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Estudios - Centro de Estudios Avanzados. Universidad Nacional de Córdoba

versión On-line ISSN 1852-1568

Estud. - Cent. Estud. Av., Univ. Nac. Córdoba  no.40 Córdoba jun. 2018

 

ARTICULOS ORIGINALES

Reforma Universitaria y Liberación Nacional. Las “primeras” agrupaciones peronistas y los orígenes de la FURN en La Plata (1962-1966)1

Nayla Pis Diez2

Resumen
El presente trabajo tiene por tema la relación entre Reforma Universitaria, militancia estudiantil y peronismo en la ciudad de La Plata de los tempranos años sesenta. Buscamos en estas páginas presentar una mirada procesual sobre dicha cuestión, colocando nuestro punto de partida no en 1966 sino unos años atrás. Así, se analizará el surgimiento, hacia 1963, de grupos identificados con el peronismo, intentando comprender tanto sus características internas (políticas y organizativas) como la relación con sus “otros” (las organizaciones reformistas, en particular). En segundo lugar, se reconstruye la creación de la Federación Universitaria para la Revolución Nacional (FURN) a mediados de 1966, manteniendo aquellos planos de análisis pero observando las rupturas y las continuidades que aparecen sobre ellos.
Palabras clave: Reforma Universitaria - peronismo - movimiento estudiantil - años sesenta - FURN - La Plata.

Abstract
This paper takes the relation as a topic between University Reform, student militancy and Peronism in La Plata city of the early sixties. We seek to present a look procesual on the above mentioned question, placing our point of item not in 1966 but a few years behind. This way, the emergence will be analyzed, about 1963, of groups identified with the Peronism, trying to understand so much his internal characteristics (political and organizational) as the relation with his "others" (the organizations reformists, especially). Secondly, the creation of the University Federation for the National Revolution (FURN) is reconstructed in the middle of 1966, supporting those planes of analysis but observing the breaks and the continuities that appear on them.
Keywords: University Reform - Peronism - student movement - sixties - FURN - La Plata

Introducción

El presente trabajo tiene por objeto la relación entre Reforma Universitaria, militancia estudiantil y peronismo en un espacio y tiempo concretos: la ciudad de La Plata de los tempranos años sesenta. En el campo de estudios sobre historia reciente argentina se ha convertido en un lugar común remitirse a dichos elementos ubicándose a fines de la década de 1960, cuando la presencia de los grupos universitarios peronistas era ya un dato insoslayable. Asimismo, en una buena parte de la bibliografía, sea académica o testimonial, prima una lectura que ubica tales experiencias en una relación de neta oposición con la tradición reformista, sus banderas y actores, supuestamente en crisis desde 1966 o antes.3 Y aunque recientemente algunos trabajos han hecho aportes para su reordenamiento, el campo de estudios en torno a la relación entre peronismo, Reforma Universitaria y militancia estudiantil aún resulta poco explorado y asistemático si nos colocamos por fuera de los años setenta y de la oposición como clave orientadora del análisis. Más aún se comprueba este panorama si intentamos abordar casos no radicados en la Universidad de Buenos Aires, seguro una de las más importantes para analizar la cuestión, pero no la única.

Considerando tal marco, y desde la reconstrucción de un caso como es el platense, buscamos presentar una mirada procesual sobre dicha cuestión, colocando nuestro punto de partida no en 1966 sino unos años atrás. Una tesis que recorre este artículo señala que no es posible observar las novedades que siguieron a dicha coyuntura tomándola como punto de partida o “parteaguas” fundacional de la presencia del peronismo en las universidades del período post 1955. Se pierden de vista trayectorias previas, posiciones y relaciones con el reformismo que permiten matizar y complementar aquellas lecturas.4 De esta manera, nuestro objetivo es reconstruir la experiencia de una serie de grupos universitarios que adscribían a la identidad peronista y que, como tales, comenzaron a hacerse visibles en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) en los primeros años de la década de 1960. Su particularidad es que emergieron tempranamente, es decir, hacia 1963, con una relación las más de las veces de alianza con diversas expresiones del reformismo de izquierdas. Los mismos grupos, hacia 1966, conformaron la Federación Universitaria para la Revolución Nacional (FURN) ubicada sí en una postura crítica respecto de la tradición de 1918. Los dos apartados que organizan este trabajo se concentran en cada uno de esos procesos, sus características internas (políticas y organizativas), su relación con la Reforma de 1918; sus continuidades y rupturas.

Buena parte de las ideas presentadas se deben a las fuentes orales y la documentación escrita obtenida. Las entrevistas y los testimonios publicados nos permitieron abordar en detalle nuestro objeto. Han sido de enorme utilidad los registros cotidianos de dos diarios locales, El Día y El Argentino, y los documentos elaborados por la Dirección de Inteligencia de la Policía de Buenos Aires (DIPBA) y desclasificados por la Comisión Provincial por la Memoria (CPM).

Los núcleos peronistas de los primeros sesentas: la izquierda, la universidad y la ciudad

En La Plata, como en buena parte del país, los años 1963-1966 encontraron a sus estudiantes inmersos en importantes movilizaciones y protestas. Entre ellas, las suscitadas por el aumento del presupuesto universitario fueron las más constantes y masivas. Todos los actores universitarios, estudiantes, profesores, reformistas de todo tipo e incluso cristianos, coincidieron en tal reclamo. No así en los métodos de acción, que cubrían un espectro de radicalidad variado y un punto de divergencia entre los reformistas “auténticos” y los de izquierdas, más proclives estos últimos a la acción directa. Esta divergencia también puede observarse en las medidas de apoyo al Plan de Lucha de la CGT (en mayo y junio de 1964), a los reclamos salariales de trabajadores universitarios o en oposición al envío de tropas argentinas en el marco de la invasión norteamericana a República Dominicana (en mayo de 1965). En los tres casos, un amplio conglomerado de agrupaciones identificadas con el reformismo de izquierdas llevó adelante tomas del Rectorado de la UNLP, movilizaciones y huelgas que no eran acompañadas por todo el arco estudiantil.

Es que, sin bien aquellos hechos nos ilustran sobre lo que acontecía en esos años, también nos muestran un mapa tan complejo como dinámico. Hacia 1964 encontramos un reformismo “auténtico”, férreamente anticomunista y antiperonista, fortalecido con la Federación Universitaria de La Plata (FULP) en sus manos y un rector propio, el ingeniero anarquista Carlos Bianchi. La contracara de tal situación era la de una izquierda reformista sumamente fragmentada. En primer lugar, el actor predominante era el comunismo, con presencia mayoritaria en las facultades de Humanidades, Arquitectura, Bellas Artes y Medicina y con una gran capacidad de tejer alianzas con nuevos actores. Es importante marcar que en 1964 surgió una docena de nuevos grupos ubicados en la izquierda, pero no alineados con el comunismo. En esto que podemos reconocer como una suerte de “nueva izquierda universitaria” se encontraban, por un lado, núcleos identificados con la izquierda no comunista, es decir, con la trotskista Palabra Obrera, con el fragmentado Socialismo de Vanguardia (SV), con el Movimiento de Liberación Nacional (MLN) y con el Movimiento de Izquierda Revolucionaria Argentina (MIRA). Por otro lado, aparecieron también núcleos universitarios ligados a importantes figuras y grupos del peronismo revolucionario de la ciudad.

Con este marco, cabe decir que los años 1963-1964 representan un punto importante, o al menos disruptivo, respecto de los actores y discursos que en la universidad se identificaron con el peronismo. Es que éstos no estuvieron ausentes luego del golpe militar de 1955, sino que fueron encarnados por la Federación Universitaria de Estudiantes Libres (FUEL), de perfil cristiano, antirreformista y más bien apolítico. Para mediados del año 1960, la FUEL era un actor importante pues su cantidad de votantes iba en aumento, así como también su dinamismo político. A su vez, tal crecimiento supuso la emergencia de un discurso nacionalista y justicialista anclado, como no sucedía desde 1955, en la universidad, pero también en el antirreformismo y el anticomunismo.5

Sirve observar el caso de la FUEL porque los grupos que aquí analizamos protagonizan un proceso casi opuesto, ilustrándonos así las complejidades de la relación entre universidad, reformismo y peronismo por entonces. En concreto, hacia 1963 surgieron experiencias protagonizadas por estudiantes universitarios definidos como peronistas en una relación no distante con la Reforma Universitaria, aliadas a diversos actores de la izquierda e, incluso, con trayectorias militantes inmediatas que abrevaban en el comunismo. Fueron cuatro las organizaciones que encabezaron este proceso: Movimiento Universitario Reformista (MUR) de Derecho, Vanguardia de Bellas Artes, Amauta del Centro de Estudiantes Peruanos (CEP) y el Movimiento de Avanzada de Veterinarias (MAV). Los cruces entre las cuatro son tan profusos como también lo eran sus relaciones con otras organizaciones políticas, culturales o sindicales del peronismo revolucionario de la ciudad; en particular, la Juventud Peronista (JP) y el Movimiento Revolucionario Peronista (MRP). Asimismo, en todos los casos, John W. Cooke fue una de las referencias ideológicas fundamentales.6

El MUR de la Facultad de Derecho nació en el año 1962 como un espacio reformista de izquierdas que agrupó a estudiantes que provenían de diversas vertientes. La primera de ellas abrevaba en la crisis del frondizismo universitario del año 1959 y remitía a núcleos identificados con el fragmentado MIRA, que contaba con una figura de referencia en el movimiento reformista como Ramón Torres Molina y una línea antecesora vinculada a la figura de Silvio Frondizi y MIR-Praxis. En segundo lugar, buena parte de los referentes del MUR habían sido hasta 1961 integrantes de la agrupación comunista de la Facultad. Entre los miembros de este grupo, recordados como los “menchu” por su origen litoraleño, se encontraban Aníbal Iturrieta, Juan B. Leguizamón, Merardo Pérez y Raúl Amás, quienes pasaron de ser compañeros de ruta del comunismo a referentes del MUR.7 Con el correr de 1963 se fue conformando además, una tercera línea, aquella que encabezaron Everardo Fraccini y Rodolfo Achem, identificados abiertamente con el peronismo; el primero incluso había sido Secretario General de la JP de Bragado. En este caso no estamos hablando de estudiantes que se “peronizaban” sino más bien de jóvenes, en muchos casos no platenses, que llegaban a la universidad con tradiciones familiares y trayectorias propias de militancia previa, en la izquierda o el peronismo.8

Dada esta composición, para fines de 1963 el MUR era una agrupación que se identificaba con un perfil antiimperialista, de izquierda y pro peronista. Su período más dinámico tuvo lugar entre fines de 1963 y comienzos de 1966, con acciones que iban desde lo estrictamente político hasta lo más gremial, como la defensa de un sistema de materias optativas. Fueron las del primer tipo, no obstante, las más ponderadas y las que acabaron dándole un perfil más claro. La colocación por toda la facultad de carteles en recordación de Felipe Vallese en noviembre de 1963; la organización de una mesa redonda sobre el significado del 17 de octubre en la facultad de Derecho, con asistencia de 350 personas, con Rodolfo Ortega Peña y referentes del SV, del MIRA y de Izquierda Nacional; charlas con sindicalistas y la presencia de John W. Cooke en 1966; acciones como las tomas del Rectorado en apoyo al Plan de la CGT o en repudio a la invasión a Santo Domingo, nos hablan de un espacio que condensó movimientos y posiciones comunes a muchos jóvenes del período. No obstante esta visibilidad política, su lugar electoral se mantuvo entre 1962 y 1966 más o menos estable. En esos cuatro años MUR no dejó de participar en las elecciones y los espacios reformistas, FULP, Centros y espacios de cogobierno, aunque no logró superar un tercer lugar con 300 votos en promedio.9

Tampoco la agrupación Vanguardia de Bellas Artes se mantuvo por fuera de los espacios reformistas y los procesos electorales. Este grupo fue creado en los inicios de 1964 por estudiantes de cine y plástica, de Palabra Obrera y peronistas. Entre los segundos, se encontraba Ricardo Gil Soria quien ya tenía militancia en el campo del peronismo a raíz de su relación personal con Ortega Peña y su actuación en naciente grupo CONDOR. Surgido públicamente en junio de 1964 con su bautismo en homenaje a Felipe Varela en el monumento a Bartolomé Mitre en plaza Francia (Ciudad de Buenos Aires), CONDOR fue considerado una suerte de usina de debate y producción de ideas que asumía la tarea intelectual con la finalidad aportar a radicalizar al peronismo.10 Volviendo a nuestro escenario universitario, la Escuela Superior de Bellas Artes por entonces era una suerte de imán para poetas, artistas plásticos y cineastas totalmente atravesado por el mundo de la izquierda política. Uno de los espacios clave de esa mezcla fue el Frente de Cultura del Partido Comunista (PC) que, en La Plata, tenía a Mauricio Tenembaum y Jaime Lipovetzky como responsables y agrupaba a grupos de poesía, estudiantes de teatro, de Humanidades y Bellas Artes. En paralelo, en la Escuela de Bellas Artes la agrupación AREBA, integrada por adherentes o militantes del comunismo como Carlos Vallina y Eduardo “Lalo” Painceira conducía su Centro de Estudiantes haciendo de tal espacio un bastión de la izquierda reformista platense.11 Para las elecciones de mediados de 1964, AREBA no era el único grupo de izquierda dentro de la facultad, había surgido Vanguardia, con aquel perfil más cercano al peronismo por el cual una de sus primeras acciones fue empapelar Bellas Artes con los afiches que Ricardo Carpani había realizado para CONDOR sobre Felipe Varela y Felipe Vallese. Pero los resultados electorales de Vanguardia fueron más bien bajos sellándose así su existencia efímera, pues para fines de 1966 había desaparecido. No obstante, representó un nuevo espacio ideológico en Bellas Artes que no solo estuvo unido al mapa más general de la UNLP sino al de la ciudad toda.12

En tercer lugar, hay un grupo que no pertenecía a una facultad, sino que sus miembros se organizaban de acuerdo con su nacionalidad: se trata de la agrupación Amauta que, dentro del CEP, encarnaba las posiciones de izquierda. Dentro de ella, hacia 1963 un grupo de militantes comunistas decidieron alejarse del partido para iniciar un proceso de acercamiento al peronismo. Estos jóvenes no provenían de tradiciones antiperonistas, sino que, al contrario, el fenómeno peronista aparecía como un proceso que despertaba un gran interés entre los latinoamericanos.13 Aquí fueron claves los casos de Samuel Agama de Bellas Artes; Jorge Carpio, Hugo Galarza y Jorge Bacca Luna de Medicina, este último presidente del CEP entre los años 1964-1966, todos los anteriores dirigentes de Amauta y de los grupos comunistas de Medicina. Como vimos, el año 1964 había sido agitado en cuanto a acciones dentro y fuera de la universidad. De acuerdo con el testimonio de Carpio, en alguna de las tomas universitarias comenzó el acercamiento a los espacios del peronismo que se consolidó con la participación estudiantil en las acciones del Plan de Lucha de la CGT de mediados de ese año, en movilizaciones importantes a la ciudad de Buenos Aires y en la participación de los peruanos en una reunión con Cooke realizada en la localidad de Gonnet en 1964.14

Otro de los grupos clave del peronismo en la universidad de La Plata fue el Movimiento de Avanzada de Veterinarias, creado en agosto de 1964 por Carlos Miguel, Hugo Bacci, Manuel Calvo y el ex comunista Ken Benett. Como los anteriores, este grupo se constituyó a partir de importantes contactos e influencias con el mundo peronista. Ken Benett vivía por entonces con Jorge Carpio y el grupo de peruanos en la localidad de Gonnet, con quienes tomó la decisión de alejarse del PC. Por otra parte, la influencia de Néstor “Pichila” Fonseca, referente de la JP de La Plata, fue clave en el acercamiento al peronismo de Hugo Bacci.15 De acuerdo con el testimonio de Bacci, el 23 de agosto de 1964, al cumplirse dos años de la desaparición de Felipe Vallese, el grupo decidió su primera acción que consistió en empapelar la facultad con carteles alusivos a dicho aniversario y frases típicas del nacionalismo y el peronismo.16 Exactamente un año después, una extensa declaración reafirmaba su identidad peronista al tiempo que señalaba la necesidad de “ganar la universidad para la causa de nuestra liberación nacional”. Ahora bien, para quienes integraban el MAV tanto en el campo reformista como en el cristiano existían corrientes y grupos con los cuales debía constituirse un nuevo campo, un “nuevo esquema de lucha que nos impone la hora actual y que se condona en el antagonismo Pro-Imperialismo y Antiimperialismo”. Interesa resaltar aquí la relación establecida por este grupo y el reformismo pues, de acuerdo con lo que podemos ver, aún estos grupos no se mostraban renuentes a dicha tradición, como tampoco renunciaban a disputar sus espacios de poder. Asimismo, debemos recordar que el reformismo de izquierdas, incluso el comunista, constituyó un aliado clave en acciones de peso como las ocupaciones de la universidad. Es contundente la declaración del MAV cuando direcciona sus críticas a la “dirección gorila de la FULP” por esterilizar la movilización estudiantil por mayor presupuesto y no apoyar a los trabajadores en sus luchas salariales. Los reformistas de la FULP se habrían transformado por esto “en testaferros del antipueblo” traicionando así “el contenido primario de la Reforma”.17

A continuación, el mismo documento analiza el movimiento de 1918 de la siguiente manera:

Esta significó acabar con la universidad teologal, irracional, oscurantista y anticientífica, convertida en reducto intelectual de las clases dirigentes, y preparó las condiciones más aptas para un acceso popular a la cultura y una orientación científica de acuerdo a las exigencias nacionales. En este sentido esta concepción reformista se ha continuado en los estudiantes consecuentemente antiimperialistas (...) 18

Esta es una caracterización de 1918 que queda por fuera de los relatos construidos sobre la misma, generalmente, por los mismos militantes universitarios peronistas. Un factor importante a la hora de pensar esta relación ambigua con el reformismo lo constituye el hecho de que ninguno de los cuatro espacios originarios del peronismo universitario en La Plata provino del antirreformismo católico. Esto quiere decir dos cosas. Primero, muchos de los estudiantes que llegaron a este espacio hacia 1963-1964 se habían alejado del PC con críticas que nos remiten a sus posturas respecto de Cuba, la lucha armada y el peronismo. Ahora bien, también es cierto que tanto la izquierda comunista como la no comunista, se constituyeron en actores aliados para realizar acciones de peso en la universidad y la ciudad. En paralelo, en las intervenciones electorales de noviembre de 1964 primó la unidad en todas las facultades donde abundaba la fragmentación, esto es, en Humanidades, en Derecho, Arquitectura e Ingeniería, así como también en el Comedor dependiente de la Universidad. Los resultados en los Centros de Estudiantes de Humanidades y Arquitectura fueron realmente muy ajustados frente a históricas agrupaciones del reformismo antiperonista. Por esta razón, los días siguientes las denuncias de fraudes arreciaron. Llamativamente, el diario El Día caracterizó a todos estos frentes por su coincidencia en posiciones “castristas” y “retornistas” en referencia al retorno del exiliado líder peronista19.

También en noviembre de 1964 tuvo lugar el armado de la más conocida Lista Comedor, que se proponía hacer frente a los candidatos de la FULP y los socialcristianos y ex FUEL en las elecciones para ocupar los tres cargos estudiantiles del Directorio de la entidad. El desempeño fue realmente bueno, logrando un segundo lugar, con 1.235 votos, frente a los 2.039 de la FULP y los 1.187 de la lista cristiana. Al año siguiente, en noviembre de 1965, la Lista Comedor se enfrentó nuevamente a la FULP y sin un tercer contrincante. Los resultados dieron una importante mayoría a la FULP, con 3.776 votos contra los 2.124 de Lista Comedor. No obstante la diferencia numérica, el resultado fue leído en términos de victoria, pues la segunda lista logró el ingreso de Susana Cingiale al Directorio del Comedor.20 Aunque buena parte de los estudios sobre el tema recuerden a la Lista Comedor como el punto inicial de la llegada del peronismo a la UNLP, lo cierto es que no hace sino expresar un movimiento unitario para hacer frente al entonces denominado “reformismo gorila”. Aquí los grupos del peronismo, como observamos, actuaban en el campo de la izquierda reformista y no en el del antirreformismo cristiano.21

1966: Onganía y los orígenes de la FURN

El año 1966 comenzó, como los anteriores, marcado por el conflicto presupuestario. Durante los meses de abril, mayo y junio las movilizaciones estudiantiles, los incidentes con las fuerzas policiales y las detenciones fueron el saldo de cada jornada de protesta. Ese era el clima cuando el 28 de junio se produjo el golpe militar que derrocó al gobierno de Arturo Illia. El cambio de régimen político constituyó para la UNLP y su movimiento estudiantil un nuevo escenario, pero no un parteaguas, es decir, un quiebre total en la vida de dicha institución y tal sujeto. Inicialmente, las definiciones y tomas de posición fueron más bien escasas por parte de la comunidad, con la excepción de los reformistas de izquierdas conducidos por el comunismo. Pero a partir del último día de julio, las medidas gubernamentales, una nueva legislación y la intervención sobre las universidades radicalizaron las posturas expresándose, en primer lugar, a través de las renuncias de la totalidad de las autoridades de la universidad y las facultades. Aunque con excepciones, el claustro de profesores adoptó una actitud de permanencia en los puestos y oposición abierta. Luego, la principal oposición al golpe fue protagonizada por el movimiento estudiantil reformista. Aquí, las divergencias en torno a los métodos de acción continuaron dividiendo aguas entre la corriente “auténtica”, que presidía la FULP, y la corriente reformista de izquierdas. Contrariamente, una serie agrupaciones antirreformistas y cristianas se posicionaron de forma favorable no solo hacia el gobierno entrante sino también hacia la erradicación del modelo de gestión reformista de las universidades.

Ahora bien, donde sí existió un cambio de posturas importante fue entre las agrupaciones identificadas con el peronismo, antes ligadas al reformismo de izquierda, pero mediando 1966 sumamente críticas de dicho espacio. En este marco, fue que aquellas agrupaciones que venían confluyendo desde 1965 decidieron agruparse en la FURN.

Las versiones en torno a su aparición son diversas por lo cual cabe aquí ordenar algunos elementos. Primero, sabemos ya que el intento de unificar los espacios identificados con el peronismo data de 1965 y cuenta con aquel triunfo de Lista Comedor como un hecho clave que dio fuerza al agrupamiento. A partir de aquí la relación entre MUR, Amauta y MAV ganó en grados de confianza y coordinación; algunos testimonios recuerdan incluso la organización de charlas en conjunto, con Carlos Mugica o Rodolfo Puiggrós. En segundo lugar, el golpe militar y el gobierno instaurado a partir de junio de 1966 generaron expectativas o “alegría”, según los testimonios, entre estos estudiantes. Se entendía, por un lado, que un gobierno ilegítimo como el de Illia había alcanzado justamente su fin; y, por otro lado, que las universidades y el movimiento estudiantil irían a encontrarse en igualdad de condiciones con el peronismo y una parte del movimiento obrero, esto es, atravesados por la intervención y la ilegalidad22. Si bien los encuentros y el armado de este espacio datan de 1965, también los testimonios coinciden en que mediando 1966 habría surgido oficialmente la FURN, en una reunión de no más de 20 o 30 personas, con fuerte presencia de los peruanos, el MUR, el grupo de Veterinarias y estudiantes de Humanidades, Medicina y Agronomía. En dicha reunión inicial se habría acordado el nombre FURN, una orientación política de apoyo expectante hacia la Revolución Argentina y la no participación en los espacios reformistas. Es decir, la salida de la FULP por considerar al movimiento universitario identificado con la Reforma Universitaria como limitado en su capacidad para actuar en política por fuera de la universidad.23 El apoyo al golpe, no obstante, provocó una primera disidencia en MUR encabezada por Leguizamón, los “menchu” y quienes provenían del MIRA. Cabe recordar que ambos grupos constituían las ramas de izquierda de la agrupación.

El respaldo inicial a Onganía fue abandonado a las pocas semanas. Coincidimos con Bonavena (2012) en que el asesinato de Santiago Pampillón, el 12 de septiembre, modificó las posiciones en el mapa estudiantil. Una parte de las fuerzas estudiantiles que había apoyado el gobierno militar o había tomado posturas realmente ambiguas al respecto, pasó al bando de quienes lo repudiaban. Por ejemplo, el MURN de Veterinarias se posicionó atribuyendo la responsabilidad por la muerte del estudiante al “liberalismo anti popular”. En una crítica al reformismo, el viejo MAV ahora reagrupado bajo el ala de la FURN, afirmaba “no compartir la lucha por consignas formales” pero tampoco “apoyar la política liberal de las actuales autoridades, máxime cuando ella se basa en la violencia postergando reclamos nacionales y populares”24. La adopción de una postura crítica hacia el gobierno militar no iba a significar un acercamiento con el reformismo. La agrupación MUR se negaba en su facultad a convocar asambleas y plegarse a las huelgas organizadas desde el reformismo. Para estas agrupaciones, el tiempo histórico del reformismo, entendido ahora sin grises, había quedado atrás.

Palabras Finales

Hace poco más de una década un trabajo pionero sobre el tema afirmaba que 1966 fue una fecha “utilizada” tanto por los reformistas como por los peronistas (Barletta y Tortti, 2002). Cada uno, claro, construyó su relato, para defender lo propio o para legitimar su actividad. Así, el peronismo constituyó aquella coyuntura en la identidad de origen de la presencia política partidaria peronista en la universidad (Barletta y Tortti, 2002). Como observamos aquí y en otros trabajos (Pis Diez, 2018) ni la política partidaria era una novedad (incluso el reformismo estaba atravesado por ella) ni el peronismo llegó a la universidad en 1966 para colocarse como alternativa frente a un reformismo obsoleto. Ya unos años antes, un sector del peronismo en la UNLP había surgido no solo ligado a las organizaciones del peronismo revolucionario sino también, en la universidad misma, aliado a las agrupaciones reformistas de izquierdas (comunistas y no comunistas). Entre 1963 y 1966, su actuación adquirió importante visibilidad a partir de acciones realizadas en conjunto con aquellos espacios reformistas y a partir de una oposición común a los “auténticos”. El año 1966 nos muestra el surgimiento de un nuevo discurso para la universidad que, en los hechos, significó un desplazamiento ideológico y político de un espacio (la FURN) que ya venía funcionando como tal.

La reconstrucción empírica nos permite no solo matizar los relatos sino también comprenderlos. Es que, en línea con lo anterior, cabe el interrogante en torno a cómo se construyó aquel discurso (tan opositor como monolítico) respecto de la Reforma en la FURN dado que, como vimos, no se correspondía con las acciones de los años anteriores. Desde aquí, sugerimos que la necesidad de constituir un relato propio (identificándose con la novedad), una suerte de proyecto (asentado en la relación entre las luchas universitarias y las del movimiento obrero), un “otro” (ese reformismo, imbuido en su totalidad en una “isla”) y una justificación de origen (la reforma, a secas, “ya no sirve”) se volvía una necesidad para estas agrupaciones. El cambio de régimen político y la prohibición de actividad estudiantil y reformista, generaba un espacio vacante para el espacio universitario peronista. Sin trayectoria de larga data en el movimiento estudiantil, acuciaba justificar el origen de este espacio.

Notas

1. Trabajo recibido el 03/05/2018. Aceptado el 12/06/2018.
2. Facultad de Trabajo Social. Universidad Nacional de La Plata. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Contacto: nayla.pdiez@gmail.com.
3. Estudios pioneros encuentran en 1966 el surgimiento de un peronismo que habría acumulado a partir de la crisis de la tradición reformista (Barletta, 2001; Barletta y Tortti, 2002; Ramírez, 1999). Desde aquí, algunas publicaciones han resaltado la presencia y productividad del peronismo frente a los restantes actores universitarios (Recalde y Recalde, 2007; Simonetti, 2002). Otros trabajos han recabado en experiencias concretas de “peronización”, generalmente asentadas en la UBA (Reta, 2009; Dip, 2017), con excepciones, por ejemplo, para La Plata (Lanteri, 2009). Frente a esto, otra línea prefiere matizar el agotamiento del movimiento de 1918 así como también la importancia de las organizaciones peronistas en un proceso más general de conflictividad social (Califa, Bonavena y Millán, 2018; Nava, 2013). También ver: Friedemann (2017).
4. Sin entender que dicha relación no haya existido, consideramos importante no tomarla como un a priori en la investigación ni caer en supuestos dicotómicos que de antemano definan actores y posturas (sea porque el reformismo habría estado en una “campana de cristal”, sea porque el peronismo negaba las banderas reformistas).
5. En síntesis, la FUEL atravesó un proceso de abandono de las posturas puramente gremialistas para expresar aquella posición. A comienzos de 1961 surge el Frente Nacional de la Juventud, espacio nacionalista justicialista que permitió a una corriente interna de FUEL ser más activa en política. Este proceso de politización y peronización conllevó una crisis que acabó en la disolución de la entidad en 1964. Ver: Carnagui (2016).
6. Seguimos aquí la noción de Peronismo Revolucionario de Bozza (2014). Todos los grupos presentaban un lazo con la JP platense y con el MRP, fundado en agosto de 1964, del que formó parte la JP de La Plata desde entonces. De acuerdo a Chaves (2015), para 1963 la JP se encontraba en un proceso de reagrupamiento pues la represión aplicada por el Plan Conintes la había diezmado (encarcelando a una parte de sus referentes, Diego Miranda y Haroldo Loguirato entre ellos). Dicho rearmado, conducido por Chaves, Néstor Fonseca, Kity Seoane y Amalia Ramella, incluía la idea de sumar universitarios (p.149). Sobre la JP, ver también Robles (2017).
7. Dice J. Carpio: “Los Menchus eran compañeros de ruta de la Fede. La Fede tenía los cuadros orgánicos, los militantes activos que participaban del aparato, y los que eran “figuras democráticas” que eran quienes sin ser de adentro acompañaban. El grupo Los Menchus era eso.” (Entrevista realizada por la autora y A. Ghilini, 13/11/2015). Efectivamente, para 1961 integraban la comunista Agrupación Reformista Auténtica Leguizamón, Pérez, Iturrieta y “el Turco” Amas (quien en 1962 había ya hecho el intento de armar algo ligado al peronismo). FULP. CPM-Fondo DIPBA, División Central de Documentación, Registro y Archivo. Mesa A, Carpeta Estudiantil, Legajo 1. No es tema de este artículo, pero sí cabe decir que por entonces una importante crisis atravesaba las filas jóvenes del Partido Comunista, desatada por temas claves del momento como Cuba, la lucha armada y el peronismo. En La Plata fueron los grupos de Humanidades, Bellas Artes y Derecho los más influenciados tales debates.
8. Es casi imposible certificar que todos los peronistas agrupados en MUR hayan provenido de pueblos u otras ciudades del país, además de que sería erróneo inferir de su procedencia geográfica una identidad política. Sin embargo, sí es esta una lectura que prevalece entre los testimonios que asocian al MUR con los “menchus” (o los misioneros, como se recuerda dicho subgrupo) y con la actividad política de estudiantes no plantenses. Es ilustrativo el testimonio de Coria (2003).
9. Movimiento Universitario Reformista, CPM-Fondo DIPBA, División Central de Documentación, Registro y Archivo. Mesa A, Carpeta Estudiantil, Leg. 24.
10. Sobre la experiencia de CONDOR, ver, entre otros Eidelman (2004) y Rot (2016).
11. Painceira y otros para mediados de 1965-1966 se alejaron de AREBA y del PC para iniciar un pasaje al peronismo. En una reciente entrevista, Painceira confirmó esto (EA, 14/11/2017). Ver la reconstrucción del mundo político y cultural de La Plata en los primeros sesentas que realiza el mismo Painceira (2013), especialmente, pp. 400 y ss.
12. Para 1964, la participación de Gil Soria en CONDOR se hacía cada vez menos asidua debido a la distancia entre Buenos Aires y La Plata. Al mismo tiempo, se acercó a Diego Miranda, ex preso Conintes de la JP, y comienza a conformar un grupo con vínculos universitarios. Gil Soria recuerda al respecto: “Nuestro objetivo, con Miranda, desde ATE, era la organización y la militancia con los sectores más próximos, como Achem, que estaba en el MUR. Teníamos muy buena relación con Achem, estábamos todos en un proceso de acercamiento al peronismo. Varias veces nos juntamos con Cooke (…) Y dentro de los grupos que señalábamos con partícipes del frente peronista estaban los compañeros peruanos, del que más me acuerdo es Samuel Agama porque estaba en Bellas Artes y Lidia Barragán su esposa.” (Entrevista realizada por la autora y A. Ghilini, 5/04/2016). Ver sobre Miranda y este grupo: Rot (2016, pp. 61-68).
13. Para ampliar, Pis Diez y Ghilini (2017).
14. Dice Carpio: “En eso, me acerqué bastante a Logiurato un activista peronista de ATE La Plata. No me acuerdo muy bien cómo surgió el nexo, creo que simplemente se dio, porque en un momento la gente de ATE se sumó a la movilización estudiantil. El sindicato pasó a ser la base de infraestructura, hacíamos sanguches ahí. (...) Con Samuel Agama vinimos a la concentración del 17 de octubre que hizo la CGT en 1964. Vinimos de La Plata y ahí fue una cosa muy impactante emocionalmente.” (Entrevista realizada por la autora y A. Ghilini, 19/08/2015). Sobre Logiurato ver: Rot (2016), especialmente pp. 48-61.
15. Según Robles (2017), en el marco del conflicto “Laica o Libre” de 1958, Fonseca, que era activista clandestino de la JP en el Colegio Nacional, logró captar la atención de su compañero Bacci, iniciándolo en una militancia que incluyó la formación de la FURN y la dirección de la JP. En 1962, Fonseca estuvo en Cuba junto a Gonzalo Chaves y como “invitados” de Cooke. Ver también Cháves (2015), especialmente, pp. 147-169.
16. De todos, este es seguro el grupo más estudiado. Ver: Amato y Boyanovsky (2008, p.50); Simonetti, (2002, p.30). Puede verse la entrevista realizada a Hugo Bacci (Uzcundún et al, 2013).
17. Movimiento Avanzada Veterinarias, CPM-Fondo DIPBA, División Central de Documentación, Registro y Archivo. Mesa A, Carpeta Estudiantil, Leg. 144.
18. Movimiento Avanzada Veterinarias, CPM-Fondo DIPBA, División Central de Documentación, Registro y Archivo. Mesa A, Carpeta Estudiantil, Leg. 144.
19. Panorama Universitario, (15/11/1964), El Día, p.4.
20. Panorama Universitario, (14/11/1965), El Día, p.3; Universitarias, (14/11/1965), El Argentino, p. 5. Se afirma en la obra de Amato y Boyanovsky (2008) respecto de la Lista Comedor: “Le llamaron Lista Comedor y era una alianza entre el MUR y organizaciones filoperonistas de otras facultades, como Veterinarias y Medicina. De esta última, tuvo gran participación el Paraguayo Fernández y quien era su mujer, Susana Pichingale (…) El peso de los peruanos se hizo notar. No alcanzó para la victoria pero Pichingale entró como vocal y los votos obtenidos sacudieron al oficialismo” (pp. 52-53). Aunque la cita nos sirve para ilustrar el contexto, observamos dos errores: uno temporal, pues esta vez no era la primera que la Lista se presentaba, lo había hecho también el año anterior; otro, de caracterización del espacio, que no solo representaba organizaciones filoperonistas, sino también otras de izquierda no comunista. Ver también Alessandro (2011).
21. R. Torres Molina, militante originario de MUR ha sido enfático al respecto: “MUR expresa una evolución de un grupo que se hace peronista y termina fundando la FURN. Su origen no es el cristianismo porque viene de toda esta evolución (...) El grupo que había formado Praxis, que con las divisiones formó el MIRA, y con su disolución adhirió al peronismo, formó parte del MUR y desde allí impulsó la formación de la FURN que, con el golpe del 66 salió de la FULP y se constituyó en una expresión del peronismo universitario” (Entrevista realizada por la autora, 31/03/2017).
22. Al respecto dice J. Carpio: “Se dio todo en un año muy movido. Y cuando vuelvo a La Plata, la FURNA ya estaba constituida como organización, me sumo a las reuniones, y ya eran alrededor de 20 o 30 tipos (…) En ese lapso aparece Onganía, en el 66 con la intervención de la universidad. Algunos se habían puesto contentos porque se decía que con la intervención se había puesto al movimiento estudiantil en pie de igualdad con el movimiento obrero. Si este estaba hace tiempo proscripto, ahora sí el movimiento estudiantil estaba obligado a sumarse a la lucha popular y no estar en la engañifa de estar peleando dentro de la universidad. Por eso nos alegramos, porque estaban creadas las condiciones para sumarlos a la lucha del movimiento popular. Pero para evitar ser caracterizados como onganistas le sacamos la letra A del nombre FURNA”. Carpio encuentra que FURN fue el nombre que el espacio asumió a fines de 1965. (Entrevista realizada por la autora y A. Ghilini, 19/08/2015).
23. En cuanto al nombre, por ejemplo, Amato y Boyanovsky (2008) y Bonavena (2012) mencionan que el de FURA habría surgido hacia 1966 dando cuenta del apoyo hacia Onganía. Luego, los testimonios aquí recogidos tienen otras versiones. A la de Carpio se puede agregar la de S. Amaral, participante de esa primer reunión, quien recuerda que: “En agosto del ‘66, en una casa cerca de la Plaza Olazabal, organizamos la FURN. En la reunión inicial los que estaban principalmente eran del MUR de Derecho, Mutchinick que era de Humanidades, estaba yo y había otra gente de Agronomía, Medicina, seríamos veinte (…) En la reunión esa, lo que se discutía era cómo le poníamos al espacio, algunos decían Federación Universitaria para la Revolución Argentina, pero uno dijo ¡No!, puede sonar mal, ¿Revolución Nacional? y ahí quedó FURN.” (Entrevista realizada por la autora, 2/06/2016). Ni Bacci ni Torres Molina (ambos habrían formado parte de esa primera reunión) mencionan el cambio de nombre.
24. Universitarias, (14/09/1966), El Día, p.4.

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