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Prismas

versión On-line ISSN 1852-0499

Prismas vol.18 no.1 Bernal jun. 2014

 

RESEÑAS

Martín Sivak,
Clarín, el gran diario argentino. Una historia, Buenos Aires, Planeta, 2013, 472 páginas

 

La cobertura informativa que el Grupo Clarín hizo de la llamada "crisis del campo" en 2008 constituyó un punto de inflexión en la relación que el gobierno argentino y el multimedios más importante del país habían tejido hasta entonces. Durante cuatro meses, las entidades agropecuarias más importantes resistieron con manifestaciones, cortes de ruta y desabastecimientos en los principales centros urbanos, entre otras medidas, la implementación de retenciones móviles a la exportación de algunas materias primas. El tratamiento complaciente que Clarín dispensó a dichas entidades en sus distintos medios motivó el fin del ciclo de buen entendimiento público con el gobierno y se inició así un largo período de enfrentamiento entre ambos, que coincidió con el comienzo de la primera gestión de Cristina Fernández de Kirchner y que continúa hasta el presente. El momento más álgido de este conflicto puede situarse en la aprobación de una nueva ley que regula los medios de comunicación audiovisual -N° 26.522- y en la consecuente disputa judicial por la plena aplicación de la norma, que impactó directamente sobre los intereses empresarios del grupo.
La labor de la prensa en general, y la de Clarín en particular, cobró un inédito interés social. Por un lado, los
medios de comunicación comenzaron a ser masivamente vistos como actores políticos con intereses económicos. Por otro, se registra una creciente polarización del mapa mediático, en el que cada extremo tiende a subordinar la elección de fuentes y de acontecimientos noticiables al previo cálculo de utilidades y perjuicios para el sector en el que está posicionado.1
En ese marco, proliferaron una serie de escritos académicos y periodísticos, algunos de los cuales contribuyeron a enriquecer uno u otro polo de la disputa. Otros, en cambio, se propusieron problematizar distintos aspectos del conflicto por fuera de dichas visiones antagónicas. En esta corriente se inscribe el trabajo de Martín Sivak, que sistematiza la historia política del diario Clarín con el objetivo de comprender las complejas relaciones que tramó con el Estado, con el campo político y con sus lectores como estrategias de supervivencia y de crecimiento empresarial. En palabras del autor, el libro busca responder "cómo un diario modesto y frágil se convirtió en un grupo con mayúsculas y en la empresa más influyente de la Argentina" (p. 15).

Clarín, el gran diario argentino. Una historia es el primer volumen de una obra que se completará a fines de 2014 y abarca el período que va desde los primeros pasos del creador del periódico en la política profesional hasta el fin de la última dictadura militar (1976-1983). Incluye además un atractivo aunque breve epílogo que recorre la ajetreada transformación de la relación entre el devenido Grupo Clarín y los gobiernos kirchneristas.
En un trabajo que demandó seis años de investigación, Sivak reúne un frondoso número de fuentes primarias. Entre ellas, se destacan documentos y escritos inéditos del archivo personal de Roberto Noble, una serie de cables secretos de la embajada de los Estados Unidos en la Argentina, documentación de la causa judicial sobre la venta de Papel Prensa y ciento cincuenta entrevistas a decenas de personas que establecieron distintos tipos de vínculos con el periódico en diferentes momentos de su historia. Además, fueron analizados todos los ejemplares del diario, desde el 28 de agosto de 1945 en adelante.
De ágil lectura y con un atractivo estilo, las dos partes y el aludido epílogo que componen el libro están organizados cronológicamente en diez capítulos, en los cuales la historia de Clarín se desarrolla articulada con la historia política nacional. En ese
proceso, se destacan varias dimensiones transversales de análisis que el autor rastrea en cada etapa. Las relaciones entre la conducción de la empresa y los distintos gobiernos, la organización interna del diario y sus contenidos, las trayectorias biográficas de los personajes involucrados y la cuestión del papel son algunos de los ejes fundamentales.
La primera parte (1902-1969) está centrada en la figura de Roberto Noble: sus antecedentes familiares, su formación universitaria y su carrera política. En ese marco, surgió la idea de crear un diario que le sirviera de "catapulta" para "sentarse a la mesa de los que definen el destino del país" (p. 25). Durante los veinticinco años que transcurrieron entre el lanzamiento del periódico y la muerte de Noble, la identidad de su "hijo macho", como llamaba a Clarín, estuvo fuertemente vinculada a la suya.
El diario salió a la calle por primera vez el 28 de agosto de 1945. Sivak pone en cuestión el "mito fundacional" construido alrededor de las fuentes de financiamiento. Según la versión difundida por Noble, los fondos provinieron de la venta de su estancia. Sin embargo, el autor comprueba dos datos que lo desmienten: la transacción fue cerrada después del lanzamiento de Clarín y la suma necesaria para montar un periódico de esas características era mucho mayor a la declarada públicamente. Ciertamente, Noble recibió dinero de un grupo de empresarios y gran parte del papel le fue provista por el periódico nacionalista Cabildo.
Las relaciones del flamante matutino con el primer
peronismo son objeto de especial consideración. Sivak asegura que Clarín fue el primer diario identificado con el antiperonismo en reconocer el triunfo de Perón. Luego, se esforzó por encontrar puntos de acuerdo con el gobierno nacional y defendió cada una de sus medidas. Obtuvo grandes beneficios en la provisión de papel, créditos bancarios y publicidad gracias a Raúl Apold, a cargo de la prensa y la comunicación oficiales.
Como una especie de marca de nacimiento, los primeros pasos de Clarín estuvieron signados por la escasez de recursos y la necesidad de ayuda estatal para sobrevivir. Sin embargo, el crecimiento del diario no se explica solo por ello sino también, según surge del planteo de Sivak, a partir de la astucia de Noble para comprender rápidamente el mundo de la prensa y visualizar las oportunidades comerciales de crecimiento. Luego de la expropiación del periódico La Prensa en 1951, por entonces líder en ventas y publicidad de América Latina, Noble supo quedarse con "el oro de los clasificados" (p. 88). La entrada diaria de dinero en efectivo, la multiplicación de anunciantes que no exigieran influir en la línea editorial y la posibilidad de desplegar una cobertura nacional le reportarían enormes utilidades durante años. Del mismo modo, sus políticas diferenciadas hacia los gremios de canillitas y gráficos le aseguraron beneficiosas condiciones de distribución.
La rápida adaptación al golpe de Estado de 1955 y su apoyo a la autodenominada "Revolución Libertadora" (1955-1958)
hicieron que en las páginas del diario se operara un rápido pasaje, sin transiciones, de defender al gobierno a llamar "dictador" y "tirano" al ex presidente. Mediante los datos de tirada y ventas, el autor constata que este abrupto cambio en la mirada sobre el peronismo no impactó negativamente en el número de lectores. A diferencia de los seguidores del conservador La Nación o del socialista La Vanguardia, los de Clarín no parecían estar esperando una línea editorial definida.
Noble se sintió especialmente interpelado por el programa económico del gobierno de Arturo Frondizi (1958-1962). Al igual que con las gestiones anteriores, el diario se benefició con enormes ayudas estatales. Sin embargo, se cuidó de no quedar emparentado con la política partidaria para no perder la imagen de independencia que tanto le redituaba con el público de la creciente clase media. En contraste con lo que sucedió en el '55, respaldó al gobierno de Frondizi hasta el último día, aunque se acercó a Guido una vez que este se sentó en el sillón de Rivadavia (1962-1963).
La primigenia idea del diario como catapulta a la presidencia fue reformulada por Noble luego del derrocamiento de Frondizi: "Ya no puedo ser presidente, puedo hacer presidentes" (p. 161). Le dedicó un considerable espacio de su diario a la difusión de las ideas y los actos del flamante Movimiento de Integración y Desarrollo (MID). En efecto, la figura de Rogelio Frigerio adquirió cada vez mayor relevancia en la línea editorial.

Además, durante la década del '60 el diario incorporó a un heterogéneo grupo de periodistas denominados frondifrigeristas en las secciones Política y Economía. Oscar Camilión, uno de sus cuadros políticos más brillantes, asumió como secretario general de redacción.
La muerte de Noble, en 1969, abrió una nueva etapa en la historia de Clarín, que Sivak desarrolla en la segunda parte del libro (1969-1982). Al hacerse cargo de la dirección del diario, la viuda Ernestina Herrera de Noble se encontró con graves problemas financieros y una difícil batalla judicial por la sucesión de su marido. Para enfrentarlos, debió superar primero una contienda entre los dos polos en disputa por la conducción de la empresa: el grupo liderado por el gerente general Héctor Cabezas, viejo funcionario de Noble, y los desarrollistas dirigidos por Frigerio y representados por Camilión. Su inclinación por los últimos condujo al éxodo de la vieja guardia, que "desnobilizó" a Clarín.
El frigerismo aportó los cuadros para sanear las cuentas y resolver el proceso de sucesión de Noble: el contador Héctor Magnetto, acompañado por sus colegas José Aranda y Lucio Pagliaro, lideró la reestructuración de la compañía entre 1971 y 1972. El abogado Bernardo Sofovich, por su parte, fue el responsable del proceso de negociación con Guadalupe Zapata Timberlake, madre de "Lupita" Noble, quien por entonces tenía 14 años. Así, para diciembre de 1972 "la dirección editorial, política, legal y contable de Clarín había
quedado bajo la égida de Frigerio. Pretendía gobernar el país, pero mientras tanto gobernaba Clarín", aunque ello no fuera perceptible para el gran público (p. 211).
El enfrentamiento político y personal entre Frigerio y José Gelbard -líder de la Confederación General Económica (CGE) y ministro de Hacienda de Perón- es señalado como un factor central para Clarín durante el tercer peronismo. Frigerio descargó furiosas críticas en las páginas de Clarín y Gelbard vio en el diario un antagonista. Sivak detalla el controvertido proceso por el cual el negocio del papel, que en 1971 había sido otorgado a la firma Papel Prensa, con quien Clarín tenía buenas relaciones, le fue adjudicado a David Graiver, empresario de confianza de Gelbard y ligado a la agrupación política Montoneros.
La muerte de Perón, el 1 de julio de 1974, atemperó el conflicto, que acabó de cerrarse con la renuncia de Gelbard. El saldo del enfrentamiento fue, según Sivak, la última transformación interna que se registró durante el período estudiado: los frigeristas orgánicos fueron reemplazados por periodistas "profesionales", mientras que el grupo de la sección Política ligado a la izquierda del peronismo, resabio del acercamiento entre Frigerio y Perón durante el exilio de este último, abandonó el diario. Llegó en su lugar Juan Garasino, cercano a Jorge Rafael Videla. Ya durante los meses previos a marzo de 1976, Clarín había endurecido su posición editorial hacia la guerrilla y hacia el gobierno,
alentando la posibilidad de un golpe de Estado.
El autor desarrolla con precisión el proceso por el cual la sociedad anónima Fapel, conformada por Clarín, La Nación y La Razón, obtuvo y gestionó la fábrica de papel durante la dictadura militar. Al mismo tiempo, da cuenta de las estrategias políticas, económicas y editoriales de las cuales se valió Clarín para generar oportunidades de crecimiento: se balanceó entre "duros" y "blandos" del régimen, trabó una alianza comercial con La Nación, adquirió ventajosos créditos y criticó al Grupo Graiver, procurando bajar el precio de venta de Papel Prensa.
Luego de un breve período de entusiasmo, el frigerismo criticó el plan económico de José Alfredo Martínez de Hoz, tanto en sus documentos internos como desde las páginas de Clarín. En cambio, asumió una defensa política del gobierno de facto e ignoró los crímenes de lesa humanidad. Según el autor, la compra de Papel Prensa, en 1977, profundizó la aprobación política a la vez que proveyó oportunidades de desarrollo económico para la empresa.
Durante la gestión del periodista de oficio Marcos Cytrinblum a cargo de la Secretaría General de Redacción, Clarín experimentó un significativo crecimiento, en un contexto en el cual la mayor parte de los diarios y revistas sufría una caída en las ventas. La sección deportiva, ya convertida en una de las estrellas del diario, fue amplificada y fortalecida por iniciativa suya. En efecto, Clarín duplicó sus ventas
durante el Mundial de Fútbol organizado por la Argentina en 1978, e implementó novedosas estrategias publicitarias.
Los últimos tres años de la dictadura marcan el deterioro de la relación entre Ernestina Herrera de Noble y el frigerismo. La ruptura definitiva se consumó en enero de 1982. Para seguir adelante, Ernestina se apoyó centralmente en Magnetto. Portador de un bajo perfil, con el tiempo se convertiría en el brazo operativo de la gestión al frente de la dirección del diario y "retomaría uno de los rasgos salientes del Clarín de Noble: su condición de diario no ideológico y fluctuante" (p. 372).
Escrito al calor de los hechos mencionados al inicio, el epílogo del libro se ofrece como un jugoso análisis de la metamorfosis de las relaciones entre Clarín y los gobiernos kirchneristas. Estas
desembocaron en un duro enfrentamiento que se ha extendido por casi seis años y que arrojó como saldo pérdidas de distinto tenor para ambos contendientes. A pesar de las limitaciones que puedan presentarse a la hora de ensayar interpretaciones sobre un proceso aún en pleno desarrollo, Sivak hace un esfuerzo por tomar distancia de las versiones construidas a uno y otro lado del campo de batalla. El caso de Papel Prensa, por ejemplo, señala aspectos no considerados ni en el informe presentado en 2010 por el gobierno nacional ni en las réplicas públicas del Grupo Clarín.
Clarín, el gran diario argentino no es solo un libro sobre la historia de un medio de prensa. En sus páginas, la historia política nacional y la del periódico se entrelazan de tal modo que una no podría entenderse sin la otra. Es
también un libro de personajes: las trayectorias biográficas de cada actor involucrado cumplen un rol fundamental en el relato. A la vez, las relaciones de poder que se tejen entre empresarios, representantes del Estado, políticos civiles y militares, sumadas a una gran habilidad comercial y a la astucia para interpretar los humores sociales, explican el crecimiento de un medio que había nacido débil. En una época en la que Clarín y su historia forman parte del menú de temas de discusión pública, la obra de Sivak se ofrece como una referencia fundamental que, sin duda, contribuirá a enriquecer el bagaje de conocimientos tanto para el público especializado como para el lego con vocación de análisis.

Nadia Koziner
UNQ / CONICET

Notas

1 Martín Becerra, "Cuando los medios se polarizan", Ámbito Financiero, Buenos Aires, 16 de noviembre de 2012.         [ Links ]

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