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Acta toxicológica argentina

versión On-line ISSN 1851-3743

Acta toxicol. argent. vol.23 no.1 Ciudad Autónoma de Buenos Aires mayo 2015

 

ARTÍCULOS

Evaluación de la ingesta diaria de cafeína en niños y adolescentes de Argentina

Assessment of caffeine daily intake in children and adolescents from Argentina

 

Bardoni, Natalia*; Contartese, Cecilia Mariel; Olmos, Valentina

Cátedra de Toxicología y Química Legal, Facultad de Farmacia y Bioquímica, UBA. Junín 956, 7mo piso, C1113AAD, CABA. Tel/ Fax: 4964-8283/4

*nbardoni@ffyb.uba.ar

Recibido: 16 de enero de 2014
Aceptado: 14 de diciembre de 2014

 


Resumen. La cafeína (1,3,7 trimetilxantina) es un alcaloide de la familia de las xantinas. Está presente en una gran cantidad de bebidas como café, té, cacao, mate, guaraná, bebidas gaseosas y bebidas energizantes, y alimentos que son consumidos por adultos, adolescentes y niños. A fin de obtener información acerca de la ingesta de cafeína en población infantil y adolescente de Argentina, se plantearon los siguientes objetivos de trabajo: a) estimar la ingesta diaria de cafeína en niños y adolescentes que residen en conglomerados urbanos de Argentina; b) estudiar la asociación de dicha ingesta con distintas variables tales como el género, la edad, el nivel socioeconómico (NSE) y el lugar de residencia; c) estudiar la relación de la ingesta de cafeína con la duración del sueño y d) valorar la contribución de las distintas bebidas a la ingesta diaria de cafeína. Se obtuvieron los datos de consumo de bebidas de 425 participantes de hasta 20 años de edad, residentes de distintas ciudades del país y de diferente NSE. Los resultados mostraron que la ingesta diaria promedio de cafeína (11, 43, 76, 132 y 233 mg/día) aumentó con la franja etaria (menores de 2, de 3 a 5, de 6 a 12, de 13 a 17 y de 18 a 20 años, respectivamente), aunque al relacionarla con el peso corporal (mg/kg/día) el aumento no fue tan marcado. El 50 % de los niños de hasta 2 años evaluados, nunca había consumido bebidas con cafeína. Por el contrario, a partir de 3 años en adelante más del 90 % sí consumieron regularmente por lo menos una bebida con cafeína. Las ingestas promedio calculadas para los niños y adolescentes evaluados resultaron ser superiores a las reportadas por otros autores para otros países. No se encontraron diferencias en la ingesta según el género, el lugar de residencia o el NSE. No se encontró relación entre la ingesta de cafeína y la duración del sueño para ningún grupo etario, a excepción de la franja etaria de 18 a 20 años en la que se observó una disminución significativa en la duración promedio del sueño para el grupo de individuos con ingesta extrema. Las bebidas gaseosas cola se mostraron como principales contribuyentes a la ingesta promedio de cafeína, aunque el mate también se destacó en ese aspecto. Como conclusiones generales de este trabajo se destaca que se logró caracterizar la ingesta de cafeína en niños y adolescentes y establecer la composición de dicha ingesta en cuanto a sus contribuyentes mayoritarios y minoritarios. Por último, si bien se podría clasificar a las ingestas promedio obtenidas en este estudio como elevadas con respecto a las reportadas para otros países, se debe considerar que no se ha definido un valor de ingesta diaria recomendada para niños y adolescentes.

Palabras clave: Cafeína; Niños; Adolescentes; Ingesta

Abstract. Caffeine (1,3,7 trimethylxanthine) is an naturally occurring alkaloid. It is present in many beverages such as coffee, tea, cocoa, mate, guarana, soft drinks and energy drinks, and foods, widely consumed by adults, adolescents and children. Since information about caffeine intake in children and adolescents in our country is scarce, the aims of the study were set as follows: a) estimate the caffeine daily intake of children and adolescents from Argentina, b) associate the intake to different variables such as gender, age, socioeconomic status (SES) and place of residence; c) study the relationship between caffeine intake and sleep duration, and d) assess the contribution of different beverages to the caffeine daily intake. Information on non alcoholic beverages consumption was obtained from 425 participants up to 20 years old. Participants were from different cities and of different SES all over the country. Results showed that the caffeine mean daily intake increased (11 , 43 , 76 , 132 and 233 mg/day ) with age range (up to 2 , 3 to 5, 6 to 12 , 13 to 17 and 18 20 years old, respectively), but when the intake was related to body weight (mg/ kg/day) the increase was not so marked. Fifty percent of children up to 2 years old had never consumed any caffeinated beverage. However, from ages 3 and up, more than 90% of children regularly consumed at least one caffeinated beverage. The mean daily intakes for the evaluated children and adolescents were higher to those reported by other authors for other countries. When data were analyzed by gender, place of residence or SES, no differences in caffeine intake were observed. No relationship between caffeine intake and sleep duration for any age group was found, except for the age group of 18-20 years, where a significant decrease in average sleep duration for the group of individuals with extreme intake was observed. Soft drinks showed to be main contributors to the mean caffeine daily intake, although mate also highlighted in that aspect. Characterization of the caffeine daily intake and identification of the major and minor contributors to that intake are remarked as achievements of this study. And finally, although caffeine mean daily intake obtained in this study could be considered as elevated when compared with those reported for other countries, it should be noted that a recommended daily intake value for children and adolescents has not already been set.

Keywords: Caffeine; Children; Adolescents; Intake


 

Introducción

La cafeína (1,3,7 trimetilxantina) es un alcaloide de la familia de las xantinas. Está presente naturalmente en una gran cantidad de plantas tales como Coffea arabica, Coffea robusta, Thea sinensis, Theobroma cacao, Cola acuminata, Ilex paraguayensis y Paullinia cupana. Estas plantas se emplean en la preparación de bebidas como café, té, cacao, mate, guaraná, bebidas gaseosas y bebidas energizantes; y alimentos como caramelos, chocolates y helados. Todas estas bebidas y alimentos son ampliamente consumidos por adultos, adolescentes y niños.

La cafeína es una sustancia psicoactiva, estimulante del sistema nervioso central (Berkowitz y col. 1970; Nehlig y col. 1992; Smith 2002). Además, afecta el sistema cardiovascular (Pincomb y col. 1985; Pincomb y col. 1993; Savoca y col. 2005; Farag y col. 2005; Usman y Jawaid 2012), tiene efecto diurético (Warzak 2011) y es inhibidora de la contractilidad del músculo liso (Ahn y col. 1988; Echeverri y col. 2010).

En adultos sanos, una ingesta de 200 mg/día (equivalente a menos de 2 tazas de café o a 12 mates) está asociada a efectos considerados benéficos o positivos sobre el estado de ánimo como mejorar el estado de alerta, la eficiencia, la energía, la concentración y la motivación para trabajar (Ellenhorn 1997; Fredholm y col. 1999; Heckman 2010) y una ingesta moderada de cafeína (400 mg/día) no se ha asociado a efectos adversos o tóxicos (Nawrot y col. 2003).

Las bebidas gaseosas son, en muchos países, los alimentos que más contribuyen a la ingesta de cafeína en la población infantil y adolescente (Ellison 1995; Skinner 2000; Valek 2004; Pardo Lozano 2007). En la actualidad, en esta población, no se ha establecido una ingesta asociada a efectos positivos o benéficos. En cambio, sí se han descripto efectos no deseados como disturbios en el sueño (Pollak y Bright 2003).

La información acerca de la magnitud y la composición de la ingesta de cafeína en población infantil y adolescente de Argentina es incierta o no está disponible para su evaluación y consulta, brecha que este trabajo se propone cerrar cubriendo los siguientes objetivos: a) estimar la ingesta diaria de cafeína en niños y adolescentes; b) estudiar la asociación de dicha ingesta con distintas variables tales como el género, la edad, el nivel socioeconómico (NSE) y el lugar de residencia; c) estudiar la relación de la ingesta de cafeína con la duración del sueño y d) valorar la contribución de las distintas bebidas a la ingesta diaria de cafeína.

Materiales y métodos

Se realizó un estudio de tipo transversal durante los años 2010 y 2011, de recolección de datos, para establecer la ingesta diaria de cafeína en población infantil y adolescente de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y localidades aledañas, y de algunas ciudades del interior del país.

Se incluyeron en el estudio niños y adolescentes de ambos sexos y de hasta 20 años de edad. En el caso de participantes menores de 18 años las encuestas fueron completadas por los padres.

Una vez realizadas y evaluadas las encuestas, se excluyeron del estudio todas aquellas que no habían sido completadas en forma correcta sobre consumo de bebidas que contienen cafeína y/o aquellas en las que no se completaron los datos de edad y/o peso de los participantes.

Para el análisis de resultados, los participantes fueron agrupados por edad de acuerdo a los distintos niveles de escolaridad vigentes en Argentina. Los rangos de edad seleccionados fueron: jardín maternal, hasta 2 años; jardín de infantes, 3 a 5 años; escuela primaria, 6 a 12 años; escuela secundaria, 13 a 17 años y estudios superiores y otros, 18 a 20 años.

Estudio de la ingesta diaria de cafeína

Se investigó la ingesta de cafeína a través del consumo de bebidas en población infantil y adolescente. Los participantes debieron completar una encuesta semi-cerrada sobre el consumo semanal (en porciones) de bebidas que contienen cafeína (café, té, mate, bebidas cola, bebidas energizantes, entre otras), además de otros datos de interés como edad, horas de sueño y peso.

Se obtuvo, para cada participante, el consumo semanal de cada bebida en unidad de volumen y luego se estimó el consumo diario dividiendo el consumo semanal por siete.

La ingesta diaria de cafeína (en mg) se calculó multiplicando el consumo diario (en ml) de cada bebida por el contenido medio de cafeína de cada bebida (mg/ml) obtenido en un estudio previo (Olmos y col. 2009), y sumando los aportes de todas las bebidas. Esta ingesta se expresó en mg/día y en mg/kg/día.

Para la evaluación de los resultados se consideraron para cada grupo etario dos niveles de ingesta: la ingesta promedio y la ingesta elevada o extrema (comprendida entre los percentiles 95 a 100).

Estudio de las características socio-económicas y culturales

La encuesta también incluyó datos sobre la zona de residencia, el nivel de educación, las actividades recreativas extra-escolares, la actividad laboral (para mayores de 16 años).

Para establecer el nivel socio-económico (NSE) de los participantes se utilizó una clasificación de la Cámara de Control de Medición de Audiencias que cruza las variables educación y ocupación de los padres (CCMA 2007).

Las categorías o niveles socio-económicos considerados fueron tres: alto, medio y bajo.

Duración del sueño

Mediante la encuesta se obtuvo información sobre las horas de sueño de los niños y adolescentes. La duración del sueño se incluyó como marcador de efecto.

Análisis estadístico

Todas las pruebas estadísticas se realizaron con InfoStat versión 2011. La variable ingesta de cafeína no se ajustó a una distribución normal por lo cual se utilizaron pruebas no paramétricas. Para la comparación de ingestas medias de dos poblaciones, se utilizó la prueba de Mann Whitney (Gómez-Gómez y col. 2003). Para la comparación de ingestas medias entre más de dos poblaciones se utilizó la prueba de análisis de la varianza no paramétrica de Kruskal- Wallis (Gómez-Gómez y col. 2003).

Resultados

Se recibieron 464 encuestas, de las cuales 39 fueron desestimadas por falta de algún ítem de requerimiento obligatorio (peso, edad, género) y/o por ingreso erróneo de datos de ingesta. Se procesaron, entonces, los datos correspondientes a 425 participantes. De éstos, 218 (51 %) fueron varones y 207 (49 %) fueron mujeres. En cuanto al lugar de residencia 136 (33 %) fueron de Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), 208 (49 %) de Provincia de Buenos Aires y Conurbano Bonaerense (PBA), 74 (17 %) del interior del país (INT) y 7 (2 %) fueron sin datos. De acuerdo al NSE se agruparon como sigue: 184 (43 %) de NSE alto, 191 (45 %) de NSE medio, 49 (12 %) de NSE bajo y 1 sin dato.

De acuerdo a las categorías de edad, los participantes se distribuyeron según se muestra en la Tabla1.

Tabla 1. Ingestas promedio y extrema (percentil 95) de cafeína (en mg/kg/día y mg/día) por grupo etario.

En todos los grupos etarios más del 90 % de los niños y adolescentes consumieron alguna bebida con cafeína, con excepción del grupo de hasta 2 años en el cual más del 50 % de los niños no registró ningún consumo (ingesta 0 mg) (Tabla 1).

Se observó un claro incremento en la ingesta diaria promedio de cafeína (mg/día) con la edad. Sin embargo, cuando la ingesta promedio se calculó por kg de peso corporal, el incremento con la edad no fue tan marcado. Las diferencias entre ingestas diarias promedio expresadas en mg/kg de peso corporal no fueron significativas (P>0,05) entre los grupos 3 a 5 años, 6 a 12 años y 13 a 17 años. Se diferenciaron significativamente entre sí, y de los otros grupos, las ingestas de los grupos de hasta 2 años y de 18 a 20 años (Tabla 1)

Las ingestas promedio y extrema (en mg/kg/ día y en mg/día) para cada grupo etario se muestran en la Tabla 1. Se observó que los valores extremos (percentil 95) duplicaron, triplicaron y, en algunos casos, hasta cuadruplicaron las ingestas promedio.

Asociación entre la ingesta diaria de cafeína y el género

En cuanto a la comparación entre mujeres y varones, no se observó diferencia significativa entre las ingestas de cafeína (en mg/kg/día) para ningún grupo etario, aunque en todos los casos las ingestas de las mujeres fueron más elevadas que las de los varones (Tabla 2).

Tabla 2. Ingestas promedio de cafeína (en mg/kg/día y mg/día) por grupo etario según el género.

Bebidas contribuyentes a la ingesta diaria de cafeína

Las bebidas que más aportaron a la ingesta promedio para cada franja etaria fueron las gaseosas cola y la leche chocolatada (Tabla 3), aunque, en los grupos de mayor edad, se observó un aumento en el aporte del mate y el café. En las ingestas extremas (percentiles 95 a 100) el mate se mostró como el principal contribuyente en todas las franjas etarias, con porcentajes mayores al 40 %, a excepción de la franja etaria de hasta 2 años, en la cual predominó el aporte de la leche chocolatada (Tabla 3).

Tabla 3. Composición porcentual de la ingesta promedio y de la ingesta de los percentiles 95 a 100.

Asociación entre la ingesta diaria de cafeína y el NSE

En la Tabla 4 se muestran las ingestas promedio de cafeína para cada franja etaria según el NSE. Se observó que, si bien las ingestas son similares, pareciera haber una tendencia a ingestas mayores de cafeína en el NSE más bajo.

Tabla 4. Ingesta promedio de cafeína (mg/kg/día) según nivel socio-económico (NSE); alto (A), medio (M) y bajo (B); respecto de los distintos grupos etarios.

Asociación entre la ingesta diaria de cafeína y el lugar de residencia

No se encontraron diferencias significativas (P>0,1) al comparar las ingestas promedio según el lugar de residencia, CABA: 2,7 mg/kg/día, PBA: 2,5 mg/kg/día e INT: 2,8 mg/ kg/día. El principal contribuyente a la ingesta de cafeína en CABA y PBA fue el mate con valores mayores al 40 % y en el interior del país los principales contribuyentes, fueron el mate y las bebidas cola con aportes similares cercanos al 30 % (Figura 1).


Figura 1. Composición de la ingesta promedio de cafeína, expresada en mg/kg/día, según el lugar de residencia. CABA: Ciudad Autónoma de Buenos Aires, PBA: Provincia de Buenos Aires y Conurbano Bonaerense, INT: Interior del país

Relación entre la ingesta diaria de cafeína y las horas de sueño

No se encontró relación entre la ingesta de cafeína y las horas de sueño para los distintos grupos etarios, aunque en la franja de 18 a 20 años, se observó una disminución significativa en las horas de sueño para el grupo con ingestas mayores a 10,2 mg/kg/día (percentiles 95 a 100) (Tabla 5).

Tabla 5. Ingesta promedio de cafeína y duración promedio del sueño según la franja etaria para dos niveles de ingesta.

Discusión

El consumo, en niños y adolescentes, de bebidas que contienen cafeína está muy difundido en todas las culturas y regiones (Arbeit y col. 1988; Camargo y col. 1999; Ahuja y Perloff 2001; Bello y Al Hammad 2006; Higdon y Frei 2006; Meltzer y col. 2008, Olmos y col. 2009, Temple 2009; Feferbaum y col. 2012). La ingesta de cafeína en los niños es muy variable y va a depender del perfil de consumo de las distintas bebidas que la contienen.

Son numerosos los estudios que relacionan al consumo de cafeína con distintos problemas de salud en niños y adolescentes, como alteraciones en el comportamiento (Castellanos y Rapoport 2002; Temple 2009; Temple y col. 2009), alteraciones cardiovasculares (Turley y col. 2008; Temple y col. 2010), alteraciones del sueño (Calamaro y col. 2012), sin embargo, son escasos los trabajos que proporcionan información cuantitativa acerca de la ingesta de cafeína en estos grupos etarios (Olmos y col. 2009; Temple y col. 2010).

En relación a la información cuantitativa obtenida en este estudio, lo primero para destacar es que el 50 % de los niños de hasta 2 años evaluados, nunca habían consumido bebidas con cafeína, mientras que, de los de 3 años en adelante, más del 90 % sí consumieron regularmente alguna bebida con cafeína. Se hace evidente que, entre los 2 y los 3 años, se produce un cambio en cuanto al consumo de bebidas con cafeína. Por otro lado, las ingestas promedio calculadas para los niños y adolescentes evaluados resultaron ser superiores a las reportadas por otros autores para otros países. En esta comparación (Tabla 6) se consideraron: una recomendación (Health Canada 2013) y siete estudios, tres de Estados Unidos de América (Ellison y col. 1995; Skinner y col. 2000; Warzak y col 2011), uno de España (Pardo Lozano y col. 2007), uno de Perú (Osada y col. 2008), uno del Reino Unido de Gran Bretaña (Heatherley y col. 2006) y uno de Croacia (Valek y col. 2004), cada uno abarcó un grupo etario en particular, salvo el caso del estudio de Pardo Lozano y colaboradores donde se informa un valor de ingesta promedio de 1 mg/ kg/día para la franja de menores de 18 años.

Tabla 6. Ingestas promedio obtenidas en este estudio, según las distintas franjas etarias, y comparación con otros países.

En otros dos estudios realizados en Estados Unidos de América en adolescentes de entre 12 y 18 años (Bernstein y col. 2002; Calamaro y col. 2009) se informaron ingestas promedio superiores a las obtenidas en este trabajo, aunque en el caso del estudio realizado por Bernstein y colaboradores (2002) el promedio corresponde a adolescentes que fueron convocados por ser consumidores de cafeína, lo cual pudo resultar en un valor no representativo de la población total de esa franja etaria.

No se encontró asociación entre el género y la ingesta diaria de cafeína lo cual coincide con lo encontrado por otros autores (Ellison y col. 1995, Valek y col. 2004, Temple y col. 2009) para algunas de las mismas franjas etarias. Sin embargo, a diferencia de lo reportado por estos mismos autores, en este trabajo las ingestas promedio de las mujeres fueron mayores a las de los varones (diferencia estadísticamente no significativa).

Las bebidas que se mostraron como principales contribuyentes a la ingesta promedio de cafeína fueron las bebidas cola, lo cual coincide con lo informado por otros autores (Ellison y col. 1995, Bernstein y col. 2002, Valek y col. 2004, Pardo Lozano y col. 2007). La diferencia que se observa en Argentina con respecto a otros países radica en la contribución del mate, sobre todo en las edades mayores donde se muestra como contribuyente mayoritario (del 18 al 28 %). Por otro lado, el consumo de bebidas energizantes fue muy bajo en la población estudiada (7 %) en relación a lo publicado para otros países (entre 30 y 50 %) (Seifert y col. 2011).

No se encontraron trabajos que relacionen la ingesta de cafeína con el NSE para la población infantil o adolescente. La mayor ingesta observada en este estudio para el NSE bajo no ha sido descripta previamente, sin embargo, en un trabajo realizado por Kyle y col. (2010) se obtuvo la misma asociación en adultos mayores. La asociación observada no pudo explicarse por la composición de la ingesta, ni por ninguno de los otros factores analizados (edad, género o lugar de residencia).

La asociación entre la ingesta diaria de cafeína y el lugar de residencia no mostró diferencias entre CABA, Conurbano y PBA, y el interior del país. Sin embargo, al contrario de lo esperado, el mate fue el contribuyente mayoritario en CABA con más del 40 % del aporte, mientras que en el interior del país el aporte fue del 30 %.

La influencia de la ingesta de cafeína en la duración y la calidad del sueño de niños y adolescentes ha sido descripta en varios trabajos. Orbeta y col. (2006) concluyeron que una ingesta alta (considerando como alta el cuartil superior) de cafeína en adolescentes (principalmente a partir de gaseosas) se correlacionó con dificultad para dormir. Otro estudio, que analizó el estilo de vida de los adolescentes, con ingesta promedio de cafeína de 144 mg/día (Calamaro y col. 2009), encontró que el 80 % de los adolescentes estudiados dormían menos de 8 h diarias y el 33 % mostró dificultades en el sueño. Drescher y col. (2011) encontraron asociación entre el consumo de cafeína y la disminución del tiempo de sueño pero solo en adolescentes (mayores de 13 años). Sin embargo, en nuestro estudio no se encontró relación entre la ingesta de cafeína y las horas de sueño, ni siquiera para los grupos con ingesta extrema (percentiles 95 a 100). Solo en el caso de la franja etaria de 18 a 20 años se observó una disminución significativa en la duración promedio del sueño para el grupo de individuos con ingesta extrema.

Si bien los resultados obtenidos en este estudio se obtuvieron a partir de un número pequeño de datos, su distribución entre sexos, NSE y grupo etario dentro de la población objetivo, así como la falta de información local en relación a la distribución y composición de la ingesta de cafeína en niños y adolescentes los hace valiosos.

Como conclusiones de este trabajo es pertinente destacar que se logró caracterizar la composición de la ingesta de cafeína en cuanto a sus contribuyentes mayoritarios y minoritarios, información de suma utilidad para, en caso de ser necesario, implementar acciones o políticas que resulten en una disminución de la ingesta. Particularmente paradójico resulta que la duración del sueño, el marcador de efecto evaluado en este estudio, no mostró asociación con la ingesta de cafeína. Por último, si bien es posible clasificar a las ingestas promedio obtenidas en este estudio como elevadas, con respecto a las reportadas para otros países, se debe considerar que no se ha definido un valor de ingesta diaria recomendada para niños y adolescentes.

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