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Runa

versión On-line ISSN 1851-9628

Runa vol.37 no.2 Ciudad Autónoma de Buenos Aires dic. 2016

 

RESÚMENES DE TESIS

 

Imaginarios sociales y rítmicas culturales del desarrollo territorial. Patrimonio, turismo y producción agropecuaria en el Sudoeste Bonaerense, Argentina

 

Gonzalo Iparraguirre

Tesis de Doctorado: Antropología Social Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires.
Director: Dr. Pablo Wright
Fecha de defensa: 12 de junio, 2015

 

El tema central de esta tesis es la dinámica socioterritorial del sudoeste de la provincia de Buenos Aires, a partir del análisis de la articulación entre los imaginarios de diversos grupos sociales y sus ritmos de vida. Para abordarlo, se realizó una etnografía de los imaginarios sobre el desarrollo territorial de esta región, particularmente en el distrito de Tornquist, a partir de tres casos de estudio complementarios, sistematizados con base en el trabajo de campo efectuado entre 2006 y 2014: patrimonio cultural, turismo rural y producción agropecuaria. El propósito general de la tesis es comprender la dinámica sociocultural y productiva de la región, principalmente en su dimensión simbólica, como insumo para políticas públicas de planificación, prospectiva e intervención en el territorio.

Los imaginarios sociales son conjuntos de representaciones mentales y materiales sobre los modos de pensar y de actuar de un grupo social en su vida cotidiana. No se reducen a un modo de agrupar "opiniones" o "percepciones" de sujetos o grupos sociales que limitan la interpretación al campo discursivo y afectivo. Sin desconocer la relevancia de los componentes lingüísticos y emocionales de toda comunicación, los imaginarios integran a estos en un sistema de significación que conecta a los interlocutores con los procesos históricos que perfilan su imaginación contextualizada. La importancia de reconocerlos y analizarlos como construcciones culturales -desde un enfoque antropológico- reside en el valor descriptivo y diagnóstico que tienen sobre los grupos humanos y sus prácticas cotidianas, desde ritmos de vida hasta modos de producir.

La investigación se ha enfocado en conjuntos especí- ficos de ritmos de vida (rítmicas culturales) en torno al "desarrollo territorial" como forma de acceder, de forma sistemática, a los usos y representaciones del desarrollo y del territorio de los diferentes grupos sociales identificados. La construcción de las rítmicas culturales tiene lugar en la interpretación simultánea de los imaginarios, discursos y prácticas, anclados en categorías como sustentabilidad, producción, tecnología, transferencia, extensión, agricultura, campo, ruralidad, agroecología, usos del suelo, patrimonio, turismo rural y otras de similar recurrencia entre los interlocutores. Fijar la atención en dichos imaginarios es decidir escuchar a las personas en una dimensión holística, que integra temporalidad y espacialidad: se escuchan su presente y su pasado a la vez, se intenta decodificar su discurso actual y sus saberes históricos, sus prácticas en terreno y sus ritmos de vida; se pregunta por su futuro, por su mirada al horizonte y por sus representaciones del espacio que vendrá.

A nivel metodológico, esta tesis es la reformulación y puesta a prueba de un método de investigación y tratamiento de problemáticas socioculturales, las rítmicas culturales, que puede ser aplicado en diferentes contextos sociales y naturales. La observación de imaginarios sociales se construye con base en el estudio de la espacialidad y la temporalidad que un grupo social sostiene en su habitus diario y en sus esquemas prácticos cíclicos. En este sentido, con el presente trabajo se intenta demostrar que los imaginarios pueden ser el acceso al plano simbólico de la cultura material. O, mejor dicho: estudiar los imaginarios de una sociedad nos permite acceder, a través de sus códigos simbólicos y de su lenguaje, al mundo material que los sujetos habitan y transforman. A su vez, estudiar los ritmos de vida nos brinda el correlato práctico de esos imaginarios; constituye el acceso a los procesos cotidianos -simbólicos- y fáctiros que definen y articulan la comunicación entre actores y grupos sociales a la vez que expresan las acciones humanas. De aquí la importancia de la etnografía como método de abordaje.

Los resultados principales sugieren que es posible sostener que la fórmula "desarrollo territorial" es un claro ejemplo de cómo los imaginarios sociales se construyen estructuralmente sobre la base de la espacialidad y la temporalidad de los actores sociales que los movilizan. Tiene sentido argumentar y aplicar como política productiva, y como símbolo aglutinante de una cosmovisión el "desarrollo territorial", en tanto "desarrollo" remite a una temporalidad específica y territorio a una espacialidad específica. El desafío es que, una vez internalizada la construcción social e histórica de los imaginarios y del modo en que se estructuran, se pueda "trabajar por dentro" de los discursos y los habitus, en los matices, en las discrepancias, en las heterogeneidades, en las diversidades.

Ejemplo de una herramienta analística es la caracterización rítmica del territorio, que propone articular símbolos y prácticas, imaginarios y ritmos. En los tres casos fue posible encontrar rítmicas de la gestión, ya sean patrimoniales, turísticas o agropecuarias. Que existan, que sean operativas y ejecutivas para organizar, para diagnosticar y planificar, es el resultado concreto de que la observación de los ritmos permite caracterizar a los grupos sociales, a sus hechos y acciones sociales, es decir, a sus dinámicas socioculturales.

En cuanto al caso agropecuario específicamente, la identificación de los imaginarios de la producción agropecuaria permite reconocer los constructos históricos detrás de las categorías y las valoraciones simbólicas que existen en torno a las prácticas agronómicas, tanto por parte de los técnicos, como de los productores y funcionarios. Conocer las rítmicas socioestacionales de la praxis agropecuaria posibilita diagnosticar, comparativamente, cuál es la lógica de articulación entre los ritmos estacionales de producción y los cotidianos de organización de los productores en diferentes territorios. Asimismo, comprender la articulación de las rítmicas de organización (diarias y estacionales) permite generar estrategias tendientes a mejorar la calidad de la producción (agregado de valor en origen, cadenas de valor, rentabilidad, sustentabilidad), así como también la calidad de vida (equidad social, sostenibilidad familiar, empalme generacional, salud mental y física).

En cuanto a alcances y desafíos con vista a futuros trabajos, a partir de los resultados obtenidos se puede sostener que el trabajo sobre agendas rítmicas de organización, tanto en la gestión institucional como en el ámbito productivo, posibilita el diseño de estrategias innovadoras para afrontar el futuro, e imaginar la innovación y el desarrollo en prospectiva. Interpretar las rítmicas culturales y los imaginarios detrás del desarrollo territorial aporta conocimientos para saber cómo accionar frente a las "imprevisiones del mañana": los vaivenes de la micropolítica, la imposición de ritmos económico-políticos exógenos a la dinámica local del territorio, así como a la variabilidad climática semiárida propia de la región. Una dinámica socioterritorial que interprete imaginarios y rítmicas debe poder dar voz a la profundidad de interpretaciones que otorgan vida y poesía al territorio.

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