INTRODUCCIÓN
La caries dental constituye uno de los principales problemas de salud bucal en el mundo. Los estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS)1 reportan una prevalencia de hasta el 98% en la población general. En los países en desarrollo, la caries dental es un problema de salud pública2) y, en Argentina, la tendencia es coincidente y existe una elevada prevalencia de caries en la población de niños y adolescentes3.
La caries dental se define como un proceso o enfermedad dinámica crónica, que ocurre en la estructura dentaria en contacto con los depósitos microbianos, y por el desequilibrio entre la sustancia dental y el fluido de placa circundante, lo que da como resultado una pérdida de mineral de la superficie dental, cuyo signo es la destrucción localizada de tejidos duros4.
Los factores más importantes asociados a la presencia de caries dental son la higiene bucal, la susceptibilidad individual, la exposición a fluoruros, los hábitos alimenticios, la accesibilidad a servicios estomatológicos, y las condiciones socioeconómicas5.
Con relación a la exposición a fluoruros, estos pueden ser ingeridos con los alimentos, el agua, la leche, o la sal y actúan en la placa bacteriana y en la remineralización del esmalte, a través de la saliva6. El fluoruro disponible en saliva y placa bacteriana es el principal responsable del efecto preventivo en las caries7.
El exceso de flúor consumido por distintas vías podría producir riesgos, como la fluorosis dental y fluorosis ósea. Cuando el agua contiene más de 3-6 mg/l de fluoruros se ha observado casos de fluorosis esquelética8. En 1929, McKay9 postuló una asociación entre la fluorosis y el esmalte dental moteado y una relación inversa entre la frecuencia de caries y el contenido de fluoruros en el agua. En una revisión sistemática sobre los efectos adversos de la fluoración del agua desde el 2002 al 201210 se encontró que, con excepción de la fluorosis dental, no hay asociación entre la fluoración del agua con fracturas óseas, cáncer u otro efecto adverso.
El estudio geográfico del contenido de fluoruros en aguas de consumo humano permite visualizar la información e interpretarla, analizando patrones, tendencias y relaciones a fin de facilitar la resolución de problemas complejos de planificación y gestión de territorios11. En este sentido, el análisis de la distribución espacial del contenido de fluoruros en el agua de consumo en la provincia de Tucumán permite diferenciar áreas de concentración semejantes, teniendo en cuenta los requerimientos de la legislación vigente, y relacionarlas, en general, con la red hidrológica y el relieve.
Tekle-Haimanot et al.12 relevaron la distribución geográfica de fluoruros en aguas superficiales y profundas en Etiopía, y encontraron una variación espacial en la distribución de fluoruros, aun en pequeñas áreas. Según lo informado por Cuellar Luna y García Melián13, la mayor proporción de fluoruros que llega a los recursos hídricos procede de la lixiviación de rocas y suelos, la cual está en estrecha relación con las características geológicas de cada terreno.
Existe una fuerte evidencia de que la fluoración de las agua es efectiva para controlar las caries dental dentro de las comunidades urbanas14, del mismo modo Muñoz Millán15 reportan la fluoración de la leche en comunidades rurales de Chile. La fluoración del agua de consumo, como método preventivo, es eficaz y de amplitud colectiva. Se reporta en algunas ciudades brasileñas una reducción en la prevalencia de caries dental, desde el 44% al 79%16. Armfield17 documentó que los niños que viven en Australia en áreas con concentraciones menores a 0,3 mg/l de fluoruro en el agua tienen mayor experiencias y prevalencia de caries que sus homólogos de la misma edad que residen en áreas con concentraciones óptimas de fluoruro en el agua (> 0,7 mg/l).
Estudios similares realizados en Isparta, Turquía, permitieron optimizar la concentración de fluoruros en el agua, luego de caracterizar las fuentes, reduciendo los riesgos de fluorosis18.
Al considerar la relación entre la distribución de fluoruros y las características topográficas de la zona de estudio Cuellar et al.13, en la Habana, resaltan la importancia de la intervención positiva, por fluoración de las aguas, reduciendo los índices de caries dentales.
En Argentina, varios autores3,19,20 estudiaron el contenido de fluoruros en el agua de consumo. En el año 1975, se sancionó en el país la Ley 21172/75, que dispone la fluoración o defluoración del agua de consumo hasta alcanzar el nivel óptimo del ión flúor. Desde entonces, las provincias de Misiones, Río Negro, Tucumán y Santa Fe han adherido a la propuesta de la mencionada ley y han implementado planes de fluoración de las aguas de consumo. Sin embargo, en la actualidad, no se están ejecutando dichos planes de fluoración en la provincia de Tucumán.
En la provincia de Tucumán, los estudios sobre el contenido de fluoruros en el agua de abastecimiento público se remontan a la década de 198021. En 147 muestras de agua de consumo se encontraron concentraciones de fluoruros en el agua de bebida con valores medios de 0,43 mg/l y 0,24 mg/l para la provincia y en San Miguel de Tucumán, respectivamente, tomando como referencia los límites recomendados de 0,7 mg/l y 1,0 mg/l, por las Normas de Agua Potable del Servicio de Salud Pública de EE.UU., para un valor de temperatura del aire máximas promedio anual de 24,6 °C de la provincia de Tucumán22.
La OMS toma el valor límite de fluoruros en el agua de bebida de 1,50 mg/l23, y destaca la necesidad de tener en cuenta las condiciones climáticas, el volumen de agua ingerido y la ingesta de fluoruros procedentes de otras fuentes. En ese sentido, el Código Alimentario Argentino (CAA)24 establece los límites mínimos y máximos en el contenido de fluoruros, en función de la temperatura máxima promedio de la zona. El objetivo del presente estudio fue obtener información sobre el contenido de fluoruros en el agua de consumo humano en la provincia de Tucumán y evaluar su distribución geográfica, a los fines de tomar las medidas preventivas en beneficio de la salud de la población.
MATERIALES Y MÉTODOS
La provincia de Tucumán está ubicada en el noroeste de Argentina, entre los meridianos 26° y 28º de latitud sur y los paralelos 64º y 68º de longitud oeste, tiene una superficie de 22.524 km2, su población alcanza a 1.448.400 habitantes25 y constituye la provincia más densamente poblada del país (64,3 hab/km2). Presenta zonas con amplia variación de temperaturas máximas medias anuales que oscilan, entre los 19°C y los 28°C. El clima predominante es subtropical, con estación seca en invierno. La capital de la provincia, San Miguel de Tucumán, concentra el 37,9% de la población.
Durante el periodo 2008-2012, se recolectaron 1.210 muestras de aguas de consumo distribuida por red, de 190 localidades de los 17 departamentos que componen la provincia de Tucumán. Los sitios de muestreos fueron georeferenciados mediante un equipo Garmin eTrex Legend HCx y los datos fueron procesados mediante los programas MapSource, OpenOffice 3.4.1, ArcView Gis 3.2, Adobe Photoshop CS4, y QGis 2.16. Para la elaboración de los mapas de calor se utilizó la capa vectorial de puntos de concentración de fluoruros de cada localidad estudiada, se generó un raster de salida con un ancho de banda (radio de búsqueda) de 5 mm, y se ponderó la concentración de fluoruros de cada punto georeferenciado. Se utilizó una relación de decadencia igual a cero.
Los sitios de muestreos fueron seleccionados de acuerdo a la distribución demográfica de la población, para lo cual se seleccionaron localidades con más de 200 habitantes, coincidente con la distribución de los centros de atención de salud de la provincia. En cada localidad se tomaron muestras de un centro de salud, de un establecimiento educativo y de un usuario. En San Miguel de Tucumán, se realizó un muestreo por áreas, considerando los antecedentes de la concentración de fluoruros en el agua y la interconexión de las fuentes de suministro en la red de distribución. Este esquema de muestreo se realizó en el periodo 2008-2012 durante el cual se estudió la distribución del contenido de fluoruros en el agua de red, de acuerdo a las recomendaciones de la OMS23.
Las muestras recolectadas se trasladaron al laboratorio de análisis, cumpliendo con los métodos estándares de conservación y cadena de custodia. Las determinaciones analíticas de fluoruros se realizaron por el método colorimétrico estandarizado SPANDS23,26 -sal trisódica del ácido 1,8-dihidroxi-2-(4-sulfofenilazo) naftalen-3,6-disulfónico- basado, en la reacción química entre el ión fluoruro y una laca coloreada de zirconio, que provoca una disminución del color, el cual es medido espectrofotométricamente a 570 nm de longitud de onda con un espectrofotómetro marca Metrolab 1600 plus. Para los controles de calidad, se usaron soluciones patrones comerciales de fluoruros.
Los registros de estaciones meteorológicas, la información de mapas de isotermas27,28,29 y los datos suministrados por el Instituto Geográfico Nacional30 y el Servicio Meteorológico Nacional fueron empleados para diferenciar las áreas geográficas según las temperaturas máximas medias anuales del aire en las zonas de estudio. El déficit y exceso de fluoruros fue valorado según los límites establecidos por el Código Alimentario Argentino24, para las temperaturas máximas medias anuales de aire, de las zonas de estudio.
RESULTADOS
En la Figura 1 se representa la distribución geográfica de los fluoruros en agua de consumo, y en la Tabla 1 se presentan los valores de concentración de fluoruros, los rangos de temperaturas y los límites de fluoruros según los requerimientos del Código Alimentario Argentino para las localidades estudiadas.
La Figura 2 muestra los sitios de muestreos y las isotermas de temperaturas máximas medias anuales del aire, acorde a rangos de temperaturas máximas medias anuales y a los límites recomendados por el Código Alimentario Argentino para el contenido de fluoruros en el agua de bebida (Tabla 2).
Fuente: Elaboración propia con base en mapa de isotermas máximas medias anuales de Torres Bruchmann27,28 y geotato del Instituto Geográfico Nacional30
La zona Este, que incluye el Gran San Miguel de Tucumán tiene una población de 794.327 habitantes23, siendo el quinto conglomerado urbano de la Argentina, con una densidad de 6.967 hab/km². La zona geográfica Oeste I comprende a las localidades próximas a la ciudad cabecera del departamento de Tafí del Valle con registros de temperaturas máximas medias anuales cercanas a los 19°C.
Se identificaron los requerimientos del contenido de fluoruros de las localidades estudiadas, de acuerdo a las temperaturas máximas medias anuales del aire (Tabla 2), según lo establecido por el Código Alimentario Argentino24.
La Figura 3 muestra la distribución geográfica de cursos de agua y concentraciones de fluoruros clasificadas en tres tipos: déficit, recomendado y exceso. En la Figura 4 se representa la distribución de fluoruros para San Miguel de Tucumán.
La Figura 5 muestra la distribución de frecuencias de concentraciones de fluoruros en agua de red en San Miguel de Tucumán. Los resultados promedios fueron agrupados en rangos de concentraciones, con un incremento de concentración de 0,1 mg/l para cada grupo relacionando.
La población de las localidades estudiadas alcanzó a 1.250.700 habitantes (86,36% del total de habitantes de la provincia), de los cuales 1.170. 000 consumen agua con déficit de fluoruros y 59.000 están expuestos a un exceso de fluoruros. Solo 15.000 habitantes (1%) disponen de agua que contiene fluoruros en concentraciones recomendadas.
El contenido de fluoruros en el agua de consumo fue clasificada en tres tipos: déficit, recomendado y exceso (Figura 3). Los departamentos de Tafí del Valle, Graneros, La Cocha, Burruyacu, Cruz Alta, Leales y Alberdi presentaron variaciones espaciales en las concentraciones recomendadas de fluoruros en el agua. Los restantes departamentos, presentaron, en general, una distribución con déficit de fluoruros en el agua de bebida.
La Figura 6 muestra la densidad de Kernel para la concentración de fluoruros en el agua de red en la provincia de Tucumán. El complemento “mapa de calor” de QGis 2.16 utiliza la estimación de la densidad de Kernel para crear un raster de densidad a partir de una capa vectorial de puntos de entrada. La densidad se calcula sobre la base del número de puntos en cada localización de forma que un número más grande de puntos vectoriales agrupados dan resultados mayores (expresada en unidades del mapa). Esto determina la forma del Kernel que controla el rango en el cual la influencia de un punto decrece a medida que la distancia desde el punto aumenta. Así mismo, el ancho de banda especifica la distancia alrededor de un punto en el que sentirá la influencia de los puntos vecinos permitió estimar la concentración de fluoruros en zonas no relevadas, a partir de sitios muestreados, teniendo en cuenta las temperaturas máximas medias anuales de la zona (Figura 6).
DISCUSIÓN
Distribución espacial de las concentraciones de fluoruros
El presente trabajo constituye el primer relevamiento de la distribución geográfica de fluoruros en el agua de consumo de la provincia de Tucumán. Las muestras fueron razonablemente representativas y se podría asumir que la distribución geográfica de fluoruros representa la real situación de la concentración de fluoruros en el agua de la provincia.
En este estudio el contenido de fluoruros en el agua de consumo y sus variaciones espaciales fueron investigadas usando las técnicas del Sistema de Información Geográfica (SIG) que permiten analizar la información geográfica relevada a fin de resolver problemas complejos de planificación y gestión.
La distribución de la concentración de fluoruros en el agua de consumo es heterogénea (Figura 1), coincidentes con relevamientos realizados en otros países12.
La diferenciación de zonas de temperaturas máximas medias anuales propuestas para la provincia de Tucumán (Figura 2 y Tabla 2), permitió la evaluación del contenido de fluoruros en el agua de consumo (Tabla 1), acorde a las recomendaciones del Código Alimentario Argentino24.
La red hidrológica de Tucumán es una de las más importantes de la región. Las cuencas de alimentación descienden de las cumbres Calchaquíes y del Cordón del Aconquija y sus cursos de aguas lixivian las rocas y el suelo, que influyen según su naturaleza geológica en la concentración de fluoruros en el agua, en concordancia con lo informado por Cuellar Luna y García Melián13. En la Figura 3 se observa a simple vista, para los departamentos de Simoca, Chicligasta, Monteros, Famaillá, Lules y Trancas, una relación inversa entre las concentraciones de fluoruros y la densidad de la red hidrológica.
Por otro lado, aquellas localidades cuyas fuentes de abastecimientos eran pozos, surgentes, semisurgentes y profundos presentaron exceso de fluoruros en el agua de bebida, de forma coincidente con Tekle-Haimanot et al.12, quienes informaron elevados contenidos de fluoruros en el agua provenientes de pozos profundos.
En San Miguel de Tucumán se encontró, una acumulación de frecuencias superiores al 50%, entre las concentraciones de 0,30 mg/l y 0,40 mg/l, con un valor promedio de 0,32 mg/l y una mediana de 0,30 mg/l (Figura 5). En algunas localidades montañosas del departamento Tafí del Valle, los niveles de fluoruros mostraron mayor déficit con respecto a los niveles óptimos recomendados con relación a otros departamentos estudiados.
Adecuado manejo del flúor
La caries dental es un problema de salud pública mundial con una alta prevalencia en Argentina3 y asociada a la exposición a los fluoruros, por lo que la información del presente trabajo se torna indispensable para el manejo adecuado del flúor en el agua de bebida por las autoridades sanitarias, teniendo en cuenta los antecedentes con intervenciones positivas de reducción de los índices de caries por fluoración del agua, la leche o la sal y el uso de pastas fluoradas13,15,31. Del mismo modo, la información es útil para evitar la fluoración en aquellas localidades con concentraciones recomendadas y en exceso de fluoruros.
La prevención es una meta básica en la medicina y la odontología para evitar el inicio de la enfermedad y su desarrollo posterior32. Una forma de prevención de la caries dental requiere de programas centrados en el manejo de la fluoración del agua de abastecimiento, de la sal para consumo humano y el uso extendido de cremas dentífricas fluoradas33. Estas medidas han probado tener efectos beneficiosos para prevenir la caries en varios países de América y Europa34.
La fluoración del agua es una forma segura, eficaz y barata de evitar la caries dental que beneficia a las personas de todos los grupos etarios y niveles socioeconómicos. Además, es la forma de prevenir la caries dental con la mejor relación costo-efectividad1,10,15. La fluoración del agua es una de las pocas medidas de salud pública que proporcionan un verdadero ahorro de costos. Incluso en las condiciones más desfavorables, el costo medio de la fluoración del agua por superficie cariada evitada es muy inferior al costo de la restauración dental34. El uso de dentífricos fluorados, con la concentración adecuada de fluoruros, es una forma de reducir la prevalencia de la caries dental con una buena relación costo-efectividad34.
Las implicancias del presente trabajo involucran la optimización de medidas preventivas de cada zona de la provincia, identificando estrategias eficaces para promover la adopción de las recomendaciones actuales sobre el uso de fluoruros. Dichas estrategias deben estar dirigidas tanto a los adultos como a los niños, a sus padres y a los profesionales sanitarios.
A partir de la información obtenida en este estudio, sobre los resultados del contenido de fluoruros en el agua de red y los límites recomendados por el Código Alimentario Argentino, es posible tomar medidas para mejorar la salud dental de la población en general por medio de programas preventivos para la promoción de la salud34.
CONCLUSIONES
Esta investigación, realizada por primera vez en la provincia, permitió la elaboración de mapas de distribución geográfica de la concentración de fluoruros en el agua de bebida, utilizando las técnicas de los sistemas de información geográfica. Por medio de esta metodología se relacionó espacialmente la concentración de fluoruros de 1.210 muestras de agua de consumo, con las características hidrológicas, geográficas y socioeconómicas de Tucumán.
Se relevó la concentración de fluoruros en el agua de consumo, de 190 localidades de los 17 departamentos de la provincia, durante el periodo 2008-2012. Los resultados analíticos obtenidos se evaluaron a partir de la diferenciación en la provincia, de zonas con registros de temperatura del aire diferentes. Para ello, se identificaron cuatro zonas en la provincia con rangos térmicos diferentes, lo cual permitió distinguir en las localidades relevadas, los rangos de temperaturas máximas medias anuales del aire. Se identificaron los requerimientos del contenido de fluoruros en el agua de consumo, de las localidades estudiadas, según las exigencias del Código Alimentario Argentino.
Se podría considerar, en general, a la provincia de Tucumán como flúor carencial, ya que se encontró que el 94% de la población estudiada consumía agua con concentraciones de fluoruros inferiores a los límites recomendados, que el 5% estuvo expuesta a concentraciones superiores al límite permitido, y solo el 1% consumía agua con las concentraciones de fluoruros recomendadas.
Los mapas elaborados de Tucumán muestran una distribución heterogénea de los fluoruros en el agua de consumo y se observa, en general, una relación inversa entre la concentración de fluoruros y la densidad de la red hidrológica de la provincia. En San Miguel de Tucumán se encontró un valor promedio de concentración de fluoruros de 0,32 mg/l y la distribución espacial de los sitios de muestreos no presentaron relación directa con los indicadores socioeconómicos estudiados.
Las técnicas de análisis espaciales exploratorios empleadas permitieron estimar las concentraciones de fluoruros en localidades no relevadas. Es destacable el déficit de contenidos de fluoruros en el agua de consumo de algunos departamentos de la provincia, especialmente, en los grandes conglomerados urbanos. Asimismo, se distinguieron localidades con exceso de concentración de fluoruros en el agua.
Esta información es indispensable para encarar planes y medidas sanitarias en beneficio de la salud de la población, ya que el adecuado manejo del flúor permitirá mejorar las prácticas, reducir costos y encarar políticas sanitarias. A partir de los resultados obtenidos en el presente trabajo, se prevé dar continuidad a esta investigación, relacionando otros factores de importancia sanitaria, mediante las técnicas del SIG, en beneficio de la salud pública.