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Boletín de la Sociedad Argentina de Botánica

On-line version ISSN 1851-2372

Bol. Soc. Argent. Bot. vol.57 no.3 Córdoba Sept. 2022

 

Articulos

"El py'a ruru es en guaraní y hepatitis en castellano". Plantas frías, plantas secantes y otros remedios en la etnobotánica médica de los criollos del Chaco Húmedo formoseño

"The py'a ruruis in Guaraní and hepatitis is in Spanish". Cold plants, dry plants and other remedies in the medical ethnobotany of the Criollos of Formosan Humid Chaco

 

Leonardo M. Anconatani 1

 

1 UBA

 

Summary

Background and aims: This article approaches the medical ethnobotany of the Criollos of the east of the province of Formosa (Argentina) from the description and study of a particular typical pathology of their ethnomedicine named py'a ruru, as a local name for hepatitis or stomach swelling, (its etiology, therapeutics and the plants involved in its treatment). These rural and peri-urban populations wiht Hispanic-Guarani roots, live in the Chaco Húmedo region and in their medicine and ethnobotany classificatory were observed notions related to the Hippocratic-Galenic theory, as occurs in the medicines and ethnobotany of other human groups of the country and of America.

M&M: Ethnobotanical information was collected through semi-structured interviews. Plant material was collected in the forest and also plant samples were acquired in a market.

Results: The etiology and therapeutics of py'a ruru are exhaustively described and analyzed. The 21 vegetal species used in its therapeutics are detailed. 10 of them are classified as "fresh remedies" and 7 of them as "drying remedies". Furthermore, these species imply 21 medical ethnobotanical data.

Conclusions: The continuities and discontinuities of warm-fresh and dry-humid notions typical of the local Criollos in their medical ethnobotany and ethnomedicine, together with the 21 plant species used in the treatment of the disease described, allow us to glimpse the wealth of knowledge that are used in domestic and specialists medicine in the east of the province of Formosa.

Key words: Etiology, hepatitis, humoral theory, local ethnomedicine, medicinal plants.

 

Resumen

Introducción y objetivos: En este artículo se aborda la etnobotánica médica de los criollos del este de la provincia de Formosa (Argentina) a partir de la descripción y el estudio de una patología particular propia de su etnomedicina, el py'a ruru, hepatitis o estómago hinchado (su etiología, terapéutica y las plantas involucradas en su tratamiento). Estas poblaciones rurales y periurbanas de raigambre hispano-guaraní habitan en la región del Chaco Húmedo y en su medicina y etnobotánica se observan nociones clasificatorias relacionadas a la teoría hipocrático-galénica tal como ocurre en las medicinas y etnobotánicas de otros pueblos del país y de América.

M&M: Se recolectó la información etnobotánica por medio de entrevistas semiestructuradas, se recolectó material vegetal y se adquirieron muestras en el mercado local.

Resultados: Se describe y analiza la etiología y terapéutica del py'a ruru de manera exhaustiva. Se detallan las 21 especies vegetales empleadas en su terapéutica (que redundan en 21 datos etnobotánicos médicos), 10 de ellas clasificadas como "remedios frescos" y 7 de ellas como "remedios secantes".

Conclusiones: Las continuidades y discontinuidades de nociones cálido-frescas y seco-húmedas propias de los criollos locales en su etnobotánica médica y etnomedicina, junto a las 21 especies vegetales empleadas en la terapéutica de la enfermedad descripta, permiten vislumbrar la riqueza de los saberes que se ponen en práctica en la medicina doméstica y la de especialistas en el este de la provincia de Formosa.

Palabras clave: Etiología, etnomedicina local, hepatitis, plantas medicinales, teoría humoral.

 

Introducción

 

Entre los años 2014 y 2019 en ocasión de un pormenorizado trabajo de campo, se estudió la etnomedicina y la etnobotánica médica de los criollos del este de la provincia de Formosa (Anconatani, 2021). Allí se abordó en profundidad, entre otras informaciones, alrededor de 69 patologías, dolencias y desordenes de la salud, junto a numerosos trastornos tales como diarreas, vómitos, cólicos, entre otros. Nos ocuparemos aquí de una patología particular denominada por los colaboradores py'a rurú, hepatitis o estómago hinchado. Abordaremos principalmente las plantas empleadas para su tratamiento y algunos aspectos a ellas relacionados. Todo ello, sin dejar de lado otras prácticas terapéuticas que se realizan de manera conjunta al uso de vegetales y derivados de origen animales (grasa, huevos, etc.), entre otros elementos utilizados tanto por los especialistas terapéuticos criollos, como en la medicina doméstica.

Los criollos del Este de Formosa, integran un conjunto de habitantes vinculados al medio rural o periurbano. En su mayoría son descendientes de los primeros migrantes de raigambre hispano-guaraní que se asentaron en el territorio a fines del siglo XVIII, provenientes de República de Paraguay y también (aunque en menor medida) de la vecina provincia de Corrientes (Alsina, 2002; Beck & Schaller, 2011).

Los criollos del este de Formosa se han definido generalmente en contraposición a sus vecinos qom, a los que llaman "aborígenes", "indios" o "guaicurúes", y a los cuales generalmente responsabilizan de muchas de sus penurias, entre ellas algunas de las enfermedades que padecen como las "maldades" o el "paye". Uno de los principales ámbitos que comparten criollos e indígenas es el monte (bosque). Allí, desarrollan algunas actividades como la caza, la recolección de plantas medicinales, de miel e incluso la pesca. Los criollos de Formosa se distinguieron también de otros vecinos, los "gringos", modo en que suelen referirse a los descendientes de aquellos inmigrantes europeos que se asentaron en la región en las distintas oleadas migratorias a lo largo de su conformación como territorio nacional y posteriormente como provincia (Anconatani, 2021).

La religión católica es sin duda un factor estructurante en la vida de los criollos ya que configuran su cosmología a través de la herencia cristiana que impuso y continúa imponiendo una visión de mundo y diversas prácticas (normativas y morales) desde los tiempos de la colonia hasta la actualidad1. No obstante, no suele respetarse estrictamente el santoral de la iglesia y la fe criolla admite también "santos populares" como el Gauchito Gil o San la muerte. Así, las concepciones religiosas cristianas no son doctrinarias y se aceptan otras interpretaciones de las oraciones, pasajes bíblicos e incluso de la figura del dios católico apostólico y romano. Por último, el cosmos criollo se encuentra poblado por "almas" o "espíritus" que se relacionan con los humanos con distintas intenciones (premonitorias, homicidas, atemorizantes, reveladoras, etc.) y, además, por seres no-humanos -casi siempre vinculados a las cosmologías indígenas guaraníes- con los que interactúan con cotidianidad como es el caso del pombero o Karai pyhare, el rubito o yasy yateré, el lobisón entre muchos otros. Estos existentes conviven en el mundo criollo constituyendo parte de su imbricado mundo sociocosmológico (Anconatani, 2021).

Específicamente la zona en estudio forma parte de la eco-región denominada Chaco Húmedo argentino y abarca más de 120.000 Km2. Esta región ocupa la mitad oriental de las provincias de Formosa y Chaco, parte del norte de Santa Fe (Guinzburg & Adámoli, 2006) y el noroeste de Corrientes (Ragonese & Castiglioni, 1970; Cabrera, 1976; Burkart et al, 1999; Tortorelli, 2009). Constituye una llanura extremadamente plana donde los humedales son los elementos dominantes del paisaje. Su clima es templado-húmedo, con temperatura media anual de 22°C y precipitación media anual superior a los 1300 mm (Burkart et al, 1999; Guinzburg & Adámoli, 2006).

Los espacios rurales y periurbanos donde se ha realizado esta investigación forman parte de colonias, pueblos y ciudades (San Francisco de Laishí, Herradura, El Colorado, Km 100 Navegación Río Bermejo, Colonia Santa Marina, Colonia Mayor Villafañe, Formosa, Tres Lagunas,

Riacho He-Hé y Laguna Blanca) de los 5 departamentos (Laishí, Pirané, Formosa, Pilagás y Pilcomayo) que conforman geográficamente el este de la provincia de Formosa (Fig. 1), la cual se encuentra en el nordeste de la República Argentina. Pertenece a la Subregión ecológica denominada "Chaco de esteros, cañadas y selvas de ribera" por Morello & Adámoli (1968), donde las comunidades vegetales se hallan condicionadas por el gradiente topográfico que ocupan y éste, a su vez, con el gradiente de inundación (Guinzburg & Adámoli, 2006). El "monte fuerte" o quebrachal constituye la comunidad florística más importante, en la que predomina el "quebracho colorado chaqueño" (Schinopsis balansae Engl.,) y en menor medida el Aspidosperma quebracho-blanco Schltdl., "guayacán" (Libidibia paraguariensis (D. Parodi) G.P.Lewis), "algarrobo negro" (Prosopis nigra Hieron.), "algarrobo blanco" (Prosopis alba Griseb.) mistol (Sarcomphalus mistol (Griseb.) Hauenschild) y el "chañar" (Geoffroea decorticans (Gillies ex Hook. & Arn.) Burkart), entre otras especies (Guinzburg & Adámoli, 2006).

Materiales y Métodos

Los datos y parte de los materiales estudiados fueron obtenidos a partir de 6 trabajos de campo realizados entre los años 2014 y 2019 con 33 pobladores criollos del Este de la provincia de Formosa.

Fig. 1. Mapa del este de la provincia de Formosa. 1: Tres Lagunas (Dpto. Pilagás); 2: Laguna Blanca, 3: Riacho He He (Dpto. Pilcomayo); 4: Formosa (Dpto. Formosa); 7: San Francisco de Laishí, 5: Herradura, 6: Km 100 (Dpto. Laishi); 8: Col. Santa Marina, 9: Col. Villafañe, 10: El Colorado (Dpto. Pirané).

 

 

Como criterio de selección de los colaboradores se ha mixturado la elección al azar y la técnica de bola de nieve (Bernard, 2000; Albuquerque et al., 2010). Los pobladores de la zona oficiaron, en algunos casos, como colaboradores por sus conocimientos sobre la farmacopea local y, en otros casos, como guías o nexos ante los terapeutas especialistas en la medicina criolla (más recurridos por la comunidad) u otros vecinos conocedores de la medicina doméstica. Las actividades y metodologías aplicadas continúan con las ya clásicas de la investigación etnobotánica de largo plazo (Arenas, 1981, 2003; Scarpa, 2000; Martínez, 2010; Muiño, 2010, Suarez, 2013, entre otros).

Los datos obtenidos fueron documentados en cuadernos de campo y en formato de audio digital. Se registró la información, la cual se obtuvo mediante observación participante con colaboradores calificados cuyas edades oscilaron entre los 34 y los 93 años. Se emplearon también entrevistas semi-estructuradas elaboradas especialmente para investigar la etnomedicina y la etnobotánica médica de la zona. Por otro lado, se coleccionó el material vegetal en compañía de los colaboradores. Posteriormente se acondicionó e identificó el material y se confeccionaron pliegos de herbario, los cuales se encuentran depositados en el Herbario del Museo de Farmacobotánica "Juan Aníbal Domínguez" (BAF). Los audios obtenidos fueron desgrabados y transcriptos de manera literal. A partir de esta información en conjunción con la registrada en cuadernos de campo y las identificaciones botánicas realizadas se confeccionó una base de datos Access 2018, donde se recopiló y sistematizó toda la información.

 

Resultados

 

La Etnomedicina de criollos del chaco húmedo formoseño

Para abordar la etnomedicina local, es importante mencionar brevemente algunas nociones de cuerpo y persona entre los criollos aprehendidas a partir de los datos recabados en el campo. Dos componentes estructuran el concepto de persona según los colaboradores: el cuerpo y el alma3. El alma es descripta como aquello que tienen contacto con el ámbito de lo sagrado, es conceptuada principalmente como "vida", como principio vital, como voluntad, es decir, es lo que dota de existencia, de entidad al cuerpo. El cuerpo, en cambio, es conceptuado como la materia que forma a la persona. Es descripto como un conjunto orgánico u objeto natural y es representado como un espacio relacional dinámico, el cual es modificado y a su vez modificante (Anconatani, 2021).

Del mismo modo que ocurre con las formas de organización y representación del cuerpo, las concepciones respecto al funcionamiento del organismo se encuentran igualmente atravesadas por procesos históricos y culturales, los cuales no pueden dejarse de lado para abordar de manera correcta los procesos patológicos enmarcados en la etnomedicina y etnobotánica médica de este grupo social. De acuerdo con lo documentado a campo, los criollos entienden el funcionamiento corporal principalmente en términos de la teoría Humoral Hipocrático-Galénica reconfigurada, del mismo modo que ocurre con otras sociedades criollas de Formosa (Sturzenegger, 1987; 1999; Scarpa 2000; 2012) y de otras provincias del país4. Esta última afirmación se desprende de las expresiones que los colaboradores realizaron respecto a la fisiología corporal. Ejemplo de ello, es que el calor corporal suele ser algo mayor al "normal" (aunque no patológico) en los momentos posteriores a la ingesta de alimentos debido al calor producido por la digestión o luego de la realización de ejercicios (como trabajos físicos o largas caminatas) por solo mencionar algunos ejemplos (Anconatani, 2021).

A pesar de la complejidad que implican las diversas formas de interpretación de las enfermedades y sus etiologías por parte de los criollos, cierto consenso en su discurso médico permitió agruparlas en dos grandes categorías, de acuerdo a los modelos etiológicos propuestos por Laplantine (1999). La enfermedad entonces es conceptuada, por un lado, de manera ontológica -es decir que existe un "ser" de la enfermedad, donde las imputaciones etiológicas son concebidas como entidades responsables directas de las afecciones- y, por otro lado, la enfermedad también es representada de manera relacional -donde los procesos morbíficos son conceptuados ya no como entidades o existentes, sino como desequilibrios o desarmonías. Existe también una representación transicional entre estas categorías donde la etiología de la enfermedad no puede ser clasificada solamente en una u otra representación, sino como ambas representaciones en transición. Es decir, para que ocurra el evento patológico es necesario que se pongan en juego ambas representaciones5 6 7 8 9 10 11 (Anconatani, 2021).

Ahora bien, en aquellos casos en los cuales la etiología de la enfermedad ha sido conceptuada en tanto desequilibrio o desarreglo funcional o relacional, ha sido posible distinguir entre enfermedades derivadas de la ruptura del equilibrio entre el ser humano y su medio social, de aquellas derivadas de la ruptura del equilibrio entre el ser humano y su propia persona. En este último caso se encuentran los trastornos derivados de la teoría humoral refigurada como etiología. Nos ocuparemos a continuación de una enfermedad cuya etiología se debe a un desequilibro por exceso de calor y que se distingue de otras patologías por su nombre propio, py'a rurú.

Py'a ruru, hepatitis o estómago hinchado

Esta enfermedad, de mayor incidencia en niños, se produce por la ingesta reiterada de alimentos grasosos (como carne de vaca, la carne de cerdo, el pescado frito o las tortas fritas, entre otros) o los que son muy calóricos (como los panificados). Es decir, este tipo de alimentos -y a su vez la manera de cocinarlos- hacen que el sistema digestivo vaya afectándose con el correr de los días debido al exceso de calor que implica el proceso de su digestión. Este trastorno comienza, según indican los colaboradores, como '"una fiebre" que se va "desparramando" por los órganos vinculados a la digestión.

"El py'a ruru e en guaraní y hepatitis, en castellano. Se inflama, se hincha el vientre porque lo primero que ataca e al hígado, va tomando fiebre, por un mal funcionamiento, por comer comida caliente, comida pesaa. Al punto que se inflama el hígado y queda como un flan, despué esa fiebre se desparrama y se hincha la panza y te falta el aire" (D, Herradura).

"Porque viste qué a veces vos tenes, decís: e... no tenía fiebre [el niño]. Entonces tene por dentro la fiebre, no por fuera. ¿Y por qué puede tener el estómago hinchao? porque ya estaba con fiebre ya, desde hace días'" (A, Tres Lagunas).

Se distingue de otra patología relacionada denominada como "estómago caliente" debido a que, a diferencia de esta que es de carácter inmediato, el "py'a ruru" se da por una acumulación de calor progresiva en los órganos de la digestión a lo largo de los días o incluso de meses y va afectando no solo al estómago sino a otros órganos como el hígado.

Los signos y síntomas de py'a ruru son una intensa fiebre, inflamación abdominal (principalmente en los flancos derecho e izquierdo), fuertes dolores abdominales, gases y aliento fétido, sobre todo en los niños.

"Lo bebe tienen aliento fuerte cuando tienen fiebre por dentro y el aliento está muy fuerte, entonce tiene fiebre por dentro" (A, Tres Lagunas).

En cuanto a la terapéutica, esta enfermedad suele ser tratada tanto en el ámbito doméstico como en el ámbito de los especialistas terapéuticos (curanderos, médicos yuyeros y médicos naturalistas). Sin embargo, mientras que los remedios empleados generalmente coinciden, la practicas terapéuticas presentan algunas diferencias.

El tratamiento del py'a ruru es abordado por etapas. En primer lugar, se emplea, a modo de soporte, las hojas de "lengua de vaca" (Jaborosa integrifolia Lam., Solanaceae) u las hojas de "banano" (Musa x paradisiaca L., Musaceae). Sin embargo, según indicaron algunos colaboradores también puede emplearse "papel de atrasa"5 o un trozo de papel del empaque de harina. En cualquiera de estos soportes, se aplastan y untan una cucharada de huevos de caracol6 (Pomacea canaliculata Lamarck, Ampullariidae) con grasa de gallina (Gallus gallus domesticus L., Phasianidae). Existen, además, otras dos variantes menos comunes respecto a la composición de este unto. En un caso se emplea solamente "tonsinsal" o grasa de pato (Cairina moschata domestica L., Anatidae) y en el otro caso, engrudo hecho de agua y "harina de trigo" (Triticum aestivum L., Poaceae). Luego de realizada esta preparación, al unto soportado en las hojas o papeles antes mencionados, se le adiciona el polvo de las hojas y tallos de "yerba mate" (Ilex paraguariensis A. St.-Hil., Aquifoliaceae) o sal de mesa. Por último, la mezcla untuosa junto al soporte, se coloca a manera de emplasto en los hipocondrios -cerca de las costillas flotantes-derecho e izquierdo del abdomen del enfermo y se dejan estos apósitos durante 3 o 4 horas, hasta que las hojas se sequen.

"Se usan los huevos de rana para cuando se hincha el estómago, fregando con una hoja de lengua de vaca porque da hinchazón y fiebre" (E, Santa Marina, Villafañe).

Respecto a esta primera etapa, como alternativa, los colaboradores han indicado que se pueden emplear de manera tópica sobre el hipocondrio derecho e izquierdo del abdomen, hojas frescas o remojadas en agua de "agrial" (Begonia cucullata Willd., Begoniaceae) o de "guayaba" (Psidium guajava L., Myrtaceae) sin el agregado de ningún tipo de material untoso. Las hojas colocadas a modo de fomento, se dejan en el sitio hasta que se sequen.

En una segunda etapa de la terapéutica, se prepara una infusión a partir de los órganos vegetales de distintas plantas, ya sea a manera de simple, o como una mezcla de vegetales y se deja enfriar. Las drogas vegetales empleadas son: el pecíolo engrosado del "camalote" (Pontederia crassipes Mart., Pontederiaceae); las hojas del 12 13 14 "koku" (Allophylus edulis (A.St.-Hil., A.Juss. & Cambess.) Radlk., Sapindaceae); las partes aéreas del "camalotillo" (Nymphoides indica (L.) Kuntze, Menyanthaceae); la planta entera de "perdudilla negra" (Alternanthera paronychioides subsp. chacoensis (Morong) Pedersen, Amaranthaceae); la planta entera de la "perdudilla blanca" (Gomphrena celosioides Mart., Amaranthaceae); las hojas de "yerba del pollo" (Alternanthera pungens Kunth, Amaranthaceae); la planta entera de "llanten del campo" (Plantago tomentosa Lam., Plantaginaceae); las hojas de "muerdago" o "ka'avo tyre'y"8 (Phoradendron bathyoryctum Eichler, Viscaceae); las hojas de "paletaria", "palataria" o "ka'a pikí" (Parietaria debilis G.Forst., Urticaceae); las hojas de "sauco" (Sambucus australis Cham. & Schltdl., Caprifoliaceae); el fruto de "zapallo corianito" (Cucurbita moschata Duchesne, Cucurbitaceae); el fruto de "zapallo" o "calabaza" (Cucurbita maxima Duchesne, Cucurbitaceae); las hojas de "ceibo" (Erythrina crista-galli L., Fabaceae); las hojas de "mbure mbure i" (Eryngium sp., Apiaceae); las hojas de "amor seco" o "capi unna" (Bidens subalternans DC., Asteraceae).

Respecto a las plantas y los otros materiales empleados en la terapéutica (Fig. 2) los colaboradores han indicado:

"Se amasa el huevo del caracol, se aplasta bien sobre el cogollo de la banana, y la pasta se pone sobre el estómago hinchado de derecha a izquierda [flanco derecho e izquierdo]. En dos o tres horas las hojas se secan. Se ve seco, lo seca todo de lo caliente que es. Otro remedio que se toma es el camalotillo y la perdudilla negra, se prepara en jarra y se toma como agua lo que se tenga que tomar" (R. Laishi).

"Para Pya rurú, te explico el Pya rurú, hay persona que cura con Pya rurú, con... viste la hoja de la Banana, se le pone la grasa e la gallina, la grasa e la gallina. Después se le espolvorea la yerba, la yerba hay que zarandear, la yerba la má finita le pone sobre la grasa y le pega así en la... [en los flancos derecho e izquierdo]. La grasa de la gallina, la gallina casera, no gallo, la gallina de granja tampoco, no eh. Gallina casera, la grasa de la gallina casera, después se le espolvorea la yerba y se le espolvorea y se le pega ahí.

Se emplea el "muérdago" que crece en el "lapacho" (Handroanthus heptaphyllus (Vell.) Mattos -Bignoniaceae-).

Fig. 2. Plantas y los otros materiales empleados en la terapéutica del py'a ruru. A. "Lengua de vaca", Jaborosa integrifolia; B. "Banano", Musa xparadisiaca; C. "Agrial", Begonia cucullata; D. "Huevos de rana" (de caracol), Pomacea canaliculata; E. "Pato casero", Cairina moschata domestica; F. "Guayaba", Psidium guajava; G. "Camalote", Pontederia crassipes; H. "Yerba del pollo", Alternanthera pungens; I. "Perdudilla negra", Alternanthera paronychioides subsp. Chacoensis; J. "Perdudilla blanca", Gomphrena celosioides; K. "Koku", Allophylus edulis; L. "Camalotillo", Nymphoides indica; M. "ka'avo tyre'y", Phoradendron bathyoryctum; N. "Llanten del campo", Plantago tomentosa; Ñ. "Sauco", Sambucus australis; O. "Ka'a pikT Parietaria debilis; P. "Ceibo", Erythrina crista-galli; Q. "Zapallo", Cucurbita maxima; R. "Zapallo coreanito", Cucurbita moschata; S. "Capi unna", Bidens subalternans; T. "Mbure mbure i", Eryngium sp.; U. "Yerba mate", Ilex paraguariensis; V. "Harina de trigo", Triticum aestivum.

 

Y despué(s) hay otro para el Pya rurú también. Ahí no má... ¿Eh cómo e? la hoja, ¿vio que tenemo en el agua, el camalote? Y hay uno... un huevito, bueno ese huevito se corta y se le pone ahí con la grasa de la gallina también. Y también se le hace té, se le hace agua" (Bo, Herradura).

"Lleva ese el Tonsinsal, se le pone al Tonsinsal un poco de Sal, con hoja de Banana. Y Remedio refrescante con Perdudilla Blanca y Perdudilla Negra y Kokú" (A, Tres Lagunas).

Los especialistas terapéuticos o "curanderos" (sensu lato)15 emplean en sus prácticas para tratar el py'a ruru, al igual que en otras terapéuticas, la "cura de palabra". Esta herramienta terapéutica involucra una combinación de acciones entre las que se incluyen gestualidades de Gracia (como la imposición de las manos o el arte de las lenguas), representaciones sagradas (como el trazado de la cruz, la repetición ternaria, entre otras), movilización de imágenes religiosas (como estampitas, figuras, cruces, entre otras), pero principalmente implica la pronunciación de oraciones o formulaciones religiosas.

Entre algunas de la practicas mencionadas, por ejemplo, los colaboradores han referido que se debe colocar la materia untuosa en forma de cruz tres veces sobre los hipocondrios y luego colocar alguna de las hojas mencionadas anteriormente.

"Se cura haciéndole en cruz, a los costados de la panza con el papel de bolsa de harina, se hace un engrudo que esparcís en forma de cruz tres veces en los costados de la panza y le pone la bolsa de papel como cataplasma. Y te toma la yerba del pollo en té o agua" (T, Laishi).

Por último, algunos de estos especialistas terapéuticos criollos, advirtieron que también emplean otras prácticas complementarias a las ya señaladas, como pequeñas incisiones o "rayas" -de manera superficial- en los flancos antes de colocar el emplasto.

"El Pya rurú tiene que tomar... Pya rurú tiene que rayar solamente pues. Porque así no se cura pues, así nomá. Uste tiene que hace una raya con aguja, cinco raya tiene que ponerle. 1, 2, 3 y despué encima otra así cruzado. Pero no hondo, sino raya nomá, así.

No hay necesidad que se sangre. Despué es ponerle la hoja de la banana nueva, con tonsinsal ósea la gordura del pato y kokú es la planta que se tiene que toma también. Ante... que está hervido, casi, casi hervió hay [que] pone encima de la hoja de kokú, bien grande. Como do litro hay que prepara, y enfriar para que tome como agua. Ese para...ese es para el py'a ruru. Si se pega [la hoja de la banana untada con el tonsinsal] acá en el py'a ruru y uno de este lao [flanco derecho] y lo otro, otro lao [flanco izquierdo] y se apri[e]ta ahí y ya no le mueve má" (P, Tres Lagunas).

Todas estas acciones en conjunto contribuyen a potenciar la terapéutica y reequilibrar el organismo en favor de su condición "normal".

Análisis general de los datos Etnobotánicos

Los datos totales recabados respecto a la etnobotánica médica de los criollos del este de Formosa ascendieron a 752. De estos datos, 211 -agrupados en una misma categoría de uso- se relacionaron al tratamiento de patologías del sistema digestivo. Esta categoría ha resultado ser la que mayor cantidad de datos etnobotánicos médicos reunió, representando el 28,1% del total. Específicamente en lo que respecta a lo tratado en este trabajo, bajo la subcategoría de aplicación específica "contra el py'a ruru", se reunieron 21 datos etnobotánicos médicos que representan el 2,8% del total de los datos recabados y el 10,0 % de aquellos reunidos en la ya mencionada categoría que los agrupa "trastornos del sistema digestivo", ocupando el segundo lugar después de los digestivos o eupépticos (con 48 datos) (Fig. 3).

Respecto a las especies documentadas, los 21 datos etnobotánicos médicos relativos al tratamiento del py'a ruru, se corresponden con 21 especies vegetales distintas, de 18 familias botánicas diferentes. Las hojas han resultado ser el órgano vegetal más empleado ya sea tanto en la primera etapa de la terapéutica indicada, como en la segunda.

Por último, al igual que algunas de las etiologías de las enfermedades, varias plantas fueron categorizadas por los colaboradores de acuerdo con la doctrina hipocrático-galénica como "calientes" y "frescas", tal como puede observarse en la Tabla 1. Otra categoría vernácula utilizada por los criollos del este de Formosa ha sido también la de "remedio secante". En el primer caso, un total de 21 especies vegetales (9,0 % del total) correspondientes a órganos vegetales o plantas enteras fueron indicadas por los colaboradores como "remedios frescos". Entre ellos, 10, es decir un 47,6%

 

Respecto a los "remedios secantes", aunque han representado un bajo porcentaje del total de especies medicinales documentadas (6,4 % del total), cobran importancia debido a que su condición ha sido bien distinguida del resto de las plantas empleadas como

medicina por distintos colaboradores. Entre las 15 especies documentadas, 7 de ellas se emplean para tratar el py'a ruru, y representan el 46,7% de los usos etnobotánicos atribuidos a este grupo de plantas. Entre otros usos se incluyen empleos contra las enfermedades eruptivas, "mal grano", diarrea, y como cicatrizantes como puede observarse en la Tabla 2.

 

Tabla 1. Especies y órganos categorizadas como "remedios frescos".

Especie

Familia

Órgano

Allophylus edulis (A.St.-Hil., A.Juss. & Cambess.) Radlk.

Sapindaceae

Hoja

Alternanthera paronychioides subsp. chacoensis (Morong) Pedersen

Amaranthaceae

Planta entera

Begonia cucullata Willd.

Begoniaceae

Hoja

Cucúrbita maxima Duchesne

Cucurbitaceae

Fruto y semilla

Cucúrbita moschata Duchesne

Cucurbitaceae

Flor, fruto y semilla

Pontederia crassipes Mart.

Pontederiaceae

Hoja y pecíolo

Gomphrena celosioides Mart.

Amaranthaceae

Planta entera

Parietaria debilis G.Forst.

Asteraceae

Hoja, tallo y flor

Phoradendron bathyoryctum Eichler

Viscaceae

Hoja y tallo

Plantago tomentosa Lam.

Plantaginaceae

Raíz (corteza)

 

Tabla 2. Especies caracterizados como "remedios secantes".

Especies

Familia

Usos medicinales

Cucúrbita maxima Duchesne

Cucurbitaceae

Contra enf. eruptivas, cicatrizante y py'a ruru

Pontederia crassipes Mart.

Pontederiaceae

Contra py'a ruru (hepatitis)

Jaborosa integrifolia Lam.

Solanaceae

Contra py'a ruru (hepatitis)

Musa xparadisiaca L.

Musaceae

Contra py'a ruru (hepatitis)

Triticum aestivum L.

Poaceae

Contra py'a ruru (hepatitis)

Alternanthera paronychioides subsp. chacoensis (Morong) Pedersen

Amaranthaceae

Contra py'a ruru (hepatitis) y antidiarreico

Psidium guajava L.

Myrtaceae

Contra py'a rurú (hepatitis) y antidiarreico

 

Discusión

 

Py'a rurú, hepatitis o estómago hinchado

Respecto al py'a ruru en tanto enfermedad, Cadogan (1957: 30) y Bejarano (1960: 69) -ambos estudiosos del folklore paraguayo-, la asocian con una inflamación abdominal que ocurre como secuela al paludismo. En el mismo sentido, González Torres (2018: 139) describe al py'a ruru -en Paraguay- como "esplenomegalia y hepatomegalia" debidas al paludismo crónico. Los signos y síntomas, indicados por estos autores, guardan algunas similitudes con los datos recogidos entre los criollos del este de Formosa. Sin embargo, los casos observados personalmente a campo brindan suficiente información como para descartar que el py'a ruru aquí abordado, se trate de paludismo o secundario a esta enfermedad. Es importante destacar, que esta última enfermedad tiene poca incidencia entre los criollos del este de Formosa en la actualidad. En el mismo sentido, Sturzenegger (1999:187), indica que los Criollos de Las Lomitas (Centro de la Provincia de Formosa) distinguen al "pyarurú" del Paludismo, como una enfermedad diferente. La concordancia entre los datos mencionados y los expuestos en este trabajo refuerzan la distinción entre estas dos patologías en el territorio centro y este formoseño a diferencia de lo que ocurre en Paraguay.

Lo humoral en América, Argentina, Formosa y en el Chaco Húmedo Norte

Tal como ocurre en el aquí expuesto caso del py'a ruru entre los criollos del este formoseño, las nociones humorales, potencialmente derivadas la teoría hipocrático-galénica, tienen una fuerte impronta tanto en la etiología como en la terapéutica, además de su persistencia en la caracterización y clasificación de algunas plantas empleadas en su tratamiento. Estos conceptos subsisten, aunque de manera reconfigurada y reinterpretada tal como ocurre en otros pueblos del continente.

Al respecto, Foster (1953) indica que han predominado entre los distintos pueblos americanos las cualidades cálido/frescas, con una aparente desaparición de las seco/húmedas. En el mismo sentido, indica este autor, que han sido bien documentados estos conceptos en etnografías y trabajos etnomédicos, tanto de pueblos originarios, como de los pueblos criollos y mestizos de diversa conformación sociocultural. Existe una extensa discusión sobre la autoctonía de estas nociones "cálido-frescas" principalmente. En relación a ello, las contribuciones de López Austin (1980) sobre la medicina Nahua de México, de Colson (1976) sobre la medicina Akawaio de Guayana y de Colson & De Armellada (1983) en torno a la medicina Akawaio y Pemon del norte (Arekuna, Taurepan y Kamarakoto), originarios caribeños de las Tierras Altas de Guayana, de las zonas fronterizas de Venezuela y de Brasil, hacen fuerte énfasis en el origen autóctono americano de la clasificación en base a las cualidades frío/cálidas, la cual habrían heredado las poblaciones criollas de América, insistiendo en que nada tiene que ver con la teoría hipocrático-galénica practicada y desarrollada en Europa. En franca oposición a estos últimos, Foster (1972) ha postulado en su estudio etnográfico sobre los campesinos de Tzintzuntzan de México y en otros artículos (Foster, 1953; 1976; 1987; 1994), que estos principios de clasificación en la medicina, terapéutica y alimentación de distintos pueblos criollos americanos son indudablemente derivados de la teoría humoral clásica. Sustenta su conclusión en el hecho de que estas concepciones de la salud gozaban de una gran vigencia en las escuelas europeas de medicina, sobre todo plasmadas en los libros de autores como Hipócrates, Galeno, Avicena, Plinio y Dioscórides utilizados para el estudio y aprendizaje de la medicina. Por tanto, estos conocimientos habrían emigrado con los conquistadores europeos a América, tanto españoles como portugueses. Indica, además, que la fuerte influencia de la evangelización, por parte de misioneros de distintas órdenes religiosas, habrían contribuido a la difusión de este tipo de concepciones médicas y terapéuticas.

En este sentido, es interesante destacar a favor de esta postura, como ante la avidez de los misioneros jesuitas y franciscanos (entre otras órdenes religiosas) por los conocimientos locales sobre las plantas medicinales, alimenticias y las enfermedades, confeccionaron grandes corpus de información en las distintas regiones que transitaron16. En estos sitios no solo registraron, sino que influyeron activamente y reinterpretaron concepciones médicas, espirituales y clasificatorias originarias. Estas cuestiones se evidencian, por ejemplo, para la región guaranítica, en la Materia Médica Misionera del año 1710 atribuida al Jesuita Pedro Montenegro (Scarpa & Anconatani, 2019) y en recopilaciones más actuales -en la región estudiada en este trabajo- como la realizada por el Franciscano Pedro Iturralde entre los originarios qom (toba) de Misión Laishí, en el este de Formosa, y publicada por Doménico Franze en 192517. En la misma línea argumental, Foster (1953) insiste en que las primeras instituciones de salud como los hospitales, a través de médicos y enfermeros, contribuyeron a la difusión de estos saberes en los distintos países americanos.

Para finalizar y retornar al sitio desde donde partimos, es interesante destacar, tal como indica Sturzenegger (1999), que los mismos inmigrantes europeos, que fueron ocupando los territorios en las nuevas conformaciones provinciales, también contribuyeron en la difusión de estos conocimientos fisiológicos y médicos entre los criollos y originarios de Formosa en particular y de la Argentina en general. Tal como destaca Foster (1953) para el resto de América. En este mismo sentido, otros estudios advierten, entre distintas poblaciones criollas de la Argentina, las mismas concepciones fisiológicas y/o etiológicas derivadas de la Teoría Humoral Hipocrático-Galénica: en Formosa (Sturzenegger, 1987; 1999; Scarpa, 2000; 2004; 2008; 2012; 2016), en Corrientes (Martínez Crovetto, 1981; Jiménez de Puparelli, 1984; Pirondo, 2016), en Entre Ríos (García & Jiménez, 1986; Elizalde et al., 2001), en La Pampa (Arteaga, 2008; 2010; Muiño, 2011), en Córdoba (Martínez, 2010), en Mendoza (Muiño & Fernández, 2015), en San Juan (Idoyaga Molina, 1999) y en esta y otras provincias del Noroeste (Palma, 1973; 1978; Idoyaga Molina, 2000; Idoyaga Molina & Sarudiansky, 2011), entre otros.

En cuanto a esta controversia expuesta, los resultados obtenidos entre los criollos del este de Formosa refuerzan la postura de Foster (1953), tanto para América, como para la Argentina y, en particular, para el complejo biocultural de los Criollos del Gran Chaco argentino en concordancia con los trabajos de Sturzenegger (1987; 1999) y Scarpa (2000; 2004; 2012) para la provincia de Formosa.

Los "remedios secantes " y lo seco

Los "remedios secantes" son empleados en la terapéutica de distintas enfermedades. Se usan para tratar patologías eruptivas como el "mal grano" o para tratar heridas con el fin de "secar"; en el tratamiento de la diarrea, con el fin de "secar el vientre" y en el caso particular del py'a ruru, se indicó que las hojas de las especies antes mencionadas se emplean de manera tópica sobre el estómago inflamado hasta "secarse", en el decir de los colaboradores: "absorbiendo la enfermedad". Respecto a estos usos "secante", siguiendo el criterio terapéutico de tipo alopático que caracteriza al empleo de las plantas en la medicina criolla del este de Formosa, es posible hipotetizar la existencia de una noción etiológica o de una sintomatología no expresamente revelada por los colaboradores, vinculada a estas enfermedades mencionadas. Es decir, la etiología o los síntomas asociados a estas enfermedades podrían estar relacionados con la "humedad" o el "exceso de humedad", en el sentido de cualidad hipocrático-galénica. Es por ello por lo que se optaría por el empleo de estas plantas o "remedios" secantes. De este modo y para retomar y ampliar la discusión precedente es posible hipotetizar, en concordancia con las observaciones de Foster (1953) y Scarpa (2000), que las nociones seco/húmedas derivadas de la teoría hipocrático-galénica no habrían desaparecido completamente en las medicinas criollas y mestizas de América, sino que aún perdurarían en las nociones etiológico-terapéuticas, claro que reconfiguradas y reinterpretadas, tal como hemos tratado de mostrar con estos resultados.

Conclusión

Por todo lo expuesto el py'a ruru, en tanto enfermedad, las prácticas involucradas en su terapéutica y las plantas, entre otros materiales empleados en su tratamiento adquieren una relevancia particular en la etnobotánica médica de los criollos del Chaco Húmedo formoseño y permiten mostrar y describir conocimientos propios de esta región respecto a su sistema médico, sus criterios etiológicos-terapéuticos y su profundo conocimiento respecto de las plantas que emplean en su terapéutica.

En este sentido, las nociones de cuerpo y la fisiología propia de los criollos locales descriptas, son de suma importancia para comprender los fenómenos etiológico-terapéuticos y, sumado ello, las terapéuticas descriptas y los criterios terapéuticos involucrados permiten observar que la significación de las plantas consideradas medicinales se halla asociada a la caracterización etiológica de sus enfermedades y al tipo de criterio terapéutico involucrado en cada caso.

Por último, las 21 especies vegetales, entre ellas "remedios frescos" y "remedios secantes", que resultaron en 21 datos etnobotánicos médicos que representan el 2,8% del total de los datos recabados respecto a la etnobotánica médica de los criollos del este de Formosa y las discusiones e hipótesis ofrecidas permiten evidenciar como criterios etiológico-terapéuticos propios de la sociedad criolla, como el síndrome cálido-fresco e incluso algunas nociones seco-húmedas, tienen absoluta vigencia en la medicina y en la etnobotánica médica criolla del este de Formosa.

Agradecimientos

Este trabajo no hubiera sido posible sin la ayuda de cada uno de los colaboradores criollos del este de Formosa con quien compartimos mucho y lindo tiempo. A todos ellos siempre gracias. Agradezco la dedicación y las enseñanzas del Dr. Marcelo L. Wagner y del Dr. Gustavo F. Scarpa. Al Programa Biodiversidad, Áreas Protegidas y Cambio Climático de la Dirección de Recursos Naturales y Gestión del Ministerio de la Producción y Ambiente de la Provincia de Formosa por la compañía y los permisos otorgados y a la Universidad de Buenos Aires (UBA) y al Consejo Nacional de Investigaciones Técnicas y Científicas (CONICET) por la financiación de nuestras tareas.

 

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Notas

1Estas personas en su mayoría mencionan que profesan

2y practican la religión católica. Existen también otras corrientes religiosas cristianas como la evangélica, adventista y pentecostal entre otras a las que adscriben en menor medida. Lo mismo ocurre con respecto a otras religiones como la judía, musulmana, etc.

3   Los colaboradores han utilizado el termino alma o espíritu de manera análoga.

4   Jiménez de Puparelli (1984), en Corrientes; García & Jiménez (1986) y Elizalde et al. (2001), en Entre Ríos; Arteaga (2008, 2010) y Muiño (2011), en la Pampa; Martínez (2010), en Córdoba; Muiño & Fernández (2015), en Mendoza; Idoyaga Molina (1999), en San Juan; Hilgert (2001), en Salta; Palma (1973, 1978); Idoyaga Molina (2000); Idoyaga Molina & Sarudiansky (2011), en otras provincias del Noroeste argentino, entre otros.

5Al respecto, reflexiona Laplantine (1999: 75-76) que

6cuando el pensamiento etiológico de un grupo social

7hace del malestar del cuerpo un caso de desdicha

8social o la desdicha social ocasiona un malestar

9corporal se asiste de manera subrepticia al retorno

10inadvertido del modelo que se le opone lógicamente. En el mismo sentido indica, que cuando la etiología de una enfermedad se acompaña de una reificación de

11social: "la familia", "la sociedad", "los antepasados", "los sortílegos", etc., estas son aprehendidas como entidades morbíficas y la enfermedad no aparece más como perteneciendo al orden de la alteración, sino de la alteridad.

12   Papel estraza. También conocido como papel madera o papel kraft.

13   Los colaboradores que no emplean el término "huevo de

14 caracol", suelen denominarlos como "huevos de rana".

15Se empleará la denominación curandero (sensu lato) para referirse a todos los especialistas que los colaboradores mencionaron con el término genérico de "curandero/a" los cuales incluyen a los curanderos (sensu stricto), Médicos yuyeros, Médicos naturalistas y payé.

16   Obras íntegramente dedicadas a la temática médica y botánica como: Montenegro, [(1710) 1945] y Sánchez Labrador (publicado por Deckmann Fleck, 2015). Obras que mencionan plantas, fitónimos, descripciones, usos y formas de empleo: Lozano [(1733) 1941]; Dobrizhoffer [(1784) 1968]; Jolís [(1789) 1972]; Guevara (1882); Nino (1912); Franzé (1925); Paucke (1942, 1943, 1944); entre otras publicaciones.

17    Publicación que fue ampliada y corregida (Anconatani & Scarpa, 2015; Scarpa & Anconatani, 2017).

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