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versión On-line ISSN 1851-4669

Anclajes vol.13 no.2 Santa Rosa jul./dic. 2009

 

ARTÍCULOS

La construcción imaginaria de los límites políticos a través de las personas gramaticales y los enunciados polifónicos: el caso del discurso de Néstor Kirchner1

Mariana Garzón Rogé

INCIHUSA - CONICET
[ mariana_garzonroge@yahoo.com.ar ]

Resumen: A partir del análisis de discursos del ex Presidente Néstor Kirchner se propone indagar en la utilidad del estudio de las personas gramaticales y de las herramientas provistas por la teoría de la polifonía para el abordaje del discurso político. La palabra política no crea de manera directa significantes en una sociedad determinada, pero la indagación sobre ese decir permite comprender las pretensiones hegemónicas de quienes la profieren (lo que dicen que hacen cuando hablan). Los hablantes disponen de ciertas estrategias específicas en donde la representación política y las figuras retóricas tienen un lugar privilegiado.
El caso escogido en este trabajo permite comprender algunos de los aspectos propuestos desde las esferas de poder para delimitar una inicial frontera política imaginaria propia de la enunciación peronista caracterizada por una fractura entre un conglomerado difuso compuesto por "nosotros" y otro, opositor, integrado por "los otros". La apropiación de las personas gramaticales, así como el llamado de ciertos puntos de vista (voces polifónicas) al discurso, colaboran en la tarea de revitalizar aggiornadamente una escena de enunciación peronista.

Palabras clave: Uso del nosotros; Polifonía; Peronismo.

Imaginary Construction of Political Frontier Through Grammatical Pronouns and Polyphonic Discourse: The Case of Néstor Kirchner's Public Speeches

Abstract: An analysis of ex-President Néstor Kirchner's speeches is suggested to investigate the convenience of using grammatical pronouns and tools provided by the theory of polyphony in the construction of political discourse. The latter does not directly create meanings in a particular society, but its analysis allows people to understand the hegemonic pretensions of those who pronounce it (what they say they do when they speak). Politicians manage some specific strategies in which political representation and rhetorical formulas accomplish a fundamental role.
The case studied in this work permits to comprehend some aspects proposed by the political power to define a primary imaginary frontier, peculiar to the Peronist discourse, and characterized by the opposition 'we' / 'the others'. Apparently, the appropriation of particular grammatical pronouns and the insertion of certain points of view (polyphonic voices) collaborate to revitalize the Peronist scene.

Keywords: 'We'; Polyphony; Peronism.

Introducción

Los significantes sociales son conformadores de objetividad a la vez que están moldeados por los límites de las estructuras sociales. Es justamente en esta interrelación en donde se definen los contornos de la hegemonía, espacio específico del desplazamiento de las matrices sociales de sentido. Los discursos no son capaces en sí mismos de generar efectos directos en los contextos en los que son enunciados, sin embargo, la pretensión de modelar los imaginarios sociales que puede observarse a partir de su análisis constituye una fuente de interés para comprender los procesos sociales y políticos de un momento y las estrategias desplegadas por los actores involucrados2.
El trabajo se propone indagar, a partir del análisis de dos discursos iniciales del ex Presidente Néstor Kirchner, cómo la apropiación de las personas gramaticales –en especial el "nosotros" y el "yo"– y la introducción de enunciados polifónicos aportan a la construcción imaginaria de límites políticos. Estos elementos permiten señalar no sólo una similitud aggiornada de la escena de enunciación pretendida por el discurso kirchnerista con la planteada por Juan Domingo Perón en el pasado, sino también una posible voluntad de crear sentidos sociales capaces de devenir un potencial terreno fértil para el avance de una nueva hegemonía en la Argentina contemporánea.
Los discursos tomados para el análisis son el de asunción de la Presidencia en 2003 y el primer discurso que el entonces presidente pronunció en el inicio de las sesiones ordinarias del Congreso en 2004. Sólo algunos meses separan estas dos importantes locuciones. Los adversarios políticos del kirchnerismo fueron cambiando con el tiempo, pero en aquellos meses, el enfrentamiento era intenso con un menemismo que no había querido definir las elecciones en ballotagge. Debe señalarse que los dos discursos han sido recuperados en su versión escrita, decisión que no impacta en los resultados de la investigación debido al enfoque adoptado.
El trabajo consta de cuatro partes principales. Inicialmente se desarrolla un marco teórico de análisis de las posibilidades de pluralización de las personas gramaticales que la Teoría del Aparato Formal de la Lengua de Émile Benveniste ha permitido. En una segunda instancia, dichos desarrollos permiten enfrentar el análisis de los discursos del ex Presidente Néstor Kirchner y observar de qué manera el locutor político se apropia de las diversas formas de las personas plurales. Luego, se recuperan algunos de los principales aportes de la teoría de la polifonía expuesta por Oswald Ducrot en 1984, relacionándolos con algunos de los rasgos que evidencia la escena construida a partir de la apropiación de las personas gramaticales. Finalmente, se trabajará sobre el llamado que el ex presidente hace en sus discursos a voces polifónicas para delimitar la frontera política imaginaria propia de la escena de enunciación peronista.

1. El problema de la pluralización de las personas gramaticales

Las personas gramaticales, según Émile Benveniste, no pueden ser pluralizadas de forma ordinaria. La unicidad del sujeto observada por este autor impide la posibilidad de tener una pluralidad de primeras personas enunciando un enunciado al mismo tiempo. El caso excepcional es el caso del coro, en donde se produce una verdadera multiplicación de primeras personas.
Benveniste señala que "nosotros" siempre es una conjunción entre "yo" y un "no-yo" (yo + no-yo) más que una multiplicación de objetos idénticos (yo + yo). Únicamente la tercera persona (él), que para el autor es una "no-persona", puede ser verdaderamente pluralizada, gracias a su carácter "no-personal".
El "yo" es constitutivo del "nosotros", pero a él se agrega un "no-yo" que puede representar distintos elementos. El "no-yo" puede hacer referencia a contenidos precisos o puede ser una "dilatación" con contenidos de contornos vagos. Es decir que el "no-yo" puede tener un contenido específico (como"ustedes" o "ellos") o simplemente ser una dilatación difusa de "yo".
En el primer caso ("no-yo" de contenido preciso) se habla de dos tipos de "nosotros": el "nosotros inclusivo" (yo + tú o ustedes) y el "nosotros exclusivo" (yo + él o ellos). Benveniste remarcó que en ambos tipos de "nosotros" con contenido precisos, es siempre una "persona" gramatical la que predomina, es decir que nunca predomina la llamada tercera persona, que para el autor no es una "persona".
En el plural inclusivo (yo + tú) predomina la segunda persona (no-subjetiva) "tu", mientras que en el "nosotros" exclusivo (yo + él) predomina el "yo" (1966: 234). Benveniste concluye que el sistema de la persona sirve de pilar al aparato formal de la enunciación de una manera tan certera como se refleja en la doble expresión del "nosotros" con contenido preciso ya que siempre predominan las "personas" (yo o tú) y jamás la "no-persona" (él)3. Veamos algunos ejemplos de esos predominios:

• Ejemplo de predominancia del "tú" en el "nosotros" inclusivo:

nuestra deuda es un problema central4.

La deuda no es del locutor y tampoco pertenece a otros individuos que estarían ausentes. El acento está puesto sobre el alocutario que debe sentirse concernido por ese problema5. La deuda sería "un problema central" para todos los argentinos.

• Ejemplo de predominancia del "yo" en el "nosotros exclusivo":

Viendo cada lugar de la Patria, recorriendo cada rincón y buscando tomarnos de la mano,..., como hoy lo hacemos con el señor gobernador de la provincia de Santiago del Estero6.

El "nosotros" reenvía al locutor y al gobernador de Santiago del Estero. Se trata de un "yo" + "él" que excluye al alocutario (tú) y pone el acento en el "yo".
Existe también, como se ha mencionado y específicamente en las lenguas indoeuropeas, un "nosotros" cuya dilatación incluiría un conjunto indistinto de otras personas. Se trata de un "no-yo" de contenidos vagos, amplificados y difusos que tiene mucha fuerza persuasiva. Sus características permiten usos de majestad, de autor o de orador7. Benveniste (1966: 234-235) explica que

Este "nosotros" es algo distinto a una junción de elementos definibles; la predominancia de "yo" es muy fuerte allí, al punto que, en ciertas condiciones, este plural puede ser reemplazado por el singular. La razón de esto es que el "nosotros" no es un "yo" cuantificado o multiplicado, es un "yo" dilatado más allá de la persona estricta, a la vez agrandada y de contornos vagos. De allí provienen dos empleos del plural ordinario opuestos, no contradictorios. Por una parte, el "yo" se amplifica en el "nosotros" en una persona más masiva, más solemne y menos definida; es el "nosotros" de majestad. Por otra parte, el empleo del "nosotros" vuelve difuso la afirmación demasiado tajante del "yo" en una expresión más larga y difusa; es el"nosotros" de autor u orador.

Lo que se conjuga con el "yo" en este tipo de "nosotros" lo dota de una fuerza particular que borra sutilmente la subjetividad del locutor. Este "nosotros" por dilatación, como lo llamaremos de aquí en adelante, provee grandeza al "yo" haciéndolo acoger la representación de otros. El orador o el autor se apropia de esta persona difusa para alejarse de lo que dice –dando a lo dicho una idea, por ejemplo, de cientificidad8–. El líder se apropia de esta persona difusa para encarnar no sólo su individualidad sino la voz de otros o su investidura. La utilización de este "nosotros" connota una relación de autoridad entre el que habla y lo que es dicho. Veamos un ejemplo:

Pensamos el mundo en argentino9.

No se trata en este ejemplo de un "nosotros" inclusivo (yo + tú), ni de un "nosotros" exclusivo (yo + ellos). El ejemplo responde a un tipo de "nosotros" cuyo "no-yo" es de contenidos difusos, es decir, que desborda los límites de ambos tipos de "nosotros" de contenidos precisos.
Resumiendo lo que ha sido expuesto hasta ahora, puede señalarse que las personas gramaticales (yo - tú) no aceptan multiplicación, es decir, que para ser pluralizadas necesitan de otras personas. El "nosotros" se compone no sólo de un "yo" (a excepción del caso del coro), sino también de un "no-yo". Ese "no-yo" puede ser de tres maneras: de contenido preciso "tú"10 ("nosotros" inclusivo), de contenido preciso "él" ("nosotros" exclusivo) o de contenido difuso ("nosotros" por dilatación).

2. La primera persona plural en el discurso de Néstor Kirchner

2.1. El "nosotros" inclusivo y el "nosotros" por dilatación

En los discursos de Néstor Kirchner analizados se pueden encontrar principalmente dos tipos de "nosotros": "nosotros" inclusivo y "nosotros" por dilatación del "yo". En ambos textos sólo están presentes muy marginalmente –en un párrafo por discurso– usos del "nosotros" exclusivo para hablar de la Argentina y los países del Mercosur.
Se utilizaron dos criterios útiles para discriminar los dos tipos de "nosotros". Por una parte, y debido a que en el "nosotros" inclusivo la segunda persona (tú) es dominante, el "nosotros" deberá poder ser reemplazado por "los argentinos", los alocutarios del ex-Presidente. Además, los verbos conjugados con el "nosotros" inclusivo permitirán la introducción de la partícula sintagmática "en mi opinión" debido a la predominancia del "tú". Veamos un ejemplo:

Afrontamos una gigantesca e impresionante deuda y sufrimos un altísimo e insoportable nivel de exclusión social, estos son los otros dos problemas que se derivan del primero11.

El "nosotros" inclusivo (en su forma verbal) siempre es compatible con la introducción de la partícula "en mi opinión", incluso si tal introducción no es demasiado adecuada a nivel estilístico.

En mi opinión, los argentinos afrontamos una gigantesca e impresionante deuda y sufrimos un altísimo e insoportable nivel de exclusión social, estos son los otros dos problemas que se derivan del primero.

El "nosotros" inclusivo no tolera la sustitución del plural por el "yo" estricto sin un importante cambio de sentido. Esta prueba nos muestra que, efectivamente, como Benveniste lo había remarcado, el énfasis de este tipo de "nosotros" está puesto en la segunda persona.

*12Afronto una gigantesca e impresionante deuda y sufro un altísimo e insoportable nivel de exclusión social, estos son los otros dos problemas que se derivan del primero.

Por otra parte, el "nosotros" por dilatación del "yo" puede ser sustituido sin fuertes pérdidas semánticas por la primera persona estricta "yo". A su vez, no se tolera para este tipo de apropiación la presencia de la partícula "en mi opinión", ya que hablar sobre sí mismo "en su opinión" resultaría extraño y, además, se transformaría sustancialmente el sentido del enunciado. Veamos un ejemplo del corpus:

Nos planteamos construir prácticas colectivas de cooperación que superen los discursos individuales de oposición13.

La introducción de "en mi opinión" produce un fuerte cambio semántico del enunciado:

*En mi opinión, nos planteamos construir prácticas colectivas de cooperación que superen los discursos individuales de oposición.

A la inversa que en el "nosotros" inclusivo, el "nosotros" por dilatación es reemplazable, como había señalado Benveniste, por la primera persona estricta sin un alto costo semántico:

Me planteo construir prácticas colectivas de cooperación que superen los discursos individuales de oposición.

Los criterios aplicados para diferenciar los tipos de "nosotros" presentes en los discursos de Kirchner han revelado un alto rendimiento en el análisis del corpus. Sin embargo, después de un minucioso tratamiento, algunos casos no pudieron ser clasificados según esos criterios ya que evidenciaban una ambigüedad que los postuló como incategorizables. Estos casos permiten ser comprendidos tanto como "nosotros" inclusivos como "nosotros" por dilatación. Este uso, tal como postularemos en el próximo apartado, colabora en la dirección de construir un espacio de enunciación política en el que el locutor habla por los argentinos a través de una apropiación ambigua del plural.

2.2. La homologación de entidades y la posibilidad de la ambigüedad en la escena de enunciación peronista

"Habíamos establecido que para un justicialista no había algo mejor que otro justicialista. Pero ahora cambiamos y nos decimos que para un argentino no debe haber nada mejor que otro argentino". J. D. Perón

Después de un detenido trabajo sobre el corpus a partir de los criterios utilizados, muchas apropiaciones del "nosotros" no han podido ser clasificadas como inclusivas, exclusivas o por dilatación del "yo". Se trata, en esos casos, de plurales ambiguos cuya función político discursiva sería homologar dos entidades diferentes: un "nosotros" inclusivo correspondiente a un "nosotros los argentinos" y un "nosotros" por dilatación parafraseable por "Kirchner", "los peronistas" o el "gobierno".
Un ejemplo que muestra con claridad la pendulación de este sentido ambiguo es el eslogan que propuso, en la campaña por las elecciones legislativas de 2005, el Frente para la Victoria de Mendoza. En afiches callejeros se veía una fotografía en donde aparecían Néstor Kirchner, entonces Presidente, con Enrique Thomas, el candidato a senador nacional por la provincia. En el afiche se leía solamente una frase: "Lo mejor de nosotros".
En el marco de una disputa del kirchnerismo con Eduardo Duhalde en la provincia de Buenos Aires, esta frase promovía un inteligente juego con los diferentes contenidos del "nosotros". Ese plural podía tener muchos sentidos simultáneos. Por un lado, podía remitir a un "nosotros" por dilatación parafraseable por "lo mejor de nosotros mismos Néstor Kirchner y Enrique Thomas" o "lo mejor del peronismo". Por otro, podía activar un "nosotros" inclusivo que reemplazable por "lo mejor de los argentinos".
La ambigüedad del enunciado, propiciada por la imposibilidad de indicar a un "no-yo" específico, colaboraba en el refuerzo del impacto propagandístico de la campaña. Posiblemente, anclar el sentido del enunciado a través de un agregado como "los peronistas" o "los argentinos" no hubiera sido una elección feliz. En alguna medida la fotografía anclaba el sentido del enunciado verbal señalando que se trataba efectivamente de "los peronistas", posibilidad robustecida por el contexto de disputa con los candidatos duhaldistas. Pero esta direccionalidad, si bien tenía mayor fuerza, no era unívoca. Con esta apropiación maravillosa de la persona gramatical, la campaña apelaba al recurso que se ha descrito.
La frontera política entre las identidades colectivas opera a partir de algunos importantes principios. Ernesto Laclau (2005) ha señalado que la frontera política imaginaria es constitutiva de las identidades políticas (a través del "afuera constitutivo") y que el populismo es un terreno fértil para el nacimiento de tales fronteras. La divisoria se establecería entre un "nosotros" y un "ellos". El "nosotros" construido deviene hegemónico cuando uno de sus elementos constitutivos deja de ser un componente "particular" para presentarse y ser aceptado como "universal" (el pasaje de la plebs al populus). Así, el interés del imaginario populista estaría enfocado a disolver el carácter "partidario" para asumir un carácter "popular", cualquiera sea el contenido ideológico del mismo.
El peronismo tiene en la Argentina una larga historia en este sentido. El enfrentamiento entre peronistas y antiperonistas, en sus diversas manifestaciones, constituyó el meollo del conflicto de la segunda parte del siglo XX. La frase del epígrafe es ilustrativa de la voluntad del imaginario peronista de establecer que "ser peronista" era propuesto como sinónimo de "ser argentino". Como se señaló en la introducción, no debería considerarse que esa voluntad creó efectivamente un imaginario de este tipo. Sin embargo, es importante señalar que hay operaciones a nivel de los sentidos sociales propiciadas desde actores políticos que hacen este tipo de propuestas semánticas. Sigal y Verón (1986) indicaron algunos de los mecanismos a través de los cuales estas operaciones se realizaron.
Homologar la palabra política (el "nosotros" por dilatación del "yo") con la palabra de "los argentinos" (el "nosotros" inclusivo), sería entonces una operación a partir de la cual el locutor pretende desplazar su discurso desde lo "particular" a lo "universal". Ese mecanismo aportaría a construir asimismo el espacio del antagonista político ya que quien no estuviera de acuerdo con el locutor se convertiría en un "antiargentino".
En este sentido opera la ambigüedad del "nosotros" en el discurso de Kirchner. Veamos dos ejemplos paradigmáticos que funcionan intertextualmente en los discursos del corpus.

Anhelo que por estos caminos se levante a la faz de la Tierra una nueva y gloriosa Nación: la nuestra14.

En la lucha del día a día podremos levantar a la faz de la Tierra una nueva y gloriosa Nación15.

Según el deseo de Kirchner en su discurso de asunción, debería levantarse en la Argentina "una nueva y gloriosa Nación" perteneciente al "nosotros" y, según el discurso posterior, será también gracias al "nosotros" que eso podrá ser posible. Ahora bien, ¿quién es el "nosotros" es estos casos? Los anhelos y tareas del nuevo gobierno y de los "argentinos" parecen coincidir en ambos enunciados. Se trataría de la "nación" hasta entonces no existente, soñada por Kirchner y por los argentinos. Se trataría de una tarea colectiva entre el gobierno y los argentinos. Esto presupone que la "nación" pertenecía anteriormente a"otros" (a ellos), a un tercero discursivo negativo, el antagonista.
Un párrafo del discurso de Kirchner ilustra esta idea de que él mismo, a través de un "nosotros" por dilatación, piensa como piensa cualquier argentino:

Pensamos el mundo en argentino, desde un modelo propio. Este proyecto nacional que expresamos, convoca a todos y cada uno de los ciudadanos argentinos y por encima y por fuera de los alineamientos partidarios a poner mano a la obra de este trabajo de refundar la patria16.

¿Cómo se "piensa en argentino"? Evidentemente, no puede tratarse de un "pensamiento" de tipo reivindicación político-ideológica, ya que es imposible que todos los habitantes del territorio puedan enfilarse en una misma línea política. "Pensar en argentino" significa concebir el mundo afectivamente desde el amor a la Patria, al bienestar de todos sus integrantes, desde la perspectiva de un hombre común17 como cualquiera que sólo quiere lo mejor para sus compatriotas. El amor por la "nación" es lo que prevalece, el lazo afectivo lo provee de una herramienta fundamental para presentar lo "particular" como "universal". "Pensar en argentino" supone que todo verdadero argentino debería pensar de esa manera.
En esta operación de desplazamiento de significados políticos es en donde interviene un "nosotros" que es ambiguo, que pendula entre el "nosotros" por dilatación y el "nosotros" inclusivo.

2.3. "Yo"/ "nosotros": ¿Cómo pasar de un "nosotros" por dilatación a un "yo" estricto y por qué hacerlo?

Se han distinguido tres tipos principales de "nosotros": inclusivo, exclusivo y por dilatación del "yo". Se han encontrado en el corpus, salvo excepciones muy singulares, "nosotros" del primer y del tercer tipo. Se han hallado asimismo casos de ambigüedad que apuntan a construir un espacio de enunciación política con determinadas características. El objetivo de este apartado es indagar sobre la apropiación política de la primera persona singular en el discurso político. El simple "yo" es utilizado en los dos discursos analizados de manera semejante. Se trata de una forma estratégica de la que el locutor se vale sólo al final de ambas locuciones. Este hecho hace prestar especial atención sobre su utilización retórica.
El locutor se apropia del "nosotros" por dilatación durante la mayor parte de las locuciones, de la manera que se ha analizado. Sin embargo, llegando hacia el final de aquéllas se observa la aparición de primeras personas singulares "yo". ¿A qué se debe este cambio? ¿Por qué no continuar el discurso hablando como venía haciéndolo hasta entonces? Comenzaremos observando si los "yo" estrictos que encontramos en el corpus pueden ser reemplazados por un "nosotros" por dilatación sin alejarse demasiado de su sentido original. Se constata que en todos los casos en los que aparece un "yo" estricto existe la posibilidad de cambiarlo por un "nosotros" por dilatación18. Veamos ejemplos del corpus y sus transformaciones. Dice Kirchner:

Formo parte de una generación diezmada, castigada con dolorosas ausencias; me sumé a las luchas políticas creyendo en valores y convicciones a las que no pienso dejar en la puerta de entrada de la Casa Rosada19.

En este párrafo puede reemplazarse la primera persona "yo" por el "nosotros" por dilatación sin mayores costos semánticos:

Formamos parte de una generación diezmada, castigada con dolorosas ausencias; nos sumamos a las luchas políticas creyendo en valores y convicciones a las que no pensamos dejar en la puerta de entrada de la Casa Rosada.

Un ejemplo del discurso frente al Congreso evidencia el mismo fenómeno:

Yo seguiré escuchando a los ciudadanos, dialogando con ellos, sin intermediarios ni exégetas. Me entero de sus necesidades por boca de ellos mismos. Así voy conociendo sus preocupaciones. Trato de resolver, y si me equivoco, corrijo20.

Reemplazable por:

Seguiremos escuchando a los ciudadanos, dialogando con ellos, sin intermediarios ni exégetas. Nos enteramos de sus necesidades por boca de ellos mismos. Así vamos conociendo sus preocupaciones. Tratamos de resolver, y si nos equivocamos, corregimos.

A la vez, existe una clara imposibilidad de suplantar estas primeras personas singulares por "los argentinos":

*Los argentinos formamos parte de una generación diezmada, castigada con dolorosas ausencias; los argentinos nos sumamos a las luchas políticas creyendo en valores y convicciones a las que los argentinos no pensamos dejar en la puerta de entrada de la Casa Rosada.

*Los argentinos seguiremos escuchando a los ciudadanos, dialogando con ellos, sin intermediarios ni exégetas. Los argentinos nos enteramos de sus necesidades por boca de ellos mismos. Así los argentinos vamos conociendo sus preocupaciones. Los argentinos tratamos de resolver, y si los argentinos nos equivocamos, los argentinos corregimos.

¿Por qué el locutor no utiliza el difundido "nosotros" por dilatación y prefiere el "yo" estricto en estos casos? No parece ser simplemente consecuencia del azar que la utilización de la primera persona singular aparezca al final de ambos discursos. El análisis de la apropiación del "yo" puede llevar a inferir que el ex Presidente pretendería construir, por homologación de entidades, un personaje que no es ya un sujeto de discurso, aislado, sino la encarnación misma del pueblo, la voz de todos los verdaderos argentinos. Habiendo instaurado ese "cuadro jurídico" entre el locutor y sus interlocutores, Kirchner podría, a partir de un simple "yo", expresar mucho más que una subjetividad individual. Su "yo", después de una minuciosa disposición de las personas en el discurso, parece devenir auto-validante.
Cuando el dirigente dice "yo" se trataría de un "yo" de majestad que sobrepasaría su propio cuerpo. Al mismo tiempo, el locutor querría mostrarse como un hombre común, como ese hombre que llega a la presidencia con convicciones y sueños, con voluntad, propuestas, deseos y verdades relativas. Se trataría de un esfuerzo de modestia necesaria después de haber construido una escena de enunciación en la cual él mismo (en su persona dilatada) encarna la voz de los argentinos. Su grandeza se acrecentaría en la medida en que su pequeñez heroica asumiera la responsabilidad que el pueblo y la historia le han conferido21.
Reflexionar sobre este desplazamiento de las formas de apropiación de los enunciados a través del trabajo sobre las personas gramaticales permite comprender cómo se pretende construir sentidos sociales en el ámbito de la política. Veamos un ejemplo del corpus en el que se despliega este recurso. En ese momento, Kirchner pasa de un "yo" (a) a un "nosotros" inclusivo (b) para luego volver como "nosotros" por dilatación (c) y, finalmente, adoptar el "nosotros" ambiguo (d) que pendula entre el inclusivo y el por dilatación:

Soñé (a) toda mi vida (a) que éste, nuestro país (b), se podía cambiar para bien. Llegamos (c) sin rencores, pero con memoria. Memoria no sólo de los errores y horrores del otro, sino también es memoria sobre nuestras propias equivocaciones (d)22.

El "yo" está ligado a un sueño (a), ese sueño es un sueño de grandeza colectiva de los argentinos (b). Para que ese sueño devenga realidad, Kirchner viene, no solo, sino su persona dilatada (c), quien se hace cargo de sus equivocaciones y de las equivocaciones de los argentinos (d) en el pasado.

3. La voz por fuera del "nosotros" (huellas polifónicas)

La teoría de la polifonía de Osvald Ducrot23 constituye una extensión de las investigaciones del Mijail Bakhtine sobre la literatura, pero postula que podemos percibir varias voces, no solamente en los textos, sino en cada enunciado.
Ducrot parte de una disciplina que denomina pragmática semántica o pragmática lingüística. El problema fundamental de la pragmática semántica, para Ducrot, "no se trata de lo que hacemos al hablar, sino de lo que, según el enunciado mismo, la palabra hace" (1984: 174). El objetivo es "dar cuenta de lo que, según el enunciado, es hecho por el habla".
Ducrot llama frase a un objeto teórico y, por lo tanto, no observable: se trata de una creación de la gramática. El enunciado, a diferencia, es la "manifestación particular", una "ocurrencia hic et nunc de una frase" (1984: 174). El enunciado es un fragmento de discurso. Cuando se trata de caracterizar semánticamente una frase, Ducrot hablará de "significación". Reservará la palabra "sentido" para "la caracterización semántica del enunciado" (1984: 180).
El autor distingue también de la frase y del enunciado a la enunciación. Se pueden encontrar tres acepciones de tal último término: 1) como "la actividad psicofisiológica implicada en la producción del enunciado (adjuntando eventualmente el juego de influencias sociales que la condicionan)", 2) como aquello que se ha llamado enunciado, a saber, "el producto de la actividad del sujeto hablante" y 3) como el acontecimiento (histórico) "constituido por la aparición de un enunciado". Ducrot hace suya esta acepción. Sobre la enunciación declara que él no hace intervenir la noción de acto para no decidir si hay un autor y quién sería en tal caso (1984: 178-179).
El autor forma su trabajo sobre una concepción del sentido según la cual éste sería "una descripción de la enunciación", es decir, una descripción de un evento histórico determinado que produce un enunciado a modo de resultado. La enunciación es "eso que comunica el sujeto hablante por medio de su enunciado" (1984: 182).
Un enunciado "atribuye a su enunciación un poder 'jurídico'" (1984: 183) (lo que los filósofos del lenguaje llamaran fuerza ilocutoria). Ducrot afirma que

interpretar una producción lingüística consiste, entre otras cosas, en reconocer en ella actos, y que ese reconocimiento se haga adjuntando al enunciado un sentido, que es un conjunto de indicaciones sobre la enunciación (1984: 184).

Así, no es posible "poner en duda la unicidad del origen de un enunciado", a quien Ducrot denomina sujeto hablante (1984: 189-190). Pero éste no debe ser confundido con los sujetos del enunciado24. El autor propone como tesis que hay que "distinguir entre los sujetos de un enunciado al menos dos tipos de personajes, los enunciadores y los locutores" (1984: 193). Por definición, entiende por locutor a un "ser que, en el mismo sentido del enunciado, es presentado como su responsable, es decir, como alguien a quien se debe imputar la responsabilidad de ese enunciado". Podría decirse que un locutor es un personaje creado por el discurso en tanto que tal, es decir, en tanto es el responsable de la enunciación según el propio enunciado. Una vez que el locutor ("ser de discurso", una "ficción discursiva") ha sido distinguido del sujeto hablante ("ser empírico", un "elemento de la experiencia"), Ducrot distingue aún "al interior mismo de la noción de locutor, el 'locutor en tanto que tal' (L) y el locutor en tanto que ser del mundo ()" (1984: 199).

L es el responsable de la enunciación, considerado únicamente en tanto que él posee esa propiedad. es una persona "completa", que posee, entre otras propiedades, la de ser el origen del enunciado[,] lo que no impide que L y sean seres de discurso, constituidos en el sentido del enunciado, y en los cuales el estatus metodológico es completamente diferente al del sujeto hablante [...] es el ser histórico del cual L es solamente su último avatar (1984: 199-200).

En palabras menos abstractas podrían ilustrarse estos conceptos indicando que existe un sujeto del mundo llamado, por ejemplo, Néstor Kirchner. Es un sujeto hablante que ha tenido una historia personal que lo llevó a ser presidente de la Nación en 2003. Este sujeto hablante es un sujeto empírico. Ahora bien, a nivel del discurso, él se presentará como el responsable de sus locuciones, es decir, como un locutor L. A su vez, ese locutor L será el "último avatar" de muchos locutores L que él mismo ha encarnado, por decirlo de alguna manera, a lo largo de todos sus discursos como hombre político. Este locutor trascendental sería lambda .
La distinción entre los personajes que intervienen en la enunciación permitirá a Ducrot construir su teoría sobre lo polifónico en los enunciados. Una primera forma de polifonía propone "dos locutores distintos en caso de 'doble enunciación'" (1984: 203). Este fenómeno está presente "de manera importante en el discurso relatado en estilo directo".
La segunda forma de polifonía viene de la noción de enunciador (E). Ésta es la forma que más interesa a los fines de este trabajo sobre la construcción de la frontera imaginaria de los límites políticos. Ducrot llama enunciadores a

los seres que supuestamente se expresan a través de la enunciación, sin que por ello se les atribuyan palabras precisas; ellos "hablan", es sólo en este sentido que la enunciación aparece como si expresara su punto de vista, su posición, su actitud, pero no, en el sentido material del término, sus manifestaciones concretas (1984: 204).

Con fines explicativos, Ducrot toma los casos de la ironía y la negación para ejemplificar estas distinciones. Cuando L produce un enunciado irónico, presenta su enunciación

como expresando la posición de un enunciador E, posición de la que sabemos que el locutor L no se hace responsable y que, además, tiene por absurda [...] L no es asimilado a E, origen del punto de vista expresado en la enunciación (1984: 211).

Un ejemplo del mismo Ducrot servirá para ilustrar la polifonía en la ironía (1984: 211). A anunció a B que C vendría a verlo al día siguiente. B rechazó creerle. Al día siguiente, C está efectivamente presente y A le dice a B: "Ves, C no vino a verme". Podemos ver que A toma la responsabilidad de la enunciación en tanto que locutor, está marcado por "me". Sin embargo, esta enunciación irónica en la que A toma la responsabilidad como locutor, él la presenta como la expresión de un punto de vista absurdo en el cual el enunciador no es A y hasta corre el riesgo de ser B (es esa asimilación segunda del enunciador con el alocutor lo que vuelve a la ironía agresiva): A le hace sostener a B, en presencia de C, que C no está allí.
Con respecto a la negación, Ducrot dirá que la mayor parte de los enunciados negativos25"hacen aparecer su enunciación como el choque de dos actitudes antagonistas, una positiva, imputada a un enunciador E1, la otra, que es un rechazo de la primera, imputada a E2" (1984: 215). Ducrot muestra cómo, introduciendo el sintagma "al contrario", se puede explicitar el encadenamiento de dos enunciados opuestos. Véase un ejemplo del autor:

"Pedro no es gentil"
Posición de E1: Pedro es gentil.
Rechazo de E2: No es verdad.
No es extraño escuchar: Pedro no es gentil, al contrario, es detestable.

4. Una aparición de los enunciadores de la Antipatria

Se ha visto cómo Kirchner se apropia de la lengua para crear un escenario en el cual a veces habla como presidente de los argentinos, a veces como argentino (fusionándose con los "verdaderos patriotas"), y otras veces se expresa en un "nosotros" ambiguo que pendula entre la dilatación y la inclusión generando un efecto de homologación imaginaria de entidades entre argentinos y gobernantes. Esta operación supone, a su vez, que quienes no coinciden con el entonces presidente no coincidirían con los intereses propiamente argentinos. Así, la construcción de lo que llamaremos "la Antipatria" producida en los discursos del peronismo histórico encuentra en la Argentina contemporánea un paralelo imaginario26.
Pero para construir este imaginario, el Locutor debe darle de alguna manera también lugar a quienes "no piensan en argentino", a quienes no están incluidos en las apropiaciones de los distintos tipos de "nosotros". La palabra se les otorga a los antagonistas a partir de la introducción de voces polifónicas que, como se ha visto, hablan a través del Locutor, aunque éste no se responsabiliza por sus enunciados. Ducrot (1984: 210) señala que la noción de Enunciador sirve para hacer aparecer en el enunciado un sujeto diferente no solamente de aquel que habla (el sujeto hablante) sino también de aquel del que se dice que habla (el Locutor). En este apartado observaremos cómo las voces polifónicas introducen la palabra del adversario político como enunciadores de la "antipatria".
En el corpus se encontraron tres tipos de introducciones del adversario a través de Enunciadores (4.1, 4.2 y 4.3). Hay refutaciones de los enunciados de la Antipatria (4.1), respuestas a lo que se presenta como sus principios (4.2) y, finalmente, enunciados imperativos que le son destinados (4.3).

4.1. La refutación de los enunciados de la Antipatria

El locutor introduce voces. Con estas voces, él expresa su punto de vista sobre ciertos temas y los confronta con un punto de vista opuesto, atribuido a los adversarios, los antipatriotas. Si lo que Kirchner dice es lo que los argentinos dicen, entonces lo que los adversarios de Kirchner dicen es, por el contrario, lo que la Antipatria dice.
En los siguientes ejemplos puede encontrarse enunciados de negación27 en los cuales lo que un enunciador E1 (la Antipatria) dice es negado por un segundo enunciador E2 (asimilado al L Kirchner).

En nuestro proyecto ubicamos en un lugar central la idea de reconstruir un capitalismo nacional que genere las alternativas que permitan reinstalar la movilidad social ascendente. No se trata de cerrarse al mundo, no es un problema de nacionalismo ultramontano, sino de inteligencia, observación y compromiso con la Nación28.

Se ve aquí el enunciado "No se trata de cerrarse al mundo, no es un problema de nacionalismo ultramontano", en donde se encuentran los enunciados siguientes:

E1 (la Antipatria): Lo que ustedes proponen es cerrarse al mundo, ésa es una posición nacionalista ultramontana.

E2 (Kirchner): No se trata de eso.

A la refutación emitida por E2 se puede sumar, siguiendo la ley de Ducrot según la cual el encadenamiento con "al contrario" debe realizarse sobre lo que es rechazado:

E2: No se trata de eso, al contrario, se trata de "inteligencia, observación y compromiso con la Nación".

Podemos encontrar este mismo tipo de polifonía en el discurso del 01.03.2004:

En materia de relaciones exteriores, necesitamos reinsertar a la República Argentina en el mundo. Esto debe quedarnos claro, no se trata de una visión apocalíptica, es la cruda realidad que nos toca vivir. Por sus problemas nuestro país está prácticamente fuera del mundo de la globalización, sujeto a las más diversas presiones y en una débil situación, corriendo el riesgo de retrasarse de modo definitivo respecto de los países de mayor desarrollo29.

E1 (la Antipatria): Vuestra perspectiva es apocalíptica, la realidad no indica semejante juicio.

E2 (Kirchner): Esto no es así.

Y podemos agregar:

E2: Esto no es así, al contrario, debe quedarnos claro que es la cruda realidad que nos toca vivir.

4.2. Las respuestas a los principios de la Antipatria

Aquí se analizarán los casos de refutación de los principios que son, según Kirchner, los principios del adversario. Ya no se trata de refutaciones a las palabras de un enunciador propuestas como comentarios críticos, sino de refutaciones de ideas atribuidas a la oposición como principios-guía de su acción política. Véanse algunos ejemplos:

Rechazamos de plano la identificación entre gobernabilidad e impunidad que algunos pretenden. Gobernabilidad no es ni puede ser sinónimo de impunidad. Gobernabilidad no es ni puede ser sinónimo de acuerdos oscuros, manipulación política de las instituciones o pactos espurios a espaldas de la sociedad30.

Existe un principio como el siguiente atribuible a E1:

Si queremos gobernar, es imposible eliminar la impunidad.

A lo que E2 responde:

Eso no puede ser como ustedes dicen.

Y puede agregarse:

Eso no puede ser como ustedes dicen, al contrario, "gobernabilidad no es ni puede ser sinónimo de impunidad. Gobernabilidad no es ni puede ser sinónimo de acuerdos oscuros, manipulación política de las instituciones o pactos espurios a espaldas de la sociedad".

Véase un ejemplo del otro discurso:

Resulta paradójico escuchar en nuestro país a gurúes económicos, autoproclamados defensores del capitalismo, defender recetas donde siempre hay que restringir el consumo, ignorando que si algo distingue al capitalismo es la idea del consumo. El capitalismo como sistema de ideas ha prevalecido entre otras cosas porque el consumir y vivir mejor no es una buena teoría sino un aspecto sustancial de la condición humana31.

El principio de la Antipatria sería:

Para defender el capitalismo hay que restringir el consumo.

A lo que E2 responde:

Eso es paradójico.

A lo que puede agregarse:

Eso es paradójico, al contrario, si hay algo que distingue "al capitalismo es la idea del consumo".

4.3. Los enunciados imperativos destinados a la Antipatria32

Se ha dicho que los enunciadores son responsables de puntos de vista que los locutores invocan en sus discursos. Se distinguirá aquí un tercer tipo de polifonía a través del cual el locutor invoca un punto de vista que indica lo que debe hacerse a un punto de vista opuesto, la Antipatria. Se trataría de enunciados imperativos que se proponen en un mundo de enunciadores. Esos enunciados (de E2, asimilables a L) exponen un punto de vista sobre lo que debe hacerse y se enfrentan a lo que los enunciadores de la antipatria (E1) promoverían, para L, según su discurso. E2 no presenta el punto de vista de E1, ni lo refuta, ni cuestiona sus principios. E2 habla directamente a E1 haciendo abstracción de los interlocutores para indicar lo que debería hacerse.

Somos conscientes de que ninguna de esas reformas serán productivas y duraderas si no creamos las condiciones para generar un incremento de la calidad institucional. La calidad institucional supone el pleno apego a las normas y no una Argentina que por momentos aparece ante el mundo como un lugar donde las violación de las leyes no tiene castigo legal ni social. A la Constitución hay que leerla completa. La seguridad jurídica debe ser para todos, no solamente para los que tienen poder o dinero33.

E2 tiene la perspectiva de que:

Deben leer la Constitución entera ya que les ha faltado la parte en la que dice que la seguridad jurídica debe ser para todos.

E1 tendría un punto de vista que enunciaría:

Hemos leído la Constitución, dice que la seguridad jurídica es para los que tienen poder o dinero.

Un análisis detallado de los dos discursos tomados en cuenta en este trabajo, que por razones de espacio no puede exponerse, revela que este tipo de polifonía es menos frecuente en el discurso de marzo de 2004 que en el de mayo de 2003. Esa ausencia podría estar vinculada, entre otros factores, al hecho de que el discurso inicial se promovió en un momento de estrecha cercanía con la instancia confrontativa de las elecciones, mientras que las condiciones de enunciación del segundo guardan menor relación con aquella situación.
En resumen, en esta tercera aparición de la voz de un enunciador de la Antipatria, de su punto de vista, Kirchner establece un diálogo imaginario de enunciadores para mostrarles a los argentinos (esos interlocutores de los cuales también se propone como locutor) hasta qué punto el adversario no habla como un verdadero argentino.

Palabras finales

El trabajo ha permitido, por una parte, explicar en qué medida dos herramientas de análisis discursivo –la pluralización de las personas gramaticales y las formas de la polifonía– pueden permitir echar luz acerca de la construcción imaginaria de los límites políticos promovida por sectores que disputan por el poder. Néstor Kirchner, en este caso, se apropia de un "nosotros" inclusivo para hablar en nombre de "los argentinos", de un "nosotros" por dilatación del "yo" para hablar de "sí mismo" amplificadamente, "su generación", "los peronistas", y, por último, de un tipo de "nosotros" ambiguo que pretende homologar las dos anteriores entidades fusionando la voluntad de los argentinos con su propio proyecto para la Argentina. El tratamiento de las apropiaciones de la primera persona singular evidenció igualmente una estrategia discursiva del locutor apuntando a presentarse como un hombre común que llegaba al poder capaz de afrontar, sin embargo, los desafíos que esa tarea le señalaban34. Al mismo tiempo, en esa escena enunciativa propuesta para todos los argentinos, el discurso hace hablar a los adversarios políticos a través de voces polifónicas, a las que más que presentar como adversarios políticos se los presenta como enemigos de la Nación.
Por otra parte, la indagación en un corpus limitado en su extensión, pero significativo en su momento de producción marcado por una confrontación importante con el menemismo, ha permitido apuntar algunas hipótesis acerca del imaginario que el kirchnerismo alentó a conformar en los momentos iniciales de su asunción en el gobierno a la manera de una nueva pararrealidad discursiva (Raiter 1999: 98). Ese imaginario sería una escena de enunciación peronista, en términos de Sigal y Verón (1986), aggiornada a nuestros tiempos. La lógica política que se propone en los discursos evidencia que la dinámica es caracterizable como populista en el sentido que le da Ernesto Laclau (2005) cuando define que las dos operaciones propias al populismo son 1) la delimitación de una frontera imaginaria entre el "nosotros" y el "ellos" y 2) la definición del "nosotros" como el Pueblo (la plebs hecha populus). Esta escena de enunciación peronista fue exitosa en el pasado en cuanto logró relativamente instalar sentidos sociales que permanecieron en la Argentina durante décadas. La discursividad kirchnerista ha intentado apropiarse de la discursividad peronista a los fines de revitalizar sentidos sociales existentes, aunque dinámicos, en la Argentina, modificándolos según sus propios lugar y momento de enunciación y aspirando a sentar las bases discursivas para hegemonía política en un país afectado por una crisis económica y política importante.
La importancia de los aportes que puede hacer el análisis del discurso se encuentra en la comprensión de los elementos que se proponen en una determinada situación histórica para configurar una matriz social de sentido. El estudio de cómo se realizan esas actividades discursivas permite desgajar no sólo cuáles son los principales rasgos de los lenguajes políticos de la época, sino también cuáles son las herramientas de las cuales los sectores políticos se apropian a fin de construir una frontera política hegemónica y cuáles podrían ser posibles formas de deconstruir tales fronteras a partir de discursos contrahegemónicos.

Notas

1 Este artículo se basa en el primer capítulo de una tesis de licenciatura de la carrera de Comunicación Social dirigida por Liliana Vela y defendida en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo en 2006. Parte de la investigación estuvo supervisada en un primer momento por Marion Carel en la École des Hautes Études en Sciences Sociales, en París. Una versión anterior de este trabajo fue discutida en las XI Jornadas Nacionales de Investigadores en Comunicación, Mendoza, 2007. Agradezco los comentarios y sugerencias del/la evaluador/a anónimo/a designado por Anclajes.

2 Los estudios en torno al discurso político han intentado dar cuenta de los procesos de producción de sentidos sociales, de la constitución de identidades colectivas, de los lenguajes políticos históricos y contemporáneos, de los aspectos discursivos de la representación política, entre otros. Los abordajes se han realizado desde diversos ámbitos que surcan un camino desde la filosofía política, los estudios semióticos y lingüísticos hasta los estudios en comunicación e historia. Sólo indicativamente pueden señalarse algunos títulos señeros para la formación de la disciplina: Voloshinov (1926, edición en español 1992), Perelman y Olbrechts-Tyteca (1952), Althusser (1970), Foucault (1971), Kerbrat-Orecchini (1984), Mouffe (1985), Angenot (1989), Le Bart (1998), Laclau (1996, 2000 y 2005), Van Dijk (1999). Para los estudios sobre política en Argentina desde la perspectiva de los discursos en particular: De Ipola (1983 y 1987), Sigal y Verón (1986), Verón (1987), García Negroni (1988), García Negroni y Raiter (1988), García Negroni y Zoppi Fontana (1992), Raiter y Menéndez (1986), Raiter (1999), Aboy Carlés (2001).

3 Además, la llamada tercera persona en plural no puede incluir ni primeras ni segundas personas ya que se convertiría inmediatamente en "nosotros" o "ustedes". Esta confirmación también robustece la hipótesis principal de la Teoría del Aparato Formal de la Enunciación por la cual las personas son yo-tú. Estas diferencias de comportamiento en el plural son un signo a favor de la hipótesis de Benveniste según la cual "él" no sería una persona.

4 Kirchner, 25.05.2003. Discurso de asunción de la Presidencia. De aquí en adelante las cursivas en los ejemplos del corpus son nuestras e indican que es esa palabra o enunciado la/el que condensa el interés del análisis.

5 No debe olvidarse que este alocutario de Benveniste es un ser de discurso (un otro de diálogo) susceptible de tomar la palabra en tanto sujeto discursivo. Esto no quiere decir que el alocutario esté listo para tomarla cada vez. Benveniste recuerda que es posible tener un "tú" ficticio, por ejemplo. En este sentido, en el caso presentado como ejemplo, no se puede esperar la respuesta de "los argentinos". Parece normal ver que si bien el locutor propone a su interlocutor como ser de diálogo en el discurso político, la reversibilidad de roles, en los hechos, es más bien extraña.

6 Kirchner, 25.05.2005. Discurso en Santiago del Estero por la conmemoración de los 195 años de la Revolución de Mayo.

7 También se llama a este tipo de uso "nosotros de humildad". Sin embargo, se trata de una falsa humildad en tanto lo que ocurre es que prima la actividad de querer encarnar la voz de otros, de amplificar la propia voz para hablar en nombre de "nadie" o de "otros", de representar a una comunidad política, profesional, religiosa, científica, etcétera.

8 Para un trabajo sobre la expresión del locutor en el discurso científico véase Loffler-Laurian (1980).

9 Kirchner, 25.05.2003.

10 El "tú" está igualmente impedido de una verdadera pluralización como consecuencia de su carácter personal, el "ustedes" está compuesto por otras personas (no-tú). Este caso de "nosotros inclusivo" se subdividiría en todas las posibilidades internas del "ustedes" que se suman al "yo". Véase Garzón Rogé (2006) para un desarrollo sobre la pluralización de la segunda persona.

11 Kirchner, 01.03.2004.

12 El signo *, en lingüística, se coloca delante de una estructura imposible o inadecuada.

13 Kirhcner, 25.05.2003.

14 Kirchner, 25.05.2003.

15 Kirchner, 01.03.2004.

16 Kirchner, 25.05.2003.

17 Esta es una figura explotada por el locutor a través de sus discursos.

18 Existe un solo caso en el que la sustitución por el "nosotros" por dilatación es imposible: "en este acto, que en los términos del artículo 93 de la Constitución de la Nación tiene por finalidad la toma de posesión del cargo de Presidente de la Nación Argentina para el que he sido electo" (25.05.2003). Si se busca saber el porqué de la imposibilidad (*la toma de posesión del cargo de Presidente de Nación Argentina para la que hemos sido electos), la respuesta es evidente: el lugar de Presidente de una República no es ocupado más que por una sola persona.

19 Kirchner, 25.05.2003.

20 Kirchner, 01.03.2004.

21 Estos elementos destacados en cursiva han sido analizados más profundamente en Garzón Rogé (2006) como figuras discursivas.

22 Kirchner, 25.05.2003.

23 El desarrollo de esta teoría puede encontrarse en el último capítulo de El decir y lo dicho de Ducrot (1984).

24 Ducrot comparte en este sentido la posición de Benveniste sobre la unicidad del sujeto hablante que prohibe la verdadera pluralización de la persona gramatical.

25 Los que pueden ser calificados como enunciados de "negación polémica" y sus derivados.

26 Esta disyuntiva estuvo presente desde la primera hora en la experiencia peronista. Durante la campaña electoral por la que se volvería a la democracia en 1946, el antagonismo estuvo sellado por la dicotomía "Braden o Perón". El embajador norteamericano encarnaba entonces los intereses foráneos (o en el lenguaje de la época, "los intereses antiargentinos"). Para una explicación excelente sobre esa asimilación entre el peronismo y la patria véase Perón o Muerte, de Silvia Sigal y Eliseo Verón (1986).

27 Ducrot (1984) distingue tres tipos de negación: la metalingüística, la polémica y la descriptiva. Los dos primeros tipos son una subdivisión de lo que anteriormente el mismo autor (1972) señalaba como "negación polémica". La distinción entre la negación metalingüística y la negación polémica consiste en que mientras la primera se opone a un enunciado efectivo propuesto por un locutor en su versión positiva, la segunda presenta a L asimilándose a un E2 que refuta a un E1 que "pone en escena en su discurso y que puede no asimilarse al autor de algún discurso efectivo" (Ducrot 1984: 217). Es difícil distinguir en los ejemplos de este apartado y del siguiente de qué tipo de negación (metalingüística o polémica) se trataría. Por un lado, podría considerarse que L está produciendo negaciones metalingüísticas, ya que lo que es negado tiene fundamento en enunciados reales que circulaban en la sociedad del momento a través de la prensa y muchas veces propiciados por grupos políticos y económicos opositores. Sin embargo, no se trata de enunciados efectivamente aparecidos previamente al discurso pronunciado por L. Los enunciados estudiados responderían, a nuestro juicio, a un tipo de negación polémica (aun si los sentidos expresados en los enunciados negados tienen presencia en la sociedad política del momento) ya que L propone una especie de teatro en donde el verdadero patriota dialoga con su adversario.

28 Kirchner, 25.05.2003.

29 Kirchner, 01.03.2004.

30 Kirchner, 25.05.2003.

31 Kirchner, 01.03.2004.

32 Oswald Ducrot no se ha ocupado de los enunciados imperativos, sin embargo, ha sostenido que la extensión de la polifonía a este tipo de usos podría dar resultados interesantes.

33 Kirchner, 25.05.2003.

34 Estas figuras, típicas del discurso de Perón como han indicado Sigal y Verón (1986), se repiten en el discurso de Kirchner. Estas figuras fueron trabajadas en Garzón Rogé (2006).

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Corpus de análisis

Discurso de Kirchner en el momento de asumir la Presidencia el 25 de mayo de 2003.

Discurso de Kirchner en el momento de iniciar las sesiones ordinarias en el Congreso el 1 de marzo de 2004.

Fecha de recepción: 28-03-08
Fecha de aprobación: 19-03-09

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