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Estudios de filosofía práctica e historia de las ideas

versión On-line ISSN 1851-9490

Estud. filos. práct. hist. ideas vol.13 no.2 Mendoza ago./dic. 2011

 

COMENTARIOS DE LIBROS

 

Rubinelli, María Luisa. 2011. Los relatos populares andinos. Expresión de conflictos
Río Cuarto: Ediciones del ICALA. 391pp. ISBN 978-987-1318-16-2.

 

Leticia Katzer

Universidad Nacional de la Plata - CONICET

 

               

Rubinelli introduce su libro explicitando la convicción acerca de la centralidad y vitalidad del relato en la producción del mundo humano, y en particular del potencial simbólico de la narrativa popular. En tal sentido, y sobre la base de las relaciones entre texto, intertexto y contexto, la autora construye un  corpus con trescientos sesenta relatos de la región surandina del noroeste argentino en los que se propone explorar sentidos, enfatizando en la identificación de conflictos. El poner en diálogo estudios antropológicos con la propuesta teórica de Propp, la crítica hermenéutica y los aportes de la filosofía latinoamericana, permite a Rubinelli abordar críticamente las formas textuales de construcción de subjetividad y de ordenamiento del mundo ordinario, en un contexto socio-cultural específico, entendiendo a aquéllas como estructuras culturales que, en la actividad narrativa de los grupos, actualizan de manera dinámica figuras identitarias históricas. Interpretados con tal sentido, los relatos confieren continuidad y legitimidad al orden normativo que institucionalizan como así también condensan de manera creativa y recreada, expectativas y limitaciones de transformación de lo instituido. Así, además de llamar la atención sobre la función organizadora que desempeñan las transgresiones a las normas y "fechorías" en  los relatos, la autora identifica como variantes estructurales, figuras poéticas que expresan resistencia, tales como "peones vueltos héroes" o "estancieros que mueren".

La obra se encuentra estructurada en tres partes. En la primera parte, se realiza un examen intratextual, mediante la elaboración de tablas secuenciales y el análisis estructural de los relatos a la luz de la metodología propperiana, incluyendo los personajes, su participación en secuencias narrativas, su función; y observaciones que destacan componentes relevantes al análisis hermenéutico. Dentro de estos componentes, se resalta la presencia de la figura del héroe, del agresor y de la "fechoría" o "daño", registrándose asimismo una variación oposicional de sus funciones, que manifiesta la dialéctica equilibrio/desequilibrio. Con ello se muestra cómo los relatos representan dinámicas: la fechoría remite y condensa simbólicamente la conflictividad inherente a la presencia de modos alternos de actuar y vivir. Mediante distintos dispositivos retóricos, las narrativas expresan relaciones conflictivas entre "diversos" y un escenario de recursos variados que ponen en circulación los sujetos para reestablecer el orden social y su marco normativo.

En la segunda parte del libro, la autora se centra en el análisis intertextual y contextual, interpretando el texto como expresión del contexto. Apoyándose en teorías semióticas y en estudios sobre folklore, Rubinelli se aboca al análisis de los contextos de producción de los textos a partir de la identificación de indicios retóricos.

Expone simultáneamente la pluralidad de formas en que los relatos aparecen según la caracterización que les confieren los narradores: historia, cuento, leyenda, creencia, anécdota personal, hecho real, haciendo hincapié en el hecho de que en todos ellos los recursos retóricos actúan como canales de afirmación identitaria. El fuerte contenido autobiográfico de los relatos sumado a la inclusión de nombres de miembros de la comunidad narrante/actante, señala, según la autora, una fuerte anexión de aspectos contextuales de la realidad cotidiana a la construcción narrativa, lo cual refuerza la validez de las creencias grupales, legitima el universo de referencia local.

Como describe la autora, las narrativas dan cuenta, actualizan y recrean tanto formas de organización socioeconómica como normativas y hábitos regionales. Los distintos contextos sociales situacionales se hallan atravesados por redes intertextuales que son las que expresan los órdenes culturales en su devenir histórico. Así, los relatos son abordados tanto en su dimensión sincrónica como diacrónica, reconociendo en ellos su carácter complejo y dinámico. Al incorporar figuras del contexto socio-cultural sobre el cual se producen, las narrativas retoman y reelaboran parte del legado tradicional transformándolo y reforzando simultáneamente su vigencia en el tiempo como marco interpretativo del mundo social, textual y contextual.

Estas reflexiones arriban a la tercera y última parte del libro, la cual presenta un marco analítico hermenéutico de texto y contexto, articulando reflexiones de Ricoeur, Haberlas y Roig. Desde este marco, Rubinelli interpreta las narrativas populares como instrumentos culturales que actualizan y reafirman los universos normativos locales, dado que refieren a las normas sociales y a la penalización de sus transgresiones. Desde el mensaje de los textos analizados son identificados referencias a la cotidianeidad. Las transgresiones a las normas por las que se condena a los personajes remiten a problemas sociales, tales como robo de elementos de trabajo, de tierras y posesiones, acumulación de riquezas, adulterio, incesto, aborto. Lo monstruoso que denota tales transgresiones y problemáticas, es colocado no por fuera del orden lo humano sino como constitutivo de él, reconociendo en esta potencialidad monstruosa, destructiva, transgresora, el motor del dinamismo de la vida, y la dialéctica vida-muerte.

La autora interpreta que en los relatos explorados las transgresiones a las normas, los tabúes son los que provocan las enfermedades, y que su forma de curación, altamente ritualizada, supera los límites del individuo para abarcar al conjunto de las relaciones socio-comunitarias, implicando respuestas orientadas a restaurar el orden social, desestabilizado por la transgresión. Así, entiende que los relatos presentan una fina conexión con la realidad socioeconómica local, lo cual indica la necesaria conexión entre la textualidad y el contexto social. Los gualichos o daños representan en los textos, acciones que traducen pleitos entre familias (conflictos por sus ganados, chacras y otros bienes, disputas por relaciones amorosas). Estos gualichos como las enfermedades refieren a problemáticas socioeconómicas.

Asimismo, la definición de "bruja" como un "ser maléfico" asociado al "demonio" resulta ser una concepción narrativa  operativa respecto a la penalización de las ideas religiosas indígenas referidas a la construcción de relaciones no basadas en el matrimonio, respecto a la sujeción de los indios a las reducciones como así también a la legitimación de la explotación de las mujeres.

Ahora bien, como toda forma de gobierno y control, la textualidad expresa y articula también formas de contrapoder. Así, son reconocidos en los relatos, testimonios de prácticas de resistencia, de resignificación  y recreación de representaciones, que condensan de manera articulada figuras  culturales andinas y españolas.

De este modo, el análisis de las articulaciones entre textualidad y contexto se ve enriquecido a partir de la construcción de una matriz de reflexión constituida por asociaciones conceptuales entre categorías de Ricoeur, Habermas y aportes de la filosofía latinoamericana. Esta matriz de pensamiento posibilita vincular analíticamente la actividad narrativa con los procesos de construcción identitaria. Las identidades colectivas se configuran en el proceso de conferir sentido a los acontecimientos estructurándolos desde marcos culturales propios. Es decir, la experiencia humana se transforma en un acontecimiento sólo cuando es interpretatada y simbolizada, constituyéndose  de esta forma en una experiencia relevante y significativa dentro de un marco de pensamiento y una comunidad específica.

Las narrativas son construidas a partir de universos de sentidos compartidos a los cuales, lejos de reproducir pasivamente, refuerzan y proveen continuidad pero de manera actualizada, reconfigurada, en el marco de un proceso activamente creativo. Tales universos, contienen valoraciones sobre lo que se entiende por norma y transgresión, como así también valoraciones críticas y posibilidades y expectativas de transformación. Los órdenes normativos se afirman en formas narrativas actualizadas y en las prácticas cotidianas, las que a su vez se hallan sustentadas en una fundamentación moral que se materializa en la dialéctica obligación-don.

Así entendidos, estos universos discursivos son los que enmarcan los procesos identitarios. Los relatos andinos como todo relato, son textos resultantes de actos de interpretación tendientes a definir y reforzar sentidos de pertenencia y fronteras sociales entre colectividades como a otorgar continuidad y coherencia en el proceso de reconstrucción de sí. En tanto dispositivos de configuración de diferencias, son indisociables  por tanto de la dimensión del poder, del conflicto. Así las narrativas populares andinas son leídas como expresión viva y recreada de conflictos vigentes.

Con todo, la autora demuestra que la producción, realización y reafirmación de sujetos culturales en contextos de relaciones de poder, implican procesos de selección de símbolos y valores, en el marco de una actividad narrativa dinámica que produce recreaciones y transformaciones de significados, y por tanto disputas conflictivas de sentidos. La autora advierte que imágenes y significantes diversos recabados en los relatos andinos  expresan concepciones éticas y morales divergentes al interior de la comunidad local, como así también divergentes y desafiantes respecto a la episteme occidental, y en cuyo seno se inscriben los procesos de reconocimiento y autoafirmación del sujeto social latinoamericano.

En tanto implican procesos de clasificación y organización de la vida social como así también de construcción de identidades colectivas, las narrativas son actos de poder; se definen como parte constitutiva del proceso social de diferenciación, exclusión, incorporación y gobierno en términos de su legitimación simbólica. El texto es un soporte y lugar donde se llevan a cabo las estrategias de control de la sociedad, donde se manifiesta la historicidad; relato y poder son categorías indisociables.

La intensa producción de sentidos de pertenencia social sobre la base de orientaciones culturales registrada en las últimas décadas en territorio latinoamericano, ha conducido necesariamente a una creciente preocupación académica en el análisis de las narrativas sobre la otredad y que coloca en intersección, categorías  y reflexiones de la antropología social y la filosofía. La literatura de la crítica poscolonial con la cual la autora dialoga, viene siendo gradualmente apropiada en los estudios etnográficos.

Al conjugar el análisis hermenéutico y semiótico en el abordaje de las representaciones que los actores sociales de la región andina construyen sobre sí mismos y sobre los otros con quienes se articulan, y reconocer la potencialidad crítica de tal conjunción en la interpretación de los diferentes sujetos culturales, la propuesta analítica de Rubinelli viene a estimular y enriquecer la discusión sobre la importancia de adoptar metodologías múltiples en el pensamiento sobre el mundo de lo humano; un mundo cada vez más heterogéneo y complejo.

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