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Revista Pilquen

versión On-line ISSN 1851-3123

Rev. Pilquen  n.6 Viedma ene./dic. 2004

 

ARTÍCULOS

La hipótesis en estudios cualitativos. El caso de la inducción analítica en una investigación sobre adolescencia

Raquel Borobia
Centro Universitario Regional Zona Atlántica - Universidad Nacional del Comahue

Resumen
El artículo presenta una estrategia de tratamiento de los datos en investigación, la Inducción Analítica, como una posibilidad de análisis riguroso que puede otorgar legitimidad a lecturas científicas de la realidad. Comienza por exponer cuestiones relativas a la Inducción Analítica en general y enuncia los pasos del método. Luego presenta un ejemplo parcial sobre la aplicación de esta estrategia en la Tesis de la autora, Adolescencia y utopía en los noventa. Explica cómo se efectuó el estudio, cuáles fueron sus categorías de análisis, cómo se constituyó la muestra y cómo se fue realizando el análisis de los datos tal como lo prescribe esta estrategia metodológica. Para ello, parte de las primeras hipótesis y muestra cómo estas fueron siendo modificadas hasta llegar a la hipótesis final que permitió la construcción de una tipología. Incluye un cuadro que muestra el desarrollo del proceso y otro que despliega la tipología a partir del modelo del cuadrado semiótico de Greimas.
Palabras clave: Metodología de la investigación; Estudios cualitativos; Inducción analítica; Hipótesis científicas; Adolescencia.

The hipothesis in qualitative studies. The analytic induction in an investigation about adolescence

Abstract
This article presents a strategy of treatment of the facts under study, the Analytic Induction, as a possible rigorous analysis which can grant legitimacy to scientific readings of reality. At first, it shows some issues relative to Analytic Induction in general and enunciates the steps of the method. After that, it presents a partial example of the application of this strategy in the author's thesis Adolescence and utopia in the nineties. It explains how the study was carried out, which its categories of analysis were, how the sample was established and the analysis of data performed, as prescribed by this methodologic strategy. In order to do this, it starts from the first hypotheses and shows how they were modified until the accomplishment of the final hypothesis, which gave rise to the creation of a typology. There is a chart that shows the development of the process and another one with the typology based on the semiotic square of Greimas.
Key words: Methodology of the investigation; Qualitative studies; Analytic induction; Scientific hypotheses; Adolescence.

1. INTRODUCCIÓN 

Howard Becker (1971) comienza su estudio Los extraños. Sociología de la desviación, con un epígrafe de la obra Mientras agonizo de William Faulkner que dice:

A veces no estoy tan seguro de quién tiene el derecho de decir cuándo un hombre está loco y cuándo no lo está. A veces pienso que ninguno de nosotros está del todo loco o del todo cuerdo hasta que la mayoría de nosotros dice que es así. Es como si no importara tanto lo que un tipo dice, sino la forma en que la mayoría de los demás lo mira cuando lo hace.

De este texto podemos hacer diferentes lecturas; entre ellas una funcional al estudio de aquellos miembros de la sociedad que reciben el mote de extraños, desviados, marginales, y otra referida a las características de la investigación en ciencias sociales.

Ambas lecturas tienen que ver con cuál es la índole de los fundamentos de nuestras enunciaciones. En el primer caso, de nuestros juicios de valor, en el segundo, de nuestras hipótesis y conclusiones.

La inducción analítica, como estrategia de tratamiento de los datos en investigación, constituye una posibilidad de análisis riguroso, condición necesaria para otorgar legitimidad a una lectura de la realidad que pretenda ser científica.

En este artículo desarrollaremos primero cuestiones relativas a la inducción analítica en general y luego un ejemplo parcial sobre la aplicación de esta estrategia en la Tesis Adolescencia y utopía, que dirigiera el Doctor Floreal Forni (Borobia: 2002)

2. EL MÉTODO

Además de textos tradicionales de Metodología de la Investigación como lo son los de Forni (1992), Glaser y Strauss (1967), Goetz y Le Compte (1988) y Taylor y Bogdan (1990), ha sido de mucha utilidad para nuestra comprensión del método, la obra de Howard Becker (1971) que citáramos al comienzo y que es un clásico para el estudio de la aplicación de esta estrategia, y un capítulo de la obra de Denzin (1978) Solución al problema de la inferencia causal: inducción analítica, en traducción de Floreal Forni. Este texto nos acercó otro ejemplo de utilización de la inducción analítica como lo es el de Lindesmith, en su estudio sobre la adicción al opio.

La inducción analítica es un procedimiento de tratamiento de los datos acerca del cual las primeras referencias que encontramos se remontan a Znaniecki en 1934. Más adelante ha sido utilizada por Lindesmith (1947) y Cressey (1950 y 1953) en las investigaciones que realizaron, respectivamente, sobre la adicción al opio y los abusadores de confianza o desfalcadores y Becker (1971) quien la desarrolló en su estudio sobre los consumidores de marihuana, editado por primera vez en 1963.

En el centro de la discusión acerca de si los estudios sobre la realidad social deben desarrollar teoría, verificarla, o bien ambas cosas, J.Katz, en A theory of qualitative methodology publicada en 1983, caracteriza la inducción analítica, a la que llama investigación analítica, como "un método cualitativo riguroso para arribar a un ajuste perfecto entre los datos y las explicaciones de los fenómenos sociales". Znaniecki la opone a la que llama inducción enumerativa ya que esta solamente proveería correlaciones mientras que la inducción analítica incorpora las excepciones o anomalías a la generalización (Taylor y Bogdan 1990:187; 156)

Tanto en Goetz y Le Compte (1988:185) como en Glasser y Strauss (1967:s.p.), se la identifica como técnica inductiva para generar teoría, con "la particularidad reseñable de que no exige un tipo concreto de unidad de análisis, sino que es adaptable a varios" (Goetz y Le Compte 1988: 186-187)

Por medio de la inducción analítica, se examinan los datos en busca de categorías de fenómenos y de relaciones entre ellas. A tal fin, se desarrollan hipótesis de trabajo a partir de los casos iniciales, que posteriormente van siendo modificadas con la aparición de casos nuevos. Denzin señala que la importancia que el método da a los casos negativos determina la articulación entre "hechos, observaciones, conceptos, proposiciones y teoría" y además hace posible examinar viejas teorías a la luz de nuevas anomalías (1978: 191-196)

La inducción analítica combina aspectos de otras dos estrategias: a) la estrategia que codifica los datos y luego los analiza para testear provisionalmente una hipótesis, y b) la estrategia que redefine y reintegra nociones teóricas, a medida que inspecciona datos en busca de nuevas propiedades de sus categorías, como lo hace el muestreo teórico.

En forma similar a la primera de las estrategias mencionadas, la inducción analítica "testea un número limitado de hipótesis con todos los datos disponibles, consistentes en un número de casos del fenómeno claramente definidos y cuidadosamente seleccionados." Además, y coincidiendo con la segunda de las estrategias, en la inducción analítica "la teoría es generada por la reformulación de hipótesis y redefinición del fenómeno forzado por la constante confrontación de la teoría con casos negativos, casos que no confirman la presente formulación." (Glasser y Strauss 1967: s.p.)

En la inducción analítica los conceptos se utilizan como sensibilizadores. Este proceso permite al investigador un ida y vuelta de la teoría a los datos y de estos nuevamente a la teoría, modificando esta última toda vez que sea necesario a la luz de un nuevo dato.

Denzin (1978:191-196) relaciona la inducción analítica con el modelo experimental del tipo antes y después. Los casos negativos, representarían los grupos no expuestos al test en esa clase de diseño, en tanto negarían la hipótesis causal.

Esta estrategia permite chequear las debilidades de la teoría, en tanto constantemente pone a prueba sus áreas más críticas, buscando de manera explícita y concienzudamente las anomalías, para poder generalizar las conclusiones sobre la base de la permanente adaptación, restricción o ampliación del constructo.

En su estudio sobre sociología de la desviación, dice Howard Becker que trató "de llegar a un enunciado general" y que para ello, el "método requiere que todos los casos recogidos en la investigación confirmen la hipótesis. Si se encuentra un caso que no la confirma, el investigador está obligado a modificar la hipótesis para que esta pueda ajustarse al caso que ha refutado la idea inicial" (1971:51)

Becker efectuó sus primeras entrevistas a personas que ya conocía y que posteriormente lo pusieron en contacto con los restantes casos. Realizó cincuenta entrevistas, lo que constituyó una muestra no al azar ya que, según Becker, "nadie conoce la naturaleza del universo del cual la misma debiera extraerse" y cada caso agregaba información adicional (1971: 50-51)

En la inducción analítica, el análisis de datos empieza a medida que el dato está siendo recogido; es tentativo y provisional a lo largo del estudio y solamente se transforma en comprehensivo una vez que los datos se recolectan completamente. Inicialmente, el dato es usado solamente para especular sobre posibilidades que podrán ser descartadas o modificadas antes de que la investigación sea completada.

Este tipo de investigación permite que, a partir de los registros, una vez finalizada la tarea, se puedan conocer todos los estados de desarrollo de la teoría partiendo desde el análisis del primer caso hasta las conclusiones finales, de tal forma que de la lectura del reporte se pueda juzgar la adecuación o suficiencia del procedimiento y el grado de evidencia para las conclusiones.

En la medida en que la selección secuencial de casos se define como "procedimiento abierto con el que a medida que avanza la investigación se determinan nuevos conjuntos de fenómenos para su análisis" y "tiene como objetivo facilitar la emergencia de constructos y teorías, así como eliminar constructos, teorías e hipótesis rivales" (Goetz y Le Compte 1988: 181-182) podemos decir que hay selección secuencial en la inducción analítica.

La selección secuencial propia de la inducción analítica es selección de casos negativos. Se entiende por caso negativo de un concepto o un postulado, aquel que lo refuta. Es la excepción a una regla emergente y opera como una hipótesis nula que permite limitar el constructo. La selección de casos negativos es una manera de perfeccionar y delimitar la universalidad de los enunciados emergentes a partir de la búsqueda ad hoc de casos que los nieguen. Es útil además para señalar su grado de aplicabilidad y condiciones de validez. El proceso de selección se detendrá cuando ya no haya casos negativos que indiquen limitaciones (Goetz y Le Compte 1988:181-183)

Los pasos de la inducción analítica serán:

1. Desarrollar una definición tentativa del fenómeno que se pretende explicar.

2. Formular una hipótesis inicial que podrá basarse en los datos, en otra investigación o en la comprensión del investigador.

3. Analizar un primer caso para ver si la hipótesis se ajusta, no siendo necesario que este caso sea medio o representativo del fenómeno a estudiar.

4. Si la hipótesis inicial no explica el caso, reformularla con una hipótesis de revisión para incluir el caso examinado, o bien redefinir el fenómeno de tal manera que el caso sea excluido.

5. En sucesivos casos adicionales buscar activamente anomalías, que si aparecen determinarán casos negativos y refutarán la nueva hipótesis. La naturaleza de estas anomalías proporcionará la información acerca de cómo deberá revisarse la hipótesis.

6. Si resulta que en varias ocasiones la hipótesis es confirmada, se puede hablar de cierto grado de certeza, aunque será preciso continuar y por cada caso negativo habrá que seguir reformulando hipótesis o redefiniendo el fenómeno hasta que no aparezcan anomalías.

7. Continuar hasta que se haya puesto a prueba adecuadamente la hipótesis examinando una amplia gama de casos, todos los cuales deben ser contemplados en una hipótesis última, que tratará de representar lo más exactamente posible la realidad de la situación, haciendo más comprensiva la explicación.

Según Katz "La prueba no consiste en examinar si se ha logrado un estado final de explicación perfecta, sino en la distancia que se ha recorrido por sobre los casos negativos y a través de los matices consecuentes, a partir de un estado inicial del conocimiento. La búsqueda por inducción analítica de una explicación perfecta, o de "universales", debe entenderse como una estrategia de investigación antes que como una medida última del método" (Taylor y Bogdan 1990:157) (el subrayado es nuestro)

La defensa de la naturaleza del enunciado general al que se arribe, se fundamentará mejor en tanto se pueda demostrar lo exhaustivo del estudio, es decir la amplitud de la gama de casos que se ha estudiado sobre el fenómeno, así como el tratamiento de casos negativos. La investigación que se desarrolla según esta estrategia, hace a las conclusiones más propensas a ser generalizadas ya que numerosos ejemplos han sido explicados a través de sucesivas versiones calificadas de la hipótesis.

3. LAS CATEGORÍAS DE ANÁLISIS 

Adolescencia y utopía en los noventa (Borobia: 2002), investigación sobre la base de la cual desarrollamos nuestro ejemplo de aplicación de la inducción analítica, parte del concepto de utopía entendida en el sentido de la utopía clásica; acerca de ella, a los fines de la comprensión del proceso que queremos mostrar, presentamos muy brevemente sus características principales.1

La idea de lo utópico, tiene su origen en la descripción que hace el viajero creado por Tomás Moro (1945) en el 1500 acerca de la isla de Utopía, en la obra del mismo nombre. Más tarde este nombre se traduce como no hay tal lugar o el lugar que no hay. A partir de allí han sido numerosas las ficciones de índole similar que fueron surgiendo, a tal punto que llegaron a constituir un género propio.

Según los estudios de Moreau (1986) y Cerutti (1996), la Utopía tiene básicamente dos partes: la primera es un diagnóstico que encierra un discurso crítico referido a la situación social del momento y la segunda es una propuesta terapéutica, que describe el estado normal o sano de la perfección deseable, y justifica los caminos que podrían conducir a ella y las condiciones en que esa nueva vida social será posible. La propuesta cobra sentido sobre la base del diagnóstico, por lo cual el sentido de lo utópico se encuentra en la articulación de estos momentos.

El discurso crítico del diagnóstico va estableciendo una cadena causal retroactiva cuya síntesis, una causalidad de conjunto, explica los males de la sociedad de allá. El discurso descriptivo enuncia la propuesta, que construye sobre la nada, ya que el Estado anterior fue borrado en su conjunto, se vació, quizá por eso Utopía es el lugar que no hay y en esto se distingue de los discursos de reforma.

El utopista no es un crítico de los abusos como generalmente se piensa. Privilegia la búsqueda y análisis de las causas, a la reparación de los efectos. La diferencia se inicia con la ruptura del orden anterior a partir del reconocimiento de las causas de los males que lo perturban.

La sociedad aparece como un único individuo, un todo orgánico donde cada incidente local depende del estado de todo el cuerpo. Esta es la razón por la cual cambiar la forma determinante de la sociedad, permite imaginar otra sociedad y por eso la nueva será distinta en su esencia y no en alguna característica particular.

La utopía se caracteriza además por el dispositivo igualitario que encuadra cada uno de sus temas. Para otro tipo de relatos, en cambio, la desigualdad es incluso funcional a la política, porque su marco es un dispositivo de tipo jerárquico. Los mismos temas adquieren distinta dimensión según cuál de éstos sea el enfoque. En Utopía se trata de que todos los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos. No se admite más una jerarquía natural entre los hombres, por ejemplo cuando no se considera más la limosna como una de las funciones de la comunidad social y se valoriza el trabajo como medio de desarrollo del individuo.

Los utopistas creen que todo lo que sucede en la sociedad, es fruto de lo hecho por la sociedad, por lo tanto la sociedad puede darse su propia forma, solo mediante la voluntad de hacerlo. Esta idea de lo utópico está ligada indisolublemente a praxis y cambio. En la mentalidad conservadora, por el contrario, un pensamiento está de tal manera ligado a una situación, que asume una perspectiva desde la que oculta ciertos hechos para preservar la estabilidad de ese estado de cosas. Es desde este marco que se nos presentó como problema determinar en el universo de valores de los adolescentes, la existencia o no de valores que se correspondan con la utopía, de ser así, si tienen incidencia en proyectos de transformación de la realidad.

Entender la utopía como el lugar ideal que no existe hoy, sino proyectándose, y por ello entender como sus categorías fundantes cambio, ideal y tiempo futuro, nos planteó también un interrogante sobre la posibilidad de que la percepción del tiempo subyacente condicionara el imaginario de los jóvenes. Es por eso que en nuestro trabajo Adolescencia y utopía, el análisis se ha construido en función de tres grandes categorías: utopía, posibilidades del cambio y de agencia del sujeto y percepción del tiempo, y sus modalidades de presentación y relación en el discurso de los jóvenes.

El ejemplo que presentaremos en este artículo se ha desarrollado solamente a partir del análisis que realizamos sobre uno de esos tres aspectos, el de las dimensiones básicas de lo utópico: 1. igualdad natural entre los hombres; 2. enfoque del discurso crítico de la sociedad actual por las causas de los males que la afectan; 3. propuesta global para la constitución de una nueva sociedad. 

4. EL ESTUDIO 

Nuestro trabajo Adolescencia y utopía (2002) es una investigación de carácter exploratorio y descriptivo que busca generar teoría a partir de los datos. El tratamiento de éstos, tanto en la recolección como en la codificación, fue por inducción analítica. En ese estudio, el análisis se realizó a partir de los conceptos que fueron apareciendo en las expresiones de los adolescentes, incluidos un grupo de jóvenes estudiantes de un curso de quinto año del Centro de Enseñanza Media número 18 de Viedma, a quienes se aplicó una encuesta como primera aproximación al fenómeno.

Las unidades de análisis fueron los contenidos de cada una de las entrevistas aplicadas a los adolescentes de la comarca Viedma - Carmen de Patagones, sobre una muestra constituida no al azar por procedimiento abierto según el cual a medida que avanzaba la investigación se agregaron nuevos casos, cada uno de los cuales sumaba información adicional.

La muestra estuvo integrada por jóvenes varones y mujeres, de entre diecisiete y veinte años de edad, estudiantes de nivel medio o superior de todo tipo de establecimiento educativo, en las ciudades de Viedma, Río Negro y Carmen de Patagones, Provincia de Buenos Aires.

La decisión de recortar el objeto según la categoría estudiantes, fue de índole metodológica ya que en el marco de esta investigación nos otorgaba mayores garantías respecto de la constitución de la muestra en términos de acceso y significatividad.

Siguiendo la estrategia del muestreo teórico se eligieron casos que pudieran compararse y contrastarse minimizando y maximizando diferencias. Por selección secuencial además, se procedió a la selección de casos negativos, con el fin de que cada uno de ellos operara como excepción de la regla emergente e hipótesis nula tendiente a la refutación del constructo. De esta forma se buscaba delimitar el grado de aplicabilidad de los constructos emergentes y las condiciones o circunstancias de su validez. El proceso de selección se detuvo tal cual la inducción analítica lo determina, cuando estimamos que no había ya casos negativos que indicaran limitaciones del constructo.

El orden o plan de análisis original se construyó partiendo del marco teórico y de las primeras hipótesis de trabajo y el análisis de los datos se fue realizando caso por caso para de esta manera poder cumplir los pasos que determina la estrategia metodológica que nos habíamos propuesto.

Simultáneamente, las respuestas de los jóvenes en las entrevistas se fueron desglosando en las tres categorías núcleos del análisis. Inmediatamente comenzamos la codificación de los conceptos que fueron surgiendo dentro de cada grupo o categoría mayor. Primero se construyó una lista con los indicadores que sobre la misma categoría surgían de las respuestas de los jóvenes. Luego se constituyeron, al interior de cada categoría, familias de indicadores agrupándolos por afinidad. Por último se determinó la frecuencia con que los indicadores estaban presentes en el discurso de todos los jóvenes entrevistados y se consignó también en qué contexto y con qué particularidades aparecían. Esta segunda faceta del análisis, nos permitió sumar al análisis de los casos el análisis del discurso en general.

5. LAS HIPÓTESIS

Nuestra hipótesis preliminar fue que en el universo de valores de los jóvenes de fines de la década de los noventa, se encuentran ideales semejantes a los que constituyeron las utopías de los sesenta-setenta. Sin embargo, estos ideales serían vividos no como motor para el cambio, sino en el plano de la mera enunciación.

Se supuso también que esta característica tenía relación bien con la presencia en el imaginario de los adolescentes de una idea de fatalidad o destino, bien con una percepción del tiempo como solo presente, cualquiera de las dos circunstancias o ambas, condicionantes de su imposibilidad de proyectar y reconocerse agentes de cambio.

Tal como lo adelantáramos, a los efectos de ilustrar de manera sencilla la presentación de la Inducción Analítica motivo de este artículo, describiremos únicamente cómo fuimos trabajando con una de las categorías enunciadas: utopía. Por eso cuando nos referimos a la hipótesis, hablamos sólo de la primera parte de ella.

Luego del primer caso, la hipótesispreliminar debió ser modificada, acerca de la presencia de ideales utópicos, ya que de las características de la utopía solamente aparecía la condición de igualdad natural entre los hombres, y no por ejemplo la búsqueda de las causas de los males de la sociedad. Nuestra nueva hipótesis se confirmó con el caso 2,2 salvo respecto del enfoque del discurso crítico, que en este caso fluctuaba entre los males y sus causas, resultando entonces esta formulación:

En el universo de valores de los adolescentes no aparecen ideales utópicos en el sentido de las utopías clásicas, ya que hay un enfoque incompleto de la sociedad, sus males no siempre se reconocen por las causas, sino en su apariencia inmediata, aunque sí se enuncia la igualdad como inherente a la naturaleza humana.

La aparente contradicción entre la ausencia de otras características de la utopía y la presencia de la noción de igualdad natural entre los hombres, nos planteó la necesidad de buscar casos negativos en uno u otro sentido de manera de ver si podíamos refutar una u otra parte de la hipótesis.

El primero fue el caso 3, en el que apareció una actitud ambivalente sobre la igualdad o jerarquía natural entre los hombres, mantuvo el análisis de la sociedad actual a partir de algunos de sus males o efectos, y acentuó la diferencia con los ideales utópicos ya que no se planteaba otra sociedad, sino solamente la reforma de algunos aspectos negativos de la actual.

Esta variante, se repetiría luego en los casos 5 al 9, resultando negativo sólo el 4, que aportó novedades en cuanto a la formulación de la hipótesis, ya que enfocó su discurso crítico por los efectos y mostró ambivalencia respecto de la igualdad entre los hombres pero, aunque incompleta, hizo una propuesta de otra sociedad.

En este momento del proceso, enunciábamos nuestra hipótesis así:

En el universo de valores de los adolescentes no aparecen ideales utópicos en el sentido de las utopías clásicas, ya que solamente en algunos casos hay un enfoque aunque incompleto de otra sociedad [ c 1, 2] , sus males no siempre se reconocen por las causas, sino en su apariencia inmediata, aunque en estos casos sí se enuncia la igualdad como inherente a la naturaleza humana. En otros casos [ 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9] , en lugar de afirmar la igualdad entre los hombres, los sujetos se manifiestan ambivalentes fluctuando entre esa idea y la de una jerarquía natural entre los hombres. En todos estos casos, respecto de los males de la sociedad, no aparece una búsqueda de sus causas sino solamente propuestas de reforma.

En este punto, salvo por los dos primeros casos que, aunque incompleto, presentaban un enfoque de otra sociedad y la aceptación de la igualdad entre los hombres, conjeturábamos que la utopía en términos de nuestra definición, no se encontraba presente en el universo de valores de estos adolescentes. Pero debimos redefinir nuestra hipótesis con el caso 10, incorporando las siguientes premisas:

En algún caso, [ 10] se presentan las características de lo que definimos utopía: la sociedad es concebida como un todo orgánico; el análisis de los males de la sociedad actual se realiza desde lo que se estima son sus causas; se considera que la igualdad es consustancial a la naturaleza humana y hay una descripción completa de otra sociedad posible, distinta de la actual en su forma.

Los siguientes casos [ 11, 12, 13 y 14] quedaron comprendidos en la hipótesis tal como veníamos formulándola antes del caso 10, pero nuevamente fue necesaria una reformulación con el caso 15, confirmada por el 16, ya que fueron los primeros que expresaron de manera inequívoca como natural la existencia de jerarquías entre los hombres, y que la desigualdad y otros males de la sociedad no pueden anularse de ningún modo, sinosolamente aplicar sobre quienes los padecen algún tipo de paliativo.

Los restantes casos desde el 17 hasta el caso 30, quedaron comprendidos en la nueva formulación completa de la hipótesis que entonces fue la siguiente:

En algunos casos, [ 10, 18, 20] en el universo de valores de los adolescentes, se presentan las características de lo que definimos como utopía: la sociedad es concebida como un todo orgánico; el análisis de los males de la sociedad actual se realiza desde lo que se estima son sus causas; se considera que la igualdad es consustancial a la naturaleza humana y se considera la posibilidad de otra sociedad, distinta de la actual en su forma.

Hay otros casos [ 1, 2, 14, 25, 26, 30] en que no aparecen ideales utópicos en el sentido de las utopías clásicas, pero hay un enfoque global aunque incompleto de la sociedad, sus males no siempre se reconocen por las causas, sino en su apariencia inmediata, aunque en estos casos sí se enuncia la igualdad como inherente a la naturaleza humana.

En otros casos [ 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 11, 12, 13, 17, 19, 21, 22, 24, 27, 28, 29] , en lugar de afirmar la igualdad entre los hombres los sujetos se manifiestan ambivalentes, fluctuando entre aquella idea y la idea de una jerarquía natural entre los seres humanos. En todos estos casos, respecto de los males de la sociedad, no se manifiesta una búsqueda de sus causas sino propuestas de reforma, aunque con cierta ambivalencia en algún caso [ 13 y 24]

Por último, se presentan también casos [ 15, 16, 23] en los que no hay ideales en el sentido de lo que hemos definido característico de lo utópico. Los sujetos proponen reformas parciales en la realidad social para aliviar a los que sufren sus males y que las diferencias entre los hombres, que consideran naturales, no sean tan marcadas.

A continuación presentamos un cuadro demostrativo del desarrollo del proceso.

Cuadro 1
Inducción analítica según casos, dimensiones de lo utópico y tipología

Nota: para establecer la frecuencia en que los valores de las dimensiones aparecen en el discurso en general, bastará con sumar los registros al interior de cada columna desde la 2 hasta la 10.

6. CONCLUSIONES 

La hipótesis final tiene la ventaja de no atribuir la presencia de ideales utópicos o su ausencia de manera global, sino más bien mediante una sucesión de proposiciones, demostrar la complejidad con que las distintas características propias de lo utópico se enlazan entre sí o con sus opuestos. Al mismo tiempo, nos permitió la formulación de una posible tipología que mostramos a continuación.

Cuadro 2
Tipos que surgen de las relaciones entre las categorías de lo utópico y su presencia o ausencia en las expresiones de los jóvenes y modalidades de presentación
3

Contrariedad: contrarios: A y B; subcontrarios: A' y B'
Contradicción: contradictorios: A y B'; B y A'
Complementariedad: complementarios: A' y A; B' y B

Los cuatro tipos básicos que integran la tipología que proponemos se constituyen así:

A - utopistas: este grupo está integrado por aquellos jóvenes para quienes la igualdad entre los hombres es natural, en su discurso crítico enfocan los males de la sociedad desde las que consideran sus causas, y cuando manifiestan la propuesta para otra sociedad lo hacen en forma global.

A' - no reformistas: conforman este grupo los adolescentes que consideran que entre los hombres la igualdad es natural, sin embargo cuando se trata de enunciar su discursocrítico, lo hacen tanto a partir de la búsqueda de las causas de los males como de sus efectos, y en el caso del discurso descriptivo se trata de una propuestade otra sociedad aunque incompleta.

B' - no utopistas: este conjunto está compuesto por los jóvenes que se manifiestan en forma ambivalente respecto de la igualdad o jerarquíanatural entre los hombres, cuando critican la sociedad en la que viven lo hacen de manera ambivalente es decir por las causas y por los efectos, o solamente por los efectos y se representan una sociedad mejor a partir de una propuestaincompleta o aspectos parciales de la sociedad actual a reformar.

B - reformistas: este tipo está constituido por los adolescentes que consideran que entre los hombres existe una jerarquía que es natural, cuando hacen su crítica de la sociedad actual lo hacen no por las causas, sino por los efectos y construyen el discurso descriptivo de una sociedad mejor a partir de algunos aspectos parciales de la sociedad actual que proponen reformar.

Esta es una nueva hipótesis, y en términos de la inducción analítica, lo que su enunciación nos está mostrando es el camino recorrido desde el estado inicial de nuestro conocimiento sobre el tema, hasta este momento. De esta manera, adoptamos como punto de partida de nuestra actitud al investigar, el valorar toda conclusión a la que se arriba como una nueva hipótesis. Pensamos que, al reconocer los condicionantes del conocimiento, nuestras conclusiones solamente pueden ser tomadas como expresión de la interpretación de algún aspecto de la inagotable y cambiante realidad total.

Notas

1. Las notas características de la utopía han sido tomadas de nuestro artículo "Resignificación de la utopía",publicado en el Volumen 5 de esta Revista. (Borobia, 2003: 152-155)

2. Para la mejor comprensión de la estrategia metodológica, nos referimos a los jóvenes según el orden cronológico en que fueron entrevistados, orden que se significa con el número correspondiente.

3. La tipología y el cuadro se construyeron siguiendo el modelo del cuadrado semiótico de Greimas y Courtes. (Valles, 2000: 376-384)

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