IN MEMORIAM

Maite Ezcurdia. In Memoriam

Eleonora Orlando

Universidad de Buenos Aires / IIF-SADAF-CONICET
eorlando@sadaf.org.ar

Diana Pérez

Universidad de Buenos Aires / IIF-SADAF-CONICET
dperez@sadaf.org.ar

Conocimos a Maite en medio de la vorágine del cambio de milenio. Junto con apocalípticos temores, maldiciones de Nostradamus sobre la posibilidad del colapso de Internet y todas las computadoras del mundo y de nuestra vida civilizada (debido, todo ello, a un simple cambio del primer dígito del año en que vivíamos), conocimos a Maite. Nada más opuesto a esos temores apocalípticos que el talante de Maite. Una persona positiva, luchadora, fuerte, casi invencible. Una presencia cálida y sensible, pero firme en sus convicciones, y sin ningún temor a decir lo que piensa y a actuar sobre la base de lo que cree.
Entre otras cosas, Maite creía firmemente en las ventajas intelectuales, institucionales y académicas de conectar a los filósofos analíticos latinoamericanos, tanto entre sí como con los filósofos anglosajones de la tradición analítica. Pero, a diferencia de otras modalidades de integración norte-sur, promovió la idea del diálogo entre pares, con un claro interés por dejar atrás los formatos anteriores en los que los filósofos del norte hablaban y los del sur miraban o, a lo sumo, comentaban. De hecho, en un congreso de ese tipo la conoció Eleonora, en el que las dos participaban con comentarios a trabajos de filósofos norteamericanos (organizado por SOFIA, Barcelona, mayo de 1997). Maite impulsó fuertemente la realización de encuentros académicos mixtos con un formato igualitario, dando el ejemplo al organizar ella misma el primero de ellos: un pequeño simposio incluido en el XVI Congreso Interamericano de Filosofía “Saber, virtud y pluralismo” (Puebla, agosto de 1999), en el que también participó Eleonora, con lo cual tuvo la oportunidad de conocer a filósofos como Robert Stainton, Jeff King y Ernest Lepore, con los cuales mantendríamos contacto por muchos años. A ese evento le siguió el coloquio Lenguaje, mente y mundo (Tlaxcala, marzo de 2001), al que fue invitada Diana.
Y, aunque parezca paradójico, fue ella, desde lejos pero con su energía sin límites, quien nos instó entonces a trabajar juntas por primera vez, proponiéndonos la organización del IV Coloquio Internacional “Lenguaje, mente y mundo”, que tuvo lugar en el Museo Etnográfico, del 26 al 29 de mayo de 2003. Fue el primer encuentro académico internacional organizado exclusivamente por tres mujeres filósofas, y el primero en el que participaron filósofos anglosajones e iberoamericanos en paridad de condiciones. El otro aspecto novedoso fue que tanto los organizadores como los participantes fueron mayoritariamente filósofos jóvenes, de entre 30 y 40 años. Hoy todos ellos podrán parecer rasgos comunes, pero en su momento marcaron un hito importante para la filosofía latinoamericana, acostumbrada, como mencionamos antes, a los encuentros académicos con otro tipo de formatos. En años posteriores hubo más encuentros de ese tipo en diversos puntos de Latinoamérica, con distintos organizadores locales; un aliado en la difusión de la nueva dinámica fue Stainton, quien, junto con Maite, promovió la organización de la serie de talleres Lenguaje, contexto y cognición (realizados en Argentina, Chile, Perú, Uruguay y México).
El profundo interés de Maite por fomentar esos lazos y modos de intercambio transversal y dialógico la llevaron a crear la Asociación Latinoamericana de Filosofía Analítica (ALFAn) –sí, salió de su cabeza, como Minerva de la cabeza de Zeus–. Allá por el año 2005 o 2006 nos contó su idea de formar una asociación para promover la filosofía analítica en toda América Latina, con sede itinerante en sus distintos países, y nos convocó, junto a otros filósofos latinoamericanos, a México, al XXIII Simposio Internacional de Filosofía “Lenguaje, mente y conocimiento. 40 años de Crítica”, donde tuvo lugar la asamblea constitutiva de la asociación (México D.F., abril de 2007). El primer congreso de ALFAn fue organizado por Maite con Olbeth Hansberg en Mérida en 2010, y el segundo nos tocó organizarlo a nosotras en Buenos Aires, en 2012. La serie siguió su curso exitosamente, con los congresos realizados sucesivamente en Fortaleza, Brasil (2014), Costa Rica (2016) y Valle de Leyva, Colombia (2018). Maite participó activamente en todos los congresos de ALFAn menos en el último, en el que su ausencia fue palpable para todos y, en particular, para nosotras dos.
Ella estuvo también fuertemente vinculada con SADAF. Además de colaborar muchas veces con evaluaciones para esta revista, nos visitó para participar en diversos eventos organizados por la institución, como, por ejemplo, el Coloquio SADAF 2006 (Biblioteca Nacional, 23-25 de noviembre), el Coloquio SADAF 2011 (SADAF, 24-27 de agosto), en la que fue invitada especial junto con John Perry, Kepa Korta y Ernesto Perini-Santos, las Jornadas IIF/UNAM-SADAF (SADAF, 6-8 de octubre de 2011). Fue miembro del comité científico tanto de la serie de workshops de Filosofía y Ciencia Cognitiva, organizados por Diana junto con Liza Skidelsky y Diego Lawler, como de la serie de workshops ICSO (Issues in Contemporary Semantics and Ontology), organizados por Eleonora y su grupo de filosofía del lenguaje.
Los intereses tanto teóricos como político-académicos en común y la actividad compartida profundizaron enormemente nuestra amistad a través de los años, a pesar de la distancia física. Ayudó también el hecho de que siempre tratamos de coincidir en reuniones académicas organizadas por colegas en distintas partes del mundo, tales como el III Colóquio sobre Pensamento, Objeto e Linguagem (Curitiba, noviembre de 2007), el XII Coloquio Iberoamericano de Filosofía (Lima, noviembre de 2007), el ILCLI International Workshop on Semantics, Pragmatics, and Rhetoric (San Sebastián, noviembre de 2011), el IV Congreso Iberoamericano de Filosofía “Filosofía en Diálogo” (Santiago de Chile, noviembre de 2012), el XXIII World Congress of Philosophy (Atenas, agosto de 2013), entre otros momentos compartidos que están grabados en nuestra memoria con mucha fuerza.
En poco más de un mes vamos a volver juntas a México para participar en el Simposio Filosofía del Lenguaje y de la Mente (Maite Ezcurdia In Memoriam), incluido en el V Congreso Iberoamericano de Filosofía, y simplemente no podemos creer que esta vez no va a estar para recibirnos. Con su soltura para resolver todos los problemas posibles, con sus propuestas imaginativas y originales, con su risa hasta las lágrimas, tan contagiosa. Con nuestra Maite se ha ido una filósofa seria y profunda que fue ejemplo de liderazgo para todos los filósofos y filósofas jóvenes latinoamericanos, por eso su partida es una pérdida enorme para todos. Pero a nosotras dos se nos ha ido, además, una amiga muy querida, con la que tuvimos la inmensa suerte de recorrer gran parte de nuestra vida profesional e inolvidables momentos de nuestra vida privada.