1. INTRODUCCIÓN
La propagación vegetativa por injerto, sobre todo en especies forestales de difícil capacidad de enraizamiento es una herramienta que permite la clonación de árboles adultos para el establecimiento de Huertos Semilleros Clonales (HSC), Huertos de Conservación ex situ y de genotipos selectos para utilizarlos en programas de cruzamientos controlados. De los tipos de injertos utilizados en especies forestales, la mayoría utiliza el injerto de púa, este tipo de injerto fue utilizado en varias especies de eucaliptos con diferentes porcentajes de prendimiento (Thulin y Faulds, 1962; Davidson, 1974; Van Wyk, 1977; Eldridge et al. 1993), así como para injertar diversas especies leñosas (Kalil Filho et al., 2001). Los porcentajes de prendimiento son variables, sobre todo si los materiales a ser injertados provienen de árboles adultos. En especies del género Eucalyptus se recomienda la injertación en verano (CSIR, 2009). En general, los resultados dependen de factores genéticos y ambientales, así como el tipo de injerto utilizado (Eldridge et al. 1994). La injertación preferentemente debe realizarse en el menor lapso posible luego de ser cosechadas las ramas. El objetivo del presente trabajo fue identificar la mejor época para injertar ramas de copas de árboles adultos seleccionados genéticamente del eucalipto amarillo Corymbia citriodora subespecie variegata para la implantación de un Huerto Semillero Clonal.
2. MATERIALES Y METODOS
Durante los meses de mayo y junio de 2013 con temperaturas medias diarias de 14 ºC se precedió a realizar el procedimiento de injertación en la EEA INTA Bella Vista (Latitud 28º 26’ S y Longitud 58º 55’ O). Para ello, se utilizaron ramas de copa de 16 árboles selectos de Corymbia citriodora subespecie variegata (CCV) de 12 años de edad. Dichos individuos fueron seleccionados en dos sitios del ensayo de orígenes ubicados en las localidades de Bella Vista (Latitud 28º 26’ S y Longitud 58º 55’ O y Paso de los Libres (Latitud 29º 32’ S y Longitud 57º 02’ O) en la provincia de Corrientes (sitios S1 y S2 respectivamente), los árboles selectos fueron identificados según su origen (Figura 2).

Figura 2 Porcentaje de prendimiento de los injertos de 16 árboles seleccionados de Corymbia citriodora subespecie variegata.
Las ramas que fueron extraídas se encontraban a 15-20 metros de altura. En general, las ramas no estaban en activo crecimiento al momento de ser extraídas. A su vez, se seleccionaron porciones de ramas secundarias con dos años de crecimiento donde las yemas axilares estaban en una fase latente.
A efectos de evitar dañar las yemas de los vástagos obtenidos de las ramas de la copa a ser injertados, primeramente, se eliminaron las hojas dejando solamente pequeños peciolos. Posteriormente fueron lavados y cepillados levemente en una solución de agua y unas gotas de detergente y enjuagadas con abundante agua corriente. Luego de un leve secado se sumergieron en una solución antifúngica de carnbendazim al 0,2 % durante 5 minutos, dejándose escurrir hasta la eliminación del líquido de la superficie de los vástagos, luego se los colocó en bolsas plásticas para mantener la humedad de los vástagos hasta el momento de la injertación.
Como porta injertos o patrón se utilizaron plantas jóvenes (con vigoroso crecimiento) de 2 años de edad provenientes de semillas de la misma especie CVV y con un diámetro a la altura del cuello de 10 a 15 milímetros. Estas plantas crecieron en macetas de 12 cm de diámetro y 20 cm de altura, utilizando como sustrato corteza de pino compostada y con una fertilización de base de 2 g/l de osmocote 9M. Previo a la injertación se eliminaron las hojas basales y los brotes de los lignotubérculos de los porta injertos.
Se tomaron los vástagos y se hicieron cortes en forma de cuña (entre 1,25 a 2 cm de largo) en la parte proximal, los cortes fueron realizados con bisturí para lograr cortes limpios y uniformes con el fin de facilitar un contacto perfecto entre los tejidos cambiales del vástago y del porta injerto.
Antes de realizar la unión, los porta injertos fueron descopados a una altura donde los diámetros del patrón y del vástago de la copa eran similares (entre 6 a 10 mm). Luego se realizó un corte longitudinal del tamaño de la púa del injerto para hacer coincidir los tejidos cambiales (como se observa en la Figura 1.a). Luego, se colocó una cinta de injertar alrededor de la unión y se cubrió con parafina las zonas cortadas del injerto y porta injerto para cerrar las heridas e impedir la deshidratación e ingreso de posibles contaminantes; inmediatamente después, se colocó una bolsa plástica trasparente cubriendo el vástago y la zona de injerto formando una cámara húmeda para evitar la desecación del vástago injertado (Figura 1.b).

Figura 1 a) Unión de los tejidos entre el porta injerto y patrón donde previamente se había hecho un corte longitudinal b) para luego atar la unión y cubrirlo con bolsa plástica y c) injerto prendido en pleno crecimiento.
En total se realizaron 627 injertos, entre 28 y 48 injertos por árbol con un promedio de 39 injertos. Una vez realizados los injertos se ubicaron en un invernáculo de vidrio. Semanalmente los injertos fueron aireados quitando las bolas plásticas durante aproximadamente un minuto. Los riegos se hicieron periódicamente y hasta capacidad de campo. En el periodo de injertación, que fue desde el 20 de junio al 20 julio (invierno) de 2013, la temperatura promedio diaria fue de 14 ºC con valores mínimos y máximos de 6 y 22 ºC respectivamente.
3. RESULTADOS
A los 20 días de realizado los injertos se comenzaron a visualizar los primeros brotes a partir de las yemas axilares. Cundo éstos alcanzaron un crecimiento de 1,5 cm de longitud se procedió al desatado durante las últimas horas del día, de todos aquellos injertos brotados; en general, este proceso fue realizado a partir de los 30 días posteriores a la injertación.
De los 625 injertos realizados, los resultados evidenciaron que el porcentaje de prendimiento fue variable entre los materiales injertados (Figura 2), el menor porcentaje registrado fue de 14 % y el mayor de 54 % para dos árboles procedentes del ensayo ubicado en Bella Vista. El porcentaje promedio fue de 34 %, duplicando al reportado anteriormente para esta misma subespecie (Vera Bravo y López, 2011). Dicho incremento se puede explicar por el reemplazo de la parafina como material protector por bolsas plásticas transparentes que minimizan la pérdida de humedad de los vástagos injertados.
En varias especies de eucaliptos se recomienda la injertación en verano (CSIR, 2009) o con temperaturas de 20-30 ºC tal lo reportado por Venturini y López (2010) para Eucalyptus camaldulensis, no obstante en el Noreste Argentino las temperaturas del verano son extremas y no favorecen el prendimiento, obteniéndose resultados prácticamente nulos en primavera y principios del verano para CCV (datos no publicados). Por lo tanto, los resultados obtenidos indicarían que la injertación debe ser realizada durante finales de otoño e invierno, teniendo en cuenta que los inviernos en Bella Vista (Provincia de Corrientes) no son severos, registrándose sólo 4 a 6 días por año con temperaturas inferiores a 0 ºC.
Los injertos prendidos (Figura 1.c) se trasplantaron a campo en el mes de noviembre (primavera) de 2013 en el lugar definitivo para la conformación de un HSC en la EEA del INTA Bella Vista. Luego de un año y medio de crecimiento a campo sólo se registró una anomalía de incompatibilidad sobre un total de 190 rametos plantados.
Los injertos logrados con púas obtenidas de brotes recolectados de ramas adultas, se espera que a los dos o tres años comiencen a florecer, ya que al injertar materiales adultos retoman un crecimiento vigoroso como indica Valdés et al. (2003) en Pinusradiata.
Los resultados obtenidos demuestran que este método de injertación sencillo y de bajo costo podría ser utilizado como una importante herramienta para movilizar genotipos selectos que consiste en la obtención de ramas de las copas de los árboles selectos desde el sitio del ensayo e injertarlas y que constituyen las primeras copias del clon (Ipinza y Vergara, 1988), en este caso, las copias se utilizaron para instalar HSC para la producción de semilla mejorada, para la obtención de abundante material vegetal en condiciones controladas para la posterior introducción in vitro (Perrin et al. 1997) así también para la conservación de material genético estratégico.
4. CONCLUSIONES
La injertación de esta especie por el método de injerto de púa se debe realizar durante fines de otoño e invierno en Corrientes, Argentina, cuando las temperaturas medias diarias son inferiores a los 14 ºC dentro de un invernáculo.
La protección de los vástagos injertados debe ser realizada con bolsas plásticas transparentes hasta cuando los brotes tengan un centímetro y medio de longitud. En ese momento se debe proceder al desatado de las uniones y progresivamente ir eliminando las bolsas plásticas.
Se logró un método de injertación sencillo y de bajo costo que permitirá contribuir a la producción de semilla mejorada, conservación ex situ y propagación clonal de materiales selectos.