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Orientación y sociedad

versión On-line ISSN 1851-8893

Orientac. soc. vol.19 no.1 La Plata set. 2019

 

AVANCES DE INVESTIGACION

Visibilizando villa la angostura: Los jóvenes y su inserción laboral

Arcidiácono M. Laura

Licenciada en Psicología y especialista en Orientación Educativa y Ocupacional egresada de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de La Plata. Coordinadora de Grupos y Psicodramatista. Dirección de escena. Juegos dramáticos. Coordinadora de procesos grupales e individuales de orientación educativa y ocupacional. Coordinadora de grupo y coordinadora de campo en proyectos de extensión universitaria. e-mail: mlaura.arcidiacono@gmail.com


Resumen

Este trabajo representa una continuación del Trabajo Final Integrador de la carrera de Especialización en Orientación Educativa y Ocupacional (Secretaría de Posgrado, Facultad de Psicología, UNLP) “Estrategias de orientación para los jóvenes del Programa Jóvenes con Más y Mejor Trabajo de Villa La Angostura - ¿Cómo eligen los jóvenes del programa y en qué contexto realizan dichas elecciones?” –en adelante, PJMyMT- (Arcidiácono, 2017).

Dicha investigación, centrada en jóvenes participantes del PJMyMT, tuvo por objetivo examinar los factores que inciden en sus dificultades para el armado y sostenimiento de proyectos educativos y laborales viables en la localidad y analizar las estrategias de orientación implementadas/posibles de implementar en orientación educativa y ocupacional en este contexto.

La presente investigación, realizada en 2018, permitió ampliar la muestra analizada utilizando una encuesta abierta a la comunidad, dando cuenta de que los resultados obtenidos en la investigación precedente no se reducen solo a los jóvenes del programa. Por ello es posible afirmar que la inserción laboral de la población joven de la localidad es una problemática que no depende únicamente de la situación política, económica y social del país, sino que cuenta con características y determinantes específicos de Villa La Angostura, y debe ser atendida por el Municipio.


Palabras clave: Villa La Angostura; jóvenes; educación; inserción laboral; orientación.



El presente trabajo se propone avanzar a partir de la investigación “Estrategias de orientación para los jóvenes del Programa Jóvenes con Más y Mejor Trabajo de Villa La Angostura - ¿Cómo eligen los jóvenes del programa y en qué contexto realizan dichas elecciones?” –en adelante, PJMyMT- (Arcidiácono, 2017), desarrollada como instancia de evaluación final de la carrera de Especialización en Orientación Educativa y Ocupacional (Secretaría de Posgrado, Facultad de Psicología, UNLP).

El marco teórico que guía tanto la investigación precedente como la actual está constituido por el Modelo Teórico Operativo en Orientación desarrollado por la Dra. Mirta Gavilán. Este modelo concibe a la orientación en un sentido amplio y abarcativo. La define como el:

[…] conjunto de estrategias y tácticas que emplea el psicólogo y/o psicopedagogo especializado en Orientación para que el orientado o sujeto de la Orientación, individual o colectivamente, mediante una actitud comprensiva, reflexiva y comprometida, pueda elaborar un proyecto educativo, laboral, personal y/o social a lo largo de la vida (Gavilán, 2006: 194).

De acuerdo con esta definición, la orientación se desarrolla a lo largo de la vida; por lo tanto, posibilita intervenciones en distintos momentos de transición o cambios, relacionados especialmente con la problemática de la elección. La orientación se propone brindar respuestas a las demandas y desafíos que se presentan al sujeto a medida que va relacionándose con su contexto, contexto que poco a poco va exigiéndole adoptar diferentes posiciones/funciones.

La investigación “Estrategias de orientación…” (Arcidiácono, 2017) surgió de la evidencia encontrada acerca de la dependencia directa existente entre la actividad económica central de la localidad -el turismo (en sus diferentes rubros: hotelería, gastronomía, comercio y actividades recreativas) con sus determinantes de tipo estacional- y el tipo de trabajos y capacitaciones disponibles en la localidad a los que puede acceder la población joven. La estacionalidad determina temporadas altas (que requieren de la inclusión de gran número de empleados) y bajas (que implican la reducción de personal y/o cierre de muchos de los emprendimientos), generando largos períodos de tiempo en los cuales la población permanece desempleada. Esto tiene consecuencias tanto en la economía de cada individuo o familia, como en la de la localidad, pero también impacta fuertemente sobre la salud y las relaciones interpersonales.

El objetivo general consistió en examinar los factores que inciden en las dificultades de la población joven participante del PJMyMT de la localidad de Villa La Angostura (VLA) para/en el armado y sostenimiento de proyectos educativos y laborales viables en la localidad.

La  investigación, de diseño correlacional transeccional, se centró en la entrevista a 11 referentes del ámbito educativo y laboral de la localidad, y a 14 jóvenes participantes de las convocatorias 2014, 2015 y 2016 del Programa Jóvenes con Más y Mejor Trabajo, del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación (MTEySS), implementado por la Oficina de Empleo Municipal de Villa La Angostura. Los requisitos para poder participar del PJMyMT son: tener una edad entre 18 y 24 años, no estar trabajando de forma registrada y no haber conseguido iniciar o finalizar sus estudios secundarios obligatorios.

A través de entrevistas semiestructuradas se obtuvo información acerca del tipo de proyectos que construyen los jóvenes y la percepción que tienen acerca de sus posibilidades formativas y laborales, el mercado laboral y las opciones educativas disponibles en la localidad, y las estrategias de orientación implementadas por las instituciones que trabajan con los jóvenes. Así se llegó a la conclusión general de que si se desconocen los factores y relaciones causales a los que obedece la falta de terminalidad educativa y las condiciones de la inserción laboral de los jóvenes, es difícil poder diseñar estrategias de intervención orientadoras oportunas, que resulten adecuadas y alcancen a toda la población.

Entre los principales resultados de la investigación cabe mencionar los que serán retomados en el presente trabajo:

  • Existe una visión parcializada de la localidad que impide a los referentes vinculados a la educación tener un conocimiento más amplio en relación al mercado laboral y a los referentes del mercado laboral, tener una visión de la situación educativa de la población.
  • La dependencia económica de la actividad turística, con su marcada estacionalidad, trae como consecuencia una alta rotación de empleados y periodos donde la desocupación aumenta notoriamente en la localidad.
  • Todos los jóvenes entrevistados han empezado a trabajar antes de los 15 años, en puestos informales, temporarios y operativos, dentro de los rubros: alojamiento (mucamas), construcción (ayudante de albañil), gastronomía (bachero y ayudante de cocina) y para particulares (niñeras, empleadas domésticas, jardinería); por lo tanto, han iniciado su tránsito en el mercado laboral a edades tempranas, de forma discontinua, y en una situación de gran inestabilidad y precariedad laboral.
  • Todos han realizado trayectorias escolares truncadas: han iniciado el secundario pero repetido o abandonado sus estudios, mayormente entre segundo y tercer año; muchos han intentado retomar sus estudios en reiteradas oportunidades cursando en el turno noche.
  • Todos los jóvenes manifiestan que pueden conseguir trabajos sin concluir el secundario pero que su mayor dificultad es no contar con experiencia para acceder a los puestos que les interesan (cajera, atención al público, administrativa, gestor, chofer, entre otros), y que no son aquellos en los que se han desempeñado hasta el momento.
  • Un gran porcentaje de jóvenes del PJMyMT aún no había logrado finalizar el secundario, realizar otro tipo de estudios o capacitaciones ni insertarse laboralmente y de manera formal en puestos que fueran de su interés.
  • Las acciones de orientación son llevadas adelante por las escuelas únicamente en el último año del secundario.

Ante estos resultados, surgieron nuevas preguntas: ¿este tipo de experiencias educativas y laborales se dan únicamente entre los jóvenes del PJMyMT de la muestra, que cumplen con los requisitos para ingresar al programa? O, por el contrario, ¿representan una característica de la situación educativa y laboral de la localidad?; ¿son características de los jóvenes? o ¿están vinculadas a las características específicas de esta localidad?

Es por ello que en esta nueva etapa de investigación el objetivo consistió en ampliar la muestra analizada a fin de acceder a información sobre las experiencias y perspectivas no solo de un mayor número de pobladores, sino también de diferentes rangos etarios, para poder dar respuesta a estas preguntas. Con dicho objetivo, se implementó una encuesta abierta a toda la comunidad de Villa La Angostura. Encontrarán en este trabajo el análisis cuantitativo y cualitativo de los resultados obtenidos a través de la encuesta “Conociendo Villa La Angostura”.


Metodología y resultados: la encuesta “Conociendo Villa La Angostura”

Las nuevas tecnologías nos brindan herramientas con las que podemos accionar a distancia. Es a través de una de estas herramientas, Google Forms,  que fue posible originar la encuesta a través de la que se obtuvo la información en que se basa este trabajo.

Teniendo en claro cuáles eran las variables que se intentarían analizar, se confeccionó una encuesta, destinada a toda la población de Villa La Angostura y cuyos ejes centrales fueron: datos demográficos, las experiencias educativas, las experiencias laborales, el concepto de orientación vocacional con el que cuenta la población y sus proyectos a corto y largo plazo.

La encuesta fue anónima y contó con respuestas de selección múltiple, casillas de verificación y respuestas cortas.

Se transmitió a través de tres vías: mensajes de Whatsapp, correos electrónicos y Facebook. Para asegurar una muestra amplia de la localidad se recurrió a transmitir la encuesta a través de Whatsapp a contactos personales y contactos brindados por la Oficina de Empleo Municipal -que cuenta con una base de datos actualizada de la población de los barrios más vulnerables de la localidad, por vía del mail institucional de dos de las escuelas secundarias de la localidad (CPEM N°17 y Esc. Don Jaime de Nevares), y a través de la página de Facebook de las tres instituciones colaboradoras.

Participaron respondiendo de la encuesta 200 (doscientas) personas, 28% de sexo masculino y 72% de sexo femenino. Las primeras preguntas de la encuesta estuvieron vinculadas con los datos demográficos de la población participante. Al ser esta una localidad a la que arriban muchas personas desde los diferentes centros poblacionales del país, el 37% de las respuestas pertenecen a personas nacidas en provincia de Buenos Aires y Ciudad Autónoma de Buenos Aires, aunque muchos son jóvenes que llegaron a vivir a Villa La Angostura siendo pequeños, frente al traslado de sus familias a esta localidad. El 21% de las respuestas corresponden a personas nacidas en Villa La Angostura, otro 10% corresponde a personas nacidas en Bariloche (localidad en la que han nacido muchos de los habitantes de esta población dado que muchas familias optan por dirigirse a los hospitales más especializados de aquella ciudad). El resto de las respuestas pertenecen a personas nacidas en la provincia de Neuquén u otras provincias del país, y dos personas de otro país.

Se consultó acerca del estado civil y la cantidad de hijos de los encuestados, lo que arrojó los siguientes resultados: 56% son solteros, 22% casados, 21% están en concubinato y 1% divorciados. El 50% no tiene hijos, 15% tiene 1 hijo, 21% tiene 2 hijos, 8,5% tiene 3 hijos, 4% tiene 4 hijos y 1,5% tiene 5 hijos o más. El 38% vive con su pareja e hijos, el 36% vive con su familia de origen (y sus hijos si los tuvieran), 13% vive con su pareja (y sus hijos si los tuvieran), 8% vive sólo, 4% vive sólo con sus hijos, y 0,5% vive con amigos.

El 93% de las personas viven actualmente en Villa La Angostura. Del 7% restante, el 70% se fue a estudiar a otra ciudad, el 16% eligió otra ciudad para vivir y el 15% se ha ido por otros motivos.

En relación al rango etario, el 26% tiene entre 31 y 40 años, el 24 % entre 16 y 18 años, el 21%  más de 41 años, el 15%  entre 25 y 30 años, 11%  entre 19 y 24 años, y finalmente, el 3% cuenta con15 años o menos.

Las Tablas 1 y 2 muestran la relación entre la edad actual de los encuestados y la edad en la que obtuvieron su primer trabajo en Villa La Angostura, según el sexo.

Tabla 1:



Tabla 2:



Tabla Comparativa 1 y 2: Porcentajes totales por edad de primer trabajo en VLA.

Se observó que el 27% de las mujeres encuestadas han conseguido  su primer trabajo en Villa La Angostura entre los 16 y 18 años, y que el 16% de las mujeres han trabajado por primera vez contando con 15 años o menos. Es decir que el 43% ha obtenido su primer trabajo antes de cumplir los 18 años. Esto corrobora una edad temprana de inserción laboral.

En el caso de los varones, la inserción laboral también ha sido a edades tempranas: el 15% y el 16% han comenzado a trabajar teniendo 15 años o menos y entre 16 y 18 años respectivamente. Es decir que el 31% de ellos ha obtenido su primer trabajo antes de cumplir los 18 años. A partir de los 19 años, todos los varones encuestados ya han tenido una experiencia laboral en Villa La Angostura.

Se les consultó cuál había sido el puesto y las condiciones de su primer trabajo. Las Tablas 3 y 4 detallan las respuestas. Se puede observar en ellas una variedad reducida de puestos, que a medida que avanza la edad en que se obtuvo la primer experiencia laboral en VLA va aumentando y dirigiéndose desde puestos operativos y para los que no se necesita una amplia capacitación hacia puestos de mayor responsabilidad y que requieren una formación específica. No se debe perder de vista que aquellas personas que han tenido sus primeras experiencias laborales en VLA en los rangos etarios mayores coinciden con quienes han elegido esta localidad como lugar de residencia siendo adultos.

Tabla 3:



Los primeros trabajos de la mayoría de las mujeres han sido temporarios y en relación de dependencia. Entre los puestos asumidos a edades más tempranas se destacan: niñera, mucama, atención al público, moza y empleada doméstica. A partir del rango etario de 25 años en adelante comienzan a aparecer puestos vinculados a la docencia y a emprendimientos independientes, sean en comercio o producción artesanal. Pero debe observarse que no dejan de aparecer los puestos operativos en los que también se insertan las mujeres más jóvenes. Esto también se corroboró cuando se consultó a las encuestadas acerca de cuáles son los puestos de trabajo que suelen conseguir las mujeres de su edad (Ver Tabla 8).

Tabla 4:

En el caso de los varones encuestados, se observa aún con mayor claridad la diferencia entre los tipos de puestos en los que se insertan laboralmente a edades tempranas (como ayudante de albañil, armador de cajas, bachero, etc.) y aquellos puestos de mayor capacitación, perfeccionamiento en los oficios y responsabilidad, en los que logran insertarse a edades adultas (como docente, repartidor, chofer, administrativo, veterinario o trabajador en carpintería de obra). La encuesta también permite observar que en la franja etaria más joven la inserción laboral suele ser en puestos temporarios y en relación de dependencia, tendencia que va revirtiéndose en los varones de mayor edad, quienes logran una inserción permanente a través de sus emprendimientos privados.
Estos datos coinciden con los obtenidos en la investigación “Estrategias de orientación…” (Arcidiácono, 2017), en la que los jóvenes entrevistados del PJMyMT mencionaban exactamente los mismos puestos de trabajo  como puestos en los que habían logrado insertarse hasta el momento. Se trata de ocupaciones que tienen un impacto físico muy fuerte, que a veces son desempeñadas sin los elementos de seguridad mínimos y que en muchos casos generan un desgaste físico que luego, al ser mayores, los inhabilita para continuar con este tipo de tareas. Este es uno de los aspectos que los jóvenes mencionaban al momento de pensar en cuáles serían los puestos que les interesarían, pero para los cuales no tenían experiencia.

Otro de los aspectos sobre los que se consultó a los encuestados y que es importante vincular con el tema de la edad y puesto del primer trabajo, es el nivel educativo alcanzado por la población (Ver Tabla 5).

Tabla 5:

Se observa claramente que una amplia mayoría de los encuestados no han concluido sus estudios secundarios (35%). Y es imprescindible ligar este dato a las tempranas edades en que consiguen sus primeros trabajos, que, como se dijo, suelen ser informales, temporarios y operativos. En las Tablas 6 y 7 se relaciona el porcentaje de personas que han abandonado sus estudios secundarios, la edad en que han obtenido sus primeros trabajos y el año del secundario en que abandonaron, haciendo foco en los grupos etarios de 15 años o menos y de entre 16 y 18 años, edades en las que la mayoría de varones y mujeres obtienen su primer trabajo en VLA.

Tabla 6:



Tabla 7:

Si bien el porcentaje de jóvenes que ya han tenido su primer trabajo y aún están cursando el secundario es mayor al de los jóvenes que han abandonado, el porcentaje de estos últimos es alto y nada despreciable para el análisis. Por lo tanto, queda en evidencia que si bien la inserción laboral a edades tempranas no lleva indefectiblemente al abandono del secundario, es una variable de gran incidencia. Por otro lado, la edad del primer trabajo coincide visiblemente con las edades en las que la mayoría de los jóvenes abandonan el secundario. Los años de mayor abandono son 3ero, 2do y 1ero, justamente los años en que las edades de los jóvenes rondan los 13 a 16 años, y en que la mayoría consigue su primer trabajo.

Profundizando en este punto podemos decir que al momento de solicitar a las escuelas que transmitieran la encuesta entre sus alumnos de todos los años del secundario, las dos instituciones que colaboraron (con gran interés y predisposición), tuvieron la misma reacción al conocer la encuesta y su contenido: enviarla solo a los alumnos de 3ero, 4to y 5to año, ya que consideraban que estaban más implicados en la temática. Esto pone en evidencia que los referentes educativos aún no han visualizado el tema de la inserción laboral de los jóvenes como un problema al que hay que atender, ya que está incidiendo directamente en el abandono de los estudios secundarios, precisamente en aquellos años en los cuales los jóvenes comienzan a conseguir trabajo.

Los datos obtenidos en la encuesta coinciden con lo que señalan los informes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) acerca de las dificultades que enfrenta la juventud para lograr una trayectoria laboral positiva, muchas veces debido a la inserción laboral a temprana edad, condicionando la permanencia en el sistema educativo. Vezza y Bentranou en su estudio de la Oficina de País de la OIT para la Argentina, destacan que la inserción en el mercado laboral es crucial en la vida de los jóvenes, y que la desocupación y la precariedad laboral son fenómenos de gran persistencia entre los jóvenes, generando que sus trayectorias laborales sean inestables, de gran movilidad e intermitencia entre estados ocupacionales (Vezza y Bentranou, 2011).

A todos los encuestados se les consultó cuáles son los puestos en los que suelen insertarse laboralmente los varones y las mujeres de su edad en VLA. La Tabla 8 muestra sus respuestas. Si bien se les consultó específicamente por los puestos que se consiguen en sus rangos etarios, al analizar los datos se observó que, sin importar la edad de los encuestados, los puestos más mencionados eran los mismos.

Sin importar el grupo etario, los principales puestos en los que suelen insertarse varones y mujeres de la localidad son puestos en relación de dependencia, condicionados por la estacionalidad de las temporadas turísticas, y que habitualmente son desempeñados de manera informal y sin la necesidad de contar con una formación extensa. Se destacan entre los varones: mantenimiento, mozo, ayudante de cocina, albañil, bachero y jardinería; y entre las mujeres: moza, cuidado de niños, mucama, atención al público, ayudante de cocina y empleada doméstica.

Tabla 8:

También se consultó si consideran que en VLA es fácil conseguir trabajo. El 35.5% manifestó que sí es fácil, y a ellos se les preguntó cuáles son los tipos de trabajo que se suelen obtener (Tabla 9). El 64.1% respondió que en VLA es difícil conseguir trabajo, y en este caso se indagó acerca de cuáles creen que son los factores que influyen en dicha situación (Tabla 10).

Tabla 9:



Tabla 10:

Podemos observar varios aspectos en los resultados expuestos por estas dos tablas. La Tabla 9 pone en evidencia la gran dependencia de las temporadas que caracteriza a los puestos de trabajo de la localidad. El 88.7% de los entrevistados considera que el tipo de puestos a los que se accede son aquellos que solo se mantienen en temporada, y el 73.2% afirma que habitualmente se consiguen puestos del tipo changas o trabajos por hora, mientras que tan solo el 26.7% manifiesta que es posible encontrar puestos de trabajo permanentes.

La diferencia entre puestos que implican un contrato formal (70.4%) frente a aquellos en los que dicho contrato no se efectúa (66.2%) es mínima.

Esto vuelve a corroborarse en la opinión de aquellos que creen que no es fácil conseguir trabajo en VLA (64.1% de los encuestados). La principal razón por la cual es difícil conseguir trabajo según la percepción del 75.2% de este grupo de encuestados es la temporada baja, período en que muchos emprendimientos reducen su personal o cierran sus puertas a la espera de la siguiente temporada alta. A raíz de esta situación se generan grandes períodos en que la población permanece sin trabajo y a su vez, se origina una gran rotación en los puestos ya que no siempre, al comenzar una nueva temporada, se vuelve a tomar a los mismos empleados de la temporada anterior.

Diversas investigaciones han permitido observar que la inestabilidad laboral impacta negativamente en el trabajador generando efectos directos sobre el grado de tensión y de enojo que se expresan principalmente a través de síntomas emocionales (como irritabilidad, desgano o cansancio) y síntomas físicos (lesiones, contracturas, problemas de sueño o dolores de cabeza), pero que también impactan en la esfera interpersonal (Maglio, A. L.; Injoque-Ricle, I.; Leibovich de Figueroa, N., 2010).

La desocupación y la precariedad e inestabilidad laboral prolongadas tienen efectos tanto psíquicos como sociales no solo para quienes se encuentran en esas situaciones, sino también para quienes los rodean en el ámbito familiar y comunitario. A nivel social, favorecen la marginalidad, la desintegración familiar y la expulsión social. Entre las consecuencias psíquicas podemos mencionar la devaluación de sí, la falta de confianza en las propias capacidades, los sentimientos de amargura, frustración, inadaptación y derrota, estados depresivos, estrés y resentimiento, entre otros (Müller, 2007).

Estos aspectos son de gran importancia para una pequeña localidad como Villa La Angostura si se propone velar por la salud integral de su comunidad.

Las respuestas plasmadas en la Tabla 10 vuelven a corroborar la dificultad que implica la poca variedad de rubros y puestos de trabajo (54.2%), mayormente operativos y temporarios.

Las respuestas de los encuestados confirman que la falta de estudios secundarios no es una de las variables de mayor peso en la dificultad para conseguir trabajo. Aparece en séptimo lugar, con un porcentaje (28.6%) considerablemente menor en relación a la falta de experiencia (36.4%) y a la falta de capacitación específica en el puesto (35.6%). Incluso, en la percepción de los encuestados, es más importante el obstáculo impuesto por la falta de guarderías y jardines maternales en los cuales dejar a los hijos en horario laboral (31.8%) que la falta de terminalidad del secundario.

Ante esta perspectiva laboral inmediata, ¿cuál sería el sentido de sostener un estudio que no es requerido ni garantiza el ingreso a un empleo? Y en este punto es en el que se torna indispensable pensar en estrategias de orientación educativa y ocupacional que brinden espacios de reflexión que permitan reconocer las experiencias pasadas y proyectarse a futuro saliendo de la lógica de la inmediatez, posibilitando así pensar la proyección en tanto proceso que requiere de un tiempo de tránsito y del cumplimiento de ciertas etapas o requisitos para poder acceder a los objetivos que cada uno se propone como meta.

Vinculado a este tema, el último eje en el que se centró la encuesta tuvo que ver con las ideas y actividades que la población de Villa La Angostura asocia a la orientación vocacional, así como también con el tipo de proyectos a corto y largo plazo que se proponen.

Del total de encuestados, tan sólo el 18.5% afirmó no tener ningún tipo de idea acerca de qué es la orientación vocacional. El 81.6% de los encuestados respondió que tenía algún tipo de idea acerca de la orientación vocacional, y se les pidió que seleccionaran de un amplio listado aquellas palabras que creían que podían servirles para definirla (Ver Tabla 11).

Tabla 11:

Las respuestas ponen de manifiesto que en el concepto de la población, la orientación está vinculada con lo individual (intereses, motivaciones, planificación, autoconocimiento, elección, decisión, deseo) y con la formulación de proyectos educativos, principalmente la terminalidad del secundario (39.8%) y el inicio de estudios superiores vinculados a carreras (43.5%) -especialmente universitarias (33.1%)-. Muy pocas personas refieren al concepto de orientación vinculándolo con cuestiones como oficios, trabajo, jubilación, familia, o comunidad. Las ideas de proceso y de ayuda profesional no se destacan.

Por otro lado, a quienes afirmaban tener algún concepto acerca de la orientación vocacional, se les pidió que seleccionaran aquellas actividades vinculadas a las que hubieran participado. Entre las actividades que se destacan encontramos: charlas con profesores sobre lo que quiero hacer en el futuro (44.7%), test vocacional (de Internet o con profesores de quinto año, 40.4%), pasantías (39.8%) y ExpoUniversidad (27.6%). Dichas actividades son las que fomentan y llevan adelante las escuelas secundarias con sus alumnos de quinto año, con lo cual se comprende que el 22.9% de los encuestados haya respondido que no ha participado de ninguna de ellas, si se tiene en cuenta que el 35% de la población no ha completado el secundario.

Esto coincide con lo planteado en el texto “Equidad y orientación: El desafío de una propuesta” (Gavilán y Chá, 2009). Las autoras manifiestan que los alumnos que egresan de las escuelas medias de poblaciones vulnerables presentan, en general, un alto grado de desorientación. Y en “Paradoja: Alta problemática psicosocial - baja intervención orientadora” (2005), Gavilán, Chá y Quiles  mencionan que las acciones de orientación en las escuelas son actividades implementadas únicamente en el último período del año, como respuesta a las preocupaciones de los jóvenes ante la inminencia del egreso, abordando solamente el aspecto informativo, pero sin una planificación o sistematización.

En consecuencia, cabe preguntarse qué sucede con el gran número de personas que no logran alcanzar el último año del secundario. Si, como queda demostrado en ambas investigaciones (2017 y 2018), en la población de Villa La Angostura se repiten estos patrones, podemos afirmar que este grupo no ha accedido a propuestas sistemáticas de orientación, ni a espacios de reflexión en relación a sus experiencias, sus proyectos a futuro y a cómo éstos se verán condicionados por su  realidad cotidiana. Se pierde de esta manera la posibilidad de llevar adelante acciones orientadoras desde una perspectiva integral y preventiva.

El último punto en el que se indagó a través de la encuesta estuvo referido al tipo de proyectos que los encuestados se proponen a corto y largo plazo. Se les propuso considerar corto plazo como el tiempo restante entre la ejecución de la encuesta (julio/agosto) y fines de 2018, y se consideró largo plazo desde este momento hasta cinco años después.

Los proyectos fueron variados y se agruparon en función de cuatro categorías: educativos (vinculados al inicio o finalización de estudios y a las capacitaciones en inglés y otras), laborales (vinculados a la obtención de trabajo temporario, permanente o cambio de trabajo), personales (representados por formar una familia, tener una casa propia, viajar, irse de la localidad, hacer deportes o actividades artísticas, etc.), y sociales (referidos a actividades comunitarias). En la Tabla 12  (Ver) los proyectos fueron considerados en función de su tipo y su frecuencia de aparición en cada uno de los rangos etarios analizados. 

Tabla 12:

Los participantes de la encuesta, llamados a proyectarse, a imaginar sus objetivos a corto y largo plazo, han puesto en juego su deseo. Y aun así es posible leer algunas tendencias expresadas en sus respuestas. Los proyectos personales son los que se destacan en todos los rangos etarios. En ellos es en los que con mayor facilidad podemos interpretar la presencia de deseos y expectativas vinculadas al crecimiento personal, a la búsqueda de actividades placenteras, al establecimiento y sostenimiento de vínculos. Los proyectos educativos, tanto a corto como a largo plazo, tienen una gran relevancia para la población más joven, y van dejando de ser prioritarios a medida que aumenta el rango etario. El caso de los proyectos sociales, por el contrario, va tomando relevancia en función del largo plazo y existe una tendencia en aumento de la mención de este tipo de proyectos a medida que aumenta la edad.

Finalmente, amerita una mención especial el caso de los proyectos laborales. Si bien este es el tipo de proyectos con porcentajes más bajos, se destaca fundamentalmente en el corto plazo para los jóvenes del rango etario de 16 a 18 años. Puede pensarse que el momento en el que se realizó la encuesta era un periodo de temporada baja, al que seguiría la temporada alta del verano, para la cual faltaban aún varios meses. Y este puede ser uno de  los factores que influye en que los jóvenes mencionen como proyecto a corto plazo conseguir trabajo: han perdido sus puestos del invierno, y aspiran a la llegada del verano para insertarse de nuevo laboralmente.

Por otro lado, no se puede perder de vista que el trabajo representa un medio para obtener un fin, por lo que, puestos a elegir sus proyectos, los encuestados han apuntado a sus objetivos, a esos fines que, tal vez, es posible alcanzar a través de un trabajo. Pero la pregunta ha resonado a través del deseo y los proyectos personales se han impuesto.

En función de los resultados de la presente investigación, que son concordantes con los de la investigación que la precede, se torna indispensable considerar como objetivo esencial de la orientación el acompañar a los jóvenes a construir un proyecto de vida, que podrá ser educativo pero también laboral, social y/o personal, y para ello, pensar acciones orientadoras desde los primeros años del secundario, e incluso antes, de modo de acompañar a los jóvenes en la elaboración de proyectos viables desde edades tempranas y no únicamente en los momentos de corte marcados por la elección de la orientación del secundario o de los estudios superiores a continuar. De esta forma, se podrá trabajar de manera preventiva con aquellos jóvenes que no logran superar los “años bisagra” (segundo y tercer año), y que, de lo contrario, no accederían a acciones orientadoras. La visión de futuro, con un proyecto a largo plazo, que sobrepasa los años dedicados al secundario pero que los incluye como etapa intermedia y necesaria para alcanzar sus metas, puede generar una motivación extra que favorezca el sostenimiento de la educación secundaria hasta darle terminalidad. 


Conclusiones

La encuesta ha cumplido con su objetivo. Ha sido posible ampliar la muestra, incluyendo en ella personas de diversos rangos etarios y estratos sociales; permitiendo confirmar las conclusiones a las que se había arribado en la investigación precedente, desligándolas de los rasgos específicos de los jóvenes participantes del PJMyMT y permitiendo, de esta forma, reconocer la especificidad de la inserción laboral y educativa de la población de toda una localidad condicionada por las características de su actividad económica central, el turismo.

Especialmente, se ha podido corroborar que si se desconocen los factores y relaciones causales a los que obedece la falta de terminalidad educativa y las condiciones de la inserción laboral de los jóvenes, es difícil poder diseñar estrategias de intervención orientadoras oportunas, que resulten adecuadas y alcancen a toda la población.

La inserción laboral de la población joven de la localidad es una problemática que debe ser atendida por este Municipio, ya que está condicionada por determinantes y características propias de esta localidad y que no pueden ser adjudicados a un grupo poblacional.

Por todo lo antes dicho, es necesario considerar como objetivo esencial desarrollar estrategias de orientación educativa y ocupacional y realizar acciones tempranamente, ya que estas pueden representar una herramienta que, sumada a otras, brinde la posibilidad de abordar el problema de la construcción de proyectos de vida, educativos, laborales, sociales y/o personales, que sean viables en y para la población de Villa La Angostura.

La encuesta ha arrojado mucha más información de la que es posible desarrollar en este trabajo, por lo cual queda abierta la posibilidad de continuar indagando y buscando vínculos causales entre las diferentes variables analizadas y por analizar.

 

Enviado: 15/11/18
Revisión recibida: 12/1/19
Aceptado: 24/2/19

 

Referencias

1. Arcidiácono, M. L. (2017). “Estrategias de orientación para los jóvenes del Programa Jóvenes con Más y Mejor Trabajo de Villa La Angostura - ¿Cómo eligen los jóvenes del programa y en qué contexto realizan dichas elecciones?”. Secretaría de Posgrado - Facultad de Psicología - UNLP. 2017.

2. Arcidiácono, M. L. & Godoy, G. F. (2014). “Orientación: caja de herramientas para una localidad centrada en el turismo”. XVII Congreso de Orientación Vocacional. El valor Social de la Orientación. Desafíos para la equidad en el acceso a la educación y al trabajo. APORA – Universidad de Villa María, Córdoba. Del 22 al 24 de Mayo de 2014.

3. Gavilán, M. (1996). Nuevas estrategias en Orientación Vocacional Ocupacional. La Plata: Editorial de la Universidad Nacional de La Plata.         [ Links ]

4. Gavilán, M. (2006). La transformación de la Orientación Vocacional. Hacia un nuevo paradigma. Rosario: HomoSapiens.         [ Links ]

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