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Revista argentina de endocrinología y metabolismo

versión On-line ISSN 1851-3034

Rev. argent. endocrinol. metab. vol.55 no.2 Ciudad Autónoma de Buenos Aires jun. 2018

 

Revisión

Disruptores endocrinos: Guía de reconocimiento, acciones y recomendaciones para el manejo médico

Miriam Azaretzkya 

Osvaldo J. Ponzob  * 

Maria Lorena Vialec 

Gladys I. Fernandezd 

Claudia E. Sedlinskye 

Mercedes Lasagaf 

Hugo E. Scagliag 

Graciela E. Lewitanh 

Silvina Pozniaki 

Susana Leidermanc 

a Servicio de Endocrinología, Hospital Teodoro Álvarez. Buenos Aires, Argentina

b Laboratorio de Endocrinología, Instituto de Fisiología, Facultad de Medicina. Universidad de Buenos Aires. Buenos Aires, Argentina.

c Laboratorio de Endocrinología, Hospital Italiano. Buenos Aires, Argentina.

d Servicio de Ginecología, Hospital de Clínicas José de San Martín. Buenos Aires, Argentina.

e Servicio de Endocrinología, Hospital C. Milstein. Buenos Aires, Argentina.

f Instituto de Investigaciones Biomédicas. Facultad de Medicina. Universidad de Buenos Aires. Buenos Aires, Argentina.

g Instituto de Análisis Bioquímicos de Endocrinología, Hospital Italiano. La Plata, Argentina.

h Servicio de Ginecología, Hospital Argerich. Buenos Aires, Argentina.

i Cátedra de Fisiología, Facultad de Medicina. Universidad de Buenos Aires. Buenos Aires, Argentina. Departamento de Disruptores Endocrinos de la Sociedad Argentina de Endocrinología y Metabolismo (SAEM), Argentina.

Prólogo

Se estima que, a nivel mundial, cerca del 25% de las enfermedades humanas son atribuibles a factores ambientales1. En las últimas décadas, sobre todo en los países más industrializados, se ha incrementado la incidencia de alteraciones del sistema reproductor (infertilidad, malformaciones, pubertad precoz, etc.), de cánceres (ovarios, mama, testículos, tiroides), de enfermedades neurológicas (autismo, Parkinson, Alzheimer) y de enfermedades metabólicas (síndrome metabólico, obesidad, diabetes). Asimismo, se ha reportado un aumento del índice de nacimientos prematuros en países como EE.UU., Reino Unido, Noruega, Suecia y Dinamarca, donde se observó un incremento en más de un 30% desde 1981.

Por otra parte, se ha observado un declive en la capacidad reproductiva de las poblaciones de numerosas especies de animales, incluyendo invertebrados, anfibios, aves, peces y mamíferos.

Numerosos trabajos relacionan estas patologías con la exposición a contaminantes ambientales, los cuales tienen la capacidad de alterar el sistema hormonal y son conocidos como alteradores hormonales o disruptores endocrinos (EDC, en sus siglas en inglés)2. Estas sustancias se pueden encontrar en agua, alimentos, productos y artículos de consumo de uso habitual y precursores de productos manufacturados, cuya producción mundial ha crecido unas seis veces en las últimas cuatro a cinco décadas. Es importante destacar que las consecuencias de la exposición a estas sustancias cobran mayor relevancia cuando ocurre durante el desarrollo intrauterino.

Definición

Los disruptores endocrinos son compuestos químicos exógenos, que una vez incorporados al organismo alteran la homeostasis hormonal y provocan consecuencias en el corto o largo plazo en la salud del individuo expuesto o de su descendencia; interfieren en la síntesis, secreción, transporte, metabolismo, unión a su receptor y/o eliminación de las hormonas naturales presentes en el organismo que son responsables de la homeostasis, la reproducción y los procesos de desarrollo.

Hay más de 85.000 sustancias químicas de etiología diversa reconocidas hasta el momento con capacidad de EDC y han sido diseñados algunos de ellos para tener larga vida media, lo cual es beneficioso para la industria pero nocivo para la vida silvestre y el medioambiente, así como para la salud humana.

La Sociedad de Endocrinología de EE.UU. publicó una declaración científica en el año 2009 con respecto a los EDC y sus impactos sobre muchos aspectos endocrinológicos, incluyendo la formación de los órganos reproductivos masculinos y femeninos y el eje hipotálamo-hipófiso-gonadal2. Fuentes y vías de ingreso Vías de ingreso2

En los seres humanos el contacto con los EDC es por diferentes vías de ingreso: el consumo de alimentos y agua, la absorción a través de la piel, por la inhalación, por la transferencia de la madre al feto (a través de la placenta) y de la madre al hijo por la lactancia si una mujer tiene los EDC en su cuerpo. Estos EDC se acumulan en el tejido adiposo y en otros órganos por largo tiempo y han sido encontrados en sangre, leche humana, cordón umbilical, cabello, fluido amniótico y orina. Tipos de exposiciones2

a) Exposición ambiental: contacto con aire, agua y suelos contaminados con sustancias de actividades industriales y rurales.

b) Exposición en los hogares: se ha reportado presencia de ftalatos, alquilfenoles, compuestos organoestánicos, piroretardantes bromados y parafinas cloradas. La presencia de estos EDC en los hogares puede ser una de las principales vías de exposición de la población. Esta vía es particularmente peligrosa en los niños, ya que por su metabolismo y comportamiento social están más expuestos a los contaminantes presentes en el polvo a través de su inhalación, ingestión y contacto directo con la piel. La migración de ciertos componentes de los plásticos utilizados para crear materiales en contacto con alimentos ha suscitado gran controversia. En bebés y niños, hay una vía de entrada adicional a través de juguetes de plástico que contienen plastificantes y que son habitualmente llevados a la boca. El uso de productos de limpieza e higiene personal sería una fuente importante de estos EDC; ejemplo de ellos son los detergentes y productos cosméticos como cremas, protectores solares, pañales, etc. c) Exposición a través de los alimentos: se considera que los alimentos son la principal fuente de exposición de los EDC. Entre los grupos con más contaminación se encuentran los pescados y mariscos. También las grasas, los aceites y los productos lácteos presentan concentraciones elevadas, debido al carácter lipofílico de muchos de los EDC que favorecen su acumulación en las grasas.

d) Exposición laboral: se han realizado estudios epidemiológicos que relacionan alteraciones en la infancia con la ocupación de los padres y contacto de estos con EDC. Otros estudios encuentran disminución de la fertilidad masculina así como mayor prevalencia de cáncer de próstata en trabajadores de los sectores de la industria farmacéutica o en la industria del plástico, surfactantes, pinturas, resinas y sobre todo en la agricultura.

Clasificación

La clasificación de estos compuestos varía en la bibliografía dependiendo de:

● Su actividad biológica que los divide en estrogenomiméticos o antiandrogénicos. ● De acuerdo a su naturaleza en: sintéticos o químicos naturales. Ejemplo de estos últimos son los fitoestrógenos que se encuentran en alimentos para humanos y animales (la genisteína, la daidzeína y el cumestrol). ● También se pueden clasificar de acuerdo a su utilidad como se puede observar en la tabla adjunta.

Desarrollaremos brevemente algunas de las sustancias de distribución más amplia: Ftalatos (BBP, DBP, DEHP) Estos compuestos se introdujeron primero como aditivos en la producción de plástico en la década de 1920 y resultaron en su uso generalizado en el cloruro de polivinilo en las décadas posteriores. Como no están unidos covalentemente al plástico, los ftalatos se liberan lentamente y pueden difundir en el ambiente. Los ftalatos y ésteres de ftalato son un gran grupo de compuestos usados como plastificantes líquidos que se encuentran en una amplia gama de productos, incluyendo plásticos, pinturas, cosméticos, pisos vinílicos, juguetes, tubos médicos y en alguna ocasión hasta como emulsificantes de alimentos4. Su vía de exposición es la ingesta, la inhalación o la absorción transdérmica y su vida media en plasma es de 12 horas. Los ftalatos son detectables en la orina humana, suero y muestras de leche, y la exposición diaria estimada a un ftalato como el di-(2-etilhexil) ftalato (DEHP), oscila entre 3-30 ug/kg/d5. Bisfenol-A

El bisfenol-A (BPA) fue sintetizado por primera vez en 1891 y se descubrió su capacidad estrogénica en 19366. Se usa en la fabricación de una muy amplia gama de productos, desde envoltorios de alimentos, coberturas internas de latas de alimentos y bebidas y hasta en juguetes, por lo cual la exposición a este contaminante es masiva7. En los materiales en contacto con alimentos, el BPA puede difundir hacia los alimentos o el agua, bajo el efecto de las altas temperaturas o de acidez, la manipulación física o el uso repetitivo. Debido a su naturaleza ubicua y la exposición continua, una gran proporción de la población tiene una cantidad medible de BPA en la orina así como en la leche materna8. Su vía de exposición es la ingesta, la inhalación o la absorción transdérmica. El BPA se metaboliza rápidamente a formas no bioactivas y tiene una vida media de aproximadamente 4-5 horas en los seres humanos adultos, con tasas metabólicas más bajas en el feto y en lactantes9,10. Actualmente, la Agencia de protección ambiental de los Estados Unidos ha determinado como nivel de seguridad para BPA concentraciones de 50 ug/kg/d, mientras que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria redujo recientemente la ingesta diaria tolerable a 4 ug/kg/d4. La producción de bisfenol-A se calcula en 100.000 a 500.000 toneladas por año10.

Bifenilos policlorados y difenil éteres polibromados (PCBs y PBDEs) Los PCBs son una familia de sustancias químicas industriales que presentan dos anillos fenólicos y grados variables de cloración dando lugar a mezclas complejas de 209 posibles sustancias. Los PCBs fueron producidos masivamente en todo el mundo desde finales de 1920 hasta que fueron prohibidos en 1979. Su uso industrial diversificado resultó en la contaminación ambiental generalizada. Estos contaminantes orgánicos persistentes (COP) se acumulan en el medio ambiente y se almacenan en la grasa corporal, y por lo tanto tienen un potencial de efectos adversos para la salud a largo plazo11,2. Algunos PCBs están clasificados como EDC porque tienen acción tiroideogénica, estrogénica, y antiandrogénicas. Los PCBs se clasifican en tipo-dioxina y no tipo dioxina, y se observó que los tipo-dioxina son los que presentan mayor efecto disruptor endocrino. La producción comercial de difenil-éterespolibroados (PBDEs) comenzó a finales de 1970, coincidiendo con la prohibición de la producción de PCBs. Los PBDEs consisten predominantemente en tres mezclas de compuestos: pentaBDE, octaBDE y decaBDE. Los dos primeros han sido prohibidos en Europa y Asia, pero las mezclas decaBDE siguen siendo ampliamente utilizadas a nivel mundial4. Se calcula que la producción mundial de PCBs es de 1-2 millones toneladas por año9. Sus vías de exposición son la ingesta de alimentos contaminados, la inhalación, y la absorción transdérmica como también el contacto cutáneo con material eléctrico antiguo, siendo su vida media entre 12 días y 16 años4.

Mecanismo de acción2

Los receptores de estrógenos (RE) y andrógenos (RA) son receptores intracelulares, que pertenecen a la familia de los receptores de hormonas esteroideas. Actúan como factores de transcripción; una vez que la hormona se une al receptor citosólico, el complejo hormona-receptor se transloca al núcleo, modulando la expresión de genes específicos. Han sido descriptos dos receptores para el estradiol (E2), el REα y el REβ.

Las moléculas con acción estrogénica actúan por unión al receptor nuclear de estrógenos REα/REβ, activando o reprimiendo la expresión de genes específicos. También pueden unirse a receptores estrogénicos de membrana con activación de una cascada de segundos mensajeros, y modular la transcripción génica.

Las características específicas de los efectos de los EDC dependen de la dosis de exposición y dinámica dosisrespuesta, del período de exposición, la bioacumulación y latencia de acción. Asimismo al actuar durante todo el período de desarrollo fetal-embrionario, tiene efectos en la descendencia que podrían transmitirse a lo largo de las siguientes generaciones. Por otra parte, al estar los seres humanos expuestos a una mezcla compleja de productos químicos a través de la vida, se hace difícil establecer si los efectos de salud resultan de la exposición a unos pocos productos químicos o a una combinación colectiva de los mismos, es decir actuando en forma sinérgica. Los disruptores endocrinos pueden actuar por distintos mecanismos de acción:

1. Unión y activación de receptores estrogénicos, mimetizando la acción de los ligandos naturales.

2. Unión pero NO activación del receptor estrogénico (en estos casos actuaría como un anti-estrógeno o anti-andrógeno), antagonizando la acción de los ligandos naturales.

3. Unión a otros receptores, como los receptores de andrógenos para hormonas masculinas. Esta unión puede activar o inactivar el receptor (acción anti-andrógenica). Ejemplo de esto serían los antiandrógenos como el DDT y sus metabolitos.

4. Modificando la síntesis y el metabolismo hormonal. Algunos químicos como el Lindano y la Atrazina, pueden afectar el metabolismo del estradiol, produciendo más metabolitos estrogénicos. Otros químicos activan enzimas, las cuales aceleran el metabolismo de las hormonas afectando su estado natural.

5. Modificando la expresión del número de receptores hormonales, reduciéndolos o incrementándolos y por lo tanto afectar así el estado de respuesta a las hormonas naturales o artificiales. Es importante destacar que la acción hormonal final depende más del receptor que del ligando.

6. Activando mecanismos celulares ligados a cambio en el grado de activación de receptores estrogénicos y/o androgénicos (ej. PPARgamma).

7. Modificando sistemas neuroendocrinos que pueden afectar la producción normal de ejes hormonales como el tiroideo y reproductor, así como otros sistemas de regulación como el inmune o el nervioso.

8. Inhibiendo selectivamente la transcripción del ADN. Se ha demostrado que el arsénico produce una disrupción en la transcripción del ADN inducida por glucocorticoides, mediada por su receptor.

9. A través de cambios epigenéticos por modificaciones de la metilación del ADN, y que se pueden transmitir a la herencia.

Características particulares de los EDC:

Acción a dosis muy bajas: al igual que las hormonas, los EDC pueden producir efectos a dosis de exposición muy bajas, equivalentes a los niveles de exposición que se encuentran actualmente en la población.

Momento de exposición: puede tener aún más importancia que el nivel de exposición. Existen períodos del desarrollo que son especialmente vulnerables a la disrupción endocrina (desarrollo embrionario y fetal, primera infancia), provocando daños permanentes sobre la salud a lo largo de la vida. Por ello, las mujeres embarazadas y los niños son muy sensibles a la exposición a estos disruptores hormonales.

Relación dosis-efecto: no es lineal, pudiendo, por ejemplo, generar efectos para la salud a dosis muy bajas o altas y no generar efectos a dosis de exposición intermedias, es decir una curva en forma de “U”.

Efecto cóctel: los EDC pueden actuar conjuntamente, de forma aditiva o sinérgica, y la exposición a bajas dosis de una mezcla de EDC puede provocar efectos negativos a niveles de exposición considerados seguros para las sustancias individuales componentes de la mezcla.

Tabla Adaptada de Guía disruptores endocrinos. 

Por ejemplo los efectos de la exposición prenatal se manifiestan principalmente en la edad adulta. Ubicuidad de la exposición: los estudios de monitorización de EDC en humanos muestran contaminación de la población de todas las edades. Se han detectado EDC en sangre de cordón umbilical, en pelo, orina de bebes y niños, en sangre y grasa, leche materna y líquido folicular ovárico de adultos. Los estudios en análisis de alimentos, en artículos de consumo, en aire, agua y polvo doméstico, entre otros muestran la ubiquidad de la exposición a EDC. Persistencia y bioacumulación: algunos disruptores hormonales son además sustancias persistentes que se degradan con dificultad, permaneciendo en el medio ambiente durante años. También pueden ser bioacumulativos, lo que significa que se acumulan en el organismo de los seres vivos, por lo que los animales y alimentos que se encuentran en los niveles superiores de la cadena alimentaria acumulan progresivamente estos contaminantes, pudiendo tener concentraciones corporales millones de veces superiores a las de los seres vivos de la base de la cadena alimentaria. Este mecanismo biológico se conoce como biomagnificación. Esta acumulación es particularmente importante en el tejido adiposo.

Efectos multigeneracionales: afectan la expresión genética por mecanismos epigenéticos y de esta manera pueden pasar a otras generaciones.

Órganos de impacto y posibles consecuencias biológicas Efectos sobre la salud humana Los EDC están relacionados con importantes enfermedades: En el crecimiento intrauterino:

● Retraso de crecimiento intrauterino y bajo peso al nacer: numerosos estudios han evaluado la relación entre las exposiciones químicas y el peso al nacer, que han sido ampliamente revisadas11,12,13, como por ejemplo para la exposición a PCB14, ftalatos15, BPA16 y PBDE17.

● Parto prematuro: numerosos EDC (ejemplo los PCB, BPA, y los ftalatos, nonilfenol) han sido detectados en sangre del cordón umbilical y placenta, así como en niños recién nacidos, lo cual abona la idea de la influencia de estos EDC durante el desarrollo intrauterino. Se ha demostrado que la exposición a PCB, plaguicidas organoclorados y ftalatos presentaron una relación inversa con la duración de la gestación18,19,20.

Daños en la regulación de la activación del eje reproductor: ● Modificaciones en la regulación neuroendocrina del eje reproductor a través de cambios en la síntesis y liberación hipotalámica de neurotransmisores y de GnRH, así como también de las gonadotrofinas hipofisarias21. Daños al sistema reproductor masculino:

● Reducción de la distancia ano-genital (marcador de la insuficiencia de androgenización fetal), y del tamaño del pene: asociado al uso de ftalatos y pesticidas22. Esto se ha documentado en niños de 2 a 24 meses de edad, cuyas madres mostraron niveles elevados de varios metabolitos de ftalato urinarios en el tercer trimestre de embarazo.

● Síndrome de disgenesia gonadal: representa un número de trastornos de la reproducción con diferentes gravedades que se asocian con alteración gonadal incluyendo el desarrollo de criptorquidia, hipospadias, y órganos reproductivos más pequeños. Existe evidencia de que las anomalías congénitas del aparato reproductor masculino (criptorquidia, hipospadias) pueden haber aumentado en algunos países en las últimas décadas22. Se ha relacionado la exposición paterna y materna a diferentes pesticidas, ftalatos y laca por su actividad antiandrogénica con la presencia de hipospadias, criptorquidia23,24,25,26, disminución de la calidad seminal e infertilidad27,28,29,30 y a cáncer de testículo24. Asimismo, se ha vinculado los niveles de ftalatos en leche materna con un descenso de la testosterona libre sérica y la función de las células de Leydig en niños de tres meses de edad26. Por lo tanto, existen pruebas de que los ftalatos interrumpen el desarrollo reproductivo masculino. Los conteos de espermatozoides ha disminuido hasta en un 50% durante el último medio siglo en algunas regiones29,30. Existe evidencia que la supresión de la acción de andrógenos, bloqueando el receptor de andrógenos, o por la inhibición de enzimas de síntesis esteroidea, durante la ventana de programación fetal masculina, puede interferir con el desarrollo del sistema reproductor masculino.

● Ginecomastia: se encontró ginecomastia puberal, asociado con niveles significativamente más alto de ftalatos31. Daños al sistema reproductor femenino: ● Telarca precoz: la aparición de desarrollo mamario aislado ha sido asociado a la exposición a BPA32,33, ftalatos34, pesticidas35 y fitoestrógenos36,37. ● Pubertad precoz: existen múltiples evidencias que sugieren un papel central de la exposición a contaminantes ambientales en la modulación del tiempo de la pubertad; se relacionó con la exposición a ftalatos34,38,39, el BPA40, algunos pesticidas35 y los fitoestrógenos36,37, siendo menos frecuente es su asociación con pubertad retrasada. ● Trastornos de la reproducción: uno de los sistemas hormonales más afectados por los EDC es el sistema reproductor. Los compuestos con acción estrogénica están asociados con los fibromas uterinos, la disfunción ovárica, y la subfertilidad en humanos y en modelos animales. En el caso del BPA, se lo ha vinculado con una reducción de la calidad de los óvulos y otros aspectos de la viabilidad de los mismos en las pacientes que buscan tratamiento para la fertilidad. Los trastornos reproductivos comúnmente asociados a los EDC son: ● Síndrome de ovario poliquístico: especialmente vinculado a la exposición a BPA41,42,43,44. ● Endometriosis y falla ovárica precoz: han sido relacionados con la exposición a BPA, ftalatos, pesticidas, DES, TCDD entre otros45. ● Disminución de la calidad ovocitaria relacionada con el BPA45. ● Trastornos de la implantación embrionaria46,47, asociadas con la exposición a BPA48,49, DDT, PCBs, Dioxinas y ftalatos50. Tumores hormono-dependientes: ● Cáncer de mama, ovarios, vagina, próstata, testículo y tiroides: si bien son el resultado de la predisposición genética y el medio ambiente, los cánceres hormono-dependientes se relacionan con la exposición a EDC como BPA, ftalatos, pesticidas, parabenos, DES, entre otros50,51,52,53,54,55. Los productos químicos estrogénicos y químicos hormonalmente activos como BPA, ftalatos y algunos pesticidas, puedan contribuir al riesgo cancerígeno. La exposición temprana a estos productos químicos puede aumentar el riesgo de cáncer más tarde en la vida.

Alteraciones de la función tiroidea: ● Pesticidas como el DDT y el HCB, PCBs, PBDEs, ftalatos, BPA y perclorato han mostrado producir defectos en la producción y el transporte de las hormonas tiroideas56,57,58,59,60 . En estudios con animales

experimentales se ha demostrado que productos químicos ambientales causan una disminución en suero de la hormona tiroidea56. En humanos cuando las mujeres embarazadas están expuestas a los contaminantes, estos han sido encontrados en el líquido amniótico y en sangre del cordón umbilical y pueden pasar al feto donde pueden alterar los procesos del desarrollo y especialmente del neurodesarrollo en los fetos y los recién nacidos por haber recibidos menores niveles de hormonas tiroideas61. Los organoclorados como acetoclor y alaclor, reducen los niveles de hormonas tiroideas, en especial de T4 54. El metilparabeno ha mostrado disminuir la actividad de la tiroides en forma dosis dependiente. Alteraciones del sistema neurológico: ● Déficit cognitivos o de conducta: se ha reportado una prevalencia aumentada de trastornos neuropsiquiátricos en la infancia y en el neurodesarrollo62. Hiperactividad y conducta ansiogénica, dificultad de concentración, pérdida de memoria, pérdida auditiva, falta de coordinación motora y dificultades en el aprendizaje, como también trastornos del espectro autista se han asociado a la exposición a PCBs, compuestos órganoclorados, bromados, perfluorados y organofosforados62,63,64,65 y ftalatos63.

● Enfermedad de Parkinson y otras enfermedades neurodegenerativas: se asociaron a la exposición a pesticidas62. Enfermedades metabólicas: ● Obesidad: algunos EDC son conocidos como obesógenos, ya que participan en la regulación del metabolismo, del balance energético, del apetito y de la reprogramación metabólica66,67,68,69, tales como eltributilestaño y el trifenilestaño63. También fueron descriptos como obesógenos potenciales los ftalatos, compuestos perfluorados, BPA, dioxinas y algunos pesticidas64,65,66. ● Síndrome metabólico: se ha vinculado con la exposición al BPA70,71,72,73,74. La exposición a diferentes EDC durante el desarrollo puede predisponer a un individuo a la ganancia de peso. Esto podría estar mediado a través de receptores hormonales del tipo PPAR-gamma73.

● Diabetes tipo 1: se ha reportado destrucción de las células pancreáticas con el uso de pesticida74. ● Diabetes tipo 2: se ha asociado con la exposición a dioxinas, PCBs y BPA74,75,76,77,78,79. Alternativas y recomendaciones: Adaptado de “Cuestiones de salud” de la UCSF (University of California, San Francisco). Evitar los EDC en el medio ambiente y en el hogar: ● Verificar que los aparatos eléctricos y electrónicos no contengan EDC; apagar los equipos cuando no se usan. ● No usar pesticidas (usar cebos y trampas en lugar de aerosoles o polvos de veneno).

● Limpiar la casa con productos de limpieza naturales: jabón de rosa, vinagre, limón, bicarbonato. ● Limpiar los pisos con trapos húmedos para evitar levantar el polvo. ● Lavar la ropa nueva antes de usarla, evitar la ropa con plastificados y no utilizar lavado en seco. ● Usar pinturas de base mineral o vegetal en la remodelación de la casa. ● No permitir mercurio en la dieta ni en el hogar: elegir pescados con menor contaminación con mercurio, reemplazar el termómetro de mercurio por uno digital. ● Comer saludablemente, eligiendo alimentos orgánicos para reducir la exposición a pesticidas. ● Evitar alimentos y bebidas enlatadas. ● Usar alternativas al plástico cuando sea posible. ● No colocar alimentos o bebidas calientes en recipientes de plástico. ● Utilizar recipientes de vidrio en vez de plástico para calentar en el microondas. ● Evitar la exposición de botellas de plástico al sol. ● Evitar la exposición solar de niños de temprana edad, en horarios de alta incidencia de rayos UV, y evitar así el sobre uso de protectores solares a altas concentraciones. ● Utilizar detergentes para uso domiciliario libre de Nonilfenol o en su defecto utilizar guantes que eviten el contacto.

Comprar con inteligencia y responsabilidad: ● Evitar productos de PVC blandos (juguetes, ropa, cortinas de baño, papel pintado): elegir materiales naturales. ● Elegir productos de higiene y cuidado personal libres de EDC: escoger productos naturales, buscar y usar productos libres de ftalatos, benzofenonas, cinamatos y parabenos (indicado en las etiquetas).

● Evitar el uso de cosméticos sintéticos durante el embarazo y la lactancia.

Fig: Adaptado de www.worldpublicunion.org 

● Artículos y productos para bebes y niños: lavar a los bebes con agua y jabón natural, usar sólo aceites vegetales para hidratar, evitar juguetes y artículos de plástico blandos. ● Elegir los plásticos con responsabilidad: seleccionar plásticos seguros (indicados en el código de reciclaje).

Conclusión

Debido a las características de estas sustancias, los métodos tradicionales de evaluación del riesgo, incluidos en la normativa vigente, no son adecuados para proteger a la población y al medio ambiente frente a los EDC. Ante el nuevo reto que suponen estas sustancias para la protección de la salud y del medio ambiente, es necesario utilizar un nuevo paradigma. Aplicar el principio de precaución, y adoptar medidas urgentes para eliminar o reducir en la medida de lo posible la exposición a EDC, en particular la exposición de niños y mujeres en edad reproductiva, sobre todo en embarazadas y lactantes. Podemos reducir la exposición a EDC y otros contaminantes ambientales evitando la compra de productos y artículos que los contienen y adoptando hábitos de compra, alimentación, limpieza y vida que reduzcan la exposición. También es importante que las autoridades ambientales y/o sanitarias editen materiales para informar, sobre todo a las parejas jóvenes y a familias con niños sobre cómo reducir la exposición a sustancias tóxicas. En cualquier caso, para reducir la exposición de toda la población y del medio ambiente es necesario adoptar medidas políticas y normativas que eviten la producción y utilización de estas sustancias, sustituyéndolas por alternativas más seguras y que reduzcan las emisiones industriales, entre otras medidas. Para ello es necesario un constante monitoreo gubernamental de los potenciales efectos de disrupción endocrina de sustancias industriales ya en uso y de aquellas que son sintetizadas para su introducción en el mercado industrial. Responsabilidades éticas Protección de personas y animales. Los autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales. Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes. Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes. Conflicto de intereses Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

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Recibido: 02 de Junio de 2017; Aprobado: 02 de Octubre de 2017

*Autor para correspondencia. Correo electrónico: oponzo@fmed.uba.ar

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