment of plants in rural and urban communities of Southern Patagonian coast (Argentina)

 

María Laura Ciampagna 1

1. División Arqueología, Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata, 60 y 122, La Plata, Argentina; investigadora CONICET. mlciampagna@gmail.com

 

 

Summary

Background and aims: This work studies the plant gathering practices of local people from the southern coast of Patagonia (Santa Cruz province, Argentina). Organoleptic perceptions, categories of use and knowledge transmission among interviewed were identified.

M&M: The vegetation belongs to the Patagonian steppe. An ethnographic qualitative methodology with flexible design was adopted, with semi-structured interviews and participant observation. Theoretical concepts of ethnoecology, relational ontology and cosmopraxis allowed us to analyze the local people's discourses.

Results: 62 taxa that belong to 40 families are used as medicine, fuel, food, dyes, multipurpose and ornamental. Asteraceae, Lamiaceae, Fabaceae, Apiaceae, Rhamnaceae, and Verbenaceae were the predominant families. The 9.67% of these taxa are used only as food, 22.95 % as fuel, 46.77 % as medicine, 8.19 % as ornamental, and 13.11% as multipurpose. Taxa with more use consensus among interviewees were Berberís microphylla (multipurpose), Schinus jhonstonii (fuel) and Dysphania ambrosioides (medicinal). Fourteen taxa were the average mentions with a range of 3 to 27 taxa by each informant.

Conclusions: Medicinal and fuel uses were predominat. Organoleptic perceptions guide the recognition of medicinal plants and biophysical properties of the wood for selection of fuel plants.

Key words: Ethnobotany, Patagonia, plant gathering, traditional botanical knowledge, wild plants.

 

Resumen

Introducción y objetivos: Este trabajo estudia las prácticas de recolección de plantas de los pobladores locales la costa Patagónica Sur (Santa Cruz, Argentina). Se identifican las percepciones organolépticas, las categorías de uso y la transmisión de conocimientos de los entrevistados.

M&M: La vegetación corresponde a la Estepa Patagónica. La metodología es cualitativa, de diseño flexible, con entrevistas semiestructuradas y observación participante. Conceptos teóricos de la etnoecología, la ontología relacional y la cosmopraxis nos permitieron analizar las discursos de los pobladores locales.

Resultados: 62 taxa que pertenecen a 40 familias se utilizan como medicina, combustible, alimento, tintóreas, multiuso y ornamental. Las familias que predominaron fueron Asteraceae, Lamiaceae, Fabaceae, Apiaceae, Rhamnaceae y Verbenaceae. El 9,67% de estos taxa se usan solamente como alimento, el 22,95 % como combustible, el 46,77% se usan como medicinales, 8,19% como ornamentales y 13,11% multipropósitos. Los taxa con más consenso de uso entre los entrevistados son Berberís microphylla (multipropósito), Schinus jhonstonii (combustible) y Dysphania ambrosioides (medicinal). Catorce taxa conformaron la media de menciones con un rango de 3 a 27 taxa por cada informante.

Conclusiones: Fueron predominantes los usos medicinal y combustible. Las percepciones organolépticas guiaron el reconocimiento de las plantas medicinales y las propiedades biofísicas de las maderas para la selección de plantas combustibles.

Palabras clave: Conocimiento botánico tradicional, etnobotánica, Patagonia, plantas silvestres, recolección de plantas.

 

Introducción

 

De acuerdo a distintos autores (ej. Harían & De Wet, 1965; Ford en Harris, 1989) la recolección está basada en la cosecha de los productos útiles de las poblaciones vegetales silvestres sin la intención de propiciar cambios morfológicos o fisiológicos pero, donde pueden ocurrir cambios incidentales (Lema, 2009) . Distintas posturas consideran que los grupos cazadores recolectores pudieron producir en forma intencional o inconsciente modificaciones del paisaje en pos de cuidar o aumentar la concentración de un grupo de plantas útiles. Casas (2001), por su parte, propone el concepto de silvicultura para denominar a las técnicas de manipulación de poblaciones y comunidades de plantas silvestres y arvenses (i.e. malezas). Entre estas técnicas se encuentran la "recolección" donde no hay manejo de la población y el impacto es bajo pero puede ocurrir una obtención selectiva de algunos fenotipos; la "tolerancia" donde se reproducen técnicas para mantener las plantas útiles en ambientes antropogénicos que existían antes de que el ambiente fuera transformado; y el "fomento", que abarca el aumento de la densidad poblacional de especies útiles y la "protección" que refiere a la eliminación de competidores y depredadores, defensa contra heladas, entre otras prácticas.

Se considera que, para abordar el estudio de las prácticas de recolección y manejo del ambiente, es necesario hacer foco en la interacción entre los grupos humanos y las plantas a través del tiempo. El primer momento en el que los grupos humanos establecen un vínculo con el ambiente se produce en la esfera precolecta (sensu Capparelli & Lema,

2010) . La misma es una categoría analítica en la que se pueden observar los sistemas de clasificación de las sociedades en relación con la naturaleza así como diversas prácticas que podrían producir un entorno modificado. Según Berlin (Pochettino, 2015), los grupos de plantas y animales, se presentan como una serie de discontinuidades cuya estructura y contenido pueden ser percibidos por todos los seres humanos. Sin embargo, cualquier sistema folk solo reconoce ciertas porciones de la realidad biológica presente en un hábitat local. En este trabajo, se considera que este reconocimiento puede desarrollarse a partir de una interacción comprometida con el ambiente y donde las percepciones organolépticas actúan como criterios de identificación y memorización de las plantas (Ingold, 1996; Nazarea, 2006; Gómez, 2008; Molares, 2010). En las sociedades humanas, las prácticas se encuentran guiadas por el habitus (Bourdieu, 1991). En este sentido, la reproducción de acciones y percepciones a lo largo de la historia permiten dar un orden práctico al mundo y a las cosas. Desde la etnoecología, los conceptos de cosmopraxis y ontología relacional permiten comprender la recolección como resultado de una interacción comprometida de los pobladores y su aprendizaje de habitar en un territorio (Barrau, 1981; Hunn, 2007; De Munter, 2016). También, implica adquirir las habilidades necesarias para la percepción directa y comprometida de todos los constituyentes del espacio: humanos, animales, componentes animados y no animados (Ingold, 1996; Gómez, 2008). Dentro de esta concepción, el ser humano está inmerso en un entorno ambiental a través de la experiencia y la atención en el mismo.

La síntesis de saberes que se produce a partir de la práctica y la experimentación, así como también por la incorporación de información desde otras fuentes, da lugar al conocimiento botánico tradicional (CBT). Las transformaciones, adquisiciones y puesta en práctica del conocimiento sobre el entorno vegetal pueden darse en un lapso breve a partir de la experimentación directa con el entorno (Pochettino & Lema, 2008). Así como también, el CBT puede ser estudiado desde una perspectiva de procesos de larga duración al ser contrastado con el registro de prácticas y saberes registrados para otros momentos previos, tales como los períodos hispano-indígena y pre-hispánico del área de estudio (Ciampagna & Capparelli, 2012; Ciampagna, 2015). Desde este enfoque, el objetivo de este trabajo etnobotánico es realizar una aproximación al estudio de las percepciones organolépticas de las plantas haciendo énfasis en aquellas espontáneas, las prácticas de recolección, las categorías de uso y la transmisión de conocimientos de los pobladores locales de Puerto Deseado y Tellier (Fig. 1A). En este trabajo se realiza una primera aproximación al estudio de la interacción de los grupos humanos y las plantas durante las prácticas de recolección, entendidas en sentido amplio, situadas en Puerto Deseado y Tellier (provincia de Santa Cruz, Argentina). Estos estudios permiten comprender de forma compleja las variables sociales y técnicas que intervienen en el reconocimiento, uso y procesamiento de plantas silvestres por parte de los pobladores locales.

Fig. 1. Área de estudio y su paisaje. A: Ubicación del proyecto Costa Norte de Santa Cruz y de Puerto Deseado y Tellier. B: Reserva de la Ría Deseado, paisaje de estepa arbustiva.

 

Material y Métodos

 

Area de Estudio

Tirar del hilo de la madeja, historia de la conformación de la población de Puerto Deseado y Tellier: El estudio etnobotánico se desarrolló en dos localidades próximas entre sí dentro del proyecto arqueológico denominado costa norte de Santa Cruz: Puerto Deseado y Tellier (Ciampagna, 2015). Las mismas se seleccionaron porque desde la fundación sus actividades económicas estuvieron ligadas a la explotación de la tierra para el ganado y un sector de los pobladores está estrechamente vinculado a las actividades rurales (Delgado, 2003; Dos Santos Lopes, 2012). Puerto Deseado se encuentra sobre la margen norte del río Deseado y, en la actualidad, las principales actividades económicas son la industria pesquera, la minería y la ganadería ovina. La localidad de Tellier, por otro lado, se encuentra ubicada a 20 km de Puerto Deseado y surgió en el año 1914 como una estación del ferrocarril que unía Puerto Deseado con Las

Heras; ramal que luego es abandonado en la década del setenta. Si bien las actividades más importantes estuvieron asociadas a la actividad agropecuaria y al ferrocarril, es reconocida históricamente como el lugar de chacras que hace unos cuarenta años atrás abastecía de verduras y hortalizas a la ciudad de Puerto Deseado. En la actualidad, se observa una recuperación de la instalación de chacras, aunque como espacios de ocio sin fines productivos.

La población actual está conformada por múltiples y diversas identidades. Los fechados más antiguos de poblamiento datan de ca. 8000 años cal. AP y corresponden a la ocupación de grupos humanos con modos de vida cazador-recolector (Zubimendi et al., 2015). En el período colonial, siglo XVII y XVIII, estos grupos se insertaron en un mercado basado en el intercambio de bienes que articulaba con los fuertes del Carmen (actual Carmen de Patagones), Florida Blanca (San Julián) y la Capitanía General de Buenos Aires (Nacuzzi, 2005). También, debemos considerar la instalación de colonias de europeos en el marco de un plan de la Corona Española para la defensa de la costa patagónica (Xenatore et al., 2008). Fuentes etnohistóricas y evidencias arqueológicas sugieren que, en estos momentos los grupos cazadores-recolectores abandonaron la costa (Moreno, 2008). Durante la "conquista del desierto" estas poblaciones fueron dramáticamente diezmadas. Este proceso tenía como fin ganarle territorio a los grupos aborígenes a fin de instalar colonias con población inmigrante proveniente de países europeos. En 1880, a través de un decreto nacional, se creó una colonia pastoril en el territorio santacruceño, de manera que en 1884 arribaron 14 personas a Puerto Deseado (Cuadra, 2000). En el censo de 1895 la localidad tenía 44 habitantes. De éstos, 25 (57%) eran extranjeros, 11 (43%) de ellos provenían de países no limítrofes (Francia, Inglaterra, Alemania, España, Italia, Austria y Suiza) y 14 (57%) de países limítrofes (principalmente de Chile y Uruguay) y 19 eran argentinos (solo 3,18%, de los cuales eran nacidos en Santa Cruz). Cabe destacar que la mayoría de la población estaba conformada por varones de entre 20 y 39 años (Cuadra, 2000). En cuanto a la estimación del porcentaje de población aborigen en momentos históricos tempranos es de difícil acceso. Los registros de población nativa de ese período histórico se encuentran en documentos militares, cronistas y viajeros (Nacuzzi, 2005).

Entre los dispositivos estatales para invisibilizar la presencia de los grupos aborígenes se omitió censar su población en el año 1895 (INDEC, 2010). Por su parte, los pueblos originarios desarrollaron diversas estrategias para integrarse al Estado Nación, que en algunos casos, implicó ocultar su identidad. Dentro del contexto socioeconómico de ganadería extensiva, muchos de ellos se incorporaron como peones rurales, puesteros, domadores, amansadores o esquiladores (Rodríguez, 2010). En este período histórico que abarcó fines del siglo XIX y principios del XX se desarrolló el apogeo de la actividad ganadera que marcó la dinámica poblacional de la región, mientras que Puerto Deseado fue la puerta de salida de la producción regional. Las estancias patagónicas fueron definidas como "unidades productivas, cuyo objetivo es la maximización de beneficios y que tiene como características la contratación de mano de obra asalariada en forma permanente (incluso las pequeñas estancias cuentan con uno o dos peones); la explotación de la tierra realizada directamente por el adjudicatario del terreno; escasa incorporación de tecnología y escasa reinversión de las ganancias en el mejoramiento del establecimiento y aumento de la productividad" (Barbería, 1994). A partir de 1940 se produjo, además, la explotación de hidrocarburos en el norte y litoral de la provincia de Santa Cruz atrayendo mano de obra de otros lugares del país. Desde 1970 en adelante, se dinamizó el uso de los puertos pesqueros debido a la revalorización de los recursos ictícolas (Cepparo de Grosso, 2006). Durante 1940 a 1980 se produce un momento de estabilización o consolidación de la actividad ganadera. Para este período Cepparo de Grosso (1986) da cuenta de que las pequeñas explotaciones, con menos de 10000 ha, prevalecen en el norte de la provincia, precisamente en Deseado. En 1990, la población de Puerto Deseado alcanzaba un total de 7089 habitantes, entre los que 6026 (85%) eran argentinos y 1063 (15%) eran extranjeros. De estos últimos, predominaban aquellos oriundos de Chile, Uruguay y en menor medida los europeos (España, Italia y Yugoslavia [actualmente Croacia, Eslovenia, Serbia, etc.]) y asiáticos (Cuadra, 2000). En el censo del año 2010, la población de Puerto Deseado estaba constituida por 14183 habitantes, de los cuales 7291 son hombres y 6892 son mujeres. Si bien no se obtuvieron los datos discriminados para las ciudades de estudio, para el Departamento de Deseado se registró un mayor porcentaje de migrantes de países limítrofes (Chile, Bolivia, Paraguay, Uruguay y Brasil) y no limítrofes (resto de América) respecto a las poblaciones de origen europeo. En relación a estos últimos se observó mayor población española e italiana y luego otros países de ese continente. También se recibió inmigración de Asia (Japón, China y Siria) y de África (INDEC, 2010). Se considera que puede establecerse un vínculo entre estas últimas oleadas migratorias y las actividades económicas de la región vinculadas a la pesca y a la minería. Mientras que, desde la década del 80 a la actualidad, se observa un claro retroceso de la actividad agropecuaria (Williams et al., 2011). En este sentido, en la zona norte de Santa Cruz, los establecimientos son chicos, con bajos niveles de rentabilidad y una cantidad menor a los 3000 animales de esquila (INTA, 2015).

En Tellier, por documentos de un historiador local (Dos Santos Lopes, 2012), habitaban doce familias portuguesas, siete griegas, seis españolas, cinco italianas, una rusa, una alemana, una vasco-francesa, una pobladora inglesa y un poblador paraguayo en la década de 1920. Si bien no se tiene información precisa, este autor menciona la existencia de un informe para la "región norte del río deseado" donde habrían sido anotadas nueve familias (46 personas en total) adscriptos a las etnias mapuche y tehuelche. En el año 1991 la localidad tenía 40 habitantes, mientras que para el año 2001 había ascendido a 56 personas y en el último censo a 58 (INDEC, 1991, 2001, 2010). Las chacras que rodean el área de casas de la localidad de Tellier, son lotes de pequeño tamaño (100 ha aproximadamente) donde se producen frutales, hortalizas, cría de aves de corral para autoconsumo y la fuerza de trabajo es la mano de obra familiar. Estos pequeños productores no pueden vivir en forma exclusiva de su explotación y mantenerse en la actividad, por lo que debe recurrir a otras estrategias de supervivencia, como la venta de fuerza de trabajo y la producción para autoconsumo (Muzzi, 2013).

En los últimos años, se desarrolló una revitalización de los procesos comunitarios de forma que una mayor cantidad de personas se autoadscribió como tehuelches o mapuches. En el censo de 2010 se registró que 955032 personas se reconocen a sí mismas como originarias o descendientes de pueblos aborígenes en toda Argentina (el 2,4% de la población total), mientras que en la provincia de Santa Cruz habitan 9552 (1%) aborígenes o descendientes (INDEC, 2010). Actualmente, en una de las localidades estudiadas, hay al menos dos grupos de familias extensas que participan activamente de un proceso de revitalización cultural en forma comunitaria. Una de ellas, desde agosto del año 2021 obtuvo la personería jurídica como Lof/Comunidad Mapuche-Tehuelche Piutrillan, perteneciente al Pueblo Mapuche-Tehuelche asentados en la Municipalidad de Puerto Deseado. Además, miembros de esta comunidad son actualmente presidentes de la Asociación Vecinal Zona de Chacras.

La estepa arbustiva, descripción etic del paisaje: El área de estudio presenta un clima templado con temperaturas medias que oscilan entre 12 y 20 °C con diferencias estacionales marcadas. Las precipitaciones son menores a los 300 mm anuales y la vegetación es característica de la ecorregión Estepa Patagónica, subregión Golfo San Jorge, complejo de Mesetas de San Jorge (Morello et al. 2012). Este complejo se extiende bordeando el Golfo de San Jorge, desde el norte de Cabo Raso hasta Puerto Deseado en una franja cuyo ancho máximo es de 100 km en el norte de la provincia de Santa Cruz, y se va angostando hacia los extremos. Se registran tres tipos fisonómicos: las estepas arbustivas altas en las laderas que descienden hacia el mar y en las de las colinas y cerros; la estepa graminoso-arbustiva con 25 a 40 cm de altura y una cobertura de 80% aproximadamente en las áreas planas o pampas por encima de los 700 m; y por último los eriales, estepas arbustivas achaparradas, en el extremo este del brazo sur del complejo (Figura 1B).

 

Métodos

 

En este estudio se desarrolló una metodología cualitativa, de diseño flexible propia de la Etnobotánica de tipo etnográfica y desde una antropología reflexiva (Valles, 1997; Guber, 2004). El trabajo de campo se realizó durante quince a veinte días del 2007, 2013, 2018 y 2022 en distintas estaciones del año. Se aplicaron técnicas de observación participante y entrevistas, estas últimas de carácter semiestructurado. Se realizó un guión de preguntas pero, se mantuvo abierto a interrogantes que surgieran a partir de la conversación (Valles, 1997). Se pidió el consentimiento previo e informado a los entrevistados. Se acompañaron las entrevistas con un diario de campo y toma de notas sueltas (scractch notes) donde se especificaron las impresiones del investigador, el medio por el cual se llegó al informante, la modalidad de presentación y datos observacionales y verbalizados. El registro se hizo a través de la inscripción a través de toma de notas, fotografías y grabador (Guber, 2001). Se tuvieron en cuenta las siguientes dimensiones: percepción de la planta, criterios de selección, categorías de usos, prácticas de recolección, procesamientos poscolecta y transmisión del CBT. Para la elección de los entrevistados se estableció contacto con un referente de la historia de la región y luego se utilizó la técnica bola de nieve (Valles, 1997). Se realizaron 19 entrevistas a 16 pobladores (a quienes se los menciona en el texto por sus iniciales). Doce son hombres mientras que las cuatro restantes son mujeres. El rango etario de los entrevistados es de 45 a 90 años, nacidos en las provincias de Santa Cruz, Chubut y Río Negro (Patagonia, sur de Argentina) a excepción de una informante que nació en España y vivió la mayor parte de su vida en Puerto Deseado. Uno de los pobladores se auto-adscribió a la comunidad originaria mapuche mientras que otra manifestó tener ascendencia mapuche y tres mencionaron provenir de familias colonas. De los restantes no se conoce su ascendencia.

De aquellos que provenían de familia de colonos, una entrevistada era propietaria de dos estancias, mientras que otros dos tenían una chacra en la localidad de Tellier.

Los demás entrevistados varones, si bien tienen su casa en Tellier o Puerto Deseado, realizan sus actividades como peones o "puesteros" en las estancias de la región. Los estancieros contratan peones solteros, trashumantes, debido a que van al campo donde mejores condiciones de salario obtienen (Bayer, 1972). Es por esta razón, que entre los entrevistados se encuentran más hombres que mujeres. Debido a la distancia entre los establecimientos y las áreas urbanas, así como a la falta de disponibilidad de vehículos, los trabajadores tienen dificultades para acceder al sistema de salud (Delgado, 2003). En cuanto a las mujeres, una de ellas, si bien es docente jubilada es propietaria de dos estancias. Las otras tres tienen distintos oficios (ej. ama de casa, empleada municipal).

La técnica de observación participante se realizó en las chacras de algunos de los informantes y en espacios abiertos de la margen norte de la Reserva Ría Deseado. Se realizaron caminatas con tres pobladores locales y se confeccionó un herbario que se encuentra depositado en el Laboratorio 129 del Anexo Museo de La Plata (La Plata, Argentina). Cuando no se pudo acceder a los puestos por lo que se realizaron entrevistas en la ciudad (cuando los puesteros "bajaban" de la estancia) y en las chacras de Tellier. En este caso se les llevaron plantas para utilizarlas como disparadores de memoria (Villagrán et al, 1998). Los datos se procesaron con Microsoft Excel.

La identificación taxonómica se realizó a nivel específico a excepción de las leñas comerciales cuyo nombre vulgar puede corresponder a varias especies y requería de la realización de cortes histológicos para una identificación segura. Se utilizaron los caracteres macroscópicos y organolépticos utilizados en la identificación de las mismas (Rivera & Galliusi, 2015). A su vez, aquellos ejemplares que no se encontraron con sus órganos reproductivos al momento de la colecta también se dejaron a nivel de género. Se consideraron de origen nativo a todos los taxa que crecen en Argentina, no obstante, aquellos que no crecen en Patagonia fueron catalogados como "nativo no local". Se consideraron las categorías "nativo local espontáneo", "nativo no local espontáneo" y "nativo no local no espontáneo". Se definieron como plantas "exóticas" a los taxa que provienen del Viejo Mundo. Para ellos se consideraron las categorías "exótica espontánea" y "exótica no espontánea". También se tuvo en consideración la categoría "naturalizada no espontánea" y sus respectivas formas de crecimiento. Se consultó referencias bibliográficas de base online como The Plant List y la Flora del Cono Sur (IBODA, 2022). Se calculó el índice de consenso para cada taxón (número de entrevistados que remiten a la misma aplicación de la planta) y porcentaje relativo respecto al total de los entrevistados según Ladio et al. (2007) y Eyssartier (2011). Se realizó un análisis de contenido a partir del discurso de los informantes (Kornblit, 2007). Se analizaron los datos cualitativos a través de los conceptos teóricos de la etnoecología, cosmopraxis, ontología relacional y de la interacción comprometida (Barrau, 1981; Ingold, 1996; Hunn, 2007; De Munter, 2016).

 

Resultados

Categorías de uso etic

Se obtuvo una lista de 62 taxa (géneros y especies de plantas) utilizados que pertenecen a 34 familias taxonómicas (Fig. 2A, Tablas 1-4). Las familias con mayor cantidad de taxa mencionados son Asteraceae (24,5%, n = 11), Fabaceae (12,5%, n = 5), Lamiaceae (12,5%, n = 5) y en menor medida Apiaceae (10%, n = 4), Rhamnaceae y Verbenaceae (ambas con el 1,5%, n = 3). En los taxa registrados de origen nativo (n = 40), el 51,61% (n = 32) son "nativos locales espontáneos", el 9,67% (n = 6) son "nativos no locales espontáneos" y el 3,22% (n = 2) son "nativos no locales no espontáneos" (ej. Minthostachys verticillata (Griseb.) Epling cuya distribución original abarca el centro y noroeste argentino. En los taxa registrados de origen exótico (n = 22), el 14,51% (n = 9) de los taxa son "exóticos espontáneos", el 19,35% (n = 12) son "exóticos no espontáneos" y un caso, el 1,61%, corresponde a una especie "naturalizada no espontánea" (ej. Tamarix gallica).

Con relación a las categorías de uso de los taxa, el 9,67% (n = 6) son utilizados como alimento, el 22,95% (n = 14) como combustible, el 46,77% (n = 29) como medicinal, el 8,19% (n = 5) como ornamental y el 13,11% (n = 8) como multiuso (es decir, comestible, combustible, medicinal, tintórea y para cercos vivos) (Fig. 2B). En líneas generales los taxa más nombrados en estas categorías son Berberis microphylla G. Forst. (multiuso), Schinus johnstonii F.A. Barkley (combustible) y Dysphania ambrosioides (L.) Mosyakin & Clemants (medicinal). El promedio de taxa mencionados por informante es de 14, con un rango de 3 a 27.

Plantas con uso comestible

Se registraron 11 taxa de plantas utilizadas como alimento (Tabla 1) identificadas en las siguientes categorías: "nativas locales espontáneas" (54,54%, n = 6), "exóticas espontáneas" (36,36%, n = 4) y "exóticas no espontáneas" (9,09%, n = 1). En su mayoría se recolectan en el periodo primavera-verano y, dependiendo de la planta, se observó que se consume en general la flor, el fruto y los órganos subterráneos, mientras que de una sola especie se consume la hoja como especia. Nueve de estas plantas se consumen directamente en fresco, una luego de ser tostada y otra se consume tanto en fresco como a través de la cocción (dulce) o preparación en licor (ej. B. microphylla) (Tabla 1).

 

Fig. 2. Resultados de las entrevistas etnobotánicas, taxa mencionados y práctica. A: Frecuencia absoluta de taxa por familia taxonómica. B: Frecuencia porcentual de las categorías de uso. C: Berberís microphylla. D: Adesmia boronioides. E: Prosopis denudans. F: Acopio de Azorella monantha como leña. G: Práctica corporificada donde un poblador percibe el aroma de una planta para identificarla.

 

Las especies que han tenido mayor índice de consenso son B. microphylla (37,5 %, Fig. 2C) y las "papitas patagónicas" (31,2 %) que abarcan plantas con órganos subterráneos, entre ellas Arjona tuberosa Cav. y Azorella monantha Clos.

Las prácticas de recolección asociadas a estos taxa responden a distintas motivaciones: por un lado, la saciedad del hambre y la sed mientras se realizan actividades del campo (ej. Oxalis laciniata) y, por otro lado, la elaboración de dulces y licores (frutos de B. microphylla). La recolección también se realizaba durante momentos recreativos y de aprendizaje: "Era salir los sábados a merendar a "la rural" que quedaba lejísimo de la casa, porque no había nada, así que era juntar flores: los pastores, los jazmines, los zapatitos, a comer las flores de

Taxón

Familia

Nombre vulgar

Origen

Práctica

Modo de

consumo

Órgano

utilizado

Percepción

organoléptica

índice de consenso

de uso

Azorella monantha Clos

Apiaceae

leño de piedra

nativo local espontáneo

recolección

fresco

órgano

subterráneo

sin especificar

6,25% (n=1)

Arjona tuberosa Cav.

Schoepfiaceae

macachín, papita de piche

nativo local espontáneo

recolección

fresco

órgano

subterráneo

dulce, rico

31,25% (n=5)

Berberís microphylla G. Forst.

Berberidaceae

calafate

nativo local espontáneo

recolección

fresco, dulce, licor

fruto

sin especificar

66,6% (n=10)

cf. Nastortium officinale R. Br.

Brassicaceae

berros silvestres

exótico espontáneo

recolección

fresco

brote

rico

6,25% (n=1)

Maihueniopsis darwinii (Hensl.) F. Ritter

Cactaceae

tuna

nativo local espontáneo

recolección

fresco

fruto

fea, pegajosa,

sin sabor

12,5% (n=2)

Malva sylvestrís L.

Malvaceae

malva

exótico espontáneo

recolección

tostado

fruto

rico

12,5% (n=2)

Oxalis laciniata Cav.

Oxalidaceae

flor de vino

nativo local espontáneo

recolección

fresco

flor

a vino, agrio

25%(n=4)

Prosopis denudaos Benth.

Fabaceae

algarrobillo

nativo local espontáneo

recolección

fresco

fruto

sin especificar

6,25% (n=1)

Ribes rubrum L.

Grossulariaceae

corinto

exótico no espontáneo

cultivo

fresco

fruto

sin especificar

6,25% (n=1)

Taraxacum officinale G.

Weber ex F.H. Wigg.

Asteraceae

achicoria

exótico espontáneo

recolección

fresco

planta

entera

sin especificar

18,75%

(n=3)

Tragopogón porrífolius L.

Asteraceae

salsifí

exótico espontáneo

recolección

fresco

sin

especificar

rico

6,25% (n=1)

vino a hacer dulce con el calafate. Era aprovechar todas las plantas del campo. Traíamos el té de paico, té pampa para tomar, te dolía el estómago, te caía mal una comida te decían té de paico. O un té pampa si estabas resfriado y era todo del campo lo que se traía. Ir al campo era volver con las botellas de calafate llenas, las flores de vino todo por las vías del tren" (L.).

El procesamiento poscosecha de las plantas alimenticias se registró en la limpieza y/o pelado (A. tuberosa y A. monantha), el cortado (Maihueniopsis darwinii (Hensl.) F. Ritter), el tostado (Malva sylvestris L.) y la elaboración de dulces y licores (B. microphylla). Un solo informante (L.) mencionó la molienda de vainas de Prosopis denudans Benth para la elaboración de harina,

Plantas con uso medicinal

Se registró un total de 35 taxa que poseen aplicación medicinal (20 nativos y 15 exóticos). Del total, entre los nativos, se encuentra un 42,86% (n = 15) de plantas "nativas locales", un 8,57% (n = 3) de "nativas no locales espontáneas" y un 5,71% (n = 2) de "nativas no locales no espontáneas". Entre los exóticos, se encuentra el 17,41% (n = 6) de plantas "exóticas espontáneas" y el 25,71% (n = 9) de "exóticas no espontáneas" (Tabla 2).

Una menor cantidad del total de taxa medicinales, 15, son empleados para una acción terapéutica específica (categorías etic de uso). Entre ellos, la especie Adesmia boronioides Hook. f. (Fig. 2D) aplicada como antigripal, fue la que tuvo un mayor índice de consenso (56,2 %; Fig. 2C), a la cual le sigue Matricaria chamomilla L. (37,5 %) aplicada como digestiva. Dieciocho se utilizan para más de una acción terapéutica, mientras que en dos casos no se especificó aplicación. Entre los taxa que tienen varios usos medicinales los de mayor índice de consenso son Dysphania ambrosioides (87,5%) que se emplea como digestivo, analgésico y laxante; Clinopodium darwinii (Benth.) Kuntze (75%), antipirético y digestivo; Valeriana carnosa Sm. (62,5%), analgésica, antipirética y digestiva; Erodium cicutarium (L.) L'Hér. ex Aiton (56,2%), desinfectante, diurético y anticoagulante; y Acantholippia seriphioides (A. Gray) Moldenke (50%), antigripal y "para la sangre" (Tabla 2). Con menores valores de consenso le siguen a éstas últimas Mentha spp. (37,5%), Plantago lanceolata L. (25%) y Schinusjhonstonii F. A. Barkley (18,7%), siendo el resto de taxa mencionados solo por uno o dos entrevistados.

La recolección se realiza durante todo el año, cada vez que se necesita la planta. Sin embargo, en el caso de C. darwinii, uno de los entrevistados mencionó que se recolecta desde la primavera hasta mediados de marzo (otoño). Los entrevistados manifestaron que no era necesario cultivarlas, a excepción de las "exóticas no espontáneas" o las "nativas no locales no espontáneas" (cedrón, bálsamo, anís, menta que forman parte de la primera categoría y peperina de la segunda). En ambos casos se encontraban en los jardines y huertas.

Se observaron que las percepciones organolépticas guiaban la identificación de las plantas (ej. aroma, sabor, color y textura). Para describir el aroma las variantes fueron: "lindo", "dulzón", "feo" y "aroma a anís" (Marrubium vulgare L., A. seriphioides, Senecio filaginoides DC. y C. darwinii, respectivamente), y en el caso del sabor: "amargo", "feo", "rico" y "a menta" (S. filaginoides, A. boronioides, D. ambrosioides y C. darwinii, respectivamente). En el caso del color, el color azulado del agua después de hervir (ej. V. carnosa) y en el caso de la textura: "pegajosa" y "espinosa" (ej. A. boronioides, Maihueniopsis darwinii) (Tabla 2). Los informantes se llevaban la planta a la nariz, para percibir el aroma y luego indicaban si era el ejemplar buscado (Fig. 2G). Este gesto puede interpretarse como una práctica corporificada de acuerdo a Gómez (2008).

De los órganos de las plantas se colectan principalmente las hojas (ej. S. johnstonii). En menor medida, las raíces o rizomas (V. carnosa, Berberis microphylla), el tallo o las flores (S. filaginoides, M. chamomilla), el fruto (M. darwinii) o toda la planta (E. cicutarium). Para una especie (Colliguaja integerrima Gillies & Hook.) se mencionó la extracción del látex del tallo.

Respecto al procesamiento postcolecta, se describió el emplasto (C. avellanedae, Saxífraga geranioides L., Urtica spp.) y la molienda y hervido de los frutos (M. darwinii), mientras que el resto de los taxa se someten a hervor bebiéndose como decocción. En el caso particular de E. cicutarium se lo utiliza en emplasto y también se lo puede consumir en una infusión. En relación con otras percepciones organolépticas F. explicó para P. lanceolata: "El siete coyunturas también se usa, bien verde. Se hierve el agua, se vuelve azul que es

Taxón

Familia

Nombre

vulgar

Origen

Práctica

Uso

Modo de

consumo

Percepción

organoléptica

índice de consenso de uso

Maihuenopsis darwinii (Hensl.) F.Ritter

Cactaceae

tuna

nativo local espontáneo

recolección

purgante para

animales,

cosmético

emplasto

sin especificar

6,25% (n = 1)

Acaena splendes Hook. & Arn

Rosaceae

cepa de caballo

nativo local espontáneo

recolección

antitusivo,

respiratorio

sin especificar

sin especificar

6,25% (n = 1)

Achantolippia seriphioides (A. Gray) Moldenke

Verbenaceae

tomillo

nativo local espontáneo

recolección

antigripal, para la sangre

infusión

aroma lindo, dulzón

50% (n=8)

Adesmia boronioides Hook. F.

Fabaceae

paramela

nativo local espontáneo

recolección

antigripal

infusión

sin especificar

6,25% (n = 1)

nativo no

Aloysia citrodora Palau

Verbenaceae

cedrón

local no espontáneo

cultivo

digestivo

infusión

sin especificar

6,25% (n = 1)

Artemisia abisinthium L.

Asteraceae

ajenjo

exótico no espontáneo

cultivo

digestivo

infusión

gusto feo

6,25% (n = 1)

Baccharis sagittalis (Less.) DC.

Asteraceae

carqueja

nativo no local espontáneo

recolección

digestivo,

hepático

infusión

sin especificar

6,25% (n = 1)

Berberís microphylla G. Forst.

Berberidaceae

calafate

nativo local espontáneo

recolección

antitusivo,

respiratorio

infusión

sin especificar

6,25% (n = 1)

Chuquiraga aveiianedae Lorentz

Asteraceae

quilinbay

nativo local espontáneo

recolección

analgésico

infusión

sin especificar

6,25% (n = 1)

Clinopodium darwinii (Benth.) Kuntze

Lamiaceae

té pampa

nativo local espontáneo

recolección

antipirético,

digestivo

infusión

amarga, fea, pegajosa, aroma lindo

56,25% (n=9)

Colliguaja integerríma

Gillies. & Hook.

Euphorbiaceae

duraznillo

nativo local espontáneo

recolección

analgésico,

tóxica

infusión,

emplasto

no tiene aroma

56,25% (n = 9)

Dysphania ambrosioides (L.) Mosyakin & Clemants

Amara nthaceae

paico

nativo local espontáneo

recolección

digestivo,

laxante,

analgésico

infusión

a menta, feo, rico

87,5% (n = 14)

Erodium cicutarium (L.) L'Her ex Aitón

Geraniaceae

alfilerillo

exótico

espontáneo

recolección

desinfectante,

anticoagulante,

diurético

infusión

sin especificar

6,25% (n = 1)

Fabiana imbrícata Ruiz & Pav.

Solanaceae

palo piche

nativo no local espontáneo

recolección

hepático, digestivo, renal

sin especificar

sin especificar

12,5% (n = 2)

Foeniculum vulgare Mili.

Apiaceae

hinojo

exótico no espontáneo

cultivo

antigripal

infusión

sin especificar

12,5% (n = 2)

Gríndelia chiloensis (Cornel.) Cabrera

Asteraceae

botón de oro

nativo local espontáneo

recolección

para el corazón

infusión

sin especificar

37,5% (n = 6)

bueno para los riñones. Se hace hervir, el agua azul se toma a la madrugada antes que nada".

Se registró la categoría de "dosis" según la planta y el efecto que se quisiera obtener: "El tomillo lo que tiene es que debilita mucho si lo toma muy seguido. Debilita la sangre, es para tomarlo una semana, cortar. Y bueno después la dejas, tomas de vez en cuando, poco, pero no mucho tampoco" (F.).

Plantas con uso combustible

Entre los recursos leñosos se registraron 20 taxa de los cuales el 70% (n = 14) son "nativas locales espontáneas", el 15% (n = 3) "nativos no locales espontáneos", el 10% (n = 2) "exóticos no espontáneos" y el 5% (n = 1) "naturalizado no espontáneo" (Tabla 3).

El género que tuvo mayor consenso de uso, valorado como muy buena leña, fue Schinus johnstonii (81,2%). Los motivos mencionados refieren a que produce buena brasa, dura mucho y brinda más calor. En segundo lugar Mulguraea tridens (Lag.) N. O'Leary & P. Peralta (75%) fue considerada como una buena leña solo para encender y dar calor. Para otro poblador, no obstante, M. tridens se hace ceniza y se consume enseguida por lo que se utiliza solo cuando no hay otras leñas disponibles.

Con un alto índice de consenso y clasificadas como buenas leñas también se registraron Prosopis denudans (62,5%, Fig. 2E) que también deja brasa, dura y da calor, y Beberis microphylla (50%). Sobre B. microphylla un entrevistado manifestó que se utiliza pero que no desprende tanto calor como S. johnsonii y P. denudans. Respecto a Lycium ameghinoi Speg. (50%) se dijo que produce más llama que S. johstnoii, se enciende rápidamente y se obtiene fácilmente pero que no deja brasa. Otra especie que se registró como una buena leña fue Discaria chacaye (G. Don) Tortosa pero con un bajo índice de consenso (6,2%).

Uno de los entrevistados manifestó que Anarthrophyllum rigidum (Gillies ex Hook. & Arn.) Hieron. (12,5%) se enciende con facilidad pero se hace ceniza rápidamente sin dejar brasa. En el caso de leña de Azorella monantha (37,5%, Fig. 2F) se observó un alto índice de consenso pero que solo se usa esta leña si no hay otra de mejor calidad disponible. Los entrevistados afirmaron que A. monantha mantiene brasa, pero produce mucho humo. Esta última característica se registró también para Chuquiraga avellanedae (6,2%). Su humo se utilizaba también para señales en la fiesta de doma de caballos del Makamenke (Festival de Doma y Jineteada organizado por la Agrupación Gaucha Makamenke en un predio a las afueras de Puerto Deseado). Otras especies con las mismas propiedades son Azorella prolifera (Cav.) G.M. Plunkett & A.N. Nicolas (12,5%), Nardophyllum bryoides (Lam.) Cabrera (6,2%) y Chuquiraga erinaceae D. Don (6,2%). Estas especies sin embargo son consideradas leñas regulares o malas porque, de usarse solas, constantemente habría que estar reponiéndolas para mantener el fuego. Como dato asociado se mencionó el uso de estiércol de animales para iniciar la combustión.

Otras especies que fueron registradas con uso combustible son Retanilla patagonica (Speg.) Tortosa (18,75%) y Colliguaja integerrima (6,2%). También hicieron referencia a leñas compradas provenientes del Norte en forma ocasional, como las "nativas no locales espontáneas" Condalia microphylla Cav. (12,5%), Schinopsis spp. (6,2%) y Prosopis spp. (12,5%). También se registraron especies introducidas que en general se usan en la región como cortinas de viento pero que pueden luego utilizarse como combustibles, tales como Tamarix gallica L. (25%), Salix spp. (12,5%) y Populus nigra L. (12,5%) (Tabla 3). En los últimos años los recursos combustibles vegetales se han ido reemplazando paulatinamente por la utilización de querosén, de gas envasado y en red.

Se recolecta un volumen de entre dos y tres camiones llenos de troncos y ramas secas de las especies disponibles y sobre las que puedan seleccionar para abastecer el invierno. Si bien la colecta se puede realizar en cualquier momento del año, se desarrolla principalmente durante el verano. La leña siempre debe estar seca para evitar el exceso de humo en el fuego, en caso de que no estuvieran buscando humo adrede, y para evitar un manejo perjudicial de los arbustos de la zona. En este sentido, L. expresó: "lo que pasa que nosotros somos muy cuidadosos de las plantas del campo, un molle verde no se saca, eso de sacar el molle verde para dejarlo que se seque para el año siguiente no se pasa por la cabeza". En algunos casos, si no hay leña de buena calidad, se extrae de la leña disponible la base de los troncos por ser más gruesos o la mata entera excepcionalmente (A. monantha, M. tridens).

No se pudo cuantificar las distancias de

Taxón

Familia

Nombre

vulgar

Origen

Práctica

Etapa de combustión

índice de consenso de uso

Schinopsis spp.

Anacardiaceae

quebracho

nativo no local espontáneo

adquisición comercial

todas

6,25% (n = 1)

Anarthophyllum rígidum (Gillies ex Hook. & Arn.) Hieran.

Fabaceae

mata guanaco

nativo local espontáneo

silvestre, recolección

todas

12,5% (n=2)

Azorella monantha Clos

Apiaceae

leño de piedra

nativo local espontáneo

recolección

todas

37,5% (n=6)

Berberís microphylla G. Forst.

Berberidaceae

calafate

nativo local espontáneo

silvestre, recolección

todas

50% (n=8)

Chuquiraga avellanedae Lorentz

Asteraceae

quilinbay

nativo local espontáneo

recolección

sin especificar

6,25% (n = 1)

Chuquiraga erínaceae D. Don subsp. Hystrix (Don) C. Ezcurra

Asteraceae

uña de gato

nativo local espontáneo

recolección

encendido

6,25% (n = 1

Colliguaja integerríma Gillies &Hook

Euphorbiaceae

duraznillo

nativo local espontáneo

silvestre, recolección

todas

6,25% (n = 1)

Condalia microphylla Cav.

Rhamnaceae

piquillín

nativo no local espontáneo

adquisición comercial

todas

12,5% (n = 2)

Discaría chacaye (G. Don) Tortosa

Rhamnaceae

chacay

nativo local espontáneo

recolección

todas

6,25% (n = 1)

Lycium ameghinoi Speg.

Solanaceae

mata laguna

nativo local espontáneo

recolección

todas

50% (n = 8)

Mulguraea trídens (Lag.) N.

O'Leary & P. Peralta

Verbenacae

mata negra

nativo local espontáneo

recolección

encendido, todas

75% (n = 12)

Nardophyllum bryioides (Lam.) Cabrera

Asteraceae

mata torcida

nativo local espontáneo

recolección

encendido

6,25% (n = 1)

Populus nigra sp. L.

Salicaceae

álamo

exótico no espontáneo

cultivo

todas

12,5% (n = 2)

Prosopis denudaos Benth.

Fabaceae

algarrobillo

nativo local espontáneo

silvestre, recolección

todas

62,5% (n = 10)

Prosopis sp.

Fabaceae

algarrobo

nativo no local espontáneo

adquisición comercial

todas

12,5% (n = 2)

Retanilla patagónica (Speg.) Tortosa

Rhamnaceae

malaespina

nativo local espontáneo

recolección

sin especificar

18,75% (n = 3)

Salix sp.

Salicaceae

sauce

exótico no espontáneo

cultivo

todas

12,5% (n = 2)

Schinusjohnstonii F.A. Barkley

Anacardiaceae

molle

nativo local espontáneo

recolección

todas

81,25% (n = 13)

Tamarix gallica L.

Tamaricaceae

tamarisco

naturalizado no espontáneo

cultivo

todas

25% (n = 4)

recolección de los arbustos pero sí se registró que la mayoría de los entrevistados describió el uso del camión para la recolección de leña: "últimamente íbamos con el camión a buscar leña, en otros campos y después se usaba lo de la casa, tamarisco, sauce, álamo" (W.). También (J.) ampliaba esta información: "y para encontrar leña en la chacra hay que recorrer, después con el camión íbamos a buscar leña al campo, ¡pero lejos!". Cabe destacar que ambos pobladores (J. y W.) vivían en una chacra en la localidad de Tellier. Se observaron diferencias sobre la abundancia o escasez de leña según la percepción del poblador entrevistado. Sobre una buena disponibilidad afirman: "hasta el día de hoy hay muchísima leña gracias a Dios, en la estancia no ha faltado" (L.) y, por otro lado, que hay escasez: "hay poca leña ahora en los campos, se consume leña y no crece, van cortando y el molle y el algarrobo tardan mucho para crecer" (J.). Los principales criterios locales de selección de leña fueron: facilidad para hacer brasa, duración de la brasa, poder calórico, facilidad para el encendido, producción de humo y disponibilidad de la especie. Los pobladores locales diferenciaron cada especie taxonómica por sus características propias que, por lo general, se reflejan en el nombre vulgar de cada una (mata negra, leño de piedra, mata guanaco, entre otros). Las leñas más calificadas para brindar calor son las que mayor grosor tienen (Berberís microphylla, Prosopís denudans, Schínusjonstoníí), y que las descriptas como "buenas" para iniciar el fuego son las de diámetros chicos, siendo el resto homogéneas en su medida. Entre estas últimas, hay algunas especies que son consideradas como "buenas" para iniciar el fuego, por lo que, según la disponibilidad de leña, se están conjugando los dos criterios: especie y diámetro. Se mencionó el uso de la parte aérea de la planta y solo excepcionalmente de la raíz para proteger las especies. Las prácticas de recolección de madera muerta y la protección de algunas especies en particular (ej. S. johnstonii y B. microphylla) se describieron a través del discurso. Una pobladora destacó: "para usarla como leña sacaba los palitos secos, pero no ibas a cortar una mata de calafate para usar, sacabas las varillitas que estaban quebradas, yo pienso que se cuidaban por la frutita". Mientras que (L.) mencionó que "no se sacaban las matas de calafate para que se mantenga, y en el caso del molle, la mata verde si no está seca no se saca".

Para cocinar y mantener el calor de una casa en el campo los entrevistados consideraron que la cantidad de leña promedio es de unos 25 kg/día aproximadamente de buena leña y que con 4 kg se puede hacer una comida en la cocina económica al mismo tiempo que brinda calor al ambiente. Para abastecer todo un invierno hace falta entre dos y tres camiones de leña. Esta unidad de volumen fue empleada por la mayor parte de los entrevistados, por lo que constituiría una unidad de medida emic. No se ha podido establecer el volumen en metros cúbicos aproximado.

Plantas con usos ornamentales y tintóreos, y como cercos vivos

En el caso de "nativas locales espontáneas" se describió el uso de dos especies como plantas tintóreas (Berberis microphylla y Schinus jhonstonii), dos especies para la construcción de cercos (Chuquiraga avellanedae y Colliguaja integerrima) y cinco especies ornamentales (Calceolaria biflora Lam., Chloraea alpina Poepp., Lathyrus magellanicus Lam., Olsynium biflorum (Thunb.) Goldblatt, Tristagmapatagonicum (Baker) Traub). Las primeras dos categorías de aplicación (tintórea y para cercos) se encuentran solapadas en la variable de plantas multiuso (Tabla 4).

Construcción del Conocimiento Botánico Tradicional en el área de estudio

Se identificaron casos de transmisión vertical y horizontal del conocimiento a partir del discurso (transmisión oral) como de la observación de la práctica (colecta). Dentro del primer tipo observamos, por ejemplo, el caso de uno de los pobladores (sesenta años) que se encontraba con su nieto (nueve años) en el momento de la entrevista. A medida que el abuelo contestaba sobre las plantas, el niño apoyaba con datos esta información. El nieto afirmó que eran sus padres y su abuelo quienes le habían enseñado sobre las plantas y sus usos. En cuanto a la forma en que el abuelo transmitía esa información describió que le mostraba la planta, le decía su nombre y usos, y que de tanto andar en el campo, con una o dos veces que la veía, la reconocía. Por otro lado, otra entrevistada (cincuenta años) recordó: "nosotros íbamos al campo, algo que yo siempre les cuento a las chicas (a sus hijas), nos íbamos con la canasta, con el chocolate, los scones, íbamos de picnic y

Tabla 4. Otros usos mencionados por los pobladores.

Taxón

Familia

Nombre

vulgar

Origen

Práctica

Uso

Órgano

utilizado

Índice de

consenso

de uso

Berberís microphylla G. Forst.

Berberidaceae

calafate

nativo local espontáneo

recolección

tintóreo

raíz

25% (n = 4)

Calceolaria biflora Lam.

Calceolariaceae zapatito

nativo local espontáneo

recolección

ornamental

flor

6,25% (n=1)

Chloraea alpina Poepp.

Orchidaceae

orquídea

nativo local espontáneo

recolección

ornamental

flor

6,25% (n=1)

Chuquiraga avellanedae Lorentz

Asteraceae

quilimbay

nativo local espontáneo

recolección

cerco

tronco

12,5% (n=2)

Colliguaja

integerrima

Gillies & Hook.

Euphorbiaceae

duraznillo

nativo local espontáneo

recolección

cerco

tronco

12,5% (n=2)

Lathyrus

magellanicus Lam.

Fabaceae

arverjillas

silvestres

nativo local espontáneo

recolección

ornamental

flor

6,25% (n=1)

Olsynium biflorum (Thunb.) Goldblatt

Iridaceae

jazmín

nativo local espontáneo

recolección

ornamental

flor

6,25% (n=1)

Schinus johnstonii F.A. Barkley

Anacardiaceae

molle

nativo local espontáneo

recolección

tintóreo

raíz

6,25% (n=1)

Tristagma patagonicum (Baker) Traub.

Amaryllidaceae

estrellita,

pastor

nativo local espontáneo

recolección

ornamental

flor

6,25% (n=1)

mamá nos daba una clase: bueno, hoy hay que juntar pastores, no se equivoquen eh, entonces te enseñaba cuál era el pastor, tiene un bulbito abajo, hojitas finitas y la flor como una estrellita. Mañana juntamos jazmines, el jazmín también tiene como un bulbito, tiene la hoja más ancha y es una varita como con tres o cuatro flores y nos iba enseñando así, a conocer cada planta" (L.). En relación con la única informante extranjera (española) asentada hace unos 62 años en la zona expresó que al llegar a Puerto Deseado fue su esposo, también español pero que trabajaba en el campo con otros puesteros nativos, quién le transmitió el conocimiento sobre el uso de determinadas plantas. Asimismo, otros dos hermanos descendientes de padres alemanes manifestaron: "y siempre había de la gente antigua sobre todo los nativos de acá que te enseñaban, porque esa gente se curaba con los remedios del campo nomás" (W. y J.).

También de la observación de las experiencias se aprende. Por ejemplo, en relación con la hoja de Schinus johnstonii W. afirma: "los viejos decían que era venenoso, pero resulta que una vuelta fuimos a buscar leña y un hombre estaba resfriado e hirvió agua y puso hoja de molle y se tomó el agua, así que se ve que veneno no era ¿pero veneno sabes por qué no puede ser? Porque los animales lo comen".

Cuando los pobladores tenían dudas respecto del reconocimiento de una planta o de su potencial toxicidad manifestaron observar detenidamente el comportamiento de los animales frente al consumo de la misma. En otros casos, el nombre común de las plantas describe alguna característica de la misma que se asemeja a particularidades de los animales de la zona. Dice (F.): "está el palo piche que le dicen, que acá no hay. Ese es medicina. El palo piche (Fabiana imbricata Ruiz & Pav.) es conocido porque tiene una cascarita que es bien como la cascarita del piche (Zaedyus pichiy) por eso le dicen palo piche" [piche, piche patagónico, pichi, quirquincho o armadillo de la Patagonia, es una especie de mamífero de la familia Chlamyphoridae].

No se pudieron registrar hasta el momento plantas asociadas a festividades o rituales. Sin embargo, en las categorías de uso de plantas medicinales subyace la concepción de que las plantas son parte de la naturaleza y, por lo tanto, consumirlas es más sano que tomar otro remedio producido en laboratorios; "Uh sí es la gente del campo, la gente de antes sabía un montón. Ellos se curan con eso, por eso viven tantos años. Era todo natural" (F.). Así mismo, F. describe las prácticas de curación de su mamá de la siguiente manera: "Ahora por qué no sé, si ya tendrían ese don no sé, pero se fueron con muchos secretos, como para curar verrugas, para curar el empacho, todo eso lo curaban ellos con secretos pero cómo lo hacían no sé. Ellos capaz que curaban con palabras y al otro día andabas re bien". Sin embargo, a excepción de este entrevistado, de ascendencia mapuche, es menos evidente la dimensión simbólica en el discurso de los demás entrevistados. No obstante, otro de los pobladores narró que si había una herida en el pie se debía realizar otra herida sobre la corteza de un álamo; a medida que el árbol cicatrizaba se iba cerrando la herida del pie.

Los discursos recuperados en las entrevistas pertenecen en mayor proporción a hombres adultos que a mujeres y niños si bien todos recolectaban plantas silvestres. Esta diferencia en el acceso a la información se debería a que los trabajadores rurales son contratados sin familia, aunque no se descarta un sesgo en la investigación.

En general, la categoría de uso comestible presentó una frecuencia más baja que otras categorías de uso (Fig. 2B). En cambio, en las categorías con mayor frecuencia, las que presentan aplicación medicinal, el conocimiento registrado es dispar entre los entrevistados, siendo F. quien estableció una mayor diversidad de especies utilizadas y con mayor precisión las dosis. Los hombres en las recorridas por las estancias recurrían a las plantas espontáneas para saciar la sed o para obtener aplicaciones medicinales. En el caso del uso de plantas leñosas para combustible se identificó la asociación de los criterios de selección de las especies con las etapas de la combustión.

Si bien la población entrevistada presenta una diversidad en cuanto a sus orígenes y permanencia en la localidad, su percepción de los animales y las plantas y sus experiencias de vida han dado forma a un CBT.

 

Discusión y Conclusiones

 

Las familias botánicas que prevalecen en este trabajo concuerdan con aquellas registradas en los estudios previos desarrollados en la estepa rural y el ecotono bosque-estepa de Chubut (Ladio, 2001; Molares, 2010; Richeri et al., 2013). Como mencionan Molares & Ladio (2014), estas familias son ricas en metabolitos secundarios y propiedades organolépticas, en las que prepondera el aroma y el sabor. Asimismo, las especies arbustivas de la estepa estudiadas, son productoras de aceites esenciales y resinas. Estos metabolitos están relacionados con la adaptación a los ambientes xerofíticos (Guerra et al., 2012). En este estudio, las categorías de uso medicinal y combustible son las que predominaron en el discurso de los pobladores locales, mientras que, las comestibles, tintóreas, cercos vivos y ornamentales tuvieron menor cantidad de menciones y especies registradas. Las percepciones organolépticas guiaron el reconocimiento y selección de las plantas medicinales y estuvieron presentes en las comestibles. Asimismo, las características biofísicas de las maderas utilizadas como combustible tuvieron un rol importante dentro de los criterios de reconocimiento y selección. Estas categorías actuarían en la esfera de precolecta y colecta. Además, se refuerzan los discursos de los pobladores acerca de estos criterios con la observación de prácticas corporificadas. Gómez (2008) utiliza este concepto al describir las posturas o el lenguaje corporal de las mujeres tobas mientras recolectan en el monte y afirma que dichas prácticas producen sentido y comunican información antes que el discurso mismo.

Molares (2010), por su parte, desarrolló en profundidad estudios sobre las propiedades organolépticas de la flora utilizada por las comunidades mapuches y mapuche-tehuelches del oeste de Chubut. Según Molares & Ladio (2014), las plantas medicinales mencionadas por los pobladores son plantas con aroma y/o sabor y, en menor medida, con texturas y morfologías distintivas. Estas autoras mencionan además que el color de los líquidos de las preparaciones responde a la teoría de signaturas, es decir, que partes de la planta, sus extractos, entre otros, llevan consigo el signo de sus cualidades terapéuticas (Leonti et al, 2002; Molares & Ladio, 2014). Los resultados obtenidos en la presente área de estudio acuerdan con los trabajos de estas autoras y refuerzan sus puntos de vista. Por otra parte, se registra en el marco del discurso de algunos entrevistados la confianza que existe en las plantas medicinales como proveedoras de un "remedio natural" asociado a la categoría émica de "sano". Pero, además, para algunos de los pobladores el acto de curar no se realiza solo con la planta sino, también, con el "secreto" que guarda quien recomienda y aplica la misma. Esta expresión, hace referencia a los sistemas de creencias que envuelven a la aplicación medicinal de las plantas. De acuerdo a Richieri et al. (2013), los usos más recurrentes de la herbolaria silvestre en la estepa de Chubut están vinculados a afecciones gastrointestinales, respiratorias y a procesos dolorosos o antiinflamatorios. Las autoras mencionan que estas dolencias pueden estar relacionadas con el tipo de dieta altamente graso-proteica de la población rural además de las condiciones climáticas del lugar. Las aplicaciones de la herbolaria registradas en este trabajo sugieren una problemática similar al descripto por Richieri et al. (2013). Se suma además, la lejanía de los puestos de las estancias y el difícil acceso al sistema de salud al que están sujetos los pobladores rurales. Este contexto reafirma la utilización de plantas de aplicación terapéutica. En cuanto a una baja frecuencia del uso comestible de las plantas silvestres en este trabajo se considera que podría estar asociada al impacto del modo de alimentación actual basado en productos manufacturados en la dieta de los pobladores (Aguirre, 2019; Barreau et al., 2019). En estas localidades, la población accede a escasas verduras y hortalizas que provienen de las provincias del norte argentino. Esto refuerza una dieta basada en un alto consumo de carnes (Cepparo de Grosso, 2000). En este contexto, se desataca la mención de Berberís microphylla como una de las especies con mayor consenso de uso. La misma, ha sido reconocida como alimento funcional por sus propiedades nutracéuticas (Chamorro et al., 2018). Esto podría estar relacionado a que muchas plantas silvestres poseen una alta concentración de aleloquímicos que son relevantes tanto para la dieta como para la farmacopea de cada sociedad, y cuyo uso actual está cargado de connotaciones simbólicas que se deriva de prácticas de ensayo y error desarrolladas a lo largo del tiempo (Etkin, 1994). El procesamiento postcosecha relevado para estas categorías de uso se relacionan con una mayor palatabilidad de los productos, pero además permiten obtener una mayor bioaccesibilidad y biodisponibilidad de los nutrientes (Wollstonecroft et al., 2008).

La práctica de recolección y obtención de las plantas tanto alimenticias como medicinales se desarrolla a la par de otras actividades rurales tal como describe Cardoso (2013), o bien, como actividades específicas. Por lo general se realiza en todo momento del año, y mujeres, hombres y niños participan de la recolección. La presencia de especies "nativas no locales no espontáneas" o "exóticas no espontáneas" está dada por el cultivo de algunas de ellas, así como por el intercambio o adquisición dentro de las vías de comercialización. Richieri et al. (2013) observaron estas prácticas para la estepa de Chubut. En cambio, las plantas leñosas utilizadas como combustible tienen períodos marcados de abastecimiento. En general, la recolección de las plantas silvestres se produce en el área próxima a donde se desarrollan las actividades rurales o en las afueras de las localidades urbanas. Sin embargo, en el caso de los leños utilizados para combustión las distancias de recolección pueden variar desde algunos metros a varios kilómetros.

Respecto a las plantas combustibles se observó una variedad importante de especies nombradas para el ambiente de estepa. Existen preferencias según la necesidad: calor, humo, luminosidad o cocción. Las especies con mayor consenso de uso en este estudio concuerdan con las registradas por Cardoso (2013) en el noroeste de Patagonia. Los estudios de índice de valor combustible realizados por dicho autor son congruentes con las etnoclasificaciones de sus entrevistados, porque las leñas mencionadas se corresponden con las de mayor valor de combustibilidad. En el caso de Puerto Deseado y Tellier, los entrevistados refieren como leñas buenas para combustible a aquellas que producen brasa y concuerdan con las más densas para el área de estudio (Ciampagna, 2015). Por otra parte, también se observó que los entrevistados de estas últimas localidades protegen a los arbustos en términos de Casas (2001), en especial aquellos que proveyeran frutos comestibles. Esta práctica sobre determinadas especies también fue registrada en Chubut por Marconetto (2002).

El CBT al que se pudo acceder y describir se construyó a partir de las experiencias en la interacción con el entorno, la educación de la atención y el intercambio de saberes de una población basada en una diversidad intercultural. Se ha observado que este aprender-practicando está vinculado a la memoria y reproducción de las prácticas de reconocimiento y recolección de las plantas. En el discurso de los entrevistados, la frase "de tanto andar en el campo" da cuenta de la interacción comprometida de los pobladores con el entorno (Ingold, 1996). De igual forma, a través de las mismas prácticas de "salir a recolectar", abuelos a nietos, madres a hijos transmiten saberes. Esta es una vía de conservación de la biodiversidad y de los saberes locales. Se acuerda, entonces, en interpretar que el conocimiento de las comunidades sobre su entorno no necesariamente debe tener un arraigamiento temporal profundo (Pochettino & Lema, 2008).

Por otro lado, los relatos sugerirían que los colonos que llegaron a Puerto Deseado en el siglo XIX conocieron la vegetación y sus propiedades a partir de la interacción con comunidades originarias (Ciampagna & Capparelli, 2012). Existe una articulación entre los ambientes rurales y urbanos, rodeados por la estepa arbustiva, así como por las relaciones entre distintas "líneas de vida" (De Munter, 2016). En este sentido, la trashumancia de los puesteros de estancia, su descanso en el pueblo o la ciudad, y su aprender a morar el territorio junto a otros pobladores locales reproduce el CBT en Puerto Deseado y Tellier.

Agradecimientos

A los pobladores de Puerto Deseado y Tellier. A los puesteros que dialogan con sus plantas, animales y recorren a campo traviesa. A Violeta Martínez. A la Delegación de Consejo Agrario Puerto Deseado. A la Dir. Gral. de Museos y Patrimonio Rosa Aravales, y a la Lic. Gina Lipka (INTA AER-Puerto Deseado). Al Ing. Agr. Gervasio Humano (INTA Santa Cruz) por la identificación de Oxalis laciniata. A CONICET (PIP 0319), ANPCyT (PICT 2015-2040) y UNLP (N866).

 

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