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Prismas

On-line version ISSN 1852-0499

Prismas vol.18 no.2 Bernal Dec. 2014

 

OBITUARIOS

Maurice Agulhon (1926-2014)

La República tras bastidores

 

Maurice Agulhon, uno de los grandes historiadores de la posguerra, murió el 28 de mayo de 2014 a los 87 años en Brignoles, departamento del Var, Francia. Profesor emérito del Collège de Francia, deja una obra inmensa por su originalidad y su contribución al pensamiento histórico. Hombre de refinada sobriedad y cuya modestia y rigor predisponía poco a las palabrerías, permaneció poco conocido del gran público francés y confinado, como gustaba decirlo con ese humor cómplice que lo caracterizaba, a una célebre confidencialidad. Ella no tuvo sin embargo nada de marginalidad institucional. Maurice Agulhon franqueó todos los jalones de una carrera universitaria de excelencia que la República francesa ofrece -cada vez de manera más esporádica, como bien lo reveló Pierre Bourdieu, su colega en el Collège de Francia- como vía meritocrática de ascenso social. La República hizo posible que ese hijo de maestros protestantes del Gard y nieto de un obrero ferroviario y un tendero ascendiese hasta el Collège de Francia, y él destinó toda su carrera de historiador a dar cuenta de cómo la República descendía hasta lo más recóndito de las relaciones cotidianas de los sectores populares. Las preguntas que guiaron sus diversas investigaciones estuvieron alimentadas por esa relación casi íntima que tenía Maurice Agulhon con la República francesa y que traducía su interés por dar cuenta de su materialidad social, que él descifró a través de las prácticas cotidianas, los símbolos y las diversas expresiones culturales. Su nombre queda inseparablemente vinculado a la noción de sociabilidad, que introdujo en el vocabulario histórico, y a Marianne, la alegoría femenina de la República.
Nacido en Uzès, departamento del Gard, hizo sus primeros estudios en una escuela rural de la región, adonde habían sido afectados sus padres por el ministerio de la educación nacional. Recibió en la escuela y en su casa -que él definió como "célula pedagógica en medio del pueblo"- una educación puritana que marcó sin duda su personalidad con esa sobriedad y pudor que lo caracterizaban. Comienza su secundaria en 1936 en el liceo Frédéric Mistral de Avignon, donde se recibe de bachiller. En 1943 ingresa en la escuela preparatoria del liceo del Parque de Lyon, donde se define su vocación de historiador. En su ensayo de "ego-historia" que publicó Pierre Nora en 1987, recuerda que la opción por la historia no fue ni una exhortación familiar ni una vocación infantil. Fue su interés por la política, anclada en una cultura familiar republicana (socialista y pacifista por parte de sus padres, radical socialista por parte de su abuelo materno), y el encuentro, en plena guerra, con un excepcional profesor de historia de la escuela preparatoria, Joseph Hours, aquello que orientó su camino. Agulhon recuerda en "el abuelo Hours", como lo apelaba cariñosamente, al Resistente -compañero de resistencia de Marc Bloch-, y quien le hizo descubrir la escuela de los Annales. A partir de la descripción que de este plebiscitado docente nos deja Clément Rosset podemos entender mejor el impacto que Hours pudo tener en el joven Agulhon. En sus reflexiones, Rosset califica a Hours de "vidente" por su sentido prodigioso de lo existente "efectivamente, concretamente, cotidianamente, en persona, en carne y hueso, en otros términos de la historia tal cual se desarrolla en la realidad".1 Hours, un maestro cuya lucidez no imposibilitaba la acción y cuya acción no requería una abdicación de la exigencia crítica, vino a encarnar esa síntesis que definió entonces la doble vocación de Agulhon de historiador con una sensibilidad particular por la historia "efectiva, concreta, cotidiana" y ciudadano comprometido con la política.2
Finalizada la guerra y la escuela preparatoria en Lyon, obtuvo el concurso de ingreso en la Escuela Normal Superior de París en 1946, donde fue compañero de promoción de Michel Foucault y de François Bédarida. El ingreso coincide con su adhesión al Partido Comunista en momentos de su "apogeo eufórico".3 Durante sus años parisinos militó en la sección del PCF del barrio latino, donde conoció a François Furet, con quien compartió varias empresas editoriales y un común futuro de ex comunistas. Pero a diferencia de Furet y de otros "ex", su ruptura con el partido en 1960 no lo llevó ni hacia la derecha ni hacia el apoliticismo. Siguió su compromiso político a través de una militancia en el "anticolonialismo subversivo" y el sindicalismo estudiantil (SNESUP), a través del cual participó en el movimiento del Mayo Francés en la Universidad d'Aix-en-Provence, y luego, más moderadamente, en el socialismo. Esa vocación de permanecer imperturbablemente de izquierda a lo largo de toda una vida en el accidentado siglo XX se explica para Maurice Aguhon, que gustaba aplicarse a él mismo el método de análisis histórico, en las profundidades de la cultura familiar, para la cual su inicial adscripción comunista implicó una discontinuidad, pero no una ruptura. Sus años comunistas fueron, en todo caso, determinantes en la elección de su director de tesis, quien, como declaraba con toda naturalidad, no podía ser otro que Camille-Ernest Labrousse, profesor de Historia Económica y Social de la Sorbona, economista de formación, ex comunista y notorio militante socialista de la Sección Francesa de la Internacional Obrera (SFIO), hacia quien se dirigía toda una generación de historiadores comunistas. Con él realizó una primera investigación para obtener un diploma de estudios superiores en 1949. En 1950 alcanza el primer rango en el selectivo concurso de agregación, tribunal que tenía entonces como presidente de jurado a Fernand Braudel. Es afectado como profesor de historia secundaria en la región del Var. En 1954, gracias a los buenos oficios de Labrousse, Agulhon obtuvo un pase provisional de tres años al Centro de Investigaciones Científicas (CNRS), cargo destinado a liberarlo de las clases para dedicarse enteramente a su investigación, para la dirección de la cual volverá a solicitar a Labrousse. Naturalmente, fue sobre una cuestión política, de sociología electoral, que los dos hombres acordaron un tema de tesis, aunque Maurice Agulhon confiesa que ese acuerdo reposaba sobre cierto malentendido que ninguno de los dos juzgó necesario dilucidar: para Labrousse se trataba de seguir la pista de André Siegfried, para Agulhon de comprobar la idea thoreziana del comunismo como prolongación de la tradición democrática francesa.4 Nombrado asistente de Pierre Guiral, profesor de historia contemporánea en la facultad de Aix en 1957, presenta en 1966 bajo su dirección la tesis complementaria -que sustituía la antigua tesis en latín-, trabajo publicado en 1968 en la colección que dirigían Furet y Richet en Fayard, bajo el título Pénitents et francs-maçons de l'ancienne Provence. Essai sur la sociabilité méridionale, sin duda uno de sus libros más conocidos que abre todo un nuevo campo de investigación histórica a partir de la noción de sociabilidad que introduce. Tres años más tarde defenderá su tesis de estado, bajo la doble dirección de Labrousse y Guiral. Imponente obra sobre los procesos sociales de politización que dará lugar a la publicación de tres libros: Une ville ouvrière au temps du socialisme utopique, Toulon de 1815 à 1851 (1970), La Vie sociale en Provence intérieure au lendemain de la Révolution (1970), La République au village. La population du Var de la Révolution à la République (1971). En 1972 es nombrado profesor de historia contemporánea de la Universidad París I- Panteón Sorbona, que surgía luego de mayo del '68 de la desagregación de la vieja Sorbona. Deja entonces la región meridional de donde era originario y donde había ejercido como asociado y luego adjunto de Historia Contemporánea para pasar a la "selección nacional", como él mismo calificó su pase a París.5 Coronó su carrera en 1986 con su elección en el Collège de France, donde ocupó la cátedra de Historia de Francia Contemporánea -antiguamente, cátedra de Historia General, que había acogido a otro gran historiador de la República, Jules Michelet, y más recientemente a François Simiand y a André Siegfried, que habían inspirado sus propias investigaciones.
Maurice Agulhon deja un importante legado a la disciplina histórica, tanto por sus grandes obras de síntesis, entre las cuales la más conocida es sin duda su 1848 ou l'apprentissage de la République (1973), como por sus originales investigaciones monográficas.6 Estas pueden agruparse en tres grandes momentos destinados a tres objetos a través de los cuales buscó dar cuenta de los procesos de po litización, y para ello acordó a las variables culturales y contingentes una importancia inédita para un discípulo de Labrousse. Como solía repetir en sus cursos, las mismas estructuras socio-económicas no generan los mismos procesos de politización, lo que hacía necesario introducir otros elementos explicativos. El primero de esos objetos es el de la sociabilidad, al que destinó buena parte de su producción histórica hasta fines de los años setenta con la publicación del Círculo burgués. 7 Vendrán luego las Mariannes y su célebre trilogía Marianne au combat. L'imagerie et la symbolique républicaines de 1789à 1880 (1979), Marianne au pouvoir. L'imagerie et la symbolique républicaine de 1880à 1914 (1989) y Les métamorphoses de Marianne. L'imagerie et la symbolique républicaine de 1914 à nous jours (2001). Esta importante incursión en la historia del arte político transformó sensiblemente el campo de los estudios de simbología política.
La última etapa de su vida de investigador fue destinada a otra preocupación teórica que, como él mismo lo confesó, venía a reparar lo que retrospectivamente juzgaba como un error histórico de su parte y una injusticia política: el lugar de Charles de Gaulle y del gaullismo en la República. Interés insólito para un hombre de izquierda que había militado abiertamente contra el general al menos en tres instancias decisivas de la historia de Francia: en 1946, en momentos del comunismo triunfante; en 1958, contra el "golpe de Estado" que llevó a la V República, y durante el Mayo Francés, cuando participó en el movimiento que buscaba entre otras cosas derrocar al general. 8 En estos últimos trabajos muestra cómo mecanismos similares a los que había descripto en sus trabajos sobre Marianne volvían a operar en el proceso de mistificación del general De Gaulle. La personificación de la República por De Gaulle aparece en filigrana como alternativa a la Marianne que, como sugería en sus metamorfosis, había dejado de encarnar el estado republicano al bajar al escalón municipal. Si Marianne representaba una especificidad francesa -la alegoría femenina de la República-, Charles de Gaulle parece inscribirse en la tradición norteamericana de la personificación de la República a través de sus grandes hombres. Y en este sentido podemos considerar que su interés por De Gaulle es una prolongación de sus investigaciones sobre Marianne. Sin embargo, si los últimos trabajos de Agulhon sorprendieron a más de uno de sus discípulos, ello se debe a la rehabilitación histórica que este hace del general, en particular a través de su Coup d'État et République (1997). En una de las últimas entrevistas que concedió antes del accidente de salud que en 2005 lo llevó a retirarse de la vida pública, Agulhon califica a ese libro como un "deber moral". La historia y la política vuelven aquí a encontrarse como en 1958. Pero en 1997 reconoce que la analogía entre el contexto que había llevado a De Gaulle al gobierno en 1958 y el golpe de Estado de Bonaparte el 2 de diciembre 1851 era históricamente equivocada y que se puede y se debe rectificar públicamente ese error, sin por ello renegar de sus convicciones políticas. Con el mismo rigor académico e integridad ética participará de otros debates historiográficos que marcaron la disciplina, entre los cuales se destaca el que suscitó entre los historiadores la obra de Michel Foucault y que dio lugar a la publicación del libro coordinado por Michelle Perrot, L'impossible prison (1980); el que lo opone al historiador americano Eugen Weber sobre la politización de las zonas rurales, y el que tendrá con François Furet en 1989 sobre el legado de la Revolución Francesa y la oportunidad de "celebrar" su bicentenario.
Profesor emérito del Collège de France, Agulhon abandona hacia fines de los noventa la vida parisina y, fiel a sus raíces provenzales, se instala en Villeneuve-lès-Avignon, en la casa heredada de un bisabuelo materno, modesto campesino del Gard católico y republicano, como aquellos que había rescatado del olvido republicano en su République au village. Allí eligió terminar sus días con la misma sobriedad, exigencia intelectual y natural sentido de la gravedad histórica con las que recorrió un agitado siglo XX. A la República legó las trazas de todo lo que ella había ofrecido para que él deviniera quien fue: sus archivos a la Escuela Normal Superior de París y la integridad de su biblioteca familiar y personal a la Universidad de Avignon.

Pilar González Bernaldo

Universidad París Diderot - París 7

Notas

1 Véase Clément Rosset, En ce temps-là, París, Les Editions de Minuit, 1992, p. 26.         [ Links ]

2 Louis Althusser, otro de los ilustres alumnos de Hours, lo reconoció como quien más había aportado a su formación, gracias a un rigor y una exigencia que no admitían complacencias. Véase Louis Althusser, L'Avenir dure longtemps, París, Stock/IMEC, 1992, pp. 86-87.         [ Links ] Agulhon dedicó "al profesor de historia en el Liceo del Parque (Lyon) quien, bien antes de que la historia de lo cotidiano estuviese de moda, sabía suscitar al mismo tiempo asombro, sonrisa y reflexión", su Marianne au Combat, de 1979.

3 Véase Maurice Agulhon, "Sur la culture du comunisme", en Daniel Cefaï, Cultures Politiques, 200, reproducido en Histoire et politique à gauche, París, Perrin, 2005, p. 112.         [ Links ]

4 Ibid., pp. 26-27.

5 Véase entrevista a Maurice Agulhon, Bar-sur-Aube, 18 de diciembre de 2008.

6 Una recopilación exhaustiva de su obra hasta 1988 es la de C. Charle, J. Lalouette, M. Pigenet y A. M. Sohn (eds.), La France démocratique. Combats, mentalités, symboles, mélanges en l'honneur de Maurice Agulhon, Publications de la Sorbonne, 1998, pp. 7-25.         [ Links ]

7 Uno de los pocos libros traducidos al castellano y el único publicado en la Argentina. Véase Maurice Agulhon, El círculo burgués. La sociabilidad en Francia, 1810-1848, Buenos Aires, Siglo XXI, 2009.         [ Links ]

8 En varias ocasiones se explica al respecto. Véase en particular Coup d'État et République, París, Presses de Sciences Po, 1997.         [ Links ]

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