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Acta toxicológica argentina

On-line version ISSN 1851-3743

Acta toxicol. argent. vol.25 no.1 Ciudad Autónoma de Buenos Aires May 2017

 

ARTÍCULOS ORIGINALES

Escorpiones y escorpionismo en la provincia de Jujuy

Scorpions and scorpionism in the province of Jujuy

 

Ojeda, Marta A.1; Neder de Román, Lilia E.2

1Hospital San Roque. Servicio de Infectología. Ministerio de Salud de la Provincia de Jujuy. San Martín 330 CP 4600. S.S de Jujuy. 2Instituto de Biología de la Altura –Universidad Nacional de Jujuy– CONICET. Av. Bolivia 1661- CP 4600- S.S. de Jujuy.

E-mail: malejandraojeda@yahoo.com

Recibido: 6 de febrero de 2017
Aceptado: 6 de mayo de 2017


Resumen.

En Sudamérica los escorpiones que revisten importancia sanitaria pertenecen a la familia Buthidae y al género Tityus. En Argentina existen seis especies: T. trivittatus Kraepelin, T. confluens Borelli, T. bahiensis (Perty), T. argentinus Borelli, T. paragua­yensis Kraepelin y T. uruguayensis Borelli, de las cuales sólo las tres primeras demostraron poseer venenos tóxicos capaces de ocasionar accidentes fatales. En Jujuy la especie más importante fue T. confluens y recientemente se registró T. trivittatus. También está presente T. argentinus, que hasta el momento, no reviste riesgo sanitario. Los objetivos del presente trabajo fueron identificar los escorpiones del género Tityus (Buthidae), obtenidos en cinco instituciones de referencia de la provincia de Jujuy, conocer su distribución, abundancia, estacionalidad y relación con variables climáticas en dos eco-regiones (Valles y Yungas); ámbito de ocurrencia de hallazgos y accidentes, horario de los mismos y características epidemiológicas de los accidentados (edad, sexo, óbitos). El periodo considerado fue octubre 2013 a septiembre 2014. Se registraron los accidentes y hallazgos de escorpiones de las instituciones de la ciudad capital con área de influencia en la región Valles y aquellas del interior provincial con área de influencia en la región Yungas. Se analizaron 422 ejemplares de escorpiones. Las especies presentes fueron Tityus argentinus, T. trivittatus y T. confluens; esta última dominó en Yungas. El mayor número de registros de T. trivittatus se obtuvo en la ciudad de San Pedro de Jujuy. En la región Valles, T. argentinus fue la especie dominante. La mayor cantidad de accidentes y hallazgos de escorpiones se registró por la mañana y en los meses cálidos con valores máximos de abundancia en diciembre. Si se considera el ámbito de ocurrencia predominaron los accidentes y hallazgos intradomiciliarios (92%); el dormitorio fue el lugar más mencionado (46%). Entre los accidentados predominó el sexo femenino (66%). La franja etaria más afectada fue la de los adultos (75%), en particular el rango 26-35 años; en la franja pediátrica el mayor número de accidentes se produjo en niños mayores de 7 años. No se registraron óbitos. El conocimiento de la distribución espacial y temporal de T. confluens sumada al ingreso y colonización de T. trivittatus convierten a la provincia de Jujuy en un área de mayor riesgo, siendo necesaria una estricta vigilancia epidemiológica de los casos de escorpionismo. Este es el primer estudio que integra aspectos taxonómicos y epidemiológicos en esta provincia.

Palabras clave: Tityus; Epidemiología; Distribución; Jujuy.

Abstract.

In South America the scorpions that are of health care importance belong to the Buthidae family and to the Tityus genus. There are six species in Argentina: T. trivittatus Kraepelin, T. confluens Borelli, T. bahiensis (Perty), T. argentinus Borelli, T. paraguay­ensis Kraepelin and T. uruguayensis Borelli, of which only the first three demostrated to possess toxic poisons capable of causing fatal accidents. T. confluens is the most important species in Jujuy and T. trivittatus has been recently recorded. Also present is T. argentinus, which has not posed a health risk to date. The objectives of the present work were to identify scorpions of the Tityus (Buthidae) genus received at five reference institutions in the province of Jujuy, to identify their distribution, abundance, seasonality and relation with climatic variables in two eco-regions (Valles and Yungas), area of occurrence of findings and accidents, their sched­ule and epidemiological characteristics of the victims (age, sex, deaths). The period considered was from October 2013 to Septem­ber 2014. Accidents and findings of scorpions from the institutions of the capital city with area of influence in the valleys region and those of the provincial interior with area of influence in the Yungas region were recorded. 422 specimens of scorpions were analyzed. The species present were Tityus argentinus, T. trivittatus and T. confluens; the latter dominated in Yungas. The highest number of T. trivittatus records was obtained in the city of San Pedro de Jujuy. In the Valles region, T. argentinus was the dominant species. The largest number of accidents and scorpion finds were recorded in the morning and in warm months with maximum abundance values in december. Considering the scope of occurrence, 92% of scorpion findings and accidents predominated intradomiciliarly. The bedroom was the most mentioned place (46%). Among the victims, the female sex predominated (66%). The most affected age group was that of adults (75%), in particular the range 26-35 years. In the pediatric group, the greatest number of accidents occurred in children older than 7 years. No deaths were recorded. The knowledge of the spatial and temporal distribution of T. confluens plus the entrance and colonization of T. trivittatus make the province of Jujuy an area of greater risk, requiring a strict epidemiological surveillance of scorpionism cases. This is the first study that integrates taxonomic and epidemiological aspects in this province.

Keywords: Tityus; Epidemiology; Distribution; Jujuy.


Introducción

Los escorpiones, conocidos también con el nombre de alacranes viven en las zonas tro­picales y templadas del mundo. Se distribu­yen en casi todo el territorio argentino desde la Puna, con hallazgos a más de 4000 m de altitud, hasta la selva misionera y desde allí, hasta el extremo sur de la Patagonia (Maury 1986).

Las familias presentes en Argentina son: Bothriuridae y Buthidae. Esta última, inclu­ye al género Tityus de importancia sanitaria. Actualmente existen seis especies: T. trivitta­tus Kraepelin 1898, T. confluens Borelli 1899, T. bahiensis (Perty 1834), T. argentinus Bore­lli 1899, T. paraguayensis Kraepelin 1895 y T. uruguayensis Borelli 1901. Sólo las tres prime­ras demostraron poseer venenos tóxicos ca­paces de ocasionar accidentes fatales (Ojan­guren Affilastro 2005; de Roodt y col. 2009; de Roodt 2015). Un ejemplar de T. serrulatus Lutz y Mello 1922, especie más importante desde el punto de vista médico en Brasil, fue halla­do en el nordeste argentino, en la provincia de Corrientes, pero no se considera que dicha especie esté instalada en Argentina (Camargo y Ricciardi 2000).

En nuestro país, en las últimas décadas, se han incrementado notoriamente las notifi­caciones por picaduras de escorpiones y de muertes, debido a éstas. Se registraron desde 1993 a 1999 tres muertes; entre 2000 y 2006, 19 óbitos (de Roodt 2015) y entre 2007 y 2011, 8 muertes (Casas y col. 2012); todas ellas se produjeron en niños. En el noroeste argentino, en el periodo 2000-2011 el registro de casos fue significativo representando el 39% de los accidentes y el 29% de las muertes a nivel na­cional (de Roodt y col. 2013).

En Jujuy la especie más importante desde el punto de vista sanitario fue T. confluens, que provocó la muerte de dos niños en 2003. El estudio del veneno de ejemplares jujeños y de otras regiones del noroeste argentino per­mitió categorizar a esta especie como de im­portancia sanitaria (de Roodt y col. 2009). Recientemente se registró la presencia de T. trivittatus en la provincia (Ojeda y Neder de Román 2015). T. argentinus, también presente en Jujuy (Neder y col. 2007), hasta el momen­to no reviste riesgo para la vida humana, pero al pertenecer al género Tityus sería potencial­mente peligrosa (Ministerio de Salud de la Na­ción 2011).

Los objetivos del presente trabajo fueron identificar los escorpiones del género Tityus (Buthidae), obtenidos en instituciones de re­ferencia de la provincia de Jujuy, conocer su distribución y abundancia, estacionalidad, re­lación con variables climáticas, franja horaria, ámbito de aparición u ocurrencia de acciden­tes y características epidemiológicas de los accidentados (edad, sexo, óbitos).

Materiales y métodos

Área de estudio: la provincia de Jujuy se en­cuentra ubicada al noroeste de la República Argentina, limitando con Bolivia y Chile. Está situada entre 22º y 24º de Latitud Sur y 65º y 67º de Longitud Oeste. Su superficie es de 53.219 km².y su población de 673.307 (Censo 2010). Presenta diferencias altitudinales, las que conjuntamente con la variada orografía determinan diferentes ecorregiones para cada lugar de la provincia (Figura 1).


Figura 1.
Distribución de las tres especies de Tityus en las ecorregiones (Valles y Yungas) de la provincia de Jujuy.

La región Puna, arriba de los 3000 metros sobre el nivel del mar, es fría y árida con gran amplitud térmica diaria; la región Quebrada, templada y semiárida se ubica entre los 1500 y 3000 msnm.

Hacia el sur se encuentra la región templada de los Valles y al este la región Yungas, con clima subtropical cálido y húmedo; sus altitudes varían desde los 300 a los 2500 msnm.

En estas dos últimas ecorregiones, que concentran el 88% de la población provin­cial, se realizó la presente investigación Los datos referidos a accidentes y hallazgos de escorpiones del género Tityus procedieron de los hospitales de referencia en acciden­tes por animales venenosos. En los Valles, dichos nosocomios son: Hospital San Roque y Hospital de Niños “Dr. Héctor Quintana” (ciudad capital); en las Yungas: los hospita­les Guillermo Paterson y Oscar Orías (interior provincial).

También se consideraron los ejemplares re­cibidos en el Instituto de Biología de la Al­tura (INBIAL), Universidad Nacional de Jujuy (UNJu), derivados de instituciones asisten­ciales o por particulares de toda la provincia, para identificar las especies y su importancia sanitaria.

Se definió como hallazgos todos los escor­piones recibidos que no provocaron picadu­ra y como accidentes aquellos con picadura comprobada. Sólo se consideraron los casos confirmados de escorpionismo, que conta­ban con el ejemplar y se excluyeron aquellos casos sospechosos, que a pesar de tener cuadro clínico y epidemiología compatibles, no llevaron a la consulta el escorpión (Minis­terio de Salud de la Nación 2011).

El periodo de estudio se extendió desde el 1 de octubre de 2013 hasta el 30 de setiembre de 2014.

Se consideraron: especie de escorpión, nú­mero de ejemplares, localidad de proceden­cia, fecha, rango horario (madrugada: 0-5 hs; mañana: 6-11 hs, tarde: 12-17 hs; noche: 18-23 hs) y ámbito de ocurrencia: domiciliario (dormitorio, baño, cocina, comedor, lavadero y otros) y peridomiciliario. En los accidenta­dos se consideraron: sexo, franja etaria (se categorizó la franja pediátrica de 0 a 7 años y de 8 a 15 años, y en adultos en intervalos de diez años a partir de los 16 años) y evolución del accidentado.

Se analizaron las variables ambientales (tem­peraturas y precipitaciones de ambas regio­nes) y su correlación con la abundancia de es­corpiones por día y por estación del año. Para la región Valles se usaron los datos meteoro­lógicos de San Salvador de Jujuy, proporcio­nados por el Servicio Meteorológico Augusto M. Romain, de la Facultad de Ciencias Agra­rias, UNJu y para la región Yungas los obte­nidos por la Empresa Ledesma de Libertador General San Martín.

Para analizar la relación entre el número de escorpiones por día y la temperatura media y las precipitaciones en cada ecorregión (Valle y Yungas) se utilizó la correlación de Pearson y la regresión lineal múltiple luego de compro­bar la verificación de los supuestos básicos de este modelo.

Para la comparación estacional del número promedio de escorpiones por día y la tempe­ratura media en ambas ecorregiones se utilizó la prueba de Levene de igualdad de varianzas (estadístico F de Snedecor) previo a la prueba t de igualdad de medias para muestras inde­pendientes (t de Student).

Las especies se identificaron en el Instituto de Biología de la Altura, mediante claves espe­cíficas (Acosta y Maury 1998; Ojanguren Af­filastro 2005). En aquellos casos en que las condiciones del ejemplar no permitieron la identificación específica se determinó solo el género (Tityus).

Resultados

Se analizaron 422 ejemplares de escorpiones del género Tityus (Buthidae): 204 de capital y 218 del interior provincial procedentes de 119 hallazgos y 303 accidentes.

Las especies presentes fueron Tityus argenti­nus, Tityus trivittatus y Tityus confluens. En la Tabla 1 se muestra el número total de ejem­plares por especie, obtenido en cada institu­ción, según hallazgos o accidentes.

Tabla 1. Número de ejemplares de escorpiones, por especie, que ingresaron a cinco instituciones de referencia de Jujuy. H: hallazgos; A: accidentes

T. argentinus esta especie se registró princi­palmente en la región Valles: en la ciudad ca­pital (todos los barrios), Reyes, Guerrero, Yala, Lozano, Ocloyas, Palpalá, Los Alisos, El Car­men. En las Yungas: en San Pedro de Jujuy y Valle Grande (Figura 1).

T. confluens se registró principalmente en Yungas: Santa Clara, La Mendieta, Rodeito y en todos los barrios de las ciudades de San Pedro de Jujuy y Libertador General San Mar­tin. En el Valle, en la ciudad capital (zona sur), Santo Domingo, Los Lapachos y El Chamical (Figura 1).

T. trivittatus: esta especie fue registrada en las Yungas en las ciudades de San Pedro (abar­cando la mayoría de los barrios) y Libertador General San Martin. En el Valle en: S.S. de Jujuy, Palpalá, El Carmen, La Ovejería y Pues­to Viejo (Figura 1).

En la figura 2 se presentan las fluctuaciones de las tres especies de Tityus en el periodo ana­lizado, registrándose los valores máximos de abundancia de escorpiones en la primera quin­cena de diciembre en las instituciones de la re­gión Valles. En las Yungas los mayores valores se alcanzan en diciembre-enero (Hospital Pa­terson) y en abril (Hospital Orías).


Figura 2.
Número de escorpiones, por especie, obtenido en el periodo octubre/2013 -setiembre/2014 en cinco instituciones de referencia, que pertenecen a las ecorregiones: Valles y Yungas, de la provincia de Jujuy.

Los escorpiones que provocaron accidentes representaron el 72% del total de la muestra. Las especies involucradas son: T. argentinus. T. confluens y T. trivittatus. En los hospitales del interior provincial T. confluens y T. trivittatus fueron los responsables del 93% de los acci­dentes mientras que en la capital las institucio­nes reportaron que el 89 % de los accidentes se debieron a T. argentinus.

La mayor cantidad de hallazgos y accidentes se registró en horas de la mañana y la madrugada (28% y 25% respectivamente). Con respecto al ámbito de ocurrencia predominaron los ac­cidentes y hallazgos intradomiciliarios (92%), en distintos ambientes: dormitorio (46%), baño (15%), cocina (10%), comedor (8%), lavadero (6%) y sin especificar (15%). Entre los acci­dentados adultos predominó el sexo femenino (66%), mientras que en la franja pediátrica los valores fueron semejantes en ambos sexos.

Las edades de los accidentados oscilaron en­tre los 10 meses de vida y los 82 años de edad. Con respecto a la franja pediátrica (25%) el ma­yor número de accidentes se produjo en niños mayores de 7 años (Figura 3a) y en los adultos (75%) entre los 26 y 35 años (Figura 3b).


Figura 3.
Escorpionismo en adultos (a) y en niños (b) en instituciones de referencia de la provincia de Jujuy.

Durante el periodo analizado no se registraron óbitos, en ninguna franja etaria.

Las correlaciones lineales entre el número de escorpiones por día y la temperatura media, en Valles y Yungas, fueron bajas (r=0,379 y r=0,276, respectivamente). En cuanto a las pre­cipitaciones la correlación fue más baja en Va­lles (r=0,249) y muy baja en Yungas (r=0,071). Excepto en este último caso, las correlaciones fueron estadísticamente significativas (p<0,01). En las cuatro estaciones del año las tempera­turas medias diarias en las Yungas fueron sig­nificativamente mayores que las de los Valles (p<0,01) (Tabla 2).

Tabla 2. Variables climáticas y número de escorpiones/día en las ecorregiones de Valles y Yungas, según las estaciones.

El promedio de escorpiones por día, durante la primavera es estadísticamente mayor en la zona de Valles que en Yungas, mientras que en otoño e invierno se da la situación inversa (p<0,01). En verano, en cambio, no hay dife­rencias significativas en la cantidad promedio de escorpiones por día entre ecorregiones (Tabla 2).

Discusión

La zona este de la Cordillera de los Andes es una de las siete regiones del mundo identi­ficada como de riesgo para escorpionismo (Chippaux y Goyffon 2008). Jujuy, se ubica al norte de Argentina, entre dicha Cordillera y la planicie chaqueña.

En nuestro país, el escorpionismo se ha trans­formado, en las últimas décadas, en un pro­blema de salud pública con alrededor de 7000 accidentes por año (de Roodt y col. 2010; de Roodt 2014).

En Jujuy, en la región Yungas, en 2003 se pro­dujeron dos muertes de niños en las localida­des de San Pedro de Jujuy y Libertador Gene­ral San Martín atribuidas a T. confluens. Este hecho marcó un punto de inflexión en las de­nuncias de hallazgos y accidentes, incremen­tándose los mismos notablemente (Neder de Román y col. 2007), notificándose 270 casos de escorpionismo en 2009 (Boletín de Vigilan­cia 2010) y alcanzando 616 casos en el año 2014 (Boletín Epidemiológico de la Provincia de Jujuy 2016). El mayor número de notifica­ciones de escorpionismo correspondió a la re­giones Yungas (Departamentos Ledesma, San Pedro) y Valles (Departamentos El Carmen, Palpalá y General Belgrano), coincidentes con la procedencia de los hallazgos y accidentes registrados en este estudio.

Con respecto a las especies involucradas, en la región Yungas, T. confuens fue dominante representando 90% (Hospital Orías) y 73% (Hospital Paterson). Si bien esta especie ha sido descripta en ambientes naturales pre­ferentemente en el Chaco Occidental Seco (Ojanguren Affilastro 2005), su buena adapta­ción a zonas urbanas le ha permitido ingresar y permanecer en áreas más húmedas como las Yungas jujeñas.

A la ya conocida distribución en Fraile Pinta­do, Ledesma, El Palmar, S.S. de Jujuy, San Pedro, Palpalá, Monterrico (Ojanguren Affi­lastro 2005; Neder de Román y col. 2007), se agregan a partir del presente estudio las lo­calidades de El Carmen, Santo Domingo, Los Lapachos, El Chamical, Santa Clara, La Men­dieta y Rodeito (Figura 1).

En Argentina, en las últimas décadas, T. con­fluens se convirtió en un problema sanitario de igual magnitud que T. trivittatus (de Roodt 2014). Ambas se han adaptado eficientemente a hábitats alterados por el ser humano siendo los accidentes favorecidos por su comporta­miento sinantrópico.

T. trivittatus es la especie de mayor impor­tancia médica por la toxicidad de su veneno y amplia distribución en el país (de Roodt y col. 2003; de Roodt 2014, 2015). Hasta 2003 fueron reportados accidentes en siete provin­cias argentinas entre los 26ºy 36º de Latitud Sur (de Roodt y col. 2003). Diez años después, su distribución se amplió a 14 provincias en el centro y norte del país (Ojanguren Affilastro 2005; de Roodt 2014, 2015), aunque sin regis­tros para la provincia de Jujuy.

Los primeros ejemplares jujeños de T. trivitta­tus se obtuvieron en el marco de un estudio multicéntrico (Ojeda 2014) y se dieron a cono­cer en el IX Congreso Argentino de Entomolo­gía (Ojeda y Neder de Román 2015). De los 31 especímenes recolectados en este estudio, el 84% procede de los hospitales ubicados en la zona de las Yungas y el 16% restante de Valles. Los escorpiones son animales sedentarios que se desplazan activamente desde su ambiente natural o son transportados pasivamente me­diante valijas, plantas, objetos, etc. El área de distribución original de T. trivittatus, en Argen­tina, abarcaría las provincias mesopotámicas y áreas adyacentes llegando sus poblaciones naturales hasta Santiago del Estero y Córdoba (Acosta 2005). Existen numerosos hallazgos fuera del área original (Salomón y de Roodt 2001; Murúa y col. 2002; Fernández Campon y Lagos Silnik 2009; Alvarez Parma y Palladino 2010; Blanco y col. 2016; Ezquer y col 2016) estimándose que en esos casos, la especie podría haber sido transportada, colonizando así ambientes altamente urbanizados (Acosta 2005).

El ingreso y desplazamiento de T. trivittatus en la provincia de Jujuy estaría vinculado a la red vial nacional (rutas 34 y 66) y rutas provin­ciales, las cuales unen las ciudades más po­bladas de la provincia: San Salvador de Jujuy, Palpalá, El Carmen, San Pedro de Jujuy y Li­bertador General San Martín, donde se encon­traron los ejemplares de esta especie.

La ruta nacional 34, es la vía que atraviesa las yungas jujeñas y conduce al norte de Salta y a la frontera con Bolivia. Los ejemplares obteni­dos se registraron en localidades cercanas al límite con la provincia de Salta (La Ovejería y Puesto Viejo) y las ciudades de San Pedro de Jujuy y Libertador General San Martin (Figura 1). Si bien no existe bibliografía que registre esta especie en Salta, reportes del Ministe­rio de Salud Pública de la Provincia de Salta (2011) informaron su presencia.

Es importante destacar que en la ciudad de San Pedro de Jujuy la dispersión se habría realizado de sur a norte y de oeste a este colo­nizando la mayoría de los barrios de la ciudad. Los terrenos baldíos ubicados en cercanías a los ingresos a la ciudad favorecen la acumu­lación de toda clase de desechos. Estos am­bientes brindan condiciones óptimas para sus presas, especialmente cucarachas, favore­ciendo la vida y reproducción de los escorpio­nes. En Libertador General San Martín, solo se notificaron dos ejemplares en las zonas cerca­nas a las vías férreas, constituyendo hasta el presente, el registro más septentrional (23º 48’ Lat. Sur) en Argentina de T. trivittatus. Se da a conocer por primera vez la distribución espa­cial de T. trivittatus en la provincia de Jujuy.

T. confluens y T. trivittatus serían especies oportunistas (Lourenço y Cuellar 1995), con gran capacidad para dispersarse y podrían proliferar rápidamente por las condiciones partenogenéticas que ambas tienen (Toscano-Gadea 2004; Lourenço 2008; Seiter 2012) y su adaptación a medios antrópicos.

T. argentinus, habita en las provincias del no­roeste argentino. Esta especie es considerada de menor interés sanitario, porque el cuadro clínico es leve y no existen hasta el presente, registros de envenenamientos graves.

En Jujuy, el 98% de los ejemplares procede de las instituciones de la capital, evidencian­do su preferencia por la zona de los Valles. La localidad de Los Alisos es un nuevo registro a la distribución conocida (Ojanguren Affilastro 2005; Neder de Román y col. 2007).

Los ejemplares obtenidos de hallazgos y ac­cidentes, confirman la coexistencia de las tres especies en los dos ecorregiones, pero con valores distintos de abundancia. T. confluens y T. trivittatus, importantes por su rol en la sa­lud pública, se concentran en la zona de las Yungas, mientras que T. argentinus domina en los Valles.

Está bien documentado a nivel mundial que el escorpionismo es un fenómeno multifacto­rial. Entre los factores determinantes figuran la ubicación geográfica, la estructura socio-económica, la especie de escorpión y las con­diciones meteorológicas (Ozkan y col. 2008). Estas últimas solo recientemente han mereci­do atención, siendo usadas para conocer su incidencia sobre los casos de escorpionismo (Chowell y col. 2005; Molaee y col. 2014; Sel­mane y L´hadj, 2014). Estos trabajos coinciden en que la temperatura ambiental es el factor ecológico esencial con respecto a la biología de los escorpiones. La mayor incidencia de picaduras de escorpiones esta correlacionada con un aumento de la temperatura.

En el presente estudio, el aumento de la tem­peratura ambiente coincidió con un aumento diario en el número de escorpiones (hallazgos y accidentes) en ambas ecorregiones. Esta correlación positiva se debería a que los es­corpiones son animales poiquilotermos y de­penden de la temperatura ambiental para su actividad metabólica y reproductiva.

El número de escorpiones, muestra un patrón estacional que está correlacionado con las temperaturas medias. La mayor abundancia se da a fines de la primavera en los Valles de­bido a T. argentinus, mientras que en las yun­gas la mayor abundancia de escorpiones (T. confluens.y T. trivittatus) ocurre en el verano en San Pedro de Jujuy, y en el otoño en Li­bertador General San Martín. En esta última localidad los valores de las temperaturas me­dias otoñales (19,6 ºC) son significativamente mayores a los registrados en los Valles (15,1 ºC). El otoño de Libertador General San Martín registra temperaturas medias semejantes a la primavera de los Valles (20,4 ºC).

En las Yungas, en otoño e invierno, el número de escorpiones duplica al registrado en Valles. Sólo en los Valles existe correlación positiva (p<0,01), aunque muy baja, entre las precipi­taciones y el total de escorpiones por día. En ambas regiones los pobladores relacionan la aparición de escorpiones con las lluvias. Esto se debería a que en época lluviosa (verano), el suelo se satura de agua y la humedad sube, obligando a estos artrópodos a salir de sus re­fugios (debajo de pisos de madera, en grietas del suelo, etc.) posibilitando mayores oportu­nidades de contacto con el ser humano.

Si se analizan los escorpiones del género Ti­tyus a nivel provincial se puede establecer su presencia a lo largo de todo el año en coin­cidencia con lo establecido en otras regiones del país (Stetson 2002; de Roodt y col. 2003; Piola 2009; Reggiardo Blanca 2012; Llebeili 2016). En el período más cálido (octubre–abril) se obtuvo el 87% de los escorpiones, valor superior a los registros de otras provincias del centro y norte del país: 84% (de Roodt y col. 2003) y ciudad de Buenos Aires: 83% (Blanco y col. 2016).

Este es el primer intento de monitorear esta­dísticamente la incidencia de la temperatura media y las precipitaciones en la aparición de escorpiones. Es necesario profundizar el aná­lisis de otras variables climáticas (temperatu­ras máximas y mínimas, evaporación, hume­dad, velocidad del viento, horas de luz solar, etc.) para poder predecir los accidentes por picaduras de escorpiones a fin de planificar estrategias que reduzcan el número de casos en la población de la provincia de Jujuy.

Los datos aquí presentados, están relaciona­dos con ambientes antrópicos. Los registros obtenidos permiten establecer que las espe­cies se distribuyen en áreas urbanizadas lo­calizándose principalmente en los centros de­mográficos más importantes de Jujuy, como también fue registrado para la ciudad de Bue­nos Aires y conurbano bonaerense (Salomón y de Roodt 2001).

Los registros intradomiciliarios representaron el 92% de las notificaciones, similar a los da­tos obtenidos por el Centro Nacional de Intoxi­caciones para el año 2010 (Docampo 2014). El predominio de ejemplares en horas de la ma­drugada y la mañana se debería a sus hábitos nocturnos y su desplazamiento en busca de alimento. Al alejarse de sus refugios naturales ingresan a lugares de encuentro con el hom­bre (Acosta 2005).

Hubo predominio en los dormitorios (46%) en camas, calzado y ropas que están en contac­to con el suelo y paredes; también se los en­contró en otros lugares de las viviendas como baño, cocina, lavadero, comedor, etc. Estos datos difieren de las denuncias registradas en la ciudad de Buenos Aires donde sólo el 20% de los hallazgos ocurrió en el dormitorio y el resto en otros ambientes de la casa (80%) (Sa­lomón y de Roodt 2001).

En el ambiente peridomiciliario (8%) se encon­traron ejemplares principalmente en patios, jardines, veredas, galerías, etc.

Con respecto a la edad de los accidentados, la mayor parte se produce entre los jóvenes y adultos aunque la mortalidad pediátrica es diez veces mayor (de Roodt y col. 2003; Piola y col. 2006; Chipaux y Goyffon 2008; Casas y col. 2012). La gravedad del cuadro depende de varios factores entre ellos la edad, siendo más grave la toxicidad en los niños, ancianos y sujetos con patologías de base como hiper­tensos y cardiópatas (Saracco y col. 2006).

En Argentina, desde 1928 a 1992 se citaron 7 muertes por escorpionismo (Maury 1997); en el período 1993-2012 se describieron más de 30 casos fatales, en su gran mayoría (96%) en menores de 10 años, provocados por T. tri­vittatus (de Roodt y col. 2003; de Roodt 2014, 2015; Tomassone y col. 2003; Blanco y col. 2016) y T. confluens (de Roodt y col. 2009; de Roodt 2015).

En el presente estudio los casos de escor­pionismo pediátrico representaron el 25% del total de los accidentados, manteniéndose sin cambios en los años siguientes 2014-2016 (Boletín Epidemiológico de la Provincia de Ju­juy 2016). Estos altos valores también se regis­traron en otras instituciones estatales como el Centro Nacional de Intoxicaciones (36%) en el año 2010 (Docampo 2014). Los niños menores de siete años constituyen el grupo más vulne­rable (Cupo y col. 2009). En Jujuy, esta franja etaria representa el 8,3% de los casos coinci­diendo con los registros del Centro de Control de Intoxicaciones de la Universidad de San Pablo, Brasil (8,9%). Es de destacar el úni­co caso de escorpionismo grave en una niña de 4 años de Libertador General San Martin, derivada a la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital de Niños de San Salvador de Jujuy. Esta paciente no fue incluida en la presente investigación por tratarse de un caso sospe­choso, sin el ejemplar agresor, pudiendo atri­buirse a T. confluens, especie dominante en dicha ciudad.

El rango etario comprendido entre los 8 y 15 años representó en este estudio el 17% va­lor superior al obtenido en el Centro de Intoxi­caciones brasileño antes mencionado (14%) (Cupo y col. 2009).

Un pequeño número de casos graves con óbi­tos fue descripto en adolescentes (Chipaux y Goyffon 2008). En Argentina, de Roodt (2014) refiere los primeros casos graves en pacientes no pediátricos (adolescente y adulto).

En adultos accidentados, el rango etario más afectado fue de 26 a 35 años, decreciendo el número de accidentes a medida que avanza la edad. Estos valores, coincidentes con de Roodt (2003), sugieren que el riesgo de sufrir un enve­nenamiento grave disminuye con la edad.

En relación a la distribución por sexo los ac­cidentes predominaron en mujeres (66%), lo que sumado a la ocurrencia intradomiciliaria podría estar relacionado a actividades de or­den y limpieza de la vivienda coincidente con datos nacionales (Boletín Integrado de Vigi­lancia 2013).

El conocimiento de la distribución espacial de las tres especies de Tityus en la provincia de Jujuy es importante para una estricta vigilan­cia epidemiológica de los casos de escorpio­nismo. La amplia distribución de T. confluens sumada al ingreso y colonización de T. trivitta­tus convierten a la provincia de Jujuy en un área de mayor riesgo, debiéndose focalizar la atención sanitaria, a fin de evitar potenciales casos graves de escorpionismo. Este es el primer estudio que integra aspectos taxonó­micos y epidemiológicos en esta provincia.

Agradecimientos.

A todo el Personal de Salud de Guardia de los hospitales: San Roque, Héctor Quintana, Oscar Orías y Guiller­mo Paterson por el apoyo brindado, en la conservación de los ejemplares de escorpiones aportados por los accidentados y la comunidad en general. A la empresa Ledesma (Ing. Fada) y a la Facultad de Ciencias Agrarias, UNJu (Ings. Hurtado y Riquelme) por proporcionar los valores de temperaturas y precipitaciones. A la Msc. María Elena Marcoleri de Olguín, UNJu, por la realiza­ción del análisis estadístico de los datos.

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