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Salud colectiva

versión On-line ISSN 1851-8265

Salud colect. vol.11 no.3 Lanús set. 2015

http://dx.doi.org/10.18294/sc.2015.718 

http://dx.doi.org/10.18294/sc.2015.718

EDITORIAL

 

La dimensión política del acceso abierto: ¿el conocimiento como bien público o como mercancía?

The political dimension of open access: knowledge as a public good or as a commodity?

 

Martinovich, Viviana1

1Editora ejecutiva, Salud Colectiva. Instituto de Salud Colectiva, Universidad Nacional de Lanús, Argentina. saludcolectiva@unla.edu.ar

 

En octubre de 2014, Nature Publishing Group y Palgrave Macmillan publicaron los resultados de la Author Insights Survey, encuesta en la que 30.466 investigadores plasmaron sus puntos de vista sobre diversos temas, entre ellos, las razones por las cuales elegirían o no publicar sus trabajos en revistas de acceso abierto. En el comunicado de prensa, las editoriales decidieron difundir lo que consideraron como los principales resultados. Por un lado, resaltaron el desconocimiento de los autores respecto de las exigencias de las entidades financiadoras: "el 17% de los autores financiados por Wellcome Trust y el 25% de los autores financiados por el NIH no saben si sus financiadores exigen la publicación en acceso abierto". Por otro lado, destacaron que "el 40% de los autores del campo de las ciencias y el 54% de las ciencias sociales y humanidades, que no han publicado en acceso abierto dicen 'estoy preocupado/a por la percepción de la calidad de las publicaciones de acceso abierto'" (1). En síntesis, según estos resultados, la encuesta parecía haber revelado una percepción negativa por parte de los autores con relación al acceso abierto.

Sin embargo, al recorrer la totalidad de los datos recabados en la encuesta (2) se pueden observar resultados que expresan otro escenario: el 57,4% de los encuestados que sí habían publicado en revistas de acceso abierto, mayoritariamente eligieron la opción "creo que la investigación debería ser de acceso abierto, y así estar disponible de forma libre e inmediata para todos" y, en segundo lugar, "creo que las publicaciones de acceso abierto se leen más ampliamente". Incluso, en cuarto lugar aparece: "creo que las publicaciones de acceso abierto generan más cantidad de citas" (2 p.6). Pero en el comunicado de prensa, las editoriales no incluyen estos resultados y de manera muy sutil construyen una asociación falaz entre las revistas de acceso abierto y una cierta preocupación por la calidad, dando a entender que el tipo de acceso condicionaría la calidad de lo que se publica o la forma en que los "otros" perciben la calidad de aquello que se publica.

Existen muchas otras asociaciones falaces de este tipo, como la planteada en el experimento realizado por John Bohannon, publicado en la revista Science (3), en el que fabricó artículos con datos ficticios para enviarlos a revistas exclusivamente de acceso abierto, para lo cual seleccionó un gran porcentaje de revistas del listado generado y actualizado por Jeffrey Beall, bibliotecario de la University of Colorado, EE.UU. La Beall's list (4,5) incluye a editoriales y revistas denominadas "depredadoras", que utilizan el acceso abierto como pantalla de prácticas muy poco claras, como contar con consejos editoriales ficticios, publicitar un valor de factor de impacto inexistente, bloquear los archivos para impedir el control de plagio, enviar solicitudes de revisión de artículos a través de correos electrónicos masivos (spam) (6), entre otras muchas prácticas que tienen por objetivo capturar autores presionados por publicar, dispuestos a pagar y con poca experiencia en publicación, lo que les permite generar un negocio altamente lucrativo, financiado por autores desprevenidos.

Un alto porcentaje de las revistas que eligió John Bohannon para enviar su artículo falso figuraban en la Beall's list. Sin embargo, los resultados se difundieron bajo el siguiente encabezado: "Un artículo falso, inventado por Science, revela poco o ningún control en muchas revistas de acceso abierto" (3), lo que deja en claro la intencionalidad de generalizar la baja calidad editorial y las prácticas poco éticas de las revistas "depredadoras" a todo el universo de revistas de acceso abierto.

Al recorrer el blog de Jeffrey Beall y sus listados de "revistas depredadoras de acceso abierto" surge la pregunta ¿por qué hace hincapié en la forma de acceso al contenido y no en el modelo económico de este tipo de revistas que privilegian la rentabilidad por sobre la calidad? Si lo que las caracteriza es la captura de autores para cobrarles una tasa de publicación sin aportar ningún tipo de valor agregado ¿por qué no las denominó "revistas depredadoras comerciales"? En una reciente entrada de su blog, bajo el controvertido título "¿SciELO es una favela de publicación?", Beall expresa:

La publicación científica en acceso abierto tiene poco valor cuando está oculta y casi nadie lee la investigación publicada. Es posible que un artículo académico sea de libre acceso pero esté en gran parte oculto del mundo. [.] Las plataformas de editores comerciales efectivamente ayudan a exponer y promover la investigación publicada [...]. Los editores comerciales trabajan con bases de datos para asegurar que su contenido publicado esté indizado. Agregan valor a los artículos publicados [...] Por lo tanto, las plataformas de editores comerciales son agradables barrios de publicaciones académicas. Por otro lado, algunas plataformas de acceso abierto son como favelas de publicación. (7) [cursivas añadidas]

Esta oposición construida por Beall ya ha recibido diversas críticas (8-10) por su clara intencionalidad de desprestigiar no solo al acceso abierto, sino a los proyectos de alto valor sociocultural, cuyo eje central no sea la rentabilidad.
Estos ejemplos que intentan desacreditar las iniciativas de acceso abierto se inscriben dentro de una disputa más profunda y menos sutil entre aquellos que consideran que toda persona tiene el derecho a crear y adquirir conocimientos de forma autónoma por lo que la información debe ser entendida como un bien público que circula de forma libre y gratuita, y aquellos que conciben que la creación y adquisición de conocimientos es propiedad de unos pocos, por lo que el acceso a la información debe estar controlado e intermediado, para lo cual es necesario cerrarlo, privatizarlo y transformarlo en mercancía.

En esta disputa se inscribe la protesta encabezada por Aaron Swartz (11) que, en 2012, movilizó a miles de activistas y logró que los congresistas estadounidenses retiraran su apoyo a los proyectos de ley Stop Online Piracy Act (SOPA) y PROTECT IP Act (PIPA) que proponían recrudecer los controles y la regulación de Internet para impedir y penalizar duramente el intercambio de contenidos que no fueran de dominio público. Estos proyectos de ley fueron apoyados por diversas industrias, entre ellas Elsevier, lo que provocó el repudio público de decenas de miles de investigadores (12). Sin embargo, el acuerdo Trans-Pacific Partnership (TPP) -que se encuentra actualmente en negociación secreta entre los países miembros (13-15)- es un nuevo intento de las industrias de ponerle freno a la idea de libre circulación de la información en la que se sustentan las políticas de acceso abierto, el software libre, el concepto de "copyleft", las licencias Creative Commons, que impulsaron Tim Berners-Lee, Richard Stallman, Jimmy Wales, Aaron Swartz, Lawrence Lessig, entre tantos otros.

En este escenario, la gran industria editorial científica se posiciona como propietaria de todo aquel conocimiento que cae en sus manos. Necesita blindarlo para comercializar el acceso y descalificar y desprestigiar a todo aquel que amenace su modelo de negocios y su posición hegemónica. Frente a esto, resulta imprescindible identificar y reivindicar las fortalezas del modelo productivo editorial latinoamericano, en el que el acceso abierto es sinónimo de libre circulación de un conocimiento entendido como bien público y no como una oportunidad de hacer negocios; un modelo productivo que, al no estar industrializado, conserva el privilegio de decidir sus propias políticas. Por lo tanto, no deberíamos perder el rumbo detrás de quienes persiguen otros intereses. El mundo no necesita más revistas científicas industrializadas, sino modelos productivos alternativos, más equitativos, más igualitarios, más colaborativos, más descentralizados, que abran espacios para que dialoguen otras voces.

¿Cómo lograr traducir esta perspectiva al terreno de la práctica editorial cotidiana? Uno de los grandes desafíos es lograr la integración y el trabajo colaborativo entre editores para socializar experiencias y generar conocimientos técnicos editoriales propios, adaptados a nuestros recursos, que incorporen los nuevos estándares de publicación electrónica de manera de aumentar la participación de las revistas latinoamericanas en las bases de datos consideradas internacionales.

La publicación electrónica tiene la impronta de la inmediatez, lo que requiere de la disminución de los tiempos de publicación con la consiguiente aceleración de los procesos editoriales. Para lograrlo es necesario no solo aumentar la frecuencia de publicación, sino rediseñar todos los restantes procesos. Este es uno de los retos en los que Salud Colectiva está trabajando. Un primer paso fue aumentar la periodicidad a cuatro números por año lo cual requirió, a su vez, descentralizar los procesos y otorgar mayor autonomía a las personas que participan en cada instancia, para lo cual fue imprescindible la adopción de una plataforma de gestión editorial como el Open Journal Systems (OJS), un programa de código abierto creado en el año 2001, que cuenta con una comunidad de desarrolladores en constante crecimiento y que en 2014 ya estaba siendo utilizado por más de 7.000 revistas científicas en todo el mundo (16).

Otra de las características de la publicación electrónica es la interoperabilidad de los datos de publicación entre diversos sistemas de información. Si bien el OJS le adiciona a los archivos publicados el código apropiado para que pueda dialogar con los sistemas programados para "cosechar" archivos abiertos, lo que asegura una gran distribución electrónica de los contenidos, hay otro elemento que en la actualidad se transformó en un requisito exigido por las bases de datos y por los organismos de evaluación de la producción científica y tecnológica de muchos países: el Digital Object Identifier (DOI).

Los recursos tecnológicos, las personas y los conocimientos que se requieren para la adopción de estos nuevos estándares ya no son solo del campo editorial, sino que demandan la interacción entre áreas de programación y sistemas informáticos, diseño web, edición técnica y edición científica. Pero si cada revista intenta responder a estos cambios de manera individual, se superponen esfuerzos desmedidos que, articulados de manera colaborativa, podrían encontrar soluciones más sólidas y efectivas. Ese trabajo de integración es el que comenzamos a transitar al interior de la Universidad Nacional de Lanús, aunando los aportes de la Dirección de Informática, la Licenciatura en Sistemas, la Licenciatura en Diseño y Comunicación Visual, la Biblioteca Rodolfo Puiggrós, el Instituto de Salud Colectiva y el de los editores de las revistas científicas de nuestra universidad, para la puesta en marcha del nuevo Portal de revistas científicas de la UNLa "Arturo Peña Lillo" (17), basado en el OJS. Allí se aloja la nueva plataforma de gestión y publicación de la revista, totalmente rediseñada, a través de la cual esperamos poder interactuar, compartir y dialogar con toda la comunidad de Salud Colectiva. En ese ámbito de trabajo conjunto logramos implementar el DOI, tanto para las tesis de maestría y doctorado aprobadas, como para los artículos publicados por las revistas científicas de la UNLa.

Queremos agradecer a todas las personas con las que hemos comenzado a recorrer este camino y que comparten la relevancia del trabajo colaborativo y la potencia de sus resultados; agradecer a la rectora de la Universidad Nacional de Lanús, la Dra. Ana Jaramillo, por el apoyo a nuestros proyectos y a toda la comunidad de Salud Colectiva por el interés y la participación constantes. Los convocamos a seguir trabajando juntos, intercambiando experiencias y socializando conocimientos...

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Bourke A. Open access to survey of 30,000 authors by Nature Publishing Group and Palgrave Macmillan [Internet]. Nature Publishing Group; 20 oct 2014 [citado 10 jul 2015]. Disponible en: http://goo.gl/E3lGkf.         [ Links ]

2. Nature Publishing Group. Author Insights Survey 2014 [Internet]. 2014 [citado 10 jul 2015]. Disponible en: http://goo.gl/Q79isZ.         [ Links ]

3. Bohannon J. Who's Afraid of Peer Review? Science [Internet].2013 [citado 10 jul 2015];342(6154):60-65. Disponible en: http://goo.gl/5IwQt5.         [ Links ]

4. Beall J. List of predatory publishers 2014 [Internet]. 2014 [citado 12 jul 2015]. Disponible en: http://goo.gl/iWkM0u.         [ Links ]

5. Beall J. List of standalone journals [Internet]. 2014 [citado 12 jul 2015]. Disponible en: http://goo.gl/i7ACRO.         [ Links ]

6. Beall J. Criteria for determining predatory Open-Access publishers [Internet]. 1 ene 2015 [citado 12 jul 2015]. Disponible en: https://goo.gl/22NVKG.         [ Links ]

7. Beall J. Is SciELO a Publication Favela? [Internet]. 30 jul 2015 [citado 31 jul 2015]. Disponible en: http://goo.gl/xB5BLJ.         [ Links ]

8. Momen H. Jeffrey Beall y "Listas negras". SciELO en Perspectiva [Internet]. 4 ago 2015 [citado 5 ago 2015]. Disponible en: http://goo.gl/iZHi0U.         [ Links ]

9. Velterop J. Los 'buenos' barrios cerrados de publicación de Jeffrey Beall. SciELO en Perspectiva [Internet]. 1 ago 2015 [citado 5 ago 2015]. Disponible en: http://goo.gl/hgjVWP.         [ Links ]

10. Associação Brasileira de Saúde Coletiva. Moción de repudio al ataque clasista del Sr Jeffrey Beall a SciELO. SciELO en Perspectiva [Internet]. 3 ago 2015 [citado 5 ago 2015]. Disponible en: http://goo.gl/no0Vmw.         [ Links ]

11. Knappenberger B. The Internet's Own Boy: The Story of Aaron Swartz [Video en Internet]. 2014 [citado 10 jul 2015]. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=vXr-2hwTk58.         [ Links ]

12. The cost of knowledge [Internet]. 2012 [citado 10 jul 2015]. Disponible en: http://thecostofknowledge.com/.         [ Links ]

13. Electronic Frontier Foundation. What Is the Trans-Pacific Partnership Agreement (TPP)? [Internet]. 2012 [citado 10 jul 2015]. Disponible en: https://www.eff.org/es/issues/tpp.         [ Links ]

14. Higgins P, Timm T. SOPA Is dead, says MPAA's Chris Dodd, but what comes next? [Internet]. 2 oct 2012 [citado 10 jul 2015]. Disponible en: https://goo.gl/Zr3csN.         [ Links ]

15. Electronic Frontier Foundation. TPP: The biggest threat to the Internet you've probably never heard of [Video en Internet]. 2013 [citado 10 jul 2015]. Disponible en: https://goo.gl/yKNRst.         [ Links ]

16. Public Knowledge Project. Journals using Open Journal Systems [Internet]. 2014 [citado 10 jul 2015]. Disponible en: https://pkp.sfu.ca/ojs/ojs-usage/ojs-stats.         [ Links ]

17. Universidad Nacional de Lanús. Portal de revistas científicas de la UNLa "Arturo Peña Lillo" [Internet] 2015 [citado 1 ago 2015]. Disponible en: http://revistas.unla.edu.ar.         [ Links ]