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Estudios de filosofía práctica e historia de las ideas

On-line version ISSN 1851-9490

Estud. filos. práct. hist. ideas  no.8 Mendoza Jan./Dec. 2006

 

Alberto Noé. Utopía y Desencanto. Creación e institucionalización de la Carrera de Sociología en la Universidad de Buenos Aires: 1955-1966
Buenos Aires, Miño y Dávila Editores, 2005.

* Fabiana Bekerman
CONICET

El presente trabajo de Alberto Noé parte de un exhaustivo análisis histórico y empírico del proceso de creación, institucionalización y crisis de la carrera de Sociología en la UBA -ocurrido entre 1955 y 1966 y cuyo principal protagonista fue Gino Germani- con el objetivo de reflejar la compleja interrelación entre el funcionamiento del campo académico e intelectual y la dinámica política del país. En este sentido, el autor se pregunta ¿cómo se vinculó el proceso de renovación de la UBA con el período de auge y caída del Peronismo, la reconstrucción democrática que le siguió y la reacción oligárquico-clerical iniciada con la Revolución Argentina de 1966?, ¿cuál fue el terreno institucional y político-ideológico en el cual se institucionalizó la Sociología en el país?, ¿quiénes fueron los actores institucionales, políticos e individuales que intervinieron en este proceso?, ¿cuáles fueron las condiciones políticas y académicas que bloquearon el proyecto germaniano? Estos interrogantes constituyen el hilo conductor del libro y van guiando al lector en un recorrido por la historia política e intelectual de la Argentina de mediados del siglo XX.

El abordaje metodológico adoptado incluye testimonios de actores involucrados directamente en los acontecimientos que analiza. Los datos de primera mano representan un material empírico original, de gran valor y amplían el horizonte de cualquier trabajo histórico existente acercándonos al universo de los hechos contados por los propios protagonistas. Esto contribuye, indudablemente, en el terreno de la historia de la sociología, a dar precisión a las categorías históricas en juego. Los relatos orales contienen la compleja imbricación de lo político, social, económico, cultural, etc. e implican una secuencia que ordena lo vivido en la dimensión temporal y espacial en tanto narra lo acontecido en el seno de un conjunto de relaciones, de representaciones y de circunstancias que siguen la lógica propia de los procesos sociales. El autor del libro logra, con agudeza, extraer de la particularidad todo lo social que ella contiene considerando cada relato como expresión de la realidad total.

La primera parte del libro analiza el periodo de gobierno peronista (1946/1955) y los cambios producidos en la UBA a partir de la caída de Perón. En la etapa peronista la Universidad estuvo controlada por grupos católicos integristas y nacionalistas conservadores que anularon la autonomía universitaria, el gobierno tripartito y la participación estudiantil, contribuyendo a la despolitización de los agentes universitarios. Paralelamente, entre 1953 y hasta 1956, comenzó a consolidarse un grupo de intelectuales antiperonistas -expulsados de la Universidad- que desarrollaban su actividad en el Colegio Libre de Estudios Superiores. Este espacio, denominado "Universidad de las sombras" fue el ámbito en el cual se gestó el proyecto fundacional de la carrera de Sociología. En 1955 la Revolución Libertadora al mando de Lonardi derroca a Perón y se propone explícitamente "desperonizar" la Universidad. En busca de este objetivo se inicia una etapa de modernización y fortalecimiento de la autonomía universitaria donde los intelectuales antiperonistas encuentran un espacio de acción posible desde el cual pudieron concretar el proyecto fundacional de creación de la carrera de Sociología en 1957.

Las condiciones y los actores que hicieron posible la gestación e institucionalización de esta sociología académica fundacional son analizados en la segunda parte del libro. Los tres principales actores que intervinieron fueron: un actor institucional -la elite reformista dentro de la UBA-, un actor político -el movimiento estudiantil- y un actor individual -Gino Germani-. Respecto de este último, Noé advierte que fue el introductor del estructural funcionalismo norteamericano en el país (lo cual le valió después la acusación de representante de la penetración imperialista) lo que en aquel contexto significaba una actitud pionera y reformista que le exigió librar una colosal batalla contra el pensamiento dominante antipositivista y clerical.

La propuesta de Germani coincidía con el deseo renovador del Movimiento estudiantil y de la elite reformista quienes consideraban que la Universidad peronista había quedado aislada del desarrollo internacional. Contra ese arcaísmo de la década peronista había que oponer un proyecto académico moderno. La interrelación entre el tríptico docencia, investigación y vinculación de la Universidad con la sociedad fue la base de la nueva propuesta. Hasta 1961 la Sociología académica o científica se consolidó al tiempo que los intelectuales antiperonistas, con Germani a la cabeza, reivindicaban el paradigma positivista vinculándolo a la democracia, al liberalismo y a la modernidad mientras que el antiempirismo era rescatado desde grupos autoritarios, nacionalistas y conservadores, identificados con el pensamiento peronista.

En la última parte del libro Noé analiza las condiciones políticas y académicas que bloquearon el proyecto germaniano. A partir de 1961 y hasta 1966 debía cristalizarse una etapa de expansión de la actividad y elevación del nivel de enseñanza e investigación. Sin embargo, esta etapa no se cumplió debido a un resquebrajamiento de la alianza fundacional de la sociología provocada por causas internas y externas. Entre las primeras, la reorientación política del movimiento estudiantil que, influido por el contexto regional e internacional, adopta una postura antiimperialista y revaloriza al marxismo; esto lo aleja del pensamiento germaniano que pasó a ser considerado como representante del imperialismo norteamericano. Otra causa, fue la hiperpolitización del movimiento estudiantil lo cual agudizó la crítica al cientificismo y a la recepción de subsidios de fundaciones extranjeras (con los cuales Germani había financiado parte importante de su proyecto) que comenzaron a representar, en el imaginario estudiantil, los canales de penetración imperialista. La tercera causa interna es la derrota de la elite reformista fundadora de la Sociología en las elecciones a rector en 1962 donde gana el candidato del movimiento humanista. La causa externa que propició este cambio fue la Revolución Cubana que impactó fuertemente en la radicalización del Movimiento estudiantil y de los intelectuales universitarios provocando una ruptura con Germani y poniendo el foco del prestigio académico en un nuevo grupo de intelectuales cercanos a la izquierda. Entre las duras críticas a Germani y la ilusión de construir una alternativa diferente se produce el Golpe de Estado al mando de Onganía y con éste la intervención de la Universidad de Buenos Aires.

Sin embargo, para el autor del libro, la intervención no fue el motivo de la decadencia del Departamento de Sociología, sino el cruce de las mencionadas causas internas y externas cuyo punto de inflexión fue la crisis de 1962. Y avanza aún más planteando que esa "larga noche" iniciada en 1966 en la Sociología sigue vigente hasta la actualidad porque, por un lado, quienes se opusieron al proyecto germaniano no lograron concretar una alternativa diferente y, por otro lado, el Golpe de Estado de 1966 (a diferencia de los anteriores) comenzó un derrotero que tenía por fin destruir la Universidad Pública y crear Universidades Privadas con fines ideológicos.

La lectura de este libro contribuye ciertamente a la comprensión del proceso histórico de instalación de la Sociología en Argentina en vinculación con el contexto político-ideológico de la región. Aporta datos empíricos de valor e invita a reconocer la trayectoria del "héroe modernizador" Gino Germani desde una perspectiva diferente y más bien crítica de las duras disputas sesentistas. En una línea de análisis similar, Alejandro Blanco  (Blanco, A., 2004) presenta la figura del fundador de la "Sociología científica" como resultado de un contexto internacional que había cambiado las exigencias del campo académico produciendo un quiebre y agudizando un conflicto latente en el campo nacional. Este autor sostiene que la Sociología ya estaba institucionalizada bajo otra forma antes del establecimiento de la sociología científica, pero a mediados de los años 50 adoptó una fórmula diferente hacia la que Germani se mostraba extremadamente sensible. Los "sociólogos de cátedra" no habían respondido a las nuevas demandas de los organismos internacionales que pusieron el acento en investigaciones empíricas, de gran escala y predominantemente cuantitativas lo cual exigía nuevas destrezas y competencias intelectuales; asimismo, la sociología de cátedra permanecía ajena a las innovaciones provenientes de la sociología norteamericana que imprimía otra dirección y otro estilo a la disciplina. Pero el conflicto entre ambas orientaciones -sostiene Blanco- no reflejaba solamente una diferencia relativa al carácter disciplinario de la empresa sino también una diferencia de orden político e intelectual directamente vinculada con una posición adoptada frente al fenómeno peronista.

Hacia el final del libro, Noé introduce al lector en una problemática tan actual como relevante; a saber, "la caída progresiva del rol de la Universidad pública como productora de conocimiento y de profesionales y como espacio de consagración intelectual". Ineludiblemente, esto suscita una serie de preguntas que abren una discusión pendiente que la comunidad académica e intelectual del país debería darse: ¿Cuál es el modelo de universidad pública vigente? La formación de profesionales ¿está orientada hacia la mejora de la calidad de vida de la sociedad o se rige por una lógica de mercado por la cual se forman profesionales "a medida" de las exigencias empresariales?, ¿ha cedido la UBA (y las universidades públicas en general) su rol de institución central, pionera y reflexiva a las instituciones privadas, ajenas y alejadas de las necesidades sociales?, ¿cuáles son los nuevos espacios de consagración intelectual?, las universidades estatales, ¿podrán revertir el proceso de desprestigio por el que han atravesado en las últimas décadas? Corresponde a quienes están involucrados directamente en la estructura universitaria pública avanzar sobre esta problemática, reinterpretar los procesos históricos de constitución de la Universidad argentina y hacer una re-lectura de aquellos proyectos fundacionales que dieron origen y sustento a las instituciones actuales.

* La autora
Fabiana Bekerman es Profesora y Licenciada en Sociología por la Facultad de Ciencias Sociales de Universidad Nacional de San Juan. Actualmente es becaria doctoral de CONICET y está realizando el Doctorado con mención en Ciencias Sociales en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo, sobre el tema "El exilio como instancia de circulación de las ideas: el desarrollo de las teorías de la dependencia y el papel de los emigrados brasileños en Chile y México (1950-1979)".

Bibliografía

1. Blanco, Alejandro, (2004), "La sociología: una profesión en disputa", en: Intelectuales y expertos. La constitución del conocimiento social en Argentina, Buenos Aires, Paidós.        [ Links ]

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