SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.19 número2Tulio Halperin Donghi (1926-2014) índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Prismas

versión On-line ISSN 1852-0499

Prismas vol.19 no.2 Bernal dic. 2015

 

OBITUARIOS

Peter Gay (1923-2015)

 

Peter Gay nace en Berlín en 1923, con el nombre Peter Joachim Fröhlich. Modifica su apellido transformándolo en su equivalente inglés, Gay, luego de reiniciar su vida en los Estados Unidos tras huir junto a su familia de la Alemania nazi en 1939. Recibe su doctorado en 1951 en la Universidad de Columbia, institución en la que enseña hasta su nombramiento en Yale en 1969. Allí trabaja desde entonces y se jubila en 1993. Fallece en 2015, legando una obra inmensa e influyente en tres grandes conjuntos temáticos: la historia de la Ilustración europea, las relaciones entre historia y psicoanálisis y las memorias sobre Alemania.
Historiador ambicioso, Peter Gay se especializa en la historia de las ideas, aunque quiere ir más allá de las ideas entendidas como contenidos de conciencia o "internos"en el sentido collingwoodiano. El anhelo de hacer de la historia de las ideas una historia tout court es un rasgo compartido por los primeros dos grandes segmentos de su producción historiográfica: la historia de la Ilustración europea y una historia cultural psicoanalíticamente informada.
Su tesis doctoral dedicada al revisionismo socialista de Eduard Bernstein se publica en 1952. Entre 1959 y 1969 aparecen sus grandes estudios sobre la Ilustración europea: La política de Voltaire y los dos volúmenes de La Ilustración: Una interpretación. La proposición principal de sus obras sobre la Ilustración afirma que los philosophes del siglo XVIII son los fundadores de la política liberal moderna cuya realización más plena adviene con la democracia estadounidense. Así, Gay lee El Federalista como la concreción en América de El espíritu de las leyes. A pesar de que la suya no fue cabalmente, como quiso, una "historia social de las ideas" (Robert Darnton, entre otros, lo destaca), esos textos fundan una lectura de referencia en la especialidad historiográfica.
A fines de la década de 1960 el psicoanálisis ingresa como una dimensión capital en la obra y el pensamiento de Gay. Su propia identidad profesional se complejiza con un seguimiento formal de entrenamiento psicoanalítico, en el que adhiere a la versión de la psicología del yo, una lectura "ortodoxa" vinculada a la Asociación Psicoanalítica Internacional. Desde esa perspectiva aboga en su Freud para historiadores (1985) por la viabilidad de un empleo historiográfico del psicoanálisis diferente de las aplicaciones simplificadoras características de buena parte de la Psychohistory. Propone una investigación concreta de su enfoque en su monumental obra en cinco volúmenes sobre La experiencia burguesa: de Victoria a Freud (1984-1998) centrada en las "clases medias" euroatlánticas. Y continúa la empresa en su todavía insuperada reconstrucción de la vida y las ideas del creador del psicoanálisis en Freud: Una vida para nuestro tiempo (1988). Gay narra la biografía de un Freud iluminista, al que retrata sin obsecuencias; retoma allí una controvertida afirmación en que Freud, en una carta a Oscar Pfister, se pregunta sobre el psicoanálisis y su propia condición personal de "judío sin dios". En este segundo conjunto de textos, Peter Gay se esfuerza por actualizar el proyecto de una historiografía psicoanalíticamente informada, al menos en lo que respecta a una comprensión ortodoxa del psicoanálisis. Su producción al respecto constituye materia de reflexión comparable a los escritos históricos de Erik Erikson y E. R. Dodds.
Si bien los dos segmentos historiográficos recién referidos garantizan la presencia de Gay en las bibliografías "indispensables" de cada ámbito de estudios (la Ilustración y el sofisticado enlace entre historia y psicoanálisis), tal vez constituya un legado igualmente perdurable el conjunto de textos en que investiga y rememora lo que él mismo denomina su "cuestión alemana". No es difícil incluso reinterpretar su obra anterior bajo la luz de los recuerdos traumáticos de una Alemania como hogar del que al ser clasificado como judío por el racismo hitleriano se halla expulsado bajo la horrenda agresión que no solo involucra la muerte sino el des-reconocimiento de la dignidad humana. En efecto, su lectura de la Ilustración y de las ambivalencias inherentes de la Europa burguesa puede ser interpretada como la contracara de una cultura norteamericana en la que, no necesariamente con ingenuidad, había hallado un refugio de democracia y libertad.
No interesa aquí discutir tanto esas convicciones existenciales como el modo en que, a su vera, Gay recuerda su infancia en Mi cuestión alemana: creciendo en la Alemania nazi (1998). Esas memorias que llegan hasta su adolescencia tramitan una pregunta difícil tantas veces planteada, entre otros por G. Scholem: ¿por qué los judíos alemanes no abandonaron masivamente Alemania tras la toma nazi del poder, un poder que no ocultaba sus criminales anhelos antisemitas? Por cierto que algunas familias emigraron en 1933, como la de otro eminente historiador coetáneo de Gay: George L. Mosse. El testimonio de un Peter Gay ya anciano expresa las flexiones retrospectivas luego de tantas décadas transcurridas, brindando un relato revelador para repensar sus estudios sobre la Ilustración y la relación entre cultura, pulsión de muerte e inconsciente, que enhebran su producción intelectual.
En suma, las tres vertientes de los trabajos de un historiador de las ideas legan una obra que ella misma -más allá de las pasajeras modas intelectuales- ha devenido una cantera para pensar la historia, las ideas y la experiencia histórica.

Omar Acha
UBA/CONICET/CIF

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons