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Revista argentina de endocrinología y metabolismo

On-line version ISSN 1851-3034

Rev. argent. endocrinol. metab. vol.44 no.1 Ciudad Autónoma de Buenos Aires Jan./Apr. 2007

 

Los monitoreos de DDI en Argentina. Primera Parte.

Salvaneschi, J.P.

Dirección Postal: Dr. Jorge P. Salvaneschi. Av Santa Fe 3386 1°B, 1425 BGV, Buenos Aires.
E-mail: salvaneschijorge@gmail.com

La Ley Nacional 17.259/67 determina la obligatoriedad de realizar encuestas de bocio cada 10 años, lo que se ha cumplido sólo en forma parcial (1, 2, 3). Afortunadamente, desde 1999, la Federación Argentina de Sociedades de Endocrinología (FASEN), a través de su CACDDI (Comité Argentino de Control de los Desórdenes por Deficiencia de Yodo) ha encarado, bajo la dirección del Dr. Hugo Niepomniszcze, un Programa de Monitoreo de DDI en diversos lugares del país, reemplazando así a la ausente función oficial.
Si bien ya se han llevado a cabo bastante más de medio centenar de relevamientos en distintas localidades de Argentina, en este primer capítulo sola-mente comentaremos las realizadas inicialmente, en 1999, al comenzar este Programa Nacional. Por lo tanto, en esta reseña histórica nos referiremos a los estudios hechos en Resistencia, provincia de Catamarca y Costa Patagónica, para continuar con los demás en las próximas ediciones de la RAEM.
Entre otras cosas, este programa tiene el mérito de haber obtenido apoyo económico de una entidad privada, y que profesionales locales se encargan de realizar los monitoreos con la participación personal del cooordinador del mismo.
En todos los casos se estudiaron grupos de escolares, con palpación tiroidea, medición de yodurias y contenido de yodo en las sales de consumo hogareño. El diseño fue correcto, incluyendo la selección de las escuelas, aunque el ideal hubiese sido obtener un muestreo representativo de todos los escolares de Resistencia, Catamarca y la Costa Patagónica, pero esta técnica es sólo una utopía, porque la distribución de los alumnos la hace, en algunos casos, imposible de realizar, además de los costos y complejidades operativas que acarrean.
Preparar una muestra sólo lo hacen especialistas en muestreo y no siempre hay accesibilidad para disponer de su tiempo. Si en el título de la investigación se limita, a lo hecho en tal o cual lugar, esta actitud rigurosa se ajusta a la realidad; si la investigación se ha restringido a dos o tres localidades de una provincia y el título menciona así estos dos o tres lugares, y no examen de la provincia toda, como en este caso que sólo es Resistencia, la investigación está cumplida y es correcta. En cuanto a las muestras de sal, tan importante es que contengan la concentración apropiada de yodo, como la distribución homogénea en todo el envase, ya que, cuando se usa yoduro, éste se moviliza a la zona del paquete que pueda tener una abertura mínima, aún la provocada por el pinchazo de un alfiler. No ocurre lo mismo si se ha usado yodato.

Resistencia

Es recordado que Roldán, en 1960, (4)estudió 3666 escolares y encontró el 39,4 % de bocio. En la provincia tienen la Ley 624/64 aún sin reglamentar. Como parte del programa del CACDDI, en 1999 Pereyra y col. estudiaron 348 escolares de 5 a 15 años de edad. En el turno mañana encontraron 6,5 % de bocio y 10,5 % en el turno vespertino, siendo muy lógica esta diferencia. Las yodurias dieron 158,54 mcg/L y la mediana 136 mcg/L. A pesar que supusieron correctamente la influencia de la ingestión de mandioca, no pudieron hacer determinaciones de tiocianato en orina, que podría haber ratificado plenamente su hipótesis (5).
Referente al contenido de yodo en agua, en 1929 Bado y Trilles (6)encontraron 10 mcg/L en el agua de Resistencia, Incolla (7)comunicó 0 de yoduro y Salas y Amato (8)encontraron, en agua superficial, 0,5 mcg/L.

Catamarca

En una investigación de la Secretaría de Salud del período 1939-1945 se encontró en una escuela de Andalgalá el 100 % de bocio. Bravo, en una en-cuesta efectuada sobre 16.632 escolares, observó una prevalencia de bocio que oscilaba entre el 32,0 y el 80,5 %, siendo mayor en el oeste (76,39 %); en el centro fue del 65,16 % y en el este algo menor (43,49 %). El total de cinco clases consecutivas del Servicio Militar, de 1939 en adelante, mostró un 52,3 % de bocio (9).
Bollada y col., en 1999, encontraron en 66 escolares de San Fernando del Valle solamente un 4,5 % de bocio, con una yoduria promedio de 128 mcg/L y una mediana de 107 mcg/L, mientras que en 135 escolares de la Villa de Pomán, el 30,4 % de los escolares tuvo bocio, con yodurias promedio de 164 mcg/L y mediana de 154 mcg. En La Aguada, el porcentaje de bocio fue de 19,2 %, con yodurias promedio de 130 mcg/L y mediana de 115 mcg/L (10).
Para toda la provincia estudiada, la yoduria tuvo un valor mínimo de 52 mcg/L y un máximo de 459 mcg/L, siendo de 68 mcg para el percentilo 5 y de 150 mcg/L para el 95.
Bado y Trilles, en 1929, no pudieron detectar yodo en muestras de agua de la provincia (6), pero Salas y Amato encontraron 0,3 mcg/L de yodo en agua superficial y, en Recreo, obtuvieron 32,4 mcg/L en agua profunda (8). Incolla, en 1955, comunicó en su Carta de aguas que en 26 muestras halló un contenido de yodo que iba de 3 a 5 mcg/L y que en Villa Nidia fue de 25 mcg/L (9). Trilles, en 1972, encontró 0,2 mcg/L en Esquiú y 10,0 mcg/L en Albigasta (11).

Costa Patagónica

En 1968 se realizó una encuesta entre 3527 escolares en la provincia de Chubut y se encontró un 33,1 % de bocio, con 29,4 % en varones y 36,8 % en mujeres; con 9,6 % de nódulos en los varones y 11,0 % en las mujeres. En los departamentos de la zona cordillerana y central había una prevalencia del 51,4 %, pero en los de la costa fue del 24,9 %, siendo significativa la diferencia (12).
Incolla comunicó que en 9 muestras de agua había yodo entre 0 y 5 mcg/L.
En 1999, Mascaró y col. realizaron una encuesta en Comodoro Rivadavia sobre 357 escolares, con una prevalencia del 2,2 % de bocio, y también en 219 escolares de Caleta Olivia, encontrando 5,0 % de bocio. Las yodurias fueron de 142 mcg/L promedio, para Comodoro Rivadavia, con mediana de 133 mcg/L, mientras que en Caleta Olivia el promedio fue de 340 mcg/L y la mediana de 314 mcg/l. Las sales contenían yodo de 0,7 a 54 mg/kg (13).
Como colofón de esta viñeta, deseo puntualizar que este programa de FASEN debería recibir todo el apoyo posible porque:

1. Está destinado a los 38 millones de habitantes del país.
2. Estudia un tema de Interés Nacional: "enfermedad endémica"
3. Cumple una importante función docente, al participar profesionales locales en la recolección de los datos.
4. Brindará un conocimiento acabado del cumplimiento de las medidas preventivas.
5. Permitirá el reajuste de los alcances de la Ley 17259/67.

Bibliografía

1. Salvaneschi, J.P.; Boffi-Boggero, H.J.; Foglia L.V. y col. Prevalencia de bocio en varones de 18 años en provincias argentinas. I. Neuquén. Argentina 1991. Bol A N de Medicina Bs. As. 71:571;1993        [ Links ]

2. Salvaneschi, J.P.; Andrade, J.H.; Boffi-Boggero, H.J. y col. Prevalencia de bocio en varones de 18años en provincias argentinas. II Corrientes. Argentina. 1992. Bol A N Medicina, Bs. As. 72(2): 565;1994        [ Links ]

3. Salvaneschi, J.P.; Moralejo, A.; Garcia JRAR. y col. Efecto de la sal yodada sobre la endemia bocígena del delta del Paraná. Pren Méd Argent 87:148; 2000        [ Links ]

4. Roldan, L.A. Encuesta y consideraciones sobre la endemia bocígena en el Chaco Argentino. Anal Inst Med Regional 2:15; 1960        [ Links ]

5. Pereyra, A.; Sotelo, M.; Pilar, S. y col. Monitoreo de DDI en Resistencia. Prov. de Chaco (1999). Rev Argent Endocrinol Metab 30:121; 2002        [ Links ]

6. Bado, A.A.; Trelles, T. Yodo en las aguas de la Rep Argentina. Anal Asoc Química Argent IV: 80;1920        [ Links ]

7. Incolla, J. El bocio-cretinismo endémico. Carta del contenido de yodo de las aguas de bebida de la República Argentina. Rev OSAN año XIX 557; 1955        [ Links ]

8. Salas, S.; Amato, F. Contribución al estudio de la endemia bociosa del país Rev ANDA 104:101; 1946        [ Links ]

9. Bravo, C.H. Endemia bociosa en la provincia de Catamarca. Rev Méd Córdoba. 55:29;1967        [ Links ]

10. Bollada, P.; Gadini, A.; Besio, M. y col. Monitoreo de DDI en la Provincia de Catamarca (1999). Rev Argent Endocrinol Metab 39:181;2002        [ Links ]

11. Trelles, R. Química de las aguas de la Republica Argentina. UBA. Instituto de Ingeniería Sanitaria. Buenos Aires 1972 publicación n° 12 Rev ANDA 128;123;1972        [ Links ]

12. Salvaneschi, J.P; Graziella B. de Rondon; Pyke N. de Giorgi y col. Endemia bocígena en seis provincias argentinas. Previa a las medidas profilácticas, escolares. 1968 Pren Méd Argent 67:1037; 2000        [ Links ]

13. Mascaró, P.; Harburger, P.; Yacante, O. y col. Monitoreo de DDI en la Costa Patagónica (1999) Rev Argent Endocrinol Metab 39:243;2002         [ Links ]

Recibido: febrero/07
Aprobado: abril/07

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