INTRODUCCIÓN
Se ha informado que, si bien a nivel global se ha registrado una disminución de la desnutrición entre los años 2014-2015, alrededor de 795 millones de personas continuaban sufriendo subnutrición1. Por otra parte, ya en el año 1998 la World Health Organization (WHO) declaró la obesidad como epidemia2. En efecto, se ha estimado que, en los últimos años, la prevalencia de exceso ponderal se ha duplicado y las cifras más recientes informaron que casi el 40% de la población adulta en el mundo padece sobrepeso y el 13% obesidad3. Dicho aumento se ha explicado, fundamentalmente, como resultado de cambios en los hábitos alimentarios y de actividad física de las poblaciones. El reemplazo de dietas tradicionales por otras ricas en grasa, azúcar y alimentos industrializados, sumado al avance de la tecnología y al desarrollo de las ciudades modernas delinean el “ambiente obesogénico”, en el cual los nuevos patrones de alimentación, trabajo, transporte y recreación hacen que las personas lleven una vida menos saludable y más sedentaria4.
Así, numerosas poblaciones padecen la doble carga de la malnutrición. La desnutrición y el exceso de peso pueden coexistir en una misma región, estrato social, familia y aún más, en una misma persona, como consecuencia de la deficiencia de micronutrientes que acompaña al exceso ponderal5,6,7. Esta paradoja se reconoce como una característica propia del proceso denominado “transición nutricional”, que involucra un conjunto de cambios en los comportamientos alimentarios y estilos de vida de las poblaciones. Estos cambios promueven la tendencia al aumento del sobrepeso y de la obesidad y a ciertas patologías crónicas, como las cardiovasculares y la diabetes mellitus tipo II, en coexistencia con la desnutrición y otras enfermedades carenciales8. De esta manera, mientras que la coexistencia de desnutrición y obesidad caracteriza a las sociedades en transición nutricional, la prevalencia de sobrepeso y obesidad, como principal problema epidemiológico de malnutrición, caracteriza a las sociedades que estarían finalizando su transición9. En Argentina, la rápida urbanización, los cambios en la estructura demográfica y la incorporación de nuevas pautas de vida, junto con cambios culturales y en la accesibilidad a los alimentos, también promovieron, en las últimas décadas, importantes cambios en los patrones alimentarios y de actividad física10. En este sentido, un estudio realizado por Zapata et al.11 indicó que, en nuestro país, el consumo aparente de alimentos y bebidas se ha modificado entre 1996 y 2013, y registró un aumento en la adquisición de alimentos propios de los países industrializados y una reducción del consumo de alimentos tradicionales y con bajo nivel de industrialización, tales como vegetales y legumbres que, además, requieren mayor tiempo de elaboración.
No obstante, el proceso transicional no se produce del mismo modo en todas las poblaciones del territorio nacional, situación reflejada en las disparidades de prevalencias y tipos de malnutrición. Con relación a ello, en un estudio multicéntrico publicado en 2008 se registró una distribución clinal de la malnutrición infanto-juvenil, en el que las mayores prevalencias de desnutrición correspondían a las provincias del norte y las de sobrepeso y obesidad a las del sur12. Posteriormente, otros estudios nacionales dieron cuenta de que, en ciertos sectores de la población, las deficiencias nutricionales traducidas, principalmente, en desnutrición de tipo crónica y carencias de nutrientes específicos eran un problema vigente, aun cuando el sobrepeso y la obesidad habían adquirido una relevancia insospechada13,14,15,16,17.
Específicamente, en la provincia de Buenos Aires, estudios previos realizados por nuestro equipo de investigación permitieron caracterizar el estado nutricional de las poblaciones de La Plata, Punta Indio, Magdalena y Brandsen. Los resultados de dichas investigaciones mostraron que cada una de estas poblaciones, independientemente de la metodología empleada, estaban atravesando un proceso de transición nutricional16,18,19,20. En este sentido, el presente estudio tiene como objetivo evaluar y comparar el estado nutricional infanto-juvenil entre poblaciones residentes en cuatro partidos de la provincia de Buenos Aires y observar si existen diferencias vinculadas a los contextos ambientales y socioeconómicos particulares, en el marco de la transición nutricional.
MATERIAL Y MÉTODOS
Zona de Estudio
La provincia de Buenos Aires forma parte de la región pampeana y, dadas sus características climáticas y edafológicas, se caracteriza por ser una zona agrícola y ganadera por excelencia. Administrativamente, se divide en 135 municipios denominados partidos que, en términos de extensión geográfica, tamaño poblacional, tipo de actividad económica predominante y situación social, evidencian importantes diferencias21. En la Figura 1 se presenta el mapa de la provincia de Buenos Aires con su división político-administrativa y se indican los partidos considerados en el presente trabajo: La Plata, Brandsen, Punta Indio y Magdalena. Dichos partidos presentan características históricas, geográficas, demográficas, sociales y económicas particulares a la vez que semejantes.

Fuente: Fuente: Elaboración propia.
Figura 1 Ubicación geográfica de los partidos de La Plata, Brandsen, Magdalena y Punta Indio (Buenos Aires, Argentina).
El partido de La Plata, con una superficie de 926 km2 y una población de 654.324 habitantes22, constituye el centro administrativo provincial. Incluye, además del llamado “casco urbano”, 18 localidades dependientes de una municipalidad central. Junto con el sector servicios, la administración pública y el sector industrial conforman las actividades económicas principales22.
Aproximadamente a 50 kilómetros de La Plata, se encuentra el partido de Brandsen, con una superficie de 1.130 km2 y una población de 26.352 habitantes22, concentrada sobre todo en la ciudad cabecera del partido. Entre las actividades económicas más importantes se destacan las agrícolas, ganaderas y tamberas que, si bien en los últimos años se han visto notablemente reducidas, coexisten con actividades industriales vinculadas al agro y de servicios22.
Por su parte, Punta Indio y Magdalena, en comparación con La Plata y Brandsen, son partidos con baja densidad demográfica. Mientras que Punta Indio cuenta con una superficie de 1.627 km² y una población de 9.362 habitantes, Magdalena posee una extensión de 1.863 km² y una población de 16.603 habitantes. Ambos partidos se sustentan en una economía básicamente ganadera, contando además con tierras destinadas a la siembra de soja y de trigo21,22.
Diseño del estudio y población
El trabajo se deriva de un proyecto general que aborda el análisis del crecimiento, el estado nutricional y las enteroparasitosis infanto-juveniles en poblaciones urbanas y rurales de diversas provincias de Argentina (PICT 01541). El presente estudio se llevó a cabo durante los ciclos lectivos 2008-2012, fue transversal e incluyó 7.873 escolares, de ambos sexos, con edades comprendidas entre 4 y 12 años, que asistían a establecimientos educativos públicos.
Para el cálculo del tamaño muestral se consideró la totalidad de los escolares correspondientes a los años de los ciclos lectivos en que fueron medidos. Los datos fueron aportados por la Dirección General de Escuelas de la provincia de Buenos Aires. Considerando un supuesto de varianza máxima (p*q= 0,25) para distribución binomial, resolución del 3% y nivel de confianza del 95%, el tamaño de la muestra requerido para La Plata fue de 1.053 escolares; Brandsen, 920; Punta Indio, 671; y Magdalena, 341.
La muestra relevada quedó conformada por 5.568 escolares de La Plata (2.791 niños y 2.777 niñas); 1.241 de Brandsen (590 niños y 651 niñas); 689 de Punta Indio (334 niños y 355 niñas) y 375 de Magdalena (185 niños y 190 niñas) superando el tamaño muestral mínimo requerido. Las escuelas fueron seleccionadas de manera no aleatoria a partir de un muestreo por conveniencia. Se consideraron escuelas públicas que figuraran en el listado de establecimientos dependientes de la Dirección General de Cultura y Educación, y que fueran autorizados para intervenir en el estudio. Sobre esta primera selección se optó por cubrir la representatividad del centro y la periferia de cada uno de los partidos y localidades que los integran. Se excluyeron los escolares con enfermedad manifiesta o indicación medicamentosa al momento del relevamiento, los que no contaban con autorización escrita de los padres o tutores y aquellos que, aun teniéndola, manifestaron su negativa a ser medidos.
El protocolo de este estudio fue aprobado por el Comité de Bioética de la Escuela Latinoamericana de Bioética CELABE. La investigación se desarrolló conforme a los principios proclamados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948; las normas éticas instituidas por el Código de Nüremberg en 1947; la Declaración de Helsinski de 1964 y sus sucesivas enmiendas y clarificaciones; y la Ley Nacional 25326, modificada por Ley 26343 de protección de datos personales y su Reglamentación Nº 1.558/01. El estudio incluyó tres ejes de análisis: antropométrico; ambiental y socioeconómico; y estadístico.
Análisis antropométrico
Siguiendo protocolos estandarizados23, se relevaron las siguientes variables: a) peso corporal (en kilogramos), empleando una balanza digital portátil (100g de precisión) que se calibró al inicio de cada sesión y en todos los casos los niños vistieron ropa liviana cuyo peso se descontó del peso total; y b) talla en centímetros utilizando un antropómetro vertical (1 mm de precisión) con el niño descalzo, erguido y con la cabeza orientada en el plano de Frankfort.
Con los datos de peso y talla se calculó el índice de masa corporal [IMC= peso (kg) / talla (m2)]. Los datos fueron estandarizados según z-scores, usando la referencia internacional WHO24. Las prevalencias de bajo peso para la edad, baja talla para la edad, bajo índice de masa corporal se determinaron tomando como punto de corte <-2z, las de sobrepeso entre 1z y 2z y las de obesidad >2z.
Análisis ambiental y socioeconómico
Se realizó una encuesta estructurada y autoadministrada a los padres o tutores de los escolares que participaron del estudio. Se incluyeron variables que comprendieron parámetros intra y peri domiciliarios tales como características constructivas de la vivienda, hacinamiento, forma de acceso al agua de consumo, eliminación de excretas, desagüe de aguas servidas a un sistema centralizado de colección de líquidos cloacales, red de distribución de energía eléctrica, red de distribución de gas natural, pavimento, servicio de recolección de residuos, y combustible utilizado para cocinar y calefaccionar. Adicionalmente, para complementar la información sobre el nivel socioeconómico familiar, se consideraron régimen de tenencia de la vivienda, nivel educativo y tipo de trabajo de padres y madres, cobertura médica mediante seguros de salud e ingresos familiares complementarios -incluyendo el acceso a planes sociales y/o programas alimentarios- la práctica de cultivo en huertas familiares y la cría de animales para autoconsumo25.
Análisis estadístico
Se calcularon prevalencias para cada indicador de estado nutricional que fueron comparadas entre partidos mediante pruebas de chi cuadrado (c2). A su vez, los datos ambientales y socioeconómicos fueron analizados mediante análisis de componentes principales categóricos (ACPCat). Este método resulta apropiado para el tratamiento de datos multivariados de naturaleza heterogénea, como es el caso de las encuestas aplicadas que incluyen variables nominales, ordinales y multinominales. La técnica de ACPCat es eminentemente descriptiva y permite reducir la complejidad, sin perder información del conjunto de observaciones. En otras palabras, permite transformar un conjunto de variables intercorrelacionadas (p), en otro conjunto (q) de variables no correlacionadas (q<p) llamadas componentes principales25. En este estudio, el ACPCat fue utilizado para reducir la dimensionalidad de las variables a dos componentes (dimensiones 1 y 2). En el espacio conformado por estas dimensiones se representan los vectores que denotan las correlaciones entre variables, permitiendo visualizar el rango de variación de las características ambientales y socioeconómicas de residencia de los niños.
Por último, se analizó la distribución de la población escolar de cada partido según los grupos generados por el ACPCat y se los comparó mediante pruebas de c2.
RESULTADOS
Las prevalencias generales para cada indicador nutricional fueron: 4,0% de baja talla para la edad, 1,2% de bajo peso para la edad, 0,8% de bajo índice de masa corporal, 21,1% de sobrepeso y 11,4% de obesidad. Las mayores prevalencias de baja talla y bajo peso para la edad (6,7% y 3,9%, respectivamente) correspondieron a Magdalena, de sobrepeso a La Plata (22,2%) y de obesidad a Punta Indio (14,1%). A excepción del bajo índice de masa corporal, las diferencias entre partidos fueron significativas para todos los indicadores nutricionales (Tabla 1).
Tabla 1 Prevalencias de malnutrición por indicador y por partido. Provincia de Buenos Aires, Argentina (2008-2012).
Indicador | General (%) | Punta Indio (%) | Brandsen (%) | La Plata (%) | Magdalena (%) | c2 | Valor dep |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Baja talla para la edad | 4,0 | 1,7 | 3,4 | 4,3 | 6,7 | 18,36 | 0,000 |
Bajo peso para la edad | 1,2 | 1,0 | 0,9 | 1,2 | 3,9 | 16,28 | 0,000 |
Bajo índice de masa corporal | 0,8 | 1,3 | 0,6 | 0,7 | 1,3 | 4,78 | 0,188 |
Sobrepeso | 21,1 | 20,6 | 18,1 | 22,2 | 17,1 | 14,08 | 0,003 |
Obesidad | 11,4 | 14,1 | 9,9 | 11,4 | 12,8 | 8,33 | 0,040 |
Fuente: Elaboración propia a partir de datos obtenidos del trabajo de campo.
El ACPCat indicó, para los dos primeros componentes, un alfa de Cronbach del 0,90 y una varianza explicada del 29,3%, probando buena fiabilidad del modelo26. En la Figura 2 se muestra cómo se ubican los vectores en el espacio conformado por las dos dimensiones del ACPCat. Este análisis nos permitió definir cuatro cuadrantes a partir de los cuales se conformaron grupos con diferencias respecto a la calidad ambiental de residencia y al nivel socioeconómico familiar. A continuación, se describen las variables que definieron a cada grupo (Figura 2).

Fuente: Elaboración propia a partir de datos obtenidos del trabajo de campo.
Figura 2 Análisis por componentes principales categóricos (ACPCat) de las variables ambientales y socioeconómicas. Provincia de Buenos Aires, Argentina (2008-2012). Grupo 1: 1=Trabajo formal materno; 2=Trabajo formal paterno; 3=Nivel educativo materno; 4=Cobertura médica de salud; 5=Nivel educativo paterno. Grupo 2: 6=Red de energía eléctrica; 7=Gas natural; 8=Pavimento; 9=Eliminación de excretas mediante sistema cloacal; 10=Recolección de residuos; 11=Acceso al agua de consumo por red. Grupo 3: 12=Ayuda monetaria; 13=Ayuda alimentaria; 14=Hacinamiento crítico. Grupo 4: 15=Kerosene; 16=Material constructivo de la vivienda; 17=Garrafa; 18=Eliminación de excretas mediante pozo absorbente; 19=Régimen de tenencia de la vivienda; 20=Cría de animales; 21=Leña; 22=Acceso al agua de consumo por bomba; 23=Huerta.
Grupo 1: nivel educativo alto paterno y materno, cobertura de salud y trabajo formal paterno y materno.
Grupo 2: disponibilidad de electricidad, gas natural por red, pavimento, eliminación de excretas mediante sistema cloacal, recolección de residuos y agua de consumo por red.
Grupo 3: ayudas monetaria y alimentaria por parte del Estado y hacinamiento crítico.
Grupo 4: uso de kerosene/garrafa/leña para cocinar/calefaccionar, material constructivo de la vivienda; eliminación de excretas mediante pozo absorbente; régimen de tenencia de la vivienda (prestada o cedida), provisión de agua para consumo por bomba, huerta y cría de animales.
La Tabla 2 muestra la distribución de la población de los distintos partidos en cada grupo definido por el ACPCat. Aproximadamente, el 68% de los escolares de Punta Indio se concentró en los grupos 1 y 2, el 63% de Brandsen y el 58% de La Plata lo hicieron en los grupos 3 y 4 y el 57% de Magdalena en los grupos 2 y 3. La comparación de dicha distribución mediante pruebas de c2 indicó diferencias significativas (c2=297,63; p=0,0001).
Tabla 2 Distribución de la población según grupos generados por análisis de componentes principales categóricos. Provincia de Buenos Aires, Argentina (2008-2012).
Localidad | Grupo 1 | Grupo 2 | Grupo 3 | Grupo 4 |
---|---|---|---|---|
Punta Indio | 30,9 | 37,3 | 18,4 | 13,4 |
Brandsen | 19,6 | 17,6 | 29,4 | 33,4 |
La Plata | 20,1 | 22,0 | 28,6 | 29,3 |
Magdalena | 22,7 | 27,2 | 30,1 | 20,0 |
Total | 21,1 | 22,9 | 27,9 | 28,1 |
Fuente: Elaboración propia a partir de datos obtenidos del trabajo de campo.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIÓN
A principio del siglo XXI, aproximadamente el 30% de la población mundial presentaba alguna forma de malnutrición en un contexto que permitía inferir que dicha situación iría en aumento27. Los resultados obtenidos en el presente estudio reafirman dicha tendencia, por cuanto se observó una prevalencia de malnutrición del orden del 38,5%. Del total de escolares malnutridos, el 32,5% tenía exceso ponderal, en tanto que el resto evidenció algún tipo de desnutrición, siendo el retardo lineal de crecimiento el más prevalente. Tal proporción y distribución de los indicadores de malnutrición mantuvieron vigencia conforme a lo hallado en investigaciones previas16,18,19,20.
El aumento sostenido del sobrepeso y la obesidad ha sido documentado en América Latina donde, a modo de ejemplo, el número de niños menores de 5 años aumentó de 5 a casi 6 millones en los últimos 25 años3. Esta situación resulta un verdadero reto para la salud pública puesto que, además de los problemas propios de la obesidad, existen numerosas comorbilidades crónicas asociadas que comprometen la calidad de vida infantil presente y futura28. No obstante, el perfil nutricional en la región ha evolucionado de forma diferente, llevando a cada país a presentar distintos estadios de transición nutricional. Esto obedece a que el proceso transicional se desarrolla de forma simultánea o es precedido por cambios demográficos y epidemiológicos asociados a su vez con factores políticos, socioeconómicos y culturales propios de cada población29. En Sudamérica, los países que presentan mayor porcentaje de adultos obesos son Venezuela (30,8%), Argentina (29,4%) y Chile (29,1%) indicando que se encuentran atravesando un estadio avanzado de la transición nutricional30.
En nuestro país la transición se ha manifestado en varias regiones geográficas dando cuenta de su alcance generalizado. No obstante, las prevalencias de ambos extremos de la malnutrición han variado13,14,15,16,18,19,20,31,32,33. Coincidentemente, los resultados de este trabajo indicaron diferencias en el estado nutricional de los escolares de los cuatro partidos de la provincia de Buenos Aires. Así, la población de Magdalena registró los mayores porcentajes de desnutrición aguda y crónica, la de La Plata de sobrepeso y la de Punta Indio de obesidad. En Brandsen, en cambio, los indicadores nutricionales presentaron valores intermedios. Estos resultados indujeron a considerar que las poblaciones se encontrarían en distintos estadios de la transición debido, posiblemente, a las características ambientales y socioeconómicas propias de cada una. Con relación a ello, en el análisis de componentes principales, dos de los agrupamientos estuvieron definidos por variables socioeconómicas (grupos 1 y 3) mientras que los dos restantes lo hicieron por variables ambientales (grupos 2 y 4).
Las familias de Punta Indio presentaron, mayoritariamente, mejor nivel socioeconómico evidenciado por una mayor frecuencia de padres y madres con trabajo formalizado y alto nivel educativo y residentes en barrios con acceso a servicios públicos esenciales (grupos 1 y 2). Sin embargo, las familias de Magdalena se distribuyeron, principalmente, en el grupo 3 que correspondía a un ambiente más empobrecido, con altos porcentajes de hacinamiento y que recibían ayuda alimentaria y monetaria por parte del Estado. Las familias residentes en Brandsen, mayoritariamente, tenían estilos de vida con características atribuibles al ámbito rural, por cuanto empleaban bomba para extracción de agua subterránea para consumo, no disponían de cloacas para la eliminación de excretas, criaban animales y cultivaban vegetales para autoconsumo, entre otros (grupo 4). Por último, las familias de La Plata se distribuyeron, en su mayoría, en los grupos 3 y 4.
Probablemente, la situación “de bienestar” observada en Punta Indio fue la que generó condiciones propicias para que los niños y jóvenes dispusieran de mayor acceso a alimentos industrializados, procesados, con alto contenido energético, así como a bienes promotores de sedentarismo (TV, computadora, videojuegos, Internet, etc.) y la que condujo a que gran parte de ellos tuvieran exceso de peso. En contraposición, la población de Magdalena, ubicada en un contexto ambiental y socioeconómico menos favorable, presentó las prevalencias más altas de desnutrición en coexistencia con sobrepeso y obesidad. Estos resultados exhibirían una de las características de la transición nutricional: aumento del sobrepeso y la obesidad en contextos de pobreza. Al respecto, Aguirre34 refirió a los “gordos de la opulencia” a aquellos que, con ingresos suficientes, serían los principales consumidores de alimentos industrializados, golosinas, gaseosas, jugos azucarados, “snacks”, etc. En tanto que los “gordos de la escasez”, al tener restricción en las opciones de compra, tendrían una alimentación más monótona, basada principalmente en hidratos de carbono de alta densidad energética. Por último, las poblaciones de Brandsen y La Plata presentaron una situación nutricional intermedia. Posiblemente, la condición de ruralidad de algunos sectores de las poblaciones, antes mencionadas, habría facilitado el acceso a alimentos más saludables y no mercantilizados, ejerciendo efectos amortiguadores ante las dificultades alimentarias.
Los datos obtenidos permiten concluir que, aunque la desnutrición sigue siendo un problema vigente, en algunas poblaciones de la provincia de Buenos Aires, resulta evidente que el sobrepeso y la obesidad constituyen las alteraciones nutricionales más relevantes. El estado nutricional infanto-juvenil se vincula con las condiciones ambientales y socioeconómicas de residencia. Su variabilidad da cuenta de que estas poblaciones se ubican en distintas etapas del proceso de transición nutricional: la población de Punta Indio se encuentra en el extremo más avanzado, las de Brandsen y La Plata en un estadio intermedio, en tanto que la de Magdalena se ubica en una etapa más rezagada de dicho proceso.