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Revista Pilquen

On-line version ISSN 1851-3123

Rev. Pilquen. secc. cienc. soc. vol.24 no.3 Viedma Sept. 2021

 

ARTÌCULO

"De los pobres a todos". El proyecto pastoral de Hesayne en la Línea Sur, durante la primavera democrática (1984-1985)

"From the poor to all." Hesayne's pastoral project on the South Line, during the democratic spring (1984-1985)

 

Ana Inés Barelli
inesbarelli@hotmail.com

Alfredo Azcoitia
alfazkoitia@hotmail.com

Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas; Instituto de Investigaciones en Diversidad Cultural y Procesos del Cambio - Universidad Nacional de Río Negro; Centro de Estudios en Ciencia, Tecnología, Cultura y Desarrollo - Universidad Nacional de Río Negro. Argentina

Recibido 26|08|2020
Aceptado 20|05|2021

 


Resumen
Miguel Hesayne se desempeñó como obispo de la Diócesis de Viedma entre los años 1975 y 1995. Durante ese periodo, Hesayne desarrolló un proyecto pastoral pensado desde la construcción de una "nueva Iglesia" que se diseñó desde el Sínodo diocesano convocado en los albores de la democracia (1983-1984). En el presente artículo nos proponemos recorrer los comienzos de esa Iglesia postsinodal a través del análisis de la campaña "una oveja para mi hermano", de la revista De Pie y del proyecto de Promotores Sociales, iniciativas que fueron desplegándose en el contexto de la nevada de 1984 y que visibilizan la concepción de Hesayne en torno al rol que debería asumir la nueva Iglesia rionegrina frente a las cuestiones sociales. Para dicha investigación hemos relevado documentos, cartas y publicaciones periódicas del archivo de la diócesis de Viedma y del archivo personal de un sacerdote cercano a Hesayne. También realizamos entrevistas en profundidad a referentes de comunidades indígenas; sacerdotes que acompañaron el proyecto del obispado en sus inicios; y a históricos funcionarios del INTA.

Palabras clave: Hesayne; Nevada de 1984; Promotores sociales; Línea Sur.

Abstract
Miguel Hesayne, -between 1975 and 1995 served as bishop of the Diocese of Viedma.. During this period, Hesayne developed a pastoral project conceived from the construction of a "new Church" that was designed from the diocesan Synod convened at the dawn of democracy 1983-1984. In this article we propose to approach the beginnings of that post-synodal Church through the analysis of the campaign "a sheep for my brother" from the De Pie magazine and the Social Promoters project, initiatives that were deployed in the context of the 1984 snowfall and that make visible Hesayne's conception of the role that the new Rio Negro Church should assume in the face of social issues. For this investigation we have collected documents, letters and periodical publications from the archive of the Diocese of Viedma and from the personal archive of a priest close to Hesayne. We also carry out in-depth interviews with representatives of indigenous communities; priests who accompanied the project of the bishopric in its beginnings; and historical INTA officials.

Key words: Hesayne; 1984 Nevada; Social Promoters; South Line.


 

INTRODUCCIÓN

Entre los años 1975 y 1995 Miguel Hesayne se desempeñó como obispo de la diócesis de Viedma, cuya extensión abarcó la totalidad de la provincia de Río Negro hasta 1993, año en el que se crean las diócesis de San Carlos de Bariloche y del Alto Valle (con sede en Gral. Roca). Fue en Río Negro donde desarrolló su proyecto pastoral, el cual planteaba la necesidad de construir una Iglesia misional, independiente del poder político e identificada plenamente con la defensa de la justicia social y de los derechos humanos. Dicho proyecto, siguiendo la periodización de Barelli (2021), fue desplegándose a lo largo de un obispado que atravesó por tres etapas distintas: La primera (1975-1979), caracterizada por las misiones, recorridas y encuentros religiosos promovidos por Hesayne, con el propósito de crear una advocación mariana que cristalizase valores y anhelos con los que se identificara el pueblo rionegrino (Barelli, 2019). La segunda (1980-1984) estrechamente vinculada al Sínodo Pastoral Diocesano1 (1983-1984), identificado como un momento "bisagra" debido a que sienta las bases para la elaboración de un programa más integral y concreto sobre lo que pretendía fuera la Iglesia rionegrina. Finalmente, la tercera etapa (1984-1993) que consistiría en la "puesta en marcha" de esa nueva Iglesia rionegrina postsinodal. Entre las primeras iniciativas impulsadas en el marco de esta ùltima etapa, las que alcanzaron mayor impacto regional fueron: el lanzamiento de la revista De Pie, la cual se inscribía en un ambicioso proyecto comunicacional impulsado por la diócesis; la organización de la campaña "una oveja para mi hermano", una respuesta de la Iglesia rionegrina ante las urgencias generadas en el contexto de la gran nevada de 1984; y el Proyecto de Promotores Sociales que posibilitó la intervención territorial a través de la articulación con actores locales, organismos estatales y organizaciones no gubernamentales del exterior.

Estas iniciativas fueron desplegándose en un contexto signado por las expectativas que generaba el retorno de la democracia en la Argentina, y también por las dificultades que comenzaban a evidenciarse en torno a la posibilidad de que dicha voluntad de cambio pudiera plasmarse en transformaciones concretas. En este sentido, Río Negro fue quizá uno de los lugares donde dicho contraste alcanzó mayor profundidad. La nevada que asoló a la denominada Línea Sur en 1984 evidenció las históricas injusticias de una provincia en la que el gobierno nacional proyectaba el espíritu refundacional del que se sentía imbuido. En función de lo expuesto hasta aquí, en el presenta artículo nos proponemos recorrer los comienzos de esa "nueva Iglesia" postsinodal de los albores de la democracia, a través del análisis de la campaña "una oveja para mi hermano", de la revista De Pie y del proyecto de Promotores Sociales, tres iniciativas que fueron desplegándose en el contexto de la nevada de 1984. Para dicha investigación hemos relevado documentos, cartas y publicaciones periódicas, las cuales se encuentran en el archivo de la diócesis de Viedma2. También realizamos entrevistas en profundidad a referentes de comunidades indígenas; sacerdotes que acompañaron el proyecto del obispado en sus inicios; y a históricos referentes del INTA. La metodología que se ha utilizado se desprende de la historia oral (Frasser, 1993; Schwarzstein, 2001). Estas fuentes orales han sido construidas como una forma "para comprender las maneras en que la gente recuerda y construye memorias" (Schwarzstein, 2001:73). Estos testimonios que entendemos como filtrados por la memoria individual y colectiva son abordados desde sus diversas narrativas obtenidas a partir, en algunos casos, de entrevistas profundas a referentes claves, o de entrevistas semi-estructuradas (individuales o grupales) con una guía de temas, en la mayoría de los mismos y conversaciones espontáneas. De esta manera, se apunta a "revalorizar y nominar a las historias personales como formas de acción con sentido en lugares y contextos, y en habitus específicos" (Mallimaci y Giménez Béliveau, 2006:180).

El artículo comienza con un breve recorrido por el proyecto del obispado de Hesayne, pasando luego a una caracterización general del contexto nacional y regional en el que dicho proyecto comienza a desplegarse. Finalmente, en el tercer apartado centramos el análisis en las principales iniciativas que plasmaron la concepción de Hesayne en torno al rol que debía asumir la nueva Iglesia rionegrina.

"DE LOS POBRES A TODOS"3. EL PROYECTO PASTORAL DE LA IGLESIA RIONEGRINA DURANTE EL OBISPADO DE HESAYNE

En 1975 el Papa Pablo VI (1963-1978) designó a Miguel Hesayne4 (1975-1995) como Obispo de Viedma. Esta diócesis tenía un origen reciente ya que hasta 1961 había conformado, junto a Neuquén y Río Negro, la Diócesis de Viedma5. Tras dicha separación, el Papa Juan XXIII designó a los salesianos Jaime De Nevares y José Borgatti como obispos de Neuquén y Viedma respectivamente. Luego del fallecimiento de este ùltimo y del reemplazo de Monseñor Alemán, Hesayne se convirtió en el tercer Obispo diocesano de Viedma.

La llegada de Hesayne en 1975 a la diócesis rionegrina estuvo marcada por los nuevos aires de cambio eclesial posconciliar6. Su proyecto pastoral atravesó una época de la Iglesia católica argentina signada por la profundización de las "tensiones existentes entre los sectores renovadores, partidarios de reformas en la Iglesia y los sectores tradicionalistas, anclados todavía en un horizonte tomista que concebía a la Iglesia como una "sociedad perfecta" que no debía contaminarse con los males del mundo moderno" (Obregon, 2007: 5). En este contexto, tanto el obispado de Hesayne en Río Negro como De Nevares en Neuquén se comprometieron con ese episcopado "renovador progresista", implementando en sus diócesis la renovación conciliar en lo referido a la pastoral popular así como también a la participación de sacerdotes y laicos desde un compromiso social. Ambos estaban convencidos de la necesidad de llevar la "opción por los pobres" al territorio e integraron la parte del clero que se vio fuertemente influida por la Teología de la Liberación. Tanto sacerdotes que adherían a esta línea como otros que eran miembros del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM), en la segunda mitad de la década de 1970 establecieron contactos frecuentes con obispos o grupos de trabajo eclesiástico de zonas rurales para realizar misiones con campesinos, obreros e indígenas (Leone, 2019). Sin embargo, como bien señala Martín Obregon (2007) las "experiencias de este tipo fueron excepcionales dentro de la Iglesia argentina y comenzaron a ser objeto de una fuerte persecución a partir de 1974" (2007:8). En contraste con la jerarquía católica a nivel nacional, los obispos norpatagónicos mantuvieron una actitud crítica frente a la dictadura, tanto por la virulencia de la represión desplegada como por el plan económico a la que esta era funcional.7 Ambos participaron activamente en organizaciones que a nivel nacional denunciaban la violación de los derechos humanos8, favoreciendo con su posicionamiento y accionar la conformación de delegaciones en sus respectivas diócesis. (Azconegui, 2014) En reconocimiento a este compromiso, en 1983 el obispo De Nevares fue convocado para conformar la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Nicoletti, 2012, Navarro Nicoletti y Nicoletti 2021), mientras que Miguel Hesayne fue invitado a integrar la Comisión de Derechos Humanos de la Provincia de Río Negro, creada al año siguiente9, para la cual envió al Presbítero Vicente Pellegrini en su representación. (Mereb, 2017)

El proyecto pastoral de Hesayne, como ya hemos señalado, se enmarcó en la concepción de Iglesia postconciliar, entendiendo que esta debía constituirse en "servidora de la humanidad". En palabras del propio obispo, si bien la Iglesia "viene de lo alto surge desde abajo, por eso no puede construirse sin historia y se construye a través de la historia" (Hesayne, Dieuzeide y Moia, 2016). Desde esta perspectiva, la Iglesia se piensa como mancomunada con su pueblo, independiente del poder político y abiertamente identificada con los pobres, la defensa de la justicia social y los derechos humanos (Nicoletti, 2012: 194-195). En su Primera Carta Pastoral publicada en 1975, Hesayne afirmaba que la Iglesia debía ser "(…) orante, misionera, atenta y sensible al momento histórico que le toca vivir y en el que actùa (…) una Iglesia pobre con la pobreza evangélica de la disponibilidad de servir al situado en necesidad física o principalmente espiritual en cumplimiento de su razón ùltima el servicio de la salvación"10. Este posicionamiento ideológico que enfatizaba el compromiso político y social adquirió mayor anclaje territorial luego de emprender, en ese mismo año, su recorrido por toda la geografía rionegrina. Esto le permitió dimensionar tanto las enormes diferencias sociales como las históricas fracturas regionales que moldearon esa provincia. Esta experiencia se plasma en las primeras definiciones de su proyecto pastoral cuando sostiene la necesidad de "hacer la comunión entre los diversos rionegrinos, construir una Iglesia Comunional desde cada parroquia territorial".11 En este marco recorrer y conocer cada rincón de la provincia se torna un objetivo prioritario, construyendo símbolos y generando acciones que contribuyeran, segùn sus palabras, a crear un "encadenado", que "uniera efectivamente a los feligreses de cada parroquia entre sí y con las demás diócesis"12. De esta forma buscaba construir una Iglesia que "se transforme más y más en una comunidad participativa… (en un) lugar de comunión fraterna y servicial, enamorada del Dios Vivo"13.

En función de estos objetivos identificamos, siguiendo la periodización de Barelli (2021), tres momentos significativos que fueron delineando esa nueva Iglesia rionegrina proyectada por Hesayne. El primer momento (1975-1979) estuvo marcado por las diferentes misiones, recorridos y encuentros del obispo con religiosos y religiosas dentro de la provincia, teniendo como eje vertebrador la construcción de una imagen mariana que pudiera identificarse con el pueblo rionegrino. En palabras del obispo, la "Virgen Misionera" constituyó un "gesto generador de conciencia de la Iglesia particular rionegrina cuyo objetivo global fue la evangelización de la provincia…"14 (Nicoletti y Barelli, 2019; Barelli, 2019). La iconografía de esta Virgen creada en 1978, la cual se constituyó en la patrona de Río Negro, remitía a una campesina pobre con rasgos mapuches, cuyo rostro buscaba expresar el sufrimiento de los sectores populares patagónicos (Barelli, 2021).

El segundo momento (1980-1984) se relaciona con el proyecto del Sínodo15 Pastoral Diocesano, el cual fue anunciado en 1980 y comenzó a desarrollarse entre los años 1983 y 1984, publicándose sus resultados en 1985. Se afirmaba allí que el sínodo constituía una propuesta de carácter normativo que expresaba "los criterios pastorales, fundamentales e insustituibles para planes que se han de proyectar a nivel parroquial diocesano, y para la actividad del agente de pastoral que actùe, de una u otra forma, en nuestra Iglesia particular rionegrina"16. Consideramos que este fue un momento "bisagra", no sólo porque contribuyó a generar una sistematización de las problemáticas y necesidades de los diferentes territorios que componen la provincia sino también porque sentó las bases de una propuesta en la que las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs)17 se constituyeron en el eje de la transformación que impulsaba la Iglesia. Quizá "De los pobres a todos" fue una de las frases que mejor condensaron el espíritu que guió la etapa sinodal. En sus páginas se afirmaba que "La primera instancia en nuestra acción evangelizadora es reconocer la pobreza miseria concreta en Río Negro: el hambre y falta de vivienda de muchas familias; la desocupación y marginación de muchos trabajadores; la opresión en que subsisten los aborígenes, primero dueños de esta tierra patagónica; los peones de chacras y campos desprotegidos socialmente; los trabajadores golondrinas; los migrantes, especialmente chilenos; los pobladores de barrios periféricos, centros suburbanos y zonas rurales".18

Finalmente, el tercer momento (1984-1993) es el de la "puesta en marcha" de esa nueva Iglesia rionegrina postsinodal. En esta etapa se despliega una gran variedad de acciones colectivas como la "Misión Popular Mariana" y los diferentes encuentros de jóvenes, tendientes a "Revitalizar las decisiones sinodales y los pasos ulteriores dados"; como también el proyecto de Recuperación de la lengua indígena (1989-1990). Asimismo, de este conjunto de iniciativas lanzadas en los ochenta, sin lugar a duda la publicación de la revista De Pie (1984-1989); la campaña "una oveja para mi hermano" y el proyecto de Promotores Sociales, se cuentan entre las que alcanzaron mayor impacto en la región. La primera de ellas se inscribe en un proyecto comunicacional19 popular impulsado por la Diócesis que tuvo a la revista entre sus acciones más destacadas. Dicha publicación fue fundada por el Obispo Hesayne y dirigida por Néstor Busso, secretario de Comunicación en el Obispado de Viedma. La segunda, refiere a una campaña realizada en el contexto de la nevada de 1984 que tuvo como objetivo más visible, pero no el ùnico, la reconstrucción de las unidades productivas familiares a través de donaciones de particulares (Mombello, 2018:165). La tercera, procuraba avanzar en el proceso de organización comunitaria capitalizando el trabajo territorial iniciado con la recolección y distribución de los animales donados durante la campaña.

Estas acciones comenzaron a desplegarse en un contexto particular para Río Negro, en el que se conjugaban las expectativas generadas por la recuperación democrática en la Argentina con las históricas injusticias padecidas en la Línea Sur, las cuales se revelaron en toda su dimensión luego de la nevada de 1984.

UN CRUDO INVIERNO EN PLENA PRIMAVERA DEMOCRÁTICA

El triunfo del radicalismo en las elecciones del 30 de octubre de 1983 marcó el comienzo de una transición democrática que asumió entre sus objetivos centrales el de desmantelar el autoritarismo militar, permitiendo el enjuiciamiento de los responsables del terrorismo de Estado, y el de generar condiciones que permitieran el goce pleno de los derechos civiles. Este retorno a la vida democrática, tras siete años de una cruenta dictadura, generó un profundo proceso de repolitización de la sociedad argentina, no sólo impulsado por la reinstalación de demandas postergadas, sino también por las promesas que la propia idea de democracia despertaba (Lesgart, 2003).

La victoria de Raùl Alfonsín no sólo cerró el período de alternancia en el poder entre civiles y militares, sino también quebró la hegemonía electoral detentada por el peronismo desde su creación (Quiroga, 2005:84). En este sentido, cabe recordar que al comienzo de su gestión, el presidente intentó articular una "nueva tradición" política que incorporara también la historia del peronismo (Vommaro, 2006:257). Por ese entonces, sectores cercanos al mandatario manifestaban abiertamente su deseo de que la experiencia alfonsinista se constituyera en la "tercera etapa del movimiento nacional", estableciendo así una continuidad histórica con los gobiernos de Hipólito Yrigoyen y Juan Domingo Perón (Aboy Carles, 2010). En materia económica, el gobierno radical buscó implementar un plan tendiente a alcanzar un incremento en el salario real, con el objetivo de avanzar hacia un reparto más equitativo del ingreso nacional, a la vez que permitiría recomponer la demanda, recuperando así los niveles de producción industrial perdidos durante los años de dictadura. En el frente externo proponía entablar una negociación conjunta entre los países latinoamericanos con el fin de reestructurar los pagos de la deuda de modo que fueran compatibles con el modelo económico que se procuraba establecer (Ortiz y Schorr, 2006). En síntesis, el alfonsinismo pareció conjugar los anhelos de cambio que demandaba la sociedad, lo cual se plasmó en una gestión que nacía con una fuerte impronta refundacional, con la recuperación de algunos aspectos del ideario nacional y popular tales como la justicia social y el antiimperialismo. Sin embargo, esta "primavera alfonsinista" rápidamente mostraría sus límites.

Las elecciones de 1983 tuvieron efectos similares en Río Negro. Por un lado, los resultados de los comicios también provocaron una gran sorpresa en esta provincia patagónica. El claro favorito para alcanzar la gobernación era el histórico dirigente peronista Mario Franco, sin embargo acabó triunfando el radical Osvaldo Álvarez Guerrero (1983-1987), claramente beneficiado por el arrasador triunfo de Raùl Alfonsín (Camino Vela, 2013).Por el otro, a tono con el clima de época, el flamante gobernador20 planteaba una agenda que tenía entre sus ejes la recuperación de la soberanía popular y la plena vigencia de los derechos humanos. En este sentido, postulaba la integración política, social, cultural y económica como uno de los sellos distintivos de su plan de gobierno (Camino Vela, 2013). En materia económica, Guerrero afirmaba la necesidad de impulsar un "desarrollo armónico e integrado" en una provincia históricamente desarticulada. Asimismo, el gobernador expresaba también el objetivo de hacer cumplir los derechos sociales, protegiendo al trabajador y su familia, así como también a través de la participación de todos los actores en la política salarial, en particular los trabajadores y sus sindicatos, acorde con el programa redistributivo impulsado por el gobierno nacional en su la primera etapa (Camino Vela, 2013).

Para ciertos sectores vinculados al presidente Alfonsín, en su mayoría intelectuales progresistas de formación universitaria, Río Negro constituía una provincia nueva que ofrecía posibilidades ciertas de alcanzar un desarrollo social más equilibrado y con una estructura productiva moderna. Desde esta perspectiva, la inexistencia de una suerte de aristocracia provincial favorecería la construcción de una nueva cultura (Pose, 2009). En este punto vale recordar la iniciativa del ejecutivo nacional tendiente a trasladar la capital federal hacia "el sur, el mar y el frío"21. De esta forma, a comienzos de la transición democrática la provincia emergía como una tierra de promesas en la cual, como sostiene Camino Vela, "la regeneración política, el republicanismo, la modernización democrática, el cambio social y la participación y distribución de los beneficios sociales, ejes de la modernidad alfonsinista, serían posibles…" (2013).

Sin embargo, este optimismo inicial generado por el retorno democrático y por discursos que construían a la provincia como potencial materialización de sus promesas contrastaría fuertemente con las profundas desigualdades que moldearon la Línea sur y que la gran nevada de 1984 contribuyó a visibilizar.

Esta región comprende la porción sud-oeste de la provincia, abarcando una superficie de unos 114.00 kilómetros cuadrados, lo que constituye el 60% del territorio rionegrino. Presenta características geofísicas de estepa patagónica, clima semiárido, y con una densidad población de 0,3 habitantes por km2, en el que residen en la actualidad unos 35.000 habitantes (Conti y Sánchez, 2019). Al igual que el resto de la Patagonia, su incorporación estatal por medios violentos, en el marco de las "Campañas militares de conquista (Navarro Floria, 2006), constituye un evento estructurante de su historia y de los términos en que se ha organizado su sociedad (Pérez y Delrío, 2019:31). En este sentido, acabó imponiéndose en la Línea Sur un modelo productivo basado en la articulación de la explotación ovina, la estancia y el ferrocarril22, cuya principal actividad se centraba en la extracción de fibra/pelo y su posterior venta a empresas metropolitanas, sin generación de valor agregado local (Conti y Sánchez, 2020: 203). Paralelamente, fueron conformándose distintos poblados y parajes rurales en torno a economías campesinas de pequeña y mediana escala, las cuales combinaban el autoconsumo, el trueque y la venta, en vinculación con la lógica productiva hegemónica mencionada anteriormente. A la tradicional cría de ganado ovino y caprino, se suma la de aves menores, como también la producción hortícola (en invernadero y en huerta), de frutales y de forraje. Asimismo, debe incluirse actividades secundarias como las artesanías en cuero y tejido; y la elaboración de dulces (Conti y Sánchez, 2020: 208).

Es en este territorio, uno de los más postergados de la provincia, con altos índices de analfabetismo, desnutrición y desocupación23, donde Hesayne comenzó a plasmar su proyecto postsinodal.

"CUANDO SE COMPARTE SIEMPRE SOBRA". EL PROYECTO DE LA IGLESIA RIONEGRINA EN LA LÌNEA SUR

Desde su llegada a Río Negro, Hesayne manifestó su preocupación por el abandono y la pobreza a la que estaba sometida la región sur de la provincia. Tanto en las primeras cartas pastorales (1975-1978) como en la posterior publicación del Sínodo (1985), el obispo denunció abiertamente lo que caracterizaba como una ausencia total del Estado, la cual era funcional al proceso de concentración de la propiedad de la tierra y de desplazamiento hacia las ciudades al que se veían obligadas muchas de las víctimas de este despojo. En el Sínodo se afirmaba que:

"Mientras unos pocos propietarios acumulan grandes extensiones, gran parte de nuestros paisanos ocupan tierras fiscales, que habitaron durante años, sin que les sean adjudicadas en propiedad. Empobrecidos, emigran hacia los centros urbanos, donde van a engrosar los barrios marginados, sin mínimas condiciones de vivienda, infraestructura sanitaria ni educativa para recibirlos."24

En sus intervenciones pùblicas, el obispo rionegrino no se limitaba a señalar la marginación, la pobreza o el trabajo infantil como problemas que asolaban a la región sino también identificaba sus causas denunciando la injusta distribución de la riqueza y a sus beneficiarios. En la revista De Pie, publicación sobre la cual profundizaremos en el apartado siguiente, la caracterización de la "Línea Sur" se centraba en la desigualdad padecida por los pueblos indígenas, la cual se originaba y reproducía en diferentes formas de limitar su acceso a la tierra. Señalaba allí que sólo un "5% de productores ocupan más del 30% de las tierras con campos de más de 10.000 hectáreas, mientras que el 20% de productores ocupa el 3% de la tierra [siendo que] entre el 40% y el 50% de las tierras son fiscales"25.

Esta temprana preocupación por la "Línea Sur" evidenciada por el obispado adquirió una nueva dimensión luego de la gran nevada de 1984. En este contexto, se desplegaron sobre el territorio distintas acciones pastorales que fueron sentando las bases de un proyecto comunitario regional inspirado en esa Iglesia postsinodal concebida por Hesayne.

La revista De Pie como eje de acción y denuncia

Como referimos en apartados anteriores, entre las iniciativas impulsadas por el Obispado de Viedma a comienzos de los ochentas se destacó la creación de la revista De Pie 26 la cual se enmarcó en un proyecto comunicacional alternativo y popular27. La revista fue fundada por el obispo Hesayne, quien nombró como director a Néstor Busso, secretario de Comunicación en el Obispado de Viedma. La misma se publicó entre octubre de 1984 y junio de 1990, año en el que dejó de editarse "…por serias dificultades de origen fundamentalmente económicas…"28, segùn manifestaron los propios responsables de esa experiencia comunicacional. De Pie tuvo una tirada de 5000 ejemplares29 que se vendía en forma unitaria o a través de suscripción anual, teniendo en este ùltimo caso un precio diferencial segùn se estuviera en Argentina, América Latina o "demás países". A partir del segundo nùmero se habilitó también una "suscripción de apoyo" que equivalía a una vez y media la anual. A lo largo de sus 29 nùmeros, la revista abordó diversas temáticas entre las que se destacaron los derechos humanos, los problemas de vivienda, el acceso a la tierra, las poblaciones indígenas, el rol de los medios de comunicación en una sociedad democrática, la situación de los trabajadores, las disputas sindicales y el endeudamiento externo. La perspectiva desde la cual se abordaban estos temas quedaba explicitada desde la elección misma del nombre. En su primer nùmero se explicaba que el mismo estaba inspirado en la frase del profeta Isaías que rezaba: "pónganse de pie, levanten sus cabezas, la liberación está próxima". Unas líneas abajo manifestaba que ese mensaje "de esperanza es al mismo tiempo un programa para nuestra provincia, nuestro país y América Latina", estableciendo así el escenario sobre el que debía desplegarse esta misión liberadora a la que la revista se proponía contribuir. El destinatario de sus intervenciones, el sujeto al que interpelaba en ese llamado a ponerse de pie y levantar la cabeza, quedaba explicitado cuando afirmaba que el objetivo de la publicación era "recoger la vida de Río Negro, especialmente de aquellos a quienes se les ha quitado la posibilidad de expresión…". Apelando a las estaciones como metáfora del cambio político que atravesaba nuestro país, sostenía que luego del "duro invierno que vivimos los argentinos" había comenzado la primavera democrática, la cual demandaba para su consolidación el "…esfuerzo y la participación de todos para hacer efectiva la igualdad de posibilidades, la justicia y la fraternidad". Esta coincidía con "la primavera de la Iglesia de Río Negro, rejuvenecida para anunciar a Jesucristo en el Sínodo Pastoral que ahora debemos llevar a la práctica"30. En la sección "Dígame Padre", espacio en que Busso realizaba una breve entrevista al obispo rionegrino, Hesayne afirmaba que la revista debía constituirse en "un instrumentos para orientar a cada uno que se transforme en un miembro activo para construir una sociedad más justa, libre y solidaria". De esta forma, los objetivos que se proyectaban sobre la joven democracia comulgaban con la transformación que proponía alcanzar la evangelización, entendida esta ùltima no como una tarea "individualista sino desde una comunidad". En palabras de Hesayne, la revista debía contribuir con este objetivo al "despertar en cada uno de nuestros rionegrinos el sentido personal y comunitario de la existencia"31.

Sin lugar a dudas, el tema central de los primeros nùmeros fue la intensa nevada de 1984 y sus consecuencias. En el transcurso de los meses de junio y julio se acumularon dos metros de nieve en la región, generando una crisis que se agravó en septiembre con las inundaciones producidas por el deshielo32. En la revista estimaban que las pérdidas ascendían a unas 700.000 ovejas y cabras, alertando también sobre los parajes que a fines de septiembre aùn se encontraban aislados y en situaciones de extrema emergencia. Sin embargo, en sus notas buscaba establecer con claridad que los problemas de la "línea sur" no eran de naturaleza climática sino histórica. El "…aislamiento y la pobreza…" en la que vivía "…la mayoría de la población de esta región" era atribuido al "deterioro" de la explotación lanera cuyas causas radicaban en "la poca extensión de las tierras de cada productor, el retroceso tecnológico y la deficiente comercialización". Para dar cuenta del estado en que había quedado la región después del deshielo, la revista apela a la voz de "un paisano", el cual identifica la concentración de la propiedad como problema central al afirmar que "…nos corren el alambrado, antes teníamos tierras para invernada y veranada, pero las mejores tierras de invernada nos las han quitado. Las alambraron los blancos"33. Sin pretensión de equidistancia alguna, de la cual se vale la prensa "independiente"34 para aparentar objetividad35, De pie no se limitó a describir las penurias por las que atravesaban los pobladores, sino que se propuso evidenciar las causas profundas de sus padecimientos inscribiendo las consecuencias de la nevada en el marco de históricas relaciones de sometimiento y explotación. En la esta línea, podía leerse al Ministro de Recursos Naturales de la provincia de Río Negro, Grenville Morris, afirmando que el problema de la línea sur no era la nieve sino "la explotación del hombre por el hombre", identificando el rol que le cupo en dicha relación a los "terratenientes medianos y grandes…acostumbrados…a usar a los mapuches como brazo derecho, pero que no lo remunera, no lo recompensa como es debido". En este sentido, Morris reconocía también la existencia de "abusos de… gente que ha avanzado hacia un arreglo muy especial con las autoridades, que han sido proclives a desplazar a los paisanos y, lamentablemente, son hechos consumados porque desgraciadamente esta sociedad nos obliga a manejarnos con papeles firmados…. Tenemos que respetarlo por razones de organización". En el discurso del ministro se explicitaba la distinción entre el carácter legal pero ilegítimo de esa propiedad, pese a reconocer la situación como irreversible en el marco social, político y económico vigente. En otro pasaje de la entrevista, el funcionario provincial avanzaba en este planteo al cuestionar incluso la legalidad de origen de dicha propiedad revelando la "complicidad del juez de paz, de comisarios, de leguleyos, o falsos leguleyos, que han favorecido la cultura nuestra, a la blanca"36.

Sin embargo, lejos de limitarse a la denuncia de las causas pasadas y presentes que configuraban esa desoladora escena que emergía luego de la nevada, la revista interpelaba a sus lectores a la acción al afirmar que "Ahora en esta Argentina en democracia, con la participación de todos, llegó el momento de las soluciones"37.

"Una oveja para mi hermano", más que una campaña de donaciones

En los meses posteriores a la nevada se planteó la necesidad de asistir rápidamente a los pobladores de la región. En una entrevista realizada por De Pie, Morris daba cuenta de la urgencia al afirmar que "... estamos hablando de una campaña de 50 o de 100.000 animales de reposición que si no se hace este verano, el próximo invierno esa gente queda totalmente a la deriva, obligada a emigrar"38. Pese a que el gobierno provincial puso en marcha un "plan ganadero" tendiente a recomponer en parte las majadas perdidas (Conti y Sánchez, 2019), lo que ha dejado una huella imborrable en la memoria colectiva fue la campaña organizada desde la Iglesia rionegrina denominada "una oveja para mi hermano", también llamada por los pobladores como "una oveja para mi peñi".39

La forma en que Hesayne concebía la intervención en la Línea Sur tenía una fundamentación clara. Para el obispo rionegrino la "señal de que el Amor de Dios permanece entre nosotros es que nos amemos los unos a los otros como hermanos, el amor es concreto: es compartir". Desde esta perspectiva, la campaña interpelaba a la feligresía invocando el concepto de "comunión" en tanto "comùn-unión con Dios y entre nosotros… los hombres somos hermanos y formamos la gran familia de Dios…". En el discurso de Hesayne, el amor al prójimo no podía ser una mera abstracción o fórmula retórica invocada en rituales de ocasión sino que debía volverse acción transformadora. En palabras del obispo, el amor debía ser "concreto, eficiente, realizador" y si bien aclaraba que "nadie" en Río Negro podía ignorar la cantidad de necesidades existentes, "…las urgentes están en la línea sur". En función de ello, Hesayne lanzó a través de distintos medios de comunicación una campaña en la que convocaba a la población de la siguiente forma: "Les pido que cada rionegrino ayude a repoblar de animales la Línea Sur, para que nuestros hermanos más pobres de esa zona puedan vivir con dignidad, como hermanos nuestros e hijos de Dios". En su discurso, "una oveja para mi hermano" no agotaba su sentido en la mera apelación a la caridad sino que debía convertirse en una "consigna de fraternidad, de amor, de liberación, de salvación…", imprimiéndole así una clara dimensión política. En este marco realizaba un llamado especial a ciertos actores de la región, interpelando "…a los hacendados que den al menos el 1% de sus ovejas (...) y a los empresarios cristianos les pido que den al menos el 1% de sus ganancias…", recordándoles que "la fraternidad que forja la Eucaristía pasa por las cosas, por lo material". La convocatoria finalizaba con una referencia a Jesùs, afirmando que antes de anunciar el sacramento de la Eucaristía alimentó a miles de personas con "pan material"40.

En marzo de 1985, De Pie publicó los resultados de la campaña y los criterios que se utilizaron para la distribución de los animales. El artículo daba cuenta que había sido "…intensa la movilización…" generada en ciudades como Viedma, General Roca, Villa Regina y Bariloche, atribuyendo un rol fundamental a la contribución brindada por los medios de comunicación. La revista destacaba que las radios locales habían dedicado"…días completos de programación o maratones radiales apoyadas por grupos de jóvenes que recorrían las ciudades"41. La nota señalaba también el impacto que tuvo la campaña en los medios nacionales, destacando las entrevistas realizadas a Hesayne en los programas "Sin anestesia" y "Magdalena y las noticias", emitidas en Radio Belgrano y Radio Continental respectivamente.

En relación a lo recaudado, la campaña consiguió reunir $ 7.010.005, que segùn las estimaciones realizadas por la revista alcanzaría para unas 3500 ovejas, las cuales se sumarían a las 7 u 8.000 que el gobierno nacional se había comprometido a donar. En el mismo artículo se afirmaba que lo obtenido era "…realmente muy poco frente a tanta necesidad…" y que resultaba fundamental lograr una distribución que permitiera compensar a los que menos tienen. Frente a esta situación, De pie daba cuenta que los criterios de distribución habían surgido de "…los mismos pobladores de la Línea sur". En una asamblea de pequeños ganaderos de Barril Niyeuse también se decidió elegir delegados por zona para organizar la distribución. Finalmente se definió que recibirían 90 animales aquellas familias con hijos menores de quince años que hubieran quedado con menos de 300 ovejas. En el caso de las que no alcanzaran los 100, se decidió que recibirían la cantidad necesaria que les permitiera completar los 200 animales. Las familias con hijos mayores de quince que tuvieran menos de 150 animales recibirán 50. Se aclaraba que los beneficiarios "…debían vivir en el lugar, ser conocido de la zona y no ser comerciante…"42. La distribución se realizaba en reuniones con participación de los vecinos y la coordinación de un delegado. Las personas que recibían las ovejas debían firmar un recibo-compromiso de que por dos años no venderían ni cederían a interés los animales recibidos, durante ese tiempo debían certificar el destino de las lanas y cueros presentando los recibos de venta.

Pese a considerar insuficiente el monto recaudado en función de las necesidades de la región, lo cual también pudo deberse a cierta reticencia de los grandes propietarios a participar, la evaluación general sobre la campaña fue positiva. En la revista impulsada por Hesayne se destacaba como lo más importante que "… de esta ayuda surja una experiencia de organización, superando así el tema de las ovejas porque en definitiva la principal ayuda está en la solidaridad de los mismos lugareños porque cuando se comparte siempre sobra"43.

EL PROYECTO DE PROMOTORES SOCIALES

En la concepción de Hesayne, la intervención de la Iglesia en la Línea Sur debía contribuir a extender y fortalecer la organización comunal, lo cual intentó instrumentar a través del Proyecto de Promotores Sociales. Las distintas fuentes consultadas coinciden en señalar que dicho proyecto fue idea de Grenville Morris. Si bien ya hemos mencionado su cargo de Ministro de Recursos Naturales de la provincia entre los años 1983 y 1985, sería injusto circunscribir su biografía a este fugaz paso por la arena política. Morris fue un veterinario con reconocida trayectoria en el INTA44 y una temprana y estrecha vinculación con la Línea Sur. Es recordado por su compromiso con el desarrollo de la región y con la organización de los pequeños y medianos productores, lo cual se plasmó en su programa radial "El INTA en la Patagonia", emitido por primera vez en 1976.

Sobre los Promotores sociales, Grenville Morris afirmaba, en el contexto de la nevada, que en la Línea Sur era necesario "…insertar personas que realmente estén dispuestas a volcar el aspecto socio-cultural hacia carriles más modernos sin destruir la cultura tradicional…"45. En palabras del funcionario, los blancos "…hemos implantado las reglas del juego" y por eso debía introducirse en el territorio personas que "…entienda esas reglas, y que puedan ser interlocutores válidos en el cambio de actitud y criterios hacia la producción".Desde esta perspectiva, el promotor adquiere un claro carácter paternalista, ya que no solo lo construye como portador de una modernidad productivista llamada a modificar aspectos culturales que retenían al "paisano" en el atraso, reproduciendo así la idea de racialización46 de las causas de la pobreza; sino también como su protector al conocer los mecanismos legales que habían operado y operaban para su despojo. La importancia que debía adquirir esta figura lleva a Morris a afirmar que tenían que constituirse en "…el reemplazante de lo que fue el cacique en la época de gloria de esta gente."47 Luego de presentar su renuncia como ministro, Morris le llevó a Hesayne su propuesta de formación de promotores sociales. En palabras del párroco Juan Ángel Dieuzeide48, un estrecho colaborador y amigo del obispo rionegrino, la idea del veterinario del INTA apuntaba a "…capacitar a un grupo de jóvenes "huinca" que "quisieran a los mapuches", que los pusieran al tanto de las trampas de los "huinca", y él veía que muchos de los jóvenes misioneros católicos que venían a misionar en el verano a la Línea Sur contaban con esas características"49.

Sin embargo, el propio Dieuzeide aclara que se introdujeron cambios a esta propuesta luego que Hesayne consultara a los "agentes pastorales"50 presentes en el territorio. La modificación principal consistió en centrar el proyecto en personas que estuvieran trabajando con las comunidades en lugar de traerlos de afuera. En este sentido, el párroco recuerda que finalmente entre los promotores terminó habiendo tanto "mapuches" como "huincas".

Morris aceptó el nuevo esquema y se convirtió en el primer Coordinador General del Proyecto de promotores de la Línea Sur, lo cual favoreció su articulación con el INTA. Segùn Guiraudo, director del organismo en la Estación Experimental de Bariloche (1985-1993), la base del proyecto era "…organizar a los productores para la defensa de su producción y de otros intereses como la tierra y el uso de otros recursos naturales…". Históricamente las cooperativas han sido un instrumento efectivo para sortear la intermediación del mercachifle o los abusos de los bolicheros51. En este marco el INTA contribuía con el "… aporte de tecnología en general, el manejo de los recursos naturales, el manejo del agua, la eficiencia en la producción tanto de ovinos como caprinos…"52. Guiraudo destaca también la actividad de extensión características del organismo, la cual fue muy importante en este proyecto para la articulación de "…los campesinos con el obispado"53.

El proyecto es recordado en la región como un momento de quiebre en el proceso de construcción comunitaria. En este sentido, Melli54, actual dirigente mapuche y uno de los primeros promotores sociales de la Línea Sur, caracteriza la nevada del 84 como "un antes y un después"55, no sólo por las penurias que tuvieron que atravesar sino también porque a partir de esa experiencia las familias comenzaron a trabajar en forma colectiva a través de prácticas cooperativas estimuladas por el obispado, lo cual, como fue su caso, derivó en una mayor militancia política por su comunidad56. En la misma clave, Painefil, referente del Espacio de Articulación Mapuche y Construcción Política (EAMyCP)57, afirmaba: "…todos deben recordar que en el 84 hubo un gran desastre, una nevada por la que prácticamente la gente de la Línea Sur se quedó sin animales. Un desastre grandísimo. Y tengo que recordar a una persona que nos dio un poder muy grande y pensó en un proyecto que nos permitió organizarnos: el obispo Hesayne. Él hizo una campaña: Una oveja para mi hermano. Los que trabajamos en aquel momento organizamos a la gente, organizamos cooperativas y en ese contexto, también nació el Consejo Asesor Indígena, del cual yo fui parte desde el comienzo"58.

Al igual que Melli, Painefil señala la importancia del obispado rionegrino en el contexto de la nevada y la forma en que dicha intervención propició la conformación de un espacio de organización colectiva que contribuyó a la recuperación de derechos. En otro pasaje de su discurso enfatiza la profundidad del cambio dando cuenta de su densidad temporal, al afirmar que: "Aquel acontecimiento fue histórico porque en el 85 cuando nació la organización, hacía 100 años que se había entregado Sayweke. En 1885, en enero, se había entregado nuestro lonco en Neuquén, se rindió definitivamente con todos sus loncos y toda su gente, derrotado y prácticamente sin fuerzas. Estuvimos silenciados 100 años, pero cuando nació esta propuesta a consecuencia de la nevada, cuando nació la organización, fue como que empezamos a recuperar nuestra lengua ancestral, nuestra gente empezó a hablar. La gente nuestra, que es la gente que no fue a la escuela, que no sabe leer o escribir, pero que tiene la convicción de defender su tierra y sus derechos"59.

En este sentido, Conti y Sánchez sostienen que bajo la consigna de "superar la situación de las ovejas", la acción de los promotores se orientó a visitar los parajes e incentivar a la población a ser parte de grupos cooperativos para potenciar el trabajo y la organización, así como construir demandas ante el Estado provincial (2020:213). Como bien advierten los autores, las cooperativas permitieron también revalorizar formas de vida comùn atravesadas por historias violentas, de despojo y silenciamiento (Conti y Sánchez, 2020:210-211). Cañuqueo, Kroppf y Pérez identifican la nevada de 1984 y el rol de las cooperativas como un momento en el proceso de comunalización60, signado por una crisis exógena que impacta directamente sobre los pobladores, visibiliza su vulnerabilidad y padecimientos sedimentando sentidos de pertenencia, valores y pautas (2015:162). Por su parte, Laura Mombello destaca el rol que desempeñaron los Promotores Sociales en el proceso que derivó en la sanción de la Ley 2.287/88, la cual dio lugar al surgimiento del Consejo Asesor Indígena (CAI), organización que nucleó a los pobladores rurales de la Línea Sur, tanto mapuche como criollos. Dicho Consejo se consolidó como organización supracomunitaria y consiguió el apoyo de partidos y sindicatos, convirtiéndose en un actor importante en la arena política provincial (2018: 167). Fue precisamente esta dimensión del proyecto en la que Hesayne estaba más interesado en profundizar. En este punto cabe recordar las palabras de Melli destacando como uno de los aspectos más positivos el hecho de que los promotores tenían "… libertad de acción y no había compromiso religioso como contraparte". Señalaba el dirigente mapuche que "…Hesayne siempre nos remarcaba el compromiso social y político, tenía una visión muy de avanzada, una gran apertura"61. No obstante, esto le valió algùn cuestionamiento al obispo rionegrino por parte de quienes, como Dieuzeide, creían que el proyecto debía poner un mayor énfasis en la misión pastoral. En este sentido, el párroco afirmaba que: "en ese momento Hesayne priorizó el sentido social, yo soy un convencido de esto y por eso coincido con Francisco "la Iglesia no es una ONG", nosotros lo hacemos siempre desde la fe… y eso tiene que estar siempre explícito, no para hacer propaganda pero si para no perder el objetivo (...)"62.

En otro orden de cosas, el proyecto contó con el financiamiento de MISEREOR63, una organización católica alemana relacionada con el combate de la pobreza en América Latina, África, Asia y Oceanía. En palabras de Dieuzeide, Hesayne "tenía muy buena relación con los episcopados europeos más progresistas (…). Entonces él presenta el proyecto para promotores de la línea sur a MISEREOR y ellos le ayudaron mucho para comprar camioneta, viajes, para organización…"64. El financiamiento se aprobó el 24 de junio de 1985 en una reunión convocada por Hesayne, en la que participaron, segùn la revista De Pie, miembros de la Vicaría de la Fraternidad, del CEDEC (Centro de Desarrollo de Comunidades) los párrocos de Valcheta, Ing. Jacobacci y Pilcaniyeu y el Sr. Grenville Morris. En dicha reunión se informó sobre la asignación del subsidio de 580.000 Marco (160.000 Australes65) otorgado por la organización alemana y se intercambiaron opiniones sobre la forma de implementar el proyecto, fijando como objetivos principales el "…promover la participación y organización de los poblaciones de la Línea Sur (...) responder a las necesidades de los mismos pobladores atendiendo de ellos y apoyándolos técnicamente"66.

REFLEXIONES FINALES

En el presente artículo propusimos un recorrido por los comienzos de la Iglesia rionegrina postsinodal a través de sus intervenciones en uno de los espacios más pobres y postergados de la provincia, a principios de los años ochenta. Si bien dichas intervenciones se produjeron en el contexto de una catástrofe climática, las mismas no constituyeron una mera respuesta coyuntural ante las consecuencias de la nevada sino que, por el contrario, se inscribieron en un proyecto pastoral que comenzó a elaborarse en el marco de las sesiones sinodales de 1983 y 1984. En dicho proyecto, la evangelización se concebía como acción concreta y transformadora en favor de los más vulnerables.

Esta perspectiva recorre cada una de las páginas que la revista De Pie destinó para abordar la dramática situación por la que atravesaban los pobladores la Línea Sur luego de la nevada. El discurso que despliega la revista no sólo dio cuenta de la fragilidad de la economía de subsistencia en la que dichos pobladores estaban inmersos, sino también de sus causas, evidenciando las históricas relaciones de explotación que las moldearon. En el mismo sentido, la campaña "un oveja para mi hermano" se propuso contribuir con la reconstrucción de las unidades productivas familiares a través de donaciones de dinero y animales, a la vez que inició un proceso de organización colectiva de los pequeños productores de la zona sur a fin de propiciar mayor fortalecimiento y autonomía, tanto económica como política. Estos objetivos acabaron plasmándose en el Proyecto de Promotores Sociales, el cual contribuyó significativamente al "proceso de cooperativización del territorio", incentivando a la población a organizarse en pos de potenciar el trabajo y la producción a través de la acción comunitaria, así como también de elaborar demandas colectivas ante el Estado. Un ejemplo de ello fue el rol destacado que les cupo a los Promotores Sociales en el proceso que derivó en la conformación del Consejo Asesor Indígena (CAI), organización supracomunitaria que acabó erigiéndose en un actor importante en la escena política provincial.

En síntesis, el recorrido por las distintas iniciativas impulsadas desde la Iglesia rionegrina a comienzos de los ochenta, evidencia la preocupación del obispo Hesayne por impulsar un proyecto que contribuyera a transformar la injusta realidad social de la provincia, aùn a costa de priorizar el compromiso social y político por encima del religioso.

Notas

1. Su definición y reglamentación está en el Titulo III capítulo I cánones 460-572 de la organización de las iglesias particulares. "El sínodo diocesano es una asamblea de sacerdotes y de otros fieles escogidos de una Iglesia particular, que prestan su ayuda al Obispo de la diócesis para bien de toda la comunidad diocesana, a tenor de los cánones que siguen". http://www.vatican.va/archive/ESL0020/__P1L.HTM

2. Agradecemos al sacerdote Juan Ángel Dieuzeide por facilitarnos su archivo personal y datos sobre referentes claves para la investigación.

3. Es una de las frases más representativas del espíritu que guió la etapa sinodal (1983-1984). (Sínodo, 1985. V. 5.1 y 5.3).

4. Miguel Hesayne nació el 26 de diciembre de 1922 en la ciudad de Azul, Provincia de Buenos Aires, Argentina. A los veintiséis años fue ordenado sacerdote y ejerció como profesor de Literatura y Latín en el Seminario diocesano de Azul, convirtiéndose luego en Rector. Fue destinado como cura párroco en Tapalqué, 25 de mayo, Lamadrid y Las Flores en la provincia de Buenos Aires, siendo designado luego como capellán auxiliar no militar en el Regimiento de Azul y en la Base Naval Azopardo. En tiempos del Concilio Vaticano II cursó estudios de Teología Pastoral en la Universidad de Lille, en Francia, y de Eclesiología con el teólogo Yves Congar en París.

5. La Diócesis de Viedma se creó en 1934 a instancias de una bula papal de Pío XI. Originalmente su jurisdicción comprendía los Territorios Nacionales de Río Negro, Neuquén, Chubut y Santa Cruz. La creación del Obispado de Comodoro Rivadavia en 1957 reconfiguró la jurisdicción de esta diócesis, la cual quedó limitada a las provincias de Neuquén y Río Negro (Nicoletti, 1999).

6. Segùn Obregon " El Concilio Vaticano II representaba la consagración de lo que habían impulsado desde comienzos de la década de 1960: una renovación en el ámbito de los estudios teológicos, una mayor participación de los sacerdotes y los laicos en la vida interna de la Iglesia, una pastoral y liturgia más cercanas a la realidad social. " (2007: 6).

7. Para profundizar sobre el rol de la Iglesia norpatagónica en el contexto de la ùltima dictadura ver Nicoletti María Andrea y Mombello Laura "La figura del primer Obispo de Neuquén y la construcción de la identidad colectiva local", en Ciencias Sociales y Religión, nùm. 7, 2005; Zanatta Loris "Religión, nación y derechos humanos. El caso argentino en perspectiva histórica", en Revista de Ciencias Sociales, nùm. 7-8, 1998; Azconegui María Cecilia, "La Iglesia Católica y la APDH neuquina frente al terrorismo de estado", en Muñoz Villagrán Jorge (éd.): Pedagogía Política en Don Jaime de Nevares. La dimensión política de su vida, Neuquén. 2012.

8. Miguel Hesayne fue miembro del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH) mientras que Jaime De Nevares integró la Asociación Permanente por los Derechos Humanos (APDH).(Azconegui, 2014)

9. El 5 de marzo de 1984, el gobernador Álvarez Guerrero decretó la creación de la Comisión de Derechos Humanos de la Provincia de Río Negro. (Decreto N°375. Poder Ejecutivo. Viedma, 5 de marzo 1984. Boletín Oficial.) El mismo establecía que debía estar integrada por "aquellas personas que más se han destacado en nuestro territorio demostrando su inclaudicable valentía y voluntad por defender el estado de derecho y la vida de los ciudadanos, repudiando la violencia y asumiendo una conducta activa frente a las graves violaciones legales de la represión ideológica e indiscriminada". (Mereb, 2017)

10. 1º Carta Pastoral de Hesayne 8/7/1977, Boletín Eclesiástico, Enero-Marzo de 1977, pp 23. Archivo del Obispado de Viedma.

11. Hesayne, Historial de la Virgen Misionera, 1979, p. 1. Obispado de Viedma, Caja Virgen Misionera.

12. Hesayne, Historial de la Virgen Misionera, 1979, p.1 Obispado de Viedma, Caja Virgen Misionera.

13. Mensaje Pascual de 1978, Boletín Eclesial de Abril- Diciembre de 1978, pp. 18. Archivo del Obispado de Viedma.

14. Hesayne, Historial de la Virgen Misionera, 1979, p. 1. Obispado de Viedma, Caja Virgen Misionera.

15. La Iglesia rionegrina convocó en octubre de 1983 al primer Sínodo Pastoral Diocesano a todos los sectores del "Pueblo de Dios de la Diócesis de Viedma" a realizarse en la ciudad de Viedma. El Sínodo se concretó en dos sesiones la primera llevada a cabo desde el 8 al 12 de octubre de 1983 con la presencia de 265 participantes y la segunda del 15 al 19 de agosto de 1984 con 311 sinodales (Presbíteros/as, Religiosos/as y Laicos). En 1985 se compilaron los resultados de estos encuentros en una publicación titulada "Exhortación Pastoral Postsinodal".

16. Exhortación Pastoral Postsinodal de la Diócesis de Viedma (Río Negro), "Para anunciar a Jesucristo", 1985. pp.3.

17. Organización pastoral que se menciona en el Documento de Medellín (1968) como "Comunidades Cristianas de Base" donde se la explica como "comunidad local o ambiental, que corresponda a la realidad de un grupo homogéneo, y que tenga una dimensión tal que permita el trato personal fraterno entre sus miembros […],Ella es, pues, célula inicial de estructuración eclesial, y foco de la evangelización, y actualmente factor primordial de promoción humana y desarrollo"( II Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe realizado en Medellín Colombia en 1968, p. 123). Posteriormente en el Documento de Puebla (1979), aparece el término "Comunidades Eclesiales de Base" (Documento de Puebla, III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano de 1979, p. 39).

18. Sínodo, 1985. V. 5.1 y 5.3.

19. Otras de las iniciativas fueron la fundación "Alternativa" y la Radio "Encuentro", la cual salió al aire por primera vez el 15 de Abril de 1990.

20. Camino Vela describe a Guerrero como un intelectual de centro izquierda que se afilió 1958 a la UCR del Pueblo y que durante el gobierno del Carlos Nielsen fue nombrado Subsecretario de Asuntos Sociales; Interventor y reorganizador del Departamento de Humanidades del Instituto Superior del Profesorado Secundario de la Provincia y presidió el Instituto Provincial de Vivienda y el Instituto de Previsión Social. Tras el golpe de 1966 se radicó en Bariloche donde ejerció como abogado, docente y periodista. Fue uno de los fundadores del Movimiento Nacional de Renovación y Cambio, línea interna del radicalismo liderada por Raùl Alfonsín y Conrado Storani. En 1973 fue elegido diputado provincial, con el golpe de Estado fue detenido desaparecido y alcanzó su libertad a las 72 horas por las gestiones de Arturo Illia y el partido radical. Debido al contenido crítico de sus notas periodísticas las autoridades militares de Río Negro le prohibieron por decreto toda aparición pùblica y lo declaró "inhabilitado para el diálogo" (Camino Vela, 2013).

21. En su discurso del 16 de abril de 1986, el presidente Raùl Alfonsín anunciaba el traslado de la capital a Viedma arengando a los argentinos a marchar "al sur, al mar, al frío".

22. Esta línea ferroviaria de trocha ancha, construida por el estado entre 1908 y 1934, se extiende en sentido este-oeste y comprende los departamentos de Ñorquinco, Pilcaniyeu, El Cuy, Veinticinco de Mayo, Nueve de Julio y Valcheta. Sus principales poblados son Los Menucos, Maquinchao y Jacobacci, y todos surgieron como punta de riel provisional

23. Segùn datos del INDEC, en 1984 la región se encontraba habitada por 32.000 personas. De éstos, el 47% (13.700 personas) no satisfacían sus necesidades básicas lo que los situaba en condiciones de extrema pobreza.

24. Hesayne, Miguel (1985) Exhortación Pastoral Postisinodal de la diócesis de Viedma (Río Negro) "Para anunciar a Jesucristo". Punto 3, inciso 7.

25. Hesayne, (1985). Idem. pp. 7

26. El nombre completo de la revista era "Pónganse de pie, la liberación está cerca" pero terminó popularizándose como "De Pie".

27. Al igual que la Revista "Comunidad" (1980-1990) del obispo Jaime De Nevares, De pie se constituyó en una herramienta fundamental para abordar temáticas o perspectivas que quedaban invisibilizadas por los medios hegemónicos, tanto a nivel provincial como nacional (Navarro Nicoletti y Nicoletti, 2020).

28. De Pie. Obispado de Viedma. N°29, junio de 1990, pp.2.

29. Dato obtenido en un documento del obispado en relación a los regalos realizados por la Iglesia rionegrina al Papa en su visita pastoral de 1987. Archivo del obispado, documento sobre la visita papal, pp. 17.

30. "Presentación". De Pie. Obispado de Viedma. N°1, octubre de 1984, pp.3.

31. "Dígame Padre". De Pie. Obispado de Viedma. N° 1, octubre de 1984, pp.4.

32. "Lo peor viene con el deshielo". De Pie. Obispado de Viedma. N° 1, octubre de 1984, pp.6.

33. "Lo peor viene del deshielo". De Pie. Obispado de Viedma. N° 1 octubre de 1984. pp.6

34. Héctor Borrat caracteriza al periódico independiente como aquel que mantiene una relación de dependencia estructural sólo con su empresa editorial, y que desempeña la actuación política en función de sus objetivos de lucrar e influir. (1989)

35. Las empresas periodísticas logran presentarse como meros transmisores de la "realidad" que "reflejan" en sus páginas "objetivamente" a través de un lenguaje en apariencia transparente que les permite sostener su pretendida neutralidad. (Wodak y Meyer 2003)

36. "Opina el Ministro Morris". De Pie. Obispado de Viedma. N° 1 octubre de 1984. pp. 10.

37. "Lo peor viene del deshielo". De Pie. Obispado de Viedma. N° 1 octubre de 1984. pp.8

38. "Opina el Ministro Morris" De Pie. Obispado de Viedma. N° 1 octubre de 1984. pp. 10.

39. Término en mapudungun que se construye por "Pe" que significa ver y "ñi" que representa el posesivo de inche (yo).

40. "Una oveja para mi hermano" El Padre Obispo Hesayne lanza con esta homilía en la peregrinación al Santuario de la Virgen Misionera la campaña "una oveja para mi hermano". De Pie. Obispado de Viedma. N° 1 octubre de 1984, pp. 17.

41. "Una oveja para mi hermano". De Pie. N°3. Marzo de 1985. Pp.11

42. "Una para mi hermano". De Pie. N°3 marzo de 1985 pp. 11

43. "Un oveja para mi hermano" en De Pie. N° 3 marzo de 1985. Pp.11

44. En reconocimiento de su trayectoria desde el 22 de noviembre de 2007 la Estación Experimental Bariloche del INTA lleva el nombre de "Dr. Grenville Morris". En una nota publicada en el diario Río Negro online, Susana Yappert lo recordaba de esta forma: "Durante más de 30 años recorrió como extensionista del INTA los parajes más remotos de la Línea Sur, con la férrea voluntad de mejorar la calidad de vida de los pequeños productores rurales. Afianzó el sistema cooperativo, ayudó a mejorar la genética de los animales y cambió definitivamente la vida de cientos de personas que lo conocieron". http://www1.rionegro.com.ar/diario/tools/imprimir.php?id=9803

45. "Opina el Ministro Morris"De Pie. Obispado de Viedma. N° 1 octubre de 1984. pp. 10.

46. Kropff recupera el concepto de racialización para explicar que en la Línea Sur la diferencia entre "ricos" y "paisanos" no se limita al plano económico sino que también recorre argumentos de tipo biológica y cultural que responsabilizan al paisano de su pobreza a la vez que ocultan el despojo padecido y sus beneficiarios (Kropff, 2019).

47. "Opina el Ministro Morris" en De Pie. N° 1 octubre de 1984. pp.9 y 10

48. Sacerdote perteneciente al Movimiento de Curas para el Tercer Mundo que luego de su detención durante la ùltima dictadura militar volvió al clero diocesano en Viedma bajo el obispado de Hesayne en 1982. Mantuvieron desde entonces una profunda relación, la cual se plasma en parte en el libro "Diálogos en azul".

49. Entrevista a Dieuzeide, Juan Ángel, realizada por Barelli y Azcoitia en Bariloche durante el mes de julio de 2019.

50. Dieuzeide define como agentes pastorales a los curas, religiosos y laicos que se quedaban a vivir en la línea sur.

51. Para recorrer investigaciones recientes sobre la incidencia de mercachifles y bolicheros en Río Negro pueden verse los trabajos de Conti y Sánchez (2020) Cuando organizar el trabajo es organizar la comunidad. Cooperativismo rural en la estepa de Río Negro. En Alejandra Salomón y Alejandra de Arce (comp.) Una mirada histórica al bienestar rural argentino: debates y propuestas de análisis; Pérez y Delrio (2019) Cambios y continuidades en las (des)territorializaciones estatales en Río Negro (1878-1955); Kropff (2019) Racismo estatal y alienación indígena en el proceso de concentración de tierras de una casa comercial en la Línea Sur; Canoy Pérez (2019) Racismo, fijación y movilidad social en los parajes del oeste del Pichileufu. Estos tres ùltimos trabajos forman parte del libro La tierra de los otros. La dimensión territorial del genocidio indígena en Río Negro y sus efectos en el presente, compilado por Cañuqueo, Kropff, Pérez y Julieta Wallace.

52. Entrevista a Celso Giraudo, Director del INTA (1985-1993), realizada por Barelli y Azcoitia en Bariloche durante el mes de septiembre de 2019.

53. Entrevista a Celso Giraudo. Idem.

54. Con 21 años y viviendo en el Paraje Blancura Sur, Melli se convirtió en uno de los primeros promotores sociales del proyecto en la Línea Sur. Actualmente es militante de la causa indígena y referente de su comunidad "Blancura Centro".

55. Entrevista a Enrique Melli, dirigente y activista mapuche, realizada por Barelli, en Bariloche el 10 de octubre de 2019.

56. Entrevista a Melli, idem.

57. Espacio que se reconoce como una organización política del pueblo mapuche de Bariloche creado en febrero del 2010

58. Discurso de Sanmartiniano Painefil, referente del Espacio de Articulación Mapuche, pronunciado en junio de 2015 al recibir un reconocimiento por su trayectoria otorgado por el INADI.

59. Centro de Documentación Mapuche, ÑukeMapu. Publicado: 2015-06-01 | Revisado: | Enlace de actual documento: http://www.mapuche.info/?pagina=5680

60. Sostiene las autoras que el concepto de comunalización, propuesto por James Brow, remite a un proceso continuo que promueve un sentido de pertenencia colectivo que combina componentes afectivos y cognitivos. En este proceso se van sedimentando sentidos, de modo tal que ciertas relaciones sociales que están cultural e históricamente determinadas se presentan como si fueran naturales. En este sentido observan que en los parajes rurales de la cuenca del arroyo Comallo de la provincia de Río Negro, el proceso de comunalización no ha sido tanto una disputa por el reconocimiento estatal de una identidad indígena que aparece negada (o invisibilizada) sino por el de la existencia de un colectivo social indígena con una organización propia que debe ser reconocida. (Cañuqueo, Kroppf y Pérez 2015).

61. Entrevista a Melli, realizada por Barelli, octubre 2019

62. Entrevista a Dieuzeide, realizada por Barelli y Azcoitia, en Bariloche, durante el mes julio de 2019.

63. Obra episcopal de la Iglesia católica alemana para la cooperación al desarrollo contra la pobreza en África, Asia, Oceanía y América Latina. Su ayuda se dirige a todas las personas necesitadas, sin distinción de religión, pertenencia étnica, color o sexo. Sus proyectos, segùn la página, "fortalecen la autoiniciativa de los pobres y los alientan a expresar sus intereses y necesidades, no como quienes piden un favor, sino como personas que conocen sus derechos y deberes. Este tipo de ayuda contribuye, al mismo tiempo, a que los pobres no se vuelvan dependientes de la ayuda exterior". https://www.misereor.org/es/

64. Entrevista a Juan Ángel Dieuzeide, realizada por Barelli y Azcoitia en Bariloche, durante el mes de julio de 2019.

65. El equivalente a unos 137.000 dólares a valores de 1985. http://www.billetesargentinos.com.ar/articulos/cotizacion.htm

66. Aprobación de los Promotores en Revista de Pie N°5 p.30.

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FUENTES

Escritas:

1. Archivo del Obispado de Viedma.

• Caja de la Virgen Misionera (Cartas, circulares, programas de radios, afiches, comunicados de prensa, documentos, etc)

• Caja de Hesayne (Documentos varios, cartas, homilías, comunicados, etc.

• Boletín Eclesial de la Diócesis de Viedma (1980-1985).

2. Archivo personal de Juan Ángel Dieuzeide

• documentos y actas del Sínodo,

• Revista De Pie. Obispado de Viedma. (1984-1989).

3. Exhortación Pastoral Postsinodal de la Diócesis de Viedma (Río Negro), "Para anunciar a Jesucristo", 1985.

4. Hesayne, Dieuzeide y Moia. Diálogos en Azul (2016). Tres peregrinos un camino y el Concilio Vaticano II. Actualidad PPC. Cono Sur. Buenos Aires.

5. Centro de Documentación Mapuche, ÑukeMapu.

Orales:

1. Entrevista a Hesayne, realizada por Nicoletti y Barelli, 23 de mayo de 2011, vía correo electrónico.

2. Entrevista a Dieuzeide, realizada por Azcoitia y Barelli, en Bariloche, durante el mes de julio de 2019 (3 encuentros).

3. Entrevista a Celso Giraudo, realizada por Azcoitia y Barelli, en Bariloche, durante el mes septiembre de 2019 (2 encuentros).

4. Entrevista a Enrique Melli, realizada por Barelli, en Bariloche el 10 de octubre de 2019.

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