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Anclajes

versión On-line ISSN 1851-4669

Anclajes vol.17 no.1 Santa Rosa jun. 2013

 

RESEÑAS

Fernández, Cristina Beatriz. Ingenieros y los saberes modernos. Córdoba, Alción editora, 2012, 98 páginas.

 

Comenzar una reseña con un elogio no es algo sorprendente, por el contrario, es un presupuesto del género que el crítico a cargo de la recensión atribuya al libro carácter excepcional. En todo caso, lo no esperable sería, en este caso, que quien esto escribe, lejos de la hipérbole o el lugar común, sostenga que esa cualidad es verdadera. Las líneas que siguen, entonces, tendrán por misión aproximar al lector a los motivos de esta certeza. Una primera observación de carácter general surge del campo de la disciplina: en efecto, no es frecuente encontrar estudios sobre un autor situado en un momento histórico tan rico como conflictivo, de enormes cambios para América Latina, donde el proyecto de la incipiente modernidad, la irrupción del capitalismo, la transformación del rol político y social de los jóvenes, entre otros fenómenos de similar envergadura, conviven con los restos de condiciones sociales y culturales arcaicas. Esta expresión "no es frecuente", se refiere por supuesto, a los ensayos o estudios críticos de académicos, surgidos de la carrera de Letras, naturalmente, no comprende a sociólogos o historiadores de la cultura; es suficiente recordar al lector que títulos como Una modernidad periférica de Beatriz Sarlo o Desencuentros de la modernidad en América Latina, de Julio Ramos, siguen plenamente vigentes.
El libro que comento puede inscribirse en ese linaje, tal como lo dice uno de los párrafos del ajustado prólogo escrito por Francisco Delich, donde sostiene que este texto anuncia además, los comienzos de nuestro siglo XXI:

La autora nos pone en un tiempo que sigue siendo el nuestro, el de la modernidad, pero simultánea y radicalmente distinto: el final de la sociedad industrial y la razón instrumental, la reaparición de América Latina en la construcción planetaria, la educación de masas, y una redefinición del rol de los jóvenes, ahora actores mayores junto con las mujeres del nuevo escenario social. (15)

El tema nuclear del libro es la constitución de los saberes modernos, tal como su título lo enuncia. Para quienes conocemos la trayectoria intelectual de la autora, esta condición no es una sorpresa: su interés desde que era una muy reciente graduada, antes de emprender el camino del doctorado en la Universidad Nacional de Córdoba, fue la conflictiva relación entre lo que llamamos literatura y las ciencias, tema problemático si los hay por su carácter histórico que muchas veces tendemos a olvidar; así, ¿qué era la ciencia por ejemplo, en el período del arte barroco mexicano? Y si menciono esto es porque fue un angustioso problema intelectual y hasta religioso para una precursora de las mujeres intelectuales, Sor Juana Inés de la Cruz, cuya obra fue objeto de cuidadoso escrutinio por parte de la autora del presente libro, por lo cual me permito atribuirle el estatuto de arjé, núcleo de sentido que gesta la producción de Fernández.
Por lo dicho, el rol que cumple la figura de Ingenieros en esta temática es la de constituir un eje vertebrante a partir del cual pueden explorarse los debates, las transformaciones, los criterios y las implicancias educativas del complicado torbellino formado por las epistemes de ese momento histórico cuya estela posee innumerables consecuencias intelectuales, ideológicas, políticas y pedagógicas hasta el presente. Así, la estructuración que organiza el libro es original a la vez que práctica: si por un lado rehuye todo biografismo, tentación que una figura polifacética y discutida como la de Ingenieros tiende a promover, por otro lado encuentra una vía para calar en aspectos esenciales de la problemática abordada, sin pretender una visión que la capturara en plenitud. De este modo, los capítulos que articulan el libro constituyen una suerte de "ventanas" que nos permiten acceder a instancias de un campo complejo pero que también ofrecen abundante información con un material que permitiría al virtual lector ahondar en los aspectos que le importen. Si bien todo estudio académico que proceda -como es el caso de éste- de una tesis doctoral debe presentar una amplia y pertinente bibliografía, pocas veces se observa que ese material se haya procesado analíticamente al dedillo, hasta extraerle lo medularmente significativo, como puede observarse por las notas y las citas sembradas a lo largo de la escritura.
Un breve comentario sobre el modus operandi que he tratado de describir podrá quizás ejemplificar lo dicho. Al referirse a la disociación entre las humanidades y las ciencias, la autora observa que el origen de tal divisoria es de difícil determinación, pero de cualquier modo emprende la tarea de "[…] repasar someramente […]" (20) la cuestión. La modestia del enunciado esconde la elaboración de una síntesis de conocimientos cuyo espectro histórico comprende desde el medioevo hasta la modernidad, con especial énfasis en el siglo XIX, como no podía ser de otro modo. La bibliografía que actúa en esta síntesis es tan amplia disciplinarmente como lo es el arco temporal: en las explicaciones puestas en juego operan autores pertenecientes a diversos campos: filosofía, sociología, educación, historia cultural y, tal como se ha dicho, han sido leídos con rigor pero con libertad de pensamiento, con discernimiento crítico.
Queda por decir que este bagaje de conocimientos cuya elaboración sin duda ha llevado mucho tiempo de meditada lectura, lejos de exponerse con el hermético lenguaje al que nos han acostumbrado los ensayos de muchos epígonos de los filósofos y pensadores postestructuralistas, se despliega ante el lector con una claridad expositiva que facilita la comprensión y hace amena la lectura. Un agrado más para quien transite las páginas de este breve pero meduloso estudio es la cuidada presentación de su edición.

Elisa Calabrese
Universidad Nacional de Mar del Plata

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