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Estudios - Centro de Estudios Avanzados. Universidad Nacional de Córdoba

versión On-line ISSN 1852-1568

Estud. - Cent. Estud. Av., Univ. Nac. Córdoba  no.44 Córdoba jun. 2020

 

BIBLIOGRAFICAS

La tierra de los camalotes1 : una reseña de González de Oleaga, M., Meloni González, C., Saiegh Dorín, C. (2019). Transterradas el Exilio Infantil y Juvenil Como Lugar de Memoria. Temperley, Argentina: Tren En Movimiento. 192 pp.

Fira Chmiel2

Transterradas... compila los relatos en primera persona de tres autoras atravesadas por la experiencia del exilio forzado durante la última dictadura argentina. Las tres, argentinas refugiadas en España, ponen en palabras los recuerdos de aquellas niñas que fueron, en medio de la violencia y del terror. Las tres, parten desde diferentes disciplinas con el propósito de proponer en primer plano el tema del exilio y hacer de esa experiencia un lugar posible de habitar. El libro se organiza en tres apartados escritos por cada una de las autoras. Las tres secciones presentan un diferente conjunto de capítulos y componen un mundo personal y familiar particular que invitan al lector a ingresar, en la delicadeza de la confidencia.

El libro respeta la naturaleza fragmentaria de la memoria y su carácter no lineal. Los relatos son historias, recuerdos, descripciones de fotografías, profundas e interesantes reflexiones filosóficas, pequeños ensayos, inventarios, entre otras trazas compartidas. También son múltiples las voces convocadas: la filosofía, las familias, la literatura, la poesía de familiares, hasta la apelación retórica al lector, configuran algunos de los diálogos abiertos. Entre los tres apartados hay rasgos comunes y diferencias, de forma (en sus extensiones, la organización de los capítulos) como también en sus reflexiones: ¿cuál es la patria añorada? ¿en qué “lenguaje cromático” se elabora el dolor? ¿existe un lugar al que los deícticos no alcancen? ¿cuánto dura el exilio? ¿de exiliada se puede pasar a transterrada?

Una vertiente poética

El abordaje generacional en el campo de estudios sobre memoria, se nutre desde diferentes vertientes: historiográfica, sociológica, psicológica, los estudios migratorios, la transmisión generacional, los estudios culturales, la construcción identitaria, el estatuto de verdad histórica o en las preguntas éticas, que devuelven los recuerdos de las infancias en dictadura (Chmiel, 2019). A partir de la noción de posmemoria (Hirsch, 2008) encontramos una extensa bibliografía que estudia las producciones (literarias, fílmicas, fotográficas, plásticas) de las segundas generaciones. Este libro presenta testimonios que, si bien integran una búsqueda estética para relatar la experiencia íntima, son textos biográficos que descubren, en aquellas niñas que fueron, la dimensión colectiva y la sensibilidad singular. Las autoras asumen el desafío de una propuesta propia, no acotada a la mirada disciplinar que denominan “historiografía poética”: historiografía, por tratarse de una (re)escritura del pasado, y poética, por operar como “inspiración que como asimilación”. Enfocan en la dimensión dialógica como forma de construcción de conocimiento, como espacio de contacto con los otros, entre el pasado y el presente, entre antecesores y contemporáneos, con todos aquellos que pueblan nuestra posibilidad de decir. Los otros que indefectiblemente nos habitan y que navegan, más o menos desapercibidos, por las palabras propias. Así, el diálogo habilita la experiencia como fricción: “friccionar con los relatos la experiencia de los otros” (González de Oleaga, Meloni González y Saiegh Dorín, 2016) como forma de elaboración y de transformación.

Auto(fr)icción o la blandura de los géneros

El libro se inscribe en el esfuerzo por sortear las categorías, por configurar espacios sin bordes. Así, las autoras presentan un libro que no es, en rigor, de género académico ni tampoco, estrictamente autobiográfico. No se propone ni como un ensayo, ni como una obra puramente literaria. Se inscribe en torno a los géneros híbridos (autobiografía, autoficción, testimonio, autoetnografía, etc.) que configuran el espacio biográfico (Arfuch, 2002) en tanto “puesta en sentido” de la vida a través de una narración. Las escritoras guiñan su inscripción al método autoetnográfico, que promueve la lectura de la sociedad a través de una biografía, desarmandoasí las distancias entre lo personal y lo colectivo. “Transterradas…” se aposta en el “cruce de caminos” y emerge de una “vocación política” que tiene como propósito resignificar las dolorosas experiencias de exilio, sin pretenciones moralizantes ni pedagógicas. Estas epifanías puestas en texto, leídas en un presente donde persisten las migraciones forzadas,y las elaboraciones del horrror dictatorial, permiten identificar lo común y lo particular de las experiencias que involucran a la infancia. Las tres autoras elaboran, hipotetizan, preguntan y responden en tiempo presente. Cada una a su estilo, ofrece un grupo de relatos también poéticos, poblados de imágenes y metáforas3 : A través de la elección de las palabras y sus combinaciones, las autoras imprimen diferentes “tonalidades de su afectividad” (Arfuch, 2002:56) en sus textos.

Espacios y tiempos impalpables

El término “transterrado”4 refiere a las identidades erráticas. Este espacio vaporoso es, en definitiva, un lugar donde se despintan las fronteras entre presente y pasado, las geografías afectivas de la infancia. El lugar del exilio, descubierto también como un espacio de pertenencia, imprime una singular forma de habitar también los vínculos afectivos. Los relatos de las tres autoras desglosan, con minucia, los “paisajes básicos” (González de Oleaga, 2019, p. 78) a los que se adhiere la infancia: paisajes rurales, urbanos, transportes, casas, mudanzas, texturas, colores, objetos, añoranzas, pérdidas, efectos del terror. Esta dimensión se actualiza también por medio de las fotografías que posibilitan “tocar al menos levemente, y con la punta de nuestros dedos, un espacio-tiempo ya desvanecido” (Meloni González, 2019, p. 118). Este acercamiento táctil al recuerdo se revela en los detalles, como en el recuerdo de las casitas hechas con “diminutos yuyitos pegajosos” (Saiegh Dorín, 2019, p.172). Las referencias sensoriales brotan por los capítulos: descripciones auditivas, olfativas, táctiles, insertas en la insistencia de lo cotidiano en contextos percudidos por el horror donde “irrumpe lo inesperado”.

Recordar la infancia convoca, tal vez, otras temporalidades y espacialidades.5 El prefijo “trans”apela a deconstruir o trascender la mirada acotumbrada del espacio/tiempo “¿y si entráramos en una boca de metro en la Gran Vía de Madrid y fuéramos capaces de salir en Callao y Corrientes?” (Meloni González, 2019, p.145).Un lugar cuya referencia se ancla en la imaginación, como un juego donde lo familiar y lo extraño se intercalan. Sortear las categorías dicotómicas es una mirada que puede asociarse a la propuesta de los estudios queer. Sedgwick (2003) ofrece una lectura donde los vectores amorosos de los recuerdos configuran una temporalidad propia, anacrónica, donde pasado y presente resultan difusos y en permanente restitución. Así, puede pensarse en un nueva concepción del espacio (y de nuevas identidades) producida tanto desde los símbolos físicos como los imaginarios (Massey, 2005).Tal como propone Meloni, a partir de Agamben, “las ciudades terminan por parecerse a los sueños”.

“Se me vuelve camalote el corazón”

Transterradas… es una invitación a contactar con la viviencia íntima de “aquellas” niñas, hoy adultas. Es un libro de conmovedores relatos y profundas reflexiones que las autoras generosamente ofrecen como testimonios. Los relatos tienen un efecto tridimiensional en la palabra que se despliega, para intentar recobrar la historia infantil que las constituye. Así, las autoras recuperan sus vivencias exiliares en pos de habilitar una mirada que desnaturalice las historias familiares cristalizadas. En ese lugar construido, nos convocan a formular nuevas preguntas al pasado desde el presente (Llobet, 2015), a recuperar la voz de la infancia también como protagonista de la historia. Una lectura sensible que logra ubicar al lector en roce con la infancia, que pertenece a un país conocido pero extraño, el del pasado, el del exilio.

Notas

1. “los camalotes de los cuentos alojan sus raíces en el agua del río conformando territorios móviles” (Saiegh Dorín, 2019).
2. Universidad Nacional de San Martín. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. firach@gmail.com Contacto:
3. La pérdida de referencia, de lenguaje, como “caerse de la lengua”; expresar el dolor del desamparo como una “mordida seca y precisa”, como ejemplos que aparecen en el libro.
4. Termino propuesto por José Gaos para definir el exilio español en México, un exilio caracterizado por una idea continuidad y de comunidad (Meloni González et al., 2016).
5. Las autoras recuperan de Benjamin la reflexión sobre la memoria infantil: “el tiempo no tiene ni el mismo color ni la misma textura en la infancia y ésta siempre se convierte en una temporalidad infinita”.

Referencias bibliográficas

1. Arfuch, L. (2002). El espacio biográfico: dilemas de la subjetividad contemporánea. Buenos Aires, Argentina: Fondo de Cultura Económica.         [ Links ]
2. Chmiel, F. (2019). ¿Cuántas preguntas trae un recuerdo? Un recorrido teórico por la dimensión generacional de la memoria. I Congreso Internacional de Ciencias Humanas-Humanidades entre pasado y futuro. Escuela de Humanidades, Universidad Nacional de San Martín.         [ Links ]
3. González de Oleaga, M., Meloni González, C., Saiegh Dorín, C. (2019).Transterradas el Exilio Infantil y Juvenil Como Lugar de Memoria. Temperley, Argentina: Tren En Movimiento.         [ Links ]
4. González de Oleaga, M., Meloni González, C., Saiegh Dorín, C. (2016). Infancia, exilio y memoria. Tres relatos de una infancia transterrada tras la última dictadura argentina. Kamchatka. Revista de análisis cultural, (8), 93-109.         [ Links ]
5. Hirsch, M. (2008). The generation of postmemory. Poetics today, 29 (1), 103-128.         [ Links ]
6. Llobet, V. (2015) “Y yo, ¿dónde estaba entonces?”. Infancia, memoria y dictadura. Horizontes Sociológicos, 3, 46-57.         [ Links ]
7. Meloni González, C. (2019). Ritornello: el exilio como guarida En: M. González de Oleaga, C. Meloni González, C. Saiegh Dorín. Transterradas el Exilio Infantil y Juvenil Como Lugar de Memoria.Temperley, Argentina: Tren En Movimiento.         [ Links ]
8. Massey, D. (2005). La filosofía y la política de la espacialidad. Algunas consideraciones. En L. Arfuch (comp.). Pensar este tiempo. Espacios, afectos, pertenencias. Buenos Aires, Argentina: Paidós.         [ Links ]
9. Saegh Dorín,C. (2019). Alzar la voz o la imposibilidad de decir. M. González de Oleaga, C. Meloni González, C. Saiegh Dorín. Transterradas el Exilio Infantil y Juvenil Como Lugar de Memoria.Temperley, Argentina: Tren En Movimiento.         [ Links ]
10. Sedgwick, E. K. y Frank, A. (2003). Touching feeling: Affect, pedagogy, performativity. Durham, Estados Unidos: Duke University Press.         [ Links ]

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