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Prismas

On-line version ISSN 1852-0499

Prismas vol.13 no.2 Bernal July/Dec. 2009

 

LECTURAS

Presentación
La Nueva Historia Política, nuevas miradas a nuevos problemas

José Antonio Aguilar Rivera

Centro de Investigación y Docencia Económicas

Hace poco Enrique Florescano escribió sobre el estado de la disciplina: "desde la década de 1980 era notorio el acelerado crecimiento de las obras históricas extranjeras sobre México y el lento ritmo de la investigación nacional. Entre esa fecha y 2007 esa disparidad se ha acentuado. Si antes de 1980 la producción extranjera se había concentrado en la época prehispánica y el siglo xx, al comenzar el siglo xxi se ha extendido a todos los periodos de la historiografía mexicana. Los promotores de esta nueva realidad cultural son las instituciones académicas, las editoriales y las revistas de Estados Unidos de Norteamérica y sus equivalentes europeos. Se trata de una historiografía mexicanista elaborada más allá de las fronteras nacionales, gobernada por las normas académicas y profesionales que regulan la enseñanza, la investigación y la difusión de la historia en Norteamérica y Europa".1 Sin embargo, como hace notar Florescano, los últimos tres lustros han visto una renovación notable en los campos de la historia política e intelectual del mundo hispanoamericano. La obra seminal del historiador Francois-Xavier Guerra abrió caminos inéditos de investigación. Grupos de académicos se ocuparon en investigar temas como las sociabilidades, la idea de la modernidad y la ciudadanía en el mundo hispánico. Si el siglo xix alguna vez fue el hoyo negro de la historiografía mexicana hoy es examinado desde diversas perspectivas: los cambios en los lenguajes políticos, la presencia o ausencia de pensamiento republicano, la democracia, etc. Viejos temas también han recibido tratamientos novedosos: el liberalismo (ahora entendido en su contexto propiamente hispánico), la representación, el constitucionalismo y las instituciones políticas. Conforme se acercan las conmemoraciones de los bicentenarios de las independencias hispanoamericanas la producción de libros y artículos se acelera. También se percibe cierta urgencia por repensar la significación de grandes narrativas históricas y de darles sentido en un contexto más amplio. Ésta ha sido una empresa que ha ocupado a estudiosos a ambos lados del Atlántico, en universidades de varios países. Las narrativas sobre este proceso de cambio historiográfico compiten por establecer referentes y dejar señales de distancia. A diferencia del patrón descrito por Florescano, una característica de este movimiento es que se ha dado, con algunas excepciones, en castellano. Si los debates sobre la "nueva historia cultural" latinoamericana ocuparon en su gran mayoría a académicos anglosajones en revistas como el Hispanic American Historical Review, las escaramuzas a propósito de la "nueva historia política" preocupan más a los académicos que escriben en español. Existen ya suficientes obras publicadas para comenzar a sopesar su importancia. El canon de libros, artículos y autores relevantes es una de las cuestiones en disputa. En sus ajustes de cuentas los profesores hacen eco de las contiendas facciosas decimonónicas que estudian. En efecto, grupos de investigadores actúan en concierto para imponer cierto paradigma histórico; se citan aprobatoriamente entre sí y cierran filas en contra de interpretaciones y autores opuestos.2 Otros, simplemente ignoran el trabajo de estudiosos con quienes no simpatizan o están de acuerdo.3 Algo cómico hay en todo esto. Lo cierto es que el interés y el encono que han propiciado estos libros y autores son muestra de un renovado entusiasmo por el campo de la historia intelectual y política. En ese sentido, el debate incisivo, pero respetuoso, es bienvenido.
En este breve dossier Alfredo Ávila, Erika Pani y Roberto Breña reflexionan sobre algunos de los temas historiográficos alrededor de los cuales ha girado su trabajo. De esta forma, hacen precisiones, aclaran y adjudican diferendos. En su texto, Alfredo Ávila critica la historiografía militante, "dispuesta a enfrentarse a las versiones nacionalistas tradicionales de los países latinoamericanos que desdeñaban la herencia española, pero también a cualquier estudio que se atreva a empañar el liberalismo hispano por medio del análisis crítico de sus características". Si por muchos años predominó una leyenda negra sobre la herencia hispánica, ahora parecería que algunos autores están empeñados en establecer la imagen contraria. Sin embargo, las leyendas, cualquiera que sea su signo, hacen violencia al registro histórico. Erika Pani discute agudamente las posibilidades del republicanismo en Hispanoamérica. En su ensayo hace una defensa de una historia abierta al mundo y a otras disciplinas e ilustra las posibilidades de esta forma de quehacer histórico. Por su parte, Roberto Breña reflexiona sobre las pretensiones y los límites de la historia. Discute los anhelos seculares de los historiadores por lograr la objetividad, así como el desplazamiento de la historia política por la historia social y la fertilización del campo historiográfico por las ciencias sociales.

Notas

1 Enrique Florescano, "La escasa masa crítica", Nexos, No. 359, noviembre de 2007.         [ Links ]

2 Por ejemplo, Mirian Galante divide los libros y a los autores en dos campos claramente marcados. El criterio que supuestamente hace, a su juicio, unos trabajos mejores que otros es la respuesta que dan al dilema de la tarea histórica: "primar los modelos teóricos desde los que interrogar y analizar las fuentes o priorizar el contexto histórico en el que se gestaron para conocer mejor su significación". Así, un grupo de estudiosos se equivocan porque son outsiders, miran desde afuera a los procesos latinoamericanos, mientras que otros aciertan porque son insiders que buscan "enraizar culturalmente los acontecimientos acaecidos en las repúblicas americanas tras el proceso emancipador". Mirian Galante, "De revoluciones, repúblicas y naciones. Miradas sobre América latina desde la Nueva Historia Política", Mexican Studies/Estudios Mexicanos, vol. 22, No. 2, verano de 2006, p. 421.         [ Links ] Ivana Frasquet repite, palabras más, palabras menos, la misma acusación: "algunos estudios aparecidos recientemente analizan el proceso de independencia desde apriorismos presentes utilizando una metodología proveniente de otras ciencias sociales como la politología o la sociología que, invariablemente, producen un resultado cuando menos ahistórico". Ivana Frasquet, "La senda revolucionaria del liberalismo doceañista en España y México, 1820-1824", Revista de Indias, vol. 68, No. 242, 2008, p. 155.         [ Links ]

3 Un ejemplo de ello es el reciente libro coordinado por Guillermo Palacios (coord.), Ensayos sobre la nueva historia política de América Latina, siglo xix, México, El Colegio de México, 2007. Las ausencias no pasaron desapercibidas para los reseñistas. Véase la reseña de Crespo: Victoria Crespo, Historia Mexicana, vol. 58, No. 229, julio-septiembre de 2008, pp. 523-534.         [ Links ]

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