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Memoria americana

versão On-line ISSN 1851-3751

Mem. am.  n.17-2 Ciudad Autónoma de Buenos Aires jul./dez. 2009

 

RESEÑAS

Menard Poupin, André y Jorge Pavez Ojeda (comps.). 2007. Mapuche y Anglicanos. Vestigios fotográficos de la Misión Araucana de Kepe, 1896-1908. Santiago de Chile, Ocho Libros Editores. 203 p.

Ingrid de Jong

Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires / Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina. E-mail: ildejong@hotmail.com

Este libro, una pieza de belleza y calidad a la que no estamos acostumbrados, constituye un aporte significativo para el conocimiento de la sociedad mapuche de la Araucanía con posterioridad a la ocupación del territorio por parte del estado chileno y de la labor de las misiones anglicanas entre la población indígena una vez iniciado el período reduccional. El libro reproduce un corpus fotografías referidas a los inicios y desarrollo de la Misión Araucana y la Escuela Agrícola-Industrial anglicana en la localidad de Kepe, en la Araucanía, entre los años de 1896 y 1908. La reproducción de este álbum de fotografías reunidas presumiblemente por el reverendo Charles Sadleir -quien llega a Chollcholl en 1895 como integrante de la Sociedad Misionera Sudamericana (SAMS) y funda la Misión Araucana- nos acerca a fuentes fotográficas  excepcionales que retratan diversos aspectos de la incorporación de la población mapuche a las actividades productivas, educativas y políticas promovidas por la misión anglicana.

La reproducción de este álbum, organizada bajo cuatro secciones orienta la lectura de la presentación general, a cargo de André Menard y Jorge Pavez, los compiladores del volumen, y de los artículos de José Ancán, Rolf Foerster y Pablo Marimán, quienes abordan desde claves distintas la lectura de estas fotografías, demostrando la riqueza de este material para la reconstrucción de la historia mapuche en esta región de la Araucanía, así como la calidad interpretativa de estos investigadores.

En el artículo de introducción "Nombres, cuerpos y rostros mapuche. Presentación al álbum fotográfico de la Misión Araucana de Kepe", Menard Pavez destacan una particularidad de este conjunto de fotografías: ellas muestran la historicidad de un pueblo, muy distintas a aquellas fotografías de época, imágenes cosificadas de sus tradiciones culturales. Aún desde el sesgo y la perspectiva del civilizador-conquistador, las fotos remiten a la incorporación de los mapuche a la modernidad, sin congelarlos en un pasado folklórico. Pero estas fotografías son asimismo la huella de un proceso de transformación productiva y disciplinamiento de los cuerpos mapuche operado por la Misión Araucana. Las imágenes hacen hincapié en el aspecto tecnológico y productivo de esta transformación, documentando el reemplazo de las prácticas de producción previas de la población mapuche, ligadas a la ganadería extensiva, por un modo de producción ligado a la agricultura intensiva, necesario para las nuevas condiciones de redistribución de la tierra bajo la ocupación capitalista del estado chileno. En contraste con los corpus más conocidos de fotos de exploradores y misioneros chilenos, que retratan la esencia del indio araucano para documentar, al mismo tiempo, lo que va a morir, lo que está en extinción, aquí el protagonismo de los fotografiados, a partir de su lugar en la escena, de sus nombres en los acápites de las fotos, muestra la posibilidad de percibirlos como agentes con iniciativas y políticas propias en este período histórico. Probablemente este contraste en la mirada y la representación se vincule al modelo por el cual los anglicanos intervinieron en la vida mapuche, caracterizado por la "asociación con las jefaturas existentes y formación de su progenie, traducción al idioma local y difusión impresa de los textos sagrados" así como el fomento de un "nacionalismo cultural" en la elite local destinada a legitimarse como las nuevas autoridades del período post-reduccional (p. 21). En diálogo con las fotografías, los autores revelan los aspectos básicos del proyecto educativo anglicano en las escuelas misionales para niños y niñas mapuche en Kepe y Chollcholl, caracterizados por el régimen de internado, la división sexual del trabajo y la separación etaria entre padres e hijos. Pero también por la integración del mapudungum -al cual fueron traducidos la Biblia y catecismos- y sus figuras de liderazgo a la educación cristiana y la dinámica organizativa misional.

En efecto, los retratos realizados a los caciques, cercanos a las formas de la representación de la elite, muestran el protagonismo de los caciques como interlocutores de los misioneros y como figuras representativas de una clase dirigente mapuche que a fines del XIX apoya el proyecto de educación agrícola e industrial de la Misión Anglicana, involucrándose con la escritura y la representación de sus intereses en nuevos terrenos. Caciques que ocuparán lugares de lucha política y de organización en la Sociedad Caupolicán Protectora de la Araucanía, la primera organización política mapuche post-reduccional fundada en 1910, así como en la Federación Araucana (1921) y la Unión Araucana (1926). La participación del mismo Sadleir en la creación de la Sociedad Caupolicán muestra un lugar particular de este misionero dentro de la política aborigen que no había sido identificada hasta el momento por los historiadores. El proyecto anglicano de Sadleir excedía su preocupación por lo meramente religioso: se involucró en las luchas por la regularización de los asentamientos indígenas, oponiéndose a la subdivisión de comunidades y criticando la legislación que condenaba a los mapuches a un mayor despojo y pobreza. La experiencia misional influyó así en la preparación y formación ideológica de dirigentes indígenas, pero desde lo que fue el sesgo particular del proyecto civilizatorio anglicano en diversos lugares de América, inclinado a generar una integración la comunidad nacional que privilegie como paso previo la integración a la comunidad religiosa. A ello se vincula el esfuerzo por generar textos religiosos, traducir los textos bíblicos a mapudungum e imprimirlos en una imprenta instalada en la Misión de Kepe. Alfabetizar a los indígenas en sus propias lenguas fue un rasgo general de la actividad misional anglicana, no solo por una vocación de rescate cultural y respeto por la diversidad sino como "forma de proteger a estas poblaciones de las malas influencias vehiculadas por el aprendizaje de las lenguas europeas" (p. 31). Pero las fotos muestran también otros aspectos de articulación de la experiencia misional y la organización política mapuche, dadas por la vigencia de los parlamentos y formas de reunión colectiva, evidencia de "una continuidad entre la antigua estructura cacical del periodo independiente o pre-reduccional […] y la generación de líderes mapuche de la primera mitad del siglo XX. Esta continuidad confirma la solidez de las formas de organización política del espacio público mapuche y de las formas de legitimación de sus liderazgos" (p. 33).

Sobre este eje se despliega el artículo de José Ancán, "Misiones, máquinas y memorias. Algunos apuntes sobre el álbum fotográfico de la Misión Anglicana de Kepe", en el que realiza una interesante reconstrucción del contexto político indígena y sus dispares posicionamientos ante la inminencia de la ocupación de la Araucanía.  Apunta de esta manera a encontrar las líneas de continuidad en las conductas de algunos líderes políticos en etapas posteriores, ligadas a la instalación de nuevas misiones anglicanas y capuchinas en la región de Forowe, Chollcholl y Kepe. El corpus de fotos de las misiones de este período otorga densidad a nombres hasta ahora conocidos sólo por crónicas y fuentes del período de fronteras, mostrando la continuidad de los liderazgos de caciques que habían asumido distintas posturas políticas ante el avance militar y la resistencia indígena. Para el autor, la invisibilización de la influencia de las misiones en el discurso mapuche ha ido de la mano con el hecho de que algunas concepciones y prácticas derivadas de la experiencia misional hayan pasado a concebirse como parte del legado de la tradición mapuche. La inclusión de Sadleir y su propia estrategia de liderazgo para relacionarse con otros líderes indígenas, marca una diferencia con otras experiencias misionales. El análisis de las prácticas de diferentes misiones y sus influencias sobre prácticas y discursos indígenas se propone así como un tema pendiente de investigación para la historia de Chile.

Por su parte, en "¿Ülmen longko o cacique salonero? Contraimaginarios de Manuel Olascoaga y Ambrosio Payllalef" Rolf Foerster ensaya un contrapunto entre las fotografías del álbum anglicano y las representaciones gráficas y discursivas de José Manuel Olascoaga -quien ofició a las órdenes del coronel Cornelio Saavedra en la frontera con la Araucanía a inicios de la década de 1870, para asistir al general Julio A. Roca en la "Campaña al Desierto" a fines de la misma década- discutiendo así dos imágenes que, ya presentes desde el siglo XIX, han persistido en el imaginario acerca de los mapuche. Una de ellas se refiere al carácter "bárbaro" y "salvaje" del indio independiente, construcción que ha invisibilizado la prolongada tradición de pactos entre ambas sociedades, a las que las fotografías vuelven a otorgar visibilidad. Ellas muestran la persistencia del parlamento y el Trawn como instancias de vínculo y negociación política entre el estado y la sociedad indígena que atravesaron la historia de las relaciones de frontera tanto en las Pampas como en la Alta y Baja frontera chilenas. El otro argumento en discusión se refiere a la imagen del "malón" en las fronteras pampeanas con la participación de indios mapuche de Chile y autoridades de ese país en el tráfico de ganado. Esta imagen, muchas veces esquematizada y estereotipada bajo presupuestos nacionalistas, ha persistido en la interpretación histórica sin la investigación necesaria en base a fuentes documentales, las que permitirían, según lo comprueba el autor en su análisis preliminar, diferenciar circuitos de distinta escala y periodicidad entre grupos que habitaban a uno y otro lado de la cordillera.

Finalmente, Pablo Marimán, en su artículo "Misión de Kepe. Conquista y evangelización" pone el acento sobre el régimen escolar y su impacto en las familias mapuche en el contexto de la misión de Kepe. Compara las fotos de esta misión con las tomadas, para un período similar, en la escuela anglicana de Lower Meet Creek Camp en la Reservación Rosebud, en Dakota del Sur. Permite acceder así a la contracara de la organización misional, a la experiencia dolorosa de la separación entre padres e hijos, la drástica transformación de las prácticas institucionales tradicionales como la crianza de los hijos en el seno del hogar. También encuentra paralelos elementos de consenso, viabilizados por la postura de algunos caciques hacia el programa anglicano y su apoyo al abandono de algunas de las prácticas culturales tradicionales.

Se trata de una obra inspiradora para quienes trabajan en la reconstrucción de la historia mapuche al este cordillerano intentando vincular la etapa de fronteras con las transformaciones operadas por la expansión de los estados. Distintas miradas por parte de estos investigadores, puestos a reflexionar sobre este particular registro anglicano de la sociedad mapuche de fines del siglo XIX y principios del XX. Fuentes excepcionales que permiten acceder a lo que los anglicanos quisieron fotografiar: su proyecto, la producción de civilización mediante la evangelización, la reenseñanza productiva y la orientación hacia el mercado destinadas a darle al mapuche un nuevo lugar en tierras más escasas, pero que también logró suscitar el consenso y la participación de la población a través de la defensa de las formas colectivas de tenencia de la tierra y la articulación con el idioma y la política indígenas. Un período de intensa transformación que, como bien sostiene José Ancán, ha sido invisibilizado por la historiografía, cambios que se han naturalizado como parte de la tradición indígena.

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