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Sociohistórica

versão On-line ISSN 1852-1606

Sociohistórica  no.26 La Plata dez. 2009

 

RESEÑAS

Transiciones ambivalentes 

Reseña de: Maristella Svampa (2008), Cambio de época. Poder político y movimientos sociales , Siglo XXI, Buenos Aires, 236 paginas.  

 

Nicolás Aliano

UNLP / CONICET

 

   ¿Somos capaces de pensar nuestro tiempo? ¿Cómo describir una época? ¿Qué rasgos sociales, políticos, económicos, culturales delimitan algo así como una época con ciertos bordes definidos, lógica propia o líneas de acción distinguibles? ¿Podemos captar un proceso en sus tendencias principales antes de que termine de cristalizar como tal, pero cuando ya ha dejado de ser pura coyuntura? ¿Y cuándo, aquello que pertenece a la coyuntura, a la convulsión de lo inmediato, lo efímero del dato o la ebullición del acontecimiento, se vuelve del orden del rasgo estructural? Pensar "la época" es, ante todo, una exigencia: es pensar la contemporaneidad en la medida en que se hace, junto a las condiciones que habilitan una reflexión sobre ella. Y en Cambio de época , Maristella Svampa se aproxima a estos interrogantes y desafíos, en busca de analizar la configuración de "nuevos escenarios" regionales y de reflexionar incisivamente sobre el papel de las ciencias sociales en ellos.

Nuevos desafíos

   Para Svampa la época presente es, antes que nada, una época de transición . Compuesto por una serie de artículos publicados entre 2004 y 2008, el libro se propone analizar esta situación en la que, si por un lado es posible leer la crisis del modelo neoliberal en la generalización de discursos antineoliberales y de prácticas contestatarias, a la vez lejos se está de poder hablar de una etapa de posneoliberalismo. La transición pareciera jugarse en ese entrelugar, "entre la consolidación de lo viejo y las aspiraciones de lo nuevo", apelando a esta expresión –tomada de uno de los capítulos dedicado al gobierno de Néstor Kirchner- como sinécdoque para el libro en su conjunto. Allí reside en buena medida el desafío del libro, al intentar captar en sus líneas tendenciales un movimiento aún no definido, pero que marca "el clima" de una época: por un lado aquellas tendencias ligadas a la ruptura respecto al modelo excluyente instalado en los noventa; por otro, aquéllas que dan cuenta de una continuidad y profundización de la gobernabilidad neoliberal. Bajo el par continuidad-ruptura, el acierto del libro se halla en no limitarse a develar la simple continuidad soterrada bajo las apariencias de lo nuevo, o en la glorificación acrítica de la novedad, sino en dar cuenta de la productividad misma de la ambivalencia, señalando las nuevas pautas de acción y conflictividad a que da lugar, y que van delineando esos nuevos escenarios regionales.
   Tras esa ambivalencia que registra Svampa entre tendencias contradictorias, se halla la tesis que las articula: estamos asistiendo a un segundo momento de la globalización neoliberal, basado no ya en las privatizaciones y el ajuste fiscal como en los años noventa, sino en la generalización de un modelo extractivo-exportador que profundiza la reprimarización de las economías de la región. Siguiendo a David Harvey 1, Svampa advierte una nueva fase de acumulación del capital ligada a la "acumulación por desposesión" (centrada en la mercantilización de ámbitos cerrados al mercado: en esencia recursos naturales), que incidiría directamente en algunos aspectos "de época" retratados por la autora, como la emergencia de nuevas retóricas: "la ilusión desarrollista" ligada a una reedición de la temática del desarrollo –tan cara a las ciencias sociales latinoamericanas- en una clave estrechamente productivista, o la emergencia de movimientos socioambientales (en los que enfoca la atención en sus trabajos actuales, ligados a la minería a cielo abierto 2). Son algunos de los rasgos más evidentes ligados a este "segundo momento" neoliberal, pero no los únicos.
   En términos más abstractos, el esfuerzo que propone Cambio de época , a la luz del cual se pueden articular sus capítulos, es por repensar la relación entre estructura y acción que emerge de estos cambios en el modelo. Como sostiene Svampa, "la apuesta –a la vez teórica y epistemológica- consiste en no dejarnos tentar ni por el determinismo de las estructuras ni por la pura celebración de la acción colectiva contestataria, sino más bien en tratar de desarrollar un abordaje que se instale en el vaivén entre la estructura y la acción. Para ello resulta necesario insertar nuestros razonamientos en un paradigma comprensivo" (p. 24). La cita debe leerse en al menos dos sentidos: por un lado, en el sentido en que venimos argumentando, como una afirmación programática respecto del libro en su conjunto, al señalar las posibilidades pero también los peligros que la nueva etapa abre para los movimientos sociales y los gobiernos de la región. Pero, a la vez, debe enmarcarse en la propia trayectoria de Svampa y del campo de las ciencias sociales latinoamericanas de los últimos 20 años.
   La autora sostiene que las ciencias sociales, a la luz del declive de una sociología política de larga tradición, se han centrado durante los noventa en dar cuenta de la desarticulación entre lo político y lo social; ello tanto desde visiones normativas ligadas a las ciencias políticas, que se "desligaron" de lo social, como desde la emergencia de microsociologías vinculadas a perspectivas "desde abajo", centradas en indagar en los procesos de descomposición social. Sin profundizar en las críticas hacia las ciencias políticas en su carácter normativo –un lugar común a esta altura-, Svampa ahonda su reflexión en torno a esas sociologías de la descomposición , y destaca dos cuestiones: por un lado, se trata de sociologías volcadas a los estudios empíricos, lo que condujo a la multiplicación de análisis de casos, recortes disciplinarios y lecturas de carácter sectorial que privilegiaban el análisis de la subjetividad de los actores. Por otra parte, como limitación más seria, estas perspectivas, en su límite, llegaban a soslayar el poder de agencia de los sujetos –sobre todo colectiva- y la dimensión de la recomposición social.
   La misma Svampa reconoce las marcas de estas perspectivas en Desde abajo. La transformación de las identidades sociales (2000), un libro compilado por ella misma y central para las ciencias sociales argentinas de los últimos años. En aquel libro la autora también se interrogaba por la relación entre estructura y acción: cómo pensar la desestructuración de estas coordenadas que la tradición sociológica siempre ha pensado como correlacionadas, cuando a la luz de los procesos sociales de desarticulación social, las guías de acción se vuelven difusas, fragmentarias, móviles:

(…) por encima de las diferentes lecturas acerca de las consecuencias sociológicas de las nuevas relaciones que se establecen entre estructura y acción en este periodo, todos los trabajos subrayan la individualización de lo social (…) Las tendencias actuales señalan la necesidad de realizar el pasaje, desde el punto de vista teórico, de una concepción de la socialización en términos de correspondencia entre las posiciones objetivas y las actitudes subjetivas, a una visión que subraye el distanciamiento del sujeto en relación con los roles, a favor de un manejo mas reflexivo de las imágenes sociales.

   Sin embargo, tanto la "toma de distancia" como la "individualización" se expresan de manera diferente según el tipo de "desajuste" que el individuo atraviese respecto del rol (…). Así, por ejemplo, en nuestro país es posible observar cómo tiende a profundizarse la brecha existente entre, por un lado, los que viven positivamente la radicalización de la individualidad y el distanciamiento reflexivo apoyados sobre estructuras de integración y marcos de protección colectiva y, por otro lado, aquellos otros que padecen una situación de vulnerabilidad y caída social y por ello tienden a vivir la exigencia de individualización en términos negativos. 3
   Svampa señalaba entonces que el nuevo individualismo marcaba el pasaje tendencial de lo colectivo a lo individual, y a la luz del debilitamiento de los mecanismos de integración social describía, como proceso social, la "descolectivización". Casi una década después, la autora vuelve sobre el problema para abordar las vías de la recomposición de las formas colectivas de participación. El movimiento de Svampa es doble, teórico y político: se trata de repensar las formas de la recomposición social ligando nuevamente lo político con lo social, la relación entre estructura y acción, para abordar las experiencias actuales en toda su riqueza analítica y su potencial político; y ello, a la vez, a la luz de una reflexión sobre la propia praxis intelectual. Si, según sostiene, las perspectivas "desde abajo", enfocadas sólo en los procesos de desestructuración social, terminaron promoviendo una imagen del intelectual como "traductor" sofisticado de las prácticas de los actores subalternos (en una combinación entre profesionalización creciente del campo académico y falta de horizontes políticos), se trata de abordar ahora, a la vez que las formas de recolectivización social, la figura misma del intelectual. Bajo la figura del "intelectual anfibio" propone un modelo de investigador intelectual que reasocie compromiso militante y saber académico, que recupere el carácter interdisciplinario y crítico (que para la autora supo tener la mejor tradición de la sociología política del continente) a partir de lo que llama "un paradigma comprensivo".
   En este sentido, Cambio de época se presenta como un balance pero también como un r eclamo de época: no se puede seguir pensando con las categorías, las perspectivas, los móviles de los noventa. No se puede seguir reenviando a "los 90" la matriz estructural que determina las pautas de acción: cerrando una nueva década, hay que abordar una nueva agenda, y las ciencias sociales deben estar a la altura de esa tarea, repensando sus horizontes teóricos, epistemológicos y políticos.

Los temas

   El libro se organiza en dos partes. La primera de ellas, "Nuevas inflexiones políticas en América latina", abre con un artículo que en buena medida define las líneas generales en las que transcurre el resto del libro. Allí se da cuenta del nuevo escenario regional, definido por algunos rasgos centrales como la crisis del consenso neoliberal, la relegitimación de los discursos críticos, la emergencia de prácticas contestatarias de acción directa y de gobiernos autodenominados "progresistas" y de centroizquierda. Es entonces donde, sin descuidar matices regionales y tensiones específicas, Svampa propone una visión en conjunto de la región, y es en este marco que para ella se abre una etapa que permite cuestionar modelos intelectuales previos.
   El capítulo 2 se propone un análisis de las principales dimensiones del gobierno de Néstor Kirchner, a partir de evaluar las principales fronteras que erigió -o heredó-. En la masificación y consolidación de la matriz asistencial, Svampa advierte la consolidación de una nueva "frontera de la exclusión", y en las nuevas luchas sindicales encuentra uno de los núcleos conflictivos centrales, en el que se ponen en juego las fronteras de la precariedad. Por su parte, las fronteras del modelo económico se encontrarían en la retórica del "neodesarrollismo", tras la cual Svampa advierte una línea de fuerza orientada a la profundización del modelo extractivo-exportador (minería, hidrocarburos, agronegocios). Por último, al abordar las fronteras de la política institucional, halla fuertes líneas de continuidad y profundización respecto de algunas de las formas de gestión neoliberal de la década previa: la potenciación de los dispositivos clientelares, la legitimación del modelo asistencial-participativo, el presidencialismo. Algunas de las rupturas que señala son aquellas referidas a los cambios en la Corte Suprema, así como el giro respecto a la política de derechos humanos. Pero, como balance, Svampa encuentra una fuerte continuidad en relación al régimen de dominación que acompañó al modelo neoliberal, ligado ahora, sin embargo, a un contexto ideológico diferente atravesado por una retórica antineoliberal.
   La primera parte se cierra con el abordaje de los movimientos sociales en América Latina, sus características centrales, sus aspectos más novedosos: la territorialidad, la acción directa, la democracia directa, la demanda de autonomía. Aunque se propone un cuadro amplio de la situación, se remarca el carácter heterogéneo de las experiencias y el modo variable en que se insertan en el nuevo escenario regional: a diferencia de los noventa y en un contexto más favorable, Svampa visualiza la adopción de un progresivo carácter constituyente de los movimientos; pero a la vez recupera algunos de los peligros que afrontan: la criminalización de la protesta, la militarización, la doctrina de seguridad ciudadana, que mantienen abierta la tensión entre la crisis de legitimidad del modelo neoliberal y la posibilidad de reconstruir sus dispositivos de gobernabilidad. Un lugar central en el análisis adquiere el lugar de los movimientos socioambientales, que en un escenario de reprimarización de la economía redefinen una nueva cartografía de las resistencias, a la vez que se ubican en el locus de la disputa por los sentidos del término "desarrollo".
   La segunda parte, bajo el título "Las vías de la movilización social", se encuentra más centrada en procesos de la Argentina reciente, adquiriendo centralidad el período 2001-2002 como inflexión local. Svampa traza allí un "mapa de la acción social" de la Argentina movilizada. Por un lado, se aborda la dinámica asamblearia y el fenómeno del "ahorrista" -como uno de los personajes de la protesta- como experiencias ligadas a las clases medias. Más allá de la desarticulación final de estas experiencias (en el caso de los ahorristas signadas por un fuerte particularismo), el análisis recupera como balance del proceso la aparición de nuevos ethos militantes, nuevas subjetividades políticas y formas de organización. Al abordar la experiencia de las organizaciones de trabajadores desocupados, se recupera nuevamente la dimensión de la subjetividad política como una de las dimensiones centrales para el análisis, señalando el proceso por el cual se configura un nuevo ethos militante fuertemente ligado al territorio -volviéndose éste el espacio en disputa- en tensión con la figura del militante social despolitizado que vio su consolidación en los noventa. La preocupación por indagar en los problemas que presentan estas organizaciones (en creciente proceso de fragmentación) para la articulación política, lleva a Svampa a evaluar no sólo aquellos procesos "externos" que influyeron en ello -la productividad política del "peronismo infinito" para disciplinar corrientes piqueteras dentro de sus marcos- sino también aquellas limitaciones al interior del campo popular y de la izquierda partidaria y autonomista por generar instancias de articulación.
   Svampa muestra cómo la "salida de los tiempos extraordinarios" (el periodo 2001-2002) es central en la posterior reconfiguración del campo social e ideológico. Una lectura en términos unívocos de la crisis, desligada de una de sus demandas constitutivas –el llamado a una nueva institucionalidad- y limitada a otra de sus demandas inherentes -el llamado a la normalidad-, dio cuenta de la eficacia de la interpelación del gobierno de Kirchner ("un país en serio, un país normal") y de la capacidad de rearticulación del peronismo. Pero también mostró la dificultad de las diferentes organizaciones emergentes de traducir en una alternativa positiva sus demandas, la consolidación de marcos de interpretación negativos del relato identitario piquetero (como sostiene Svampa, pasaron de ser vistos como expresión de nuevas formas de hacer política, a ser considerados como efecto perverso de una política económica), una creciente impugnación de lo plebeyo y, como sustrato profundo y duradero, la legitimación de las brechas y asimetrías que profundizó la crisis. En esta clave hay que leer los últimos artículos que componen el libro -los más recientes- y que abordan fenómenos menos transitados por la autora previamente: Cromañon como hecho (que desnaturaliza la precariedad generalizada) y como movimiento (crecientemente estigmatizado), Puerto Madero como cristalización y consolidación de las distancias sociales, como expresión de una matriz elitista en el espacio urbano (y hay que leer este breve ensayo en diálogo con Los que ganaron 4) y, como cierre, un análisis del conflicto entre el gobierno y los sectores del campo. Allí Svampa ve tres elementos centrales: la reactivación de una matriz binaria para pensar los conflictos (de la cual la autora ha hecho su genealogía en otra oportunidad: El dilema argentino: civilización o barbarie 5), la carencia de un debate más complejo e inclusivo en torno a la idea de "desarrollo", ligada a un paradigma productivista estrecho (que compartirían por igual el gobierno y los actores implicados en el conflicto); finalmente, la reactivación de esa memoria de mediano plazo en el uso de los cacerolazos, como parte sedimentada de la cultura de la protesta y sustrato de una subjetividad política que se fue construyendo a partir de 2001.

La época, la inflexión

   Svampa muestra nuevamente su capacidad para definir procesos amplios, trazar "mapas" y crear imágenes globales, en perspectiva, de la sociedad argentina y la región en su conjunto. A la luz de lo dicho, ¿cuáles son los elementos que definen la "época" para Svampa? ¿Cuáles son las diferentes aristas de ese cambio? Las principales dimensiones que se abordan refieren a la emergencia de nuevos ethos militantes (centrados en la autonomía), nuevas formas de organización (ligadas al territorio, la democracia directa, la acción directa), nuevas retóricas antineoliberales y latinoamericanistas a partir de la reactivación de categorías como las de emancipación o imperialismo. Pero ello, en el marco de modelos excluyentes, que en buena medida (en la medida que da la casuística) profundizan, cristalizan y legitiman las desigualdades heredadas. En este cuadro, Cambio de época es un esfuerzo por pensar pero también por intervenir en la coyuntura, desnaturalizando las nuevas fronteras establecidas como legítimas y poniendo en debate la propia figura del intelectual hegemónico.
   Este libro de Svampa tal vez no sea la exposición de un trabajo cerrado y plenamente articulado, como lo son sus libros centrales: La Plaza Vacía 6 en colaboración con Martucelli, donde revisa la crisis de la matriz nacional-popular, Entre la ruta y el barrio 7, en colaboración con Pereyra, donde indaga en el denso entramado de las organizaciones piqueteras, o Los que ganaron, destinado a analizar el fenómeno de los countries y barrios cerrados, por citar algunos de los puntos centrales de su trayectoria. Cambio de época se trata, en buena medida, de un libro "de época", que adolece de cierta recursividad, cierta repetición temática, cierto carácter heterogéneo y "desparejo" en su composición; pero lejos está de ser una serie de retratos impresionistas sobre el presente. En sus capítulos se puede leer la resonancia de aquellas otras obras (y sobre todo la de La sociedad excluyente 8), la reelaboración permanente de aquellos otros problemas, la apertura de claves de análisis para abordar los procesos sociales y políticos en curso así como de guías de interrogación que se proyectan en sus trabajos actuales. En este sentido, Cambio de época es también un cambio de época para la propia autora, ligada ahora fuertemente a la proyección latinoamericanista y al análisis comparado de los movimientos sociales de la región. En suma, Cambio de época es el registro de un cambio, el mapa de una trayectoria personal, y el retrato lúcido y atento del propio campo de las ciencias sociales actuales: sus tareas, sus puntos ciegos, sus desafíos.

Notas

1 Harvey, D., ( 2007) El nuevo imperialismo , Madrid, Akal.

2 Ver el reciente trabajo: Minería transnacional, narrativas del desarrollo y resistencias sociales , M. Svampa y M. Antonelli (comp.), Bs. As., Biblos, 2009.

3 Svampa, M. (ed.), (2000) Desde abajo. La transformación de las identidades sociales , Bs. As., Biblos, pp. 15-16.

4 Svampa, M., (2001) Los que ganaron. La vida en los countries y en los barrios privados , Bs. As., Biblos.

5 Svampa, M., (1994) El dilema argentino: civilización o barbarie. De Sarmiento al revisionismo peronista , Bs. As., El cielo por asalto.

6 Svampa, M. y D. Martuccelli, (1997) La Plaza vacía. Las transformaciones del peronismo , Bs. As., Losada.

7 Svampa, M. y S. Pereyra, (2003) Entre la ruta y el Bario. La experiencia de las organizaciones piqueteras , Bs. As., Biblos.

8 Svampa, M., (2005) La sociedad excluyente. La Argentina bajo el signo del neoliberalismo , Bs. As., Taurus.

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