SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 issue32CÓRDOBA Y SUS VAIVENES. TRANSFORMACIONES COYUNTURALES Y CONTINUIDADES ESTRUCTURALES EN LA RELACIÓN ENTRE ESTADO, EMPRESARIOS Y MUNDO OBRERO (1969-1976SEGURIDAD E INSEGURIDAD EN DEMOCRACIA NIVELES ANALÍTICOS Y CONCEPTUALES EN EL ABORDAJE DE UN PROBLEMA ACTUAL author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

  • Have no cited articlesCited by SciELO

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Estudios - Centro de Estudios Avanzados. Universidad Nacional de Córdoba

On-line version ISSN 1852-1568

Estud. - Cent. Estud. Av., Univ. Nac. Córdoba  no.32 Córdoba Dec. 2014

 

ARTICULOS ORIGINALES

ANÁLISIS COMPARATIVO DE LA RETÓRICA ARGUMENTAL EN TORNO A LA "REVOLUCIÓN ARGENTINA" Y "VIOLENCIA POLÍTICA" EN LOS DIARIOS NORTE Y EL INTRANSIGENTE DURANTE EL AÑO 19691

Marta Elizabeth Pérez
Sergio Quintana Villacorta


Resumen
En este trabajo nos proponemos dilucidar el modo en que se configuran los discursos políticos en torno a las nociones de Revolución Argentina y violencia política durante la etapa final del "onganiato", tomando como unidad de observación el Diario Norte y El Intransigente y como unidad de registro las notas políticas publicadas en ambos periódicos durante el año 1969. Nuestro objetivo es analizar comparativamente mediante la categoría de "retórica argumental" los dispositivos de configuración y esquematización de los discursos de los periodistas salteños vinculados a distintos proyectos socio-políticos, expresados a partir de las columnas políticas de los periódicos en estudio. En este escenario, los discursos de los periodistas se organizan a partir de la selección de tópicos y tropos metafóricos que dotan de una nueva pertinencia semántica a las nociones de "tiempo" y "violencia política".

Palabras claves: discurso político - retorica argumental - violencia política - Revolución Argentina

Abstract:
In this work we intend to elucidate the way in which political discourse is shaped around the notions of revolution and political violence Argentina during the final stage of "onganiato", taking as the unit of observation Northern Journal and The Intransigent and as a unit registration policy notes published in both newspapers during 1969. Our goal is to analyze by category "rhetorical argument" configuration devices and outlining speeches of Salta journalists linked to various socio- political, expressed from the political columns of newspapers in study projects. In this scenario, the discourses of journalists organized by the selection of topics and metaphorical tropes that provide a new semantic relevance to the notions of "time" and "political violence"

Keywords: political discourse - argumentative rhetoric - political violence - Argentina Revolution


 

Introducción

En este trabajo nos proponemos dilucidar el modo en que se configuran los discursos políticos en torno a las nociones de revolución argentina y violencia política durante la etapa final del "onganiato", tomando como unidad de observación el Diario el Norte y El Intransigente y como unidad de registro las notas políticas publicadas en ambos periódicos durante el año 1969.

Nuestro objetivo es analizar comparativamente mediante la categoría de "retórica argumental" los dispositivos de configuración y esquematización de los discursos de los periodistas salteños vinculados a distintos proyectos socio-políticos, expresados a partir de las columnas políticas de los periódicos en estudio.

En Salta, los gobiernos de la intervención2 se vieron inmersos en un proceso de crisis permanente. Producto de las movilizaciones y la lenta constitución de un campo de oposición política - constituido por el movimiento obrero, los dirigentes de los partidos políticos "disueltos" y el movimiento estudiantil. Por otro lado, por el fracaso de la política participacionista - en especial los consejos asesores -. 3

En este escenario, los discursos de los periodistas se organizan a partir de la selección de tópicos y tropos metafóricos que dotan de una nueva pertinencia semántica a las nociones de "tiempo" y "violencia política".
Estudiar las proyecciones metáforicas utilizadas por los periodistas nos permite adentrarnos en la dialéctica en el discurso periodístico, que sobre la base de los valores y creencias de los grupos sociales en pugna, refutan y conectan nociones que aparecen con connotaciones ideológicas opuestas, para dotarlas de un nuevo sentido.4

Por otro lado, se trata de identificar, más allá de la diversidad de los enunciados que se ponen en funcionamiento, las bases tópicas sobre las cuales se construye el discurso sobre lo que es capaz de constituirse en lo valorable como verosímil y legítimo y, por lo tanto, susceptible de alcanzar el consenso social.

La lucha social y política es formulada en términos de "violencia política", los grupos opositores al proyecto de la "revolución argentina" son situados dentro de un encadenamiento de enunciados expresados en torno a las nociones de desorden/ilegitimidad/ violencia. Todo ello dentro de una dialéctica en donde la violencia política comienza a situarse dentro de la "normalidad de acción" de los grupos sociales en pugna, donde los procesos de deslegitimación de la solución violenta de los conflictos son los tópicos principales de la cadena argumentativa del discurso periodístico afín al proyecto de la "Revolución Argentina".

El escenario socio-político hacia fines del "onganiato", 1969

El golpe de la autodenominada Revolución Argentina trae una novedad frente a la experiencia de los anteriores golpes cívico-militares: no tiene plazos, solo objetivos, entre ellos, recuperar el orden para garantizar el desarrollo y modernización del aparato productivo y la sociedad. Así, Onganía comunica que la dictadura comienza un tiempo económico, a través de una política de racionalización y ajuste estatal, dando prioridad a la inversión del capital privado en contraposición a los intereses de los sectores poco eficientes de la economía nacional y regional. Medidas que incluyen la privatización de las empresas del estado y la reducción de los costos laborales, para ello se revisan los convenios colectivos de trabajo con el objetivo de adecuar los salarios a la nueva política de rentabilidad de la inversión privada.5

Para mantener el orden en prevención de los conflictos sociales,que podían desatar las medidas de modernización y ajuste estructural, la dictadura lanza una serie de medidas destinadas a desarticular cualquier resistencia sea sindical, partidaria o de cualquier otra organización.

En la gradualidad de las medidas adoptadas, el programa establece que el tiempo económico tiene que dar lugar a un tiempo social, destinado a enmendar los efectos no deseados de las medidas económicas. La alocución de Onganía se estructura en torno a configuraciones discursivas que apuntan a la novedad e innovación que implicaba la Revolución Argentina, en donde el tiempo social tendría como interlocutores a nuevas organizaciones sindicales dirigidas por nuevos hombres y constituiría el paso previo al tiempo político guiado por una profunda reforma política de la cual surgirían los nuevos partidos políticos que conducirían la nueva república siguiendo una nueva lógica de representación no partidocrática. El nuevo orden se constituiría así a partir de los actores reales de la sociedad: los empresarios, los financistas, los hombres de campo, el ejército, la iglesia, los sindicatos.

El proyecto desgranado por la "Revolución Argentina", tiene el apoyo de algunos intelectuales y dirigentes políticos que prefieren cerrar los ojos ante las medidas corporativas y autoritarias. En esta posición se alinean algunos sectores del neoperonismo y cuadros sindicales participacionistas, entre ellos Vandor y Alonso, que sueñan con la formación de un peronismo sin Perón.

Sin embargo, hacia 1969 el "Cordobazo", el "Rosariazo" y las protestas sociales en Salta y Tucumán6, comenzaban a mostrar los primeros síntomas de debilidad del proceso de la Revolución Argentina.

En este contexto de lucha, la violencia política es objeto de tematización constante en la prensa escrita salteña, en cuyas páginas se argumentaba bajo diferentes formas de alocución que el uso de la violencia como forma de reclamo social, aun cuando algunos de ellos fueran lícitos, solo conduciría al caos, catalogando a aquellos que reclamaban con el epíteto de "destructivos vándalos" y "malvados facinerosos". Así, se rechazaba cualquier intento de racionalización y justificación de la violencia política.

Durante los años 1968-1969 la administración del diario El Intransigente está a cargo de Luis Victorino Giacosa, autor de la columna política "Charlas de café", en el momento más crudo de las ilusiones dictatoriales. Esta columna proporciona un valioso material para estudiar los esfuerzos de un intelectual abocado a fundamentar el proyecto de la "Revolución Argentina", elaborando toda una teoría del tiempo, el orden y el hombre nuevo, cuando el proceso de lucha revolucionaria ponía un clivaje a la violencia política.

En el Diario Norte durante el año 1969 se desempeñaba como Director Pedro José Martorel. Las páginas políticas se titulaban "Parlamento Provisorio" y "Versiones", las primeras eran firmadas bajo el seudónimo Juan Legisla, las segundas no tenían rúbrica alguna.

La proyección metafórica "El tiempo es novedad" en el diario El Intransigente.

A pesar de las medidas corporativas y autoritarias, el apoyo de algunos intelectuales a la "Revolución Argentina", entre ellos Giacosa, se asienta en la posibilidad de formar parte de los nuevos hombres y la nueva política sobre la base de un peronismo sin Perón.

La metáfora "el tiempo es novedad" le permite dotar de nuevo sentido a la organización tripartita del tiempo, expresada por el General Onganía en 1968, estableciendo una línea evolutiva y progresiva que va desde el tiempo económico y social hasta el político. El pasado no puede ser recuperado, es caduco y obsoleto, el presente y el futuro es lo que está siendo y lo que será, es el tiempo nuevo que ordenado por el onganiato reconfigurará el presente orden económico, social y político.

La nueva pertinencia semántica atribuida al tiempo en el sentido de novedad expresa lo que "es" el pasado que se conjuga en lo que "no es o está siendo", presente y futuro, donde lo nuevo que está aconteciendo es el tiempo económico, social y político7. Ahora bien, lo que está aconteciendo no es susceptible de medición, análogamente, el tiempo nuevo no tiene plazos, ni límites.

Este proceso de metaforización le permite establecer los patrones sobre los cuales constituirá la legitimación del "nuevo orden del tiempo nuevo", basado en noveles formas de organización social y representación política.

En la columna de enero de 1969 Giacosa plantea que una vez que se consolide el nuevo orden económico- social hay que esperar el tiempo político. En la novedad que presenta el orden instaurado por la "Revolución Argentina", el tiempo político aún no es posible, ya que el sistema de partidos políticos tradicional está caduco.

Así, sostiene que el nuevo tiempo requiere de políticos, partidos diferentes y nuevas formas de participación y representación que permitan superar propuestas y estructuras perimidas que ya no tienen lugar en ese tiempo nuevo.

Ahora bien, este nuevo orden no puede instituirse sin una práctica de intervención de un poder dictatorial - el de Onganía - que permita el reordenamiento del Estado, porque la madurez cívica aún no ha sido lograda. El argumento se asienta ahora en una apelación a la autoridad de Perón y en lo verosímil de la realidad histórica. De este modo, es la misma historia la que demuestra la necesidad de un poder autoritario y vertical - como sucedió con Perón - para lograr la reorganización de la compleja maquinaria del Estado.

Ante la recurrente demanda de elecciones de los grupos opositores, Giacosa insiste en que el tiempo político está fuera de calendario, por cuanto aún no se han cumplido los objetivos del tiempo económico y el tiempo social. Adelantar una salida electoral o volver a un régimen constitucional implica un retroceso al no estar consolidados los cambios propuestos, es decir, las nuevas formas de ordenación social en base a una verdadera participación a través de la comunidad organizada.

Por otro lado, los partidos tradicionales - radicalismo, peronismo, frondizismo - son caracterizados como reaccionarios. Y para dar mayor fuerza persuasiva a su argumentación expresa bajo la figura de sentencia de imprecación "En el supuesto caso que una salida electoral les permitiera llegar al poder, inexorablemente se volvería a una política regresiva" la cual es reforzada por el epifonema "la única alternativa es esperar la madurez cívica y la reorganización política antes de alcanzar una salida democrática".8

Ante la posibilidad de reorganización del peronismo en pos de una salida electoral, sostiene que esta estrategia no llegaría a buen puerto ya que un buen número de organizaciones gremiales, identificadas tradicionalmente con el peronismo, apoyan al General Onganía. Para Giacosa,

".el General cuenta con el apoyo de la mayoría del peronismo por lo que no necesita de elecciones para legitimar su gobierno, por lo cual no vale la pena llamar a elecciones para conocer el resultado, máximo cuando las restantes fuerzas de orden ya sostienen abiertamente al gobierno de la revolución. ¿Qué importa pues que las elecciones estén lejanas?..." 9

El jueves 24 de abril, preocupado por las declaraciones de un sector de la Iglesia que entra en la escena política demandando elecciones, utiliza otra proyección metafórica consistente en la predicación "la demanda de participación política es una patología social" expresando que "la fiebre política" se ha apoderado del país.10

Ahora bien, la enfermedad no es producida por los ataques de los grupos violentos a las guarniciones armadas y robos de armas o los movimientos del radicalismo del pueblo. La peor perturbación es originada por otra estructura de poder concreta, la iglesia posconciliar, que vinculada a la democracia cristiana postula un nuevo socialismo. De este modo, la peor fuente de conflicto es la pugna de un sistema - el Estado -, contra otro sistema - la Iglesia -; que comienza a poner en discusión la distribución de la riqueza y el poder.

Preocupado por el apoyo que los opositores encuentran en un sector de la iglesia, encabezado por el arzobispo de Buenos Aires Cardenal Antonio Caggiano, sostiene

"nuestros partidos políticos estaban perimidos antes de la revolución de junio de 1966. Y tradicionalmente, pocas veces, sirvieron para que el pueblo argentino eligiera sus gobernantes con libertad de acción. La política tradicional está marcada por la irracionalidad, el caudillismo y el personalismo. De este modo, solo pueden conducir al fracaso y el retroceso"11

Ahora bien, si los partidos políticos tradicionales conducen al fracaso, antes de la salida política a través de elecciones hay que perfeccionar los cauces de expresión de la voluntad del pueblo y asegurar que quienes aspiren a una representación política y al manejo de la cosa pública posean mínimas cualidades de ilustración y competencia. Este condicional culmina con otra sentencia de imprecación: llamar a elecciones sin modificar este estado de cosas, sería el retorno al caos público y el renunciamiento a todo intento de perfeccionamiento institucional de la nación.

Como vimos en los párrafos anteriores, para Giacosa el tiempo político no puede ser tema de discusión sin un cambio estructural en el tradicional funcionamiento de las instituciones políticas, en particular de los sistemas de partidos y los mecanismos de representación.

En las notas del 9 y el 14 de mayo acomete contra el sistema parlamentario, que según Giacosa ya ha demostrado su inutilidad. En contrapartida, hay que apoyar el proyecto "participacionista" del gobierno a través de la formación de los consejos asesores.

La intervención de diferentes organizaciones sectoriales a través de los consejos asesores constituye un verdadero mecanismo de participación y representación permitiendo que el cuerpo comunitario intervenga en la actividad gubernamental.12

Para Giacosa, los partidos tradicionales que se niegan a participar en un verdadero ordenamiento de la participación y representación de las organizaciones sociales en las cuestiones de estado; sólo pregonan la técnica electoral con el objetivo de ganar posiciones. Pero esta posición carece de sustento por cuanto desconocen que

"el propósito de la revolución se está cumpliendo, en cuanto a la finalidad de organizar al pueblo, ya que todos los factores tanto empresarios como laborales están organizados, hasta las amas de casa tienen su principio de organización, de seguir este camino no quedará ningún sector social sin estructura organizativa"13

En relación a la dialéctica ideología/acción social, la misma se esquematiza en un encadenamiento discursivo cuyas bases tópicas permiten desplegar otras tensiones como: conservación/ innovación, legitimación/ deslegitimación, justicia conmutativa/justicia distributiva, violencia/ no violencia.

Veamos cómo se desarrollan cada una de las tensiones enunciadas. La tensión conservación/ innovación es desplegada en "Ruedas de café"14 frente a la acusación de "régimen conservador" al gobierno de la Revolución. En su columna, Giacosa refuta esta afirmación, sosteniendo que el proceso de la "Revolución Argentina" tiene un carácter renovador y revolucionario.

Así, frente a la interpretación del conservadurismo como factor de estancamiento y regresión del proceso social, contrapone el sentido de innovación "positivamente evolucionista" que procura transformaciones cautas y mesuradas, por lo tanto, no violentas. De este modo, el conservadurismo, lejos de constituir un proceso de regresión, implica un muro de contención de los reflujos sociales, tarea que realiza el gobierno de la "Revolución Argentina", lo que permite mantener el equilibrio entre las disputas e intereses de los distintos grupos sociales.

Por otro lado, la tensión legitimación/desligitimación del régimen se articula a partir de otorgar a la "Revolución Argentina" la propiedad de "verdadero proceso revolucionario", la dialéctica se esquematiza deslegitimando los procesos revolucionarios de las izquierdas extranjerizantes, para operar al mismo tiempo con la legitimidad revolucionaria del gobierno de Onganía.

Este procedimiento se lleva a cabo acometiendo contra los proyectos revolucionarios de izquierda que, según Giacosa, operan destruyendo el orden y la cohesión social y conducen inevitablemente a la anarquía y la negación de la historia. Por lo tanto, no constituyen un proyecto progresista, sino conservador y reaccionario.

Por otro lado, la Revolución Argentina es presentada como un proyecto innovador de transformación social que modifica, sin violencia, un orden caduco por su precariedad y desequilibrio. Dicha innovación constituye las bases y principios que permiten generar nuevas estructuras para establecer un nuevo orden, estable y armónico.

En la esquematización argumentativa de la columna política, Giacosa despliega también la tensión dialéctica entre justicia conmutativa/justicia distributiva, con el objetivo de dotar de mayor consistencia al carácter innovador y progresista atribuido al proyecto de "Revolución Argentina". De este modo, sostiene que el gobierno revolucionario con la ley de jubilaciones procura instaurar un nuevo orden jurídico, que frente a la concepción de justicia conmutativa (propia del radicalismo) da paso a una verdadera justicia distributiva (coincidente con los postulados de las izquierdas nacionales, la tradición yrigoyenista - sin los radicales - y peronista - sin Perón -).

Por último, la tensión dialéctica violencia/no violencia es tematizada por Giacosa dentro del proceso de legitimación del gobierno del General Onganía como la puesta en marcha de un verdadero proceso revolucionario- no violento, que permite establecer cambios estructurales de manera gradual, conservando el orden social.

Al mismo tiempo que justifica el cambio revolucionario dentro del orden, impugna cualquier intento de cambio por vía violenta, afianzando la concepción de que cualquier propuesta de este tipo es irracional y, por lo tanto, injustificable.

Los acontecimientos de protesta de los estudiantes del 21 de mayo del 69 son utilizados por Giacosa para fundamentar esta posición. Mediante un movimiento argumentativo que acota la protesta social a la juventud, situando tales acontecimientos como acciones que solo pueden ser interpretadas como una diversión de juventud, sin mayor trascendencia, producto de un comportamiento juvenil, irreflexivo y travieso.15

Sin embargo, señala que los movimientos de protesta pueden derivar cuando se masifican en hechos violentos y advierte que cuando la violencia se desata no hay posibilidades de justificar la justicia o injusticia de los reclamos, ni determinar la razón de los que atacan y los que se defienden.

Para el intelectual salteño, la violencia es una acción irracional, producto de las pasiones humanas y por lo tanto, no puede ser generada ni generar ningún proyecto político. En este sentido, no se puede hablar de violencia política, ya que la razón individual se pierde y habría una sin razón de una masa guiada por quienes pretenden darle dirección.

A partir de realizar una determinación de la masa como aquella que participa comúnmente en las movilizaciones, la caracteriza como un elemento social que no tiene miedo, que no asimila las enseñanzas del derecho, ni respeta normas de armónica convivencia. Por otro lado, la masa, al carecer de un alma trascendente, no obedece razones y, por lo tanto, los hechos violentos que protagonizan no pueden ser justificados.

Como contrapartida, sostiene que en una comunidad organizada basada en un ordenamiento racional, justo y libre, como el que expresa el proyecto de la "Revolución Argentina", no puede existir ningún elemento que justifique una solución violenta de los conflictos. Al ser la violencia expresión de la irracionalidad y el sometimiento, la libertad y bienestar del hombre solo pueden ser garantizados dentro de un orden social. Para terminar su alocución mediante una afirmación cuasi ontológica: del desorden no puede producirse ningún orden.

La metáfora "el tiempo nuevo es un recipiente vacío" en el Diario Norte.

Las notas políticas del Diario Norte se configuran como elemento estructurante a partir de la metáfora: "El tiempo nuevo es un recipiente vacío". Dicha proyección metafórica establece una nueva pertinencia semántica a la noción de tiempo.

El tiempo nuevo suprime la referencia al tiempo pasado e instaura el tiempo de la "Revolución Argentina", que se materializará en un futuro, caracterizado como prodigioso y sin límites. La expresión metafórica El tiempo es un recipiente vacío expresa una nueva predicación, donde el concepto tiempo es asemejado a un objeto en movimiento, un recipiente que comenzará a llenarse poco a poco, en la medida que se plasmen los cambios económicos y sociales proyectados por la revolución, hasta llegar al tiempo político donde cada tiempo anterior sirve como sedimento.

La expresión metafórica se realiza a partir de constituir a la "Revolución Argentina como el nuevo tiempo instituido a partir de ese acontecimiento fundante. Sin embargo, al utilizar la metáfora del tiempo como un recipiente, se formula bajo la premisa de un dentro - el tiempo de la revolución - y un afuera - el tiempo pasado - que implica el establecimiento de límites.

No obstante, el proyecto de la "Revolución Argentina" sostenía que la misma no tiene plazos sino objetivos, lo que obviamente coloca la estructuración discursiva de Juan Legista ante los peligros de una incompatibilidad lógica. Veamos como resuelve esta incompatibilidad, colocando plazos al proyecto revolucionario. Así decía:

"los tiempos entendidos como objetivos, son los pasos que cronológicamente va dando la revolución en cumplimiento de lo proyectado, la primer fase es el tiempo económico que ya sentó las bases para continuar por idénticos carriles para materializar las otras etapas(.)Septiembre será el mes en que se pondrá en marcha efectivamente el tiempo social con la renovación de los convenios laborales(.) la finalización de esta etapa, servirá para consolidar los fundamentos que permitan el inicio del tiempo político (.) Se convocaría a la ciudadanía para el tiempo político en 1974."16

En una nota anterior, del 22 de Junio, ya había anticipado esta estrategia argumentativa sosteniendo que el tiempo económico había llevado tres años, el tiempo social ocupa un plazo mayor y luego comenzará a delinearse el tiempo político que anuncia la preparación para el retorno a "la auténtica democracia representativa y federal". Y el 24 de junio proponía un nuevo acercamiento, modificando la ecuación pueblo - gobierno por pueblo - fuerzas armadas, "unidas estas dos fuerzas bajo un mismo ideal, puede realizarse el ansiado proyecto de desarrollo integral del país, sin exclusiones, como también sin privilegios de ninguna naturaleza".17

En la misma línea, sostenía que los movimientos de protesta llevaron al gobierno a la necesidad de anunciar el inicio del tiempo social, que implica acciones tendientes a acercarse con los sectores del trabajo. De este modo, el movimiento sindicalista argentino debe participar de la acción oficial y el sector empresario debe contener la suba de precios, ya que ".las clases necesitadas han pagado ya su cuota de privaciones para la primera etapa de recuperación, correspondiendo ahora prestar su apoyo el empresariado argentino.".18

Se trataba en definitiva de un discurso instituyente sobre el nuevo rol asignado a los gremios dentro del proyecto de la revolución. Juan Legisla afirma que

".los gremios, en general, han cobrado rápidamente madurez en los problemas económicos sociales, y conocen perfectamente la mecánica de la economía política como las incidencias negativas o positivas que cualquier medida de carácter general, pueda tener sobre el equilibrio económico financiero de la Nación (.)es un paso a la concreción de ese tiempo social. Pero la realización de éste no significa necesariamente la destrucción o anulación de lo actuado. El tiempo social debe ser la continuidad del que se denominó 'tiempo económico', que se considera cumplido."19

En relación con la dialéctica ideología/acción social, la misma se esquematiza en un encadenamiento discursivo cuyas bases tópicas permiten desplegar otras tensiones como: parte/todo violencia/no violencia.

La tensión parte/ todo se despliega en las notas políticas del Diario Norte, mediante una esquematización tendiente a diferenciar la política nacional de las provinciales para quitar sustento a cualquier justificación de la protesta de los grupos sociales opositores al régimen.

Así, por un lado las partes no constituyen el todo, las huelgas y movilizaciones populares solo son expresiones locales. Sin embargo, los atributos de totalidad pueden aplicarse a los casos particulares. De este modo, sostiene que la "Revolución Argentina", bajo la conducción de Onganía - el todo - llevó al país a un desarrollo económico y social que no puede ponerse en discusión. Las partes - los gobiernos provinciales - al no poder aplicar adecuadamente los principios ordenadores del todo, deben modificarse para que los atributos nacionales se expandan consolidando así el "proyecto revolucionario".

Dicha estrategia discursiva puede observarse en la columna "Parlamento Provisorio" que, en referencia a la segunda reunión de gobernadores en Alta Gracia, afirma que los desafíos futuros son establecer ".una imagen clara, exacta y uniforme de la Revolución Argentina, puesto que el actual gobierno mantiene delegados en el interior que deben ser fiel reflejo del gobierno central..."20

Paralelamente en la columna "Versiones" el gobernador salteño, solo referenciado bajo el sinécdoque "el nuestro", era permanentemente criticado por su falta de conducción, su ineptitud para afrontar los problemas que aquejaban a la provincia, como las huelgas de los docentes y los empleados municipales, el escaso desarrollo de la obra pública y la inexistencia de una política de industrialización. Razón por la cual se lo imputa de ser el culpable del malestar social en la provincia. Durante los meses de mayo a septiembre, en las columnas diarias "Versiones" se realiza una apelación a la necesidad de recambio del elenco gobernante, para terminar con los males provinciales y ponerse a tono con el desarrollo nacional. Para tal recambio propone distintos nombres que abarca un amplio espectro, desde el radical Miguel Ángel Martínez Saravia, el intendente de la capital salteña Ricardo Spanghenberg, el comerciante Carlos Mardones a los coroneles Salvador Figueroa Michel, Federico Day y Agustín Cuchiaro.

Durante los primeros días de Julio de 1969 en la columna política "Versiones" se cuestiona al interventor por las detenciones a dirigentes opositores21 y la confección de listas negras, causando mayor zozobra en la población, por cuanto las mismas se presentan como una suerte de "venganza política". Estas detenciones provocaron la intervención del Colegio de Abogados, del Dr. Miguel Ragone, la organización de actos públicos, movilizaciones en los barrios y villas de la provincia, misas, solicitud de firmas y volanteadas para solicitar su liberación.22

El segundo tópico que analizamos es la tensión entre violencia/no violencia. En el caso de las notas políticas del Diario Norte el discurso se estructura en función de considerar cualquier atisbo de organización de lucha de los grupos sociales por la defensa de derechos salariales o políticos, como una "violencia subversiva, que responde a intereses extranjeros vinculados a la infiltración comunista" .23

En las columnas de "Parlamento Provisorio", Juan Legisla configura su discurso a partir de modificar la representación de la acción revolucionaria de la juventud en torno a ideales. Para establecer un nuevo vínculo, asociado a la violencia revolucionaria, caracterizada como una organización guerrillera, constituida y dirigida desde el exterior, que invoca posiciones ideológicas o políticas para someter mediante el terror. Al quedar reducidos los procesos de lucha a una acción criminal, que por otra parte obedece a un complot internacional contra la democracia occidental, se le asigna el significado de movimiento extremista que, originado ya sea Cuba o China comunista, se expande por toda América Latina atentando contra la libertad.

La dialéctica violencia progresista/profética, se formula en términos de vincular la violencia profética a la violencia revolucionaria de las acciones guerrilleras en el marco de una acción violenta organizada por la infiltración comunista que no podía legitimarse de ningún modo dentro del contexto nacional.

Así, Juan Legisla comentaba los acontecimientos de Córdoba, enmarcándolos dentro del proceso de "infiltración roja" dentro de los claustros universitarios que, según el periodista, tenía su antecedente en las células extremistas que habían intervenido en los sucesos de Orán en 1964, ya que muchos de sus miembros provenían de la universidad de Córdoba.

Mediante la estrategia argumentativa de la sentencia interrogativa, se pregunta cuál es el origen del Cordobazo, se responde a sí mismo que es un acontecimiento que pone en contacto dos movimientos: el estudiantil y el obrero ".Este último siempre vino manifestándose como remiso a protagonizar huelgas de carácter político, los acontecimientos que se han registrado pusieron en evidencia la penetración firme y paulatina de ideología extremista dentro del claustro universitario."24

Ahora bien, mira con preocupación la unión obrero-estudiantil, advirtiendo la necesidad de estudiar las causas que provocan la proliferación roja en las aulas universitarias, a los efectos de evitar su propagación en el movimiento obrero:

".hay que evitar las ideas que tiendan a la violencia en cualquiera de sus formas (.) el foco se ha concentrado en Córdoba donde la fuerza gremial se ha desarrollado independientemente de la tentación que pueda significar un acercamiento de los dirigentes con las autoridades nacionales (.) Allí, la fuerza sindical tiene autonomía y los gremios miran esta provincia como futura capital del movimiento obrero. Y allí, justamente es el lugar donde es mayor el crecimiento del movimiento comunista estudiantil de la república."25

Por otro lado, Juan Legisla comenta que el intento de realizar una huelga general que involucre todas las provincias argentinas y extender al país lo acontecido en Córdoba, debía ser interpretado como un intento de "golpe" al general Onganía, lo que felizmente había fracasado. Dicho fracaso es atribuido a que los sindicatos rechazan toda idea comunista:

". los sindicatos argentinos nacieron bajo la paternidad política del peronismo, doctrina que desde un principio se parece más a un nazi-fascismo, que a un comunismo. Rechazándose de plano las ideas comunistas. Este antecedente perdura en los gremios y no comparten la idea de la violencia por cuestiones de índole puramente política. Su protesta tiene otro sentido (.) Se puede decir que el gobierno (.) no ha sufrido menoscabo alguno. Mantiene su prestigio que surge desde el momento que terminó con el estado de anarquía."26

Al mismo tiempo resta importancia a la lucha de los estudiantes y afirma que la revuelta estudiantil concluyó cuando los padres de los estudiantes del interior decidieron terminar con el juego juvenil y fueron a buscar a sus hijos trasladándolos a sus respectivas provincias; desagregando cualquier posibilidad de plantear que el Cordobazo podía tener una interpretación que legitimara una posible insurrección popular a partir de la unión obrero- estudiantil.

El 09 de julio en la columna "Parlamento Provisorio" se denuncia que la prensa extranjera mira a la Argentina como la "nueva presa elegida por el comunismo en Latinoamérica". De este modo, mediante la proyección metafórica "la acción guerrillera es un cazador en busca de su presa", advierte que el camino comenzaba en las universidades:

".el peligro de la penetración comunista se hizo fuerte en las universidades por no poder conquistar los gremios obreros (.) las células activistas se muestran atentas a cualquier acontecimiento nacional para irrumpir en la vanguardia de éstos y mostrar una imagen diferente del movimiento de protesta que llegue a ganar la calle. Unos pocos activistas suelen tener éxito en ello, basta tener la preparación que les da la tierra cubana.".27

Utilizando una estructuración pragmática de argumentación, establece nexos de coexistencia entre el ideal romántico de la juventud y la asunción de ideologías que necesariamente conducen a la violencia, justifica que es ineludible revitalizar la lucha contra la infiltración marxista internacional, como resguardo de esa juventud y el verdadero ser nacional. Así, sostenía:

".La infiltración roja ha comenzado años atrás trabajándose pacientemente en los centros que concentran jóvenes, proclives a la aventura, al idealismo romántico. Estas virtudes de la juventud son hábilmente aprovechadas por la organización que los va reclutando paulatinamente hasta convertirlo en verdaderos fanáticos, dispuestos a sacrificar su vida por la causa roja (.) Los actos de violencia que se consideran coordinados en toda Latinoamérica tienen su punto de partida visible en Colombia, donde la furia estudiantil estalló en la capital colombiana. El bogotazo fue repitiéndose con mayor o menor intensidad en distintas ciudades sudamericanas, avanzando hasta argentina donde su mayor exteriorización se manifestó en la ciudad de Córdoba. La violencia de Córdoba fue aprovechada con habilidad por las células rojas procurando una salida a la calle (.) La salida no se produjo porque los gremios se resisten a la penetración comunista.El sindicalismo argentino ha madurado. Es cierto que existe un plan subversivo que abarca todo el continente.. 28

Posteriormente realiza una descripción de los pasos que sigue el accionar de estas organizaciones de "terroristas activistas" en la Argentina. En una primera fase, se encuentran los atentados ".que pretendieron traducir una protesta violenta de la colectividad, que en los hechos no existía, al menos en esos niveles." y en una segunda fase, la realización de congresos en los que

".se reúnen militantes de la ideología de izquierda que se vienen desarrollando disimuladamente, tanto en nuestro país como en países vecinos(.) recientemente se realizó una de estas reuniones en la ciudad chilena de Antofagasta, a la cual concurrieron adictos a la ideología comunista, tanto de Chile, Argentina, Bolivia y Perú."29

En la misma línea discursiva relaciona la acción revolucionaria de los grupos guerrilleros en la Argentina con una acción delictiva que no puede tener ningún tipo de justificación ideológica. Afirma de este modo, en relación con la muerte de Vandor que ".el empleo de la violencia en su forma más extrema como es el asesinato a sangre fría", demuestra que ésta es obra de un grupo minoritario que ". al fracasar su acción de penetración ideológica echa mano a la táctica roja del terror, forma comunista de rápida dominación." producto de una ".operación comando de una célula terrorista de extrema izquierda que tiene sus antecedentes en los uturuncos de Tucumán y la guerrilla urbana de Córdoba, por lo cual la presencia de activistas de izquierda no es ya una sospecha, es un hecho consumado.".30

Por último, el 29 de julio sugestivamente vincula el logro de la llegada a la luna por EEUU con el fracaso de la URSS y el proyecto de penetración comunista en Latinoamérica que ponía de manifiesto que la misma había sido frenada por el éxito de las democracias occidentales que han alcanzado la luna. De este modo enlaza "la hazaña" de Estados Unidos, que marca el fracaso del mundo soviético, con la supremacía occidental, que pone de manifiesto las indiscutidas ventajas de la organización democrática para el logro del constante progreso científico y técnico.

Conclusión

Las proyecciones metafóricas que estructuran y configuran los discursos de las notas políticas analizadas tienen en común la instauración del "tiempo de la revolución" como momento fundacional que anula el pasado perimido y caduco e instituye un presente y un futuro novedoso y prodigioso.

No obstante, en el caso de Luís Giacosa el tiempo nuevo es garante de un proceso de consolidación del orden social y económico que la revolución pretende fortalecer para el cual no hay límites ni plazos establecidos. Mientras que el tiempo de la revolución es interpretado por Juan Legisla como un momento que recompone el orden social y económico pero que se proyecta hacia el futuro a través de un sistema político garante de las libertades individuales y las normas institucionales establecidas, por lo cual, el tiempo de la revolución tiene plazos y metas que cumplir.

En relación al tópico expresado en la tensión violencia/no violencia, los discursos de ambos intelectuales se caracterizan por una disposición a reducir la relación dialéctica a una disyunción que opera en función de definiciones contrapuestas. Así, la violencia es caracterizada como irracionalidad, vandálica y anárquica, mientras que la no-violencia es caracterizada como racional, respetuosa y garante del orden, la libertad y las leyes.

En ambos casos opera una estrategia discursiva que niega toda posibilidad de violencia política, en todo caso, se trata de una violencia individual, producto de las pasiones, que al masificarse se transforma en violencia social. Pero, en ningún caso puede constituirse en proyecto político, ya que su carácter irracional es negador de la política.

Si tomamos en cuenta los aportes de Ricoeur al negar la tensión dialéctica violencia/ no violencia, los grupos dominantes presentan a la ruptura de los grupos dominados con el orden establecido como un "fantasma subversivo" o un "idealismo romántico". 31

De esta manera el fenómeno de la ideología en los grupos dominantes, tiene por función conformar un orden que regula la acción social, conservando lo realizado, constituyendo una configuración discursiva que como en el caso de las columnas de los diarios Norte y El Intransigente pretenden consolidar una tradición basada en los principios de la "Revolución Argentina".

La dialéctica ideología/acción social que configura la selección tópica de las notas políticas analizadas opera deslegitimando las demandas de legitimidad de las luchas sociales. La necesidad de preservar el orden se manifiesta en el esfuerzo realizado en las columnas políticas de Rueda de café y Parlamento Provisorio, tanto Luis Giacosa como Juan Legisla, pretenden cumplir con la función de conservar el orden económico y social del proyecto de la revolución.

Sin embargo, el orden político que ambos intelectuales proyectan hacia el futuro se sostiene en dos concepciones distintas acerca del sistema político. En el caso de Luis Giacosa, propone un cambio estructural en el tradicional funcionamiento de las instituciones políticas a partir de la supresión de los partidos políticos - obstáculos para el desarrollo nacional y responsables del fracaso argentino - y la constitución de una comunidad organizada y el "participacionismo" como garante de la participación para las corporaciones en las actividades de gobierno a través de los consejos asesores. En contraposición, Juan Legisla al fijar los tiempos del proceso revolucionario plantea como salida al mismo el retorno a una democracia representativa asentada sobre el pleno funcionamiento de los partidos políticos.

Notas

1.Trabajo recibido el 30/09/2014. Aceptado el 28/11/2014.
2.El 21 de Junio de 1969 con la renuncia del Ing. Hugo Rovaletti se produce el recambio del elenco gobernante en la provincia. El nuevo interventor será el Dr. Carlos Ponce Martínez, quien gobernará la provincia hasta el 22 de Agosto de 1970, cuando presente su renuncia producto del relevo de la presidencia de Juan Carlos Onganía.
3.Ver: Quintana-Nicoleno, (2009).
4.Ricoeur, (1997).
5.Pérez-Correa, (2009).
6.Movimiento estudiado por nuestro equipo de investigación en el marco del Proyecto de Investigación Nº 1804 Memoria e Historia Regional en tiempos de violencia política: corporaciones, partidos políticos y organizaciones político militares en las provincias de Salta, Jujuy y Tucumán". CIUNSa. Universidad Nacional de Salta. Algunos de los trabajos fueron presentados en el marco de las X Jornadas de Investigación y Docencia de la Escuela de Historia: Correa, Rubén (2009) "El año 69 reconsiderado más allá del Cordobazo: la necesidad de pensar la movilización de masas y la lucha política en el norte argentino" y Carlos Abrahan y Alejandra Soler (2009) "Acompañar El Cordobazo. Movilizaciones obreras y estudiantiles en la provincia Salta. Mayo del 1969"
7.Ricoeur, (1997): 368.
8.Archivo Histórico y Biblioteca Provincial de Salta. El Intransigente, 16 de enero de 1969.
9.Archivo Histórico y Biblioteca Provincial de Salta. El Intransigente, 16 de enero de 1969
10.Archivo Histórico y Biblioteca Provincial de Salta. El Intransigente, 24 de Abril de 1969
11.Archivo Histórico y Biblioteca Provincial de Salta. El Intransigente, 04 de mayo de 1969
12.Archivo Histórico y Biblioteca Provincial de Salta. El Intransigente, 14 de mayo de 1969.
13.Archivo Histórico y Biblioteca Provincial de Salta. El Intransigente, 14 de mayo de 1969
14.Archivo Histórico y Biblioteca Provincial de Salta. El Intransigente, 7 de enero de 1969.
15.Archivo Histórico y Biblioteca Provincial de Salta. El Intransigente, 21 de Mayo de 1969.
16.Archivo Histórico y Biblioteca Provincial de Salta. Diario Norte, 12 de Julio de 1969. Resaltado nuestro
17.Archivo Histórico y Biblioteca Provincial de Salta. Diario Norte,20 de Julio de 1969
18.Archivo Histórico y Biblioteca Provincial de Salta. Diario Norte, 20 de julio de 1969
19.Archivo Histórico y Biblioteca Provincial de Salta. Diario Norte, 06 de septiembre de 1969.
20.Archivo Histórico y Biblioteca Provincial de Salta. Diario Norte, 05 de Mayo de 1969.
21.Entre los detenidos estaban, Justo Suárez, Mario Falcó, Farat Salim, Pedro Rueda y Jaime Jacinto Dávalos, quienes se encontraban en huelga de hambre, y Carlos Monteros, quien se encontraba incomunicado.
22.Archivo Histórico y Biblioteca Provincial de Salta. Diario Norte, 07 de Julio de 1969.
23.Archivo Histórico y Biblioteca Provincial de Salta. Diario Norte, 16 de Junio de 1969
24.Archivo Histórico y Biblioteca Provincial de Salta. Diario Norte, 16 de junio de 1969
25.Archivo Histórico y Biblioteca Provincial de Salta. Diario Norte, 16 de junio de 1969
26.Archivo Histórico y Biblioteca Provincial de Salta. Diario Norte ,20 de Junio de 1969.
27.Archivo Histórico y Biblioteca Provincial de Salta. Diario Norte, 09 de Julio de 1969.
28.Archivo Histórico y Biblioteca Provincial de Salta. Diario Norte, 13 de Julio de 1969.
29.Archivo Histórico y Biblioteca Provincial de Salta. Diario Norte, 05 de septiembre de 1969.
30.Archivo Histórico y Biblioteca Provincial de Salta. Diario Norte, 03 de Julio de 1969.
31.Ver Ricoeur, (2008a) y (2008b).

Bibliografía

1.PÉREZ, Marta-CORREA, Rubén, (2009), "El onganiato: 'tiempo social, orden y violencia política' en 1969. Un estudio desde la columna En rueda de café del Diario El Intransigente en Salta. IX Jornadas de la Escuela de Historia. Facultad de Humanidades. Universidad Nacional de Salta.         [ Links ]
2.QUINTANA Sergio-NICOLENO Tadeo, (2009), "Los políticos en tiempos dictadura militar, Salta 1969-1970". X Jornadas de Investigación y Docencia de la Escuela de Historia. Universidad Nacional de Salta.         [ Links ]
3.RICOEUR, Paul, (1997), La metáfora viva. Buenos Aires: Megápolis.         [ Links ]
4.RICOEUR, Paul, (2008 a), Ideología y utopía. Barcelona: Gedisa.         [ Links ]
5.RICOEUR, Paul, (2008 b), La memoria, la historia y el olvido. México: Fondo de Cultura Económica.         [ Links ]

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License