SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.24 issue4Between Mexico City and San Pablo: Historical itineraries of the Latin American space of scientific journalsCanal 10 of Río Negro: limits and possibilities of its programming author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

  • Have no cited articlesCited by SciELO

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Revista Pilquen

On-line version ISSN 1851-3123

Rev. Pilquen. secc. cienc. soc. vol.24 no.4 Viedma Dec. 2021

 

ARTÌCULO

La construcciòn del imaginario polìtico de la revista Pasado y Presente en el discurso social argentino de 1963-1965

The construction of the political imaginary of the magazine Pasado y Presente in the Argentine social discourse of 1963-1965

 

Baal Delupi
baal.delupi@mi.unc.edu.ar

Universidad Nacional de Còrdoba; Consejo Nacional de Investigaciones Cientìficas y Tècnicas. Argentina

Recibido 26|05|2021
Aceptado 13|10|2021

 


Resumen
La revista Pasado y Presente fue una de las producciones intelectuales màs emblemàticas de la historia argentina. Josè Marìa Aricò, Oscar del Barco, Hèctor Schmucler, Juan Carlos Portantiero, entre otros pensadores relevantes del campo cultural y polìtico, publicaron esta revista en los años 1963 y 1965 (en Còrdoba, en su primer momento de apariciòn), y luego en 1973 (en Buenos Aires, en su segunda etapa). El objetivo de este trabajo es analizar el imaginario polìtico que emerge de dicha producciòn discursiva, en su primer momento, a partir de aportes conceptuales socio-semiòticos, como parte del discurso social de una època (Angenot, 2010). Nos proponemos analizar los tres primeros nùmeros ya que consideramos que es la materialidad donde se condensan los objetivos y la imagen de sì que proyecta este grupo. Se identifican, como regularidades discursivas, tres imaginarios polìticos: “el joven revolucionario”, “el obrerista” y el “artìstico-polìtico”.

Palabras clave: Discurso social; Intelectuales; Pasado y Presente; imaginario polìtico.

Abstract
The magazine Pasado y Presente was one of the most emblematic intellectual productions in Argentine history. Josè Marìa Aricò, Oscar del Barco, Hèctor Schmucler, Juan Carlos Portantiero, among other relevant thinkers in the cultural and political field, published this magazine in 1963 and 1965 (in Còrdoba, in its first appearance), and then in 1973 (in Buenos Aires, in its second stage). The objective of this work is to analyze the political imaginary that emerges from this discursive production, in its first moment, from socio-semiotic conceptual contributions, as part of the social discourse of an epoch (Angenot, 2010). We propose to analyze the first three numbers since we consider that it is the materiality where the objectives are condensed and the image of itself that this group projects. Three political imaginaries are identified as discursive regularities: "the young revolutionary", "the worker" and "the artistic-political".

Key words: Social Discourse; Intellectuals; Past and Present; Political imaginary.


 

INTRODUCCIÒN

La tarea del intelectual es menos espectacular, pero cada vez màs importante.
François Dosse

La historia intelectual argentina cuenta con innumerables producciones discursivas: desde las cartas de Alberdi a Sarmiento, pasando por la revista Sur (1931), Contorno (1953), Punto De vista (1978), El ojo mocho (1991), hasta los intelectuales de Carta Abierta (2008). De todos estos grupos, hay uno que resulta relevante y que forma parte de la memoria colectiva del pueblo argentino1, nos referimos a Pasado y Presente, grupo emblemàtico que surgiò en la ciudad de Còrdoba, en 1963, y que finalizò su trayectoria en Buenos Aires, en 1973. Este colectivo apareciò de modo singular en la discursividad de una època dictaminada por el rol del intelectual-militante como foco de muchos debates (Altamirano, 2013; Petra, 2013; Gilman, 2003). El contexto mundial, con la Revoluciòn Cubana como principal protagonista, permitiò que ciertos enunciados se concibieran inteligibles para soñar con una revoluciòn posible.

Es difìcil encontrar hoy aquel rol polìtico del intelectual en tanto articulador de la queja comùn (Sarlo, 1994), ya que hace màs de dos dècadas estamos viviendo en un siglo que trajo aparejado muchos cambios: aceleramiento de los procesos globalizantes, reemplazo del sistema de producciòn, nuevas plataformas digitales, la supremacìa de Google, la era de los influencers, entre otras variaciones socio-històricas que producen nuevos discursos que son inteligibles a partir de entender al capitalismo como un operador semiòtico (Lazzarato, 2007). En este contexto, preguntarnos por la figura del intelectual es clave, y para ello es significativo revisitar el pasado que sirve como rostro espejo de nuestro presente, refractando y dialogando a partir de mùltiples enunciados.

A lo largo de la historia, autores como Gramsci (2012 [1984]), Sartre (2012 [1948]) Walzer (1993), Sarlo (1994), Said (1996), Bourdieu (1999), Casullo (2007); Dosse (2007), Charle (2009), entre tantos otros, han ofrecido herramientas teòricas para pensar què es un intelectual. De las definiciones posibles, nos interesa recuperar la que hace Altamirano (2013), quien comprende al intelectual como aquella persona que puede “proporcionar a la sociedad 'una conciencia inquieta' de sì misma, una conciencia que la arranque de su inmediatez y despierte la reflexiòn” (p. 46). De este modo, no cualquier acadèmico es de por sì un intelectual, ya que debe poder proporcionar una reflexiòn crìtica sobre distintos acontecimientos polìticos, sociales, culturales y econòmicos, algo que a nuestro entender, siguiendo a Burgos (2004) y a Altamirano (2011) Pasado y Presente llevò adelante durante sus producciones discursivas.

Desde una perspectiva socio-semiòtica, nuestro objetivo principal es comprender la construcciòn del imaginario polìtico del grupo en el discurso social argentino de los años 1963 y 1965. Para realizar dicho fin, nos valdremos de los primeros tres nùmeros que proporcionan un vasto material de anàlisis. Siguiendo los trabajos de Burgos (2004) y Bonano (2005) en el primer nùmero el grupo configura su modelo de llegada (Sigal y Veròn, 1986) construyendo un ethos singular, haciendo crìticas al Partido Comunista Argentino (de ahora en màs PCA) y expresando sus principales objetivos. El segundo lo escriben luego de su expulsiòn del PCA, en un momento bisagra ya desligados del partido. El tercero se publica 1 año despuès de la creaciòn del grupo, son muy crìticos con la generaciòn anterior proponiendo distintos mètodos para llegar a la revoluciòn.

La selecciòn de este grupo intelectual, y no otro, se debe a tres aspectos fundamentales:

1. En Pasado y Presente (de ahora en màs PyP) se materializan muchas de las discusiones sobre el rol polìtico del intelectual iniciadas en dècadas anteriores, como por ejemplo el grupo Contorno2 (Altamirano, 2013). Asì, el colectivo de intelectuales liderado por Aricò rompe con el PCA y propone una visiòn distinta sobre el rol polìtico del intelectual en la esfera pùblica. Dichos intelectuales sientan las bases de lo que luego se denominarà como “la nueva izquierda”3.

2. Es el ùltimo colectivo intelectual de gran renombre antes de la dictadura militar de 1976 en Argentina. Esto encontrarà su relevancia en el hecho de que, al finalizar este proceso, en 1983, la idea revolucionaria quedarà relegada, son esos mismos intelectuales (junto a cientos de militantes) los que van a desplazar la idea de lucha armada para perseguir el sueño del sostenimiento democràtico (Altamirano, 2010; Pulleiro 2017). En dicho sentido, Pasado y Presente simboliza el ùltimo grupo intelectual de relevancia nacional que estaba dispuesto a transformar la estructura social a travès de la idea revolucionaria clàsica del marxismo.

3. La labor filològica, teòrica y polìtica del grupo fue significativa para distintos lugares del mundo, particularmente en Latinoamèrica y en Italia.

La revista se estructura a partir de un editorial de presentaciòn, artìculos con el gènero nota de opiniòn y algunas entrevistas significativas; tambièn se analizan obras de autores como Gramsci, Marx, Lenin, Togliatti, entre otros.

Nuestra investigaciòn se inscribe teòrica y metodològicamente en la teorìa del discurso social propuesta por Marc Angenot (2010). Por discurso social el autor entiende a los sistemas genèricos, las reglas de encadenamiento de enunciados y los repertorios tòpicos que en una sociedad determinada organizan lo decible, lo narrable y lo opinable. Analizar el discurso social significa hacer aparecer un sistema regulador global que no es evidente a simple vista. Esta teorìa muestra que lo que se dice y se escribe en una època determinada excede a los usos que cada individuo le atribuye. Asimismo, Angenot considera que el discurso social està dividido en campos, que a su vez forman un conjunto de gèneros y repertorios temàticos que pueden ser trazados a partir de una topografìa. Al examinar la unidad del campo intelectual (como de cualquier otro), entendemos que està sujeta a un mercado especìfico, con sus temas y sus argumentaciones.

A su vez, Angenot postula que en todo estado de discurso hay una hegemonìa (toma esta idea de Antonio Gramsci) que opera como un sistema regulador que determina què cosas pueden y deben ser pensadas en un momento dado. Regular quiere decir dividir, jerarquizar y estratificar. La idea de hegemonìa permite “poner en evidencia lo regulado, lo recurrente, detràs de las variaciones y de los avatares […] legitimaciones, dominancias y recurrencias, en buscar lo homogèneo dentro de la cacofonìa aparente” (2010, p. 35-36).

Por otra parte, es importante decir que los escritos de PyP se pueden considerar como discursos sociales en general, pero tambièn como discursos polìticos en particular, esto implica comprender la especificidad de´lo polìtico´ en el discurso. Siguiendo a Sigal y Veròn (1986), entendemos que cualquier fenòmeno social y polìtico puede explicarse a partir de las producciones discursivas dado que en “todo comportamiento social, la acciòn polìtica no es comprensible fuera del orden simbòlico que la genera y del universo imaginario que ella misma engendra dentro de un campo determinado de relaciones sociales” (p. 15). La forma de acceder a los mecanismos imaginarios y simbòlicos, entonces, es el anàlisis de los discursos sociales.

En los discursos de PyP aparece una caracterìstica central de los discursos polìticos, nos referimos a la “dimensiòn polèmica” (Veròn, 1987). La hipòtesis que sostiene Veròn es que el discurso polìtico se dirige al mismo tiempo a màs de un destinatario: el pro-destinatario, compuesto por el colectivo de identificaciòn (los que comparten la idea), el contra-destinatario (inversiòn de la creencia) y el para-destinatario, indeciso, que permanece por fuera del discurso y al cual va dirigido todo lo que es del orden de la persuasiòn. El discurso polìtico tiene una funciòn especìfica en relaciòn a cada destinatario. Asì, al pro-destinatario corresponde la funciòn del refuerzo; al contra-destinatario la polèmica y, al para-destinatario, la persuasiòn. El anàlisis de los tipos de destinatarios permitirà ver de què modo se construye ese “otro” en ambas producciones intelectuales.¿Con quièn polemizan?¿Quièn es el destinatario positivo?¿El indeciso? Estas respuestas permiten luego dar cuenta del imaginario polìtico que construye el grupo a lo largo de sus producciones discursivas.

El campo del anàlisis del discurso polìtico ha empleado la idea de imaginarios para designar el conjunto de mitos, sìmbolos y leyes comunes a un grupo social determinado: "lo imaginario no es imagen de. Es creaciòn incesante y esencialmente indeterminada de figuras/formas/imàgenes" (Castoriadis, 2017: 12). Es en la instituciòn històrico-social donde se manifiestan dichos imaginarios en tanto conjunto de significaciones; otra vez aparece la importancia del lenguaje.

Se hace evidente, entonces, que los imaginarios sociales tienen la capacidad de terciar en las distintas estructuras sociales, y lejos de existir de manera aislada estàn en constante disputa y transformaciones socio-històricas. Un ejemplo de esto son los imaginarios sociales que construyò la Iglesia y el capitalismo (Pavòn, 2016), configurando modos de ser a partir de valores, creencias y saberes determinados. Todo discurso polìtico, entonces, implica imaginarios determinados, es decir visiones de mundo y creencias sobre determinados temas.

En sìntesis, nos interesa vincular los sistemas de regulaciòn global de lo “imaginable polìticamente”, con lo “decible y lo pensable” en un momento dado. Se realizarà un anàlisis del discurso a partir de distintas herramientas: ideologemas, tipos de destinatarios, visiones de mundo, fetiches y tabùes que aparecen en la materialidad lingüìstica como marcas. Los imaginarios polìticos que configuran valores, ideologìas èticas y estèticas se inscriben en sistemas globales que pueden ser dichos justamente por un sistema que organiza y agrupa los discursos de un momento històrico. Este vìnculo permite ver, de modo màs especìfico, las lògicas imaginarias que aparecen en la materialidad de PyP.

PASADO Y PRESENTE4

Fuente: http://www.lavanguardiadigital.com.ar/index.php/2017/03/10/juan-carlos-portantiero-la-perenne-vigencia-de-un-gran-pensador/

PyP fue una revista trimestral surgida en Còrdoba en 1963, que pretendìa encarnar una nueva izquierda en esta provincia (y en el paìs), en ruptura con el dogmatismo de los partidos de izquierda nacionales. Como dice Burgos (2004), “el vehìculo del cambio era una pequeña revista en formato de libro, impresa en papel rùstico, pero con una inèdita capacidad crìtica y calidad retòrica” (p. 63).

La revista surge en un contexto de muchos cambios sociopolìticos. A nivel nacional como internacional, habìan tenido lugar acontecimientos transformadores. La asunciòn de Juan Domingo Peròn a la presidencia en 1946 provocò rupturas entre los partidos tradicionales de izquierda. La distancia del Partido Socialista y el PCA con el peronismo, la posterior proscripciòn de Peròn5, la configuraciòn del movimiento obrero en Còrdoba, las sucesivas dictaduras y los debates en torno al rol que ocupaba la izquierda en el paìs, hicieron que el mapa partidario se reconfigurara en poco tiempo (Petra, 2013). En el plano internacional, la situaciòn de la URSS a partir de la 'estalinizaciòn' en 1922 y la posterior Revoluciòn Cubana en 1959, impactaron profundamente en las estructuras partidarias, generando grandes disputas entre los partidos de izquierda en Argentina. Tambièn es necesario dar cuenta de la importancia de la´desestalinizaciòn´ a partir del XX Congreso del PCUS en 1956, acontecimiento polìtico crucial que resignificò muchas de las posturas sobre el comunismo mundial e impactò en la dimensiòn ideològica de los grupos de la època. Fue un momento significativo, luego de la muerte de Stalin, donde muchos dirigentes se atrevieron a expresar crìticas contra el periodo anterior.

Que un grupo como PyP emergiera en la ciudad de Còrdoba no era casualidad. Ademàs de los acontecimientos mencionados, su surgimiento responde tambièn al proceso de industrializaciòn que empezò a acelerarse en los años 1950 y que convertìa a la ciudad en un epicentro de la producciòn argentina de automòviles. A las industrias existentes se les sumò FIAT, IKA (luego Renault) y PERKINS: el campesino empezaba a convertirse en el obrero industrial. A esto se le suma la Universidad Nacional de Còrdoba, la màs antigua del paìs, y el antecedente de la Reforma Universitaria de 1918, que se extenderìa por toda Latinoamèrica. Estos acontecimientos dieron lugar a la migraciòn desde otras ciudades, provincias y paìses de miles de personas a la ciudad de Còrdoba, generando en poco tiempo un gran crecimiento de la poblaciòn (Burgos, 2004). En una ciudad con una densidad poblacional importante, estudiantes y obreros tendrìan un escenario propicio para defender sus derechos en la rebeliòn que despuès se conocerìa como el Cordobazo.

Este es el marco en el que PyP surge. Josè Marìa Aricò, Oscar del Barco, Anìbal Arcondo, Samuel Kieczkovsky, Juan Carlos Torre, Hèctor Schmucler, Cèsar Guiñazù, Carlos Assadourian, Francisco Delich, Luis J. Prieto y Carlos R. Giordano, entre tantos otros, iniciaron esta revista; algunos de ellos se distanciaron del PCA (por expulsiòn o decisiòn propia). Los discursos que se escribìan comunicaban sus puntos de vista sobre el contexto argentino y mundial, tomando distancia del peronismo y de algunas de las ideas de la izquierda tradicional.

En las entrevistas publicadas por Horacio Crespo (2014), Aricò define al colectivo PyP como “un grupo de comunistas que nos propusimos reflexionar sobre las razones de las insuficiencias de la acciòn comunista en la Argentina” (p. 21). Partìan de dos hechos: lo que acontecìa con la Uniòn Soviètica y los fenòmenos de recomposiciòn de la teorìa marxista. Pero eso no quiere decir que todos los que escribìan eran comunistas, sino que, como explica Aricò (Crespo, 2014), habìa integrantes no comunistas que aseguraban que no hubiera presiòn de parte de los dirigentes del PCA.

La revista siguiò los postulados de Mariàtegui6 sobre la cuestiòn de lo “nacional”, es decir, pensar los problemas particulares al interior de cada paìs. Eso iba en contra de los lineamientos generales del PCA, que sostenìa que todos los pueblos estaban oprimidos por el capitalismo y que debìa haber un cambio sustancial en el mundo entero (el denominado internacionalismo), descuidando, segùn la mirada pasadopresentista, la coyuntura local. Lo mismo explica Altamirano (2011) en relaciòn al peronismo: “como dice Aricò, los comunistas tenìan un enfrentamiento hacia ese movimiento que no los representaba del todo: desconocìan 'los nuevos y necesarios elementos que habìa introducido la concepciòn polìtica peronista''' (p. 24). El peronismo supo interpretar una realidad nacional que mostraba diferencias claras con paìses como Perù o Bolivia; para PyP, mirar “hacia adentro” era fundamental.

Asì, las ideas que Antonio Gramsci (2012) habìa desarrollado en Intelectuales y la organizaciòn de la cultura tomaban cuerpo en Argentina, màs precisamente en Còrdoba, y PyP daba cuenta de ello.

Cuadro 1: Revistas y editoriales a analizar. Elaboraciòn propia.

EL “JOVEN REVOLUCIONARIO” COMO PRIMERA LÒGICA IMAGINARIA

En la primera ediciòn de la revista PyP (1965), Josè Marìa Aricò cita a Gramsci. La influencia del italiano estaba presente en todo momento, de hecho el nombre de la revista Pasado y Presente constituye el tìtulo de uno de los capìtulos de sus famosos escritos Cuadernos de la Càrcel. El enunciador primero habla de la gènesis de la revista en tercera persona del singular, luego alude a un grupo de nuevos intelectuales en un nuevo escenario polìtico. Habla de ellos mismos, los intelectuales de PyP, esto se verà claramente pàrrafos màs adelante a partir de la pàgina 2: la alusiòn al “nosotros” recorrerà la misma idea acerca de los nuevos intelectuales.

Un proceso que compromete toda la “persona” del intelectual y que […] una mayor “obsesiòn polìtica-econòmica” al decir de Gramsci. Sin ella, es difìcil concebir que pueda desarrollarse con èxito la superaciòn del individualismo, necesaria a los fines de la conquista de una unidad raigal y profunda del intelectual con el pueblo (Editorial Revista 1, 1963, p. 3).

Aparece un colectivo de identificaciòn claro, un refuerzo de la creencia con el prodestinatario: es un nosotros, los “intelectuales” y “militantes” los que tienen determinada tarea. Ese tipo de intelectual es el que para ellos està emergiendo, constituye una nueva generaciòn con rasgos homogèneos que se sitùan en un momento històrico de plena transformaciòn: “Nadie puede negar que asistimos hoy en la Argentina a la maduraciòn de una generaciòn de intelectuales que aporta consigo instancias y exigencias diferentes y que tiene a expresarse en la vida polìtica con acentos particulares” (p. 2). Se puede observar que la alusiòn al “nosotros” no remite solamente al colectivo de PyP sino a toda una generaciòn que rodea el contexto socio-polìtico emergente: “Sòlo deseamos reivindicar la validez intrìnseca del nuevo “tono” nacional (…) la maduraciòn de una generaciòn nueva que se caracteriza por su inconformismo y espìritu renovador es otro indicio” (p. 2).

El deìctico de tiempo “hoy” implica un llamado, la necesidad de movilizar a quienes se sientan parte de ese nuevo tono nacional, de una generaciòn nueva. Se activa el presupuesto propio de la època acerca de que lo viejo debe ser olvidado para darle paso a la juventud que puja por diversas transformaciones.

La revisiòn del pasado (como forma nominalizada en tanto entidad imaginaria) pero no de cualquier manera sino con plena consciencia polìtica, es una temàtica7 que se repite a lo largo del editorial. Esa es la matriz discursiva desde donde se opera y, para realizar dicho fin, necesitan “la presencia hegemònica del proletariado” (p. 5). La propuesta es revisar ese pasado para observar què cosas se hicieron mal: “Las causas que obstaculizaron la plena expansiòn del marxismo en el seno del proletariado” (p. 5).

Se puede decir que la alusiòn permanente al cambio y al nuevo escenario aparece tambièn como una temàtica y visiòn de mundo, como un tema recurrente en tanto tòpica que se construye a partir del componente programàtico; el cambio es parte de un programa hacia el futuro, y tambièn se consideran como la construcciòn de un modelo de llegada en tanto´los que vinimos a cambiar las cosas´:

Hoy podemos dejar de repudiar en bloque el pasado porque en el terreno de la realidad concreta se està produciendo una diferenciaciòn. El paìs […] Ha cambiado, y su transformaciòn […] no puede dejar de transformar tambièn el propio juicio històrico (p. 5)

Una de esas propuestas que persiguen en el presente se relaciona con la transformaciòn social, aludiendo una vez màs al binomio pasado-presente: “la revoluciòn que ansiamos realizar […] no puede extraer su sentido del pasado, sino de la proyecciòn crìtica de ese pasado hacia un futuro concebido en tèrmino de una sociedad sin clases” (p. 4). El componente descriptivo se fusiona con el programàtico, son dependientes, no se puede mirar hacia el futuro sin volver al pasado.

Quisièramos remarcar enunciados como “proletariado”, “hegemonìa”, “clase social”, “proceso històrico”, etc. que muestran el discurso marxista y gramsciano en el discurso de PyP a partir de los editoriales. “Proletarios” e “intelectuales” como entidad enumerable del imaginario que tambièn construye una visiòn de mundo. Opera el componente prescriptivo y didàctico: el primero se construye en el orden del deber, de la revoluciòn que deben llevar adelante, mientras que el segundo (va en sintonìa con el primero) como una modalidad del saber en tanto que la transformaciòn social se hace a partir de las categorìas conocidas y la teorìa marxista y gramsciana.

Por tanto, en PyP prima la construcciòn de un imaginario “revolucionario” y uno de “juventud”. En esta primera etapa, su objetivo es llevar adelante la revoluciòn, lo que tambièn se puede considerar como un fetiche8 de la època, aquello sagrado que aparecìa en grupos de izquierdas y peronistas por esos años (Sigal, 1991). El ideal revolucionario no era potestad de PyP, sino màs bien constituìa un horizonte indeleble en tanto fetiche para la mayorìa de los grupos polìticos e intelectuales de Latinoamèrica (Delupi, 2020).

El imaginariorevolucionario se edifica junto con el componente programàtico (proyecto futuro), el didàctico (el saber) y el prescriptivo (deber), dado que siempre se invita a un escenario futuro de construcciòn polìtica revolucionaria, es decir que aparece de manera recurrente la idea de un horizonte a seguir, mientras que el significante revoluciòn se sitùa como algo incuestionable, como la norma o la ley general.

En su enunciaciòn, se evidencia el ideal revolucionario en sus primeros nùmeros:

La revoluciòn que ansiamos realizar, la profunda transformaciòn liberadora del hombre argentino que compromete hoy nuestra acciòn no puede extraer su sentido del pasado, sino de la proyecciòn crìtica de ese pasado hacia un futuro concebido en tèrminos de una sociedad sin clases (Editorial revista 1, 1963: 4).

La revoluciòn, para ellos, està vinculada a la teorìa marxista (se activa un presupuesto de los partidos de la època), hegemònica por esos años inclusive en algunas facciones del peronismo, era un fetiche epocal que circulaba como algo sagrado. La Revoluciòn Cubana hizo posible pensar en un Marx latinoamericano, en que los procesos armados revolucionarios podìan llevarse a cabo si se realizaba una planificaciòn:

Y decimos, por ùltimo, que es desde el marxismo como puede comprenderse ese retorno del cristianismo hacia su conciencia moral, porque aùn su posibilidad de “pureza” cristiana sòlo amanece como posible dentro de la nueva dimensiòn històrica abierta concretamente por la revoluciòn marxista (Editorial revista 2 y 3, 1963: 113). [...] Deseàbamos editar una revista que se convirtiese en un centro de elaboraciòn crìtica-revolucionaria, a partir de la aplicaciòn creadora del materialismo històrico a nuestra realidad (Editorial revista 4, 1964: 244).

La “revoluciòn” opera en el plano imaginario como forma nominal explicativa que sirve para reforzar la creencia tanto del enunciador como del prodestinatario. Ahora bien, en esa època desobedecer al “partido” era un tabù que interpelaba a muchos sectores, y lo que hace PyP es contraponerlo con la idea fetichista de juventud, propia de los años 1960 y 1970. Esa idea los lleva a revisar errores del pasado para accionar en el presente, como el mismo nombre de la revista lo indica:

Si lo que està en juego es la revoluciòn, mostrar nuestras diferencia y discrepancias, exponer nuestras concepciones, defender nuestro derecho como marxistas y revolucionarios a polemizar y criticar todo aquello que nos parece criticable dentro de la izquierda, es tambièn realizar una acciòn revolucionaria (Editorial revista 4, 1964: 244).

En esta cita se observa la constituciòn de un ethos crìtico de su tiempo històrico, de los errores vigentes y del pasado. Es interesante ver còmo esa imagen de sì se reproduce en todo momento, y se da tambièn a partir del gènero discursivo de la revista.

Y por ello afirmàbamos en el primer nùmero de PASADO Y PRESENTE que “si la vida nos plantea la necesidad objetiva de la formaciòn de un nuevo bloque històrico de fuerzas y si ello presupone como condiciòn imprescindible la presencia hegemònica del proletariado, es lògico que debamos buscar en el pasado –especialmente en el pasado màs reciente- las razones que impidieron la concreciòn de una voluntad colectiva nacional de tipo revolucionaria (Editorial revista 4, 1964: 243).

Otra vez, la temporalidad refuerza la figura crìtica, aparece como misiòn y visiòn la idea de revisar el pasado, de ver què cosas se hicieron mal. Se construyen por fuera de las estructuras de las que tambièn fueron parte, se separan y no se reconocen en los lineamientos del partido. Aparecen, en la enunciaciòn polìtica, los componentes descriptivos y programàticos (Veròn, 1987): se analiza y describe el pasado para luego proponer nuevas ideas para el futuro.

Ese imaginario de juventud se construye en tono de denuncia haciendo referencia a los “viejos”, quienes cometieron errores graves (componente descriptivo). Esos errores tienen un contradestinatario claro, el PCA, y se evidencian, sobre todo en estos tres primeros nùmeros.

Nos impulsaban a encarar por “nuestra cuenta”; esto es, poniendo entre parèntesis el habitual esquema partidario” (Editorial, revista 4: 196); “Descubrir los defectos de la sociedad soviètica, del socialismo en acto, del ùnico socialismo concreto, ha significado para nosotros la posibilidad real de rescatarla del reino utòpico de los mitos y poder colocar en la historia” (Editorial, revista 4: 197-98).

“Los jòvenes” aparece como una entidad numerable que busca, en este escenario discursivo, interpelar al paradestintario. Ya no es restringido sino que se abre a otros jòvenes que se quieran sumar al espacio.

En las lìneas escritas por Aricò se ve, por un lado, el distanciamiento de los esquemas del partido y, por el otro, la denuncia que hacen al sistema soviètico, quien dictaminaba còmo debìa ser la organizaciòn de los partidos en distintos lugares del mundo. Ademàs de cuestionar al PC internacional, tambièn se refieren muchas veces al PCA:

En resumen, el fracaso de un grupo dirigente que fue incapaz de convertirse en la expresiòn viva del traspaso de la conciencia polìtica a conciencia històrica. Se nos planteaba ahora la tarea de buscar en el pasado, en la reinterpretaciòn del pasado las razones que explicaban dicho fracaso (Editorial revista 4, 1964: 243).

La conciencia del fracaso del PCA en su polìtica de fusionar la conciencia revolucionaria con la acciòn de la clase obrera y a partir de ella lograr la formaciòn de una voluntad nacional-popular capaz de realizar las transformaciones revolucionarias requeridas por la naciòn, nos llevaba inexorablemente a someter a una dura crìtica al grupo dirigente del partido (Editorial revista 4, 1964: 243).

En esta primera etapa, ademàs de la crìtica al partido y al règimen de la uniòn soviètica, el segundo adversario discursivo que aparece es el “imperialismo mundial” (en el nùmero 2 y 3, y 4), centrado en EEUU que es quien obtura la posibilidad revolucionaria. Es el imperialismo quien controla, vigila y castiga a sus colonias en el mundo.

En suma, en el primer momento se construye un imaginario revolucionario y uno joven, dos significantes que a su vez son considerados como fetiches que se vinculan al estado del discurso social de los años 1960 y los 1970. El revolucionario se distancia de la figura del peronismo en la primera etapa, pero aùn asì proponen una mirada distinta que la que tenìa el PCA.

El prodestinatario construye a las juventudes militantes que quieren llevar adelante la revoluciòn y que entienden que es el momento històrico de cambiar las fòrmulas clàsicas. Hay un paradestinatario dirigido a los que comprenden que la lògica del PCA es la que los llevò a la situaciòn actual, aquellos que se ubican en la disidencia.

Hasta acà, podemos dar cuenta del siguiente encadenamiento lògico argumentativo que opera tambièn en el plano de las tòpicas como presupuestos que se activan en el discurso:

-Revoluciòn ?  PCA = PCR

-Juventud ?  viejas estructuras

-Marxismo gramsciano ?  marxismo soviètico

-Visiòn del PC sobre el peronismo ?  visiòn de PyP sobre peronismo

EL OBRERISMO COMO PARTE DEL IMAGINARIO DE 1960 Y 1970

La experiencia obrera en Còrdoba, sobre todo a partir del caso Fiat de 19659, se transforma en una preocupaciòn polìtica y teòrica para Aricò y los intelectuales del grupo. Ya en el primer editorial hablan de la Còrdoba monacal y la organizaciòn obrera de la ciudad (Editorial revista 1), y en el 4 retoman el tema e insisten con que deben mirarse los procesos obreristas. En ese primer nùmero hay un artìculo de Juan Carlos Portantiero, “Polìtica y clases sociales en la Argentina actual”, donde hace un anàlisis del “ciclo del crecimiento industrial argentino” (p. 19), postulando que èste “no alcanzò a consolidar definitivamente la hegemonìa burguesa en la sociedad nacional (p. 19)”. Es un escrito donde se trabaja la realidad obrera argentina y se pone la lupa en los posibles movimientos obreros y su vinculaciòn con la burguesìa.

La cuestiòn obrera apareciò inicialmente en las pàginas de nuestra revista en 1965 en un ensayo de Aricò y lo hizo envuelta dentro de una expresiòn, “La aristocracia obrera”, utilizada por entonces para calificar la condiciòn de los trabajadores de los sectores de punta y màs modernos de la economìa, como era la de los trabajadores de las fàbricas de autos y maquinarias de Còrdoba. Esa expresiòn formaba parte de una concepciòn ideològica muy difundida en el mundo de la izquierda de los años sesenta (Torre, 2014: 14).

Vale recordar que entre los años 1950 y 1960 se vive un periodo acelerado de expansiòn industrial en Argentina, las polìticas desarrollistas impulsadas por el gobierno hacen que muchas empresas norteamericanas y europeas instalen sus fàbricas. Se multiplica la producciòn de bienes de consumo durables como heladeras, lavarropas y automòviles. Esta situaciòn, entre otras, hace que circulen discursos sobre la importancia del obrerismo argentino y cordobès, estableciendo una lògica imaginaria en tanto regla de encadenamiento de enunciados. Por consiguiente, los intelectuales de PyP tenìan la oportunidad de ofrecer una alternativa en este contexto de desarrollo fabril: era necesario, si se querìa llegar a la revoluciòn, captar las bases obreras que el PCA habìa perdido y que Peròn habìa sabido interpretar.

La introducciòn en una sociedad tradicional de grandes complejos industriales como los de Fiat y Kaiser en Còrdoba, significa no sòlo una seria modificaciòn en el dominio de la producciòn (y por ende, del consumo, transportes y comunicaciones), sino tambièn una transformaciòn en el dominio de la sensibilidad, de la psicologìa social, caracterizada ahora por la apariciòn y difusiòn de nuevos “tipos” humanos. Se trata en resumen del surgimiento de un mundo hasta cierto punto nuevo, diferente, que exige ser penetrado en sus particulares rasgos distintivos para poder actuar eficazmente sobre èl (Editorial revista 1, 1963: 13).

Un asunto interesante de analizar refiere a la desconfianza con la que miran la organizaciòn en la fàbrica tradicional:

Cuando afirmamos que la lucha a partir de la fàbrica es imprescindible pero no suficiente, tendemos a evitar toda recaìda en una visiòn “corporativa” de la polìtica obrera. Una amplia experiencia de lucha demuestra còmo toda parcializaciòn de la lucha sindical del proletariado (“corporativismo”) tiende a provocar serios puntos de ruptura en la unidad de clase, que son aprovechados por la acciòn disgregadora del capitalismo (p. 52).

Asì, para el grupo, si bien la revoluciòn en Còrdoba no puede hacerse por fuera de los sectores obreros, son conscientes de còmo el capitalismo absorbe toda oposiciòn. Proponen una visiòn singular sobre la situaciòn de las fàbricas en esa ciudad, asunto que pràcticamente no se ha vuelto a enunciar en todos estos años.

Es importante señalar que, luego del tercer nùmero, la preocupaciòn por el obrerismo cordobès y argentino se abandona al tiempo que analizan las situaciones internacionales de otros paìses como Cuba, Angola, Rusia e Italia. Sin embargo, en el ùltimo nùmero de la primera etapa, el 9, y los dos primeros de la segunda, vuelven a analizar la cuestiòn obrera en el territorio. Aparece asì una tensiòn entre lo local y lo internacional, propia de los partidos comunistas europeos que PyP jurò no repetir.

Obrerismo = revoluciòn

No se puede obviar la influencia de Gramsci en la cuestiòn fabril, puesto que es el propio autor quien trabajò y militò en las fàbricas italianas para llevar adelante la revoluciòn. Entendìa que desde ahì se podìan edificar aperturas emancipatorias singulares puesto que es un espacio primordial de cuestionamiento al capitalismo en tanto forma represiva. La fàbrica, para determinados paìses desarrollados, era un motor de bùsqueda revolucionaria. El obrerismo se transforma, en alguna medida, en un fetiche para determinados grupos intelectuales y militantes, y esto favorecerà en Argentina al peronismo considerado un movimiento de masas que logrò captar esas bases fabriles de la època.

IMAGINARIO ARTÌSTICO-POLÌTICO

Otra lògica que predomina en el discurso tiene que ver con la articulaciòn entre revoluciòn y arte, sobre todo, vinculado a la literatura. Es Hèctor Schmucler como enunciador quien promueve dicha conexiòn. Es importante remarcar que en este contexto està en juego el realismo socialista y la disputa de Julio Cortàzar con Cuba, asunto que fue de gran interès para grupos intelectuales de Latinoamèrica y Europa. Prensa Latina, por ejemplo, fue una agencia de noticias de izquierda, fundada en 1959 por el periodista argentino Jorge Masetti, que reuniò a diversos intelectuales y militantes a favor de la revoluciòn. Algunos de los que participaron fueron Rodolfo Walsh, Gabriel Garcìa Màrquez, Rogelio Garcìa Lupo, entre otros. Asì, la tòpica sobre literatura y revoluciòn se repetìa a lo largo del continente construyendo un verosìmil que si bien no era nuevo puesto que lo podemos rastrear incluso desde la generaciòn de 183710, se reactualiza para generar nuevos sentidos.

Es preciso advertir una considerable cantidad de revistas culturales que trataron temas de arte y que aparecen en escena entre los años 1963 y 1965: El Barrilete (1963), CineHoy (1963), Tiempos modernos (1964), Minotauro. Fantasìa y ciencia ficciòn (1964), Setecientosmonos (1964), Literatura y sociedad (1965), Panorama Cultural (1965), Gèminis (1965), Alto Aire (1965), Capricornio (1965), Lùpin (1965), entre otras. Estas publicaciones surgen con el objetivo de analizar y mostrar los acontecimientos artìsticos (literarios, sobre todo, aunque tambièn de historieta, teatro, mùsica y plàstica) que se estaban generando (y otros anteriores) en Argentina. Muchas de esas publicaciones tambièn analizaron temas polìticos, sociales y econòmicos, estableciendo reglas de encadenamiento de enunciados al interior del campo intelectual, polìtico y artìstico.

En esta direcciòn, Gilman (2003) postula que la figura del intelectual es pertinente para pensar el vìnculo entre polìtica y cultura puesto que su figura implica tanto una “posiciòn con la cultura como una posiciòn en relaciòn al poder” (p. 15). La autora recupera la nociòn de campo intelectual de Bourdieu para delinear un espacio en el que se desarrollan los conflictos estètico-polìticos. De este modo, dicho campo se relaciona con la sociedad a partir de un dispositivo de organizaciòn en el que adquieren sentido productos culturales y trayectorias artìsticas.

PyP tiene, desde sus orìgenes, una preocupaciòn por la cultura. En este sentido, la herencia de Gramsci es evidente, los procesos revolucionarios, lejos de la visiòn mecanicista clàsica, debe disputarse tambièn en el campo cultural:

Una nueva cultura, ademàs de un proceso dirigido a crear un nuevo tipo de cultura en su forma y en su contenido, significa tambièn y fundamentalmente una modificaciòn sustancial de la clàsica relaciòn existente entre las èlites intelectuales “creadoras” de la cultura y el conjunto de las masas reducidas a meras “consumidoras” (Editorial revista 1, 1963: 16).

Me interesa destacar el vìnculo de la revoluciòn con la literatura porque forma parte del imaginario polìtico de PyP, y està ligado al “modelo de llegada” que se construye en el discurso polìtico (Sigal y Veròn, 1986). Es una tòpica, una visiòn de mundo y se relaciona con la literatura y la revoluciòn como fetiches epocales.

En la revista 1 (1963), Schmucler abre el tema literario con un objetivo particular:

Intentaremos primero, una aproximaciòn a las cuestiones que sugiere la voluntad testimonial en relaciòn al màs vasto y complejo problema del realismo y, en un segundo plano, trataremos de interpretar los valores que esa actitud aporta a nuestra historia literaria a travès de algunos escritores (p. 44).

Es curioso ver como en el primer nùmero, quizàs el màs propositivo en cuanto a temas de identidad polìtica, donde se marca la distancia del PCA y donde se problematizan asuntos relacionados al comunismo en el mundo, Schmucler trabaje el tema de la novela. Evidentemente, estaba legitimado para hablar del asunto y no creo que en la revista el resto de los intelectuales fueran ingenuos respecto a esto, pero la elecciòn de la temàtica y la forma de encararla no dejan de llamar la atenciòn en una revista cuyo primer escrito era discutir con el PCA. Vincular el campo del arte con el polìtico respondìa al estilo clàsico del PCA y de otros partidos y movimientos sociales, hay innumerables ejemplos de esa lògica militante en Argentina que pueden rastrearse en pelìculas como las de Leonardo Favio. En tèrminos de Angenot, los discursos se construyen en ese juego de tensiones hegemònicas dialogando entre sì, es decir que la relaciòn del arte y la revoluciòn no es propia de PyP sino que forma parte de un estado de discurso social.

Luego, en el nùmero 2 y 3, continùa el tema Noè Jitrik, quien en su “propuesta para una descripciòn del escritor reaccionario” habla de la importancia de relacionar estas cuestiones en una revista polìtico-cultural, aun asumiendo los riesgos: “Antes de entrar de lleno en el objeto de este trabajo, conviene decir, aunque sea ligeramente obvio por conocido, que esta vinculaciòn que pretendemos hacer entre lo ideològico y lo literario es peligrosa y de delicada formaciòn” (Revista 2 y 3, 1963: 148). Jitrik parte de los escritos del poeta Manuel Gàlvez y plantea algunas caracterìsticas de lo que denomina como un escritor reaccionario.

En sìntesis, las preocupaciones vinculadas al arte, y especìficamente a la literatura no han sido abordadas por autores especialistas en la revista, dado que lo que se ha intentado develar en las investigaciones sobre PyP atañe màs a la perspectiva polìtica, filosòfica y filològica que se desarrolla a lo largo de los nùmeros. Sin embargo, el tema de la estètica y con ella, la cuestiòn del arte, es significativa para una època y un dispositivo discursivo en particular: la revista. Es a partir de esta materialidad discursiva donde muchos asuntos relacionados a la literatura, al teatro, a la poesìa, entre otros, se trataban. Y es que la frontera entre arte y polìtica siempre ha sido muy difusa: Echeverrìa y la generaciòn de 1837, los escritos de Rodolfo Walsh, Paco Urondo, Noè Jitrik, Eduardo Galeano, Carolina Muzzilli, entre otros escritores, han vinculado literatura y polìtica en sus documentos.

En Pensar con-mover (2012), Marie Bardet propone un encuentro entre danza y filosofìa que permite reflexionar sobre un “pensar desde el cuerpo”, relaciòn entre dos tèrminos (pensamiento y cuerpo) que el arte promueve desde tiempos inmemorables. En ese libro se evidencia la importancia que tiene trabajar el pensamiento vinculado a la pràctica artìstica, inquietud que ya estaba en PyP, sobre todo a partir de la literatura como resistencia, considerada por el grupo como una forma de acciòn polìtica, de transformaciòn. Vuelvo a recordar el vìnculo profuso de Cortàzar con las izquierdas y còmo el ideal revolucionario aparecìa en la literatura como un ida y vuelta.

-Literatura = arte

-Arte = polìtica

-Arte y polìtica = revoluciòn

Sin embargo, me pregunto, cuànto mèrito hay en PyP por la inclusiòn de debates sobre arte, particularmente sobre literatura. Por un lado, es cierto que hay un estado de discurso que hace inteligible que se traten temas artìsticos vinculados a la revoluciòn, podemos, inclusive, remontarnos a la Revoluciòn Rusa en 1917 y ver de què manera esa relaciòn tiene gran fuerza, aunque tambièn es cierto que se dio de manera represiva en la mayorìa de los casos. Por otro lado, es posible pensar que el desarrollo de temas artìsticos en esa revista tiene un valor doble para la època, el centro del campo intelectual tenìa como objetivo ùnico la revoluciòn, todo lo otro constituìa un rol secundario.

En sìntesis, màs allà de las variaciones socio-històricas y por ende discursivas PyP construye un imaginario revolucionario, crìtico, joven, obrerista y artìstico. Los contradestinatarios que se construyen son el PC, el PCA y el imperialismo mundial, particularmente a partir del significante EEUU. El prodestinatario se refiere a la juventud militante e intelectual, a los disidentes del partido, a los que ansìan llevar a cabo la revoluciòn. El paradestinatario se centra en los grupos peronistas, intentando acercar partes y persuadir a los “sectores revolucionarios”.

El componente descriptivo es el que predomina (crìtica al PCA, descripciòn de la vieja generaciòn y el horizonte revolucionario), aunque tambièn aparece el didàctico, prescriptivo y programàtico (nuevos saberes en la coyuntura nacional y, plan para la revoluciòn en tanto deber y programa): se describe el escenario pasado (en la primera etapa con los errores del PCA y los destrozos producidos por el imperialismo mundial) y el futuro, programando todo el tiempo el quehacer revolucionario, sea de manera independiente o junto con sectores del peronismo. Tambièn se generan nuevos saberes y nuevos deberes respecto al peronismo, pero siempre con la idea revolucionaria como proyecto central. El componente prescriptivo se relaciona con la idea revolucionaria, el deber del intelectual militante es, bàsicamente, hacer la revoluciòn, y eso aparece como una verdad general, una tòpica que opera como un presupuesto al margen de los matices que se producen en la primera y la segunda etapa.

El fetiche de juventud y revoluciòn hace inteligible muchos de los discursos de PyP, lo mismo sucede con la Revoluciòn Cubana en tanto esperanza y proyecciòn hacia el futuro. Ese componente le permite cuestionar a las viejas estructuras y proponer nuevas fòrmulas. Los fracasos de los dirigentes del PC en distintos lugares del mundo abren la posibilidad a la revista de cuestionar a los lìderes; aun asì, no era tarea sencilla animarse a disputar sentido con figuras tan reconocidas, eso es sin duda un mèrito del grupo.

CONSIDERACIONES FINALES

Este trabajo analizò la revista Pasado y Presente como parte del discurso social de los años 1960 y 1970 en Argentina. El objetivo fue dar cuenta del imaginario polìtico que proyectò este colectivo intelectual en un momento àlgido de la historia argentina. Sus postulados sobre el PCA, el peronismo, la misiòn y visiòn intelectual, la nueva generaciòn, la estètica y la cultura, entre otros tòpicos fueron parte de este estudio. Analizamos la manera en que estos intelectuales se denominan, los objetivos que persiguen, los fetiches y tabùes, y sus visiones de mundo.

A màs de 48 años de la disoluciòn de la revista Pasado y Presente, sus enunciados merecen ser revisitados para dar cuenta de las trayectorias intelectuales en Argentina y Amèrica Latina. Su tarea filològica, teòrica y polìtica respecto a la obra de Marx y de Gramsci sigue generando escuelas de pensamiento en distintas universidades y espacios militantes.

La revista Pasado y Presente construye decibles que lejos de configurarse como aislados, corresponden a una època y un lugar determinado. Esas formaciones discursivas que se van produciendo en todo momento històrico, dialogan con otras anteriores y simultàneas construyendo un devenir semiòtico infinito que permite comprender los objetos que nos rodean en el mundo.

El imaginario polìtico-intelectual que proyectan se relaciona con la apariciòn de un nuevo tipo de intelectual, que debe dejar las estructuras partidarias anteriores y debe construirse a partir de otros dispositivos menos verticalistas y opresores. Cuestionan la legitimidad del PC y el PCA, se oponen al imperialismo mundial y proponen una visiòn singular del peronismo, aunque tampoco se consideran parte de ese movimiento. Podemos decir que PyP se propone hacer la revoluciòn para modificar las condiciones existentes, teniendo en cuenta el pensamiento situado pero analizando los conflictos internacionales; la cultura de los pueblos es clave para este colectivo, como asì tambièn la literatura. Asimismo, se detectaron tres lògicas imaginarias especìficas a lo largo de los tres editoriales: la del joven revolucionario, la obrerista y la artìstico-polìtica, construcciones discursivas e imaginarias que forman parte de un estado de discurso social particular.

Sin dudas, la revista PyP puede ser revisitada de otro modo y bajo condiciones diversas, dado que todo anàlisis se vale de herramientas siempre en revisiòn y a partir de conocimientos previos històricos-discursivos que considera pertinentes al momento de examinar los enunciados. Lo que resulta significativo, a nuestro entender, es justamente la elecciòn de un objeto tan singular que sigue siendo estudiado en Latinoamèrica, pero analizado desde herramientas de la socio-semiòtica, lo que producirà, seguramente, nuevos efectos de sentido para investigaciones futuras.

Notas

1. Recuperamos los trabajos de Teràn (1991), Gilman (2003), Altamirano (1999; 2011) y Nicolai (2012) que nos permiten entender el modo en que los acontecimientos gestados en los años 1960 configuran la memoria militante e intelectual de toda una generaciòn que tiene efectos de sentido hasta nuestros dìas. Gilman nos dice que la idea de una “època”, desde una historia de las ideas, puede ser entendida como un “campo de lo que es pùblicamente decible y aceptable en cierto momento de la historia” (p. 36). En esta direcciòn, los trabajos de Schmucler (2012) permiten comprender còmo se ha ido construyendo una idea de pueblo argentino a partir de un dispositivo memorial.

2. Fue una revista emblemàtica de los años´50 en Argentina, donde se trataron temas polìticos y culturales.

3. Siguiendo a Waiman (2016), la nueva izquierda se encuentra “marcada y conformada por las discusiones y disputas en torno a còmo entender al peronismo. En còmo pensar una confluencia entre el proyecto polìtico socialista y el peronismo como expresiòn de las masas populares a las cuales la izquierda busca apelar, luego de la ruptura con los partidos Socialista y Comunista que habìan combatido abiertamente a aquel movimiento caracterizàndolo como fascista (p. 162).

4. 1ª època de Pasado y Presente: Còrdoba, n° 1: abril-junio 1963 – n° 9: abril-septiembre 1965. Se publicaron 9 nùmeros. 2ª època: Buenos Aires, n° 1: abril-junio 1973 – n° 2/3: julio-diciembre 1973. Se publicaron 3 nùmeros y fue dirigida por Josè Marìa Aricò.

5. El 16 de septiembre de 1955 se produce el golpe de Estado cìvico-militar que derroca al gobierno de Peròn dando comienzo a la denominada Revoluciòn Libertadora (1955-1958). Desde entonces, dicho periodo encabezado por Eduardo Lonardi se propuso perseguir al peronismo. Luego, el 13 de noviembre de 1955 Lonardi es derrocado y asume Aramburu, quien incrementa la represiòn dando como resultado el decreto 4161/56 de proscripciòn de dicho partido el 5 de marzo de 1956. El decreto no solo prohibìa el partido polìtico sino tambièn cualquier sìmbolo de Peròn o Evita.

6. Fue un filòsofo, escritor y periodista peruano, fundador del Partido Socialista Peruano y autor de varias obras importantes para el marxismo latinoamericano, algunas de ellas son 7 ensayos de Interpretaciòn de la Realidad Peruana, El artista y la època, Defensa del marxismo, entre otras.

7. “Temàticas y visiòn de mundo” es uno de los siete componentes que Angenot advierte en la construcciòn del hecho hegemònico, se refiere a las tematizaciones y cosmovisiones de mundo que son rastreables en la materialidad discursiva.

8. “Fetiches y tabùes” se refiere a otro de los componentes del hecho hegemònico, se trata de aquello sagrado (fetiche) y prohibido (el tabù) que se construye en el discurso.

9. Refiere a los procesos sindicales que se comienzan a gestar en la fàbrica FIAT y que tendrà como corolario el fenòmeno de SITRAC-SITRAM, dos sindicatos que organizaban al personal de dos filiales colindantes de la empresa Fiat (ConCord y MaterFer): Sindicato de Trabajadores de ConCord (Sitrac) y Sindicato de Trabajadores de MaterFer (Sitram).

11. Movimiento intelectual argentino que propuso salir de los modos monàrquicos adquiridos de la colonia española para proponer una democracia que contemple los derechos de todos los ciudadanos. Entre los nombres màs destacados se encuentra el de Domingo Faustino Sarmiento, Esteban Echeverrìa, Juan Bautista Alberdi, entre otros.

REFERENCIAS

1. Angenot, Marc. El discurso social. Los lìmites històricos de lo pensable y lo decible. Traducciòn: Marìa Teresa Dalmasso y Norma Fatala. Buenos Aires: Siglo XXI. 2010.         [ Links ]

2. Altamirano, Carlos. Intelectuales. Notas de investigaciòn sobre una tribu inquieta. Buenos Aires: Siglo XX. 2013.         [ Links ]

3. Altamirano, Carlos. Peronismo y cultura de izquierda. Buenos Aires: Siglo XXI. 2011.         [ Links ]

4. Altamirano, Carlos. La Argentina en el siglo XX. Buenos Aires: Ariel, 1999.         [ Links ]

5. Bonano, Mariana. “La revista Pasado y Presente (primera etapa, 1963-1965) y las posiciones ideològicas de la nueva izquierda intelectual”. Discurso polìtico y anàlisis lingüìstico en tres editoriales. X Congreso Nacional de Lingüìstica. Sociedad Argentina de Lingüìstica y Universidad Catòlica de Salta. 2005.

6. Bourdieu, Pierre. Intelectuales, polìtica y poder. Buenos Aires: Eudeba. 1999.         [ Links ]

7. Burgos, Raùl. Los Gramscianos argentinos. Cultura y polìtica en la experiencia de Pasado y Presente. Buenos Aires: Siglo XXI. 2004.         [ Links ]

8. Casullo, Nicolàs. Las cuestiones. Buenos Aires: Fondo de Cultura Econòmica. 2007.         [ Links ]

9. Castoriadis, Cornelius. La instituciòn imaginaria de la sociedad. Buenos Aires: Tusquets. 2007.         [ Links ]

10. Charle, Christophe. Los intelectuales en el siglo XIX. Madrid: Siglo XXI. 2000.         [ Links ]

11. Crespo, Horacio. Josè Aricò. Entrevistas 1974-1991. Còrdoba: Editorial Universidad Nacional de Còrdoba. 2014.         [ Links ]

12. Delupi, Baal. De Còrdoba a Turìn ida y vuelta: Pasado y Presente de la intelectualidad local. Còrdoba: Ediciones del fogòn. 2020.         [ Links ]

13. Dosse, Francois. La marcha de las ideas. Historia de los intelectuales, historia intelectual. Traducciòn Rafael F. Tomàs. Universitat de Valencia. 2007.         [ Links ]

14. Gramsci, Antonio. Los intelectuales y la organizaciòn de la cultura. Buenos Aires: Nueva Visiòn. 2012.         [ Links ]

15. Lazzarato, Mauricio. El funcionamiento de los signos y de las semiòticas en el capitalismo contemporàneo. VV.AA. Producta50, Generalitat de CatalunyaDepartment de Cultura i Mitjans de Comunicaciò, Barcelona. 2007.

16. Pavòn, Ignacio Riffo. “Una reflexiòn para la comprensiòn de los imaginarios sociales”. Revista Comunicaciòn. Universidad Nacional del Altiplano de Puno, vol. 7, nùm. 1. 2016.

17. Petra, A. Intelectuales comunistas en la Argentina (1945-1963) [Tesis de posgrado. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educaciòn]. Disponible en http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/tesis/te.896/te.896.pdf. 2016.         [ Links ]

18. Pulleiro, Adriàn. Liberales, populistas y heterodoxos. Estudios sobre intelectuales, cultura y polìtica en la Argentina reciente. Buenos Aires: Batalla de ideas. 2017.         [ Links ]

19. Nicolai, Pablo. “Intelectuales y pueblo: una mirada entrelìneas”. VII Jornadas de sociologìa de la UNLP. La Plata. 2012.

20. Teràn, Oscar. Nuestros años sesentas. Buenos Aires: Puntosur. 1991.         [ Links ]

21. Torre, J. C. “En torno a una experiencia intelectual y polìtica. El obrerismo de Pasado y Presente”. Documentos para un Dossier (no publicado) sobre SiTraC-SiTraM. Villa Marìa: Eduvim. 2014.

22. Sarlo, Beatriz. Escenas de la vida posmoderna. Intelectuales, arte y videocultura en la Argentina. Buenos Aires: Ariel. 1994.         [ Links ]

23. Said, Edward. Representaciones del intelectual. Buenos Aires: Paidòs. 1996.         [ Links ]

24. Sartre, Jean-Paul.¿Què es la literatura? Buenos Aires: Losada. 2012 [1948].         [ Links ]

25. Schmucler, Hèctor. “La memoria incierta. La memoria, entre la polìtica y la ètica”. Textos reunidos de Hèctor Schmucler (1979-2015). Còrdoba: Universidad Nacional de Còrdoba. 2012.

26. Sigal, Silvia; Veròn, Eliseo. Peròn o muerte. Los fundamentos discursivos del fenòmeno peronista. Buenos Aires: Eudeba. 1986.         [ Links ]

27. Veròn, Eliseo. La palabra adversativa. El discurso polìtico. Lenguaje y acontecimientos. Hachette: Buenos Aires. 1987.         [ Links ]

28. Waiman, Javier. “La batalla polìtica de los intelectuales kirchneristas. Apuntes para una interpretaciòn de Carta Abierta”. Revista Conflicto Social. 2016.

29. Walzer, Michael. La compañìa de los crìticos. Intelectuales y compromiso polìtico en el siglo XX. Buenos Aires: Nueva visiòn. 1993.         [ Links ]

Fuentes

Revista Pasado y Presente: Nº 1 (Abr.-Jun. 1963); Nº 2/3 (Jul.-Dic. 1963); Nº 4 (Ene.-Mar. 1964).

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License