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Orientación y sociedad

On-line version ISSN 1851-8893

Orientac. soc. vol.14  La Plata June 2014

 

AVANCES DE INVESTIGACION

Empleabilidad, ingresos y brechas: un análisis comparativo de los procesos de inserción laboral en Chile

Carlos Rodríguez Garcés*; Víctor Castillo Riquelme**

* Dr. en Multimedia Educativa por la Universidad de Barcelona. Catedrático en la Universidad del Bío-Bío, encargado de área del Centro de Investigación y Desarrollo en Informática Educativa (CIDCIE). E-mail: carlosro@ubiobio.cl

** Asesor ayudante del Centro de Investigación y Desarrollo en Informática Educativa (CIDCIE) de la Universidad del Bío-Bío. E-mail: vicastil@alumnos.ubiobio.cl


Resumen

La masificación del acceso a la educación superior implica una reconfiguración del sistema educativo y del mercado del trabajo nacional. Este artículo describe, analiza y compara la posición relativa o ranking de las distintas carreras profesionales en Chile sobre un conjunto de índices laborales, indicadores que buscan relacionar la inserción laboral de un conjunto de titulados como resultado de diversificados y desregulados  procesos formativos. Ellos informan de altas tasas de titulados y diferenciales niveles de ingresos y empleo. La educación profesional de nivel superior, no obstante proteger frente al desempleo, evidencia brechas de ingreso y diferenciales valoraciones de las trayectorias laborales por parte del mercado del trabajo, haciendo que la elección de qué estudiar y dónde estudiar no sea una decisión trivial.

Palabras clave: Empleabilidad; Ingresos; Stock Profesional; Brecha Salarial; Capital Humano.

Empregabilidade, remuneracao e brechas: uma análise comparativa dos processos de insercao laboral em Chile

A massificação do acesso à educação superior implica uma reconfiguração do sistema educativo e do mercado do trabalho nacional. Este artigo descreve, analisa e compara a posição relativa ao ranking das distintas carreiras profissionais em Chile sobre um conjunto de índices laborais, indicadores que procuram relacionar a inserção laboral de um conjunto de diplomados como resultado de variados e desajustados processos formativos. Eles informam de altas taxas de diplomados e diferentes níveis de remuneração e emprego. A educação  professional de nível superior, apesar de proteger frente ao desemprego, evidencia brechas de remuneração e diferenças de valorações das trajetórias laborais por parte do mercado do trabalho, fazendo que a eleição do que e onde estudar não seja uma decisão trivial.

Palavras-chave: Empregabilidade; Remuneração; Stock profissional; Brecha da remuneração; Capital humano.


INTRODUCCIÓN

El sistema de educación superior en Chile sufre profundas trasformaciones a partir de los años 80', donde se instalan las bases político-jurídicas que en su esencia doctrinaria persisten con sólo cosméticas reformas implementadas post dictadura (1973-1990). Este marco legal posibilitó la irrupción del gestor privado en el mercado educativo y la proliferación de programas formativos de la más variada índole. Para el año 2013 existen un total de 147 Instituciones de Educación Superior (IES), entre Centros de Formación Técnica (CFT), Institutos Profesionales (IP) y Universidades que registran una matrícula de alrededor de 1.200.000 estudiantes, alcanzando una cobertura bruta para el rango etario de 18 a 24 años del orden del 55%.

Esta expansión del sistema de educación superior a lo largo y ancho del territorio nacional en oleadas sucesivas impacta sobre todas las áreas del conocimiento y de la formación profesional, aunque no necesariamente de forma homogénea en su distribución disciplinar, espacial y temporal.

El aumento de la oferta educativa de carácter terciario conlleva a tasas de cobertura históricas, haciendo del acceso a la educación superior un proceso menos elitista y restringido a determinadas capas sociales. No obstante, el sistema se dualiza según las exigencias de ingreso, existiendo así instituciones selectivas que reclutan a sus estudiantes con base a un perfil socioeconómico o académico que atiende preferencialmente a sectores medios y altos; y por otra parte, un conjunto no despreciable de instituciones que acoge a estudiantes de menor rendimiento escolar y niveles de ingreso. Situación que configura un sistema de educación superior elitista ya no con base al acceso sino más bien al tipo de educación y programa al que se accede, estableciéndose tipologías institucionales fuertemente segmentadas en razón del perfil sociocultural de su estudiantado (Rodríguez & Castillo, 2014). Diferenciación en torno al qué estudiar y dónde estudiar que tiene implicancias directas en la calidad de los procesos formativos así como en las condiciones de inserción laboral del futuro profesional.

En efecto, en términos del mercado del trabajo, aunque con rezagos según el área disciplinar, la masificación de la educación superior y los déficits de calidad en la labor formativa traería aparejado un problema de pertinencia y eventual sobre-stock profesional insertando problemáticas latentes en la valoración de las credenciales por parte del mercado laboral al concentrar la matrícula en ciertas ramas y especialidades con base a la demanda, ignorando las necesidades sociales y las tendencias del mercado del trabajo en lo que a capital humano se refiere. Si bien esto es todavía un tema controversial, el crecimiento inorgánico de la formación profesional y la heterogeneidad institucional presionaría al mercado del trabajo con efectos en la disminución de los salarios, precarización del empleo, reducción de las tasas de empleabilidad, aumento de la subutilización del capital humano, así como depreciación de la rentabilidad educativa (Rama, 2009; Meller & Rappoport, 2003; Camarena & Velarde, 2009).  Efectos del mismo fenómeno serían la empleabilidad extrínseca, esto es la tendencia cada vez mayor de emplearse en actividades que poco tienen que ver con la formación profesional recibida; así como la ascendente presión por la búsqueda de  sobre-certificación realizando estudios adicionales cuyas credenciales pueda usar como señales diferenciadoras para ofrecer a eventuales empleadores (Efecto Sheepskin). El significativo aumento en la matrícula de postgrado sería también expresión de este fenómeno.

Una oferta educativa segmentada y heterogénea sustenta la idea que ciertos procesos formativos no sean capaces de insertar en sus estudiantes las competencias de habilitación necesarias para una inserción exitosa en el mercado del trabajo. La valorización profesional en el mercado del trabajo a su vez tiende a considerar o desconocer una serie de variables con base a las particularidades de cada carrera profesional, de manera tal que el peso explicativo de las características institucionales puede tener escasos efectos en los outcomes laborales o bien constituir una variable importante en la diferenciación de las condiciones del trabajo, empleabilidad y salarios. Así por ejemplo, las proyecciones muestran que los profesionales tienden a tener un mayor ingreso cuanto mayor es la selectividad de la institución que lo formó, no obstante otras profesiones como Psicología y Trabajo Social no manifiestan el mismo comportamiento (Meller, 2010). Existen profesiones en que el tipo de institución formadora y/o el nivel de habilidad demostrado por el estudiante en el proceso de selección pueden no tener efectos sobre los ingresos pero sí en la probabilidad de encontrar empleo, en consecuencia, si un estudiante desea maximizar su ingreso potencial, esto es, el que obtendrá una vez que se titulara, deberá definir primero la carrera y solo con posterioridad el tipo de institución que la imparte (Rappoport, Benavente, & Meller, 2004). Por otra parte, cuando existe el efecto institución, como señal de credencial de prestigio en la ciudadanía y en el mercado del trabajo de la entidad formadora, este efecto tiende a diluirse con el paso del tiempo, perdiendo paulatina relevancia frente a la capacitación y experiencia desarrollada en las trayectorias laborales que emprende el profesional (Psacharopoulos, 1985).

Estando los diferenciales de renta asociados al tipo de carrera estudiada más que a la institución que la imparte, también se observa un deterioro relativo de los ingresos en los titulados explicado por un aumento en el número de éstos (Rappoport, Benavente, & Meller, 2004). Los retornos de la educación terciaria se han reducido en la década del 2000 producto de la masificación de la educación media y por la creciente demanda de educación superior, situación que obliga a contar con más años de estudio para conseguir un ingreso y status equivalente al del decenio anterior (Nieves & Trucco, 2014).

Los individuos tienden a invertir en educación siempre que la tasa de retorno obtenida sea mayor o al menos iguale la tasa de descuento elegida, no obstante también esta inversión en educación los pueda proteger frente a situaciones de desempleo(MINEDUC, 2009), perspectiva no siempre integrada en los modelos que estudian la demanda de educación  (Jiménez & Salas, 1999). La apertura desmesurada de planes y programas ha desatendido las necesidades locales de desarrollo y operado exclusivamente con base a las expectativas de los demandantes de educación superior y a criterios económicos en términos de los gananciales asociados a las carreras de bajo coste. Explosivo aumento de la oferta laboral de titulados de Educación Superior que posibilitaría empleadores, disponiendo esta vez de suficiente capital humano, implementar procesos de selección con base a sus competencias, por lo que parte de los titulados se quedaría al margen del mercado laboral al no cumplir el estándar (Scheele & Brunner, 2009), razón por cual la relación entre mayor nivel de educación  y empleabilidad ya no se puede dar por sentada como antaño. Hoy se requerirían, además de las credenciales académicas, un conjunto de competencias, conocimientos y realizaciones personales a fin que los graduados puedan encontrar trabajo y ser exitosos en sus trayectorias profesionales (Metcalfe & Gray, 2005).

En síntesis, en la medida que la masificación del acceso a la educación superior implica una reconfiguración del sistema educativo y del mercado del trabajo nacional, es que resulta de interés analizar, con base a un conjunto de índices que definen los perfiles laborales, las diferencias observadas en un conjunto de carreras profesionales de nivel superior impartidas por universidades e institutos profesionales y que representan las distintas áreas del conocimiento (Administración y Comercio, Arte y Arquitectura, Ciencias, Derecho, Educación, Humanidades, Recursos Naturales, Salud y Tecnología). Índices que reflejan la situación de las distintas opciones profesionales en el mercado laboral, constituyéndose, creemos, en un aporte para la toma de decisiones de los futuros postulantes a dichas carreras. 

METODOLOGÍA

Se realizó un análisis estadístico exploratorio con la información recogida de la Base de Datos Titulados 2012 del sitio web Mifuturo. Portal de carácter público del Estado de Chile, dependiente del Ministerio de Educación (MINEDUC) y especializado en la provisión de servicios de información en educación superior.

A partir de la observación de 98 carreras profesionales impartidas por universidades e institutos profesionales se construyeron un conjunto de indicadores estimándose la posición relativa o ranking de las carreras profesionales en Chile. Los indicadores contemplados para caracterizarlos procesos de inserción laboral del contingente de titulados son los siguientes:

a) Nivel de Empleabilidad, porcentaje de titulados de las cohortes 2009, 2010 y 2011 que perciben ingresos iguales o superiores al sueldo mínimo al primer año de titulación con independencia del tipo de actividad desarrollada. Al ser el sueldo mínimo la cuantía retributiva base que recibe un trabajador por una jornada legal de trabajo con independencia del tipo de contrato, función y nivel de estudios, este índice no recoge la eventual subutilización o desaprovechamiento de capital humano.

b) Ingresos laborales al primer año, promedio de ingresos brutos mensuales percibidos por los titulados de las cohortes 2009, 2010 y 2011al primer año de graduarse. El dato se valida cuando se cuenta con la información de al menos 25 casos para el total de cohortes, siempre que ninguna cohorte tenga menos de 10 casos. Así mismo para efectos comparativos metodológicos de grupos más homogéneos se excluye a los estudiantes titulados de más de 30 años bajo el supuesto de que posiblemente ingresaron a la Educación Superior ya trabajando. Todos los ingresos están ajustados a valores reales al 2012.

c) Crecimiento Salarial P/Q, diferencial de renta primer-quinto año que expresa la magnitud de la variación de los salarios de acuerdo al recorrido temporal. Se considera que una mayor antigüedad de egreso trae aparejada una eventual mayor experiencia laboral que es retribuida salarialmente. En términos comparativos manifiesta la rentabilidad proyectada de una carrera por medio de la valoración que hace el mercado del trabajo respecto de la trayectoria laboral.

d) Brecha Salarial Q 10/10, informa los niveles de dispersión salarial o rango de ingresos al quinto año entre el decil superior y el decil inferior de la distribución salarial y es expresión de heterogénea calidad de los programas formativos. Menores brechas implican una escasa discriminación por parte del mercado del trabajo para retribuir al capital humano de mejor desempeño dentro de un mismo tipo de formación.

ANALISIS

Desde una perspectiva econométrica, y obviando las preferencias vocacionales que complementan la elección profesional, la educación se puede entender como inversión que se realiza con objeto de maximizar la rentabilidad y retornos. Así, los índices laborales relativos a la inserción laboral y renta se constituyen en un proxy de este objetivo, y en ellos se observa que las elecciones profesionales evidencian disímiles niveles de empleabilidad y rentabilidad económica. En efecto, se observan grandes diferencias en los niveles y distribuciones de los ingresos entre las carreras, especialmente notorio este último al comparar los ingresos percibidos entre carreras similares, la progresión de las remuneraciones transcurrido un tiempo de ejercicio y  las dispersiones salariales al interior de un mismo tipo de carrera.

a) Empleabilidad (E1°)

MejorRankeadas

 

 

 

 

 

 

PeorRankeadas

Ing. Civil en Minas

0,991

Actuación y Teatro

0,366

Enfermería

0,989

Historia

0,473

Obstetricia

0,980

Lic. en Artes

0,487

Ing. Civil Electrónica

0,971

DiseñoenVestuario

0,550

Ing. Civil Metalúrgica

0,969

Diseño Gráfico

0,560

Fuente: Futuro Laboral, 2013. Elaboración propia

La demanda por la continuidad de estudios de educación superior en una proporción cada vez mayor de los jóvenes chilenos es motivada, entre otras razones, por el mejoramiento de los niveles de ingreso que de un mayor nivel de escolaridad se derivan. La búsqueda por maximizar las remuneraciones futuras prolonga el ciclo formativo y justifica la fuerte inversión privada que la adquisición de este rentable capital humano demanda. Esto amparado en la lógica implícita que un mayor nivel de educación mejora la calificación del profesional o trabajador, situación que se traduce en un aumento de la productividad con el consiguiente incremento de las remuneraciones del individuo y una menor exposición a situaciones de desempleo o precariedad laboral.

A este respecto los datos informan que el estar titulado de una carrera universitaria protege eficientemente sobre las contingencias no deseadas del mercado laboral tales como, encontrarse en situaciones de desempleo prolongado. Los nuevos profesionales evidencian adecuados índices de empleabilidad al primer año de egreso. Una proporción superior al 70% de los titulados de las cohortes 2009, 2010 y 2011 presentan ingresos iguales o superiores al sueldo mínimo en el primer año, no obstante constatarse cierta variabilidad en los índices en función del tipo de carrera que se trate. Profesiones como Enfermería, Medicina e Ingeniería Comercial exhiben niveles de empleabilidad por sobre el 90%. Trabajo Social por su parte, se constituye en una de las carreras peor rankeadas ocupando la posición 77 entre 98 analizadas, situándose en el quintil de peor rendimiento en lo que a empleabilidad se refiere. Esto implica que alrededor de uno de cada tres trabajadores sociales se encuentra desempleado o bien obtiene ingresos promedio por debajo del sueldo mínimo.

La creciente oferta educativa de nivel terciario y los aumentos de cobertura cercanos al 55% para el rango etario de 18 a 24 años posibilita la aparición de problemáticas de sobre stock con impactos diferenciados en la empleabilidad de las profesiones. Del conjunto de profesiones analizadas un 20% registra niveles de empleabilidad por debajo del 60%. A ello se suma el hecho que este índice, al estar construido con base a la cantidad de titulados que obtienen ingresos por sobre el sueldo mínimo al año de titularse con independencia del tipo de actividad laboral que desarrolle, sobreestima la empleabilidad profesional al menos por dos razones. Primero, es una medición gruesa que no hace referencia a la empleabilidad intrínseca, esto es, no discrimina para efectos de análisis entre quienes acceden a puestos de trabajo vinculados con su disciplina y aquellos que no. Segundo, atendiendo a este baremo del sueldo mínimo se abre la horquilla de la empleabilidad para cobijar situaciones de subempleo o franca precarización de la rentabilidad económica profesional, de forma tal que se consignan como empleados un contingente no despreciable de titulados cuyas rentas están muy por debajo de la expectativa racional o lo que eran los sueldos de mercado de otrora. Así entendido, el sobre stock no se traduce en desempleo en una relación lineal, pero sí en un acelerado desaprovechamiento o desperdicio educativo como expresión de la sobrecalificación que evidencia el profesional respecto del trabajo que realiza. Las estadísticas oficiales invisibilizan a un significativo conglomerado profesional de bajas rentas y que, teniendo las certificaciones requeridas, no aplican sus conocimientos y habilidades en actividades relacionadas con su formación disciplinar. Ello provoca la pérdida de las competencias profesionales por falta de práctica, así como desaliento y pérdida de confianza en uno mismo.

Obviando las debilidades en la métrica o baremo del índice de empleabilidad antes enunciada, también es cierto que la probabilidad de encontrarse ocupado está determinada además por los niveles de especialización de la formación profesional y por las restricciones de los límites profesionales del campo laboral. Profesiones con credenciales de fuerte especificidad dificulta en sus titulados la posibilidad de adaptarse a ocupaciones que transiten más allá del considerado campo laboral tradicional, aunque éste pueda estar eventualmente saturado. Por otra parte, otras profesiones operan en espacios laborales menos restrictivos que los hacen más permeables a la influencia de agentes diferentes a la especificidad profesional, quienes compiten por empleabilidad e ingresos en campos laborales difusos. Espacios, que al estar caracterizados por un elevado nivel de transferencia disciplinaria, sufren una interpenetración profesional creciente que hace perder terreno al experto y limita la capacidad de cierre social, esto es, la posibilidad de establecer medidas de resguardo que restrinjan las condiciones de acceso al mercado laboral profesional(Saks, 2003). El exponencial aumento de stock de titulados incide en los niveles de empleabilidad y más profundamente en aquellas profesiones que operan con límites profesionales difusos, pues tienen que competir con un significativo contingente foráneo que permea sus espacios laborales amenazando inclusive la sobrevivencia de la distinción profesional, por cuanto estas precisan de nichos de mercado protegidos (Freidson, 2003).

b) Ingresos Laborales al primer año1

MejorRankeadas

 

 

 

 

 

 

PeorRankeadas

Geología

2.350

Ped. Educ. Párvulos

349

Ing. Civil en Minas

2.186

Diseño de Vestuario

351

Ing. Civil Metalúrgica

1.896

Adm.Gastronómica

356

Medicina

1.326

Adm.Turística y Hotelera

380

Ing. Civil Eléctrica

1.243

Ped. Historia y Geografía

382

Fuente: Futuro Laboral, 2013. Elaboración propia

Aunque el mercado laboral valora el nivel de escolaridad alcanzado, en especial la obtención de títulos y grados de nivel terciario, los retornos privados de la inversión en educación, siendo positivos, están fuertemente segmentados según la naturaleza de la formación, el tipo de carrera y la universidad en que se estudie. Así entendido, la decisión de qué estudiar con base a este atributo no es una elección trivial, aunque precisa corregir las asimetrías de información a fin de evitar frustraciones y desencantos futuros; no obstante, esta situación pueda también estar moderada como resultado del rol que juegan los aspectos vocacionales en este tipo de elecciones. La certificación profesional se constituye en una señal del nivel de habilidad que posee el individuo que los demandantes de trabajo o empleadores juzgan discrecionalmente, constituyéndose en un factor explicativo de las diferencias salariales existentes a igual nivel de formación e incluso dentro de una misma profesión perteneciente a casas de estudio diferentes.
Profesionales de carreras como Medicina, Enfermería, Ingeniería Comercial y Derecho registran ingresos promedios que bordean o superan el millón de pesos, mientras carreras como Trabajo Social y Pedagogía en Educación Básica tan sólo alcanzan los $400.000 promedio aproximados; situándoles entre las carreras de menor renta, ocupando de las 98 carreras analizadas los rankings 81 y 92 respectivamente. La remuneración de un trabajador social como también la de un profesional de la educación dista fuertemente del alcanzado por profesionales egresados de programas con duración equivalente, asemejándose más bien al ingreso promedio de técnicos con formación de 2 a 3 años, situación que implicaría que la inversión de dos años adicionales realizada no obtenga los retornos esperados. Similares hallazgos han sido encontrados por el CEOC (2010) y por Meller (2010).

c) Diferencial de renta al Quinto año (D1-5)

Mejor Rankeadas

 

 

 

 

 

 

Peor Rankeadas

Mat. y/o Estadísticas

1,11

Lic.Artes

0,12

Ing. Civil Electrónica

0,86

Ped. Educ.Diferencial

0,16

Ing. Civil en Obras Civiles

0,81

Enfermería

0,17

Derecho

0,78

Geología

0,21

Ing. Mat. y Estadística

0,78

Química y Farmacia

0,21

Fuente: Futuro Laboral, 2013. Elaboración propia

Desde los clásicos exponentes de la Teoría del Capital Humano, tales como Mincer(1974) informan que la capacitación y experiencia laboral son determinantes del nivel de ingreso del trabajo, por eso no es de extrañar que se constate una mejora en las rentas de los titulados al prolongar sus trayectorias laborales. No obstante ello, también se evidencia la presencia de diferenciales valoraciones según el campo laboral que se trate o credenciales que se ostenten por el profesional. Carreras vinculadas a las Ciencias Ingenieriles, al Derecho y la Agronomía ven mejorado sus ingresos por sobre el 70% al cabo de los cinco años de ejercicio. Por otra parte, un 13% de las carreras no superan el umbral del 30%, situación que se observa en carreras como Enfermería, Pedagogía en Educación Diferencial y Tecnología Médica.

El comportamiento diferencial de las retribuciones alcanzadas por los profesionales a lo largo de los años en su interpretación debe atender a las consideraciones de la matemática simple que subyace en su cálculo. Así, se advierte que incrementos homogéneos en términos absolutos sobre distintas carreras trae a la par crecimientos relativos disímiles en virtud del sueldo promedio base obtenido al primer año, de forma que el índice diferencial de renta al quinto año tiende a maximizarse en profesiones que inicialmente alcanzan bajas remuneraciones y aun cuando experimentan incrementos salariales igualmente bajos, éstos constituyen una proporción significativa del sueldo inicial. Por otra parte, existen profesiones que dado un determinado estatus o prestigio educativo son bien valoradas desde el momento mismo en que los egresados nóveles se insertan al mercado del trabajo, reconocimiento salarial que en muchos casos no se ve tan fuertemente alterado con el transcurrir de los años.

Con todo, es lógico asumir que las diferencias observadas entre las profesiones son el resultado de la valoración heterogénea que el mercado del trabajo juzga respecto a la importancia de la experiencia sobre el desempeño laboral. Profesiones que se insertan en campos laborales competitivos asociados a habilidades y talentos poco entrenables en el escenario académico, se verían más valoradas por la experiencia acumulada que por la credencial obtenida al finalizar sus estudios. Así mismo, otras profesiones observan escasas mejoras en la rentabilidad privada de la inversión educacional efectuada debiendo añadir a sus ya menguados niveles de empleabilidad e ingresos las deficientes mejoras salariales que pueden atribuirse al fruto de la experiencia. Ello explica el hecho que algunas profesiones tiendan a aumentar sus niveles de renta en una proporción menor a los evidenciados por otras profesiones, provocando que las posiciones relativas o rankings se mantengan inalterables, cuando no empeoren con el transcurrir del tiempo. Así por ejemplo, Trabajo Social sube un lugar después de 5 años de ejercicio profesional, pasando del 80° al 81°, y Pedagogía en Educación Básica pasa del 92° al 97°.

Las implicancias para el caso de Pedagogía en Educación Básica son críticas, pues éstas no se limitan exclusivamente a una pobre rentabilidad privada de la inversión en la educación para adentrarse a un conjunto de externalidades negativas que traspasan sus altos costos a la sociedad y es expresión de la crisis del sistema educativo en su conjunto. La ofensiva renta con la que se incorporan los profesores al mercado laboral así como la débil brecha que exhiben entre el salario inicial y el obtenido al cabo de 5 años de ejercicio inhibe la capacidad del sistema de seleccionar y retener a alumnos de excelencia académica para la labor docente. En efecto, el escenario de las pedagogías en Chile se sitúa en las antípodas al evidenciado en los países con los sistemas educacionales más exitosos (Finlandia, Singapur, Corea del Sur), donde la profesión docente goza de elevados incentivos salariales y una alta valoración social permitiéndoles atraer a los aspirantes más talentosos (Barber y Mourshed, 2007).

d) Dispersión Salarial (Brecha Salarial Q 10/10)

Mejor Rankeadas

 

 

 

 

 

 

Peor Rankeadas

Ing. Civil Química

8,58

Ped. Educ. Diferencial

1,94

Filosofía

7,19

Obstetricia y Puericultura

2,16

Ing. en Biotec. y Bioing.

6,79

Terapia Ocupacional

2,24

Mat. y/o Estadísticas

6,59

Enfermería

2,27

Ing. Minas y Metalurgia

6,07

Ing. Mat. y Estadística

2,28

Fuente: Futuro Laboral, 2013. Elaboración propia

El mercado del trabajo no tan sólo valora diferenciadamente las trayectorias laborales según el tipo de profesión que se trate, sino que además evidencia profundas brechas en la escala de remuneraciones al interior de una misma profesión. Hay profesiones como Ingeniería Comercial (7) y Derecho (6) que manifiestan las más altas dispersiones donde el 10% de mayores ingresos obtiene rentas cerca de seis veces mayor que el 10% inferior al cabo del quinto año. Otras profesiones, en cambio, vinculadas al área de la Salud de formación no médica y a las pedagogías son las que presentan mayor homogeneidad en este índice.

No todas las carreras pesan lo mismo en el mercado laboral aunque éstas tengan igual nivel de duración en sus procesos formativos, luego entonces deshace la tesis que desde un entendimiento simplista de la Teoría del Capital Humano pudiese entenderse, en torno a que un mayor nivel de formación se traduciría en términos casi lineales en una mayor remuneración fruto de la también mayor productividad. Variabilidad en la renta que es expresión de la intervención de otros factores modificadores de efecto tales como el tipo de institución de egreso. Así entendido, el qué estudiar y el dónde estudiar no es una elección trivial. Si la intención del futuro profesional es maximizar la rentabilidad éste deberá optar por una combinación adecuada carrera-universidad, pues si bien la carrera está en la base de la variabilidad explicada de los niveles de renta, es el tipo de universidad o institución formativa la que se asociaría a las mayores dispersiones de renta. Sin embargoen un contexto donde es factible la elección, esta decisión puede estar mediada por la aversión al riesgo, donde la dispersión salarial desincentiva a los más conservadores, quienes optarían por carreras con menor remuneración pero con brechas salariales más estrechas, intervalo que proveería mayor certidumbre respecto a la remuneración esperada.

CONCLUSIONES

Muchas de las esperanzas de los países que aspiran al desarrollo descansan sobre la base de sus sistemas educativos, por esta razón es apremiante la necesidad de sedimentar el mercado educativo sobre las reales demandas que Chile amerita y no por la tentativa ilusoria de la autorregulación. Así la denuncia de los vicios y sesgos del sistema de educación superior en Chile y la expresión de sus efectos en los outcomes laborales constituyen los argumentos más fuertes de esta tesis, pues si bien, la educación terciaria, principalmente la de carácter privado, ha propiciado el aumento de la cobertura y la democratización del acceso tanto desde el punto de vista social como regional, es también responsable de gestar una nueva inequidad vinculada esta vez a la calidad diferenciada de los programas educacionales y a las valoraciones que de ella hace el mercado del trabajo. Dentro de los outcomes educativos se constata un aumento significativo en la tasa de titulados como resultado de la masificación del Sistema de Educación Superior de carácter profesional, aun cuando no todas las carreras crecen por igual y en algunas el gran volumen de nuevos titulados que aporta al mercado del trabajo no se condice con las necesidades de éste. Si bien en lo  inmediato esto no se traduce en un mayor desempleo, sí eventualmente puede constituirse en una depreciación de los salarios con ocasión de la desvalorización de las credenciales profesionales.

Las credenciales profesionales protegen eficientemente de las contingencias no deseadas del mercado laboral constatado en el estudio de los altos índices de empleabilidad que registran los titulados al primer año de egreso, ello a pesar de las diferencias que se pueden observar entre distintas profesiones.

El mercado laboral profesional está segmentado más que por las tasas de empleabilidad, por los niveles de ingreso. Se valora diferencialmente las credenciales educativas según la naturaleza de la formación, el tipo de carrera y la universidad en que se estudie. Estos factores no tan solo inciden en los niveles de renta sino que también influyen sobre la valoración que se hace de las trayectorias laborales y en la dispersión que evidencian los salarios, tanto intra como entre profesionales. En breve, se advierte la existencia de carreras profesionales más rentables, con una mayor proyección salarial fruto de la experiencia acumulada, así como de una mayor variabilidad o brecha de los ingresos; situación que instala un espacio de incertidumbre salarial haciendo que la elección de qué estudiar y dónde estudiar no sea una decisión trivial. 

Notas

1 Índice expresado en Miles de Pesos

Referencias bibliográficas

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Recibido: 20-4-14
Revisión recibida: 25-9-14
Aceptado: 16-10-14