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Revista argentina de endocrinología y metabolismo

On-line version ISSN 1851-3034

Rev. argent. endocrinol. metab. vol.54 no.4 Ciudad Autónoma de Buenos Aires Dec. 2017

 

TRABAJO ORIGINAL

Influencia de la actividad física y el consumo calórico sobre la adiposidad visceral en adultos de la ciudad de Cuenca, Ecuador

Influence of physical activity and calorie intake on visceral adiposity in adults of the city of Cuenca, Ecuador

 

Rina Ortiza,*, Maritza Torresb, Wilson Siguenciac, Nube Sigüenza-Cobosd,*, Juan Salazare, Roberto Añeze, Joselyn Rojase,f y Valmore Bermúdeze,g

a Universidad Católica de Cuenca, Facultad de Medicina, Cuenca, provincia del Azuay, República del Ecuador
b Ministerio de Salud Pública, Centro de Salud de Baños, Cuenca, provincia del Azuay, República del Ecuador
c Ministerio de Salud Pública, Centro de Salud de San Pedro del Cebollar, Cuenca, provincia del Azuay, República del Ecuador
d Universidad Estatal de Cuenca, Facultad de Medicina, provincia del Azuay, República del Ecuador
e Centro de Investigaciones Endocrino-Metabólicas «Dr. Félix Gómez», Facultad de Medicina, Universidad del Zulia, Maracaibo, Zulia, Venezuela
f Division of Pulmonary and Critical Care Medicine, Brigham and Women's Hospital and Harvard Medical School, Boston, EE. UU.
g Grupo de Investigación Altos Estudios de Frontera (ALEF), Universidad Simón Bolívar, Colombia

* Autor para correspondencia. Correo electrónico: juanjsv18@hotmail.com (N. Sigüenza-Cobos).

Recibido: 28 de mayo de 2017
Aceptado: el 17 de julio de 2017

 


RESUMEN

Introducción: El índice de adiposidad visceral (VAI) es un método sencillo y costo-efectivo en la determinación de adiposidad visceral. El objetivo de este estudio es evaluar la relación entre el VAI con diversos factores de riesgo cardiovascular, variables sociodemográficas y hábitos psicobiológicos en la población adulta de la ciudad de Cuenca, Ecuador.
Materiales y métodos: Se realizó un estudio descriptivo transversal en 318 individuos adultos seleccionados mediante muestreo aleatorio y multietápico, a quienes se les realizó evaluación clínica, evaluación antropométrica y de laboratorio. El VAI se determinó utilizando las fórmulas propuestas que emplean circunferencia abdominal, el índice de masa corporal, los triacilglicéridos y HDL-C. Se realizó un modelo de regresión logística múltiple para determinar los principales factores asociados a adiposidad visceral en sus valores más elevados.
Resultados: En los 318 individuos, el promedio del VAI fue 2,57 (1,66-3,94), con valores más elevados para el sexo femenino. En el modelo de regresión logística múltiple, los factores de riesgo significativos para VAI moderado-alto fueron: la edad (> 60 años: OR = 3,87; IC del 95%: 1,15-12,96; p = 0,03), el consumo calórico, la glucemia alterada en ayuno y la actividad física en ocio.

Conclusión: El VAI es un método útil para definir a aquellos sujetos con adiposidad visceral en nuestra región. La edad, el consumo calórico diario y la glucemia alterada en ayuno son los principales factores asociados con los valores más elevados delíndice, mientras que la actividad física durante el ocio representó un factor protector para clasificar a los sujetos en los estadios más avanzados.

Palabras clave: Adiposidad visceral; Calorías; Actividad física; Obesidad; Metabolismo

ABSTRACT

Introduction: The visceral adiposity index (VAI) is a simple and cost effective method for the determination of visceral adiposity. The objective of this study is to evaluate the relationship between VAI and different cardiovascular risk factors, sociodemographic variables, and psychobiological habits in the adult population of the city of Cuenca, Ecuador.
Materials and methods: A descriptive cross-sectional study was performed on 318 adult individuals selected by multistage random sampling, who underwent a clinical, anthropometric and laboratory evaluation. VAI was determined using the proposed formula that used abdominal circumference, body mass index, triglycerides, and HDL-Cholesterol. A multiple logistic regression model was used to determine the main factors associated with the highest values of visceral adiposity.
Results: The mean VAI was 2.57 (1.66-3.94) in the 318 individuals studied, with higher values for females. In the multiple logistic regression model, significant risk factors for moderatehigh VAI were: age (>60 years: OR = 3.87, 95% CI: 1.15-12.96, P=.03), calorie intake, impaired fasting glucose, and leisure time physical activity.
Conclusion: VAI is a useful method to define those subjects with visceral adiposity in our region. Age, daily calorie intake, and impaired fasting glucose are the main factors associated with higher index values, while leisure time physical activity was a protective factor for classifying subjects in the more advanced stages.

Keywords: Visceral adiposity; Calories; Physical activity; Obesity; Metabolism


 

Introducción

En la actualidad, la obesidad es una enfermedad que representa un reto epidemiológico a superar tanto para países desarrollados como para países en vías de desarrollo1, y aunque las cifras en ciertos países donde la prevalencia era muy alta se ha estabilizado en los últimos años, debido a las intensas campañas de concientización y manejo preventivo, en otras regiones los proporción de sujetos afectados es realmente alarmante2. En el caso de Ecuador, reportes previos en nuestra localidad ubican la obesidad abdominal como uno de los factores de riesgo cardiovascular más prevalente, con porcentajes que superan el 50%, incluso con los valores más conservadores para definirla3.
Para definir la obesidad existen diversos métodos directos e indirectos, clínicamente las mediciones antropométricas como el índice de masa corporal (IMC), la circunferencia abdominal y el índice cintura-cadera, entre otras, constituyen las técnicas más costo-efectivas4. Sin embargo, la sensibilidad y la especificidad de las mismas resulta limitada al diagnosticar una enfermedad tan compleja desde el punto de vista
molecular, epidemiológico y clínico, cuya etiopatogenia estáíntimamente ligada a otros trastornos de origen metabólico5.
En este sentido, han surgido durante la última década nuevos índices que combinan variables antropométricas y metabólicas que permitan definir no únicamente al sujeto obeso, sino específicamente al sujeto verdaderamente enfermo, que tenga un alto grado de adiposidad, la cual muy probablemente sea disfuncional y capaz de aumentar el riesgo de enfermedades crónicas. Entre estos índices, el «índice de adiposidad visceral» (VAI) es uno de los más resaltantes y de más fácil aplicación en la práctica clínica diaria, dados los parámetros sencillos que se emplean para su cálculo6.
Adicionalmente, el VAI ha mostrado una buena correlación con los métodos directos de medición de adiposidad visceral realizados por técnicas de imagen; de igual manera, se ha asociado a eventos cardiovasculares y diabetes mellitus tipo 2 (DM2)7,8, lo cual le brinda mayor confiabilidad. En vista de la potencial utilidad de este índice, el objetivo de este estudio es evaluar la relación entre el VAI y diversos factores de riesgo cardiovascular, variables sociodemográficas y hábitos psicobiológicos en la población adulta de la ciudad de Cuenca, Ecuador.

Materiales y métodos

Diseño del estudio

Este es un estudio transversal, descriptivo, realizado en la ciudad de Cuenca, el cual utilizó valoraciones demográficas obtenidas del INEC (censo del 2010). La región urbana está dividida en parroquias: San Sebastián, Bellavista, El Batán, Yanuncay, Sucre, Huayna Capac, Gil Ramírez Dávalos, Sagrario, San Blas, El Vecino, Cañaribamba, Totoracocha, Monay, Machangara y Hermano Miguel, con una población total de 329.928 habitantes (se sumó a estos un grupo de 1.960 individuos que habitan parroquias rurales en el límite con las parroquias urbanas) para un total de 331.888 habitantes; de este total, la población mayor de 18 años que habita el área urbana de la ciudad de cuenca fue de 223.798 individuos. El cálculo del tamaño de la muestra para cada parroquia se realizó de forma proporcional, mediante un muestreo aleatorio multietápico por conglomerados, donde cada conglomerado estuvo representado por cada una de las 16 parroquias. Posterior a esto se realizó un muestreo aleatorio, por grupos, donde cada uno estuvo representado por manzanas de viviendas que se escogieron al azar, utilizando la información del censo de la ciudad de Cuenca. Dicho muestreo fue realizado en el periodo de octubre del 2013 a febrero del 2014, obteniéndose una muestra de 318 individuos, representativa de la población mayor de 18 años. El criterio de inclusión fue todos los habitantes mayores de 18 años sorteados aleatoriamente; dentro de los criterios de exclusión se consideró menores de 18 años, mujeres en periodo de gestación, individuos recluidos en instituciones penales, hospitales o cuarteles militares.

Aspectos éticos

Los individuos que participaron en el estudio firmaron un consentimiento informado en el cual se expuso el respeto a la vida, la salud, la confidencialidad, la intimidad y la dignidad; asimismo se les explicaron todos los detalles concernientes al estudio y los procedimientos a los cuales iban a ser sometidos, antes de realizarles el examen clínico, físico y de laboratorio.

Evaluación de los individuos

A cada sujeto se le realizó una historia clínica, obteniéndose datos y antecedentes personales. Se evaluó el estatus socioeconómico mediante la escala de Graffar modificada por Méndez-Castellano y de Méndez9, que estratifica a los sujetos en 5 estratos: clase alta (estrato i), clase media alta (estrato ii), la clase media (estrato iii), clase obrera (estrato iv) y extrema pobreza (estrato v). Se clasificó a los grupos étnicos en raza mestiza, blanco, indígenas y otros (afroecuatoriano, mulato, montubio). El hábito tabáquico se clasificó en las siguientes categorías: no fumadores, fumadores y exfumadores a aquellos con un año o más sin consumir ningún tipo de tabaco10.

Evaluación nutricional

Se utilizó el recordatorio de ingesta de alimentos en 24 h cuyos datos fueron analizados por un equipo nutricionista para la determinación de las kilocalorías consumidas diariamente, las cuales, para su posterior análisis, fueron reclasificadas en terciles (kilocalorías/24 h): tercil 1:< 1.971,80; tercil 2: 1.971,80-2.469,99 y tercil 3: ≥ 2.470.

Evaluación de la actividad física

Se empleó el Cuestionario Internacional de Actividad Física (IPAQ); el cual fue diseñado para la medición de la actividad física (AF) en 4 dominios: trabajo, transporte, actividades del hogar (jardinería y otros) y ocio (tiempo libre, recreación o ejercicio)11. El formato largo del IPAQ contiene preguntas correspondientes a la frecuencia y la duración de la actividad leve, moderada o vigorosa de por lo menos 10 min de duración. Los minutos/semanas de cada actividad son convertidos a sus equivalentes metabólicos «MET», para así determinar el consumo energético. Dentro la evaluación del IPAQ fueron excluidos 19 individuos, ya que no cumplieron con los criterios de depuración del mismo durante los análisis de determinación del patrón de AF a través del scoring IPAQ. Además, se analizó la AF expresada en MET/min/sem para el dominio de ocio del IPAQ, el cual ha demostrado tener un papel como factor protector cardiovascular12. Para los análisis los MET en esta esfera, los mismos fueron reclasificados en terciles, obteniéndose la siguiente clasificación: mujeres (ninguna: 0 MET/min/semana; leve: < 33 MET/min/semana; moderada: 33-346,49; alta: ≥ 346,5 MET/min/semana); hombres (ninguna: 0 MET/min/semana; leve: < 66 MET/min/sem; moderada: 66-1.046,61; alta: ≥ 1.046,62 MET/min/semana).

Evaluación clínica

Se determinaron el peso y la talla de los individuos mediante el uso de balanza-tallímetro Health o Meter Professional (Sunbeam Products Inc., Boca Raton, FL, EE.UU), con capacidad de 180 kg, para lo cual cada sujeto fue evaluado de pie, en posición erguida, sin calzado ni vestimenta. El IMC se calculó utilizando la fórmula (peso/talla2, expresada en kg/m2). La circunferencia abdominal se midió con una cinta métrica metálica Rosscraft (Rosscraft Innovations Inc, Vancouver, Canadá), calibrada en milímetros y centímetros, a la altura de la línea media axilar en el punto imaginario que se encuentra entre la parte inferior de la última costilla y el punto más alto de la cresta iliaca, en bipedestación, al final de una espiración13.
La medición de la presión arterial (PA) se realizó por el método auscultatorio, para lo cual se utilizó un esfigmógrafo calibrado y validado. Se midió al paciente sentado y en descanso de por lo menos 15 min, con los pies en el suelo y el brazo a la altura del corazón, siendo la PA sistólica el punto en el que se escuchó el primero de 2 o más sonidos (fase 1) y la PA diastólica es el punto en el que desapareció el sonido (fase 5). Se verificó la PA en 3 ocasiones (luego de 10 min de descanso) y se realizó un promedio de las tomas.

Análisis de laboratorio

La extracción de sangre se realizó tras un periodo de ayuno de 8 a 12 h y en las primeras horas de la mañana; el personal del laboratorio Paucarbamba de la ciudad de Cuenca analizó las muestras, para lo cual se le extrajo a cada individuo 5 cm3 de sangre obtenida por venopunción antecubital, colocándose en tubos Vacutainer (BD Vacutainer® BD, Ciudad de México, México); se determinaron niveles de colesterol total, triacilglicéridos (TAG), HDL-C, LDL-C y glucosa plasmática; mediante el equipo Mindray b 88 semiaulant (MINDRAY Medical International Co., Ltd., Nanshan, Shenzhen, China) se determinaron la glucemia, el colesterol total y los triglicéridos; para la cuantificación de las LDL-C se utilizó un kit enzimático-colorimétrico de Reaactlab (Reactlab Import Cia. Ltda., Cuenca, Azuay, Ecuador); la determinación de HDL-C fue realizada mediante un kit enzimático-colorimétrico comercial Human Frisonex (Frisonex Frison Importadora Exportadora Cia. Ltda., Quito, Ecuador).

Definiciones

Se definió el síndrome metabólico (SM) de acuerdo con los criterios sugeridos por el consenso realizado por la IDF/AHA/NHLBI/WHF/IAS/IASO (2009)14, donde se requieren 3 o más de los siguientes criterios para realizar el diagnóstico:

- Circunferencia abdominal elevada: hombres ≥ 95 cm; mujeres≥ 91 cm. De acuerdo con los puntos de corte obtenidos previamente en nuestra población15.
- TAG elevados:≥ 150 mg/dl g1.
- HDL-C bajo: hombres < 40 mg/dl, mujeres < 50 mg/dlg.
- Glucemia elevada:≥ 100 mg/dl o diagnóstico previo de DM2g.
- PA elevada: ≥ 130/85 mmHg o diagnóstico previo de hipertensión arterial (HTA)g.

El IMC fue clasificado en normopeso (< 25,0 kg/m2), sobrepeso (25,0 a 29,9 kg/m2) y obesidad (≥ 30,0 kg/m2)16. Por su parte, el diagnóstico de HTA se realizó de 2 formas: a) autorreporte como antecedente personal, y b) diagnóstico durante la evaluación clínica, calificándose acorde con los criterios del VII Comité Norteamericano para la Prevención, Detección, Evaluación y Tratamiento de la HTA (JNC-7) en 2 ocasiones separadas17. Las categorías relacionadas con estatus glucémico se definieron: a) DM2: aquellos con el antecedente personal y aquellos con glucemia ≥ 126 mg/dl, y b) glucemia alterada en ayuno (GAA): cuando la glucemia basal se encontró entre 100-126 mg/dl18.
El cálculo del VAI se realizó mediante las fórmulas propuestas por Amato et al.19, para cada sexo transformando los valores de TAG y HDL-C de mg/dl a mmol/l:

Las variables obtenidas fueron clasificadas en terciles para los cálculos estadísticos: hombres (tercil 1:< 1,71; tercil 2: 1,71-2,80; tercil 3: > 2,80); mujeres (tercil 1: < 2,05; tercil 2: 2,05-3,51; tercil 3:> 3,51).

Análisis estadístico

Para evaluar la distribución normal de las variables cuantitativas se utilizó la prueba de Kolmogorov-Smirnov; las variables con distribución normal fueron expresadas con media ± desviación estándar. Las diferencias o no entre las medias se determinaron utilizando la prueba de t de Student. Las variables cualitativas fueron presentadas como frecuencias absolutas y porcentaje; se utilizó la prueba de la chi al cuadrado (X2) para determinar la asociación entre variables cualitativas. Dado que no se observaron diferencias al evaluar las variables en los 2 últimos terciles, estos se fusionaron en un solo grupo para realizar modelos de regresión logística binaria.
Se realizaron 2 modelos de regresión logística binaria para adiposidad visceral elevada o disfuncionante cuyas covariables fueron: sexo, grupos etarios, estatus socioeconómico, hábito tabáquico, consumo de alcohol, AF en la esfera ocio según el IPAQ, calorías consumidas, clasificación del JNC-7, categorías de IMC y estatus glicémico. El segundo modelo fue ajustado además por la circunferencia abdominal elevada. Los datos obtenidos fueron analizados mediante el paquete informático para Ciencias Sociales SPSS versión 20, para Windows (SPSS Inc. Chicago, IL, EE. UU.); se consideraron los resultados estadísticamente significativos cuando p < 0,05.

Resultados

Características generales de los individuos estudiados

La muestra final fue de 318 individuos (mujeres: 57,2%; n = 182). La edad promedio fue de 42,8 ± 15,5 años. El grupo etario más con mayor prevalencia fue < 40 años con un 44,7% (n = 142), la clase obrera con un 52,5% (n = 167), mientras que un 18,9% de los sujetos eran fumadores. El resto de las características generales se muestra en la tabla 1.

Tabla 1: Características generales de la población estudiada. Cuenca, Ecuador

Adiposidad visceral y características sociodemográficas

Las principales variables sociodemográficas y hábitos psicobiológicos asociados a la adiposidad visceral fueron los grupos etarios con un aumento en la frecuencia de individuos en relación a la edad (≥ 60 años: tercil 1: 6,7% vs. tercil 3: 22,4%; X2 = 24,93; p < 0,0001), mientras que la AF en ocio mostró una disminución en la frecuencia conforme se incrementó el nivel de actividad (nivel alto: tercil 1: 29,5% vs. tercil 3: 15,4%; X2 = 16,09; p = 0,01) (tabla 2).

Tabla 2: Distribución de sujetos según terciles de índice de adiposidad visceral y características sociodemográficas. Cuenca, Ecuador

Adiposidad visceral y características clínicas

En la tabla 3 se muestran las variables clínicas asociadas a adiposidad visceral, siendo la circunferencia abdominal la más relacionada con un incremento progresivo conforme aumentó el nivel de adiposidad (circunferencia abdominal elevada: tercil 1: 26,9% vs. tercil 3: 73,8%; X2 = 48,09; p < 0,01). Un comportamiento similar se observó para el SM (SM: tercil 1: 6,7% vs. tercil 3: 80,4%; X2 = 24,93; p < 0,001).

Tabla 3: Distribución de sujetos según terciles de índice de adiposidad visceral y características clínicas. Cuenca, Ecuador

Al evaluar las variables clínicas y bioquímicas individuales (tabla 4), se observa un incremento en los valores de PA sistólica, glucemia basal, colesterol total y LDL-C, especialmente en el tercil 3, mientras que variables como PA diastólica y calorías totales diarias no mostraron diferencias estadísticamente significativas.

Tabla 4: Características clínicas y bioquímicas según terciles de índice de adiposidad visceral. Cuenca, Ecuador

En el modelo de regresión logística multivariante (tabla 5), la edad, los hábitos como la AF en ocio, el consumo calórico alto y las alteraciones metabólicas como la GAA, el sobrepeso y la obesidad fueron los principales factores asociados. Específicamente, en sujetos de 60 años o más (OR: 5,42; IC del 95%, 1,69-17,38; p < 0,01) y nivel alto de AF (OR: 0,31; IC del 95%, 0,14-0,67; p < 0,01). No obstante, al ajustar el modelo por obesidad abdominal (circunferencia abdominal), todas las variables mantuvieron sus tendencias, excepto la obesidad determinada por IMC.

Tabla 5: Modelo de regresión logística de factores asociado a terciles moderado y alto de índice de adiposidad visceral. Cuenca, Ecuador

Discusión

Diversos reportes latinoamericanos plantean que la obesidad es uno de los trastornos metabólicos más frecuentes en la región, ya sea medida de forma general mediante el IMC o específicamente la de origen abdominal3, la cual representa la piedra angular del cúmulo de factores de riesgo cardiometabólicos y cuya relación con eventos cardiovasculares parece ser más estrecha20. Por ello, la meta clínica en la actualidad consiste en determinar, mediante métodos directos o indirectos, la cantidad de tejido adiposo a nivel abdominal y su potencial disfuncionalidad, siendo el VAI uno de los principales índice estudiados en diferentes regiones21.
El comportamiento del VAI según el sexo en nuestra población muestra una distribución similar a la de reportes previos, donde se observan promedios más elevados en el sexo femenino, tal como ha sido planteado por Amato et al., en el estudio inicial en la población italiana19, y por Numan Ahmad y Halim Haddad, en más de 1.600 sujetos adultos jordanos, donde evidencian importantes diferencias en los promedios de VAI entre sexos22. Es importante resaltar que los valores encontrados en nuestra población son menores a los presentados en otras latitudes, lo cual podría estar influido por factores medioambientales que influyan en las tendencias epidemiológicas de obesidad, así como el contexto genético particular en nuestra región que determinan variables metabólicas de suma relevancia como es el caso de lípidos séricos como HDL-C23.
En relación con las características sociodemográficas, la edad constituye un factor de riesgo para obesidad y los parámetros antropométricos se ven influidos durante el curso del ciclo vital24. El VAI no es la excepción en nuestra población, observándose una mayor prevalencia de sujetos de manera proporcional en ambas variables, incluso en el contexto multivariante, donde se evidencia en los sujetos mayores de 60 años alrededor de 4 veces más probabilidades de ser clasificados en los terciles más elevados del VAI. Estos resultados coinciden con los planteados por García et al.25 en más de 400 sujetos masculinos colombianos cuyo promedio de edad fue inferior. Estos hallazgos están íntimamente relacionados con los cambios fisiológicos propios del envejecimiento sobre las vías de diferenciación del tejido adiposo, en el cual el proceso de senescencia afecta a los progenitores de adipocitos, los relaciona con células inflamatorias como macrófagos y compromete el remodelado tisular26, lo cual genera no solo un mayor nivel de adiposidad, sino que esta presenta características disfuncionales y hace necesario el manejo de esta enfermedad desde etapas tempranas.
Entre los hábitos psicobiológicos, el consumo calórico es otro hallazgo importante y novedoso en relación con el VAI, donde se observa 2 veces mayor riesgo de presentar valores elevados de VAI en sujetos con un consumo moderado y alto, lo cual equivale a más de 1.970 kcal/día. Hasta ahora no conocemos reportes previos que relacionen este índice con la ingesta diaria de calorías; solo se han planteado asociaciones con la circunferencia abdominal27 y con el volumen del tejido adiposo visceral cuantificado por técnicas de imagen por tomografía28, estas últimas con difícil aplicabilidad en la práctica clínica. Si bien en futuros estudios es necesario precisar los tipos de macromoléculas implicadas y los patrones de consumo a nivel local, estos resultados demuestran la importancia del abordaje multidisciplinar de la obesidad y la asesoría oportuna de especialistas en el área nutricional para un manejo integral y efectivo del exceso de grasa corporal.
Una tendencia similar se observó en relación con la AF durante el ocio, en la cual los sujetos que realizaron un nivel alto de actividades presentaron un riesgo hasta un 67% menor de ser clasificado en las categorías más altas del VAI en la población general. Aunque con la ingesta calórica no se encontraron estudios comparables con el mismo índice, existen numerosos reportes que plantean el entrenamiento de alta intensidad como una estrategia terapéutica para la reducción del depósito de grasa abdominal visceral tanto en sujetos adultos29 como en jóvenes30. Incluso Vissers et al.31, en un metaanálisis de 15 estudios, evidencian que el ejercicio aeróbico de moderada y alta intensidad es capaz de disminuir el tejido adiposo visceral (cuantificado por tomografía), tanto en hombres como en mujeres con sobrepeso. Por ende, la AF representa otro de los pilares del manejo terapéutico de la obesidad, debiendo ser cuantificada y recomendada de forma adecuada en los sujetos con obesidad.
En cuanto a las enfermedades asociadas, análisis previos en la población china7 e italiana21 han mostrado asociación en el VAI y la aparición de DM2; no obstante, en nuestra población la relación se evidenció exclusivamente con GAA, lo cual indica que aquellos con esta alteración del metabolismo hidrocarbonado tienen hasta 4 veces más riesgo de presentar adiposidad disfuncionante y, por lo tanto, una mayor progresión a las diversas complicaciones de este trastorno; estos resultados difieren de los reportados por Bermúdez et al.32 en la población de Maracaibo (Venezuela), donde no evidenciaron relación entre diversos parámetros antropométricos y la predicción de GAA. Por su parte, en los hallazgos con respecto a obesidad, si bien son esperables en todo análisis que involucre al VAI (ya que son utilizados durante del cálculo), es interesante observar como la asociación con el IMC se pierde tras realizar el ajuste con circunferencia abdominal; esto demuestra la superioridad de esta última medición, en términos de relación con la obesidad central o aterogénica, tal como ha sido reportado en diversos estudios a nivel mundial33.
A pesar de que numerosos parámetros antropométricos han sido relacionados con características poblacionales de tipo sociodemográfico, hábitos, trastornos clínicos-bioquímicos e incluso alteraciones genéticas, el VAI es una medición con pocos estudios epidemiológicos, especialmente en Latinoamérica, donde su uso podría extenderse dada la facilidad en el cálculo y su aplicación a gran escala en la práctica clínica. Esto constituye una de las fortalezas de nuestro estudio, el cual, sin embargo, presenta limitaciones, como el diseño transversal, que solo permite establecer asociaciones y no relaciones de causalidad.
En conclusión, el VAI es un método potencialmente útil en nuestro medio para definir a aquellos sujetos con adiposidad visceral. Siendo la edad, el consumo calórico diario y la GAA los principales factores asociados a un nivel más elevado o disfuncionante, mientras que la AF durante el ocio representó un factor protector para clasificar a los sujetos en los estadios más avanzados.

Responsabilidades éticas

Protección de personas y animales. Los autores declaran que los procedimientos seguidos se conformaron a las normas éticas del comité de experimentación humana responsable y de acuerdo con la Asociación Médica Mundial y la Declaración de Helsinki.

Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.

Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los autores han obtenido el consentimiento informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este documento obra en poder del autor de correspondencia.

Financiación

Proyecto autofinanciado.

Autoría

RO: concepción y diseño del artículo, recolección/obtención de resultados y aprobación de su versión final.
MT: recolección/obtención de resultados, redacción del artículo y aprobación de su versión final.
WS: recolección/obtención de resultados, redacción del artículo y aprobación de su versión final.
NCSC: recolección/obtención de resultados, redacción del artículo y aprobación de su versión final.
RA: recolección/obtención de resultados, redacción del artículo, asesoría estadística y aprobación de su versión final.
JS: análisis e interpretación de datos, asesoría estadística, revisión crítica del artículo y aprobación de su versión final.
JR: análisis e interpretación de datos, revisión crítica del artículo y aprobación de su versión final.
VB: análisis e interpretación de datos, revisión crítica del artículo y aprobación de su versión final.

Conflicto de intereses

Ninguno.

Notas:

1 O el uso de medicamentos para el control de cada alteración respectiva.

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