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Anclajes

On-line version ISSN 1851-4669

Anclajes vol.18 no.1 Santa Rosa June 2014

 

RESEÑAS

Calabrese, Elisa. Prólogo de María Rosa Lojo. Sábato. Historia y apocalipsis. Córdoba: Alción Editora, Universidad Nacional de Córdoba, 2013, 276 páginas.

Este libro de Elisa Calabrese es la reescritura de su tesis doctoral defendida en 1986 en la Universidad Nacional de Buenos Aires, tal como lo señala María Rosa Lojo en el prólogo que inicia el texto. Es importante señalar qué entiende la autora por reescritura, palabra a la que le dedica unas líneas en las páginas preliminares de Sábato. Historia y apocalipsis: no se limita a un cambio de tono o de registro de escritura adecuado para una tesis, ni se ajusta a diferentes teorías del término, por ahora, bastante difuso. En rigor, la autora explica que: "en el proceso de escritura [.] se comprimen muchos años -podría, sin desmesura, afirmar que son demasiados- en cuyo pliegue habita la condensación de experiencias fundantes tanto de mi profesión como de mi subjetividad, si es que acaso estas instancias son ya disociables" (15).
Desde esta perspectiva, Calabrese recorre, en primer lugar, la cuestión de la recepción de lo que se podría denominar el caso Sábato en el campo intelectual argentino. En efecto, si bien la autora destaca que el autor gozó de la aceptación del público en general, y a lo largo de su vida recibió numerosos premios (cabe recordar que Sábato ha sido merecedor de algunos de los premios más importantes en lengua castellana, como por ejemplo el Premio Miguel Cervantes (1984) o el Premio Internacional Menéndez Pelayo (1997), así como también fue propuesto para el Premio Nobel de Literatura en el año 2009), no es menos cierto que la recepción académica transitó por distintos andariveles. Con el subtítulo "El regreso de una lectura o un ejercicio de provocación", Elisa Calabrese deliberadamente reabre las puertas de un debate sobre la figura de Ernesto Sábato y, en tal sentido, recuerda que "supo ser un escritor 'faro' en la década de los sesenta, desde la aparición de su celebrada Sobre héroes y tumbas, en 1961" (18) y llegó a convertirse, así, en uno de los nombres más destacados de la novelística argentina, cuyo éxito se vio acompañado por el interés de la crítica académica. No obstante, a partir de 1984 con el advenimiento de la democracia en la Argentina, la producción académica sobre la obra de este escritor ha sido escasa debido a razones que, según la autora, poco tienen que ver con la calidad literaria de Sábato; paradójicamente, en el exterior ocurriría todo lo contrario. La actitud de ignorar a Sábato por parte de los intelectuales y críticos argentinos se debe a haber aceptado una invitación de Jorge Rafael Videla a un almuerzo, junto con otros de sus colegas, entre ellos Borges, recién iniciado, en 1976, el "nefasto Proceso de Reorganización Nacional". Al respecto Elisa Calabrese se pregunta "¿Por qué no perdonar a Sábato lo que se le perdona a Borges?" (20). Pregunta que interpela y provoca a la crítica argentina y ensaya una respuesta a este interrogante a partir de diferentes posturas políticas que se exigen a uno y otro escritor. Sin duda, el libro Sábato. Historia y apocalipsis, no sólo nos convoca a ser más justos y precisos con la figura pública de Sábato y a reconocer su compromiso con los derechos humanos, sino también, a estar atentos a esa suerte de mecanismos de poder simbólicos e institucionalizados que funcionan en la crítica académica, en programas de estudios universitarios, y a visualizar ciertos grupos conformados por escritores, docentes y editoriales que en sus interrelaciones determinan qué se debe leer y qué no.
Ahora bien, para referirse a lo que denomina "la poética sabatiana", Calabrese adopta una estrategia de lectura "rizomática" a partir de la selección de tres novelas de Sábato y de tres de sus ensayos. En concreto, se trata de las novelas El túnel (1948), Sobre héroes y tumbas (1961) y Abadón el exterminador (1974), y de los ensayos El escritor y sus fantasmas (1963), La cultura en la encrucijada nacional (1973) y Tres aproximaciones a la literatura de nuestro tiempo: Robbe-Grillet, Borges, Sartre (1967). Obviamente, la lectura rizomática que propone la autora se inspira en la propuesta teórica de Gilles Deleuze y Féliz Guattari en su libro Rizoma (1972), noción que remite a una lectura no jerarquizada, útil para ejemplificar un sistema cognoscitivo en el que no hay centros privilegiados que se ramifiquen según categorías o procesos lógicos estrictos. Siguiendo esta estrategia que entrecruza, articula y conecta el género novelístico y ensayístico en Sábato, la autora recorre diferentes aspectos que surgen de su escritura.
En efecto, por ejemplo, contextualiza las poéticas del período de los primeros textos de Sábato, la autora afirma que es innegable reconocer el germen del movimiento estético surrealista en la escritura de Sábato. Basta mencionar cómo algunos de sus personajes dudan de dónde termina la realidad y comienzan otros estados de percepción o de conciencia, o acontecimientos alucinantes, o la incertidumbre respecto del sueño y la vigilia, y, de este modo, dan cuenta de los problemas existenciales tanto filosóficos como sociales con los que se encuentra el hombre. Asimismo, reconoce en las novelas de Sábato una impronta neorromántica que trata de ser una indagación sobre el hombre y su concreto ser en el mundo y el sentido de la existencia: una afirmación que demuestra en su lectura de El túnel, donde Juan Pablo Castel surge inmerso en una oscuridad existencial, entre estados de sueños y alucinaciones. Pero también, y respecto del sentido de la existencia, en Abadón la autora recoge un fragmento textual en el que el personaje reflexiona sobre el escritor que lleva implícita la categoría de compromiso sartreana, vinculada con la problematización del ser en el mundo. En el caso de Sobre héroes y tumbas, Calabrese afirma que "constituye un esfuerzo por construir - a la manera de los grandes realistas decimonónicos- una suerte de summa de la argentinidad, donde se intenta escudriñar creativamente el rostro del país, inscribiéndose así en la tradición de la ensayística sobre el ser nacional". Con esta afirmación marca, una vez más, la conexión entre la escritura ficcional y el pensamiento de Sábato, ahora referido a la dimensión política del país. Dicho en otras palabras, Calabrese no tiene dudas de que cualquier lector del momento puede realizar la analogía que existe en los enfrentamientos del siglo XIX entre unitarios y federales, y los acontecimientos del país en los años 1953 y 1955, con el final de la violencia del segundo gobierno peronista, parte de cuyos textos incorpora, como por ejemplo, la quema de las iglesias.
Este libro, sin dudas, logra entretejer en un interesante análisis crítico el complejo entramado del pensamiento de Sábato, que se puede leer tanto en sus novelas como en sus ensayos: su concepción de la ciencia y del arte como forma de conocimiento, sus ideas sobre el escritor y la novela, la reflexión sobre el problema de la literatura y la sociedad y su postura respecto de cuestiones estéticas, filosóficas, y psicológicas.
En cierto modo, la escritura de Calabrese sobre Sábato nos recuerda lo que alguna vez afirmó Roland Barthes en su ensayo De la obra al texto (1984) respecto de George Bataille, al decir que existen escritores inclasificables: ¿novelistas? ¿ensayistas? ¿filósofos?; escritores que parecen escribir siempre un único y mismo texto al insistir, de un modo u otro, más allá de registros discursivos o de géneros, en los mismos temas, en reflexionar una y otra vez sobre ellos.

Sandra Jara
Universidad Nacional de Mar del Plata