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Revista Pilquen

versión On-line ISSN 1851-3123

Rev. Pilquen. secc. cienc. soc. vol.17 no.2 Viedma dic. 2014

 

ARTÍCULO

La dialéctica sociedad/cuenca hidrográfica en el valle de traslasierra. Las aguas del río Mina Clavero, Córdoba 1870-1935

 

Gabriel Garnero
gabogarnero@gmail.com
Universidad Nacional de Córdoba. Argentina

Recibido: 21|04|14
Aceptado: 30|05|14

 


Resumen
Los ríos contienen una minúscula porción del agua total de la tierra; sin embargo, junto con los lagos, arroyos y vertientes han sido las principales fuentes de provisión de agua dulce a lo largo de la historia. En este sentido, el principal aporte de los historiadores ambientales radica en dos cuestiones, por un lado explicar la diversidad de modos de relacionarse con las fuentes de agua y por otro, la forma en que este vínculo fue transformándose a lo largo del tiempo. Siguiendo este lineamiento, en este trabajo analizamos el caso de la cuenca del río Mina Clavero y su vinculación con la localidad homónima que emergió en sus márgenes. Para ello, evidenciamos el significado que tuvo la existencia de dicha corriente y su cuenca para el surgimiento de la comunidad y la forma en que las actividades económicas, políticas y sociales se vincularon con el río. A su vez, estudiamos como estos desarrollos se tradujeron en intervenciones antrópicas que afectaron sensiblemente a la cuenca de referencia. Dada la transversalidad del estudio encarado, nuestras fuentes de información han sido múltiples, heterogéneas pero complementarias, desde documentación administrativa municipal y provincial hasta producción literaria de la época.

Palabras clave: Agua; Cuenca hidrográfica; Río Mina Clavero; Historia ambiental.

Dialectic society/watershed in the valley of traslasierra. The waters of river Mina Clavero, Córdoba 1870-1935

Abstract
Rivers contain a tiny portion of the total water on earth; however, along with lakes, streams and springs they have been the main sources of freshwater supply along history. In this regard, the main contribution of environmental historians lies in two issues. In first place, explaining the diversity of ways of relating to water sources and secondly, how this link was transformed over time. Following this guideline, in this paper we analyze the case of Mina Clavero river basin and its relationship with the eponymous town that emerged in its margins. To do this, we show the significance that took the existence of the stream and its watershed for the emergence of the community and how the economic, political and social activities were associated with the river. In turn, we study how these developments led to anthropogenic interventions that significantly affected the referred basin. Our sources of information have been multiple, heterogeneous but complementary, from municipal and provincial administrative documentation to literary production.

Key words: Water; Watershed; Mina Clavero River; Environmental history.


 

"Al precipicio que provoca el vértigo en quien lo mira, sigue el oasis que retempla el espíritu, oculto en sus cadenas de montañas; al torrente que se despeña fragoroso desde la altura, sucede el remanso con transparencias de lago; serpentean caminos inverosímiles por sus sierras, se descubren por doquier pueblos que hacen rememorar los días felices de "Las Georgias".1

EL AGUA Y SU PROBLEMATIZACIÓN

Los ríos contienen una minúscula porción del agua total de la tierra, sin embargo, junto con los lagos, arroyos y vertientes han sido las principales fuentes de agua dulce para los humanos a lo largo de la historia. De tal forma que, el liquido extraído de las fuentes mencionadas ha sido vital para la subsistencia de toda y cada una de las culturas y sociedades existentes sobre la faz de la tierra. A pesar de esta clara dependencia, los habitantes de las ciudades progresivamente comenzaron a dar por segura su presencia y redujeron su interés en comprender su relación con ese elemento. Esta situación de la que hablamos está profundamente ligada a la emergencia de la sociedad industrial moderna - y a la "conquista del agua" de la que nos habla Goubert- que trajo aparejada una mayor facilidad para conseguir, tratar y distribuir el líquido2. Por esa razón, se requiere de un esfuerzo crítico para romper con los preconceptos y problematizar los factores que giran en torno a nuestra relación con dicho elemento, y con las principales fuentes de aprovisionamiento, es decir, con los lagos y ríos. En este sentido, el principal aporte de los historiadores esta en poner de relieve dos cuestiones, por un lado, la diversidad de modos de relacionarse con las fuentes de agua, y por otro, la forma en que este vínculo fue transformándose a lo largo del tiempo. Al respecto recordemos los certeros conceptos de Donald Worster (2008: 164) exponente destacado de la historia ambiental e investigador asiduo de la temática: "Es hora de que los historiadores observen más de cerca este elemento vital de la naturaleza y las formas que ha adoptado, para indagar sobre el significado del agua y su papel en la historia"3.

ESTADO DEL CONOCIMIENTO

El agua al ser un elemento tan cotidiano, atraviesa transversalmente multiplicidad de temáticas que han sido estudiadas desde distintos abordajes por la historiografía. En nuestro país está presente en una diversidad de análisis históricos presentándose como factor importante, desde la historia militar hasta los desafíos más recientes de la historia cultural. En este sentido, no se pueden ignorar los trabajos sobre el abastecimiento a las grandes ciudades, como por ejemplo los de E. Herz (1979), O. Bordi de Ragucci (1997), E. Radovanovic y J. Tartarini (1999) para Buenos Aires o el caso de A. Collado; L. Muller y R. Budano para Rosario y Santa Fe (1999). También se han realizado esfuerzos para generar enfoques integradores sobre el papel del Estado en la gestión del agua, como el de F. Isuani (2011).

Por otra parte, la cuestión del agua potable en Córdoba ha sido abordada en los trabajos de Estela Barbero (2003 y 2004) para la época colonial, y los de M. L. Torres (2008), B. Solveira (2009) para siglo XIX y XX. En otro sentido pero relacionado con la temática hídrica, encontramos los trabajos de J. R. Ponte (2006) y de Alberto Tasso (2000) centrados en el análisis del regadío en provincias mediterráneas. Una mención aparte merecen publicaciones que pusieron el enfoque en la legislación específica de aguas, para el caso de Córdoba es especialmente útil el trabajo de Carlos Vivas (1990). No obstante estos desarrollos que muchos de ellos han generado avances importantes, no ha habido gran profusión de estudios enfocados a analizar la relación de la sociedad con las dinámicas hídricas de una manera integral y sistemática.

OBJETIVOS Y METODOLOGÍA DE TRABAJO. FUENTES DOCUMENTALES

Como explicamos, las sociedades y los sistemas hídricos se han afectado mutuamente de formas específicas y las transformaciones de estos vínculos no siempre transitaron los mismos caminos. A partir de lo antedicho y coincidiendo con lo que ya ha señalado Worster, es sumamente necesario poner nuestra atención en "las formas que ha adoptado" esta relación. Para destacar la particularidad de los procesos dialecticos entre sociedad y sistemas hídricos, se considera de suma utilidad la comprensión de ciertas trayectorias individuales, que aportarán al conocimiento de las formas específicas que este vínculo ha adoptado.

A tal fin, delimitamos nuestra área de estudio de un modo que es infrecuente en la historia tradicional, yendo más allá de las fronteras políticas y administrativas, para enfocarnos en la cuenca hidrográfica.4 En este trabajo analizamos el caso de la cuenca del río Mina Clavero y su vinculación con la localidad homónima que emergió en sus márgenes; lo hemos escogido porque en él se manifiesta con claridad el vínculo señalado y las modificaciones que experimenta.

Nos proponemos poner en evidencia qué significado tuvo la existencia de dicha corriente para la sociedad y la forma en que las actividades económicas, políticas y sociales se vincularon con el río. Por otro lado, trataremos de comprender como afectaron estos desarrollos sociales a la cuenca de referencia. Especialmente importante en ese sentido, resulta explicar de qué manera el surgimiento de la localidad, el progresivo aumento poblacional y las transformaciones políticas y económicas influyeron sobre la actitud de los agentes con respecto al río. Teniendo en cuenta lo anteriormente definido, intentaremos analizar transversalmente los principales puntos de "encuentro" entre la sociedad y la cuenca hidrográfica. Para esto pondremos el énfasis en los agentes, y usos, en las conflictividades que se generaron, en el rol del Estado y en las formas específicas en que la cuenca incidió sobre la sociedad y viceversa. Consideramos que este abordaje nos permitirá aproximarnos a una imagen más vívida de la realidad estudiada, que nos posibilitará complejizar nuestra comprensión sobre las transformaciones sociales, políticas, económicas e incluso culturales del valle de Traslasierra y en particular, de la localidad de Mina Clavero.

Dado el estudio transversal que proponemos, nuestras fuentes de información han sido heterogéneas y complementarias. De especial utilidad resultaron los informes técnicos y estudios científicos que se desarrollaron durante el período tratado, que reflejaron los intereses académicos de la corriente y que a la vez nos brindaron precisiones acerca de las condiciones de la cuenca en la etapa examinada. En consonancia con esto, hemos utilizado manuales de geografía, hidrología, climatología y publicaciones científicas como la Revista de la Universidad Nacional de Córdoba o de la Sociedad Científica Argentina e incluso de algunas dependencias nacionales. Por otro lado, para dilucidar el rol del Estado en sus diferentes esferas de acción, hemos revisado la producción institucional y las discusiones de agentes políticos y burocráticos. Lo que nos significó, entre otras cosas, analizar los Diarios de Sesiones de la legislatura provincial, actas de los Consejos Deliberantes de varias localidades y las concesiones de riego del Estado, que nos aportaron datos importantes sobre los usos específicos del agua. Finalmente, recurrimos a dos importantes periódicos de la capital cordobesa -Los Principios y La Voz del Interior- que nos facilitaron aprehender multiplicidad de prácticas cotidianas con respecto al sistema hídrico, conocer los puntos de vista de la sociedad citadina sobre la corriente y la localidad y a visualizar ciertos procesos generales que quedaban poco visibles en las otras fuentes.

LA CUENCA DEL RÍO MINA CLAVERO

Para el trabajo que nos proponemos, es menester conocer algunas de las características principales del sistema ripario que nos ocupa. La subcuenca del Mina Clavero forma parte del sistema del río de Los Sauces, una de las principales cuencas del oeste cordobés. Esa cuenca, comparte algunas características generales con muchas existentes en los macizos serranos del interior argentino que son, en palabras del prestigioso ingeniero Ferrucio Soldano:

de régimen netamente torrencial, teniendo su dinamismo los caracteres marcados y bien definidos de una variabilidad brusca, de cambios de estado notables y rápidos, que modifican a veces profundamente su curso (...)A todos esos ríos torrenciales, podríamos aplicar la clásica definición de Scipion Gras: "son cursos de agua cuyas variaciones de gasto son repentinas y violentas, con pendientes considerables e irregulares y que a veces levantan el fondo de su cauce con los depósitos de materiales que acarrean en suspensión, lo cual hace divagar las aguas al llegar las crecientes. Esos ríos excavan en las montañas, arrastran y depositan en el valle, en el cual divagan después, debido a esos mismos depósitos o embanques5

En el caso del río de referencia, sus aguas confluyen con las del río Panaholma y forman el mencionado río de Los Sauces, que capta la mayoría de las aguas del departamento de San Alberto, sigue su curso hacia el sur, atraviesa casi todo el vecino departamento de San Javier y desaparece en unos bañados a unos 25 km de la ciudad de Villa Dolores6.

Particularmente, la subcuenca del Mina Clavero, como vemos en el mapa general adjunto, se halla en la parte alta de la cuenca general y se desarrolla entre los 2200 m y los 900 m sobre el nivel del mar. Los vapores que se condensan en la planicie elevada "de Achala" dan lugar a la formación de innumerables pantanos y vertientes situados entre los 2200 m y 1900 m, las cuales uniéndose, originan pequeños hilos de agua que descienden desde los 1900 m a los 1400 m por valles secundarios de quebradas con líneas de máxima pendiente, casi verticales en las alturas, formando cascadas. Estas constituyen los arroyos, siempre de cursos torrentosos, que a su vez descienden por el fondo de aquellas hasta el valle principal (entre los 1400 y los 900 m), donde forman la corriente del Mina Clavero7.

Como vemos, todos los afluentes del río tienen su nacimiento en la Sierra Grande. Por otra parte, el suelo de la cuenca es pedregoso, mayormente granítico y muy impermeable. Estas características geomorfológicas y la gran variabilidad estacional de precipitaciones -aproximadamente el 80% se concentra durante el semestre de octubre a marzo- colaboran en darle el régimen torrencial que ya hemos señalado8.

LAS AGUAS DURANTE LA COLONIA Y EL SIGLO XIX

La zona donde actualmente se emplaza la localidad de Mina Clavero se denominaba tras la llegada española, Tinquimas y era el pueblo del cacique Cantinani o Contonavi.9. El paraje posteriormente, en el siglo XVIII, cambió de nombre y se comenzó a denominar Milacnavira. Según Barrionuevo Imposti, por aquélla época las tierras del lugar se describían como "infructíferas así por lo montuoso como por la abundancia de tigres y leones que en sus bosques y sierra vecina se abrigan"10. Sin embargo, las propiedades del agua del río fueron reconocidas en tiempos del virrey Sobremonte por numerosos los viajeros que soportaron las fatigas del largo viaje desde Córdoba.

Las tierras existentes fueron repartidas en encomienda entre los españoles y progresivamente entre los siglos XVI, XVII y XVIII se establecieron haciendas que desarrollaron fundamentalmente la actividad ganadera y en menor medida, la agrícola dado lo accidentado de su topografía. A pesar de ello, también surgieron iniciativas agrícolas, posibilitadas por la construcción de precarios sistemas de irrigación.

Durante la inestabilidad general suscitada tras las guerras de independencia y la posterior guerra civil, el valle de Traslasierra - uno de los más densamente poblados de la provincia en aquella época- fue un lugar de pertrecho y tránsito de los ejércitos y milicias en disputa. A pesar de las perturbaciones, en la segunda mitad del siglo XIX el valle sostuvo su crecimiento demográfico11. La progresiva pacificación y organización del territorio provincial, así como también la fundación de las que serían las principales poblaciones del valle en las décadas del 50 y 60 del siglo XIX, dieron inicio a una etapa de relativa estabilidad. En ese sentido, el establecimiento de Villa del Tránsito en 1865 en la margen opuesta del río implicó, a su vez, una ocupación más firme en las tierras del paraje de Mina Clavero. Tan sólo cinco años después de dicha fundación, Vicente Alcalde Espejo fue atraído a aquella locación por la "fama de las aguas del río Mina Clavero, de la que se cuentan maravillas"12. Espejo relató que anualmente arribaban al lugar aproximadamente 150 enfermos en busca de salud, en las cercanías de los lugares de baño sólo había tres casas de precarias condiciones y unas cuantas chozas, todas ellas bastante apartadas del río. Los habitantes del lugar, por su parte, también hacían uso de las aguas del río para su consumo personal, pero por lo modesto no representaba gran impacto en el caudal.

Además de las "maravillosas" cualidades, que retomaremos más adelante, las aguas del río tenían otra aplicación para los lugareños, la agricultura. El arquitecto Fidel Gallardo, renombrado vecino del departamento y colaborador del presbítero Gabriel Brochero en la construcción de la Casa de Ejercicios espirituales de Villa del Tránsito, poseía la estancia de "Mina Clavero" donde hoy se actualmente se encuentra Villa Lujan. Aquel vecino, junto con las familias Altamirano, Merlo, Cuello y Olivar poseían la acequia "de Mina Clavero", que tomaba las aguas del río y las conducía por un canal de 1500 m de longitud que atravesaba sus propiedades. En total, permitía la irrigación de 338 hectáreas que se dedicaban fundamentalmente al cultivo de alfalfa - dado el perfil ganadero que tenía el departamento- pero también para maíz y trigo de autoconsumo13. Asimismo, Gallardo utilizaba la acequia para accionar un molino harinero que tenía instalado en la estancia. En 1881, dado los conflictos que estaban atravesando otras zonas de la provincia con respecto a la distribución del agua para el riego, el gobierno sancionó la primera ley de aguas14. Esa reglamentación, supuso la afirmación a escala provincial de lo establecido en el código civil de 1870. Es decir, el Estado trató de poner límite a las pretensiones de agentes privados sobre el agua de las corrientes. En consonancia con ello, el 2 de marzo de 1883 los regantes de Mina Clavero inscribieron en los registros oficiales la única acequia existente en la subcuenca.

A pesar de los relativamente pocos conflictos por el agua del río Mina Clavero en aquel período, la conflictividad existente en la parte baja del río de Los Sauces repercutió en todo el territorio y en 1884, motivado por los reclamos de la cabecera del departamento -San Pedro- y de Villa Dolores, cabecera del departamento vecino de San Javier, el gobierno provincial ordenó que las acequias de Tránsito, Mina Clavero y Nono dejaran pasar el agua río abajo. Esto tenía como objetivo satisfacer esas acuciantes demandas y se fundaba en la mayor antigüedad de las concesiones de la cuenca baja. Posteriormente, la interdependencia de las zonas de la cuenca se confirmó nuevamente en 1895, esta vez como resultado de la conflictividad en la subcuenca del río Chico de Nono, que concluyó con el nombramiento de una comisión de vecinos y un inspector de río - José Galán- encargado de organizar el reparto de agua en los ríos Panaholma, Chico de Nono y Mina Clavero15.

LA INFLUENCIA DEL RÉGIMEN HIDROLÓGICO Y LA GEOMORFOLOGÍA EN LAS VÍAS DE COMUNICACIÓN

La multiplicidad de corrientes que atraviesan la subcuenca descendiendo de la Sierra Grande además de posibilitar los usos que ya hemos mencionado, repercutió de otra forma en el área de San Alberto: fue un escollo para el transporte y las vías de comunicación. Esto tuvo especial incidencia cuando la economía del país dio muestras de orientarse hacia el litoral, aumentando la necesidad de generar un sistema de comunicaciones viales más integrado y eficiente. En este sentido, la torrencialidad de las lluvias estivales, por un lado, hacían crecer los cursos de agua dificultando el atravesarlos, y por otro lado, la elevada escorrentía tenía efectos deletéreos en los caminos. Estas razones contribuyeron a que el desarrollo de un sistema de comunicaciones en el oeste de la Sierra Grande requiriera de más trabajo y recursos y significó una desventaja con respecto a la zona al este de la provincia y el litoral del país.

Para atenuar esta situación, en 1883 el gobierno construyó un camino de herradura que ascendía desde la localidad de Nono, no obstante esto fue insuficiente porque no alcanzó a subsanar todos los inconvenientes que se presentaban16. Posteriormente, en la década del 90, se construyó otro camino más al norte, que ascendía por la cuesta del Tránsito17.

Los trabajos de construcción de caminos fueron doblemente influenciados por el régimen hidrológico y la geomorfología. Por un lado, se trató de seguir trayectos que incluyeran la mínima cantidad de ríos y vertientes posible, y por otro lado, se procuró construir los caminos por lugares elevados o divisorios de aguas, para que durante las lluvias el agua corriera lo menos posible por los trazados. A pesar de ello, ambas vías de comunicación sufrieron continuamente la acción de las correntadas de agua y en múltiples ocasiones los vecinos y comisiones de las localidades de San Alberto reclamaron la acción y apoyo del gobierno provincial. En este sentido, el jefe político Guillermo Molina explicaba, "quedo la mayor parte de ellos -los caminos de la cuesta de Transito y Nono- en pésimo estado por falta de recursos, y actualmente están en peor estado por las lluvias del verano". En 1902 el gobernador Alvarez, por su parte manifestaba:

los departamentos del Oeste, ricos como pocos, esterilizan sus productos por los inconvenientes de los fletes, teniendo necesidad de llevarlos donde sea fácil el comercio o mandarlos con recorridos inmensos, cuando por necesidad o por motivos especiales los quieren hacer llegar a esta capital18

A pesar de que distaban desde Córdoba solo 85 km. en línea recta, en 1904 la alternativa a utilizar mula era ir en ferrocarril hasta Soto y de allí en carruaje o mensajería hasta Mina Clavero, demorando en todo ello dos días y medio19

A aquella complicación, se agregaba la deficiente infraestructura y la mala distribución del agua para el riego, que coadyuvaron al estancamiento general de la producción y de las superficies irrigadas20. Ambos aspectos se vieron representados en el caso de Mina Clavero y la superficie irrigada -a pesar de ya haber sido modesta- disminuyó a 210 hectáreas21. A partir de la segunda década del siglo XX, se comenzó a hablar recurrentemente de la posibilidad de construir un puente que permitiera superar las corrientes del Mina Clavero y posibilitara de esa forma conectar las localidades de uno y otro lado del río, así como también para facilitar el comercio y el transporte con las zonas del sur del valle, ya que en 1905 había llegado el ferrocarril a Villa Dolores. En aquel sentido el senador Dutari Rodríguez señaló:

El rio Mina Clavero es sumamente caudaloso en todas las épocas del año, como son todos los ríos de las sierras, y este puente vendría a unir poblaciones importantes del departamento de San Alberto, como son El Transito, Nono, Mina Clavero y todas las poblaciones que quedan al sud de estas en los departamentos de San Alberto y San Javier22.

Posteriormente se trató en el Senado la construcción de dos puentes, uno sobre el río Panaholma y otro sobre el río Mina Clavero, en aquella oportunidad el Senador Ferreyra apuntó directamente a la dinámica hidrológica de la cuenca como agente disruptivo para la integración regional:

la constitución geológica del cauce del terreno por donde el río atraviesa, es tal, que la crecida de uno de estos ríos, es simultanea con la otra, y viene a producir tal entorpecimiento en la travesía de dicha corriente, que la correspondencia por ejemplo, se atrasa a veces, hasta tres días, lo mismo que los vehículos que hacen el transporte de personas23

La obra magna que propendió la conexión de la zona con el lado oriental de la Sierra Grande fue la construcción del camino de las Cumbres - finalizado a fines de 1916- que unió la capital provincial con Mina Clavero y que incentivo el arribo de visitantes, que ya era incipiente.

LAS PROPIEDADES DE LAS AGUAS Y SU ROL EN EL RENOMBRE DEL PARAJE

La fama de las aguas de aquel paraje atrajo - como hemos visto- la atención de numerosos individuos que acudieron al lugar tanto para pasar sus vacaciones como para buscar cura a diversos padecimientos. Se había difundido que sus aguas tenían propiedades curativas para problemas digestivos, de riñones, hígado e incluso tuberculosis. Contribuyó a la fama del lugar la ausencia de epidemias y trastornos digestivos entre los lugareños que utilizaban asiduamente las aguas, cuando estas tenían carácter endémico en otras partes del valle y de la provincia. Al respecto, en 1882, Gabriel Brochero había intentado infructuosamente habilitar un tranvía a caballo desde Villa del Tránsito a Mina Clavero para facilitar el arribo de los turistas y enfermos, pero fue posteriormente, con la mejoría del sistema de comunicaciones del valle que se produjo un mayor desarrollo de esa potencialidad.

Paralelamente los gobiernos nacional y provincial se esforzaban en estudiar las propiedades de las aguas minerales y termales existentes en el país24. En la subcuenca, el interés por definir las propiedades del líquido y descubrir si la sanación tenía un respaldo científico atrajo a numerosos profesionales y a algunos empresarios. En una primera etapa, varios agentes particulares intentaron sacar provecho de las características distintivas del agua comercializándola. Al respecto, es ilustrativa la iniciativa de Molina y Brualla, quienes instalaron una fábrica de soda y agua mineral en la primera década del siglo con el objetivo de embasarla y venderla en Villa Dolores, Córdoba, Rosario y Buenos Aires. Para ello, en 1905 hicieron analizar las aguas con el médico Pedro Arata y en base a esos estudios publicaron un prospecto del agua de Mina Clavero para publicitar sus productos. Por otra parte, también gestionaron, infructuosamente, la obtención de exenciones impositivas en algunas localidades del valle25.

También es mencionable la acción de Abel Romero, propietario del Hotel Romero, quien impulsado por el interés de los viajantes en el líquido, despachaba diariamente un carro lleno de damajuanas de agua que estaban destinadas al consumo de las ciudades de Córdoba y Rosario26 Ambas empresas finalizaron a principios de la segunda década del siglo XX y una de las razones principales tenía que ver justamente con las propiedades del vital elemento, que no se conservaban al ser transportadas27.

Tras el fracaso del intento comercializador, se realizaron nuevos estudios. En diciembre de 1911, el doctor Hermann Frank volvió a analizar el agua, pero especialmente destacada fue la acción del ingeniero Gregorio Prilutzky que impulsó el estudio de las aguas por parte de la Dirección General de Minas, Geología e Hidrología de la Nación, en conjunto con el químico Hércules Corti.28. Dicho estudio, que fue publicado en 1918. En términos generales, demostró que el agua del río era de tipo "Evian"-por ser parecida a la de esa localidad francesa-, es decir, hipomineral, ya que tenía cantidades muy bajas de minerales disueltos. Por otra parte, poseía cantidades elevadas de materia orgánica disuelta procedente de la maceración de raíces y hojas de plantas de las sierras, características que le daban un perfil distintivo.

Fue justamente su abundancia de materia orgánica la que hizo que Corti -y el renombrado químico Herrero Ducloux- no recomendaran su embasado y transporte a distancia, porque la descomposición de sus componentes facilitaba la formación de amoníaco29. No obstante, ambos especialistas apoyaron entusiastamente su consumo in situ, que se mostraba realmente eficaz para mejorar trastornos gastrointestinales, de hígado y riñones. Los expertos llegaron a la conclusión que esto podía deberse al alto poder diurético del líquido pero que podían tener, también, mucha incidencia factores asociados ajenos a las propiedades del agua propiamente dicha. Entre esos otros factores señalaban el hecho de que cuando concurrían a Mina Clavero, los visitantes ingerían más cantidades de agua, tenían una alimentación más sana, se bañaban en las aguas al aire libre con baños de sol y aire y realizaban más ejercicio. Sumado a esto, apuntaban a la altitud, el clima, la pureza del aire, el reposo obligado, el sosiego y la despreocupación. En definitiva, el contexto general, además de su potabilidad, contribuía fuertemente a explicar la fama del río30. Un año después de la publicación mencionada, la médica Natalia M. Sales publicó su tesis de doctorado denominada "Contribución al estudio de las aguas minerales argentina y su acción terapéutica" en la cual también reiteraba lo dicho en el estudio de la Dirección de General de Minas, Geología e Hidrología de la Nación sobre el alto poder diurético32. Por otra parte, las bondades del consumo y baño con el agua de los ríos de las sierras y del turismo de montaña eran incentivadas desde los medios gráficos de la provincia en los cuales se publicaban periódicamente informes de doctores respaldando estas interpretaciones, como por ejemplo los artículos del doctor M. Simian y del doctor FH Yost y otros que incentivaron su industrialización31.

En definitiva, el río Mina Clavero y sus aguas ganaron progresivamente popularidad en un contexto nacional de crecimiento urbano. Esto motivó la radicación de algunos habitantes de las grandes ciudades en aquel paraje, cuya actividades económicas estuvieron ligadas principalmente al aprovechamiento de las potencialidades que el río ofrecía. En este sentido, un visitante a la zona expresaba "El cosmopolismo ha invadido el viejo rincón serrano, y las mismas caras de Cacheuta, Mar del Plata o Miraflores hacen las tertulia de antemesa en los amplios corredores (del Hotel Merlo)"33. En 1918, ya había una población estable de 200 personas, número que aumentaba en verano por la afluencia de turistas y enfermos. Además ya existían dos hoteles y algunas casas particulares que alquilaban habitaciones para alojarlos34. La prensa también dio cuenta de la necesidad de favorecer su desarrollo:

Las aguas de Mina Clavero deben ser explotadas con criterio científico y por los medios de industrialización modernos, lo primero por el bien que pueden reportar a la sociedad y lo segundo porque ello puede constituir una fuente de recursos copiosa para el estado y para los que dediquen a la empresa sus capitales35

Por otra parte, el pueblo adquirió un sugestivo mote -"La Perla del Oeste"- que la prensa contribuyó a popularizar y que dio cuenta de las expectativas que se tuvieron en cuanto al futuro de la localidad.

LA "PERLA DEL OESTE": CRECIMIENTO TURÍSTICO Y DIVERSIFICACIÓN DEL USO DEL RÍO

La creciente fama de la localidad por la calidad de las aguas del río Mina Clavero tuvo como resultado un incremento gradual de la población en la segunda década del siglo XX. Crecimiento que comenzó con quienes acudían en busca de sanación y posteriormente se amplió con la afluencia de turistas que llegaban en busca de descanso veraniego lo que impulsó el surgimiento de hoteles, casas de hospedaje, pensiones y otros comercios. Este rápido cambio demográfico y económico estuvo íntimamente relacionado con el río en varios sentidos. Por un lado, las características físicas de la cuenca posibilitaron que el paraje ganara notoriedad. Por otro lado, como veremos, el aumento poblacional y la multiplicación de establecimientos turísticos influyeron en la forma en que los agentes intervinieron la corriente y también en el uso que le dieron a las aguas.

Adicionalmente, esta transformación coincidió con un conjunto de cambios sociales que ocurrían en el país, especialmente visibles a partir de la posguerra, que ampliaron la disponibilidad de tiempo de ocio para distintos grupos de habitantes y fueron convirtiendo a las vacaciones en una actividad al alcance de comerciantes, empleados y pequeños propietarios36.

Por su parte el gobierno provincial tenía interés en dinamizar las económicas del noroeste provincial y en este sentido fue importante su iniciativa de fomentar el estudio de la climatología y climatoterapia de las sierras37. En el caso de Mina Clavero, el gobierno también intentó dar provecho a la actividad turística utilizando las "ventajas naturales" ofrecidas por el cristalino río serrano y constituirlo en un "factor de progreso"38. En mayo de 1920, el poder ejecutivo presentó un proyecto ante el senado para conceder una prima de veinte mil pesos anuales durante diez años a quien construyera un hotel sobre la margen del río de Mina Clavero39. Los senadores discutieron intensamente el proyecto, entre las objeciones que hicieron algunos estuvieron las de orden económico, dadas las dificultades de la provincia, pero también se puso en duda la conveniencia que ofrecería a una empresa capitalista la construcción un hotel de tal envergadura en un lugar relativamente pobre. Por otro lado, los entusiastas adherentes, como el senador Goycoechea adujeron que ese establecimiento constituiría el centro principal del turismo y del movimiento general de los departamentos del oeste y que sería la coronación del camino de Las Cumbres, favoreciendo la implantación de nuevas industrias, acrecentando el comercio y valorizando la tierra.

A pesar de las disidencias, el 23 de agosto de 1921 se sancionó la ley y 6 meses después, Benjamín N. Gonzales y Cía. de Rosario obtuvo del gobierno un subsidio de $150.00040.

El establecimiento se terminó varios años después, se denominó Hotel Palace y fue explotado por la Sociedad Anónima Tierras y Hotel Mina Clavero; actualmente existe con el nombre de Residencia Serrana. No obstante esas medidas, el papel estatal de incentivo al turismo no fue especialmente fuerte en aquel período.

EL CRECIMIENTO DE LAS INTERVENCIONES ANTRÓPICAS SOBRE LA CORRIENTE

Para cuando se inició la construcción del Hotel Palace, la oferta de alojamiento era mayormente impulsada por empresarios particulares y mostraba un importante florecimiento. Las perspectivas de ese entorno favorable eran señalabas por la prensa provincial:

La intensificación del veraneo obedece a causas diversas. Debe repararse en que hoy la situación económica del país es, sin disputa, prospera (...) Resta citar un factor que llamaremos psicológico: el hábito del veraneo, cada vez más difundido en la población de la república. La progresión será, sin duda, creciente en el porvenir y la corriente de visitantes avanzara paulatinamente hacia el interior de las sierras que reserva en su seno los más bellos paisajes y los aires más reconfortantes41.

Durante esa década, el surgimiento de varios hoteles y la ampliación de los existentes fue acompañado de intensa promoción en las publicaciones gráficas de la provincia y del país, las cuales no cesaron de destacar como principal atractivo de la localidad naciente, la calidad de sus aguas42.

La gran mayoría de los hoteles, pensiones y habitaciones se ubicaron lo más cerca del río que fue posible, en los puntos que permitieran un rápido acceso a las zonas preferidas para bañarse. Todos estos emprendimientos aumentaron notablemente las intervenciones directas sobre la corriente del río, porque para proveerse de agua potable y para los baños recurrían a las aguas del río, valiéndose del tradicional sistema de concesiones de irrigación de la provincia. Son destacables los pedidos que a principio de los años 20's realizaron Miguel Izurieta, Eduardo Goshwind, Jose Govrinski y el propietario del Hotel Palace, para obtener por medio de arietes el agua para sus emprendimientos y casas.

Pero esencial para el desarrollo de la villa fue la empresa iniciada por Lauro Rivero, porque su iniciativa privada contribuyó a dotar de agua corriente a la localidad. Este vecino, oriundo de Villa Dolores, había construido doce chalets de alquiler y para poder abastecerlos de agua, el 12 de mayo de 1925, obtuvo de la provincia la concesión correspondiente. Su proyecto consistía en levantarla del río por medio de una bomba centrífuga y almacenarla en un gran tanque. Asimismo, su iniciativa fue importante porque implicó una intervención a mayor escala del curso del río, a fines de ese año, contrató a Gregorio Wetzel y Cía. de Córdoba para desviar toda la corriente a una distancia de dos kilómetros arriba de la población. El agua, fue conducida hacia un canal de seis metros de altura, tres de ancho y diez de largo formando una escuadra en cuyo triángulo fue colocada la mencionada bomba43. Dicha instalación tiraba 30 mil litros por hora a una altura de 70 m y 350 m de distancia a un primer tanque de cemento, con capacidad de 80 mil litros desde donde se descargaba no sólo a las casas de Rivero, sino que también al resto de la población. Pese a ello el sistema era precario porque, por un lado, tenía escasa cobertura y por otro, incluso en esa pequeña área, no cumplía plenamente con las expectativas de las personas que lo utilizaban. Por ejemplo, los hermanos Vila adujeron que la elevada presión que tenía el agua en el sistema de Rivero perjudicaba sus instalaciones por lo que, el 30 de noviembre de 1926, obtuvieron un permiso propio para elevar directamente del río el agua para su hotel44.

La corriente no fue sólo intervenida con las bombas y arietes mencionados sino que progresivamente, con el objeto de proveer a los turistas de espacios adecuados para el baño, se fueron emprendiendo modificaciones de algunos trayectos para convertirlos en balnearios. En esta etapa, al igual que en el caso de las aguas corrientes, los primeros pasos se dieron por iniciativas particulares. Eduardo Goshwind, para hacer uso de su concesión de agua, construyó un pequeño atajadizo de piedra, por lo que esa parte del río ganó profundidad y espontáneamente comenzó a ser utilizado por los turistas para sus baños. Posteriormente, Mauro Matote, el 4 de mayo de 1927, obtuvo permiso para ampliar dicha toma y obtener agua para el Hotel Fénix. Para ello se le elevó la altura y se le colocaron pilares en la parte superior, permitiendo el paso de los peatones de un lado al otro y de esta forma nació al primer Balneario Público, en torno al que se fueron concentrando otros comercios y establecimientos de hospedaje. Paralelamente a estos desarrollos, el aumento del tráfico tornó indispensable la construcción de un vado entre ambas márgenes del río, esa construcción significó otra irrupción antrópica en la corriente y a su vez fue motivo de recurrentes pedidos de los vecinos, dado que las grandes crecientes dificultaban su uso y mantenimiento. Primeramente la corriente lo cubría de arena y lo hacía intransitable y posteriormente el impacto del agua sobre la estructura causó su total destrucción45. En 1927 se lo reconstruyó, pero las problemáticas persistieron. El asunto de las crecientes no solo afectó a vados y puentes, sino que también supuso dificultades para los emprendimientos ubicados en las márgenes. En tal sentido David Zazu, en 1931, proyectó y construyó un muro de 57 m de largo para regularizar la barranca de 3,10 m de altura que amenazaba su propiedad46. Finalmente, no podemos dejar de mencionar el surgimiento de algunas iniciativas para utilizar la fuerza del agua para generar energía eléctrica, como por ejemplo el caso de Benjamín N. Gonzales, dueño del Hotel Palace, que solicitó permiso para levantar agua del río por medio de la construcción de un dique nivelador, a fin de accionar una turbina y proveer de luz y energía eléctrica al hotel, así como también a la población y sus alrededores

LA INTENSIFICACIÓN DEL USO CONSUNTIVO: LA COMPETENCIA ENTRE MINA CLAVERO Y CURA BROCHERO

La intensificación del uso del recurso, progresivamente, dio lugar a nuevas conflictividades, hasta entonces de escasa repercusión. Estas se expresaron fundamentalmente en un aumento de la demanda de agua que terminó sobrepasando la capacidad de las instalaciones construidas en el río por Lauro Rivero y por otro lado se suscitaron problemas con la localidad de Cura Brochero.

En el primer caso, las instalaciones de Rivero colapsaron y este no pudo encarar las ampliaciones y modificaciones requeridas. Este hecho, entre otros, coadyuvó a la complejización de las entidades gubernamentales de la zona. En este sentido, el primero de mayo de 1928 se creó la Municipalidad de Mina Clavero y el día 7 de junio, se reunieron comerciantes y vecinos para intercambiar ideas sobre cómo resolver la cuestión del agua, que afectaba los intereses vitales de la población. Dado que esta era indispensable para mantener la higiene y el confort tanto de los hoteles como de las casas particulares, se envió una comisión constituida por Martin Delonc, Daniel Vila y Guillermo Walter para solicitar del gobierno la dotación de aguas corrientes.

Esto obligó al Estado a tomar cartas en el asunto y al mes del envío de la delegación, las instalaciones de Rivero fueron expropiadas, para poder adecuarlas a las necesidades crecientes47. Paralelamente en la localidad de Cura Brochero, que contaba con 2000 habitantes, la misma problemática agitaba a los funcionarios y pobladores. Al enterarse de las instalaciones de agua corriente que se proyectaban en Mina Clavero, la localidad envió una delegación de comerciantes y hacendados para requerir que también se las utilizara para proveer a Brochero48.

Como vemos, se delineaban varios conflictos latentes. Por un lado, el crecimiento hizo que las instalaciones particulares no pudieran satisfacer la necesidad de la localidad. Este hecho, obligó al estado provincial a intervenir, pero la intervención, desencadenó problemas con la localidad vecina. La acción estatal se mostro insuficiente, porque la carencia de personal necesario para la atención y ampliación de las obras para Mina Clavero, obligó a Lauro Rivero a atender el servicio de aguas gratuitamente durante seis meses para no dejar a la población sin provisión. Pero por otro lado, la mayor dificultad radicó en las intenciones de la provincia de utilizar esas mismas instalaciones para proveer a Villa Cura Brochero de líquido. El primero de estos aspectos se pudo salvar temporalmente apelando a particulares de la zona como Lauro Rivero, sin embargo la segunda problemática necesitaba intervención directa. El conflicto entre Mina Clavero y Cura Brochero por el agua puso sobre relieve muchos aspectos importantes de la cuestión hídrica. En primer lugar, el sentido de pertenencia que sobre las corrientes tenían las poblaciones, en segundo lugar el conocimiento deficiente que se tenía hasta ese entonces el estado de los volúmenes y características físicas de algunas de ellas y en tercer lugar, el papel central que otorgaban al río los diversos agentes económicos, al punto de pensar que cualquier modificación del estado de cosas traería aparejada la ruina.

Todos estos elementos se manifestaron en la airada reacción por parte de los habitantes de la localidad turística ante las intenciones gubernamentales de proveer a ambas poblaciones con agua del Mina Clavero. En principio, enviaron una comisión compuesta por el primer intendente de Mina Clavero, José M. Oviedo y Vila, Matonte y Rossetti, la cual reclamó "el río Mina Clavero para los de Mina Clavero, ya que Brochero tiene el Panaholma" y adujeron varios motivos por las cuales la disposición gubernamental era inadecuada. En este sentido, argumentaron que el agua era escasa y que en ocasiones no alcanzaba siquiera para la provisión local, mientras que las del Pahanolma tenían el doble de caudal y nadie había demostrado que no pudieran ser consumidas. En segundo lugar, manifestaron que las obras de conducción del agua de la toma actual hasta Brochero demandaban un gasto tres o cuatro veces mayor que levantándola de su río. Tal como comentamos, se vio de una manera muy alarmista las pretensiones del gobierno, según estos agentes, de concretarse el proyecto:

Se verá reproducida las consecuencias de la fabula de la gallina de los huevos de oro: ambos vecindarios se van a quedar sin agua y la población flotante de verano va a ir a otro lado, ya que el único atractivo y propiedad de la región, digámoslo sin eufemismo, es el agua saludable y dorada de su río49.

Ante tal reacción de los vecinos de Mina Clavero, la comunidad de Cura Brochero el 13 de junio envió su propia delegación a la capital con el objeto de solicitar al Ministro de Obras Públicas ingeniero Guillermo Fusch que se mantuviera en la decisión de dotar de aguas a su localidad con las aguas del Mina Clavero. Dicha comisión esgrimió varios argumentos, en primer lugar, señaló que si Mina Clavero no había tenido agua para su zona de riego era por la desidia de los propietarios de derechos del agua del canal de Mina Clavero -recordemos que había sido gestionado en 1882 por Fidel Gallardo- que tenían la toma destruida o perdían la mayor parte del caudal por filtraciones de la acequia. Además, el Cura Brochero utilizaba para riego el agua de su propio río, por lo cual la cantidad necesaria para la bebida en modo alguno afectaría a la población de Mina Clavero. Sumado al argumento precedente, también se puso sobre el tapete el hecho de que el Panaholma recibía cuatro afluentes salados y la potasa y el salitre que esos afluentes volcaban en su lecho bastarían para hacer perder la potabilidad50. Adicionalmente, el largo curso del Panaholma cruzaba zonas boscosas, quintas, barrancas gredosas y abrevaderos de hacienda que podrían hacer inepto su consumo. Finalmente argumentaron que:

por encima del valor de los cultivos esta la salud y la vida de los habitantes; que el pueblo de Mina Clavero no es dueño del agua de su río como Brochero no lo es del suyo sino el fisco y este tiene la obligación de darla y distribuirla como sea menester y si hoy se necesita el agua de Mina Clavero para el consumo de Villa Brochero, mañana se necesitaran las aguas del Panaholma para regar Mina Clavero51.

Es decir, se señalaban prácticas de mala gestión del agua disponible y el problema de la calidad del agua del río Panaholma. Tal como dijimos al principio, para poder resolver dicho conflicto era menester tener un conocimiento más profundo de la hidrología de ambos ríos y esos estudios requerían de los técnicos provinciales. De tal forma que el gobierno envió una comisión de expertos que procedió a aforar los ríos y tomar muestras de agua en puntos clave52.

Las conclusiones de aquellos técnicos convencieron al gobernador Ceballos de mantenerse firme en su propósito y el 23 de octubre de 1929 aprobó el proyecto conjunto de aguas corrientes para Mina Clavero y Cura Brochero. Esta decisión la basó en múltiples razones; en primer lugar en que los sucesivos informes de la Dirección General de Riego habían destruido el argumento de la insuficiencia del agua para bebida, incluso en épocas de menor caudal; siendo esta suficiente para la provisión de agua a cincuenta mil habitantes, es decir una población 15 veces más grande que la de Mina Clavero en el período. En segundo lugar, el Concejo Provincial de Higiene practicó análisis que confirmaron la superioridad de las aguas del Mina Clavero para consumo humano y no descartaron la contaminación de las aguas del Panaholma en épocas de lluvias. En tercer lugar, el argumento sobre que el proyecto lesionaría los intereses comerciales de los oponentes al mismo, al crear en el pueblo vecino un posible competidor, no podía ser considerado ya que "el agua de los ríos -bien del dominio público, por excelencia- no puede ser considerado sino por un lamentable criterio de egoísmo, un bien que haya entrado en el patrimonio exclusivo de una villa, o de los pobladores que la explotan".

A pesar de haberse resuelto en el plano teórico el problema sobre la cantidad y la calidad de las aguas de ambos ríos, persistió la dificultad que ya señalamos respecto a la capacidad estatal para llevar a buen término la construcción y gestión de las instalaciones. A mediados de diciembre se adjudicaron las obras de provisión a Francisco Pastrone y en enero del año siguiente, se firmó el contrato. Sin embargo, al iniciarse las obras el contratista reclamó un aumento del 100% en los costos aduciendo un error de cálculo de la Dirección General de Riego, lo cual, al no poder ser afrontado por la provincia, significó la recisión del contrato el 9 de enero de 1931. Esta falencia estatal para lograr la concreción de las obras, tal y como estaban proyectadas, tenía graves significancias para la localidad, por lo que el estado provincial suplió su deficiencia otorgando $1800, que junto a la donación de $500 por parte de los vecinos, sirvió para comprar una bomba potente. El 31 de diciembre de ese año el gobernador interino Enrique Torino encomendó a la municipalidad, con carácter provisional, la administración y explotación de los servicios; para lo cual, en junio del año siguiente, se aprobó un reglamento y tarifas propuestos por dicha municipalidad53.

En definitiva, la intensificación de la presión sobre el recurso facilitó la emergencia de conflictividades latentes, en las que las diferencias físicas y químicas entre las corrientes del valle jugaron un papel central. Por otra parte, esta situación obligó al gobierno a intervenir utilizando sus cuadros técnico/científicos que respaldaron el curso de acción adoptado. Pese a ello, en la etapa que trabajamos, las insuficiencias del Estado terminaron limitando su intervención y significaron en la práctica un freno a las intenciones de Villa Cura Brochero de usar las aguas del río Mina Clavero.

CONCLUSIONES

Nuestro análisis nos permitió evidenciar que la cuenca y las aguas del río Mina Clavero tuvieron un rol muy relevante en el surgimiento de la localidad homónima. No sólo posibilitó el sostenimiento de la agricultura y la ganadería en sus márgenes, al igual que sucedió con otros ríos, sino que también afectó de una forma profunda el imaginario de sus pobladores y de los habitantes de las grandes ciudades del país como Córdoba, Rosario y Buenos Aires. Todos ellos demostraron continuamente sentirse cautivados por descubrir las propiedades del agua y experimentar los resultados de su ingesta, así como también vivenciar los beneficios climatéricos de la estadía en aquel paraje. Consecuentemente, fue destacable el interés por parte de numerosos especialistas y el Estado por analizar las propiedades del líquido y la forma en que prensa acompañó entusiastamente estos desarrollos. Por otra parte, múltiples procesos económicos y sociales estuvieron vinculados al vital elemento. En este sentido, merecen especial atención la manera en que incentivó el progresivo poblamiento; posibilitó el surgimiento de emprendimientos relacionados con la salud y el embasado de agua. También estuvo implicada en el ascenso del turismo como actividad económica principal y en la disputa entre Mina Clavero y Cura Brochero por su reparto. Asimismo, otras características de la cuenca también incidieron sobre los desarrollos experimentados, entre las que se destacaron las dificultades que la geomorfología y la hidrología encarnaron para la red de comunicaciones, y por otro lado también fue significativa la acción de las crecientes sobre los márgenes de la localidad y las estructuras construidas en el lecho.

A su vez, el crecimiento turístico y el crecimiento de la población no fueron inertes para la corriente, sino que afectaron de diversas formas las características del río, manifestándose en esta etapa con especial fuerza la profusión de arietes y bombas, las iniciativas de generación de electricidad, los vados y puentes, la creación de estancamientos para el baño y la construcción de murallones para defenderse de las crecientes.

En definitiva, el caso de Mina Clavero evidencia una trayectoria de relación cuenca hidrográfica/sociedad especialmente estrecha, en la que la sociedad se estableció en directa dependencia con su fuente de aprovisionamiento, "su gallina de los huevos de oro". Una historia de Mina Clavero sin su cuenca, no es comprensible, son las influencias recíprocas entre las características físicas y sociales las que contribuyen a aprehender y dar sentido a su historia. Esta retroalimentación no pasó desapercibida incluso para algunos agentes de la época que atribuyeron el crecimiento de la localidad fundamentalmente a que el "esfuerzo de sus pobladores, la preferencia de los veraneantes y turistas y su belleza primitiva, unido a la sugestión de su agua ponderada, le han dado vida prospera e impulsado su expansión"54. Finalmente, nuestro trabajo confirma esas líneas, así como también la acertada afirmación del historiador Gilmar Arruda: "lo importante es percibir que la relación de los humanos con los ríos es una doble vía y evitar el reduccionismo o el determinismo"55

Notas

1. Poema anónimo. Diario Los Principios, 9 de mayo de 1929:1.

2. Worster, 2008:163

3. Worster, 2008: 164

4. Gallini, 2004:3

5. Soldano, 1908:18

6. Consejo Federal de Inversiones, 1962:721.

7. Ver mapa adjunto

8. Consejo Agrario Nacional, 1962:6

9. Barrionuevo Imposti, 1949:719

10. Ídem, p.745

11. Registros poblacionales de 1813, 1822, 1840, 1852 y 1857 y censos nacionales de 1869 y 1895

12. Alcalde Espejo, 1973:497

13. Secretaría de Recursos Hídricos y Coordinación de la provincia de Córdoba (en adelante SRHC), Concesiones de Riego de la Provincia de Córdoba, t.4 p.59

14. Compilación de leyes y decretos de la provincia de Córdoba, Córdoba, 1881, t. 9, p. 138.

15. SRHC, Concesiones de Riego... op.cit., t.32, p.33

16. Comp. leyes y decretos... 1883, p.381

17. Ídem.

18. Comp. leyes y decretos ...1902, p.189

19. Rio y Achaval 1904:520

20. Moreyra, 1992.

21. SRHC, Concesiones de Riego... , t.55 p.30

22. Archivo de la Legislatura de la Provincia de Córdoba (en adelante ALPC); Diario de sesiones de la cámara de senadores, 13 de junio de 1911:316

23. ALPC; Diario de sesiones de la cámara de Diputados, 20 de junio de 1914:509

24. En 1885, el gobierno de Córdoba ordenó al consejo de higiene pública recopilar datos sobre las aguas minerales de la provincia. La Nación, por su parte, en junio y septiembre de 1894 dispuso estudiar las fuentes de aguas minerales de Córdoba, entre otras provincias y el decreto de diciembre 29 de 1899 dispuso la reunión de un congreso hidrológico - formado por profesores de medicina, química, mineralogía y geología de Buenos Aires y Córdoba y todos los médicos recibidos en las Facultades Nacionales para estudiar las diversas aguas minerales de la república.

25. Archivo Histórico Municipal de Villa Dolores, Libro de Sesiones del Concejo Deliberante 1901-1918, 4 de noviembre de 1905, p47

26. Corti y Prilutsky, 1918:15

27. Sin embargo, no fueron los últimos proyectos en tal sentido, ya que en la década del veinte José Cocilo instaló una fábrica de soda, aguas gaseosas, soda wáter y bebidas sin alcohol dotada de maquinas y filtros modernos. A su vez, posteriormente Augusto Chammas, un químico de origen francés, instaló otra fábrica de soda en sifones, soda wáter, gyngeral y chinchibirre. Ambos, al igual que los primigenios intentos, terminaron desistiendo de sus propósitos.

28. Corti y Prilutzky, op.cit. p.29

29. Ídem, p.29.

30. Corti y Prilutzky, óp. cit., p.32.

31. Sales, Natalia. "Contribución al estudio de las aguas minerales argentinas y su acción terapéutica". Buenos Aires, 1919, en Guerrero, 2011:11.

32. Simian M. "Sierras y playas de mar" en Diario Los Principios, 7 de enero de 1922.
Yost FH. "Agua, aire y sol" en Diario Los Principios, 30 de septiembre de 1923.

33. Diario Los Principios, 21 de abril de 1928 p.4.

34. Ídem, p.15.

35. Diario Los Principios, 17 de enero de 1923.

36. Ospital, 2005:66.

37. Córdoba por la excelencia de su clima, por la belleza de sus encantadores paisajes serranos, y por la excelencia de sus caminos abiertos al turismo recreativo, es el centro mediterráneo de mayor concurrencia de veraneantes que buscan el descanso y esparcimiento reconfortantes: constituye la región del país preferido por cuento ya a ciegas, bien o mal aconsejados, llegan a su interior creyéndose hallar en sus montañas la acción tonificante y preventiva, o eficazmente curativa de su aire y de sus aguas. (estudio de climatoterapia) dos médicos y un ingeniero geógrafo para estudiar climatología y climatoterapia CLPC, Diario de Sesiones de la cámara de senadores, 27 julio 1922 p.416
El 9 de Agosto de 1927 se hizo permanente la existencia de la comisión por el gran papel que desempeñaba. CLPC, Diario de Sesiones de la cámara de senadores, 9 de Agosto de 1927, p. 175

38. CLPC, Diario de sesiones de la cámara de diputados, 23 agosto 1921:659; Diario de Sesiones de la cámara de senadores, 3 de agosto de 1921.

39. CLPC, Diario de Sesiones de la cámara de senadores, 3 de agosto de 1921

40. Comp. leyes y decretos..., 1922, p.235

41. Además del Hotel Merlo y del Romero, había abierto sus puertas el Vila, Lauro Rivero había habilitado diez departamentos y frente a la plaza se encontraban las casas de pensión de Rafael Allende y las de Bazán y Reynoso. en Diario Los Principios, 13 de enero de 1923.

42. José Martí sumó una casa de pensión y los hoteles Merlo, Romero, Vila ampliaron sus instalaciones al igual que Rivero y Walter, en 1929 se sumaría el Hotel Aguirre. Por otra parte el joven médico Horacio Amante, quien trabajaba en un importante centro de gastroenterología de Buenos Aires asociado con Mauro Matote construyó años antes una Casa de Salud, la cual desbordada por la afluencia terminó transformándose en el Hotel Fénix.

43. Diario Los Principios, 31de octubre de 1926, p.7

44. SRHC, Concesiones de Riego... t.81 p.1

45. Diario Los Principios, 5 de diciembre de 1928, p.5 y 2 de abril de 1929, p.3.

46. El gobierno encomendó al auxiliar técnico Manuel Herrera inspeccionar el sitio, y este constató la existencia de la barranca de 3,30 m de altura y la conveniencia de la construcción del muro.

47. Archivo de Gobierno de la Provincia de Córdoba, Libro de decretos, 1928

48. Diario Los Principios , 4 de octubre de 1928

49. Ídem, 8 de junio de 1929

50. Las características del río Panaholma ya se habían analizado en la década del 10. A pesar de tener el mismo origen que el Mina Clavero, al pasar por otros terrenos no graníticos y su mayor longitud, los residuos eran mucho mayores. Además ya se sospechaba que sus aguas estaban contaminadas con cantidades apreciables de nitritos. Ídem, p.31

51. Ídem, 14 de junio de 1929

52. La comisión estaba compuesta por el director de riego, ingeniero Suarez, el químico José Carlomagno, el bacteriólogo Pablo Arata y los ingenieros Masjoan y Sánchez Sarmiento.

53. Guerrero, 2002:42

54. Diario Los Principios, 9 junio de 1929, p.1.

55. Arruda, 2006:24

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