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Runa

versão On-line ISSN 1851-9628

Runa vol.36 no.1 Ciudad Autónoma de Buenos Aires jul. 2015

 

ARTÍCULOS

La Marcha, la Misa y las Aguas Danzantes: memorias heterogéneas en tiempos y espacios concentrados

Eliana Lacombe *

 

* Licenciada en Comunicación Social. Becaria Conicet - Instituto de Antropología de Córdoba. Doctorado en Ciencias Antropológicas (UNC). Prof. Asistente de Antropología de la Política y Metodología de la investigación antropológica en la Licenciatura en Antropología (UNC). Correo electrónico: elilacombe@yahoo.com.

Fecha de recepción: noviembre de 2014. Fecha de aceptación: mayo de 2015.

 

Resumen

Este artículo presenta un análisis etnográfico de la "Marcha del 24 de marzo" realizada en el año 2013 en la ciudad de Córdoba, en un nuevo aniversario del último golpe de Estado en Argentina. Aquella Marcha coincidió con la proclamación del cardenal Bergoglio como Papa y con la fiesta católica de "domingo de ramos"; generando una confluencia particular de conmemoraciones y tensiones. Propongo algunos aportes a las reflexiones teóricas sobre los modos de construcción y circulación de memorias colectivas. Particularmente, presento algunas tensiones entre construcción de memorias, rituales, espacialidades y temporalidades. Intento mostrar cómo la marcha es un ritual que expresa y construye una determinada comunidad política, con sus homogeneidades y heterogeneidades, acuerdos y disputas. Pero además, intento promover una reflexión sobre los "afuera" de la marcha, las tensiones e indiferencias entre distintas comunidades de memorias que confluyen sin aparente solución de continuidad en espacios y tiempos concentrados.

Palabras clave: Memorias Colectivas; Comunidades Políticas; Rituales Conmemorativos; Temporalidades; Espacialidades

The March, the Mass and Dancing Waters: Heterogenic memories in concentrates time and spaces

Abstract

In this paper, I present an ethnographic analysis about the protest-march for "March 24" on Córdoba city in 2013, on a new anniversary of last Estate strike in Argentina. That march coincided with the proclamation of Cardinal Bergoglio as Pope and with the Catholic feast of Palm Sunday. Which generated a particular confluence of celebrations and tensions. I propose some contributions to theoretical reflections about same ways of construction and circulation of collective memories link to recent past in Argentina. In particular, I account for some tension between rituals, spatiality, temporalities and memories making. I try to show how the march is a ritual that expresses and constructs a particular political community, with its homogeneity and heterogeneity, agreements and disputes. Furthermore, I try to argue about same "outside" of the march, tensions and indifference between different memories communities that converge on concentrates space and time without apparent continuity.

Key words: Collective Memories; Political Community; Commemorative Ritual; Temporality; Spatiality

A Marcha, a Massa, as Águas Dançantes: Memórias heterogêneas em tempos e espaços concentrados

Resumo

Este trabalho apresenta uma análise etnográfica da Marcha em "24 de março" de 2013, na cidade de Córdoba, na ocasião de um novo aniversário do último golpe de Estado na Argentina. Essa Marcha coincidiu com o anúncio do cardeal Bergoglio como Papa e a festa católica do Domingo de Ramos; gerando uma confluência particular de celebrações e tensões. Proponho algumas contribuições para reflexões teóricas sobre as formas de construção e circulação de memórias coletivas do passado recente na Argentina. Em particular, eu apresento aqui alguma tensão entre construção da memórias, rituais, espacialidades e temporalidades. Eu tento mostrar como a marcha é uma ritual que expressa e constrói uma comunidade política particular, com a sua homogeneidade e heterogeneidade, acordos e disputas. Mas também tentar promover a reflexão sobre o "fora" da marcha, as tensões e indiferenças entre diferentes comunidades de memórias que confluem sem solução aparente da continuidade no espaço e tempo concentrados.

Palavras-chave: Memória Coletiva; Comunidades Políticas; Rituais Comemorativos; Temporalidades; Espacialidades

 

 

En el año 2013 la organización y realización de la marcha del 24 de Marzo1 coincidió con la efervescencia social generada en nuestro país por la consagración del cardenal primado de Argentina, Jorge Mario Bergoglio, como Papa.2 Ese acontecimiento suscitó la inmediata reacción de algunos grupos e intelectuales de izquierda, quienes denunciaron públicamente la complicidad de Bergoglio con la dictadura militar.3 En este contexto, la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos4 de Córdoba convocó a la marcha con la consigna: "Contra el Golpe cívico-militar y eclesiástico". Aunque habitualmente durante la marcha se condena la complicidad de la Iglesia católica con el golpe militar -a través de pintadas en las paredes de iglesias y en el discurso principal- era la primera vez que se agregaba el adjetivo "eclesiástico" a la convocatoria pública en afiches callejeros y mensajes en medios de comunicación de radio y televisión.

Aunque en los últimos diez años he asistido a la marcha del 24 de Marzo como adherente y militante social, esta convocatoria me alentó a participar como observadora; ya que desde el año 2010 desarrollo un trabajo de investigación antropológica en relación a las memorias sociales sobre Iglesia y Dictadura.5

La marcha del 24 de Marzo es una ceremonia de conmemoración en la que se intersectan diversas representaciones sobre el pasado, se concretan luchas por la memoria y se inscriben, demarcan y viven temporalidades y espacialidades particulares.6 Un universo complejo al que intento aproximarme desde una perspectiva etnográfica como un "acontecimiento vivido". Mi objetivo es aportar una "descripción densa" (Geertz, 2001) de ese acontecimiento. Por una parte, a partir del registro de campo, reflexiono sobre algunos aspectos metodológicos implicados en una observación participante de estas características y delineo algunos ejes analíticos en torno a las dimensiones estructurales, semióticas y políticas dela marcha. Esta es una primera aproximación analítica que no pretende ser exhaustiva sino aportar un ensayo de articulación etnográfica entre observación participante, escritura y reflexividad (Guber, 2001, 2004). Un ejercicio orientado a la apertura de interrogantes y ejes problemáticos que puedan dialogar con algunos aportes conceptuales ofrecidos por las teorías antropológicas del ritual y los estudios sociales sobre memorias colectivas.

Desde la sociología, algunos autores han abordado este tipo de celebraciones como ceremonias civiles, propias de las sociedades modernas. En general, han enfatizado su función cohesionadora y conservadora orientada a consolidar la legitimidad de un determinado orden político (Hobsbawm, 1983; Anderson, 1993; Gentile, 2007; entre otros), capaces de estabilizar e inscribir una memoria colectiva nacional (Nora, 2009). En tanto que, desde la perspectiva antropológica de estudios del ritual, algunos autores han destacado el modo en que el mito o el ritual podían dar cuenta del cambio social (Leach, 1976; Turner, 1990) o incluso operar disruptivamente en el orden social (Geertz, 2001). Así, estos autores han observado el potencial transformador de las acciones rituales a partir del estudio en sociedades tradicionales. En tal sentido, Paul Connerton (1993) ha planteado que las ceremonias conmemorativas comparten dos características con otros rituales: su formalismo y la performatividad. Es decir, su tendencia normativa y su potencial creativo. La performatividad refiere a la capacidad a la vez expresiva y pragmática del ritual, una acción simbólica que "dice" y "hace" algo.7

Desde Latinoamérica, Mariza Peirano (2002, 2006), ha alentado la utilización de los aportes de la teoría antropológica clásica sobre el ritual para analizar eventos contemporáneos, superando las separaciones entre sociedades tradicionales y modernas y las dicotomías entre sagrado y profano. Esta autora, siguiendo a Tambiah (1996), sostiene que no debe definirse al ritual en términos absolutos sino en relación a aquello que los nativos identifican como tal. Algunas características estables son: a) un orden que los estructura, b) un sentido de relación colectiva y un propósito definido, c) una percepción de que son diferentes a los actos cotidianos, d) el ritual encarna una cosmología (Peirano, 2002: 26).

Observar y analizar las ceremonias civiles como rituales, permite comprenderlas como producciones culturales heterogéneas (Días Arias, 2007) en las que se combinan fuerzas estructurales normativas tendientes a la estabilización y reproducción de ciertas cosmovisiones y a la consolidación de jerarquías y órdenes sociales; pero también, como espacios y tiempos en los que intervienen actores diversos y los sentidos son arriesgados y disputados. Esto implica que cada puesta en escena ritual es un acontecimiento que no está completamente determinado por las estructuras sociales, dónde también pueden producirse transformaciones e innovaciones.

Connerton (1993) es uno de los referentes teóricos que ha insistido en la importancia del estudio de los rituales de conmemoración como forma privilegiada de construcción, trasmisión e incorporación de memorias sociales. Este autor considera que, más que a través de memorias narrativas o cognitivas, "as imagens do passado e o conhecimento recordado do passado são transmitidos e conservados por preformances (mais o menos) rituais" (Connerton, 1993: 48). Lo que diferencia a las ceremonias conmemorativas de otros rituales es que refieren explícitamente a personas o acontecimientos prototípicos que se considera tienen una existencia histórica o mítica. Su característica propia es la re-escenificación ritual que representa y reactualiza simbólicamente esos prototipos (Connerton, 1993). Para este autor, la repetición formal del ritual genera un vínculo con el pasado en el presente. El tiempo de los ritos conmemorativos crea un tiempo cualitativamente idéntico o semejante que por su propia naturaleza es indefinidamente repetible. Considera que, en las sociedades modernas, las ceremonias conmemorativas rituales rescatan un tiempo sagrado (cualitativamente repetible), frente al dominio de un tiempo profano (cuantitativamente igual). Para Connerton (1993), los ritos modernamente inventados, manifiestan un deseo de comunidad en una sociedad fragmentada y dominada por la temporalidad del mercado.

La marcha del 24 de Marzo es un ritual de conmemoración; una acción colectiva que se organiza, ejecuta y expresa siguiendo patrones conductuales convencionales con el objetivo de producir un mensaje en acto. La marcha es, en este sentido, una escenificación ritual dónde participan diferentes actores/públicos y se producen múltiples acciones simbólicas y mensajes, en un tiempo y a lo largo de un espacio ‒más o menos‒ determinado de la ciudad.8 En tal sentido, la marcha articula complejas dimensiones estructurales, dinámicas y dramáticas (expresivas, escénicas, afectivas, cognitivas, volitivas, meta-comunicativas) que intentaré describir.

¿Qué relaciones se establecen entre el acontecimiento que "conmemora" lamarcha y los sentidos y emociones expresadas en la celebración? ¿Cómo interpretamos y/o incorporamos esos sentidos como observadores participantes? ¿Qué complejidades estructurales y situacionales pueden intervenir en esas elaboraciones subjetivas? ¿Cómo se crea el tiempo y espacio ritual de lamarcha? ¿Qué memorias se construyen en ese ritual? ¿Qué es lo que el ritual "dice" que hace y qué es lo que "hace"? ¿Cómo convive o se tensiona el tiempo y espacio ritual con otras temporalidades, espacialidades y comunidades de memoria de la ciudad? Son algunos de los ejes problematizados en este trabajo.

 

Diario de campo: 24 de marzo de 2013 en Córdoba

Es domingo, estamos en Despeñaderos festejando el cumpleaños número 85 del abuelo de mi compañero. Subimos al auto. Son las 17 hs. "Quiero ir a la marcha", le digo. Aceleramos el retorno a casa. Ahí se quedan mi compañero e hijo mayor. Yo continúo con Sol, mi beba de tres meses, hacia Córdoba. Estoy entrando a la ciudad. Embotellamiento en Villa El Libertador: gran cantidad de gente regresa de las sierras. Llego al centro de la ciudad, en Obispo Trejo e Hipólito Yrigoyen veo el vallado y el escenario que está montado casi en frente del Museo de Antropología. Estaciono en las inmediaciones. Bajo caminando con Sol en brazos por Obispo Trejo hacia Yrigoyen a contramano de lamarcha. Ahora veo que el edificio del Arzobispado está vallado y con guardia policial. Es la primera vez que observo ese despliegue en torno al Palacio Arzobispal en el marco de una marcha del 24 de Marzo.9 A menos de una cuadra de allí, subiendo por Yrigoyen, está montado el escenario donde arribará la Marcha. El escenario, que está elevado a más de un metro y medio de altura y ocupa casi todo el ancho de la avenida, también está vallado y se destaca en el fondo una pantalla gigante en dónde se proyecta la imagen de una bandera argentina flameando. Al comienzo de ese vallado, cuelga un pasacalles verde y blanco con la inscripción: Kolina,10 en verde está representada la imagen de la Ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, y en blanco y negro la de la Presidenta Cristina Fernández. Camino en dirección opuesta al escenario, hacia el shopping "Patio Olmos", en busca de la marcha. Desde el frente del Arzobispado hasta Patio Olmos cuento más de quince puestos de choripán. Veo sobre la vereda de la derecha, a mitad de cuadra, unos rectángulos blancos colgados de una soga. Supongo que son fotografías de desaparecidos, pero cuando me acerco descubro que son pañuelos blancos bordados a mano con nombres. Hay una tela blanca de un metro por ochenta centímetros, bordada en letras azules que explica el sentido de la intervención. Al final firman: "Bordando por la paz". Converso con una mujer de unos cuarenta y cinco años que está allí y forma parte del colectivo de artistas que organiza esa intervención. Me cuenta que desde febrero han estado bordando los pañuelos en la plaza de "La Intendencia" de Córdoba y en una plaza de Unquillo. Que se inspiraron en una experiencia mexicana y solicitaron a las Abuelas de Plaza de Mayo -en adelante Abuelas- el nombre de los padres de los cuatrocientos niños desaparecidos que faltan recuperar. Me dice que están en facebook. (…) De fondo se escucha el sonido de los bombos de una murga y de los altoparlantes que encabeza la marcha. Hay un grupo de manifestantes frente al shopping. Son alrededor de doscientas personas, encabezadas por un grupo colorido, algunos vestidos como murguistas, otros llevan la bandera multicolor que identifica a las agrupaciones de lesbianas, gays y transexuales. Una activista arenga por el micrófono. Al acercarme veo que empiezan a avanzar y escucho que por el altavoz dicen: "Marchemos compañeros que ya está muy cerca la marcha oficialista". A la retaguardia de esta columna están las banderas de Montoneros, Barrios de Pie, Federación de Organizaciones de Base (FOB), banderas rojas y negras del Partido Obrero.11 Los pocos manifestantes que integran esta columna comienzan a avanzar por Vélez Sarsfield alejándose de la marcha principal en un sentido diferente al escenario.

El frente de la columna principal se encuentra a menos de una cuadra, casi ante el Teatro Libertador. Encabezando la marcha principal se destacan las Abuelas y Familiares de detenidos-desaparecidos por razones políticas -en adelante Familiares-, que pueden identificarse por sus pañuelos blancos atados a la cabeza; caminan junto a otras personas adultas, hombres y mujeres, que portan colectivamente una enorme bandera negra que en letras rojas dice: "30.000 FLORES ROJAS RENACEN EN LA LUCHA".12 Llevan flores rojas de papel y globos de color naranja.13 Hacia atrás, en lo alto, pueden verse las banderas de Familiares, Abuelas, H.I.J.O.S.14 y Ex presos políticos. Luego una masiva columna de personas que portan estandartes con fotos en blanco y negro, la mayoría son retratos impresos en un tamaño de hoja A4 y sostenidos en lo alto por una caña. Son fotos de personas desaparecidas durante la última dictadura. Se destaca entre ellas una especie de foto mural de aproximadamente un metro por ochenta centímetros con la fotografía de cuerpo completo de dos jóvenes mujeres, están posando sonrientes y llevan vestidos de fiesta. El estandarte es portado por un hombre de unos cincuenta años. Es un retrato de las mellizas Waquin, desaparecidas en Córdoba en 1976. Sus nombres aparecen en la parte inferior del mural. Al reverso de ese estandarte está pegada una lámina con una imagen de Cristo crucificado15 y en el extremo superior pende un ramito de olivo. Al verlo recuerdo: Hoy es domingo de ramos.

Desde la vereda veo avanzar la columna de H.I.J.O.S. Portan una gran bandera sostenida con cañas de fondo blanco y letras negras con la sigla de la agrupación. La gran mayoría son jóvenes de alrededor de treinta años. Muchos visten remeras negras con consignas y el isotipo de H.I.J.O.S. Entre ese grupo comienzo a encontrar a los conocidos. Atrás marcha la columna de los estudiantes secundarios de las escuelas Manuel Belgrano, Monserrat y Carbó. Son los más festivos, cantan, saltan y corren. "Vení Menéndez, vení, mirá: los subversivos cada día somos más", corea la multitud. Hacia atrás están las columnas de los centros de estudiantes universitarios y más allá las organizaciones barriales y políticas. Estoy frente al Patio Olmos y no puedo ver dónde concluyen las columnas de marchantes, son seis cuadras hasta la Av. Colón colmadas de personas.16 (…) Al pasar frente al shopping, desde la camioneta que lleva el propalador mediante el cual un animador va arengando a la multitud, dice: "Y aquí el Patio Olmos que fue una escuela vendida por Angelóz17 y hoy es un símbolo del neoliberalismo…" Veo que un grupo de jóvenes pegan sobre uno de los muros de ese shopping folletos con las imágenes de Facundo Alegre, con el epígrafe: "Desaparecido el 25/2/2012, ¿Dónde está?". También hay folletos con las imágenes de otros jóvenes desaparecidos o asesinados presuntamente por la policía en los últimos años. Incluyen a Heraldo Slava, un dirigente villero que resistió la reubicación de su barrio, Villa la Maternidad, durante la segunda gestión de gobierno de José Manuel De la Sota18 y murió el último año por causas naturales.

Avanzo entre los manifestantes hasta las proximidades del escenario. Allí me encuentro con mi amiga y ex-compañera de la universidad Graciela, su compañero Marcelo y su beba. Conversamos y nos sacamos fotos, porque es la primera marcha de las dos pequeñas. Ellos retornan hacia el Archivo Provincial de la Memoria que está abierto con muestras y actividades especiales. Nos despedimos y yo avanzo hacia el final de la marcha. En medio de la calle, ya más despejada, frente a la Plaza Vélez Sársfield, una murga continúa tocando y bailando. Veo que esta vez el edificio del arzobispado no fue pintado con grafitis. Me meto entre la gente para acercarme al escenario. Mi beba duerme sobre mi pecho colgando en su mochilita. Están leyendo las adhesiones de gremios, sindicatos y grupos. Busco un lugar a un costado, en el palier de un edificio. El coro de los ex presos políticos de Córdoba comienza a cantar sobre el escenario el himno nacional. Manuel -un ex compañero del Archivo-19 empuña la guitarra. A medida que va creciendo el fervor: "¡¡¡Oooo juremos con gloria morir!!!", algunos de los que cantan elevan un brazo con el puño cerrado, entonces otros alzan el brazo con los dedos en "V". Algunos alzan ambos brazos, uno con el puño cerrado y el otro con los dedos en "V". 20 Cuando terminan de cantar, un referente de la organización H.I.J.O.S. empieza a leer el discurso: "La dictadura que tuvo su antesala en Córdoba en 1974 con el Navarrazo... fruto de los intereses de los grupos terratenientes representados en la Sociedad Rural y en la Unión Industrial Argentina (UIA), financiado por Estados Unidos y apoyado por las cúpulas eclesiásticas… para impedir el avance de la liberación en Latinoamérica…".

El volumen está tan alto que decido buscar un lugar mejor para mi bebé. Camino hacia atrás del escenario, allí me encuentro con Lala, un amigo de la fundación La Luciérnaga.21 (…)[Abrazos emocionados y nos ponemos al día sobre nuestras vidas] La nena empieza a llorar, tengo que amamantarla. Me voy por detrás del escenario y retomo por la otra vereda (izquierda) nuevamente en dirección al Patio Olmos, veo que dentro de un restaurante importante hay gente comiendo. Es imposible avanzar por la vereda, la gente está apiñada, es un embotellamiento humano. Sol llora. Me desespero y logro salir de la aglomeración más densa. Logro llegar a la entrada del estacionamiento de un edificio, me siento en el cordón de una veredita y la alimento. Desde ahí veo que en la pantalla del escenario están proyectando fotos de marchas anteriores y de los juicios. Ya pasó el tradicional cierre del discurso en el que el orador proclama: "¡30 mil compañeros desaparecidos!" -"¡Presente!", responde la multitud. El orador dice: "¡Ahora!" y la multitud responde: "¡Y siempre!", repitiendo tres veces ese contrapunto. La mayoría levanta en ese momento los puños o las fotos. Luego hablan desde el escenario, integrantes de la Asamblea de Malvinas Argentinas en contra de la instalación en esa localidad de una planta de la empresa Monsanto. Sol come y se calma. Luego habla en el escenario la madre de Facundo Alegre, un joven desaparecido hace 14 meses, en cuyo caso estaría involucrada la policía de Córdoba. (…)

Hace rato que anocheció, calculo que serán más de las 22 hs. Decido volver a casa. Intento salir de la concentración caminando hacia Obispo Trejo y doblando a la derecha. A mis espaldas explotan bombas de estruendo. Siguen los vendedores de choripán. Camino hasta la esquina y doblo por la calle Rondeau. El paisaje cambia abruptamente, la calle está desierta, el bullicio de la marcha se siente lejano. Rodeo la manzana subiendo por la calle Buenos Aires y llego al Buen Pastor, ese paseo público que es plaza, centro cultural y comercial e inauguró el gobernador José Manuel de la Sota en 2007 en el edifico restaurado de la ex cárcel de mujeres del mismo nombre. Allí, a tan sólo media cuadra del escenario encuentro otra postal. Hay unas doscientas cincuenta personas presenciando el show de las aguas danzantes.22 El sonido que llega desde el escenario de la Marcha se escucha difuso, aquí se impone la música de la fuente cuyas aguas coloridas suben y bajan al ritmo de un cuarteto. Me acerco a la fuente, miro el público. La mayoría son muy jóvenes, quizás estudiantes secundarios o de los primeros años de la universidad. Están por todos lados, sentados en pequeños grupos sobre el pasto, las veredas y cordones de la plazoleta que rodea a la fuente conversando despreocupadamente.

Recuerdo que es domingo de ramos y quiero llegar hasta la Iglesia de Los Capuchinos que se encuentra apenas a una cuadra en diagonal al Buen Pastor. La beba está muy cansada, dudo. Estoy parada en la esquina de Independencia e Yrigoyen sobre la vereda del Buen Pastor, miro el escenario de la marcha desde atrás, no puedo creer el contraste. En eso, una mujer rubia de unos cincuenta años, vestida formalmente, con un ramo de olivo en la mano, se acerca y me pregunta:

— ¿Esta es la Buenos Aires?
— A ver… (dudo) Creo que esta es Independencia.
— ¿Y eso qué es? (Me pregunta ella señalando con el mentón el escenario)
— La marcha por el 24 de marzo (Le digo, un tanto extrañada de su ignorancia).
La mujer hace un segundo de silencio, como tratando de entender lo que le digo, y luego con un dejo de desprecio dice:
— Ah.
Y comienza a cortar una ramita de olivo del ramo que lleva en su mano. Yo adivino la intención y la espero. Ella me da una ramita diciendo:
— Dijo (el sacerdote) que debíamos compartirla con alguien, está bendecida. Tengo que llevarle a mis dos hijos y a mi casa.

Le agradezco y sigo dudando si esta es la calle Buenos Aires. La señora me dice que va a comprar pan ahí al frente. Nos despedimos. Sigo mi camino hacia el estacionamiento. Las calles aledañas están congestionadas por el tránsito cortado en Yrigoyen. Veo la cara de fastidio de muchos automovilistas. Cruzo en la vereda varias personas con ramitos de olivos. Luego un grupo de cinco personas que llevan una bandera roja y negra enrollada. A pocas cuadras los grupos se mezclan… Pienso en la gran fragmentación de esos grupos en pocas, poquísimas cuadras. Unos viviendo el 24 de Marzo, otros el domingo de ramos y otros la "vuelta al perro"23 de un domingo cualquiera junto a las aguas danzantes…

En breve comparto el destino de los automovilistas intentando avanzar por calles congestionadas, pero en una decena de minutos logro salir de la ciudad.

 

Aniversario infeliz y conmemoración festiva

En Argentina, el 24 de marzo se ha construido como una fecha clave a través de un complejo proceso de luchas por la Memoria24 sobre los conflictos políticos vividos durante la última dictadura militar (1976-1983). Un "trabajo de memoria" (Jelin, 2002) llevado adelante fundamentalmente desde la década de 1980 por los Organismos de Derechos Humanos. En el año 2002 el Congreso de la Nación declaró ese día como: Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia (Ley 25.633) y en 2006, también por ley, se estableció como feriado nacional (Ley 26.085).

Como plantea Elizabeth Jelin (2002), esa fecha constituye un aniversario "in-feliz"; en tanto, recuerda un momento de quiebre institucional: el Golpe de Estado de 1976, que inaugura una de las experiencias políticas más violentas y dolorosas de nuestra historia.25 Es una fecha que, por voluntad y trabajo de ciertos "emprendedores de memoria" (Jelin, 2002), se transformó en un aniversario disputado, cuyos sentidos y connotaciones enfrentaron a otras versiones y posiciones políticas.26 Sentidos y memorias colectivas que van siendo estabilizadas y se tornan predominantes, a través de permanentes luchas simbólicas en los espacios públicos. Proceso en el cual la conmemoración del 24 de Marzo juega un rol central. Es un día especial del calendario anual:

en que el pasado se hace presente en rituales públicos, en que se activan sentimientos y se interrogan sentidos, en que se construyen y reconstruyen las memorias del pasado. Son momentos en que diferentes actores (…) eligen para expresar y confrontar, en el escenario nacional, los sentidos que otorgan a los quiebres institucionales que unos impulsaron y otros/as sufrieron (Jelin, 2002: 1)

Así, el 24 de Marzo, aniversario del Golpe, a partir de los rituales públicos y sentidos producidos y promovidos por los Organismos de Derechos Humanos, y el reconocimiento oficial por parte del Estado nacional, ha sido resignificado como el "Día de la Memoria". Es decir, un día símbolo de la resistencia contra las políticas de olvido y reconciliación, contra la negación de los crímenes de la dictadura, a favor de la realización de Juicios por el esclarecimiento de esos crímenes y el castigo a los culpables. Una lucha que muchas veces los Organismos de Derechos Humanos han resumido en la consigna: Memoria, Verdad y Justicia. Es decir, que el Día del Golpe se ha reconvertido en Día de la Memoria, adquiriendo una doble naturaleza y significación.

Más allá de los sentidos evocados y promovidos por los Organismos de Derechos Humanos -históricos organizadores y promotores de la marcha- en los últimos años se han multiplicado exponencialmente los actores sociales que generan acciones y sentidos en torno a ese aniversario. En proximidades a esa fecha se realizan en Córdoba una enorme cantidad de actividades especiales: homenajes a desaparecidos, presentaciones de libros sobre la época, proyecciones de películas, actos escolares, etc., que son organizadas por diferentes instituciones públicas y privadas como Organismos de Derechos Humanos, universidades, sindicatos, escuelas, sitios de memoria, partidos políticos, etc. Los hechos, relatos y sentidos que se construyen en cada espacio son muy dispares y abordan diversos aspectos de las violaciones a los derechos humanos, que se ajustan a los intereses del presente de cada colectivo organizador. Esos actores, espacios y actividades conforman una especie de constelación conmemorativa difícil de abarcar, pero que tienen en La Marcha del 24 de Marzo el espacio de confluencia central.

 

La Marcha

Me atrevo a afirmar que, durante la última década, la marcha del 24 de marzo se ha consolidado en la ciudad de Córdoba como la conmemoración cívica más importante del calendario anual. En primer lugar, por la cantidad de personas que congrega: entre cuarenta y cincuenta mil. Por su colorido, ruido y diversidad de participantes. Por las particulares y creativas acciones de marcación de la ciudad y exposición de reclamos y reivindicaciones que en torno a ella se generan. Y, además, por la cada vez más abultada participación de organizaciones políticas que disputan su presencia y legitimidad en ese espacio.27

Como ya se ha destacado, más allá del terror sistemático, la violencia y el desgarramiento social al que refiere ese aniversario; su conmemoración en la marcha tiene actualmente un importante carácter festivo, con la presencia de murgas, agrupaciones juveniles que cantan, saltan y bailan mientras avanzan por el recorrido preestablecido por el centro de la ciudad.28 Durante la marcha, un cronista de un portal digital29 dialogó brevemente con Sonia Torres, referente de las Abuelas en Córdoba, quien le dijo que "como cada 24 de marzo siente una mezcla de dolor, que siempre está presente, pero también de alegría. Una alegría que la enloquece (…) porque en cada uno de ellos (los manifestantes) ve a sus propios hijos".30 Por otra parte, como he experimentado y descripto en este registro,la marcha constituye un tiempo y lugar de (re)encuentro con personas queridas con las que hemos compartido parte de nuestras trayectorias en distintos frentes: organizaciones políticas, sociales y/o educativas. Para pensar en términos de la antropología política clásica, podríamos preguntarnos ¿de qué naturaleza es el lazo que construye y mantiene esos vínculos entre personas diversas? En ese sentido, los reunidos en la marcha conforman una comunidad política no necesariamente partidaria.

Ir a la marcha, puede experimentarse como una mezcla de obligación moral, compromiso y alegría. Un ritual de comunión. Una adscripción ritualizada que construye la imagen, a la vez que hace, a un colectivo social. Siguiendo a Connerton (1993) podríamos pensar que es la producción ritualizada de una comunidad, que más o menos difusamente podría nombrarse como: la izquierda o el progresismo de Córdoba (aunque muchos no estarían de acuerdo con una u otra categorización). Esa comunión materializada en la acción de caminar juntos en un mismo sentido, al mismo ritmo y compartiendo cánticos y gestos corporales, genera la posibilidad de representar y experimentar la existencia de un colectivo en el cual adscribir un "nosotros" político. Por otra parte, registrar fotográficamente la primer marcha de nuestras hijas, tiene un sentido cuasi bautismal, una intención -inconsciente- de iniciar e integrar a los hijos en determinada comunidad política y afectiva. En estos sentidos, la Marcha es fundamentalmente una celebración comunitaria que expresa y construye a una comunidad política.

Orden territorial y sub-adscripciones políticas

Es fácil reconocer, sin embargo, la diversidad en la unidad. No sólo se puede reconocer la confrontación patente representada por los grupos más radicalizados que mantienen la distancia con la columna principal a la que llaman provocativamente: "oficialista"; sino también, las subdivisiones o sub-agrupaciones que marchan encolumnadas. Es decir; personas que caminan próximas unas a otras tras algún estandarte que identifica esos límites internos y mantienen una distancia de algunos metros con las columnas subsiguientes.

Tradicionalmente, la marcha es encabezada por las organizaciones de familiares. Abuelas y Familiares de detenidos-desaparecidos por razones políticas se ubican en frente e H.I.J.O.S. inmediatamente detrás. Luego siguen las agrupaciones estudiantiles secundarias y universitarias, más atrás las organizaciones barriales y al fondo los partidos políticos, que a su vez se sub-agrupan según sus afinidades. Según una crónica de Mariano Pacheco, tras las organizaciones estudiantiles universitarias, en el 2013, marcharon:

Primero los de Unidos y Organizados y otras expresiones afines al gobierno nacional: La Cámpora, Corriente Peronista Descamisados, Movimiento Evita, La Jauretche, Nuevo Encuentro, entre otros. Más atrás, encabezados por la Asamblea de barrio Malvinas, sectores del centroprogresismo no Kirchnerista, como La Juventud de la Central de trabajadores Argentinos (CTA), el Movimiento al Socialismo (MST), el Frente Cívico, el Partido Comunista Revolucionario (PCR), el Movimiento Libres del Sur. Luego, separados por casi media cuadra y encabezados por una batucada y los Bailarines en Acción, el Frente de Izquierda y los trabajadores, el FIT (Partido Socialista de los Trabajadores, Partido Obrero, Izquierda Socialista). Al final, sectores barriales y universitarios de la denominada Izquierda Independiente (Sudestada, Cutral Có, Encuentro de Organizaciones, entre otros). Por último, rezagados y apartados como enfermos en cuarentena, una minúscula columna del radicalismo.31

Es de notar cómo -para quien relata la crónica- las distancias espaciales representan a la vez las distancias ideológicas entre los grupos. El orden en que se suceden las agrupaciones de adelante hacia atrás también marcan ciertas jerarquías, legitimidades y afinidades hacia el interior de la columna principal. Ese orden tiene a los familiares de las víctimas de la dictadura en el frente, que es la cúspide de legitimidad. Estos organismos son quienes han iniciado y sostenido las marchas como parte de la lucha por el esclarecimiento y castigo de los crímenes cometidos por las Juntas militares entre 1976 y 1983.32 Son los Organismos de Derechos Humanos quienes han convocado desde los primeros años a las marchas y han construido mayor legitimidad social, de allí que "los viejos" -como suele decirse entre los militantes de los organismos de Derechos Humanos-, integrantes de Familiares y Abuelas, marchen delante de los H.I.J.O.S. En Córdoba, durante la última década, la marcha es convocada por una coordinadora de organizaciones de derechos humanos, organizaciones sociales de base, sindicatos y partidos de izquierda que se nuclean en la autodenominada: Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos. Sin embargo, en los últimos años la marcha es disputada por otras organizaciones políticas -de la izquierda no kirchnerista e incluso partidos tradicionales como el Radicalismo- que intentan imponer sus propios sentidos y reivindicaciones a ese mismo acontecimiento. Por ello, es habitual que se encuentren días previos al 24 de marzo diversas convocatorias a la marcha con consignas propias, ya sea mediante pegatinas en la vía pública, folletos repartidos en la Universidad o avisos por las redes sociales o medios tradicionales. Sin embargo, hasta el momento, la convocatoria de la Mesa de Trabajoes la más multitudinaria. Podríamos afirmar que esas luchas simbólicas representan diversas memorias sobre el pasado reciente que, fundamentalmente, disputan diferentes proyectos e intereses políticos en el presente.

En la marcha, los cuerpos representan ideas e instituciones, vínculos y oposiciones, mediante proximidades y distancias. El lugar que cada uno elige para marchar es, generalmente, el grupo de afinidad y pertenencia, dónde están los conocidos o uno se siente identificado. Habitualmente, los militantes activos se reúnen en sus correspondientes sedes (políticas, sindicales, estudiantiles) y marchan desde allí hasta el lugar de concentración que regularmente ha sido la esquina de Colón y Cañada. De ese modo, horas previas al comienzo de la marcha puede verse por la ciudad el movimiento de las columnas que confluyen en el lugar de concentración, generalmente las distinguen vestuarios de un color particular y grandes banderas. Son las marchas dentro de la marcha.

Otro elemento a la vez homogeneizador y diferenciador hacia el interior de la marcha -además de la pertenencia ideológica y organizacional- es la condición generacional, fundamentalmente entre las agrupaciones definidas por familiaridad (Abuelas, Familiares, H.I.J.O.S.) y aquellas asociadas a organizaciones estudiantiles (Estudiantes secundarios y universitarios) puede verse la preeminencia de adultos mayores, adultos y jóvenes como bloques más o menos distinguibles. En las columnas pertenecientes a organizaciones barriales, predominan las configuraciones familiares con presencia de mujeres y varones, adultos y niños, mezclados. En las columnas de organizaciones sindicales y políticas predominan los hombres y mujeres adultos de clase media. El componente de género es bastante simétrico entre las distintas columnas, aunque en la vanguardia de la marcha predominan las mujeres, históricas referentes de las organizaciones de Familiares33 y Abuelas.

Esta breve descripción de la organización espacial de la marcha puede representar ciertos aspectos estructurales de este ritual cívico. Muestra una especie de norma consuetudinaria que organiza la forma correcta de la manifestación. La transgresión a ese orden espacial por parte de los grupos disidentes internos -como colocarse al frente de la marcha- fue interpretada por alguno de los manifestantes con los que conversé como una "falta de respeto", "una desubicación". Digamos que esa transgresión, permite hacer evidente la norma que organiza la forma correcta del ritual.

 

Recorridos personales

Por otra parte, el registro de campo aquí reproducido intenta mostrar cómo, más allá de las estructuras generales, una marcha "se vive" o experimenta desde una perspectiva individual, situacional, única. Por una parte, la manera particular de experimentar una marcha está condicionada por el recorrido territorial concreto que uno realice. Es decir, dónde está uno condiciona lo que puede observar y escuchar. Por otra parte influye la propia trayectoria personal, que limita o potencia lo que uno puede interpretar o percibir. Además, el recorrido está marcado por el tiempo personal; por ejemplo, yo estoy condicionada por el tiempo de la maternidad que me obliga a elegir ciertos lugares dentro de la concentración, que me lleva al ritmo del sueño, el llanto o el hambre de mi beba. El recorrido, además, depende de la dirección elegida para llegar hasta la concentración, de los encuentros casuales con personas conocidas que hacen que me detenga o avance por determinados espacios dentro de la Marcha. Pequeños acontecimientos dentro del Acontecimiento.

Aunque muchas veces el análisis político de estas celebraciones, centra su atención en los discursos oficiales, plasmados en folletería o pronunciados desde el escenario; una etnografía de las propias maneras de experimentar una marcha, advierte sobre las complejidades y saturación discursiva de ese acontecimiento plagado de escenas, personajes y discursos. Dicho esto: ¿Qué memorias se construyen y trasmiten en lamarcha del 24 de Marzo?

 

Memorias múltiples

Como muestra esta descripción, aunque los organizadores principales de la marcha acuerden año a año la consigna convocante y el contenido del discurso principal que cierra el acontecimiento, los sentidos escenificados en la marcha son múltiples, heterogéneos y polisémicos.

Mientras en la vanguardia de la Marcha predominan las fotos de personas desaparecidas o asesinadas por el Estado terrorista durante los años 1970; en los márgenes espaciales -como las paredes del Patio Olmos o el extenso muro de la antigua Facultad de Ciencias Exactas y Naturales- otros grupos hacen presente a nuevas víctimas de la violencia estatal, jóvenes víctimas de "gatillo fácil" o el propio Slava asediado por las políticas de reubicación de villas del gobierno provincial. La madre de Facundo Alegre también habla desde el escenario, pero lo hace luego del cierre tradicional del discurso central. En tal sentido, podríamos pensar la emergencia de nuevos relatos y demandas que utilizan el tiempo y espacio consagrado por el trabajo de los Organismos de Derechos Humanos tradicionales para intentar legitimarse. Una legitimación que asume la forma de un linaje, una continuidad entre casos y causas emparentadas en función de las lógicas: Estado represor/víctimas. Un continuum de analogías entre lo que sucedió en las décadas de 1970 y el presente. Así pueden encontrarse continuidades y diferencias entre las formas estéticas -y escénicas- de representar a las víctimas de la dictadura y las víctimas de Estados democráticos.

La forma de la escena que nos propone la marcha nos muestra que hay centros y hay márgenes, hay "adelantes"y "atrás". Lo que nos permite recomponer ciertas imágenes de jerarquías y legitimidades entre los grupos. Hay organizaciones más o menos reconocidas, como resultado de años de luchas y presencia pública; legitimidad que en la marcha suele identificarse, comprenderse y escenificarse a partir del orden en la columna. Pero también esa legitimidad puede disputarse a través de la cantidad de personas que cada colectivo logra concentrar tras de sí y aglutinar en torno a símbolos de identificación (remeras de determinado color, banderas, pancartas con fotos, pañuelos, flores rojas, globos naranjas, etc.).

De ese modo, podemos comprender los procesos de construcción y transformación de ciertas memorias hegemónicas (Pollak, 2006), que una vez legitimadas y más o menos establecidas son permanentemente disputadas e interpeladas desde los márgenes por nuevos agentes, discursos y luchas políticas que intentan conquistar ese centro ejemplar. La exposición en la marcha de nuevas víctimas y demandas sociales -como por ejemplo las víctimas de "gatillo fácil" y la lucha de la Asamblea de Malvinas contra Monsanto- ilustra la dinámica permanente de construcción de relatos y sentidos en torno al "Día de la Memoria"; como un espacio y tiempo inventado que se torna en un centro ejemplar "en" y "desde"el cual diversos agentes políticos intentan legitimarse.

 

Los "afuera" de la Marcha: memorias fragmentarias

Finalmente, considerar este evento en un contexto espacial mayor pero inmediato, donde se hacen palpables los límites del "afuera" de la marcha, nos permite interrogarnos sobre la multiplicidad de memorias y sentidos construidos en tiempos concentrados y espacios contiguos.

A pocos metros del lugar que congrega elfin de la Marcha, el clima social cambia, el orden de las personas, sus actitudes corporales, su vestimenta, indican otros escenarios. La música de la fuente del Buen Pastor ocupa el espacio auditivo y relega el sonido de la marcha a un murmullo lejano. Quizás allí la fecha pierda su sentido especial para ser un domingo más. El actual Paseo del Buen Pastor, fue hasta no hace tantos años una cárcel de mujeres, también una cárcel de presas políticas. Un sitio emblemático entre los militantes revolucionarios porque allí se perpetró una fuga memorable.34 Sin embargo el espacio parece desmarcado en ese extremo. Allí el centro lo ocupa una moderna fuente de aguas danzantes y la música habla alegremente de septiembre y el amor. Me parece que ese espacio, que preserva la bella arquitectura de un convento centenario, está inundado por la levedad del presente.

El encuentro con la señora del ramito de olivos, es apenas un indicio de aquel acontecimiento que no pude presenciar: la misa de domingo de ramosen la iglesia Los Capuchinos. Apenas media cuadra más allá, la feligresía católica celebra una conmemoración tradicional: la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén poco antes de su crucifixión. Recuerdo el relato evangélico sobre ese día: El pueblo lo recibe con palmas. Es una multitud entre la que Jesús apenas puede avanzar, le acercan a los enfermos a los que cura de palabra o apenas tocándolos. En la misa de ramos los fieles acostumbran a llevar ramitos de olivo que los sacerdotes bendicen arrojándoles agua y así se transforman en objetos sagrados que pueden compartirse y guardarse en algún lugar de la casa. Es la forma ritualizada de la conmemoración de un acontecimiento que se habría producido hace casi dos mil años y que encuentra en la sencillez de una ramita de un árbol particular la materia para representarse, portarse y trasmitirse, aunque más no sea vagamente.

El total desconocimiento sobre la marcha manifestado por la señora del ramito en la pregunta "¿Qué es eso?", puede interpretarse como parte de la frontera entre algunos participantes de la misa y de la marcha. Entre la comunidad de memoria religiosa y la comunidad política. Memorias sobrepuestas en la misma fecha que logran hacerse acto en sus propios espacios, con sus propios rituales y sobre cuerpos y sensibilidades diversas.

 

A modo de conclusión

Al re-leer mis notas comprendo que este artículo debería haberse llamado: "El cumpleaños del abuelo, la marcha, la misa y…" Un mismo día, marcado como aniversario de distintos acontecimientos, con sus respectivas dimensiones, sentidos, actores, formas y espacios de conmemoración. Pero también, un domingo más: desmarcado.

Este breve ensayo etnográfico sirve para reflexionar, por una parte, sobre la necesidad de situar nuestras afirmaciones. Dar cuenta de qué hablamos cuando hablamos de memoria, no sólo implica considerar la memoria colectiva como interpretaciones y usos del pasado por parte de determinados grupos en relación a intereses del presente (Halbwachs, 2004a, 2004b; Todorov, 2000), cuyos sentidos disputan determinados grupos (Pollak, 2006; Jelin, 2002; Lorenz, 2002); sino también dar cuenta de las distintas posiciones de predominancia de esas memorias al trasladarnos de grupos y espacios (Da Silva Catela, 2008). De tal manera que una memoria silenciada puede volverse hegemónica hacia el interior de un subgrupo; o una memoria dominante pueda ser irrelevante en un "afuera" englobante (Pollak, 2006).

La masividad de La Marcha puede representar lo que hemos denominado memoria dominante sobre el pasado reciente. No obstante, sus reagrupamientos y disputas internas ilustran su diversidad y plasticidad, en tanto puede considerarse extensiva a un grupo masivo pero mirada detenidamente revela disidencias y/o derivaciones diversas.

¿Qué memorias se construyen en el "Día de la Memoria"? ¿La memoria del discurso oficial? ¿Las memorias de los militantes opositores? ¿La memoria de los familiares de las mellizas Waquin? ¿Todas a la vez? No hay en absoluto un relato. La Marcha es una constelación de relatos fragmentarios ensamblados al modo de un collage en un todo con apariencias de homogeneidad que es la marcha, pero que en realidad es a la vez una y múltiples marchas.

Como plantea Connerton (1993), los rituales producen la incorporación de memorias sociales, no como memorias cognitivas, no como narrativas estables; sino preferentemente como memoriashábito, memorias corporales, afectivas y efectivas. La marcha representa un escenario dónde las representaciones sobre el pasado, los sentidos de ese pasado en el presente elaborados en diferentes grupos y espacios sociales, se "traen" y se "muestran". Esas representaciones sobre los sentidos del pasado pueden ser coincidentes, alternativas o estar en tensión. La marcha es una celebración en la cual comunidades "emparentadas" representan sus vínculos globales pero también las distancias y disidencias. La Marcha representa así el mapa de las configuraciones ideológicas de la izquierda y el progresismo de la ciudad, a la vez que produce y mantiene esas distancias o alianzas.

La convocatoria contra el "golpe cívico militar y eclesiástico" y el vallado policial ante el Arzobispado, pueden representar esas fronteras confrontativas entre los militantes políticos de izquierda y los católicos practicantes. El enfrentamiento entre una Iglesia acusada de complicidad con la dictadura que reivindicó la reconciliaciónen el umbral de la salida democrática, y los Organismos de Derechos Humanos que luchan incansablemente contra el olvido de los crímenes cometidos por la dictadura, por memoria, verdad y justicia. Entre quienes festejan la consagración de un Papa argentino y quienes cuestionan a esa figura.

En tanto que la pancarta de las hermanas Waquin es una especie de representación sincrética entre el discurso humanitario (Crenzel, 2008) en el que se fundaron los relatos de la memoria dominante sobre los años 1970 y la tradición católica. Es la analogía del dolor entre el Cristo crucificado y los desaparecidos. Podría pensarse como la resolución estética de ciertas memorias emblemáticas (Stern, 2002) construidas por una joven tradición cívica humanitaria y una antigua tradición religiosa católica. Una representación marginal en La Marcha.

Aunque aparentemente minoritarias en el escenario descripto, hay otras comunidades de memoriasque significan diferencialmente la fecha, comunidad representada aquí levemente por la Señora del ramito de olivo. Ese domingo no sólo está marcado por la memoria del último golpe de Estado sino también por la memoria trasmitida ritualmente por la tradición católica como el día en que Jesús entra "triunfalmente" a Jerusalén. El día en que los católicos practicantes participan de una misa distinta, en la que llevan ramos de olivo que el sacerdote bendice y que podrán conservar en sus casas o compartirlos, como símbolo de pertenencia a una comunidad y quizás también como objeto de protección de la casa y los seres queridos…

Finalmente, están los indiferentes a la misa y a la marcha; congregados frente a la fuente de aguas danzantes, pero también dispersos como automovilistas embotellados que retornan de las sierras o los comensales del restaurante. Una fecha desmarcada que aparece como puro presente.

Estas escenas permiten pensar más allá de un modelo de memorias en conflicto irreductibles, en ciertos solapamientos desfasados entre memorias afines, como también en las indiferencias. Tres mundos separados por apenas unos metros. Espacios y tiempos que, aunque materialmente contiguos, plantean importantes distancias simbólicas, memorias diferenciales, temporalidades fragmentarias y espacialidades sin aparente solución de continuidad.

 

Notas

1. Es una movilización multitudinaria de personas que conmemora y repudia cada 24 de marzo el golpe de Estado realizado en 1976 contra el gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón a partir del cual se instauró la dictadura militar -con complicidad civil- reconocida como la más sanguinaria del siglo XX en Argentina. Si bien las "marchas del 24" en repudio al último golpe de Estado se realizan desde los primeros años del retorno democrático (1983), fueron ganando presencia y masividad desde 1995 a partir de las declaraciones públicas del Capitán Scilingo y la aparición de la organización H.I.J.O.S. (Cf. Lorenz, 2002).

2. El Papa Francisco I fue consagrado por el cónclave del día 13 de marzo de 2013.

3. La principal acusación contra el Papa por su supuesta colaboración con la última dictadura es la siguiente: dos sacerdotes jesuitas, Orlando Yorio y Francisco Jalics, fueron secuestrados en mayo de 1976 mientras cumplían tareas de asistencia social en una villa miseria. Durante cinco meses estuvieron cautivos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), donde fueron torturados. Luego, recuperaron la libertad. Jorge Bergoglio era el "Provincial de la orden", el jefe de los jesuitas en la Argentina. Yorio, que murió en el año 2000, y sus hermanos siempre han acusado a Bergoglio de haberles quitado la protección de esa orden y, por lo tanto, de haberlos entregado a los represores. Jalics vive en Alemania y ha dicho, a través del portavoz de los jesuitas en ese país, que está "en paz" con Bergoglio.

4. Es una coordinadora que nuclea a los principales organismos de derechos humanos de la ciudad: Abuelas de Plaza de Mayo, Familiares de detenidos-desaparecidos por razones políticas e H.I.J.O.S. y algunas organizaciones sociales y sindicales de Córdoba.

5. Proyecto de Tesis: "La Iglesia silenciada: análisis de las memorias sobre la experiencia del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo en Córdoba". Doctorado en Ciencias Antropológicas, Universidad Nacional de Córdoba. Beca CONICET (Tipo I y II 2010-2015).

6. Al hablar de temporalidades me refiero a las ideas de Reinhart Kosellek sobre el tiempo histórico como una forma múltiple de experiencias vividas "vinculada a unidades políticas y sociales de acción, a personas concretas que actúan y sufren, a sus instituciones y organizaciones" (Kosellek, 1993: 14). Kosellek dirá entonces que "en el universo existen en un momento, muchos e innumerables tiempos" (Kosellek, 1993: 14). En ese sentido, Maurice Halbwachs plantea que "se pueden distinguir tantos tiempos como grupos separados existen" (Halbwacs, 2004a: 108), por lo cual llama a ese tiempo situado, grupalmente significado y demarcado, como "tiempo colectivo" que, en tanto representación compartida de los acontecimientos vividos, actúa como cuadro social de la memoria.

7. Stanley Tambiah es uno de los primeros antropólogos que toma las ideas de Austin sobre los actos de habla performativos, para analizar la eficacia simbólica de los actos rituales como acciones que a) dicen y hacen cosas; b) son performance que utilizan varios medios de comunicación a través de los cuales los participantes experimentan intensamente el evento y c) remite a valores inculcados o inferidos a través de la performance (Peirano, 2002).

8. Siguiendo a Turner (2002) y a Alexander y otros (2006) podríamos afirmar que las marchas de protesta son un tipo de performance social que se configura y reconoce a través de su forma particular de escenificación (columnas de personas caminando juntas por la calle al mismo ritmo y dirección, portando estandartes, etc.). La "potencia" de las marchas suele interpretarse en función de la cantidad de personas que participan. Así, la forma del ritual otorga significado a su contenido: "el medio es parte del mensaje" (Myrhoff en Turner, 2002: 134).

9. En los últimos cuatro años la marcha del 24 ha concluido en ese lugar, que configura una especie de anfiteatro natural por las inclinaciones y dimensiones de las calles. En años anteriores, la marcha solía culminar frente al ex Centro Clandestino de Detención "D2" y el escenario se montaba a media cuadra de ese lugar, en la calle peatonal frente al Cabildo histórico y la Plaza principal de la ciudad.

10. Agrupación política ligada al gobierno nacional que tiene como referente principal a la Ministra de Desarrollo Social.

11. Organizaciones sociales y políticas de izquierda opositoras a la línea del gobierno nacional y provincial.

12. En una audiencia oral y pública de los juicios llevados adelante en Córdoba contra los responsables de crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura, el abogado defensor habría solicitado que se retiraran de la sala las flores rojas que uno de los familiares de personas desaparecidas había llevado consigo. Ante esa actitud las flores rojas se transformaron en Córdoba, para los familiares de desaparecidos organizados, en un signo de resistencia y lucha.

13. El naranja es el color institucional que identifica a las Abuelas de Córdoba.

14. Hijos e Hijas por la Identidad, la Justicia, contra el Olvido y el Silencio es una agrupación integrada por hijos e hijas de personas desaparecidas por razones políticas fundada en el año 1995 con filiales en distintas ciudades de Argentina e incluso en otros países. Ver: www.hijos-capital.org.ar.y https://www.facebook.com/pages/HIJOS-C%C3%B3rdoba/485932471447380.

15. - Es una pintura de Salvador Dalí, una imagen cenital de Cristo crucificado, suspendido en el espacio como ascendiendo en la cruz.

16. Los medios de comunicación calcularon la presencia de 50.000 manifestantes.

17. Ex gobernador de Córdoba por dos períodos entre 1983 y 1995 perteneciente al partido Unión Cívica Radical.

18. Gobernador de Córdoba en tres períodos (1999-2003, 2003-2007, 2011-2015), perteneciente al Partido Justicialista.

19. Por Archivo Provincial de la Memoria de Córdoba.

20. El puño en alto es un gesto que identifica a los militantes de la izquierda comunista, mientras que los dedos en "V" identifica a los peronistas.

21. La Fundación La Luciérnaga trabaja en Córdoba desde 1995 produciendo una revista cultural que adolescentes y jóvenes en situación de pobreza venden en la vía pública.

22. La fuente de Aguas Danzantes fue emplazada en ese paseo en el año 2007, como parte de la remodelación del edificio que desde el siglo XIX había funcionado como cárcel de mujeres a cargo de la Congregación religiosa del Buen Pastor.

23. Es una frase popularmente usada en pequeñas ciudades y pueblos para referir a una salida al espacio público con fines de distracción y socialización pero sin mayor programación ni arreglo, como si se saliera a "pasear al perro".

24. En los últimos años, a raíz de la declaración oficial del día 24 de marzo como feriado nacional, se conoce popularmente como "Día de la Memoria", en singular y sin necesidad de describir "memoria de qué" lo que marca el carácter hegemónico de los sentidos adheridos al término; es decir, cómo el término Memoria ha sido cargado de connotaciones que lo vinculan a una "mancha de sentidos" próximos a las acciones y consecuencias del terrorismo de Estado ejecutado por la última dictadura en el período 1976-1980.

25. La historia de la violencia política en Argentina tiene mayor profundidad, incluso muchos asesinatos y desapariciones de militantes políticos se produjeron antes del golpe de Estado de 1976, ya sea perpetrados por las Fuerzas Armadas como en el Operativo Independencia (1975), como por la acción de grupos parapoliciales como la Triple A con el apoyo del Ministerio de Desarrollo Social bajo la dirección del ministro López Rega.

26. Lorenz (2002) describe y analiza cómo durante los primeros años del autodenominado "Proceso de Reorganización Nacional", los militares organizaron actos conmemorativos del 24 de marzo como el día del inicio de la victoria contra la subversión.

27. Durante la década de 1990 las banderas presentes en la marcha por lo general no representaban a partidos políticos. En aquella época la presencia "partidaria" era interpretada como disruptiva en un acontecimiento que se proponía representar una demanda por derechos universales; mientras la política era moralmente condenada como interesada y corrupta. La repolitización social impulsada por el kirchnerismo desde 2003, ha permitido la redefinición de ciertos marcos morales y cosmovisiones sociales sobre lo político haciendo posible e impulsando la presencia partidaria en la marcha.

28. El recorrido de la marcha ha partido en la última década desde la intersección de las calles Colón y "Cañada", avanzando por Colón y luego doblando por Vélez Sársfield y su finalización solía ser en la plaza central de la ciudad, junto al edificio del Departamento de Informaciones de la Policía de Córdoba, conocido como "D2" que funcionó como Centro Clandestino de Detención durante la última dictadura y aún antes. Pero durante los últimos cinco o seis años, la marcha ha concluido en la intersección de la avenida Vélez Sársfield e Independencia, casi en frente de la ex cárcel de mujeres "Buen Pastor".

29. http://profanaspalabras.blogspot.com.ar/2013/03/cronica-de-la-movilizacion-del-24-de.html (15 de mayo de 2014)

30. http://profanaspalabras.blogspot.com.ar/2013/03/cronica-de-la-movilizacion-del-24-de.html (15 de mayo de 2014).

31. http://profanaspalabras.blogspot.com.ar/2013/03/cronica-de-la-movilizacion-del-24-de.html (15 de mayo de 2014)

32. Estas marchas adquieren la forma de las protestas obreras, y seguramente tienen una profundidad temporal difícil de comprobar. Para Lorenz (2002) la primera marcha que toma la fecha del golpe como fecha clave para concretar una condena pública al autodenominado "Proceso de Reorganización Nacional", fue una marcha realizada el 28 de marzo de 1980 en Plaza de Mayo. Otra de las marchas emblemáticas de la lucha por los "derechos humanos" como forma de denuncia y protesta contra los crímenes producidos por el Estado terrorista, son las "rondas de los jueves" creadas y sostenidas por las Madres de personas desaparecidas en Plaza de Mayo (Capital) desde 1977 y replicadas por los Familiares de desaparecidos en Córdoba, en la Plaza San Martín.

33. En Córdoba no existe la organización Madres de Plaza de Mayo, sino Familiares de detenidos desaparecidos por razones políticas.

34. El 24 de mayo de 1975 se fugaron 26 presas políticas tras un espectacular operativo organizado por el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). En el año 2010 se estrenó el documental: "Buen Pastor, una fuga de mujeres", una importante pieza de memoria de aquel hecho y un trabajo de disputa con los nuevos sentidos y funciones construidos por el gobierno provincial sobre ese lugar. El Archivo Provincial de la Memoria de Córdoba ha instalado varias marcas al respecto en el lugar.

 

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