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Insuficiencia cardíaca

On-line version ISSN 1852-3862

Insuf. card. vol.13 no.1 Ciudad Autónoma de Buenos Aires Mar. 2018

 

REVISION POR EXPERTOS

Algoritmo de insuficiencia cardíaca aguda
Manejo inicial: etapa prehospitalaria, departamento de emergencias, internación en unidad coronaria

Lilia Lobo Márquez*, Guillermo Cursack*, Daniela García Brasca*, Diego Echazarreta*, Eduardo Perna*

* Comité de Insuficiencia Cardíaca e Hipertensión Pulmonar de la Federación Argentina de Cardiología. República Argentina.

Correspondencia: Dra. Lilia Lobo Márquez.
Avenida Mitre 760. San Miguel de Tucumán (CP 4000). Tucumán. República Argentina.
E-mail: cucu@tucbbs.com.ar

Recibido: 29/09/2017
Aceptado: 21/12/2017


Resumen

Con la finalidad de "saber qué hacer" en el ámbito de la urgencia de una insuficiencia cardíaca aguda y con el objetivo de optimizar las estrategias de diagnóstico y tratamiento en el primer contacto con un paciente que podría estar cursando esta patología, se presentan en este artículo, conceptos fundamentales sobre definiciones de esta patología, clasificaciones clínicas y hemodinámicas, manejos iniciales en diferentes escenarios (etapa pre hospitalaria, departamento de emergencia, ingreso a unidad coronaria) y finalmente, un algoritmo diagnóstico y terapéutico para la rápida toma de decisiones.
Es nuestro objetivo que médicos generalistas, clínicos, internistas y/o cardiólogos, puedan en una forma organizada y eficiente optimizar el diagnóstico y manejo precoz de esta condición clínica que amenaza la calidad de vida y supervivencia.

Palabras clave: Insuficiencia cardíaca; Insuficiencia cardíaca aguda; Insuficiencia cardíaca descompensada; Departamento de emergencias; Estrategias de diagnóstico; Estrategias de tratamiento

Summary
Algorithm of acute heart failure
Initial management: prehospital stage, emergency department, admission to coronary unit

In order to "know what to do" in the area of acute heart failure and with the objective of optimizing diagnostic and treatment strategies in the first contact with a patient who might be attending this pathology, article, fundamental concepts on definitions of this pathology, clinical and hemodynamic classifications, initial management in different scenarios (prehospital stage, emergency department, coronary unit admission) and, finally, a diagnostic and therapeutic algorithm for rapid decision making.
It is our goal that general practitioners, clinicians, internists and / or cardiologists, in an organized and efficient way, can optimize the diagnosis and early management of this life-threatening clinical condition.

Keywords: Heart failure; Acute heart failure; Decompensated heart failure; Emergency department; Diagnostic strategies; Management strategies

Resumo
Algoritmo de insuficiência cardíaca aguda
Manejo inicial: estágio pré-hospitalar, departamento de emergências, admissão à unidade coronária

Para "saber o que fazer" na área de insuficiência cardíaca aguda e com o objetivo de otimizar estratégias de diagnóstico e tratamento no primeiro contato com um paciente que possa estar atendendo a esta patologia, artigo, conceitos fundamentais sobre definições desta patologia, classificações clínicas e hemodinâmicas, gerenciamento inicial em diferentes cenários (estágio pré-hospitalar, departamento de emergência, admissão da unidade coronária) e, finalmente, um algoritmo diagnóstico e terapêutico para a tomada de decisões rápidas.
Nosso objetivo é que clínicos gerais, clínicos, internistas e / ou cardiologistas, de forma organizada e eficiente, possam otimizar o diagnóstico e o gerenciamento precoce desta condição clínica que ameaça a vida.

Palavras-chave: Insuficiência cardíaca; Insuficiência cardíaca aguda; Insuficiência cardíaca descompensada; Departamento de Emergência; Estratégias de diagnóstico; Estratégias do tratamento


Abreviaturas

BIPAP: presión positiva con 2 niveles de presión en la vía aérea
CPAP: presión positiva continua en la vía aérea
CPK MB: creatinfosfoquinasa fracción MB
DE: departamento de emergencias
EAC: enfermedad arterial coronaria
EAP: edema agudo de pulmón
ECG: electrocardiograma
EV: endovenosa
FA: fibrilación auricular
FC: frecuencia cardíaca
FEVI: fracción de eyección del ventrículo izquierdo
FR: Frecuencia respiratoria
HTA: hipertensión arterial
IAM: infarto agudo de miocardio
IAMCEST: infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST
Ic: índice cardíaco
IC: insuficiencia cardíaca
ICA: insuficiencia cardíaca aguda
NTG: nitroglicerina
NPS: nitroprusiato de sodio
PA: presión arterial
PaCO2: presión parcial de CO2
PAM: presión arterial media
PaO2: presión parcial de O2
PAS: presión arterial sistólica
PCP: presión capilar pulmonar
SaO2: saturación de O2
SCA: síndrome coronario agudo
SCASEST: síndrome coronario agudo sin elevación del segmento ST
UC: unidad coronaria
UCI: unidad de cuidados intensivos
VCI: vena cava inferior
VNI: ventilación no invasiva
VO: vía oral


Insuficiencia cardíaca aguda: una patología heterogénea

Las enfermedades cardiovasculares representan la primera causa de muerte en la Argentina. Dentro de ellas, en número de muertes por habitante por año, según las estadísticas de Ministerio de Salud de la Nación del año 2011, la insuficiencia cardíaca (IC) supera a la cardiopatía isquémica, a la enfermedad cerebrovascular y a la hipertensión arterial (HTA)1. El escenario más complejo de la IC es la insuficiencia cardíaca aguda (ICA). Este término describe la situación en la que se produce una aparición o cambio rápido de síntomas y signos de IC, secundarios a una función cardíaca anormal y que pueden suceder como descompensación de una IC crónica o como un primer episodio de IC (de novo). Es una condición que pone en riesgo la vida del paciente y habitualmente requiere hospitalización urgente2. Está asociada a una elevada mortalidad intrahospitalaria, entre el 5% al 7%, pero podría aumentar a un 20% en pacientes con empeoramiento de función renal y/o presión arterial sistólica (PAS) baja (lo que representa entre un 2% a un 5% de todos los pacientes hospitalizados por IC). La mortalidad registrada entre 60 a 90 días post alta hospitalaria varía del 5 al 15%3. La ICA no debería ser considerada una enfermedad en sí misma, es más bien un punto de inflexión en la historia de un paciente con IC. No es una enfermedad única, es la manifestación de múltiples anormalidades cardíacas y no cardíacas2. Se caracteriza, por tener además de diferentes formas de presentación: IC de novo, IC crónica descompensada, IC avanzada; con diferentes sustratos: IC con fracción de eyección ventricular izquierda (FEVI) deteriorada, IC con FEVI preservada o IC con FEVI media. Su fenotipo de presentación clínica es también variado y a ello se deben sumar las múltiples comorbilidades que la acompañan4. Sin dudas, el escenario descrito explica la actual dificultad que enfrentamos con estos pacientes. Estamos frente a un cuadro clínico heterogéneo en el cuál no podemos establecer una terapia única para su tratamiento ni estrategias uniformes para su manejo. Veamos un ejemplo: existen pacientes con edema agudo de pulmón (EAP) que presentan, desde un punto de vista fisiopatológico, redistribución del volumen plasmático más que un incremento del volumen total. En estos pacientes el mecanismo de la ICA es una falla vascular (desacople ventrículo/arterial). Muchos de estos casos se presentan con HTA y congestión pulmonar, clínicamente evidente, resultado del volumen redistribuido (aumento de la postcarga), más que del volumen acumulado5. En este caso, el objetivo terapéutico se orienta principalmente a la descarga ventricular y al aumento de la capacitancia venosa, priorizando los vasodilatadores sobre la terapia diurética. En contraposición, en el fenotipo denominado falla miocárdica existe una verdadera acumulación de volumen, y aunque la congestión está presente, resulta de mayor dificultad diagnóstica por ser descompensación de una IC crónica4-6. El objetivo terapéutico se orienta a reducir el volumen extracelular: priorizar la terapia diurética sobre la terapia vasodilatadora. Complejizando aún más el tema, los fenotipos podrían presentarse combinados o superpuestos, definiendo un fenotipo mixto, donde la falla vascular y miocárdica coexistirían y la terapéutica podría ser variable, beneficiándose de igual modo con vasodilatadores y diuréticos. Como vemos, todas estas situaciones clínicas son ICA; pero se presentan con fenotipos totalmente diferentes, respondiendo a estrategias y algoritmos de manejos personalizados a cada situación clínica7.

Conceptos fundamentales para el correcto diagnóstico, manejo y tratamiento de una ICA

1-. Características clínicas de las ICA7-9
Basados en un parámetro clínico de fácil y rápida obtención, en el primer contacto con un paciente con ICA, podemos clasificar según su PAS basal los siguientes grupos:
- ICA hipertensiva con PAS > 140 mm Hg.
- ICA normotensiva con PAS entre 90 y 140 mm Hg.
- ICA hipotensiva con PAS < 90 mm Hg (5% al 8% de incidencia).
Sin signos de hipoperfusión.
Con signos de hipoperfusión (shock cardiogénico).
Recordar: la mayoría de las ICA se presentan con presión arterial (PA) normal o alta.

2-. Perfiles clínicos de las ICA9-10
Un rápido examen al lado de la cama del paciente nos permite definir distintos perfiles clínicos: A-B-L-C (recordar que no representan progresión secuencial de la enfermedad). Los perfiles, no sólo brindan información pronóstica; también determinan manejos terapéuticas diferentes.
- Perfil clínico tipo A
Caliente y seco: buena perfusión sin congestión.
- Perfil clínico tipo B
Caliente y húmedo: buena perfusión con congestión.
- Perfil clínico tipo L
Frío y seco: mala perfusión sin congestión.
- Perfil clínico tipo C
Frío y húmedo: mala perfusión con congestión.

Datos clínicos de congestión: (B-C)
Congestión pulmonar: rales, ortopnea, disnea paroxística nocturna, edema periférico (bilateral), dilatación venosa yugular, hepatomegalia congestiva, congestión intestinal, ascitis, reflujo hepato-yugular positivo.

Datos clínicos de hipoperfusión: (L-C)
Extremidades sudorosas y frías, oliguria, confusión mental, mareos, presión diferencial restringida. La hipoperfusión no es sinónimo de hipotensión, pero con frecuencia la hipoperfusión va acompañada de hipotensión.

Recordar: la mayoría de las ICA se presentan con signos y/o síntomas de congestión más que de bajo gasto, correspondiendo en su mayoría a un perfil clínico tipo B, es decir caliente/húmedo9,10 (Figura 1).


Figura 1.
Clasificación clínica de la insuficiencia cardíaca aguda (Nohria y Stevenson)9,10 comparada al perfil clínico de los pacientes con insuficiencia cardíaca aguda según presencia/ausencia de congestión o hipoperfusión18.

Debemos destacar que en algunas situaciones podría no resultar sencillo identificar un perfil clínico determinado, especialmente en pacientes con IC crónica descompensada, población ésta, en la que los patrones congestivos podrían estar ausentes (falta de rales, de edemas, sin taquicardia). Ante esta dificultad diagnóstica, una disnea desproporcionada en un paciente que no tolera el decúbito, podría estar indicándonos igualmente una ICA. Esta sospecha diagnóstica se debe sumar a la probabilidad clínica que tiene ese paciente de padecer IC basado en sus antecedentes e historia clínica [enfermedad arterial coronaria (EAC), HTA, uso de diuréticos previos, fibrilación auricular (FA), electrocardiograma (ECG) anormal]. La estrategia de sospechar más allá de lo que vemos, nos ayuda a agudizar el diagnóstico y ganar el valioso tiempo en el inicio de la terapia. Destacamos que el diagnóstico de una ICA es puramente clínico (interrogatorio más examen físico). A la inversa, cuando los signos y síntomas están claramente presentes, resulta sencillo identificar los perfiles clínicos AB- L-C y, a través de ellos, sospechar los determinados grupos hemodinámicos.
La correlación entre clínica y hemodinamia fue evaluada previamente en la antigua clasificación de Forrester11-13. Esta clasificación correlacionó datos hemodinámicos y clínicos en pacientes con IC post infarto agudo de miocardio (IAM) de acuerdo a mediciones realizadas por cateterismo derecho (Swan Ganz)14-16. Se distinguen así, cuatro diferentes grupos, teniendo como límite hemodinámico un índice cardíaco (Ic) mayor o menor a 2,2 L/min/m2, y la presión capilar pulmonar (PCP) mayor o menor a 18 mm Hg (Figura 2).


Figura 2.
Clasificación clínica del tipo de insuficiencia cardíaca (clasificación de Forrester)11,12. La sigla H I-IV se refiere al estadio de severidad hemodinámica (I: normal, IV: muy severa), con valores de referencia para el índice cardíaco (IC) y las presiones capilares pulmonares (PCP), que se muestran en los ejes vertical y horizontal, respectivamente. La sigla C I-IV se refiere al estadio del compromiso de severidad clínica (I: normal, IV: muy severa).

Si bien surgió como una clasificación hemodinámica post IAM, actualmente podemos correlacionar estos grupos hemodinámicos (Grupo I-II-III-IV) con los perfiles clínicos mencionados (A-B-L-C). Sabemos que existe un 80% de correlación positiva entre estos perfiles clínicos y los grupos hemodinámicos. Basados en este dato, podemos razonar que los perfiles clínicos A y B (caliente: normoperfundido) equivalen a los grupos I y II de Forrester (Ic > 2,2 L/min/m2), respectivamente. Y los perfiles clínicos L y C (frío: hipoperfundido) corresponden a los grupos III y IV de Forrester (Ic< 2,2 L/min/m2), respectivamente.
A su vez, los perfiles tipo A y tipo L (seco: sin congestión pulmonar) corresponden al grupo I y III de Forrester (PCP < de 18 mm de Hg), respectivamente. Y los perfiles tipo B y tipo C (húmedo: con congestión pulmonar), corresponden a los grupos II y IV de Forrester11 (Figura 2), respectivamente.

Correlación clínica/hemodinámica
- Perfil clínico A correlaciona con Grupo hemodinámico
I: Ic > 2,2 L/min/m2 y PCP < 18 mm Hg.
- Perfil clínico B correlaciona con Grupo hemodinámico
II: Ic > 2,2 L/min/m2 y PCP > 18 mm Hg.
- Perfil clínico L correlaciona con Grupo hemodinámico
III: Ic < 2,2 L/min/m2 y PCP < 18 mm Hg.
- Perfil clínico C correlaciona con Grupo hemodinámico
IV: Ic < 2,2 L/min/m2 y PCP > 18 mm Hg.

3- Mecanismos predominantes de las ICA17
- En la IC retrógrada predomina la congestión.
- En la IC anterógrada predomina el bajo gasto cardíaco.
La disfunción ventricular izquierda puede ser con:
- FEVI reducida.
- FEVI conservada.
Disfunción ventricular derecha.

4-Etiologia de la ICA17,18
- Descompensación de disfunción ventricular izquierda crónica.
- Disfunción ventricular izquierda aguda: isquemia miocárdica, síndrome coronario agudo, complicaciones isquémicas (insuficiencia mitral, mecánicas, etc.)
- Miocarditis, miocardiopatía por estrés (síndrome de tako-tsubo), feocromocitoma.
- Miocardiopatía periparto, miocardiopatías tóxicas (enólica, quimioterapia, etc.)
- Taquimiocardiopatía.
- Descompensación de disfunción ventricular derecha crónica (hipertensión pulmonar, etc.)
- Disfunción ventricular derecha aguda: isquémica, tromboembolismo pulmonar, miocarditis.
- Disfunción valvular aguda: rotura de cuerdas en prolapso valvular, causa infecciosa.
- Descompensación de valvulopatía crónica.
- Alteraciones aórticas: aneurisma, disección.
- Patología pericárdica: taponamiento cardíaco, pericarditis constrictiva.
- Arritmias agudas o crónicas mal controladas.
- Crisis hipertensiva.
- Precipitantes no cardíacos: insuficiencia renal, infecciones, sepsis, tóxicos, posquirúrgico, traumatismos graves (craneal, etc.).
- Alto gasto cardíaco: hipertiroidismo, anemia, fístulas arteriovenosas, sepsis, enfermedad de Paget, Beriberi.
En el año 2016 se introdujo el acrónimo de CHAMP (siglas en ingles) para identificar cinco causas potenciales de ICA que requieren tratamiento inmediato y deberían ser identificadas dentro de los 60 minutos de la evaluación inicial18:

C-síndrome coronario agudo (SCA): sin elevación del segmento ST (SCASEST) e infarto agudo de miocardio (IAM) con elevación del segmento ST (IAMCEST).
H-emergencia hipertensiva.
A-arritmias rápidas o bradicardia, trastornos graves de la conducción.
M-causa mecánica.
P-embolia de pulmón.

5- Definiciones de utilidad en una urgencia por ICA17,18
Hipotensión arterial: PAS <90 mm Hg o presión arterial media (PAM) <65 mm Hg.
Bradicardia: frecuencia cardíaca < 60 lpm.
Taquicardia: frecuencia cardíaca > 100 lpm.
Esfuerzo respiratorio anómalo: frecuencia respiratoria > 25 respiraciones/min con uso de músculos accesorios para la respiración, o frecuencia respiratoria < 8 respiraciones/min a pesar de disnea.
Saturación de O2 (SaO2) baja: SaO2 < 90% con oximetría de pulso.
Una SaO2 normal no excluye hipoxemia (presión arterial de O2: PaO2 baja) ni hipoxia tisular.
Hipoxemia: presión parcial de O2 (PaO2) en sangre arterial < 80 mm Hg (< 10,67 kPa) (gasometría arterial).
Hipoxémica (tipo I): PaO2 < 60 mm Hg (< 8 kPa).
Hipercapnia: presión parcial de CO2 (PaCO2) en sangre arterial > 45 mm Hg (> 6 kPa) (gasometría arterial).
Insuficiencia respiratoria: hipercápnica (tipo II) PaCO2 > 50 mm Hg (> 6,65 kPa).
Acidosis: pH < 7,35.
Elevación de lactato en sangre > 2 mmol/L.
Oliguria: diuresis < 0,5 ml/kg/h.

6- Objetivos del tratamiento de una ICA en la urgencia2,18,19-54
Objetivos inmediatos
Etapa prehospitalaria (emergencia y guardia)

- Mejorar la hemodinamia y la perfusión.
- Restaurar oxigenación.
- Aliviar síntomas.
- Limitar injuria renal y cardíaca.
- Prevenir tromboembolismo.
- Minimizar estadia hospitalaria.

Objetivos intermedios
Etapa intrahospitalaria

- Identificar etiología y comorbilidades.
- Titular tratamiento para control de síntomas y congestión.
- Optimizar la PA.
- Iniciar y titular tratamientos con beneficios probados.
- Considerar dispositivos en pacientes seleccionados.

Primero es fundamental garantizar la estabilidad respiratoria y hemodinámica del paciente para delinear los objetivos y manejo en el DE (Tabla 1)55. Al abordar el estado respiratorio del paciente, se debe buscar y tratar aquellos factores desencadenantes de la ICA. Por ejemplo, arritmias, SCA, embolia pulmonar, infección subyacente, hipertensión arterial, etc. podrían desencadenar una ICA; sin embargo, a menudo, no está claro o es difícil de identificarlo. Además, muchas condiciones comórbidas pueden interferir en el diagnóstico y agregar desafíos al manejo inicial (enfermedad obstructiva crónica más hipertensión arterial e ICA, etc.).

Tabla 1. Objetivos del manejo en el Departamento de emergencias

 

Mientras que el tratamiento simultáneo de varias patologías asociadas puede ocurrir con frecuencia, se debe tener en cuenta los efectos pues pueden ser perjudiciales.

Atención pre-hospitalaria y estrategia temprana de tratamiento18-56

Como en los SCA, la precocidad en la administración del tratamiento es prioritaria. Por lo tanto es fundamental comenzar con el tratamiento adecuado lo antes posible57,58:
- Posición semi-sentada, interrogatorio y examen físico (adecuado al estado clínico).
- Controles no invasivos: realizarlos en el primer contacto con el paciente y durante el traslado: control de la PAS, frecuencia cardíaca (FC), frecuencia respiratoria (FR), oximetría de pulso, ECG de 12 derivaciones.
- Tratamiento con oxígeno (bigotera o máscara) para lograr una saturación de oxigeno > 90%.
- La ventilación manual a presión positiva y la intubación orotraqueal son estrategias de utilidad en caso de reanimación cardiopulmonar avanzada, evidencia de fracaso o insuficiencia respiratoria.
- Tratamiento endovenoso según perfiles clínicos y PAS (congestión si/no - hipoperfusión si/no).
- Inicialmente se indica furosemida endovenosa (EV) dosis de 20 ó 40 mg.
- En casos de urgencia o emergencia hipertensiva, se administrará vasodilatadores en infusión continua EV (nitroglicerina -NTG- o nitroprusiato de sodio -NPS-). Evitar NPS en pacientes con SCA (por robo de flujo) y en aquellos con antecedentes isquémicos.
- Los nitritos sublinguales son una buena alternativa en períodos cortos.
- Si presenta signos de shock o inestabilidad hemodinámica, se procede a soporte farmacológico, monitoreo de signos vitales, asistencia respiratoria y traslado urgente a centro cardiológico con disponibilidad de servicio de hemodinamia (sospechar y descartar probable cardiopatía isquémica).
- Traslado en ambulancia a un centro de referencia: monitoreo continuo de parámetros vitales y ECG.

Evaluación y tratamiento inicial al ingreso hospitalario18,20,59-117

La evaluación inicial, ante la sospecha de ICA debe incluir:
- Posición semi-sentada, interrogatorio y examen físico.
- Estratificar gravedad del cuadro. Controles no invasivos: PAS, FR, ECG continuo, oximetría de pulso, temperatura corporal.
- Sonda vesical en caso de no poder cuantificar la diuresis (control de diuresis horaria). Evaluar riesgo de infecciones versus beneficio de su colocación.
- Radiografía de tórax de frente (puede ser normal en un 15% de casos).
- Ecocardiograma bidimensional Doppler: no es necesario su realización inmediata. En casos de empeoramiento de IC crónica su realización puede ser diferida. Se recomienda su realización temprana en caso de IC de novo y en aquellos con duda diagnóstica. En caso de inestabilidad hemodinámica (shock cardiogénico) está indicado hacerlo inmediatamente (descartar complicaciones mecánicas, disfunción valvular aguda).
- Si existiera personal entrenado: ecografía torácica al lado de la cama del paciente buscando edema intersticial (cometas pulmonares) y ecografía abdominal para evaluar diámetro de vena cava inferior (VCI) y ascitis.

- Estratificación de congestión y datos de laboratorio que ayudan a valorar y monitorear la congestión: hematocrito (hemoconcentración) y marcadores renales y hepáticos.
- La oxigenoterapia se recomienda cuando la SaO2 es< al 90% ó PaO2 < 60 mm Hg (8 kPa). Tratamiento con oxígeno (bigotera o máscara) para lograr una oxigenación > 90%.Ventilación no invasiva (VNI) en su modo BiPAP (presión positiva con 2 niveles de presión en la vía aérea) o CPAP( presión positiva continua en la vía aérea) debería ser considerado en pacientes con dificultad respiratoria y una FR >25 respiraciones/min, SaO2 < 90%.
Se aconseja comenzar lo antes posible a fin de disminuir el distres respiratorio.
En caso de VNI debe evaluarse estado de conciencia, y ausencia de vómitos.
El CPAP puede reducir la PA, precaución en pacientes hipotensos. Se aconseja monitoreo regularmente de la PA en estos casos.
En caso de fracaso con VNI (30 ó 60 minutos) se recomienda intubación orotraqueal y asistencia respiratoria mecánica.
- La intubación es recomendada si la insuficiencia respiratoria lleva a hipoxemia PaO2 <60 mm Hg (8,0 kPa), hipercapnia PaCO2 >50 mm Hg (6,65 kPa) y acidosis (pH <7,35).
- Iniciar tratamiento EV, soporte hemodinámico. Evaluar perfil clínico y PAS de ingreso. Administración precoz de diuréticos y vasodilatadores EV.
Las terapias utilizadas hoy en día son en gran medida las mismas que las empleadas hace 40 años atrás (Tabla 2)55. Si bien, un avance importante es que ya no se utilizan los torniquetes rotativos y la flebotomía para disminuir la precarga. Es importante destacar que la falta de pruebas de alta calidad de ensayos controlados aleatorizados y sólidos no invalidan todos los objetivos importantes de las terapias para lograr la mejora de los síntomas, de la hemodinamia y el alivio de la descongestión.

Tabla 2. Objetivos terapéuticos para el tratamiento precoz de la ICA

Tratamiento inicial frente a una ICA con HTA
En casos de urgencia o emergencia hipertensiva: vasodilatadores EV en infusión continua (NTG o NPS). Los diuréticos se aconsejan en bajas dosis: inicialmente se indica furosemida EV 20 ó 40 mg.

Tratamiento inicial frente a una ICA con PA normal
En pacientes con historia de IC crónica y sobrecarga de volumen: dar prioridad a la terapia diurética. La dosis de furosemida EV debe ser al menos la misma que recibía previamente vía oral (VO) o multiplicada por 1,5-2,5 de la dosis previa.
Cuando la PAS es normal, el uso de vasodilatadores EV podría indicarse para calmar síntomas. Recordar que el balance hídrico negativo excesivo deteriora la función renal y empeora el pronóstico de los pacientes.

Tratamiento inicial frente a una ICA con PA baja
El shock, debido al empeoramiento de la IC, rara vez ocurre en relación con otros tipos de ICA.
Es un verdadero desafío dada su presentación relativamente poco común combinada con la complejidad de la fisiopatología (Figura 3), el factor desencadenante, la estructura y función cardíaca y el estado hemodinámico de los pacientes.


Figura 3.
Fisiopatología de la insuficiencia cardíaca aguda. Cambios mecánicos, hemodinámicos y neurohormonales que se desarrollan o revierten dependiendo de la causa subyacente del deterioro del ventrículo izquierdo, así como de la enfermedad cardiovascular preexistente.
SRAA: sistema renina-angiotensina-aldosterona. Modificado de Nieminen MS. Eur Heart J 2005; 26 (4): 384-416.

 

Los pacientes con IC avanzada pueden presentar una alarmantemente baja PA. Incluso cuando se reanima del shock, un error común es intentar normalizar la PAS y la FC a los valores observados en aquellos con una estructura y función cardíaca normales. Sin embargo, para pacientes con FE severamente reducida, una PAS "normal" puede ser inalcanzable, y la taquicardia puede ser el contribuyente clave para compensar el gasto cardíaco o volumen minuto.
Para pacientes con PAS baja, la administración de fluidos puede ser una acción controvertida, pues en el contexto de hipoperfusión secundaria a IC, no existiría hipovolemia, sino falla en la contractilidad y la expansión provocaría empeoramiento de la congestión con un edema pulmonar. Por otro lado, la infección y la sobredistensión son precipitantes comunes que pueden responder bastante bien a los fluidos. Evaluar el estado de hidratación necesaria para el paciente es desafiante, especialmente en pacientes con IC avanzada. La realización de un ecocardiograma al lado de la cama puede ser útil, pero la respuesta clínica y hemodinámica al tratamiento inicial a menudo es la mejor guía para el seguimiento y tratamiento posterior. Aunque rara vez se administra en el ámbito del departamento de emergencias debido a la preocupación de precipitar una insuficiencia circulatoria. En caso de congestión y edema pulmonar la terapia con vasodilatadores es la aconsejable, tratando de evitar la hipotensión por debajo de los valores de perfusión (PAM≥60 mm Hg). La optimización del estado del volumen a través de la diuresis y la vasodilatación pueden conducir a una mejoría clínica significativa.

En caso de hipotensión refractaria o shock, está indicada la utilización de vasopresores (noradrenalina o dopamina) y/o inotrópicos (dobutamina, milrinona, levosimendan) en infusión continua (recordar que los inotrópicos aumentan la mortalidad del paciente, a excepción de levosimendan) para aumentar la presión arterial y así optimizar la perfusión sistémica.

Tratamiento médico vía oral
En caso de historia de IC, se recomienda en lo posible mantener el tratamiento de IC crónica; ya sea, inhibidores de la enzima conversora de la angiotensina, antagonistas de los receptores de la angiotensina e inhibidores de la enzima neprilisina, siempre que la función renal y la PA lo permitan. Se aconseja mantener el tratamiento con beta bloqueantes. Esta conducta se asocia con mejor pronóstico. Sólo deberían ser suspendidos, si la FC es menor de 50 latidos por minutos o presencia de bloqueo aurículo-ventricular completo, inestabilidad hemodinámica, signos de bajo gasto cardíaco o intolerancia clínica.
En pacientes con falla cardíaca de novo es recomendable iniciar estas terapias luego de lograr estabilidad hemodinámica.

Otros tratamientos
Se recomienda profilaxis con heparina de bajo peso molecular a menos que existan contraindicaciones.

Realizar un enfoque multidisciplinario con tratamientos específicos de acuerdo a la presencia de comorbilidades:
- Diabetes: control metabólico.
- Infecciones: antibióticos específicos.

Exámenes de laboratorio
Hemograma completo, glucemia, uremia, creatinina, ionograma plasmático, NT-proBNP (recomendado si está disponible), gases arteriales (no están indicados rutinariamente). Una muestra venosa podría dar información de pH y CO2.
Según la sospecha clínica: creatinfosfoquinasa fracción MB (CPK MB) y troponina T (en sospecha isquémica), dímero D (en sospecha de tromboembolismo de pulmón).

Admisión en unidad de cuidados intensivos desde el departamento de emergencias

La hospitalización por ICA constituye uno de los motivos más frecuentes de consultas a departamentos de emergencias. Además de afectar la morbimortalidad, estas descompensaciones reducen considerablemente la calidad de vida e identifican a un subgrupo con mayor inestabilidad clínica y peor pronóstico. Uno de los desafíos más relevantes en estos pacientes es la evaluación del riesgo, la cual debería ser implementada a lo largo del curso de la enfermedad. En el DE la identificación inadecuada del riesgo genera el ingreso de más del 80% de las consultas. Sin embargo, la mitad de los pacientes admitidos podrían ser manejados de manera ambulatoria debido al bajo riesgo59.
Como método de orientación, en la toma de decisiones para una admisión correcta y precoz de pacientes a unidad de cuidados intensivos o unidad coronaria (UCI/ UCO) desde el DE, se podría proponer un score clínico de alto riego; sin embargo, destacamos, que la ausencia de marcadores de alto riesgo, no define por defecto, un grupo de bajo riesgo.

Score clínico
Alto riesgo56-60
FR > 25 respiraciones/minuto.
SaO2 <90% a pesar de soporte con O2.
Respirar con uso de músculos accesorios.
PA <90 mm Hg.
FC < 40 ó > 130 latidos por minutos.
Necesidad de intubación (o ya intubado).
Signos de hipoperfusión (oliguria, extremidades frías, alteración del sensorio, lactato >2 mmol/l, acidosis
metabólica, SvO2 <65%).

Admisión en UCI/UCO desde DE por shock cardiogenico55-60
- El shock cardiogénico se define clínicamente por hipotensión arterial (PAS <90 mm Hg o PAM <65 mm Hg durante 30 minutos o estar con tratamiento vasopresor para lograr una PAS ≥90 mm Hg) con presiones de llenado del ventrículo izquierdo elevadas, asociado a signos de hipoperfusión (oliguria <0,5 ml/kg/h, extremidades frías, alteración del sensorio, lactato >2mmol/l, acidosis metabólica, SvO2<65%, elevación de creatinina sérica.
- Se recomienda su traslado inmediato o su internación urgente en una UCI/UCO de un centro de alta complejidad (con posibilidad de hemodinamia y asistencia ventricular).
- ECG (descartar SCA, arritmias, trastornos de conducción) y monitoreo continuo de la PAS.
- Ecocardiograma Doppler urgente.
- El monitoreo invasivo de la PA y el catéter en arteria pulmonar pueden ser útiles, aunque su beneficio es discutible.
- Si no hubiese evidencia de signos de sobrecarga de volumen, un apremio con fluidos (sobrecarga salina)>200 ml en 15-30 minutos es recomendable como primera línea terapéutica.
- Soporte farmacológico: inotrópicos EV, dobutamina o levosimendan en caso de tratamiento previo con beta bloqueantes.
- Vasopresores son indicados en caso de necesitar mantener PAS en presencia de hipoperfusión persistente. Noradrenalina se recomienda sobre dopamina.

Alta hospitalaria desde el departamento de emergencias18,20,24-60

- La ICA puede mejorar significativamente en pocas horas (indica pronóstico favorable).
- Algunos indicadores de buena respuesta al tratamiento son: mejoría sintomática del paciente, FC <100 x minuto, sin registros de hipotensión ortostática, buen ritmo diurético, SaO2 >95% con aire ambiente, ausencia o leve alteración de la función renal.
- Durante toda la estadía en el DE se recomienda el control periódico de la PAS, FC, FR, balance hídrico y peso diario.
- El ecocardiograma transtorácico para la evaluación de cometas pulmonar al lado de la cama del paciente podría ayudar a optimizar los criterios del alta reforzando el concepto de peso seco.
- En caso de IC de novo o de etiología no establecida, no se recomienda el alta hospitalaria hasta conseguir establecer el diagnóstico etiológico y el tratamiento recomendado según guías actuales. Estos pacientes podrían no estar recibiendo previamente terapia específica para IC, en este caso deberían iniciarla antes del alta médica.
- En pacientes con IC crónica se recomiendan al alta, consulta precoz al servicio de cardiología o departamentos de IC, preferentemente esta consulta se programaría a la semana del alta.
- Se solicitará pre alta, un pedido de análisis sanguíneos: uremia, creatininemia, ionograma plasmático, con la finalidad de optimizar y ajustar las terapias farmacológicas específicas en la primer consulta post alta.
- Se sugiere que al alta, los pacientes se contacten con programas de manejo de IC crónica. Allí recibirán información más detallada sobre la enfermedad, el concepto de autocuidado, automonitoreo, importancia de la adherencia, etc.
- Especial cuidado y atención deben recibir pacientes con comorbilidades asociadas. Se sugiere manejo multidisciplinario.

Criterios de alta precoz
- Etiología de la descompensación identificada y modificada.
- Que hayan recibido intervención terapéutica temprana.
- Que presenten una respuesta clínica y hemodinámica adecuada.
Fast track (vía rápida): se podría considerar en aquellos servicios que dispongan de Departamentos de IC a fin de implementar programas de manejos post alta.

Algoritmo de ICA
Diagnóstico y tratamiento precoz

En el tratamiento de una ICA, el tiempo de inicio ha demostrado ser un factor de importancia, tanto en la etapa pre hospitalaria, como hospitalaria. Es por ello, que se han desarrollado estrategias que consideran la variable tiempo a fin de agilizar nuestro diagnóstico (Figura 4) y lograr iniciar precozmente, un tratamiento personalizado (Figura 5).


Figura 4.
Diagnóstico de la insuficiencia cardíaca aguda.
CAP: catéter arterial pulmonar. ECG: electrocardiograma. BNP: péptido natriurético tipo B.
Modificado de Nieminen MS. Eur Heart J 2005; 26 (4): 384-416.


Figura 5
. Manejo de la insuficiencia cardíaca aguda según la clasificación clínico-hemodinámica.
PCP: presión capilar pulmonar. IC: índice cardíaco. RVS: resistencia vascular sistémica.

El primer objetivo frente a un paciente con ICA es el tratamiento inmediato de la condición clínica que amenaza la vida, esta acción nos permite estabilizar al paciente. Se debe identificar y manejar las condiciones potencialmente fatales o factores desencadenantes coexistentes que requieren tratamiento o corrección urgente. En paralelo, se descartarán otras causas alternativas de los síntomas y signos del paciente (infección pulmonar, anemia grave, insuficiencia renal aguda). Luego, nos orientaremos a certificar el diagnóstico de ICA y estratificar su riesgo y gravedad a fin de iniciar inmediatamente la terapia EV qué, como se expresó, será individualizada según los hallazgos clínicos obtenidos (Figura 6).


Figura 6.
Esquema terapéutico del manejo del paciente con insuficiencia cardíaca aguda según perfiles clínicos en etapa precoz.
Modificado de Ponikowsky P, et al18.
PAS: presión arterial sistólica. AMC: asistencia mecánica cardíaca.

En el caso de shock cardiogénico o inestabilidad hemodinámica y/o respiratoria se sugiere estabilización inmediata y traslado a UCO/UCI. En caso de cuadros leves a moderados que no amenazan la vida, la evaluación podría continuar en el DE.
La confirmación diagnóstica de una ICA es puramente clínica: interrogatorio y examen físico, sumando métodos complementarios simples como Rx de tórax, ECG, y si se dispone, dosaje de biomarcadores (Pro BNP, troponinas). Un ecocardiograma transtorácico en el DE y/o evaluación de cometas pulmonares, si se dispone de personal entrenado, servirán para reconfirmar la sospecha clínica inicial. La causa aguda de la descompensación debe ser rápidamente identificada. Las siglas CHAMP (en inglés) nos recuerdan la importancia de sospechar y descartar patologías puntuales, las cuales una vez identificadas deben ser rápidamente intervenidas: SCA, crisis de HTA, arritmias, causas mecánicas agudas, embolia de pulmón. Idealmente, toda esta estrategia se debe realizar en 60 minutos. En este tiempo ya debemos tener identificada la patología, su gravedad, su etiología, y estar en condiciones de iniciar una terapia específica y personalizada acorde al perfil clínico de ingreso (120 minutos desde el contacto inicial con el paciente: ventana ideal para el inicio terapéutico). Debemos proteger el miocardio y el riñón. Una evaluación de posibles comorbilidades asociadas debe ser considerada y eventualmente intervenidas (Figura 7)60-117.


Figura 7.
Algoritmo de diagnóstico y manejo de la insuficiencia cardíaca aguda. Modificado de Ponikowsky P et al18.
* Procedimientos opcionales.
ICA: insuficiencia cardíaca aguda. DE: departamento de emergencias. HMD: hemodinámica. CCG: cineangiocoronariografía.
O2: oxígeno. VNI: ventilación no invasiva. ECG: electrocardiograma. BNP: péptido natriurético tipo B. IC: insuficiencia cardíaca.
HTA: hipertensión arterial.

Conclusión

Debemos hacer un uso racional de los elementos que actualmente disponemos a fin de lograr, un diagnóstico precoz y preciso que nos permita realizar intervenciones terapéuticas tempranas y adecuadas al fenotipo y a la gravedad del cuadro clínico que se nos presenta. Es de suma importancia, realizar una pronta identificación de los de factores responsables de la descompensación, ya que muchos de ellos son reversibles, tratables, modificables. Una estratificación del riesgo inicial es fundamental para la planificación de estrategias de traslado y manejo de estos pacientes, así como la decisión del alta médica desde el DE o una eventual internación en UCO/UCI.
La evaluación clínica, sumada a la información obtenida con métodos complementarios de fácil acceso (radiografía de tórax, ECG, análisis clínicos, saturación de O2), nos permite, al lado de la cama del paciente, iniciar una rápida planificación de intervenciones y manejos. El concepto de "saber qué hacer" refiere en definitiva, a la toma de decisiones vitales en un corto período de tiempo. Este desafiante concepto, de ser correctamente implementado, nos asegura el manejo inicial adecuado de un paciente con ICA. Sin embargo, esto es sólo el inicio. "Saber qué hacer" se extiende a otras etapas de esta enfermedad: el manejo intrahospitalario y post alta inmediata. Esto que decidimos llamar TRILOGIA del "Saber qué hacer" es entonces, una historia que continúa.

Recursos financieros

Los autores no recibieron ningún apoyo económico para la investigación.

Conflicto de intereses

Los autores declararon no tener conflicto de intereses.

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