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Revista argentina de endocrinología y metabolismo

versión On-line ISSN 1851-3034

Rev. argent. endocrinol. metab. vol.51 no.3 Ciudad Autónoma de Buenos Aires set. 2014

 

TRABAJO ORIGINAL

Prevalencia de tiroideopatías en pacientes con diabetes tipo 2

Prevalence of Thyroid Disease in Patients with Type 2 Diabetes

 

Jerkovich F 1, Moncet D 2, Remón JA1, Isaac G 2

1Servicio de Clínica Médica, 2Servicio de Endocrinología, Hospital Privado de Comunidad, Mar del Plata, Argentina
Correspondencia: Dr. Fernando Jerkovich - Hospital Privado de Comunidad. Córdoba 4545 (7600) Mar del Plata, Argentina
Teléfono: 0223-4990000 Fax: 54-0223-499-0099 - E-mail: fernandojerkovich@hotmail.com

Recibido: 15-01-2014
Aceptado: 31-03-2014


RESUMEN

Objetivo: Determinar la frecuencia de bocio, disfunción y autoinmunidad tiroidea en una muestra poblacional de pacientes con diabetes tipo 2.
Material y métodos: Se analizaron pacientes con diagnóstico de diabetes tipo 2, según los criterios de la American Diabetes Association 2007, asistidos en forma consecutiva en consultorios de endocrinología, desde el 1 de julio al 31 de octubre de 2011.
Resultados: Se recabaron datos de 190 pacientes, promedio de edad de 61,7 años (rango 27-85), 103 eran mujeres (54,2 %). Se determinaron anticuerpos antitiroideos en 139 pacientes. Ciento tres (54,2 %) pacientes presentaban disfunción tiroidea, 84 (44,2 %) ya tenían diagnóstico previo y se detectaron 19 (10,0 %) nuevos casos a partir del estudio. El hipotiroidismo clínico fue la disfunción tiroidea más frecuente (68 pacientes [35,8 %]). Cincuenta y dos pacientes presentaban bocio (27,4 %), la mayoría multinodular (36 pacientes [18,9 %]). Treinta y dos pacientes tenían autoinmunidad positiva (23,0 %). No se observaron diferencias significativas al dividir los pacientes en mayores y menores de 65 años respecto a la frecuencia de disfunción tiroidea (57,8 % contra 51,0 %) ni respecto a la de bocio (25,6 % contra 29 %). En cambio, fue significativa la diferencia en la proporción de autoinmunidad positiva entre ambos grupos (13,1 % y 30,8 %) (P < 0,05). Se halló un porcen­taje en mujeres y varones de disfunción tiroidea de 70,8 % y 34,5 % (P <0,0001), de bocio en 41,7 % y 10,3 % (P < 0,0001) y de anticuerpos antitiroideos positivos de 27,9 % y 15,1 % (P no significativa), respectivamente. Conclusiones: Se observó una frecuencia de disfunción tiroidea de 54,2 %, mayor que en todos los estudios revisados. La importancia de detectar tiroideopatías en los diabéticos tipo 2 radica en el diagnóstico de una patología tratable y que puede contribuir al aumento del riesgo cardiovascular de estos pacientes. Rev Argent Endocrinol Metab 51:123-129, 2014

Los autores declaran no poseer conflictos de interés.

Palabras clave: Disfunción tiroidea; Diabetes tipo 2; Autoinmunidad tiroidea; Bocio.

ABSTRACT

Aim: To assess the frequency of goiter, thyroid dysfunction and autoimmunity in a group of patients with type 2 diabetes.
Material and Methods: We evaluated a group of patients with diagnosis of type 2 diabetes, who presented at the Endocrinology department from July 1st to October 31st, 2011. The diagnosis of diabetes was based on the American Diabetes Association criteria.
Results: Data from 190 patients were analyzed. The mean age was 61.7 years (range 27-85); 103 were women (54.2%). Thyroid autoantibody measurements were available in 139 patients. The total frequency of thyroid dysfunction was 54.2 % (103 patients), 84 patients (44.2 %) with previous diagnosis and 19 patients (10.0 %) with new diagnosis. The most frequent thyroid dysfunction was overt hypothyroidism (68 patients [35.8 %]). Goiter was present in 52 patients (27.4 %), most of them had multinodular goiter (36 patients [18.9 %]). Thy­roid autoantibodies were positive in 32 patients (23.0 %). We classified patients into two groups according to
age: patients over 65 (group 1) and patients under 65 (group 2). No significant difference in the frequency of thyroid dysfunction (57.8 % versus 51.0 %) and goiter (25.6 % versus 29.0 %) were found between these groups. However, there was a significant difference in the proportion of thyroid autoimmunity according to age (13.1 % and 30.8 %, P <0.05, respectively). When separating patients into women and men, the percentage of thyroid dysfunction was 70.8 % and 34.0 % (P <0.0001), the percentage of goiter was 41.7 % and 10.3 % (P <0.0001) and the percentage of thyroid autoimmunity was 27.9 % and 15.1 % (not statistically significant), respectively.
Conclusions: The frequency of thyroid dysfunction was 54.2 %, which was the highest rate according to the studies reviewed. Detection of thyroid dysfunction in patients with type 2 diabetes is clinically important since it is a treatable disease that may contribute to an increased cardiovascular risk in these patients. Rev Argent Endocrinol Metab 51:123-129, 2014

No financial conflicts of interest exist.

Key words: Thyroid disfunction; Type 2 diabetes; Thyroid autoimmunity; Goiter.


INTRODUCCIÓN

La asociación de diabetes mellitus tipo 1 y disfunción tiroidea es esperable ya que ambas patologías comparten una naturaleza autoinmune. No obstante, en los últimos años se ha estudiado la frecuencia de disfunción tiroidea en poblaciones de pacientes diabéticos tipo 2, observándose cifras que variaron entre el 10,8 % y el 32,4 %(1-9).

Según el estudio estadounidense NHANES III, la presencia de diabetes en la población general se estima en 7,8 % en mayores de 20 años(10), mientras que el porcentaje de disfunción tiroidea corresponde al 4,6 % para el hipotiroidismo y 1,3 % para el hipertiroidismo(11). En la Argentina, la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo 2009 muestra una prevalencia de diabetes en mayores de 18 años de 9,6 %(12). Por otra parte, Villagra de Ousset y colaboradores, realizaron en la provincia de Tucumán, un estudio observacional de detección de disfunción tiroidea en el que hallan un 10,4 % de valores de tirotrofina ultlasensible (TSH) mayores a 5 µU/ml y un 3,8 % menores a 0,29 µU/ml(13).

A pesar de la alta proporción de disfunción tiroidea en diabéticos tipo 2, aún no hay consenso en las guías de práctica clínica sobre la evaluación de función tiroidea en este grupo de pacientes(14,15).

El objetivo del trabajo es determinar la frecuencia de bocio, disfunción y autoinmunidad tiroidea en una muestra poblacional de pacientes con diabetes tipo 2 que se asisten en un servicio de endocrinología.

MATERIALES Y MÉTODOS

Se realizó un estudio observacional y prospectivo. Se incluyeron pacientes con diagnóstico de diabetes tipo 2, según los criterios de la American Diabetes Association (ADA) 2007(16), que eran asistidos en forma consecutiva, en los consultorios de endocrinología del Hospital Privado de Comunidad de la ciudad de Mar del Plata, desde el 1 de julio al 31 de octubre de 2011. El hospital cuenta con 2 consultorios de endocrinología que asisten a un grupo de los diabéticos tipo 2, mientras que el resto es asistido en los consultorios de clínica médica y en un consultorio de diabetes y nutrición. Todos los pacientes eran residentes de la ciudad de Mar del Plata, un área iodo-suficiente(17). Se excluyeron del estudio aquellos pacientes que consumían medicación que pudiera afectar la función tiroidea.

De dichos pacientes, se registraron sexo, edad y función tiroidea (hipotiroidismo, hipotiroidismo subclínico, hipertiroidismo e hipertiroidismo subclínico). Para los pacientes que ya tenían diagnóstico de disfunción tiroidea, se tomó en cuenta el que figuraba codificado en el sistema de historia clínica informatizada unificado del hospital. A aquellos que no tenían diagnóstico de disfunción tiroidea, se les solicitó TSH ultrasensible utilizando como valor de referencia 0,4-4 U/l. A los que tenían TSH fuera de dicho rango se les realizó una segunda determinación con mediciones de hormonas T4 libre y T3, cuyos intervalos de referencia fueron 0,9-1,9 U/l y 0,8-1,8 U/l, respectivamente. Para la medición de dichas hormonas tiroideas se utilizó el método de electroquimioluminiscencia (ECLIA), equipo Cobas. A los pacientes con TSH normal se los consideró eutiroideos. Se denominó disfunción tiroidea a la presencia de hipotiroidismo o hipertiroidismo, clínico o subclínico. Se consideró hipotiroidismo clínico a la presencia simultáneamente de TSH elevada y T4 libre baja, hipotiroidismo subclínico al hallazgo de TSH elevada y T4 libre normal, e hipertiroidismo clínico a los pacientes que mostraban T4 libre, T3 o ambas elevadas y TSH baja. El hipertiroidismo subclínico fue considerado ante la presencia de TSH baja con valores de T4 libre y T3 dentro del límite de referencia.

Se evaluó por palpación la presencia de bocio, y en este caso, se realizó una ecografía y se los clasificó en bocios uninodulares, multinodulares o difusos.

Se consignó, cuando se encontraba disponible, la positividad o negatividad de anticuerpos antitiroideos, anticuerpos antitiroperoxidasa (ATPO) y anticuerpos antitiroglobulina (ATG), y se consideró autoinmunidad positiva cuando al menos 1 de ellos fue positivo y autoinmunidad negativa cuando ninguno fue positivo. Se registraron anticuerpos antitiroideos en 139 pacientes, todo ellos con anticuerpos ATPO. Se solicitó ATG en 10 pacientes. El dosaje de anticuerpos se realizó con ECLIA, equipo Cobas, considerándose positivos valores superiores a 34 UI/ml para ATPO y 115 UI/ml para ATG.

Se registró el tratamiento para la diabetes que los pacientes cumplían al momento del estudio, separándolos en 4 grupos: solo con dieta, agentes no insulínicos, tratamiento mixto (insulina más agentes no insulínicos) e insulina sola.

Para cada frecuencia expresada en porcentaje, siempre que se consideró relevante, se calculó el intervalo de confianza 95 %. Para efectuar comparaciones entre las frecuencias, se utilizó el test de chi-cuadrado, mediante el programa GraphPad Software. Las diferencias fueron consideradas significativas cuando P < 0,05.

RESULTADOS

Se recabaron los datos de 190 pacientes, con un promedio de edad de 61,7 ± 11,3 años (mediana 63, rango entre 27-85), 103 eran mujeres (54,2 %).

Ciento tres (54,2 %) pacientes presentaban disfunción tiroidea, 84 (44,2 %) ya tenían diagnóstico previo y se detectaron 19 (10,0 %) nuevos casos a partir del estudio. De todos los pacientes, 92 (48,4 %) padecían hipotiroidismo: de ellos 68 (35,8 %) hipotiroidismo clínico y 24 (12,6 %) subclínico, y 11 (5,8 %) tenían hipertiroidismo: 9 (4,7 %) hipertiroidismo clínico y 2 (1,1 %) hipertiroidismo subclínico. De los nuevos casos, en 17 (8,9 %) se halló hipotiroidismo: de ellos 6 (3,2 %) hipotiroidismo clínico y 11 (5,8 %) subclínico, y en 2 (1,0 %) hipertiroidismo subclínico. No se encontró ningún nuevo caso de hipertiroidismo clínico.

De los 139 a los que se les solicitó anticuerpos, el 23,0 % (32 pacientes) tenían autoinmunidad positiva. De ellos, todos tenían ATPO positivos. De los 10 pacientes con ATG, en 1 se obtuvo un resultado positivo.

Cincuenta y dos pacientes (27,4 %) presentaban bocio: entre ellos 36 (18,9 %) con bocio multinodular, 13 (6,8 %) nodular y 3 (1,6 %) difuso (Tabla I).

TABLA I. Frecuencias de bocio, disfunción tiroidea y autoinmunidad totales y de acuerdo a sexo y edad. Entre corchetes se indica el intervalo de confianza 95 %. N.S.Asociación no estadísticamente significativa, * P < 0,05, ** P < 0,01, *** P < 0,001, **** P < 0,0001, para las diferencias entre prevalencias (chi-cuadrado)

Se dividió a los pacientes de acuerdo a la edad en 2 grupos, mayores y menores de 65 años. No se observaron diferencias significativas entre estos dos grupos en la frecuencia de disfunción tiroidea en general (57,8 [47,5-67,5] % contra 51,0 [41,3-60,6] %) así como en los distintos subtipos (hipotiroidismo, hipotiroidismo subclínico, hipertiroidismo e hipertiroidismo subclínico). Tampoco se hallaron diferencias significativas respecto a la frecuencia de bocio (25,6 [17,6-35,5] % contra 29 [20,9-38,6] %). Sí fue significativa la diferencia en la frecuencia de autoinmunidad positiva entre ambos grupos (13,1 [6,5-24,1] % y 30,8 [21,6-41,7] %) (P < 0,05).

Por otro lado, se separó a los pacientes en mujeres y varones, encontrando una frecuencia de disfunción tiroidea de 70,8 % [61,4-78,8] y 34,5 % [25,3-44,9] respectivamente, lo cual fue estadísticamente significativa (P <0,0001), de bocio de 41,7 % [32,7-51,4] y 10,3 % [5,3-18,7] (P <0,0001) y de anticuerpos positivos de 27,9 % [19,5-38,2] y 15,1 % [7,6-27,3], respectivamente. Esta última asociación no fue estadísticamente significativa (Figura I).


Figura I. Comparación entre las frecuencias de bocio, disfunción tiroidea y autoinmunidad de acuerdo a edad (arriba) y sexo (abajo). N.S.asociación no estadísticamente significativa (chi-cuadrado).

De los pacientes con disfunción tiroidea, la frecuencia de bocio fue de 35,0 % y de 18,4 % en los pacientes eutiroideos (P < 0,05). La presencia de autoinmunidad positiva fue de 38,8 % en los pacientes con disfunción tiroidea y de 1,7 % en los eutiroideos (P < 0,0001) (Tabla II, Figura II).

TABLA II. Relación entre el estado de función tiroidea y las frecuencias de bocio y autoinmunidad. Entre corchetes se indica el intervalo de confianza 95 %. N.S.Asociación no estadísticamente significativa, * P <0,05, ** P < 0,01, *** P < 0,001, **** P < 0,0001, para las diferencias entre prevalencias (chi-cuadrado).


Figura II. Relación entre el tratamiento de la diabetes (con y sin insulina) según función tiroidea (izquierda) y según autoinmunidad (derecha). N.S.asociación no estadísticamente significativa (chi-cuadrado).

Respecto del tratamiento de la diabetes, 19 (10,0 %) tenía indicada solo dieta y actividad física, 136 (71,6 %) usaba agentes no insulínicos, 15 (7,9 %) seguía una pauta mixta y 20 (10,5 %) era tratado solo con insulina. Recibían insulina (con o sin otros agentes), 16,5 % de los pacientes con disfunción tiroidea y 20,7 % de los eutiroideos, siendo esta diferencia no significativa, y 15,6 % de los pacientes con autoinmunidad positiva frente a un 16,8 % de aquellos con autoinmunidad negativa. Esta última asociación tampoco resultó significativa (Figura III).


Figura III. Comparación entre las frecuencias de bocio, disfunción tiroidea y autoinmunidad de acuerdo a edad (arriba) y sexo (abajo). N.S.asociación no estadísticamente significativa (chi-cuadrado).

DISCUSIÓN

La frecuencia de disfunción tiroidea en una población de personas con diabetes tipo 2 que se asistieron en un servicio de endocrinología fue elevada, de 54,2 % (103 pacientes), una proporción más alta incluso que en el estudio de Diez y Sánchez (2011)(4), que halló en un grupo de 318 diabéticos tipo 2 atendidos en un hospital, una frecuencia de 32,4 % de disfunción tiroidea y 9,7 % nuevos casos diagnosticados. En esto puede haber un sesgo de selección, dado que se tomó como población a un grupo de pacientes que fue atendido en un consultorio de endocrinología, cuando la mayoría de los diabéticos tipo 2 son atendidos en los consultorios de clínica médica y porque se presume que la frecuencia de patología tiroidea en los pacientes que concurren a dicho consultorio debe ser mayor que en un consultorio de medicina general. Por otra parte, el valor de referencia de TSH utilizado (0,4-4 UI/l), cuando en la mayoría de los trabajos revisados se toman valores mayores, podría haber incrementado falsamente el grupo de pacientes hipotiroideos.

La disfunción tiroidea más frecuente fue el hipotiroidismo clínico, lo que coincide con algunos estudios(4), pero disiente con otros que hallan una mayoría de hipotiroidismo subclínico en el grupo de diabéticos tipo 2(5,8). Durante el estudio se pudo
tiroidea (19 pacientes), valores similares a los reportados en la literatura(4).

La frecuencia de autoinmunidad en la población de diabéticos tipo 2 fue de 23 %, la cual es elevada en comparación de otros estudios con diabéticos tipo 2(4,7-9) y en comparación con la población general. En nuestro país, la proporción de ATPO en un grupo control de un estudio sobre 40 pacientes fue de un 10 %(18), mientras que el estudio NHANES III muestra un porcentaje de ATG y ATPO de 10,4 % y 11,3 %, respectivamente(11).

La frecuencia de bocio en el estudio fue de 27,4 %, a predominio de la forma multinodular. Niepomniszcze y colaboradores en el año 2004 mostraron que en el área metropolitana de Buenos Aires, la prevalencia de bocio diagnosticado por palpación, fue de 6 %(19). No hubo diferencia en la presencia de bocio y disfunción tiroidea entre mayores y menores de 65 años de edad, pero la autoinmunidad fue más común en las personas con menor edad. Las mujeres de la población que se estudió tuvieron más frecuencia de disfunción tiroidea y bocio que los varones. Si bien la autoinmunidad fue más frecuente en mujeres, la diferencia no fue significativa. Se halló una proporción baja de bocio (35 %) y de autoinmunidad (38,8 %) en los pacientes con disfunción tiroidea, lo cual contrasta con la mayoría de los estudios hasta ahora publicados(4,7,9). Este porcentaje se debe a un mayor porcentaje de pacientes hipotiroideos, tanto clínicos como subclínicos, con ausencia de bocio (si bien no significativo) así como con autoinmunidad tiroidea negativa (diferencia esta última significativa).

Al separar a los pacientes que recibían insulina de los que no la recibían como parte del tratamiento de su diabetes, no se observaron diferencias significativas en la frecuencia de disfunción tiroidea y autoinmunidad. El estudio de Diez JJ y colaboradores(4) tampoco halla mayor prevalencia de disfunción tiroidea en los tratados con insulina. Por otra parte, la ausencia de una mayor prevalencia de autoinmunidad positiva en los que recibían insulina, aleja la posibilidad de haber incluido como diabéticos tipo 2 pacientes con diabetes autoinmune latente del adulto.

Teniendo en cuenta el efecto de las hormonas tiroideas sobre la producción hepática de glucosa, su absorción intestinal y la utilización por tejidos periféricos, se cree que la relación entre la disfunción tiroidea y la diabetes tipo 2 está dada por la insulinorresistencia común a estos trastornos. Múltiples y complejas señales bioquímicas explicarían esta asociación(20). La importancia de detectar disfunción tiroidea en los diabéticos tipo 2 radica en el diagnóstico de una patología tratable y que puede contribuir al aumento del riesgo cardiovascular de estos pacientes. La alta frecuencia de tiroideopatías en la población que se analizó, fundamentan investigaciones más profundas, para determinar la necesidad de la realización de estudios rutinarios inmunológicos, de función y de las características estructurales de la glándula tiroides en la diabetes tipo 2.

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