SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.16 issue1Argentina 1910-2010. Balance del sigloRealismo y realidad en la narrativa argentina author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

  • Have no cited articlesCited by SciELO

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Prismas

On-line version ISSN 1852-0499

Prismas vol.16 no.1 Bernal June 2012

 

RESEÑAS

Ana Teresa Martínez, Constanza Taboada y Alejandro Auat, Los hermanos Wagner. Arqueología, campo arqueológico nacional y construcción de identidad en Santiago del Estero, 1920-1940, Editorial de la Universidad Nacional de Quilmes, Bernal, 2011, 471 páginas

 

Los Hermanos Wagner... fue originalmente publicado en 2003 por la Universidad Católica de Santiago del Estero y recientemente reeditado (con modificaciones) por la Universidad Nacional de Quilmes en la colección "Intersecciones" que dirige Carlos Altamirano. En las Notas a la presente edición, los autores señalan que esperan aportar a una historia actualmente en proceso de los múltiples movimientos intelectuales desarrollados en la Argentina, en particular en las provincias del interior, como Santiago del Estero durante el siglo XX.

En este posicionamiento de los autores se enfatiza una definición ya establecida por ellos en la anterior edición. En aquella oportunidad, señalaban que las investigaciones que dieron origen a los capítulos del libro se desplegaron a partir de una constatación histórica: a fines de la década de 1930 los miembros de la Sociedad Argentina de Antropología determinaron en una célebre reunión la ilegitimidad científica y, con ello, la virtual expulsión de Ducan y Emilio Wagner de esa comunidad académica. Sin embargo, ese conflictivo hecho fue contemporáneo de otro de muy diferente sentido: su consagración como padres fundadores de la arqueología provincial santiagueña y como prohombres de la cultura local. Tamaña asimetría desplegada en esos dos escenarios no habría alcanzado demasiada visibilidad pública si sus protagonistas, Ducan y Emilio, se hubiesen abstenido de pretender lograr legitimidad social en ambos ámbitos y frente a dos desiguales interlocutores: los antropólogos de las instituciones científicas y universitarias metropolitanas (principalmente, de Buenos Aires y La Plata) y los notables de la sociedad santiagueña y porteña de la época. De este modo, las tentativas de reconocimiento de los Wagner se confrontaron con lógicas y prácticas sociales notablemente diferentes: fueron rotulados por unos como diletantes, incompetentes e incluso científicamente fraudulentos; y celebrados como sabios, héroes y próceres de la cultura por los otros.

Ana Teresa Martínez, Constanza Taboada y Alejandro Auat emprendieron un ambicioso proyecto de investigación empírica y reflexión teórico-metodológica que suponía, por un lado, comprender la configuración de la sociedad santiagueña de las décadas de 1920 a 1940, dando cuenta de su estructura social, sistema político, identidades culturales, así como los perfiles de sus notables y su campo político-intelectual en un período de profundas transformaciones. Y, por otro lado, analizaron la producción de conocimientos y la estructuración de la comunidad antropológica en museos y universidades, así como sus interlocuciones con tradiciones intelectuales, instituciones y antropólogos de otros países. Su objetivo fue producir una historia social de interés para quienes pretenden abordar una historia política e intelectual comprehensiva, excediendo de este modo con creces el interés más restringido de los especialistas en la historia de la antropología como disciplina.

Los nueve capítulos del libro muestran un enorme trabajo de archivo en diferentes reservorios documentales (locales, provinciales, nacionales y de otros países), con la realización de algunas entrevistas y el despliegue de un envidiable conocimiento erudito de las múltiples dimensiones de análisis sustantivas implicadas en la definición del problema y el objeto de estudio. Actores sociales, instituciones y debates disciplinares escasa o nulamente conocidos por potenciales lectores del libro son presentados de manera precisa y ordenada, procurando no perder de vista que esta investigación está centrada en trayectorias, relaciones e identidades experimentadas por personas de carne y hueso, nominalizadas. Así pues, el recurso bourdiano a los conceptos de campo político o campo intelectual o campo científico y arqueológico, acumulación de capitales, intereses, disputas, en ningún momento es reducido a una mera taxonomía o enunciación formal de lógicas y prácticas carentes de sustancia específica.

Los capítulos llevan autoría compartida o individual. El primero se ocupa de inscribir a los hermanos Wagner (franceses hijos de un diplomático de aquel país, que se afincaron en Santiago del Estero siendo ya hombres maduros) en el campo de poder provincial. Para ello fue necesario dar cuenta de la evolución histórica de la economía, estructura social y sistema político provincial entre fines del siglo XIX y mediados del XX. Los autores sostienen que los Wagner y algunos jóvenes santiagueños que los apoyaban (como Bernardo Canal Feijoo) eran aliados o estaban integrados a la elite provincial, pero su legitimidad remitía a su prestigio y reconocimiento en tanto portadores de un saber científico o académico específico. Como tales, contribuyeron a desenterrar (literalmente) un glorioso y perdido pasado provincial asociado con una "civilización chaco-santiagueña", un "imperio de las llanuras", desaparecido antes de la conquista española. Los Wagner se esforzaron por demostrar que esa provincia periférica había sido otrora un notable centro de difusión cultural equiparable a la cultura helénica clásica u otras del cercano o lejano oriente antiguo. Sus saberes arqueológicos, imbuidos en las concepciones históricoculturales de gran peso intelectual y políticoinstitucional en la Argentina de la época, constituyeron un instrumento eficaz en la construcción de una identidad provincial santiagueña en el interior de la nación argentina.

El capítulo 2 se ocupa de la trayectoria biográfica de los Wagner desde sus años formativos en su juventud en la Francia del último cuarto de siglo XIX, sus viajes, relaciones con interlocutores europeos, las influencias intelectuales que marcaron sus concepciones acerca de la cultura, hasta su instalación en el territorio santiagueño. Los capítulos 3 y 4 son una minuciosa descripción y análisis del trabajo y producción arqueológica de Duncan y Emilio. Frente a la demoledora crítica científica de sus contemporáneos y el ulterior descrédito en que cayeron ante las siguientes generaciones de antropólogos, en esos capítulos se plantea la necesidad de efectuar una valoración interna de su obra, esto es, evitando apriorismos o evaluaciones extemporáneas y, en consecuencia, procediendo mediante un análisis que comprenda sus argumentos en su propia lógica y situándolos en las coordenadas de sus contextos e interlocutores históricos. Procediendo de este modo, las autoras concluyen que los Wagner compartían con otros contemporáneos similares concepciones antropológicas histórico-culturales o difusionistas, así como semejantes métodos (bastante precarios) de trabajo de campo en campañas y en laboratorio.

Los capítulos 6 y 7 son una detallada reconstrucción de los liderazgos y las instituciones del campo arqueológico argentino de las décadas de 1920 y 1930. La constatación de un amplio predominio histórico-cultural en las concepciones de la antropología argentina de la década de 1930 permite a los autores identificar que el núcleo de las críticas a los Wagner durante la "Semana de Antropología" organizada por la Sociedad Argentina de Antropología en 1939 no se centraba en el cuestionamiento a sus extravagantes presupuestos teóricos difusionistas, la ausencia de métodos de trabajo de campo sistemáticos y de laboratorio rigurosos, o la insuficiente demostración empírica. Más bien, para sus detractores resultaba intolerable que los Wagner se valieran de la prensa de circulación masiva para difundir sus hallazgos de manera "sensacionalista" ante audiencias de legos, desafiando así el buen sentido y el gusto de la ciencia consagrada. Esas diferencias respecto de la definición de las reglas de la ciencia "seria" y su correcto proceder demuestran la afirmación de un consenso entre los académicos de la época. Los autores concluyen, en definitiva, que esas fuertes críticas cumplían con una función normalizadora y de disciplinamiento en el proceso de estructuración del campo arqueológico, trazando una severa línea entre expertos y legos, insiders y outsiders, entre lenguajes reconocidos por la comunidad académica y otros que no. En ese contexto, pues, se trató de producir una verdadera "lapidación ritual" de los Wagner.

Finalmente, quiera señalar que pensar temas consagrados en la agenda de las ciencias sociales como el estudio de los intelectuales, el campo científico y sus relaciones de poder, aproximándonos desde unos objetos probablemente tenidos como periféricos, tales como la identidad provincial santiagueña, la historia disciplinar de la antropología o personajes como los Wagner, abren la posibilidad de comprender aquellos temas desde unas perspectivas menos porteño-céntricas o metropolitanas. Y diciendo esto no se trata, pues, de exaltar las imaginarias virtudes de una fronda federalista y provinciana en el interior del debate científico actual, sino más bien de aceptar el desafío de conocer una extensa y heterogénea materia histórica, todavía insuficientemente explorada, en torno del conocimiento de los movimientos intelectuales en la Argentina del siglo XX. Este libro demuestra con creces la enorme productividad que puede arrojar ese esfuerzo historiográfico e invita, por ello, a recorrer caminos semejantes en investigaciones que aborden otras geografías y tiempos, otros saberes, prácticas y protagonistas.

Germán Soprano

CONICET / UNQ / UNLP

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License