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Acta toxicológica argentina

On-line version ISSN 1851-3743

Acta toxicol. argent. vol.22 no.1 Ciudad Autónoma de Buenos Aires June 2014

 

ARTÍCULOS

Identificación de los escorpiones de importancia médica en la Argentina

Identification of scorpions with medical importance in Argentina

 

de Roodt, Adolfo Rafael1,2; Lanari, Laura Ceci1; Laskowicz, Rodrigo Daniel1; Costa de Oliveira, Vanessa2

1Área Investigación y Desarrollo, Instituto Nacional de Producción de Biológicos, Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud "Dr. Carlos G. Malbrán", Ministerio de Salud. Av. Vélez Sarsfield 563, CP 1281, CABA.
2Laboratorio de Toxi­nopatología, Centro de Patología Experimental y Aplicada, Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires. Uriburu 950, 5º Piso, CP 1114, CABA.

Recibido: 30 de noviembre de 2012
Aceptado: 31 de diciembre de 2012

 


Resumen. Los escorpiones de importancia médica en el mundo pertenecen mayoritariamente a la familia Buthidae. En Argentina, los miembros de esta familia no son numerosos, siendo mucho mayor el número de especies de la familia Bothriuridae, cuyos miembros hasta el momento no revisten importancia médica. Dentro de los tres géneros de Buthidae que viven en el país, el género Tityus es el que posee especies cuya picadura e inoculación de veneno puede provocar accidentes severos. En general, la diferenciación entre Tityus trivittatus, el escorpión de mayor importancia médica de Argentina, respecto a otros escorpiones, es fácil en las provincias de la zona central del país. Sin embargo, las reglas a utilizar para la diferenciación entre escorpiones de importancia médica de aquellos que no la tienen, no son similares en todo el país. En esta actualización, se brindan elementos sencillos y claros para que el personal de salud pueda diferenciar entre las especies de Tityus de importancia médica de los escorpiones de la familia Bothriuridae, ampliamente distribuidos en la superficie del país. De esta forma, se espera que el diag­nóstico acertado sobre la especie de escorpión pueda mejorar la atención en el caso de la picadura por animales potencialmente peligrosos. Por otro lado, permitirá diferenciar a los escorpiones sin importancia médica lo que redundará en la mejor utilización de los recursos disponibles en los niveles de atención primaria, ante la emergencia que representa una picadura de alacrán.

Palabras clave: Escorpión; Tityus; Identificación; Argentina.

Abstract. The scorpions of medical importance in the world mostly belong to Buthidae family. In Argentina, members of this family are not numerous, being much most numerous the species from the Bothriuridae family, whose members so far are of no medical importance. Within the three genera of Buthidae that inhabit in the country, only species from Tityus genus can cause severe ac­cidents. The differentiation between the scorpions of highest medical importance in Argentina (Tityus trivittatus), regarding other scorpions, is easy in the provinces of the central region. However, the rules used for the differentiation of medically important scorpions regarding those not dangerous, is not similar through the country. In this update, we provide simple and clear tools for the health personnel to differentiate between species of Tityus with medical importance and the scorpions from Bothriuridae fam­ily, widely distributed in the country. Thus it is expected that the accurate diagnosis of the species of scorpions may improve the attention in the case of the sting of potentially dangerous scorpions. On the other hand, the differentiation of the not dangerous scorpions from those with medical importance will result in the best use of the available resources in primary care level, consider­ing the emergency that represents a scorpion sting.

Keywords: Scorpion; Tityus; Identification; Argentina.


 

INTRODUCCIÓN

Los escorpiones son los animales terrestres más ancestrales respecto a su origen y aparecieron como organismos acuáticos en el Silúri­co (hace aproximadamente 450 – 425 millones de años). Evolucionaron de organismos acuáticos (Euriptéridos) y se adaptaron a la vida terrestre en el período Carbonífero o Pérmico (hace aproximadamente 325 – 300 millones de años) (Brownell y Polis 2001).

El nombre de escorpiones o alacranes se relaciona con la raíz latina , scorpio, -onis o con el árabe clásico aqrab (Real Academia Española 2001) que hacen referencia a estos artrópodos, por lo que ambos nombres son sinónimos que indican un mismo animal.

Si bien se los encuentra en casi toda la superficie terrestre, con la excepción de las altas cumbres nevadas y los casquetes polares, su picadura no siempre es de importancia médica.

Todos los escorpiones poseen veneno pero no todos los venenos actúan con mecanismos tóxicos sistémicos sobre los mamíferos (Becerril y col. 1997). Algunas especies, en determinadas zonas del mundo, son responsables de muchas muertes humanas especialmente de niños (Khattabi y col. 2011). De las 1500 - 2000 especies que existirían mundialmente, solo cerca de 30 han demostrado ser de importancia médica (que pueden provocar la muerte a un humano) (Buchler 1971), a estos escorpiones se los llama generalmente "venenosos".

En Argentina, en los últimos años, ha habido un importante aumento de la notificación de ac­cidentes por escorpiones y también de casos graves y mortalidad por su picadura, habién­dose relacionado los casos graves y muertes a Tityus trivittatus (Figura 1) y Tityus confluens (Figura 2). Tityus bahiensis, que puede encontrarse habitualmente en la provincia de Misiones, hasta el momento no produjo casos de gravedad en Argentina, si bien puede causar envenenamientos severos en Brasil (Ministerio de Saude 1999).


Figura 1. Ejemplar adulto de Tityus trivittatus. Obsérvese el color castaño claro y las tres líneas longitudinales oscuras bien diferenciadas en el dorso, las pinzas finas y largas (ver figura 3), y la apófisis subaculear (ver figura 4) del telson.


Figura 2
. Tityus confluens. Obsérvese el dorso oscuro y las patas y pedipalpos largos y delicados, sin manchas. Nótese la apófisis subaculear en el telson. En general, son de tamaño mediano no superando comúnmente los 6 cm.

Ubicación zoológica

Los escorpiones (Orden Scorpionida) son artrópodos que pertenecen al grupo de los arácnidos (Clase Arachnida), al que también pertenecen las arañas (Orden Araneae), opiliones (Orden Opiliones), solifugos (Orden Solifugae), pseudoescorpiones (Orden Pseudoescorpiones), amblipigios (Orden Amblypigi), uropigios (Orden Uropygi), ricinuleidos (Orden Ricinulei) y los ácaros (Orden Acari), entre otros (Ruppert y Barnes 1996; Brownell y Polis 2001).

Morfología de los escorpiones

Existen numerosas estructuras anatómicas relacionadas con la fisiología de estos animales y que además son útiles para su identificación. El propósito de este trabajo es poder diferenciar a aquellos escorpiones de Argentina cuya inyección de veneno representa un riesgo para el humano, de los que son inofensivos toxicológicamente. Por este motivo, mencionaremos caracteres muy generales para poder identificar a los escorpiones de otros artrópodos comúnmente observados en los hogares, y para poder diferenciar los escorpiones "peligrosos" de aquellos que no lo son.

La morfología general externa de los escorpio­nes se muestra en las Figuras 3 y 4.


Figura 3. Morfología general de los escorpiones. A la izquierda vista dorsal, a la derecha vista ventral. Arriba a la derecha, detalle de la parte dorsal del prosoma.


Figura 4. Detalle de los peines y esternón de ejemplares de la familia Buthidae (izquierda) y Bothriuridae (derecha).

 

Poseen 4 pares de miembros segmentados y articulados (segmentos: coxa, trocánter, fémur, patela, tibia y tarsos).

El cuerpo de un escorpión presenta una parte anterior (prosoma) y una parte posterior (opistosoma). En el prosoma se encuentran diversas estructuras entre las que destacamos los ojos (poseen varios pares), los quelíceros (estructuras en forma de pequeñas pinzas relacionadas con la entrada del aparato digestivo y que le sirven para desmenuzar su alimento, a diferencia de las arañas que los tienen adaptados para inocular el veneno) y los pedipalpos o "pinzas" (que utiliza para capturar a las presas, entre otras cosas).

El opistosoma se divide dos partes: una parte anterior o mesosoma y una parte final o metasoma ("cola"). El mesosoma presenta 7 segmentos dorsales (tergitos) y 5 segmentos ven­trales visibles (esternitos), en 4 de los cuales se encuentran las aberturas respiratorias. El metasoma se divide en 5 segmentos, tras los cuales hay un último segmento de forma vesicular terminado en un aguijón que se denomina telson. En el telson se encuentran las glándulas productoras de veneno y el acúleo ("aguijón") mediante el cual inocula el veneno a sus presas o atacantes.

Hay numerosas estructuras que permiten identificar a las diferentes familias, géneros y especies de escorpiones, entre ellas los peines, el número de dientes o el número de fulcros de los mismos, granulaciones, presencia o ausencia de pelos en diferentes partes del cuerpo. Sin embargo, en este trabajo solo mencionaremos grandes características que permitan una primera rápida diferenciación entre los grupos de escorpiones y especialmente entre los que son de importancia médica y aquellos que no lo son.

Escorpiones de importancia médica

De las más de 1500 especies de escorpiones que existen mundialmente solo alrededor de 30 presentan importancia médica (Buchler 1971).

En Argentina hay cerca de 60 especies de escorpiones distribuidos prácticamente en toda la superficie continental (Tabla 1). Estos están divididos en dos familias, Buthidae y Bothriuridae, constituidas por varios géneros cada una (Acosta 2005; Ojanguren 2005). Solamente tres o cuatro de estas especies poseen venenos capaces de provocar envenenamiento sistémico en los humanos (Ministerio de Salud 2011).

Tabla 1. Escorpiones en Argentina.

En el mundo, casi la totalidad de los escorpiones de importancia médica pertenecen a la Familia Buthidae, siendo los géneros Tityus y Centruroides los responsables de los envenenamientos graves y muertes humanas en Sudamérica y Norteamérica, respectivamente (Buchler 1971).

En Argentina, la familia Buthidae está representada por tres géneros: Tityus (con seis especies), Ananteris (con una especie) y Zabius (con dos especies). Hasta el momento solo tres especies de Tityus (T.), T. trivittatus, T. confluens y T. bahiensis (Figura 5) demostraron poseer venenos tóxicos para los humanos y sólo las dos primeras causaron muertes en Argentina (de Roodt y col. 2003, 2009, 2010; Ministerio de Salud 2011). Si bien T. bahiensis puede provocar accidentes graves en Brasil, la mortalidad es mucho menor a la provocada por T. serrulatus (Bucaretchi y col. 1995). Posiblemente esta menor mortalidad comunicada en Brasil, esté relacionada con la ausencia de registros de mortalidad por esta especie en Argentina, hasta el momento.


Figura 5. A la izquierda Tityus trivittatus (Paraná, Entre Ríos), en el centro Tityus confluens (S.F. del Valle de Catamarca, Catamarca) a la derecha Tityus bahiensis (El Soberbio, Misiones). Nótese la tonalidad oscura del dorso en Tityus confluens y en el dorso y pedipalpos de Tityus bahiensis.

Estas especies poseen características sinan­trópicas, pudiendo encontrarse en relación a construcciones humanas (Maury 1970).

Es necesario mencionar que además de estas especies, las cuales están ampliamente comprobadas como miembros de la escorpiofau­na argentina (Ojanguren 2005), se ha descripto, en la provincia de Corrientes, el hallazgo de T. serrulatus, el escorpión de mayor importancia médica en Brasil (Ministério de Saúde 1999; Camargo y Ricciardi 2000). Por ese motivo, debería realizarse una vigilancia dado que esta especie se ha comenzado a encontrar en regiones del Sur de Brasil en relación a la frontera con nuestro país (Roberval Borto­luzzi y col. 2007).

La familia Bothriuridae, cuyos miembros no poseen venenos que provoquen alteraciones sistémicas en el humano, está representada en Argentina por seis géneros que son Bothriurus, Timogenes, Brachistosternus, Vachonia, Orobothriurus y Urophonius, sumando más de 50 especies (Acosta 2005; Ojanguren 2005). Estas especies en general se encuentran en espacios abiertos, a campo o en zonas peridomiciliarias en algunas regiones. No están directamente relacionadas con construcciones humanas como en general lo está T. trivittatus. Por ejemplo, en la zona de la Ciudad de Buenos Aires, casi la totalidad de escorpiones que se encuentran, provienen de edificaciones y son T. trivittatus, mientras que casi la totalidad del conurbano de Buenos Aires, son Bothriurus bonariensis y son hallados en jardines de quintas, parques o terrenos baldíos (Salomón y de Roodt 2001). Sin embargo, en algunos municipios del conurbano se comenzaron a encontrar T. trivittatus con mucho mayor frecuencia que en años anteriores.

Diferenciación morfológica de escorpiones de importancia médica

Los elementos para clasificar e identificar correctamente a las diferentes especies de escorpiones son muchos y variados, siendo los biólogos especializados en sistemática quienes pueden clasificar con base técnico-científica a las diferentes especies de alacranes. En Argentina existen especialistas en distintas instituciones nacionales y provinciales que entre sus actividades, se dedican a la clasificación sistemática de estos animales. También existe material bibliográfico actualizado que permite identificar a los diferentes grupos y especies de escorpiones (Ojanguren 2005). Para el estudio de la sistemática de estos arácnidos, se refiere al lector a la investigación en la bibliografía científica específica o a la consulta en los centros especializados. La clasificación sistemática de las distintas especies de escorpiones excede ampliamente el objetivo de este trabajo, con el que se busca brindar conocimientos técnicos fácilmente aplicables para poder identificar a los escorpiones de importancia médica.

La diferenciación de alacranes en familias y en algunos casos en especies, puede realizarse con herramientas sencillas, y afortunadamente en Argentina, debido a las características de la escorpiofauna, estas permiten distinguir a aquellos de importancia médica de aquellos que no lo son.

En las grandes ciudades en las que puede hallarse T. trivittatus, el escorpión de mayor importancia médica de Argentina (de Roodt y col. 2003; Ministerio de Salud 2011), también suelen encontrarse (en ellas o en sus alrededores) otras especies pertenecientes a la familia Bothriuridae, que no posee especies de importancia médica. Entre las especies de esta familia de la zona central del país (incluyendo la capital y el conurbano), se destaca por la cantidad de hallazgos Bothriurus bonariensis, que según se detalla en las Figuras 6 y 7, es fácilmente diferenciable de T. trivittatus, que también habita en este área. La mayoría de los instructivos para la identificación de escorpiones de los di­ferentes Ministerios de Salud de las provincias, así como la mayoría de las comunicaciones dirigidas a la prevención de la población, provenientes de diversas instituciones nacionales, se enfocan exclusivamente en las diferencias entre estas dos especies, lo que es totalmente acertado en ciertas regiones del país, que coinciden con las ciudades más pobladas de Argentina. Considerando estos casos, en Argentina se tiende a afirmar que los alacranes "venenosos" poseen color claro y los "no venenosos" oscuro, lo que es cierto tratándose de T. trivittatus y de B. bonariensis (Figuras 1, 6 y 7). Sin embargo, esta generalización no debe tomarse como algo absoluto en todo el país.


Figura 6. Ejemplar adulto de Bothriurus bonariensis. Obsérvese el color oscuro uniforme, las pinzas cortas y robustas (ver figura 3), y el telson sin apófisis subaculear (ver figura 4).


Figura 7. Diferencias entre los pedipalpos ("pinzas") de Bothriurus y Tityus.

En otras regiones del país fuera del área cen­tral, pueden encontrarse otras especies de la familia Bothriuridae de color claro. Entre estos se pueden mencionar a los escorpiones de los géneros Timogenes y Brachistosternus, ambos muy comunes en sus áreas de distribución, y que a diferencia de B. bonariensis, son de color amarillo pajizo (Figuras 8, 9, 10, y 12). Debe entonces tenerse en cuenta que, además de varias especies de Tityus, otros escorpiones de los diferentes géneros de la familia Botrhiuridae (no peligrosos) pueden tener color castaño con tonalidades claras, en diversas provincias del país (Tabla 1, Figuras 8 a 12).


Figura 8. Ejemplar adulto de Timogenes elegans. Hembra preñada. Foto de Valerio Vignoli. http://www.ntnu.no/ub/scorpion-files/gallery.htm. Obsérvese la coloración castaño clara del ejemplar. Un adulto puede superar ampliamente los 8 cm.


Figura 9. Ejemplar adulto de Vachonia martinezzi. Foto de Luis F. Moreno. http://ecoregistros.com.ar/site/imagen.php?id=12617.


Figura 10. Ejemplar de Brachistosternus angustimanus. Nótese el dorso algo oscuro y el telson con un largo aguijón con ausencia de apófisis subaculear (como en todos los Bothriuridae) y las "pinzas" cortas. Foto: Julián Tocce. http://ecoregistros.com.ar/site/imagen.php? id=2510


Figura 11. Orobothriurus alticola. Obsérvese el color marrón claro, con tonalidades más oscuras, la ausencia de apófisis subaculear y los pedipalpos gruesos y medianos. Foto: Dr. Andrés Ojanguren-Affilastro.


Figura 12. Urophonius iheringi. Obsérvese la tonalidad clara general y el moteado, así como la ausencia de apófisis subaculear y los pedipalpos bien gruesos. Foto: Dr. Andrés Ojanguren-Affilastro.

Por otro lado, dos escorpiones de importancia médica como T. confluens (presente principal­mente en el Noroeste Argentino) y T. bahiensis (presente en el Noreste del país, mayormente en la provincia de Misiones), poseen el dorso de color oscuro y uniforme, a diferencia de T. trivittatus (Figuras 1 y 13). Si sólo se considerase "el color" o "tonalidad" como carácter diagnóstico, podría confundírselos con los de poca importancia médica y no actuar de la forma debida ante su picadura. Estas especies pueden diferenciase de aquellas de la familia Bothriuridae, principalmente porque los Tityus poseen apófisis subaculear, elemento que no se encuentra en el telson de los escorpiones de la familia Bothriuridae (Figura 14). Esta estructura permite diferenciar sin dejar lugar a dudas a los Tityus respecto de las especies sin importancia médica.


Figura 13. Tityus bahiensis. Obsérvese el color oscuro y manchas en las patas y pedipalpos, que poseen sus pinzas largas. Pueden llegar a superar los 7 cm de longitud.


Figura 14. Diferencias entre telsones de escorpiones de la Familia Bothruridae y del Género Tityus. A la izquierda, telson de un ejemplar de la Familia Bothriuridae (telsón "simple" y a la derecha telson de Tityus trivittatus en el que se puede observar la apófisis subaculear.

Por los motivos antes mencionados, cuando esto sea posible, debe identificarse correctamente al ejemplar responsable de la picadura, ya que los signos iniciales de inoculación de veneno son muy similares entre los "venenosos" y los "no venenosos": la ocurrencia de un dolor agudo y de gran intensidad en la zona picada. Por esto, no es posible realizar una diferenciación en los períodos iniciales tras la picadura sólo en base a los signos y síntomas clínicos.

La picadura de un ejemplar "oscuro" en provincias como Misiones o Jujuy, no indica necesariamente que haya sido provocada por una especie de la familia Bothriuridae, sino que puede haber sido debida a Tityus confluens (Jujuy, Catamarca, Tucumán, etc.) o a Tityus bahiensis (Misiones, Corrientes, Santa Fe, etc.), ambos con venenos tóxicos para el humano (Figuras 2 y 13). Por otro lado, la picadura por alacranes "claros", no necesariamente indicará que esta fue provocada por un Tityus, ya que varias de las especies de la familia Bothriuridae, poseen tonalidades claras (Figuras 9 a 12).

La presencia de apófisis subaculear, junto a datos referidos a los pedipalpos, no deja dudas respecto a como separar a los ejemplares de la familia Bothriuridae de los Tityus (Figuras 7 y 14). Si bien Ananteris posee apófisis subaculear, este género de escorpión no presenta importancia médica y es extremadamente raro de encontrar en Argentina.

Además de los datos antes expuestos, en ocasiones puede haber dudas o el ejemplar de escorpión puede estar dañado, dificultando el diagnóstico de su especie, género o aún familia. En estos casos, la morfología del esternón de los ejemplares puede ser de mucha ayuda. Las especies pertenecientes a la familia Buthidae (familia en la que se encuentran los escorpiones de importancia médica) poseen un esternón con morfología subtriangular, con una de­presión posterior que no llega a dividir su borde posterior, mientras que los pertenecientes a la familia Bothriuridae de Argentina poseen un esternón subpentagonal aplanado en sentido anteroposterior; con dos lóbulos posteriores, que generalmente se ven sólo como dos plaquitas separadas (Ojanguren 2005) (Figura 2).

Medidas a tomar ante un envenenamiento escorpiónico

Tanto la picadura de un escorpión de importan­cia médica como la picadura de un escorpión cuyo veneno no represente riesgo, son muy dolorosas, por lo que ese síntoma no es de ayuda al momento del diagnóstico. No duele más por ser más "venenoso". Tampoco las alteraciones locales son significativas en ambos casos. Si bien puede haber alteraciones en la zona de inoculación (piloerección, sudoración, hipotermia local) solamente médicos experimentados podrían notar signos locales. Cuando el envenenamiento avanza, es fácil el diagnóstico, pero lamentablemente también es indicativo de la generalización del envenenamiento, lo que siempre debe tratar de evitarse. Una vez que las toxinas están fijadas a los tejidos, el cuadro fisiopatológico se desata y la terapéutica se torna más dificultosa. En este sentido, se estima que el tiempo recomendable para la aplicación del antídoto específico (antiveneno) no debe superar las dos horas (Ministerio de Salud 2011). Esta celeridad en el tratamiento no es exclusiva de los envenenamientos por Tityus sino en todos los envenenamientos sistémicos por escorpiones (Khattabi y col. 2011). En el caso de envenenamiento y tras determinar su graduación clínica, debe evaluarse la posibilidad de la aplicación del antiveneno y la internación en la unidad de terapia intensiva.

Cuando el cuadro se produce por algún escorpión sin importancia médica, el tratamiento solo requerirá la toilette local, el uso de analgésicos o anestésicos locales, si fuese necesario, y las medidas generales inherentes a la lesión traumática debida a cualquier animal no venenoso.

Por estos motivos, la correcta identificación del ejemplar que produjo el envenenamiento tiene suma importancia para la rápida instauración del tratamiento o para tranquilizar al paciente y/o a su familia.

Comentarios

Con estos pocos elementos, puede llegar a diferenciarse fácilmente a los escorpiones de importancia médica en las distintas regiones de Argentina, lo que puede facilitar la función de los equipos de salud, para la rápida distinción de los ejemplares peligrosos de aquellos no peligrosos. El paradigma pregonado sobre que "los escorpiones claritos son peligrosos y los oscuros no", es aplicable a varias regiones y ciudades del país como Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Santa Fe, Paraná y otras, en las cuales las especies más comunes (no las únicas) y cercanas al ser humano son T. trivittatus y B. bonariensis. Sin embargo, en otras regiones del país no se puede aplicar esa regla, sino que es necesaria la observación de varios caracteres morfológicos, pero sobre todo la presencia de apófisis subaculear en los telsones; ya que el color o tonalidades (además de la subjetividad de quien observa) no son elementos suficientes para realizar un diagnóstico.

Se ha intentado dar una guía sencilla especialmente para el personal de salud que deba diferenciar ejemplares de alacranes y pueda discriminar fácilmente a aquellos con o sin importancia sanitaria en las diferentes regiones de Argentina. De esta forma, considerando características fácilmente identificables, se brindan herramientas sencillas para poder evitar errores en el diagnóstico de los animales inofensivos de aquellos potencialmente peligrosos.

Agradecimientos: al Dr. Andrés Ojanguren-Affilastro del Museo Argentino de Ciencias Naturales "Bernardino Rivadavia" y miembro del CONICET, por facilitarnos fotos de Urophonus y Orobothriurus, especies de Bothriuridae no muy frecuentes.

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