SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 issue12La política después de los partidosMetodología de las ciencias sociales author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

  • Have no cited articlesCited by SciELO

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Postdata

On-line version ISSN 1851-9601

Postdata  no.12 Ciudad Autónoma de Buenos Aires Aug. 2007

 

RESEÑAS

La tentación populista: una vía de acceso al poder en América Latina. Flavia Freidenberg, Editorial Síntesis, Madrid, 2007, 287 páginas.

Margarita Batlle

El presente trabajo trae al fenómeno del populismo nuevamente al centro de la discusión al destacar la relevancia y pertinencia de su estudio a la hora de intentar comprender de manera acabada la realidad política de América Latina.
El populismo en la región ha sido estudiado a partir de diversos enfoques, buscando responder a dos tipos de preguntas: cuáles son las razones que dan origen a éste fenómeno y cuál es la naturaleza que define al populismo de otros fenómenos políticos. En relación a la primera de esas preguntas, se sostiene que el populismo surge como resultado de la modernización de las sociedades, efecto de la transición entre lo tradicional y lo moderno. Por otro lado, y como respuesta al enfoque de la modernización, los teóricos sostienen que el populismo se origina como consecuencia de las relaciones de dependencia entre centro y periferia, asociándolo con la constitución de una alianza interclasista donde se encuentran sectores populares, clases medias y burguesía contrapuestos a la oligarquía. Una tercera aproximación a esta cuestión plantea que el populismo surge como resultado de la crisis de instituciones de la democracia representativa, especialmente de los partidos políticos. En relación a la segunda pregunta -qué es el populismo- se lo ha tratado como a un discurso ideológico; una forma social de intervención del Estado; un tipo específico
de políticas monetarias y de gasto público; un tipo de estrategia política o la manifestación de una cultura política determinada que supone una forma de representación política específica.
El libro logra, en ese sentido, insertarse en la discusión más contemporánea sobre el populismo en América Latina, pasando revista al debate sobre este tema a la vez que analiza diferentes casos de la realidad regional a la luz de la teoría y en perspectiva comparada. La autora define al populismo desde una visión neoinistitucionalista como un estilo de liderazgo, que se caracteriza por la relación directa, personalista y paternalista entre líder-seguidor.
El vínculo entre líder y seguidor puede basarse tanto en una fuerte identificación emotiva como ser un resultado de las evaluaciones que los seguidores realizan y hacen que lo elijan como la mejor opción de representación política y de sus intereses. Sus valores, expectativas y discursos son tan relevantes como la creencia en la superioridad de ese líder, lo que convierte al análisis en deudor de la perspectiva de la elección racional, ya que la manera en que los seguidores perciban al líder y a la relación que mantienen con él, en términos de maximización de sus beneficios, resulta clave para comprender las razones que los motivan a brindarle apoyo. Este modo de interrelación entre líder y seguidores se caracteriza fundamentalmente por tener lugar en un contexto de marginación y pobreza.
Esta obra se estructura en veintiún capítulos distribuidos en cinco partes seguidas de una reflexión final. En la
primera, la autora realiza un esfuerzo teórico con el objetivo de conceptualizar el fenómeno del populismo a la vez que destaca los obstáculos que dificultan dicha tarea. En las partes siguientes, se propone una clasificación temporal según la cual se estructurará el resto de la obra y clasifica a diversos liderazgos latinoamericanos en tres grupos: los viejos populistas (México, Brasil, Argentina, Ecuador, Panamá, Chile, Perú, Colombia y Uruguay), los nuevos neoliberales (Menem en Argentina, Fujimori en Perú, Collor de Mello en Brasil y Bucaram en Ecuador así como las experiencias de Palenque y Fernández en Bolivia) y los contemporáneos, que son los que obligan a un análisis actual del fenómeno con el que se vuelve patente la vigencia del populismo en América Latina y se evidencia la pertinencia de su estudio. Los casos analizados demuestran que la manera de hacer política en la región se sigue dando a través de un vínculo estrecho entre líderes y pueblo, con un discurso personalista que busca incorporar a sectores excluidos, generando una nueva forma de representación populista. En ese sentido se estudian las experiencias de Chávez en Venezuela, Morales en Bolivia y, finalmente, los casos de Noboa y Correa en Ecuador.
Finalmente, el interés de la autora es mostrar cómo algunos liderazgos que suelen ser presentados como idénticos en realidad se comportan de manera diferenciada con respecto, por ejemplo, a la relación líder-seguidor, en el tipo de movilización empleado o al contenido de las políticas implementadas. Liderazgos como el de Morales y el de Chávez pre
sentan más diferencias que semejanzas y la autora puntualiza en las mismas y sus consecuencias para la democracia.
Una cuestión debe ser destacada y es la relevancia del análisis de la compleja relación entre populismo y democracia. Cabe enfatizar que no existe consenso en la disciplina a la hora de determinar de qué tipo es esta relación (264) y esto vuelve aún más interesante su estudio. Las visiones respecto a este tema suelen ser contrapuestas. Por un lado, hay quienes observan en el populismo un obstáculo para el desarrollo y la consolidación democrática y, por el otro, quienes lo ven como un elemento más que puede convivir con la democracia y que no reviste nocividad alguna en tanto permite la incorporación de sectores excluidos. Al respecto, Freidenberg toma posición y destaca aportes positivos y negativos del populismo para la democracia y sostiene que éste ha sido una fuerza fundamental en la democratización de América Latina y en la incorporación simbólica y efectiva de sectores que se encontraban excluidos tanto política como económicamente. De todas maneras, la autora destaca el elemento decisionista característico de los populismos y que permite la configuración de democracias delegativas en términos de O'Donnell (273) en detrimento de las representativas.
La obra concluye con una discusión sobre lo que puede suceder una vez que el líder populista deja el poder. Así, entra en juego la variable de la consolidación democrática como determinante de los resultados que los gobiernos populistas produzcan sobre
el sistema político. En democracias institucionalizadas se logrará procesar el populismo y absorber las demandas de los sectores representados por el mismo. En cambio, en las democracias débilmente institucionalizadas parece más difícil que el sistema logre sobrevivir al populismo (277).
El libro da cuenta de que el debate sobre el populismo continúa vigente y cumple en establecer un diálogo entre teoría y realidad presentándole al lector una visión completa sobre la evolución y la vigencia del populismo en América Latina. En este sentido, La tentación populista constituye un valioso aporte al estudio de los sistemas políticos de la región así como una herramienta de aproximación a los acontecimientos más recientes de la política latinoamericana cuya lectura permite reflexionar, de manera comparada y a través de casos concretos.

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License